-Osea, veremos la historia del Rey Supremo… – Ruby miró a Jinn con sorpresa.

- Asi es, es algo que afectó mucho a los habitantes de ese mundo ya que es una historia que es cualquier cosa menos… Fácil.

-Ok, la vida no es fácil. Pero no debe de ser tan mala. Digo, todos dicen que fue un héroe. – Jade no entendía el porqué de esas palabras.

- Algo que deben de aprender es que la palabra héroe tiene mucho más peso de lo que cualquiera puede pensar y que esas historias de heroísmo sólo son la punta del iceberg… Ya que nadie puede ver lo que un "héroe" se guarda para sí.

El silencio reinó unos segundos, para lo que…

-Muéstranos entonces. – Issei dijo eso con calma y Jinn asintió.

La imagen cambió, mostrando lo que era…

-¿¡Estás bien!? – Rias se arrodilló al lado de Issei, quien estaba con su armadura puesta.

El Sekiryuutei había tenido una sesión de práctica con el resto para mejorar el uso de sus armaduras, pero en un punto como que estuvo en un trance, en un punto que… No era él, sino algo más moviendo el cuerpo. Imagenes que no conocía…

-Puede que sea por influencia de Haou. – Azazel que había venido a ver el entrenamiento se acercó a ellos con Rean y las mujeres adultas. – Debe de ser un efecto del despertar de la Crimson Cosmos Omega Ascension.

Osea, algunos recuerdos de Haou se habían filtrado y por eso actuó así. Eso no era bueno…

-Ok… No se bien de esto de vidas pasadas y todo eso. ¿Pero no es normal tener recuerdos o cosas así? – Jade preguntó mientras lucía confundida.

-Pues en teoría si. Pero no al punto de que uno actúe como poseído… No, no es normal.

-Genial… Ni cinco minutos y al parecer ya están en problemas.

Raven negó con la cabeza al ver que una vez más parecía estar metido en algo, Justo como el que conoce.

Mientras ellos se preguntaban qué podían hacer, es que de la nada los Elementos de la Armonía brillaron con tal fuerza, que los cegó unos segundos.

Cuando el destello murió, se vieron en lo que era como la entrada a un palacio que no conocían. Sobre todo por quien los esperaba en la entrada.

-Hola, es un gusto verlos de nuevo. – Era Lavenza. La mujer les dio una amplia sonrisa.

Twilight se sorprendió de verla, a la vez que el resto preguntó dónde estaban y ella solo dijo…

-... Es un lugar que mi hermano creó para poder hablar con ustedes. Yo solo di la mano. – Lavenza les dio una pequeña sonrisa. – Les contará su historia.

La sorpresa de ver de nuevo a la hermana de Haou fue general ya que pensaron que no la volverían después de su ayuda contra Loki.

-Ya veo por que dicen que nadie puede igualarla en ese mundo. Pensar que aun tras su muerte puede interactuar a ese punto con ellos es…

-Para que tú digas eso Yakitori tiene que ser verdad nya. – Ravel vio con molestia a Kuroka quien sonrió un poco. – Pero si, en nuestro mundo nadie hizo lo que ellos.

Los supervivientes de DxD asintieron estando de acuerdo, esos dos estaban a otro nivel.

La mujer pidió que lo siguieran, al mismo tiempo que aun siendo la zona una… Creación, que no era real. Todo se veía así. Que tras unos pasos, llegaron a una enorme puerta que se abrió sola.

Era como la sala de un trono. Issei y los demás vieron como en lo que era como un trono. Era Haou, quien alzó la mirada y parecía feliz de verlos por cómo sus ojos se mostraron.

-El tipo parece gustarle lo dramático… – Vermillon no sabía qué cara poner al ver lo detallado del lugar.

-Puede ser, pero tiene estiló. – Coco le dio su visto bueno al lugar. – Todos saben que un buen ambiente es necesario para contar una buena historia.

El resto de su equipo solo negó con la cabeza ante las palabras de su líder. Ya la conocen por un tiempo pero siguen sin saber cómo trabaja su mente.

-¿Ella siempre es así? – Fue la pregunta de Magenta a Yang quien era a la que tenía más cerca.

-Pues no la conozco de mucho como su equipo, pero según ellos y Ise… Si es así. Pero meh, sabe lo que dice, al final de cuentas la decoración del baile fue estupenda.

-'Una lástima que la fiesta terminará con el techo cayéndose…' – Issei murmuró al recordar el cómo terminó esa noche… Al menos tuvo un último baile con Vel.

El hombre se puso de pie, bajó del trono y caminó hacia ellos como el resto. Lavenza fue la primera en llegar a él, este se sacó el casco y todos vieron su rostro, similar a Issei en mucho… Pero a pesar de lo joven, se le veía cansado, viejo en el alma.

Lavenza fue a él y lo abrazó, a lo que él hizo lo mismo. Se pudo ver el cariño que se tenían, pero era como si él hubiera esperado estos años.

-Aún tras todos estos años… Sigues cargando el peso del mundo… ¿Por qué no lo dejas ir?

-Porque este es el que me recuerda que ningún sacrificio fue en vano…

Lavenza pareció querer llorar al oírlo decir eso, dado que sabía lo que él había pasado mejor que nadie.

-Es como ella dice… Parece que cargará con todo.

-Y aun así… No pareciera que se arrepiente de lo que sea que hizo.

Tanto Pyrrha como Weiss vieron con tristeza al hombre ya que se notaba que ha pasado por mucho.

-Y lo peor es que veo a nuestro Issei diciendo algo parecido… – Blake vio al hombre con tristeza imaginando que se trataba del Sekiryuutei.

-Y no digas que no es el caso Issei. – Ruby vio fijamente al Sekiryuutei quien solo pudo soltar un suspiro.

-Esta bien… Si es algo que yo diría. – Dijo con algo de pena al ver como las chicas ponían una expresión triste.

Haou le dio la bienvenida a todos, dijo algo de que las 6 que Lavenza eligió eran como ella en partes, lo que molestó a su hermana un poco y él rió.

El hombre les dijo que verían su vida, el cómo llegó a ser lo que era. Pero que no era un viaje sencillo, le dijo eso a Issei para que entienda el peso de lo que verá.

El Sekiryuutei asintió y el hombre sonrió. Alzó la mano y la puso en la cabeza del muchacho.

Y así, el destello volvió, cambiando la imagen una vez más.

-Bien… Es hora de ver la historia de ese tipo. – Qrow sono serio, ya que le interesaba ver el porque tanta intriga por ese tipo.

-Oigan, ahora que lo pienso, ¿Esto cuenta como ruptura de la 4 pared? Digo es un relato dentro de otro relató… ¿Qué?

Nora veía con extrañeza a todos por la forma en la que todos se le quedaron viendo. Incluso los más apáticos lo hacían.

-"¿En serio tienes que decir algo como eso… En este momento?" – La voz que salió del Scroll de Neo sonaba fastidiada.

-¡Hey, es una opinión válida! – La chica hizo un puchero mientras se quejaba. De que nadie la entendía.

-...Solo sigamos con la historia. – Ren por su parte se llevó una mano al rostro.

Se pudo ver lo que era una enorme ciudadela, el como parecía ser una parte pobre. Y que en medio de la muchedumbre, alguien corría con trozos de pan a toda velocidad, huyendo de los soldados que lo perseguían.

Corrió y subió las paredes tras usar puntos para saltar y llegar a la parte más alta. Era un niño de 12 o 13 años castaño y ojos amarilos, se giró sonrió con burla al ver la cara de esos tontos que parecen molestos por haberles tirado estiércol para que se distraigan y tomen su objetivo.

-¡De esta no te salvas rata callejera!

-¡Ja, tal vez sea una rata pero al menos huelo mejor que tú! – La respuesta burlona del joven no gustó para nada al tipo. - ¡Además, son sólo unos trozos de pan para mis amigos! ¡Un bocadillo! – Su tono burlón no les gustó, así que él siguió corriendo mientras se reía como desquiciado.

-¿Ese es Haou? – Vermillon parpadeo varias veces por la sorpresa. – Eso no me lo esperaba digo…

- ¿Acaso esperaba que les mostrara a alguien nacido en buena cuna? – Jinn volvió a aparecer mientras veía a la rubia con algo de burla. – Pues para nada, Haou nunca tuvo una vida fácil ni siquiera en su inicio.

-Pues bueno… Tampoco esperábamos que fuera bueno… – La chica no sabía cómo terminar su oración.

- Pues incluso el mayor héroe puede surgir de los lugares menos esperados, digo aquí tienen a Issei para dar un ejemplo. – Mencionó mientras señalaba al Sekiryuutei. – Quien siempre viene de una familia normal sin nada realmente destacable, pero que al final es quien mayor impacto deja en el mundo.

La chica solo asintió mientras daba un suspiro ya que sentía que fue sermoneada como si fuese una niña de nuevo… Y las risas nada discretas de sus hermanos no ayudan en su vergüenza.

El chico corrió por la zona baja del lugar, era una zona de prostitutas, pero ellas lo conocían por una razón. Que lo ayudaron a esconderse de esos soldados, que al ver a las mujeres rodearlos se olvidaron de su objetivo.

El chico salió de su escondite con una prostituta de 16 años a su lado, guiandolo a una salida.

-¿En líos de nuevo?

-¿Líos? Para nada, sólo será eso si me atrapan.

La chica sonrió de lado y lo dejó irse, a lo que él le dio las gracias y se fue corriendo para estar a salvo.

Varios no supieron qué cara poner al ver a una chica de su rango de edad ejerciendo la profesión más antigua del mundo,puede que sean otros tiempos pero eso no hace que sea más fácil de ver.

-Bueno… Se ve que es alguien ágil y parece que le gusta burlarse en situaciones riesgosas. – Ciel comentó en un intento de aligerar un poco la incomodidad.

-Si… Me recuerda un poco cuando Irina y yo hacíamos bromas a nuestros vecinos. – Issei sonrió con algo de nostalgia al recordar aquellos días con su amiga.

-Si eso es verdad ya puedo ver más similitudes con estos dos Issei. – Raven dijo con una pequeña sonrisa en su rostro. – Tal vez cuando esto termine puedas contarnos algo de ti… Algo que no sea que eres un pervertido amante de los pechos.

-Eso será un relato corto. – Koneko dijo con su típica expresión estoica. – En la academia solo era conocido por su perversión.

-Una vez más, gracias por tus palabras Koneko-chan…

-De nada Senpai.

Todos rieron un poco por esa pequeña interacción entre esos dos, podían notar que Koneko no lo decía con malicia sino como una especie de juego. Aunque ver la sonrisa en su rostro puso alerta a más de una.

Siguió su camino, hasta llegar a un callejón. Soltar un suspiro y sonreír.

-Je, idiotas. Y esa es la guardia del reino. – El niño sonrió más. – Toda esa persecución me dio hambre. Mejor como uno de los panes, por eso robe dos.

Sacó los panes, tomó uno y cuando estaba por llevárselo a la boca, es que vio a una niña y su hermano menor, mendigos, pidiendo solo unas monedas.

Al ver eso, soltó un suspiro. Caminó hacia ellos y les dio la barra de pan con una sonrisa. Ellos le sonrieron y le dieron las gracias a lo que él se despidió. Aún tenía el otro pan, pero no lo tomó… Estaba hambriento, pero no era para él. Es más, ellos lo necesitaban más…

-¿Que es un día más sin comer? – Siguió su camino sin mirar atrás.

-Eso fue muy dulce de su parte. – Velvet sonreía al ver el gesto que tuvo con esos pequeños. – Aunque da pena que él se quede con hambre.

-Pero igual es de admirar que hiciera eso. – Weiss sonrió al igual que la Faunus conejo. – Se ve que piensa más en los más necesitados que en el mismo.

-¿Me pregunto a quien me recuerda? – Yang preguntó con una sonrisa de lado mientras su vista estaba fija en cierto castaño.

-Jeje,si… Yo hubiera hecho lo mismo. – Se rasco la nuca mientras reía de forma nerviosa.

-Y por eso te queremos. – Ruby y Blake dijeron a la vez antes de darle un beso en sus mejillas.

Mientras caminaba oía a la gente hablar de la familia real, de la princesa y su compromiso. No le tomó importancia, corrió a su casa que estaba en la zona menos… Dañada de la zona pobre.

Abrió la puerta y vio a la cuidadora que estaba despidiendo al general de la guardia. La razón, ella era una prostituta y él un cliente. Pero el niño sabe que su relación es… Un poco más que eso.

Tras quedar solo con la mujer, que era hermosa, ella le dijo que no debía robar, que para eso ella trabajaba. Para tratar con él y su hermana, a quienes ha cuidado años. Y él se lo agradecía, pero quería algo más para ella que… la vida de una mujer que vende su cuerpo por unas monedas.

Al menos no tiene tantos, dado que ella cobra caro, al ser quizás una de las mujeres más bellas, pero por su condición social, no pudo hallar otro trabajo.

Empezó a subir las escaleras cuando ella le dijo que suba a ver a su hermana, mientras él pensaba cómo cambiar las cosas para todos a futuro.

-Al parecer quiere ayudar a todos los que tiene cerca. – Jade sonrió un poco al ver como parecía matarse la cabeza al tratar de pensar en una solución.

-Pues a pesar de su precaria condición no parece que tenga una vida tan mala. – Vernal comentó al ver que a pesar de todo parecía que tenía gente que se preocupaba por él.

-Puede ser, pero tanto Jinn como Lavenza dicen que él sufrió mucho… Creo que esto solo es la calma antes de la tormenta.

Todos agriaron el rostro ante las palabras de la Valkiria ya que tiene un buen punto. Solo esperen que las cosas no terminen saliéndose tanto de control.

Al entrar a una habitación, vio en la cama a una niña algo menor que él. Que leía un libro.

-¡Hermano!

-Calma, no debes esforzarte.

El niño se le acercó y le dio un vaso de agua, que ella tomó con gusto. Pero se molestó al ver que había robado de nuevo. Un acto que a ella no le gustaba, dado que sabe que su hermano no es malo.

-La verdad, esa fue la excusa. Le robe el pan a un noble idiota, con esto.

La niña dio un jadeo al ver un libro de teorías mágicas, algo que gente de su clase no tendría acceso jamás.

Que el deseo de su hermana, es que la magia sea para todos y no solo para los del poder. Ese era su sueño y él con gusto la ayudaría.

-Solo deseo que seas feliz Lavenza.

-Gracias… Himmel.

El niño asintió, ver la sonrisa de su hermana le bastaba… Era lo que quería ver siempre.

Eso conmovió a la mayoría ya que les alegraba ver lo unidos que eran esos dos, aunque al parecer a algunos los conmovió un poco más.

-Shirone…

-...Está bien Onee-sama… – Fue todo lo que dijo la menor antes de sentir como su hermana la apretaba en un fuerte abrazo.

La peliblanca soltó un pequeño suspiro para luego regresar el abrazo con una pequeña sonrisa, feliz de que ahora sea más cercana a su hermana.

Un día, para poder darle a Lavenza lo que seguía de ese libro, se le ocurrió meterse al castillo que estaba altamente vigilado.

Quizás no fue un buen plan…

Aunque el ver de cerca como el rey y la reina hablaban de su hija sobre un compromiso, es que Himmel pudo ver algo… Los vestidos de la reina son muy sugerentes…

-... Son grandes. – Miró el pecho de la reina botar.

Se quedó viendo unos segundos, solo para moverse. Siente que esto será una constante por mucho tiempo.

-...Definitivamente tiene algo de Issei… Tanto el de ese mundo como del nuestro. – Ciel habló de forma monótona para luego bajar la mirada a su propio pecho y suspirar… No es justo siempre tiene que ver a otras con pechos más grandes.

-Mejor no digo nada… – Por su parte el Sekiryuutei prefirió no echarle leña al fuego. Aunque veía de reojo los pechos de la reina. ¿Unos 90 tal vez? – ¡Ay!

Grito de dolor cuando Blake y Ruby le picaron los ojos para luego desviar la mirada… Mejor hay que seguir con el show.

Su meta era la Biblioteca, no el jardín. Se maldijo por todo y cuando estaba por irse a otro lado, es que se topó cara a cara con…

- Oh, hola.

Frente a él estaba una chica de ojos azules, cabello plateado y usando solo un vestido que abrazaba su figura en crecimiento. Pensó que había sido atrapado por la misma princesa. Pero…

Ella le habló como si nada, le mostró el libro que tenía que era lo que quería y lo tiró al suelo, dado que no lo quería y no lo entendía. Al parecer era un regalo para que ella se case con un noble, pero ella solo dijo…

-¡Charllotte desea casarse con un caballero de brillante armadura!

Himmel solo se preguntó si todas las mujeres tienen esas fantasías…

-La mayoría… – Juane tenía la mirada perdida al decir eso. – Siempre diciendo que esperan su llegada y se las lleven cargadas cual princesas…

No supieron qué cara poner ante las palabras del único varón de los hijos de la familia Arc y el sonrojo que sus hermanas tenían en el rostro solo hacía un poco más raro la escena.

-Meh, yo prefiero a los chicos atrevidos y que hagan las cosas como quieran. – Por su lado Vernal expresaba su propio gusto mientras veía de forma sutil a Issei.

Cosa que fue notado por Raven y Rosseweisse quienes fruncieron el ceño al entender a quien se refería, aunque soltaron un suspiro al ver que el castaño ni en cuenta de las palabras de la bandida. Al menos sigue igual de denso.

Al final, ella le dio el libro dado que veía que lo quería. Y le dijo que siempre estaba en el jardín a estas horas, que venga a visitarla.

El chico asintió y se fue, solo para caer en cuenta que… Ella sabía que él no era del castillo. Sabe que se metió a este… Pero no lo acusó.

Sonrió al pensar que la princesa era… Muy astuta.

-Al parecer la princesa solo quiere tener un amigo.

-Pues si lo dejo ir a pesar de saber que irrumpió en el castillo yo diría que sí. – Magenta asintió a las palabras de Ravel. – No me sorprende la vida de alguien de clase alta puede ser tan… Solitaria.

Ravel tenía una mirada algo lejana al decir eso, de seguro recordando un poco de su pasado, pero parpadeó al sentir como colocaban unas manos en sus hombros. Vio que se trataban de Fay y Koneko quienes les sonreían.

Vio a sus lados y vio que también Arthur y Bikou le sonreían, incluso Kuroka lo hacía. La Phenex sonrió feliz de ver que tenía amigos y solo sonrió más al ver que los demás también le sonreían.

El tiempo pasó, Himmel visitó a Charlotte como prometió, a la vez que Lavenza aprendía más del libro y empezaba a sacar sus secretos y crear sus ideas.

La princesa le comentó de la prueba a soldado y el chico decidió tomarla. Así tendría un acceso a la milicia, un sueldo y eso serviría para su hermana y su guardiana.

El día del examen, no solo vio que la princesa estaba ahí con 3 chicas que eran sus damas de compañía, así como magas y guerreras para protegerla. Sino que conoció a dos chicos que estaban aquí también para dar ese examen.

Al final, la parte teórica de magia la pasó usando ideas que Lavenza le había comentado.

Amaba a su hermana… Él es más de golpear, el cerebro no es lo suyo…

-Bueno ya pasó la primera parte… Apenas. – Juane vio eso con algo de entendimiento. – Pensar que en esa época ya existían los exámenes.

-Ugh. Aún recuerdo las pruebas del buen Doc Obledeck. – Yang se llevó una mano al rostro mientras daba un pequeño gruñido. – Aunque nada le ganaba a los exámenes de Port.

-Sigo sin creer que siga dando clases… ¿Aún cuenta sus historias haciéndolas pasar por lecciones? – Raven preguntó mientras veía al Sekiryuutei.

-Si y siguen siendo igual de aburridas. – Dio un suspiro al recordar al profesor barrigón. – El mayor reto de sus clases es no caer dormido.

-Sigo sin entender como Ice Queen lograba mantenerse despierta.

-Algunas nos gusta ser aplicadas, Xiao-Long. ¡Hmph! – La heredera volteo el rostro molesta, cosa que le hizo rodar los ojos a la rubia.

La parte práctica la pasó con honores, siempre tuvo algo de control sobre la oscuridad. Algo nulo, si uno lo piensa bien, dado que no es muy útil sin mucho conocimiento, algo que no tiene.

Pero le bastó para llamar la atención de la reina, que le habló sobre su examen teórico y él dijo que todo era de su hermana.

Que ella era el genio de la magia, pero que no la podían mandar a la escuela de magos y que estaba siempre enferma. A lo que la reina propuso que él entre a la guardiola y su hermana tiene asesoría personalizada, dado que no quiere que dos talentos sean desperdiciados por su clase social.

Himmel le dio las gracias y la mujer solo le dijo…

- Al menos ya no debes de escabullirte para hablar con mi hija.

Se puso pálido y la mujer rió, parece que la reina tiene un raro sentido del humor.

-No subestimen a una madre. – Juniper sonreía con gracia al decir eso. – Aun si creen que pueden salirse con la suya casi siempre estaremos al tanto de sus planes.

Los hermanos Arc tragaron saliva a la par de que se ponían pálidos. Su madre si sabe dar miedo.

-De nuevo tengo que estar de acuerdo contigo. – Raven vio a su hija quien se tensó. – Puede que no estuviera cerca, pero se de tus… "Aventuras". Cosa que también discutiremos en nuestra próxima charla.

La rubia maldijo por lo bajo, esto no era bueno…

A sus 15 años, Himmel ya tenía cierta fama como soldado. Su amistad con Charlotte creció, hasta el punto que muchos creían que algo pasaba entre ellos, cosa que él veía imposible. Pero esos comentarios apenaron a la chica más de una vez. No ayudaba que Charlotte era una belleza a sus 15 años.

Hizo amistad también con otros. Mikelo, un chico que usa el agua y Zavied, un tipo que usa el viento.

Con las damas de compañía de la princesa Lailah, que usa el fuego. Edna, que usa la tierra y Rose, que usaba el relámpago, siendo esta última con la que mejor se lleva. Y la que más de una vez, Charlotte parecía interesada en saber que tan amigos y viceversa…

La verdad, no entiende a las mujeres. ¿Por qué les importa eso a esas dos?

-Debe de ser una broma… ¡Es igual de denso que Issei! – Pyrrha alzó la voz al ver que no entendía que la princesa y la otra chica estaban interesadas en él.

-Ugh… Esas dos van a sufrir. – Blake se golpeó la frente al ver el futuro de esas dos. – Siento algo de pena por esas dos.

Issei solo guardó silencio, no se quiere meter y que lo linchen.

Pero un día, hubo un reporte de que una bestia atacaba a los bordes del reino. Él fue parte del escuadrón que lo enfrentó…

Y fue una masacre.

El ente parecía estar hecho de piedras y con una vara que era su arma, pero era poderoso. Al final, solo quedó él… y el ente lo atacó con rayo de energía multicolor que lo hizo sentir un dolor horrible como si cada parte de su ser se hiciera nada.

Pero el recuerdo de su hermana, sus amigos… Solo llevó a que su oscuridad crezca ante la sorpresa del ente que sintió su ataque ser regresado a él… siendo su cuerpo el destruido y su esencia capturada por la oscuridad y llevada al interior de Himmel, quien por el esfuerzo cayó al suelo inconsciente.

Sin saber que eso… Cambió su vida para siempre.

-...Con que así es como apresó a Skeith en su interior. – Lavinia miró la escena muy seria. – Para que lograra eso con su oscuridad, el chico era fuerte en espíritu.

-Me recuerda a lo que hizo el otro Issei cuando él luchó contra Skeith. – Juane vio eso con atención.

-Creo por eso dijo que era como él. Hizo lo mismo. – Ravel pensó en esa pelea, era verdad… La similitud era increíble.

Su logro le dio un nombre cuando regresó, el único en sobrevivir eso. Pero… No era el mismo.

Se sentía diferente, no sabe si fue la pelea o la experiencia, pero… Se había vuelto frío, cruel en batalla. Parecía amar el combate, hasta el punto que fue llamado Terror of Death.

Se alejó de todos, de su hermana, sus amigos. Porque sentía que así estaba mejor, algo en él se lo decía.

Un año pasó, a los 16 años ya era sargento y muchos le temían. Todos menos una…

Charlotte se le paró enfrente y le reclamó su actitud. Le dijo que no importaba, que solo hacía lo que quería y que no importa el resto. Pero…

- ¡No soy su propiedad para que digan que debo y no debo de hacer! ¡No somos nada al final al cabo!

Charlotte se mostró dolida hasta el punto que se pudo jurar que su corazón se rompió por sus palabras.

-...¿Cómo le pudo decir eso…? – Weiss no creía lo que vio y todos los demás menos.

-Creo que es por el trauma que debió de sufrir al ver a los demás morir y preguntarse porque él sí pudo sobrevivir. – Celeste dio su opinión aunque igual se miraba molesta por las palabras de Hinmel.

-Aun así… Mirenla. La pobre literalmente rompió el corazón. – A Coco no le gustó nada la escena. – ¿En serio es el tipo que se dice moldeó ese mundo?

Y esa era lo que pensaron mucho. ¿De verdad era el tipo que Lavenza dijo salvó el mundo?

Ella al menos trató de que lo haga por Lavenza y el resto, pero él se negó. Porque no importaba.

Ahí fue cuando ella le dio una cachetada y le dijo que todos lo extrañaban, que ella lo extrañaba. Quizás fue el dolor que lo sacó del trance oscuro en que estaba.

- Tú eres Himmel… Tú no eres quien yo conocí años atrás… Si no te importamos, bien. A mi ya no me importas entonces…

Ella se dio vuelta tras ello y su sollozo se escuchó, a lo que él se quedó en su lugar sin creer que…

-... ¿Qué estoy haciendo…?

-Pues ser un imbécil.

-Nora. – Ren miró a su novia con cierta molestia.

-¡Es la verdad Renny! – La chica alzó la voz haciendo que más de uno de un pequeño salto. – ¡Literalmente está alejando a todos los que se preocupan por él!

Nadie pudo decir lo contrario, aunque… Issei miró la imagen como si se viera él mismo.

- Jajaja. Parece que tienes problemas. – Esa voz… – Muy bien, estas emociones son buenas, yo.

Himmel salió del castillo y de la ciudadela para poder centrarse y el problema es que la voz no se iba. Solo llegó a un punto que estuvo frente a un lago, donde al ver su reflejo vio a esa cosa de antes, solo que con una apariencia ya no rocosa, sino más de un ente de muerte.

-Tú…

- Soy tú. O puedes decirme Skeith. Jajaja, es divertido ver como sufres chico. Ver como tus más profundos resentimientos y dolores salen para lastimar a quienes te aman, es tan divertido.

- Eso no es…

- Todo fuiste tú. Y mírate… No los necesitas para ser fuerte, lo sabes. Para el guerrero, esos lazos que lo unen a la gente no sirven… sólo te limitan. Yo te haré el guerrero definitivo, con mi poder y tu potencial… Serás un ser tan poderoso como para poner el mundo a tus pies. Nada ni nadie podrá oponerse a ti, ni siquiera los Dioses que habitan este mundo. No… eso no es lo que quiere… Ni creas que ellos te perdonarán tan fácilmente, estás sólo chico… Sólo te queda la batalla y yo… Nada más. Además, no puedes huir de tu destino, ya que ahora eres yo… No podrás huir. Devoraras a todos mis hermanos y serás el Guerrero Supremo, uno que hará temblar cielo y tierra.

Himmel solo pudo oír la risa de Skeith por su silencio… Porque era verdad. Tras lo que ha hecho con todos…

Estaba solo…

-Skeith estaba ahí… – Raven afiló la mirada. – Y este es diferente al que ese Issei tiene. Esa debe ser su personalidad original.

-Eso tiene sentido, digo el mismo dijo que fue Himmel quien lo hizo tener emociones humanas. – Rossweisse también veía con atención la escena sintiendo que ese Skeith era más… Salvaje.

Y si bien se ve que Skeith tenía parte de culpa, no quitó que la otra era de Himmel.

Los meses pasaron, era como Skeith dijo… Nadie se le acercó de nuevo. Nadie… Los alejó, todos siguieron sus vidas y él solo se quedó con la batalla.

Una nueva misión, esta vez algo similar con Skeith. Soldados listos, solo quedaba partir.

Himmel solo salió tras el batallón, nadie se le acercó ni a despedirse.

Pero nunca notó como Lavenza se le quiso acercar, pero no lo hizo por miedo. Y que a la distancia, Charlotte lo miraba irse con tristeza.

Al final no era que no lo querían cerca, es que tenían miedo que él los aleje de nuevo…

-Pobre Lavenza. Se ve que sufre por no poder acercarse de nuevo a su hermano. Ella, por lo que vimos, lo quiere mucho. – Velvet sintió pena por la chica.

-Ahí es culpa de los dos. Uno por querer alejarse de todos y de ella por no acercarse por el miedo… No se le puede culpar, pero aun así eso es lo último que se tiene que hacer en casos así.

-Hasta la princesa… Pero la entiendo. Yo no habría sabido qué hacer si Issei se alejaba… – Ruby sonó comprensiva, pero entendía el punto.

Al final, la pelea con Innis, fue como la de Skeith, masacre. Y una que solo pudo ser superada cuando Himmel aceptó que la oscuridad era su camino. Tomando el poder de Skeith y su oscuridad, creó una espada negra como la noche.

Le dio un tajo a Innis, que al final fue destruida por el Soul Drain del chico y su esencia formó parte de él solo que Skeith la selló para que el poder sea de ellos.

El chico rió al entender las cosas. Que esto era lo que le quedaba… Este era su camino. La oscuridad y la batalla…

-Himmel. – Rose se le acercó para ver como estaba, pero este negó con la cabeza.

-No, ya no necesito ese nombre… No es necesario para el camino que llevaré. – Rose vio como una armadura negra se formaba en el cuerpo del joven, está sólo cubrió piernas y brazos y algo del pecho pero… Su cabeza, un casco apareció y su boca y nariz fueron cubiertos por una máscara, dejando visible solo sus ojos… Ojos que brillaban a pesar de lo apagados que estaban. – Ya no soy Himmel… Ahora soy Haou.

-Con que… Así nace el Rey Supremo… – Qrow miró la escena con seriedad. – Con un chico hundiéndose en la oscuridad.

-Eso es… Triste. – Fay dijo mientras veía con algo de pena el rostro de Rose, se nota que eso le afectó.

Al regreso, Himmel dijo ante todos que se iba. Que ya no había nada aquí para él, a lo que la Reina asintió al ver lo apagado de los ojos del chico.

Ignoró los pedidos de su hermana de que no se vaya, de que lo sentía. Pero él no hizo caso. Se fue ignorando a todos, hasta el llanto de su hermana que tantos años protegió.

Pero era mejor… Era un monstruo y estos solo deben estar solos.

- Tenemos mucho que hacer en este mundo… Rey Supremo.

Se alejó del reino que una vez fue su hogar, sin mirar atrás… Para estar solo.

El ver como se fue de su hogar, dejando a todos lo que lo querían atrás…

-No lo entiendo. No veo nada en él que indique que sea el Héroe que dicen que es. Para mí es… Egoísta en lo que hace. – Vernal se cruzó de brazos.

-Esa es una mala definición de la palabra Héroe… – Tiamat habló tras ver esto en silencio. – En nuestro mundo, un héroe es el que supera lo imposible. El que logra hazañas… Sea por beneficio personal o no. No es el término de que lucha por justicia o es alguien pelea por el pueblo. Un Héroe… Solo logra lo imposible y la gente lo recuerda por ello.

-Aun así ese tipo parece solo un imbécil. – Vernal dijo con el ceño fruncido, ya que para ella esa era la mejor forma de describir a ese tipo. Estaba por comentar mas cosas, pero al sentir la fría mirada de la genio opto por guardar silencio.

2 años pasaron, Himmel estaba frente a lo que era el ente llamado Magus tras derrotarlo y tomar sus poderes para él.

- ¿Me hiciste frente sólo por el deseo de ser más fuerte o porque querías proteger a los que hubieran venido por mí? Himmel no dijo nada y dejó que Magus vuelva a reír. – No eres honesto con lo que sientes, esa… Es tu más grande debilidad Rey Supremo. Porque te hace actuar de forma precipitada sin siquiera saber lo que el resto piense… Ojalá que te des cuenta antes de que lo pagues caro, sino… Veré ese momento desde tu interior.

Se alejó del campo de batalla, ya no tenía nada que hacer aquí. Sabe que ellos llegarán pronto.

Se escondió y oyó a sus viejos amigos hablar de él, de que… Quizás debieron intentarlo más. Que él parecía necesitar apoyo por lo que vivió. Fue Rose la que parecía más molesta en general.

El chico no se quedó más, se fue. No quería oír más.

-Derrotó a Magus… Se hizo de sus poderes. – Blake miró ello y… – Pero, ¿Qué quiso decir que no es honesto con lo que siente?

-...Que a pesar de desear una cosa, hace lo que cree que es correcto. Aun si los que lo rodean tienen una opinión diferente.

Las palabras de Issei salieron con calma pero… Era como si lo entendiera. Y eso los preocupó. La seriedad en su rostro era algo que rara vez se veía…

Al final, algo lo llevó a un bosque cerca al reino que fue su hogar. Solo para darse cara a cara con Rose en una casa que ella construyó, como ella parecía cuidad niños cuando su matrimonio falló y que el esposo la quería de vuelta solo… Por apariencias.

Se le acercó, ella lo miró y aun molesta, le pidió que se quede. Que… Le alegraba verlo. Y lo hizo, solo por unos días. Se acercó a ella, los niños… Se sentía.. Humano de nuevo…

-Osea… La chica se casó… – Ciel alzó una ceja. – Su matrimonio falla, cuida niños huérfanos y el marido solo la quiere de regreso por… Apariencia. Si, siempre hay uno.

-Esto parece ser más complicado que eso. – La chica vio a Yang quien rodó los ojos. – Vamos, no creo que soy la única en notar el como ve a Himmel.

-Yang perceptiva… El fin del mundo.

-Vete a la mierda Ice Queen.

-¡Yang, esa boca! – Raven resondró a su hija, quien se cruzó de brazos. – ¿Quién te enseñó ese vocabulario?

-Qrow. – Fue su corta respuesta mientras seguía de brazos cruzados.

La Maiden miró a su hermano con deseo de matarlo y él se encogió. Demonios…

Pero eso se volvió más… Rose era una gran mujer, no merecía ese matrimonio en el que acabó. Una noche, cuando caminaban por el bosque, ella le dijo que se casó… Para olvidarse de él. Cosa que lo sorprendió, más cuando lo beso.

Pensar que ella… Aún tras todo lo que él ha hecho y dicho lo ama… No lo creía…

-Lo ama… A pesar de todo. – Magenta no supo qué decir. – Pero… Si se fue. Se alejó de ellas. ¿Por qué aún lo ama?

-Ella debe de ver algo en él que otros no. – Juniper miró a su hija con calma. – Pasa cuando hallas a esa persona que sabes… Es la que quieres a tu lado.

La rubia solo asintió digiriendo las palabras de su madre y su mirada fue de forma instintiva al Sekiryuutei quien seguía viendo el relato con suma atención.

Pero de la nada, la casa fue atacada por ese sujeto y unos soldados. Pero cuando atraparon a Rose para que él no haga nada… Estaba en desventaja.

- ¡Himmel! – Rose le llamó, aún apresada con un tipo con un cuchillo apuntando a un costado de su pecho. Le sonrió y… – Te amo. – Se lanzó al cuchillo para que ese se clave y caiga al suelo.

El silencio tras ver lo que ella hizo para que él pueda reaccionar, no lo rompió nadie. Sus caras decían todo, pero era la de Issei la que mostraba mucho…

El Sekiryuutei tomó las manos de Blake y Ruby al ser las que tenía a sus costados, porque sentía que de no hacerlo… Se irían.

El chico vio rojo, sacó una guadaña roja y mató a todos bajo la oscuridad de la noche. No quedó nadie.

Corrió donde Rose, la tomó en sus brazos y ella aun muriendo le sonrió.

- Siempre te amé Himmel… Aún cuando… La princesa estaba en tu corazón… Eras noble y gentil… Aún siendo un soldado, eso me atrajo… No tu poder… – Rose alzó la mano y tocó el rostro del joven quien tenía la mirada ensombrecida por su cabello. – No… No olvides eso… Eres mortal Himmel… Te equivocaras, pero no huyas nunca de las consecuencias… No eres un cobarde… Lo sé. – Sentir unas gotas caer en su rostro la hicieron reír. – ¿Ves? Ahí yace… El Himmel que todos conocimos. No huyas Himmel… Eso nunca arregla nada… Mira como quede por huir y no afrontar las cosas… Te amo Himmel… Lo siento…

-¿Rose?... Rose… ¡Rose! No… ¡No! ¡Abre los ojos! ¡Abre los malditos ojos Rose! – Himmel trataba de que ella reaccione pero era tarde… Se había ido. – Rose… Lo siento, lo siento… – Lloró sobre el cadáver de la chica, no pudiendo evitar lo que pasó…

Y fue como Magus dijo, pagó el precio por su cobardía y sus errores. Perdió… A una mujer que de verdad amó.

-Oh cielos… – Weiss se llevó las mano a la boca. – No… Eso no… ¿Como…?

-Vio que solo así él podría defenderse de esos tipos… Y no lo dudo ni un segundo… – Raven dijo tratando de sonar tranquila, pero se le notaba que también le afectó la escena.

-...Ella lo amaba de verdad… Y por eso lo hizo. Y la entiendo. – Juniper tomó la mano de su esposo.

El hombre no quiso decir nada, porque no quería ni imaginarse lo que ese chico sintió.

Nadie lo quiso imaginar, nadie quería pasar por lo que él vivió.

Himmel llevó el cuerpo de Rose de regreso al reino, dijo lo que pasó. Pidió volver para cuidar a los niños que ella cuidó. La reina aceptó, con sus condiciones que él aceptó.

Y en el lago que empezó todo… Charlotte llegó a su lado y…

-Lo siento… Charlotte, lo siento por todo lo que dije… Lo que hice…

-Igual yo Himmel… Perdóname.

Ella lo abrazó y él devolvió el gesto, sintiendo que el mundo le enseño de la peor manera posible. Y a su vez, Sekith al ver eso… Siente que se equivocó. Estas emociones… Eran una carga, pero también eran una guía.

Y eso fue Rose, la guía de Himmel para salir de su oscuridad. Aunque el dolor… Nunca se iría.

El ver como Himmel regresó, como él y la princesa se pidieron perdón, no ayudó en el ambiente.

- Bueno. Creo que el impacto fue… Mucho. ¿No? – Jinn apareció y no se mostraba divertida. – Es decir… Siempre es lindo cuando un imbécil sufre lo que se merece por como actúa. ¿No?

-Pero… Ella no tenía la culpa de nada.

- Y aun así, ella pagó el precio. Es como Magus le dijo, la vida no es justa. Y te castiga de las peores maneras. A él… Le quitaron una chica que aprendió a amar. ¿Quisieras que para aprender te quiten a quien amas en tu cara sin poder hacer nada?

Nadie tuvo el valor para responder a la pregunta del ente ya que… Realmente no quisieran pasar por lo que pasó Himmel. Ni ahora ni nunca.

- Entiendan esto. El héroe que la gente admira, es una persona… Con errores y defectos. Lo que los hace grandes, es lograr lo imposible a pesar de ello.

Desapareció para que sigan viendo lo que pasa.

5 años pasaron, Himmel se había quedado aquí y había tratado de reparar los daños en sus relaciones. Claro, algunos no lo perdonaron. Como Zaveid que se había vuelto el esposo de su hermana, quien sí estaba feliz de tenerlo a su lado. Hasta había tenido una hija llamada Aura.

La niña era un encanto y adoraba a su tío.

-Parece que… Si arregló las cosas con Lavenza. Eso… Es bueno. – Ruby no sonó tan animada, lo de Rose la afectó.

-Y se casó con uno de los amigos de Himmel y tienen una hija. Que adorable. – Vermillion sonrió un poco.

-Almenos las cosas parecen estar mejorando aunque sea un poco. – Magenta dijo con una pequeña sonrisa.

Había derrotado a Fidchell meses atrás que dio una profecía…

El que está bendecido por el Crepúsculo.

Ese que yace en la oscuridad del Caos, pero es iluminado por la luz de la Armonía.

Cargará con el peso de una Ola de Cambios al Mundo regido por los hijos del Hombre.

El Dios de Abraham sellará la bestia que busca la destrucción.

Pero el Rey que tiene la bendición de los que no son de este mundo será el que debe enfrentar la Anti Existencia de todo.

Cargando el dolor y la esperanza del mundo.

Tras ello, el nacer de una nueva era vendrá con el fin de la misión de los dos seres que creen en el futuro.

Bendecido quién acepta la luz y la oscuridad, porque él regresará como el Atardecer Carmesí de la Nueva Era.

No la entendía, pero daba igual. Otro menos…

-¿Por qué las profecías de ese sujeto son tan complejas? – Jade no gustó de lo que veía, eso era mucho…

-Puedo adivinar algunas partes como la parte que habla de la ola, digo serían Skeith y los demás pero…

-Lo de la Bestia es claro. Es Trihexa.

Aun con lo que Fay y Ravel decían, había mucho que no entendían de esa profecía.

-La Anti Existencia de todo… ¿Qué será? – Pyrrha pensó en lo que significa esa parte.

-No tengo idea, pero dudo que nos guste saber la respuesta. – Por alguna razón Issei tenía un mal presentimiento.

Pero el problema que Lavenza quería arreglar, era juntar a su hermano con Charlotte, dado que se veía como esos dos tenían algo. Pero no daban el paso, una por miedo a ser rechazada y el otro por miedo a que… Lo de Rose le pesaba.

Aun así ella no se rindió. Tras unas jugadas políticas, ella logró hacer que Himmel aparezca como candidato a prometido de la princesa.

Eso no le gustó, pero hasta Skeith le dijo que lo intente, para que no pase lo de Rose. Aunque… Pensar que su hermana es tan manipuladora para meterlo en esto.

- Todas las mujeres son manipuladoras mi otro yo, creo que eso es ya un hecho. – Himmel suspiro fuerte ante las palabras de Skeith, no puede negar eso…

-Dejando de lado que Skeith tiene mucha razón. – Ren habló ignorando la mirada de todas las chicas. – Parece que esos dos son… Tercos al no querer acercarse al otro.

-Si… Y que Lavenza los quiere juntar. Parece que es una romántica. – Yang sonó divertida.

La pregunta que tenían era… ¿Servirá?

La propuesta se dio y… La reina le pidió hablar… ¿En el baño real?

- Buena jugada. – La reina estaba desnuda en la enorme tina y Himmel vestía su armadura, pero estaba rojo por tener a la mujer… Desnuda. Maldita sea, sus pechos…

Y ella parecía divertida con su… Reacción. Porque se cruzó de piernas, dejando ver… Un poco de esa zona… ¡Mierda!

Issei se llevó las manos a la nariz, dado que si logró ver lo que la reina protegía con ese cruce de piernas. ¡Ese movimiento fue sexi!

-¡Ay! – Se volvió a quejar al sentir la agresión de esas dos. – ¡Ya dejen de hacer eso, no soy de piedra!

-¡Pervertido!

-¡Todos están iguales! ¡Hasta Vali! – Señaló a todos los hombres, dado que no será el único que sufra. Si se hunde no se ira solo….

-Hijo de… – Vali no quería admitirlo, pero la mirada que estaba recibiendo de Lavinia y Celeste lo estaba asustando y mucho… Jura venganza contra su rival.

Aunque al final ningún hombre se salvó de la mirada de despreció de las presentes.

Ella le dijo que acepta la idea y que estaba de acuerdo, que daría su apoyo. Pero que a su vez, ve que duda. Que lo de Rose…

-Charlotte habría aceptado compartir. Ella sabía lo mucho que Rose te amaba. – Eso era… – ¿Deseas cargar con todo el dolor posible hasta estar satisfecho de que ya pagaste lo suficiente? – Himmel desvió la mirada a esas palabras. – Noble y estúpido, una combinación que me hace ver porque mi hija te ama tanto. No todos tienen ese sentimiento de auto sacrificio que tú tienes, aunque lo estas llevando ya a grandes extremos Himmel.

-...¿Que me ven? ¿¡Que me ven!? – Issei sintió la mirada de todos en su cuello cuando la reina dijo esas palabras.

-Sera porque aquí tenemos a otro idiota que no duda ni un segundo en lanzarse al abismo si cree que es la única salida.

-Y que tenga de compañero a alguien igual de idiota que no duda en apoyarlo.

- [¡Hey! ¡Ahora me juntan contigo, mi reputación está arruinada!]

-Lo está desde que supimos que una versión tuya es llamada Oppai Dragon. – Fue la respuesta de la Reina Dragón que lo dijo con una sonrisa divertida.

- [Pensar que por un segundo pensé que te veías linda… Lo dije en voz alta, ¿No?]

-...Ahora hasta actúa como Issei. – Blake parpadeo un par de veces al tener un deja vu.

Todos miraron a la Reina Dragón que aparentaba estar normal, pero se le notaba el ligero sonrojo y como parecía querer sonreír.

Él no dijo nada. Ella asintió varias veces y dijo que dejará… Que el pueblo elija al que será el nuevo Rey. Como Lavenza propuso. Salió de la ducha y…

- Por cierto… ¿Intuyes por qué el rey y yo dormimos en cuartos separados? – Él la miró con sorpresa y ella pasó su mano por su pecho y se fue moviendo las caderas con tanta sensualidad… Ah mierda…

- Debo darme un baño de agua helada. – Puede que sea su reina y su amiga… Pero la reina es jodidamente sexi a pesar de estar en sus 40. Esto no es bueno…

-...Ese movimiento de caderas no debe de ser legal… – Issei tenía un tic en el ojo. – Y yo que creí que solo las de Blake me hacían dudar de mi afición por los pechos.

La faunus se sonrojo un poco al escuchar lo que Issei pensaba de sus caderas, pero no tardó en sonreír y apoderarse de su brazo y colocarlo entre sus pechos… El no se queja de la sensación.

- {Vali… Vali reacciona. Las miradas de esas dos me dan miedo, ¡Deja de ver las jodidas caderas sexis de esa reina o morimos los dos} – Albion gritó con miedo, dado que siente que hoy mueren…

-Creo que nos quedamos sin líder… – Bikou trago saliva al ver el gran aura negra sobre el par de rubias.

-...Lo recordaremos con cariño nya. – Kuroka dijo ello y los demás asintieron, dado que ahí no se meten ni locos.

Por su lado, el Hakuryuukou solo trataba de decir algo, pero no pudo…

-Hablamos luego…

-Con mucha seriedad.

-Vali.

Que las dos hayan terminado la frase a la vez, y que Lavinia lo haya llamado por su nombre… Si, estaba muerto.

Al final, por elección general se decidió que Himmel sería el nuevo prometido de la princesa, además de que había sido ascendido a general del ejército. Lo que llevó a que él sienta que muchas cosas al fin… Estaban saliendo bien para él.

- ¿Arrepentimientos? – Charlotte se le acercó desde atrás mientras estaba en el balcón. – Lamento si…

-No. No es eso. Solo… Siento que tras tanto tiempo, las cosas… Salen bien. Y… No creas que ser tu prometido me molesta. Al contrario.

Charlotte tomó su mano y lo miró con un cariño que solo había visto en los ojos de Rose. Y él le sonrió, dado que… Al final, ella era importante para él. Desde el día que la conoció. Puede que no sea digno de amarla, pero lo hace… Y no se arrepiente de ello.

Y el sentimiento era mutuo, dado como ambos se miraban.

-...¡Ah ya besense! – Yang no lo soportaba, esa tensión entre los dos era mucho para ella y las chicas que aman el romance.

-Mujeres… – Fue lo dicho por la mayoría de los hombres del grupo, hasta Sköll y Hati parecían rodar los ojos.

Pero cuando Lailah dijo que el equipo de reconocimiento mandado a otra zona regresó… Y que había bajas los preocupó.

Y cuando dijeron que una de las bajas era el esposo de Lavenza, es que Himmel lo supo… El mundo lo odia al ponerlo en estas situaciones cuando cree que al fin… Todo le iba bien.

Esa noticia no la esperaron, sobre todo…

-...Todo le iba bien y ahora… – Lil no pareció feliz.

-Ahora le traen otra mala noticia. – Gris pensó lo mismo.

Y empezaron a ver que… La vida del Rey Supremo no fue sencilla… Aún cuando las cosas le iban bien.

Himmel siempre odio los funerales. Más cuando en este debía enterrar gente que conocía… Ver cómo estaba preparando los cuerpos para cremarlos. Le dolía ver a su hermana destrozada. Sobre todo por mucho que ella amaba a su esposo.

Se acercó al cuerpo de su cuñado y…

- Dar respetos no es lo mío, sólo puedo decir lo que pienso. Te juro que si al morir voy dónde están tú y Rose, te golpeare por haber hecho llorar a mi hermana. – Himmel apretó los puños al no poder hallar más que decir. – Descansa Zaveid, yo cuidare a Lavenza y Aura… Mándale saludos a Rose. Adiós viejo amigo.

Se retiró llorando un poco, a la vez que se llevaba a su sobrina con él para que no vea a su madre llorar desconsolada.

Mientras le explicaba a su sobrina que su padre no iba a regresar, pero que él estaría con ella siempre.

La niña no entendió, solo siguió con su tío… Porque sabía que él no le mentiría. De que él siempre estaría a su lado.

Muchas de las chicas pudieron entender lo que Lavenza sintió, el deseo de quebrarse al ver a quien aman muerto, que no iba a abrir los ojos jamás.

Eso fue notado por Issei quien una vez más se sintió culpable por su último acto precipitado… Pensar que por unos minutos él las puso en esa situación.

-Al menos esa niña aún tiene a su tío. – Qrow vio como la niña se veía feliz con él.

-...Así parece. – Raven sentía que eso era lo mejor… Por ahora.

El tiempo pasó, Himmel hizo frente a la Fase llamada Gorre, que eran dos seres en uno y lo derrotó. Ellos fueron los que pelearon con el grupo de Zaveid… Siente que los vengo de cierta manera. Pero eso no… No calmaba nada.

Lo peor, la salud de Lavenza se deterioró. No sabe si fue el esfuerzo de sus actividades o el dolor de perder a su esposo.

Ella le dijo que estaba pensando en crear unos objetos mágicos llamados Elementos de la Armonía con una gemas que nacieron del Yggdrasil y que Frigg, la esposa de Odín, los iba a traer. Antes de que ella…

La dejó dormir un poco, porque eso hacía ahora. Un día, ella ya no pudo ni salir de la cama… El día … Se acercaba.

-¿Se acercaba…? Minuto, ¿Lavenza ya está…? – Weiss no lo pudo creer. Era muy triste pensar que…

-Pobre Aura… Primero su padre y ahora… – Velvet se mostró triste por la pequeña. Pensar que siendo tan joven perdería a sus dos Padrés.

-Debió de ser el estrés… Perdió a su esposo. Eso no es… Fácil. El dolor te afecta y ella ya era una mujer enferma. Fue mucho… – Celeste también se mostraba triste.

Himmel recibió a la Diosa Frigg que trajo las gemas y se las presentó a Lavenza, quien se había despedido de todos, hasta de su hija quien parecía entender más las cosas a sus 8 años.

Ella tomó las gemas y la mano izquierda de su hermano, canalizando todo su poder, sus conocimientos y demás en las joyas, a la vez que le daba algo de luz a su hermano. Cuando las gemas se crearon, le pidió a la Diosa que las guardara. A la vez que…

-¿Estás feliz con el camino que has tomado? Yo sí, sí lo estoy… De haberlo recorrido con todos ustedes… Lo único que en verdad me duele es no poder ver a mi pequeña crecer…

-Lavenza… Yo…

-No llores, tienes a Charlotte y el resto… Ya no estás sólo. Ya no eres ese niño ladrón que iba de un lado a otro sólo para traerme, aunque sea un poco de comida cada día… Eres un Héroe… Mi Héroe… – Lavenza lloraba mientras tomaba la mano de su hermano. – Recuerda… Aunque mi cuerpo se vaya para siempre, yo siempre estaré contigo Himmel… Siempre, hasta el fin del mundo…

Ver como su hermana cerró los ojos para siempre, a la vez que la espada blanca que se creó por su poder aparecía en su mano izquierda, solo hizo que él abrace a su hermana y llore sin control, dado que siente que no solo él, sino que el mundo perdió un ser… Que solo traía luz.

Todos guardaron silencio, porque en ese pequeño momento, Lavenza le dijo a su hermano tanto. Que a pesar de sus errores y defectos, él era su Héroe. Que le dio parte de su poder para crear esa espada, para que estén juntos siempre.

-...Te quiero Yang… – Ruby miró a su hermana, sintiendo que las lágrimas le ganaban.

-Y yo a ti Ruby… Eres la mejor hermana que podría haber pedido. – Yang estaba igual que su hermana.

Las dos se abrazaron, porque no se imaginaban perder a la otra. Y se podía decir de los que tenían hermanos aquí.

La idea de perder a su hermano, no era agradable. Y lo estaban viendo.

Ni 30 años… Ni a esa edad llegó su hermana.

Estaba sobre una alta montaña, esparciendo las cenizas de ella como era su deseo. Al final, solo pensó que… Quizás fue mal hermano. Alejarse de ella… Darle tanto dolor.

Pero ella lo amaba. Y él lo hizo también… Eran hermanos y eso nada lo iba a cambiar.

Solo le queda seguir y hacer lo que ella le pidió, que avance.

-Por su hermana… – Ilia se secó las lágrimas. – Saben, en momentos como estos me hubiera gustado tener un hermano al ver lo unidos que eran esos dos.

-Puede que en ocasiones den dolores de cabeza pero… No puedo imaginar mi vida sin alguno de mis hermanos. – Fue lo dicho por Vermillon quien veía a sus hermanas y a Juane con una sonrisa.

-¡Ver! – Las gemelas la abrazaron mientras lloraban, dado que se habían emocionado.

-... ¿Estás llorando…? – Vali miró a la rubia con lentes con una ceja alzada.

-No… Solo me pica el ojo.

Celeste no iba a decirlo… Pero ella también quería mucho a sus hermanos.

-...Quizás deba llamar a mis hermanos después de esto. – Coco también se limpió algunas lágrimas tras quitarse sus gafas de sol.

Qrow vio de manera disimulada a su hermana y… Dio un pequeño suspiro que no sabía que se guardaba. Esto fue notado por Raven quien dio una pequeña sonrisa de lado.

Cuando regresó al castillo, es que sintió una presencia que… No le gustó. Era la de un Dios. Se apresuró y llegó a la sala del reino, donde vio que…

El Dios de la Guerra Ares estaba ahí, pidiendo una audiencia con los reyes. Era sabido que los Dioses griegos eran aliados, más de una vez ha visto a Atenea, pero este sujeto…

Solo vino porque quería a Charlotte como su esposa y eso lo molestó.

Se puso frente a él, lo encaró y los dos se vieron desafiantes, se notaba que… Estaba por pelear por el aura que sacaban, hasta que…

-¡Haou, cálmate! – La voz de Charlotte irrumpió el choque de energía de ambos. Cuando ella lo llamaba por el título que él mismo se había impuesto, sabía que hablaba en serio y era una orden de ella como princesa. – ¡No habrá peleas aquí! ¡Y ya le di mi respuesta Lord Ares, ya estoy comprometida! ¡Retírese por favor!

El don de mando de la princesa solo hizo que los dos bajen las armas. Ares dijo que volvería y Himmel lo vio con rabia. La mujer fue a su lado y lo abrazó…

Ni crea que tendrá Charlotte…

-¿Ese era Ares…? No se veía muy amigable. – Magenta sintió algo de miedo al verlo.

-De entre todos los dioses griegos este era el menos querido aun entre los suyos, decir que apreciaban más a Hades y era un esqueleto parlante es decir mucho. – Ravel dijo mientras miraba con molestia al dios de la guerra.

-Pues con esa actitud… – Vernal no negaba que estaba molesta por cómo apareció. – Simplemente dijo que le den a la princesa y ya.

-Pero Himmel no se amedrentó. Vaya que era valiente. – Coco lo admite, ese sujeto los tenía bien puestos.

-Bueno, le quería quitar a Charlotte y él la ama. Yo haría lo mismo si… Ahm…. Ya sé, si ese Adam aparece y quiere llevarse a Blake… Lo castro.

Varios vieron con un poco de miedo al Sekiryuutei por el aura que estaba desprendiendo y por la amenaza para el faunus toro… Esas si son palabras mayores.

-Pues nunca me iría de tu lado, así que no tienes de qué preocuparte Cielo. – Blake sonrió al ver lo protector que era Issei para con ella.

-...Quizá me deba asegurar. – Ahí ella se sonrojo, dado que captó el doble sentido.

El tiempo pasaba, la boda entre los dos se acercaba. Lo que era gracioso, dado que ninguno se había confesado al otro aun, dejaban que todo fluya.

Aunque cuando dijeron que es posible que otra de esas cosas estuviera fuera del reino, es que fue a ver…

Pero no había tal cosa en la zona, solo dos Dioses. Fobos y Deimos, los hijos de Ares. Ellos habían esperado aquí por órdenes de su padre…

- ¡Charlotte!

Era una trampa… Para alejarlo del reino. ¡De ella! Eso lo enfureció, que cuando los dos Dioses lo atacaron, a palabras de Skeith sacó más poder y en solo segundos derribó a los dos Dioses, haciendo que caigan al suelo para emplear vuelo de regreso, no debía perder el tiempo.

-Ok… Uno, ese Ares es un desgraciado. Dos, es una trampa… Tres… ¿Derribó dos Dioses con facilidad? – Ilia parpadeó varias veces.

-Pues si… Si lo hizo y puede que sean dioses menores, pero siguen siendo dioses… – Ravel respondió aun estando asombrada por la pequeña demostración de fuerza de Hinmel. – Y es claro que él no fue con todo.

Eso solo les dejaba en claro, que el poder de ese sujeto era merecedor de su título.

Al regresar, se vio con el reino siendo atacado por bestias y las llamas ya consumían todo, maldijo todo.

Fue al interior, aplicando el plan de escape que preparó en caso pase todo. No solo ello, también estaba que tenía que hallar a Charlotte. Debía ir al castillo y salvar a todos los que pudiera.

-Hizo arder la ciudad… Y la atacó. Eso es… – Penny no lo creía. – ¿Cómo puede ser tan cruel?

-Era un Dios cruel… No deben de sorprenderse. – Arthur miraba la imagen con cierta rabia.

-Era la representación de la crueldad de la guerra, contrario a la Diosa Atenea que era más a la estrategia. – Ravel igual veía con rabia lo que el Dios causó.

Eso no calmó en nada al grupo que solo pensaban que ese dios no era diferente a Loki y que esperan que Himmel haga lo mismo con él.

Cuando llegó al castillo y entró, buscó a los reyes. El Rey estaba muerto no lejos de donde entró, busco a la reina y la vio cerca de una pared, desangrándose. La herida era…

-Hazlo… Himmel. Destruye la ciudad. Con todo… Como lo acordamos… Deja que seamos borrados de la historia.

Asintió a lo que dijo la mujer, quien sonrió al verlo, como si ese hubiera sido su deseo… Verlo antes de morir. Himmel la sacó de su agonía al clavar su espada blanca en su pecho mientras lloraba.

-Ella… Ella lo amó. – Todos pasaron a ver a Raven, quien miraba la imagen con cierto… Entendimiento. – No es sorpresa, pasaban tanto tiempo juntos. Y se veía que su relación matrimonial era… Solo apariencia. Pero… Era el amor de su hija. Se lo calló…

Nadie le dijo nada, pero Yang la miró con duda y Vernal con preocupación.

Sin perder tiempo, empezó a destruir todo lo que hallaba mientras buscaba a Charlotte. La halló… En la sala del trono, con unos soldados caídos y Ares yendo hacia ella. La princesa no mostró miedo ante ese sujeto…

Cuando llegó, el Dios lo miró con odio y la chica con alivio. Pero… Cuando el sujeto se burló de sus sentimientos a ella, es que se molestó. Le dijo a la chica que se vaya, que él lo detendría.

- Pero…

-¡Vete!

Charlotte asintió con pesar, fue hacia una salida secreta. Y antes de irse…

- ...Vuelve a mí Himmel.

Se fue, dejando al humano y al Dios solos.

-Al final, es él contra el dios. Es como Issei en eso… Como detesto que haga eso. – Pyrrha se llevó una mano a la cara al decir ello.

-Y lo peor es que somos conscientes que solo él tiene la fuerza para hacerle frente a esos casos… Claro, ahora está Vali pero entienden mi punto. – Ciel suspiro de frustración al saber que esa era la verdad.

Sacaron sus armas y se lanzaron contra el otro. Lo que llevó a que el lugar entero empiece a temblar por como los dos peleaban, los ataques de Ares eran poderosos, pero Himmel los desviaba y superaba en momentos.

Llegó en un punto en que al sacar más poder de Skeith y las fases que selló, empezó a superar al Dios de la Guerra, que maldijo que este sujeto sea una molestia.

La oscuridad y la luz envolvían las espadas, que era un espectáculo el como dañan al Dios, que poco a poco empezó a retroceder. Este humano… ¿Qué tan fuerte era?

Veían la pelea con sorpresa, porque se trataba de un mortal peleando mano a mano con un Dios. Y no cualquiera, era el Dios de la Guerra griego.

-Mirenlo pelear. Se ve que sabe lo que hace. Y no es solo por el poder de Skeith y los otros.

-Parece que al igual que el otro Issei tiene un gran instinto para la pelea.

Fueron las observaciones de Yang y Ren, notando una similitud, era como ver al Issei de ese mundo pelear. Parece que el instinto de lucha era heredado de su vida pasada.

-Pero aun no van con todo. Se nota. – Vali sabe que aún falta un poco más para ver quien gana.

A un punto, toda la ciudadela se hizo el campo de lucha cuando el castillo les cayó encima por las llamas. El dios atacaba con rafagas de energía que el humano neutralizó con la oscuridad y lanzaba ondas de cortes que abrían el cielo.

Llegó al punto en que estaba usando los poderes de las Fases que absorbió, aumentando su repertorio y su poder.

Llegó un punto que tal una distracción, logró darle varios cortes al Dios, lo desarmó y lo dejó en el suelo. Lo había derrotado.

-Ganó… Derrotó al Dios de la Guerra. – Bikou no podía creer lo que vio.

-Y este es un Dios mayor… Está muy por encima de Loki. – Rossweisse también se mostraba incrédula por el logro de Himmel.

-También puede usar los poderes de las otras Fases… Prácticamente sus habilidades son ilimitadas… Infinitas por cómo las use. – Ravel estaba en shock. – Pensar que existe un mundo como el nuestro con un ser así.

Habían sido testigos del poder del Rey Supremo, pero sienten que no es todo.

Le preguntó con la espada negra apuntando a su cuello, su razón tras esto. Solo quería el conocimiento del reino para destronar a Zeus. Lo que lo enfureció.

Estaba por alzar la espada y matarlo… Pero pensó en las consecuencias de matar a un Dios. De… ¿Que puede ocasionar?

Esa duda le dio la oportunidad a los hijos del dios de ayudarlo e irse.

Skeith le llamó la atención, diciendo que seres como ese Dios… No merecen una segunda oportunidad.

Pero ya no podía hacer nada. Esperaba que este sea el fin de esto…

Alzó vuelo, vio la ciudad en llamas… Casi destruida. Y usando el poder de Skeith, creó un ataque que desintegró todo. No quedó nada del lugar que fue su hogar. Como la reina lo deseo.

Desaparecidos de la historia, para siempre.

-¿Por qué dudó? – Weiss preguntó algo molesta. – Pudo matarlo.

- [Matar a una deidad no es poca cosa. ¿O acaso me dirán que el mundo no sentirá su muerte? ¿Les recuerdo lo que pasó tras la muerte de Elohim?]

- {Sin contar que es tabú. Matar a un Dios, no es poca cosa… Debes de estar listo para lo que sea.}

Los dos Dragones Celestiales dijeron la razón por la que… No mataban a Dioses, a pesar de tener el poder de hacerlo. El efecto era… Muy peligroso. Eran un par de "niños" tontos si, pero tenían limites…

-Dejando eso de lado… Por eso la civilización en la que habitó no se mostró en ese mundo, la destruyó con todo y rastro del mapa. – Fay entendió al fin, así nadie sabría de ellos y desaparecen de la historia.

-Eso explica el porque dicen que todos los avances en la magia no son más que redescubrimientos de lo que Lavenza hizo. – Ravel comentó al fin entendiendo esa parte.

Voló en dirección donde saben estaban los sobrevivientes. Charlotte estaba con ellos y eso le bastó. Bajó y ella no tardó en abrazarlo y besarlo sin miramientos.

-Te amo Himmel… He esperado decirte esto más de 10 años.

Y él sonrió, porque sentía lo mismo. Perdieron el reino, pero estaban vivos.

Aún pueden avanzar.

-Bueno, al fin se besan… Pero ya no hay reino que gobernar.

-No creo que eso le importe. – Jade miró a Issei, quien sonrió. – Si ella está a su lado, le basta. Lo sé yo…

Las parejas del Sekiryuutei sonrieron enternecidas por sus palabras siendo Blake y Ruby quiénes lo abrazaron al ser las que estaban más cerca de él.

- Bien. ¿Qué les ha parecido este pequeño relato? – Jinn apareció frente a ellos. – Diferente a las historias de heroísmo a las que están acostumbrados. ¿No?

-Si… En estas todo parece más simple por decirlo de una forma, pero aquí… – Magenta no encontraba palabras para describir lo que sería la historia del Rey Supremo.

- Es cruel. ¿No? – La chica asintió. – Como dije, el Rey Supremo era un ser imperfecto. Lejos de lo que uno llama héroe, cometió errores… Muchos, pero siempre trató de aprender de ellos. Levantarse… Aun cuando el mundo solo le quitó y le dio poco a cambio.

-¿Qué tanto le quitó…? – Issei miró al ente y ella…

- ...Todo.

Y eso no le gustó ni un poco a los demás. Solo les quedó ver que pasaba, a pesar del miedo que puede ser hacerlo.