Prompt: Páramo, fragmentos, tiempo, traición, flor - Helsatober de la página Helsa Amor Verdadero.

Clasificación: M, romance, hurt&comfort


Caer


Recibiendo las potentes embestidas de su amante, Elsa consiguió estallar de placer, alimentada por la emoción que proporcionaba recibir las atenciones desde su espalda.

Tal culmine la arrastró al vacío durante unos segundos, en los que no fue consciente de soltar sus faldas amontonadas en su boca, sino hasta después, al mismo tiempo que la enroscada voz de Hans le susurraba cosas al oído.

—Me moría por escucharte mientras te corrías —expresó con cierta satisfacción. —Me distraje y me vine dentro —añadió con disculpa.

Todavía jadeando, los hechos se acumularon de golpe en la mente de Elsa, que en lugar de huir físicamente, se congeló en el acto.

Había participado en un nuevo encuentro, de la forma más impulsiva posible; había gemido y demostrado cuánto disfrutaba ese interludio —si lo primero no era suficiente—; había sido incapaz de detener el riesgo para la concepción, cuyos desencadenantes sentía ahora, incluso creyendo que sería capaz de frenarlo, al no tener él uno de sus sacos especiales, y sabiendo que la madre de este había concebido a edad tardía.

Acababa de copular con Hans en medio de un páramo.

Qué idiota era.

Se había prometido que ya no volvería a caer con él. Era una traición a lo que se había jurado antes, luego de una temporada compartiendo esos intercambios indecorosos; iba en contra de sus convicciones de no estar con su enemigo de juventud, aunque le atrajera en demasía y hubiese notado un cambio en su modo de ser.

Tenía casi cuarenta años, estaba lejos de la flor de la juventud; no podía ser tan inmadura como primaveras atrás, cuando sucumbió al deseo y se vinculó largo tiempo con un hombre inadecuado para ella.

Pero cuánto lo había extrañado. Su toque era único, junto a su olor y su espíritu; la hacía sentir de una manera tan viva que no había podido resistirse, solo poniendo como barrera el no mirarlo, si bien le encantaba esa posición y no había manera de no reconocer que era ese hombre.

Los recuerdos de sus momentos juntos se arremolinaron en su mente, trayéndole una buena sensación.

Admitiendo una verdad que había peleado por años, suspiró y se recostó en el cuello de él, que a su vez acomodó su postura para descansar su cabeza en el suyo.

—Estos dos años he tratado de estar con otras mujeres, mas no he podido —murmuró Hans, acariciándole con su aliento tibio. —Fui a buscarte hace meses, pero no me anuncié, me conformé con mirarte. Te perseguí al verte hoy… no puedo estar lejos, no me castigues otra vez diciendo que este será nuestro último momento. Es suficiente con saber que mi error de juventud me perseguirá toda la vida y que nunca podrás ser mía ante testigos.

Sus ojos se humedecieron. Proviniendo de él, era casi como una declaración amorosa, por singular que fuese la ocasión, con ellos medio vestidos, la entrepierna desnuda de él rozando su retaguardia y la combinación de sus fluidos adornando sus pieles inferiores.

No era el momento más romántico del mundo.

Aun así, estaba conmovida… y convencida de que era tiempo perfecto.

Elevando su mano hacia la mejilla de Hans, movió su rostro hacia la otra y depositó un beso suave en su mandíbula.

—Me convertiré en tu esposa. —Él soltó su nombre en sorpresa. —Debo escuchar a mi corazón.

La risa de felicidad de Hans la bañó de gozo, tanto como el abrazo fuerte que él le dedicó, y también ella comenzó a reírse alegre.


¡Hola!

Una pizca de M para ir cerrando la semana, y ya con un Helsa bien establecido je,je.

Mañana, más de esta categoría y el prompt largo.

Besos, Karo.