Prompt: Muerte.

Clasificación: T, general


El después


El constante crepitar alrededor de Hans se sintió mucho antes de que sus ojos se abrieran, aunque no tenía la certeza de la fuente del sonido, si eran huesos tronando u hogueras ardiendo por doquier. De alguna manera, estaba consciente que algo sucedía en todas partes, del mismo modo en que sabía que había muerto.

No tenía idea de dónde había provenido la bala o cómo se había sentido, pero conocía la causa de su prematuro y repentino fallecimiento.

¿Qué sucedía ahora? Realmente ahí había una incógnita. Él no creía en las enseñanzas transmitidas por la religión cristiana del reino en que naciera, ni pensaba en la vida más allá de la muerte, dejando ese tema para cuando llegara la vejez, cuando aparentemente tenía que pensar en ello, como siguiente paso.

Y de pronto estaba así. Con la plena seguridad de no vivir.

A Hans le sorprendía siquiera que existiese una clase de raciocinio en esas circunstancias y que al mismo tiempo hubiese misterio y conocimiento de ellas.

Finalmente abrió los ojos y descubrió que no había nada. Todo era oscuridad. Y aun así podía ver su cuerpo, sin cambio a la última vez que lo había visto, pero no podía saber si estaba vestido o desnudo, no podía ni sentir si había prendas encima.

De pronto una luz blanca brilló y él quedó ciego por unos instantes, tras los que apareció frente a sí una silueta reconocible.

Arrugó el ceño dando un paso atrás, o así lo creyó porque no tuvo impresión de moverse.

¿Elsa de Arendelle era el Diablo?

No sería extraño, debía ser el ángel caído más hermoso, después de él y Lucifer. Con su piel satinada y cabellos de alabastro, enmarcando un cuerpo de proporciones perfectas que demostraba una profundidad interna en orbes colorados por el mismo cielo, era la definición de belleza.

—¿Por qué estarías tú en el Infierno? —pudo preguntar, saliendo de su letargo en contemplarla.

La antigua reina continuó mirándole con una sonrisa.

—No, tú eres el falso profeta de la Biblia.

Una risa melódica tronó en sus oídos, sin que la boca de ella se moviera.

—¿Conoces las lecturas? Me asombra, incluso si las recuerdas erróneamente. No obstante, puedo ser Satanás.

Esa vez ella sí gesticuló con sus labios.

—¿Y tomas la imagen de quien más me atormenta? —ironizó Hans. Tarde razonó que sonaba como si fuera la mujer que había conocido y que no podía ser tan grosero con quien lo condenaría eternamente.

—Me halaga, en verdad —replicó su interlocutora.

¿Era la misma? ¿También había muerto? ¿O sí era un monstruo?

¿Por qué esas cuestiones no podían resolverse?

—¿Qué haces en el Infierno?

—Oh, este es el Purgatorio, sorprendentemente alguien cree que todavía tienes oportunidad de Salvación.

De pronto, en su cuerpo femenino, que no había estado vestido ni desnudo hacía unos momentos, empezó a formarse lo que parecía un lago de fuego.

Y en medio de él, Hans vio el invierno de Arendelle antes de ser atrapado.


¡Hola!

Aquí sacando de los borradores que tengo perdidos. Realmente no es algo nuevo como para hacerlo más grande, solo quería la parte del ángel caído ja,ja. La referencia del Purgatorio, la Salvación, Satanás, el lago de fuego y el falso profeta provienen de la religión cristiana.

Besos, Karo.


Jin: Cómo no amar los clichés, siempre se agradecen las miles de versiones que puedan sacarse de algo ja,aj.

Guest: I'm glad you enjoyed the twist in the last one, though now I cannot use Hans and visions again ;P ha,ha. Thanks for reading, HNY for you too.