¿Cuánto lleva peleando? Horas, días, semanas… Ya no lo sabe. Lo único que tiene claro es que… Este ser, Cubia, como Skeith dijo que se llamaba tras recuperar ese pequeño trozo de sus recuerdos al ver esa cosa, era el ser más poderoso al que había enfrentado jamás. Ni Shiva se le acercaba, esta cosa era un monstruo con todas sus letras.

-Decir que era más fuerte que Shiva… Bueno, es oficial. A mi me da algo. – Bikou parecía a punto de desmayarse.

-¡Solo sigue mirando mono! ¡Estamos presenciando algo único! – Ravel le dio un zape, porque no pueden perderse esto.

-Tengo que estar de acuerdo con la Yakitori, solo mantente callado nya. – Kuroka tenía la vista fija en la pelea y tiene que decir que es una locura.

Lo primero que molestaba de este ser eran los núcleos que creaba cada vez que lo atacaba. Esos núcleos, al existir, no permiten que Himmel pueda atacar al ser central ya que una especia de barrera es creada alrededor suyo. El único modo por el cual puede atacar a Cubia, es destruir esos núcleos endemoniados. Pero para añadir más problemas al asunto, cuando los destruye…

A los minutos regresan, dándole a Cubia el tiempo de curar sus heridas. La capacidad regenerativa de esta cosa era tal que… A menos que pueda destruirlo de un golpe, no podrá acabar con él. No sólo ello, Cubia parecía tener la capacidad de crear seres pequeños que parecen ser unos tipos de pulpos pero que tienen 4 tentáculos y un ojo que son débiles, individualmente, pero en conjunto son como una plaga.

No sólo ello, son como seres que te atacan con el único propósito de comerte… Porque esas bocas que ve en ellos, le da esa sensación horrible. Cortarlos con sus armas soluciona la plaga por minutos, sólo para que Cubia cree más y más… No había fin para esas cosas.

Maldijo no poder usar a Skeith y acabar con esas cosas, porque de hacerlo seria lo mismo que… Usar todo lo que tiene. Si desea usar a Skeith, debe de hacerlo sabiendo que con ello ganará. Lo que en verdad espera que pase…

-Es como Trihexa, se cura una y otra vez… Además que posee su ejército. – Arthur notaba que esas cosas eran fuertes a pesar de ser pequeñas.

-La pregunta es… ¿Cómo lo derrotará? – Vali sabe que es prácticamente imposible que esto dure mucho.

Había momentos en que Cubia atacaba directamente, más cuando Himmel se le acercaba demasiado. A veces usando sus manos o lo que sea que fueran esas cosas, para tratar de apagarlo. Otras habría la boca de su horrible y deformado cráneo para atacar con una esfera de energía compuesta por luz y oscuridad… Divinidad y poder demoníaco. De todos los disparos que esa cosa le lanzó, recibió de lleno tres y jura que casi muere en el último. No porque no se haya protegido, sino porque esa cosa cada vez muestra más de su poder porque ya se cansó de esta pelea o porque ya se estaba desesperando. Desea creer que es lo último…

Lo que si odiaba, era cuando de su espalda salían un sinfín de cráneos que iban hacia su persona para atacarlo como si fuera un enjambre de abejas… Ya había tenido suficiente con los insectos de Belcebú, muchas gracias…

-Es poderoso… Esos ataques que le lanzó… – Fay estaba sudando al ver eso. – Cada bala puede acabar con el mundo…

-...Perdón creo que escuche mal. ¿Dijiste que cada bala puede destruir el mundo? – Magenta le preguntó a su amiga quien solo asintió. – Esto es… Demasiado para mi.

Estaban siendo testigos de una pelea de dos seres que… Superaban a los Dioses.

Los eliminaba usando la magia de Fidchell con la propagación de Magus, para inmediatamente empalar las que aún quedaban con la oscuridad de Tarvos, para finalmente usar el poder regenerativo de Gorre y Corbenik. Sus heridas debían cerrarse rápidamente, sino estaba más que muerto…

Luego atacaba a esos seres tan feos con sus espadas, envueltas con el poder del aire de Macha. No contento con ello, atacaba con ilusiones que tomaban formas físicas gracias al poder de Innis, lograba tener al menos unos 100 clones de si mismo gracias a su maestría en el poder y que Skeith le daba grandes reservas de energía para tener a esas copias el tiempo necesario para poder acabar con todos los que podía, antes de ir por Cubia.

-Miren como usa todos los poderes de las demás Fases. – Penny analizaba la pelea y como el desarrollo del poder de Himmel creció. – Sin duda… Es diferente. Esto es otro nivel.

-Pues tiene que serlo si está logrando hacerle frente a un ser que está a la par de Trihexa. – Arthur veía con asombró cómo lograba poco a poco hacer un camino hacia esa cosa.

Cubia dio otro grito de batalla, esta vez uno más fuerte y aterrador que los últimos. Como retando a su oponente a que siga atacando, para que vea lo inútil que es esta lucha. Himmel, aunque parezca una locura, se lanzó al ataque y logró herir en algo el corazón de Cubia quien gritó del dolor… Solo para que de la nada, varias raíces del cuerpo de este aparezcan y restrinjan sus movimientos… Era una trampa, el muy bastardo sabía hacer planes. Estas raíces tan secas y carentes de vida eran… Muy duras. No podía romperlas… Fue cuando vio la mano de Cubia alzarse para poder darle un golpe que… Oh mierda, esto dolerá como los mil demonios…

Himmel sólo pudo sentir como su cuerpo entero tronaba del dolor cuando Cubia lo golpeó. Caer varios metros lejos del ser, dar varias vueltas en la tierra antes que la cinética fuera amable con él para que no haya más velocidad y se detenga al fin. Sentir el dolor en su cuerpo no era nada nuevo para él, pero sí lo era… Sentir que por unos instantes dejaste de respirar.

-Eso mataría a Dioses en segundos nya… Y él los resistió. Se retuerce del dolor. Pero se puso de pie. – Kuroka solo pudo pensar que…

-Es determinado. – Juniper solo miraba lo que era una pelea que… En sus sueños pensó ver.

Con algo de pesar, logró crear un enorme muro de fuego que le permitió ganar algo de tiempo ya que Cubia se vio sorprendido al ver la gran masa de fuego. Himmel retrocedió varios metros para cargar poder en sus espadas y lanzar varias ondas de cortes hacia Cubia, pero este puso esos extraños núcleos de nuevo en frente suyo que actuaron como escudos, si bien estos fueron destruidos le dieron a la enorme bestia la oportunidad de abrir su enorme boca, cargar energía en esta y lanzar un rayo de poder hacia Himmel.

No viendo más salida que afrontar el ataque, Himmel sacudió sus armas para poder repeler el poderoso ataque. Con mucho esfuerzo y hasta algo de dolor… Himmel logró repeler el ataque de esa bestia hacia vacío espacio que había. Lo único qué escuchó fue la explosión logrando abrir un gran orificio en el lugar que llevaba a otra dimensión… Sudo frío al ver que ese ser podía abrir las dimensiones sin problema alguno.

-¿¡Puede abrir dimensiones!? – Weiss se puso más pálida. – ¡Eso es…!

-Sin duda es una bestia de otro mundo… Pensar que Trihexa también tiene ese poder. – Pyrrha sintió su cuerpo temblar por lo que vio.

- Me temo que no hay mucho que podamos hacer, a menos que uses más poder. – Himmel le tuvo que dar la razón a Skeith, estaba más que seguro que… Si no hace algo estará más que muerto.

Sacando las 8 hojas de energía que aparecen en su espalda, Himmel supo que necesitaba más poder… Mucho más poder si en verdad desea… Ganar. Empezó a sacar más y más poder, tanto que su cuerpo estaba sufriendo la sobrecarga de poder y estaba empezando marearse un poco. Con un movimiento veloz, Himmel fue hacia Cubia que se mostró más que sorprendido por la nueva velocidad de su oponente para luego recibir con mucha fuerza el golpe de este en su pecho que hizo que se tambaleara.

Himmel no se detuvo ahí, fue hacia el brazo derecho de Cubia y se lo cortó desde la base del hombro con Oblivion. Lo que hizo luego fue darle una patada para impulsarse hacia atrás… Y volar para poder lanzar de las espadas de energías varias ráfagas de poder a la cara de Cubia y en todo su cuerpo. Lo que pasó luego de ello es que la bestia trataba de cubrirse del ataque ametrallador de Himmel, pero le era imposible. Más porque en verdad el ser no lograba alzar una defensa efectiva contra el ataque de todas las direcciones que Himmel le lanzaba.

-¡Eso es! ¡Lo tiene! – Ilia miró eso con atención, parece que las cosas iban bien para el humano.

-Parece que logró darle vuelta a la situación. – Velvet soltó el suspiro que estaba conteniendo. – Demasiada emoción para mi corazón.

Cubia expulsó más poder, su cuerpo se empezó a hacer más y más pequeño… El suelo donde Himmel estuvo hasta hace poco se había hecho nada y todo estaba yendo hacia Cubia. Su tamaño disminuyó, pero su poder… Su poder era mayor. Hasta el punto que Himmel empezó a sudar frío, ese ser…

Lo que tenía en frente suyo, volando en la infinidad de este lugar, era una versión suya con una armadura calaverica y blanca con marcas purpuras, en su espalda había huesos que parecen costillas que dan la sensación de tener alas… Sus ojos… Eso era lo que le dio pavor. Eran blancos… totalmente blancos, sin emoción alguna. El nuevo Cubia alzó la mano y sus propios huesos crearon una guadaña conformada por éste… No puede ser… Acaso…

- ¿Acaso… En verdad no es la existencia opuesta a nosotros… Sino a la de Himmel? Skeith lo había captado, ese ser y Himmel… Eran dos caras de la misma moneda… Las dos caras del caos… El caos necesario y el caos corrompido… Era el némesis de Himmel por simplemente haber absorbido a los 8.

-...Olviden lo que dije… ¡A mi me da un infarto! – Velvet solo pudo ver como esa cosa se había recuperado.

-Esa cosa… Es lo opuesto a Himmel. – Rossweisse notaba que… – Es un ente que nació para hacerle frente al tener a los 8 en él.

-Pero… ¿Cómo podrá superar esto? – Vernal sudó frío, esto no era bueno.

Cubia en su nueva forma fue contra él, la velocidad que tenía era tal que Himmel se vio en la obligación de sólo cubrirse para evitar un daño mayor. Las espadas y la guadaña chocaron al impacto, eso sacudió el lugar entero… El sonido de algo rompiéndose alertó a Himmel.

Oblivion y Oathkeeper se habían rajado… Esa cosa había logrado dañar las espadas que tras intensas batallas de todo tipo, nunca habían sido dañadas… Este ser… ¿Acaso va más allá de lo conocido?

Himmel recibió una patada por parte de Cubia que lo mandó a volar varios kilómetros a una velocidad monstruosa. El humano trataba de recuperar la noción de su propio equilibrio cuando Cubia apareció a su lado y lo empezó a atacar con la guadaña con una velocidad y maestría digna de temer. Está seguro que ni Thanatos, el más poderoso de todas las parcas, tiene una habilidad así.

Con mucho esfuerzo trató de esquivar los ataques y bloquear cuando debía, ya que de hacerlo, sus espadas eran dañadas más. Justo lo que no quería ahora… Cubia detuvo su ataque, para crear de la nada más de esas cosas…. Aún con esa apariencia tiene la capacidad de crear a esas bestias. Maldita sea… Himmel se vio en la obligación de tener que acabar con esas cosas al mismo tiempo que trataba de que Cubia no lo degolle.

-Las cosas cambiaron… No le puede seguir el ritmo. – Vali lo veía. – Esa cosa ha evolucionado para hacerle frente en ese estado.

- {Sin duda es un ente que uno no quiere hacer frente en un uno a uno…} – Hasta Albion miraba con atención la pelea.

-Pero el mundo sigue ahí. ¿Eso no significa que de alguna forma logró vencer a esa cosa? – Ruby preguntó mientras veía con preocupación el cómo avanzaba la pelea.

- ¡Himmel! La voz de Skeith lo hizo alzar de nuevo la guardia, esta vez para poder bloquear la guadaña de Cubia, sólo para que este mostrara que era una finta… Lo golpeó en la cara con tal fuerza que el casco de su armadura se hizo pedazos y Himmel fue mandado a uno de los portales dimensionales que había.

Himmel trató de recuperarse, solo para ver que Cubia iba hacia él. Parece que desea acabar con él porque sabe que existe la posibilidad de que lo persiga y… Que mala broma… Cubia atacó sin piedad usando todo lo que tenía, puños, patadas, ataques de energía, la guadaña… Himmel ya estaba sintiendo el cansancio… Su cuerpo ya no podía soportar tal castigo y más aún, cuando siguen dentro de este camino dimensional para acabar donde Dios sabe.

-Es lo normal… Es mucho tiempo peleando contra esa cosa solo. Y lo ha estado igualando. Ya está al límite. – Ren notaba que el hombre parecía al límite.

-Y esa cosa no parece estar cansada en lo más mínimo. – Juane vio como Cubia parecia de lo mas normal. – Esto se le está complicado a cada segundo.

Fue una eternidad, pero al fin se vieron fuera de ese camino para luego caer en un lugar con un piso totalmente blanco y un enorme cielo azul. Himmel se sorprendió al ver el lugar, más al sentir algo de nostalgia. Tal vez imaginó este sitio en un sueño o similar. Con mucho pesar y dolor, Himmel se puso de pie, solo para notar que Cubia estaba esperando a que se ponga de pie, para seguir la pelea.

-Parece que en verdad tiene deseos de matarme en una pelea, tiene honor. – Himmel se puso en guardia y lanzó nuevamente ráfagas de oscuridad hacia su oponente.

Cubia las repelió todas para luego ir hacia Himmel, este se puso en guardia… Pero lo que lo sorprendió fue que Cubia había desaparecido…. Volteó con miedo al notar que lo tenía atrás. El ser atacó indiscriminadamente otra vez, en esta ocasión dispuesto a acabar con la batalla y con Himmel.

El humano recibió los ataques por parte de su oponente, estos fueron tales que… Su armadura se empezó a romper… No podía… Hacer nada… En un intento desesperado, Himmel volvió a invocar las espadas de energía roja en su espalda para atacar de cerca, pero Cubia esquivaba y bloqueaba todo lo que Himmel le lanzaba. Además, se daba el lujo de destruir las espadas de energía con su arma, como burlándose de él… Himmel apretó los dientes ante esa burla, esto no era posible.

-Sabe que no puede hace nada. Que no… No puede ganar. – Qrow vio que el hombre parecía darse cuenta de la verdad de las cosas.

-Esa cosa es un ser monstruoso. – Tiamat misma no quería pensar encontrarse con algo así.

Cubia en un acto final, golpeó a Himmel con tal fuerza que todo el pecho de su armadura se hizo pedazos y él sintió que su propia alma era dañada por esa cosa… Luego su cara, su abdomen, sus piernas… Cada parte de su cuerpo era atacado por el desenfrenado ataque de Cubia. El ente alzó su guadaña, listo para dar el golpe de gracia… Por simple instinto, Himmel alzó ambas espadas… sólo para que tanto Oblivion como Oathkeeper se vean destruidas por el ataque de Cubia, que logró hacer un corte profundo en todo su pecho.

Nunca antes había sentido tanto frío… El corte en el pecho era tal que la sangre salió de este como si fuera una catarata. Oblivion y Oathkeeper cayeron al suelo para terminar de hacerse partículas, destruidas totalmente. Al mismo tiempo que Himmel caía boca abajo, con su sangre manchando el piso blanco donde estaba, mientras los 6 elementos de la Armonía caían al suelo al ya no tener un lugar donde estar luego de la destrucción de la armadura. Cubia al verlo derrotado se dio media vuelta y empezó a caminar, listo para irse de este lugar, debe buscar de nuevo esa dimensión…

-No solo destruyó sus espadas, sino que lo derrotó… – Vermillion sudó frío, no creyendo que el que habían visto podía hacerle frente a Dioses, cayera.

-Y ahora quiere ir a ese mundo, si logra llegar… Será el fin de todo. – Qrow dijo eso con un tono sombrío al ver que sí logró derrotar al que era el más fuerte no habría nada ni nadie que pueda pararlo.

-Ese corte le debió dañar costillas y pulmones… – Penny analizó el corte que Himmel había recibido. – Está vivo por su poder, nada más.

Himmel solo podía escuchar los pasos de Cubia yéndose, los gritos de Skeith… Pero nada era claro. Estaba cansado y los deseos de dormir eran fuertes… Sólo quería cerrar los ojos para poder descansar al fin…

Pero se puso a pensar en… Todos en casa. Atenea… Göndul… Runeas… Aura…

Se fue para poder protegerlos. Él…

-Himmel… Vamos hermano, no es hora de dormir. – Esa voz… No, no puede ser… – Debes ponerte de pie, aún puedes ganar. – Abrir los ojos como pudo y ver a la gema lavanda con forma de estrella brillar… No era… – ¿No prometiste nunca rendirte? Aún tras todo lo que has pasado, aún con todo lo que has sufrido… No puedes dejar que las cosas acaben así.

-...La gema habla. – Celeste parpadeó al ver eso. – Es como esa vez… Cuando Lavenza…

-Eso significa que… – Issei en eso pensó en lo que Jinn dijo. Que él no estaba solo.

- La… ven… za… – Himmel extendió su mano para tratar de tocar la gema, sólo para oír otra voz por parte de la gema roja.

- ¡Es cierto, no me vengas a decir que este es tu límite Himmel – ¿Rose…? No puede ser…

- Nada es imposible Himmel, aunque no lo creas… Siempre hemos estado contigo. – Lailah… Su voz venía de la gema naranja.

- No importa que en vida no te hayamos podido ayudar, siempre hemos estado conectados… Aun tras nuestras muertes. – La gema morada… Edna…

- Puedes ser un idiota sin remedio, pero nos has enseñado lo que es nunca rendirse. – Mikleo… Él… Desde la gema celeste.

-Aunque debes de admitir que es gracioso imaginar que de algún modo algo de nuestras esencias hayan terminado aquí… Para este momento. – Zaveid… Él también… – ¿Pero por qué me tocó la gema rosa…?

-No es hora de trivialidades querido. Himmel necesita de nuestra ayuda. – Lavenza sonaba más que fastidiada por la actitud de su esposo. – Arriba Himmel, aún puedes ganar.

- ¿Cómo… Ustedes… Todos…?

-Siempre dijiste que era un genio… Ligue algo de nosotros en estas gemas, siempre pensé en un modo de ayudarte. Intuí qué algún día… Necesitarías nuestra ayuda desde el más allá… Es sólo un uso, pero podemos pelear juntos Himmel… Una vez más. Para poder darle al mundo la oportunidad de forjar su futuro. – Himmel trato de ponerse en pie, el ardor en sus heridas era tal que era un verdadero milagro seguir vivo.

- ¿Lo recuerdas verdad…? Eso que nos dijiste a todos una vez. – La voz de Rose se pudo escuchar mientras él estaba cerca de pararse. – Que el futuro es de quienes nunca se rinden y luchan con valor… Y que el valor te dará esas alas para poder ir hacia él. – Himmel ya estaba de pie, desangrándose, pero se veía firme y dispuesto a seguir la lucha.

-...Si ese no es un milagro, ya no sé que lo es. – Raven estaba impresionada. – Desde el más allá su hermana y sus amigos…

-Pensar que ella logro prever un caso como este y preparar algo… Sin duda es toda una genio. – Ravel tenía que admitir que estaba impresionada.

Todos vieron cómo Él se levantó.

-Aún tras todo… Todo lo que he hecho… Lo que me he equivocado… Ustedes velan por mi… Yo… Yo en verdad no merezco esto… No merezco una hermana o unos amigos como ustedes. Debí morir hace años… No ustedes… Aun así… – Himmel notó como las 6 gemas brillaban alrededor de él. – Aún así… Estoy feliz de oírlos una vez más… De que aún velen por mí. – Himmel derramó unas lágrimas, sus emociones llamando a un nuevo poder. – Por ello… Luchemos juntos una vez más, por el mundo… Por el futuro… ¡Por quienes nos sucederán! Ya que… ¡El futuro es de los que tienen el Valor de luchar por él!

- Esto es… El poder de la luz de la Armonía y la Oscuridad del Caos… – Skeith podía sentir como algo nuevo se estaba formando. Algo de gran poder, tal vez demasiado para Himmel y su frágil cuerpo humano… Pero era lo que necesitaban. – ¡Ahora Himmel, deja salir todo el poder de mis hermanos, hazlos uno con el mío!

Las marcas rojas en el cuerpo de Himmel reaparecieron, sólo para que el brillo lo envuelva y se deshaga de lo que quedaba de la armadura para dar paso al humano vistiendo una gran gabardina de color negro que dejaba ver su pecho, cuya herida en este había sido cerrada por la oscuridad dejando en este marcas negras, así como los pantalones, botas y guantes que llevaba. Su rostro ahora visible mostraba una paz que antes era imposible de ver…. Los 8 orbes que salieron de su pecho, que representan a Skeith y sus hermanos, se volvieron trozos de algo, cada una poniéndose de tal forma creaban una espada unida por la luz de los elementos. Himmel tomó el mango de la espada y la agitó para poder sentir el peso de esta. Era perfecta…

- Yo… Todos… Estamos aquí… Para poder elegir nuestro propio futuro. Y le daré al mundo la oportunidad de que pueda hacer eso, aún a costa de mi propia vida. Ese es el propósito de mi existencia.

Todos se quedaron sin habla ante la apariencia y el poder que Himmel mostraba, el poder todas las Fases activadas en su ser.

-Ok lo dire… Esa tiene que ser de las cosas más cool que he visto en mi vida. – Yang fue la primera en salir de su asombro y no dudó en expresar su opinión.

-Sin duda. Unió los poderes de las 8 Fases y creó esa arma con sus poderes. – Rossweisse analizó la nueva forma.

-Veamos qué es lo que puede hacer en esa forma. – Issei veía con atención al hombre más increíble que haya visto o verá jamás.

-Ayúdenme una vez más… Todos.

El brillo intenso de las 6 gemas bastó como respuesta. Himmel divisó a Cubia, quien ya estaba preparando el portal para salir de aquí y tratar de volver al mundo. Sin pensarlo, dio una estocada al aire con la espada y esta se extendió de tal modo que los 8 trozos que la conformaban se separaron para darle la longitud que deseaba al arma. Cubia notó el impacto que se venía y se cubrió con su arma, cosa que pareció bastar y servir ya que perdió la concentración y el portal se cerró. Teniendo al fin la atención de Cubia nuevamente, Himmel fue hacia este con su espada lista para atacar… Pero Cubia lo atacó con una onda de energía lanzada desde la guadaña. Por un instante pensó en moverse y esquivarlo… Pero…

- ¡No dejes de avanzar! – La gema morada brilló y varios metros delante suyo, Edna apareció con su apariencia de una mujer joven… Como si estuviera en sus 20. – ¡Great Wall! – La mujer puso sus manos en el suelo y de la nada, emergió un muro de tierra, que en segundos se volvió uno de diamante. Este bloqueó y resistió el ataque dando así la oportunidad de que Himmel avance sin problemas. – ¡Adelante!

-¡Miren el poder que tiene, Cubia se vio obligado a cubrirse!

-¡Y los de las gemas lo van a ayudar!

Lin y Gris parecían emocionadas como niñas al ver un show de superhéroes.

-Eso emparejara un poco las cosas. – Jade también se mostraba emocionada al ver como la pelea parecía inclinarse un poco del lado de Himmel.

Himmel agitó la espada y está brilló, lo que pasó luego fue que el arma desapareció y sobre Himmel apareció la sombra de un ser humanoide con un halo en su cabeza. La energía azul que fue a sus manos creó dos enormes dagas estilo lanza que…

- ¡The Mirage of Deceit - Confusion Flight! – Himmel desapareció de la vista de Cubia, sólo para reaparecer nuevamente frente a este y de una manera veloz, hasta engañosa, dar varios estoques al enemigo con la fuerza suficiente para mandarlo a volar.

Cubia trató de recuperar el equilibrio y volver al ataque, pero sintió como algo lo detenía… Una corriente de aire, parecían hilos… Volteo y se fijó de que la gema rosa brillaba, de ella emergió Zaveid, sólo que sus ojos verdes ahora destilaban un aura extraña.

Este hizo que los hilos hechos de aire hagan presión en Cubia. Algo que pareció bastar para darle a Himmel otra oportunidad.

Esta vez, la energía cambió a un color rosa y celeste. Sobre él aparecieron dos figuras muy similares entre ellas, sólo que una parecía tener un sol en la cabeza y la otra la luna… Se volvieron dos espadas gemelas de los colores anteriores y…

- ¡The Machinator – Bloom of Destiny! – Con varios cortes, Himmel logró hacer que Cubia se resienta aún más y tras dar el último con ambas espadas. Lo mandó a volar varios metros lejos de él.

Cuando volvió sus armas a la espada de antes, Himmel sintió una opresión en el pecho… Su cuerpo… No podrá resistir esto mucho tiempo.

-¡Entiendo! ¡La espada es un catalizador para poder usar el poder de las otras Fases! – Fay sonó impresionada. – ¡De esa manera puede usarlas como armas y atacar con sus poderes!

-Sin contar que cada ataque es clase Dios… No, es superior inclusive.

-Pero al parecer es mucho para él. – Vali entrecerró los ojos al ver la mueca de dolor en el rostro del hombre. – Sigue estando contra el tiempo.

Y eso los hizo prestar más atención.

Debe de… Atacar nuevamente. Cubia quién finalmente ha si retomado su paso, listo para atacar… Creó más de esas bestias de antes, pero Himmel esta vez estaba listo. La espada volvió a convertirse en luz así como se vio una figura sobre él que parecía tener una gran cola y de pronto, apareció en su mano una especie de abanico verde tipo espada y lo agitó varias veces con fuerza.

- ¡The Propagation - Unforgiving Bud! – Los fuertes vientos que salieron de los movimientos del abanico fueron tales que elevaron a las bestias al aire, atrapándolas en un tornado y destruyéndolas poco a poco.

Al mismo tiempo Cubia iba a ir al ataque, pero una columna de fuego apareció en su camino. Lailah había aparecido y creó el ataque, mientras Mikleo hacia lo mismo, solo para congelar las piernas de este.

- ¡De ningún modo te daremos la oportunidad de atacar!

-¡Adelante Himmel, dale con lo que sigue!

No desaprovechara la oportunidad que esos dos le han dado. Esta vez, sobre él apareció una figura femenina con dos alas, se volvió un enorme mazo de energía rosa, fue hacia Cubia con dicho objeto y…

- ¡The Avenger - Orb of Revenge! – Tras dar un golpe con el arma, Himmel dejó que la fuerza de esta lo haga girar, para dar un segundo y hasta tercer impacto que lograron romper la mitad del cuerpo de Cubia.

Zaveid y Edna contuvieron al ente con tierra y viento, este era fuerte, no le tomaba nada liberarse, pero es ese pequeño segundo o fracción de segundo, lo que le da a Himmel la oportunidad de atacar de nuevo y con un movimiento más… Un ser naranja que parecía meditar, apareció… Y creó un enorme martillo del mismo color que…

- ¡The Prophet - Will of the Gods! – El martillo fue con tal fuerza y velocidad, que Himmel pudo ver como Cubia temblaba, su cuerpo se estaba haciendo pedazos…

- ¡Un poco más Himmel! – Esta vez Rose emergió de la gema roja y se posó sobre Cubia, le lanzó un centenar de cuchillos creados por su propia energía y con un chasquido, la energía eléctrica que le había infundado a estos hizo que Cubia se retuerza del dolor. – ¡Ataca!

Nuevamente, la espada se volvió energía, sobre el humano apareció lo que parecía ser una mujer con un velo de novia sobre una gran flor, para luego la energía morada vaya hacia las manos de Himmel y cree unas especies de garras.

- ¡The Temptress - Bewitching Wind! – Con movimientos veloces y hasta que parecían ser los de un gato atacando Himmel logró darle a Cubia tantos golpes que este cayó al suelo, luego de que su guadaña fuera destruida.

-Esa serie de combos, sumado al apoyo de sus amigos… Esta logrando ganar la ventaja. – Ren analizó la parte en la que la lucha se estaba tornando de regreso al favor de Himmel.

-Realmente puede lograrlo, solo necesita una oportunidad para dar un golpe certero. – Blake sentía que estaba al filo al ver como la pelea avanzaba.

Cubia en el suelo, se mostraba que estaba tratando de cambiar para volver a su modo colosal, listo para atacar con todo su poder… Pero el ataque de varias ráfagas de luz detuvo su transformación. Lavenza había atacado con su luz al mismo tiempo que creaba unas cadenas que lo estaban conteniendo.

-¡Todos juntos!

Himmel volvió a hacer su espada energía, esta vez con la silueta de Skeith emergiendo y creando la guadaña roja que siempre usa, mientras los demás iban a atacar al indefenso ser, que no se creía que la aparición de estos espíritus haya… Cambiado todo. Ver como la del cabello rosa lo atacaba con una serie de combos con esos cuchillos, la del cabello blanco con ráfagas de fuego, la enana con dos enormes puños de tierra… Para luego recibir un ametrallador ataque veloz por parte del tipo que usa viento y finalmente recibir un impacto de un dragón de agua del otro… Le quitó toda chance de evitar el inminente ataque de Himmel.

- ¡The Terror of Death - Merciless Decapitation! – Dando varios giros sobre su eje para luego darle un golpe de gran potencia con el arma, Himmel mandó a Cubia a volar al aire… Era su oportunidad. Volvió a cambiar de energía, esta vez apareciendo sobre él un ser humanoide que parecía tener una máscara en la cara de color azul claro, que se volvió un gran cañón para poder disparar… – ¡The Rebirth – Devil's Verdict!

La energía que salió del cañón fue tal que el cielo en el lugar se abrió por la misma onda de energía, abriendo varios portales, Cubia recibió el impacto total del ataque. La explosión que se generó, hizo que todo tiemble… Vaya poder.

- Me atrevo a decir que… Cualquiera de esos ataques, basta para matar a varios Dioses cien veces. Tienes suerte que no estamos en la tierra o nada de esta habría sobrevivido.

-No puedo decir que no… Cada ataque es superior a cualquier Dios. – Tiamat sólo pudo ver que… – Y uno solo pudo destruir el planeta cientos de veces. Esta ya no es una pelea entre Dioses, sino de seres Dimensionales al nivel de los Dioses Dragones.

Las palabras de la Reina Dragón solo hicieron que más de uno trague saliva ya que habían entendido que esos eran los seres más fuertes de todos. Y decir que esta pelea estaba a ese nivel…

Los 6 elementos de la Armonía volvieron a su lado, esta vez solo brillando y no proyectando a sus amigos y hermana. Esperando a ver si… Ver como Cubia, o lo que queda de este, se está regenerado hizo que Himmel sude frío… No puede creer que tras todos esos ataques aún viva. Pero su lamentable estado denotaba que el daño si estaba presente y el rugido que dio… Era como el de un animal herido de muerte, pero al mismo tiempo denotaba el gran peligro que denotaba su presencia.

Himmel y el resto vieron como Cubia retomaba su enorme apariencia de antes, al mismo tiempo que creaba un clon suyo sólo que este era esférico y tenía varias cabezas que parecían parásitos o unos grandes gusanos en todo su ser, estos abrieron la boca y de ellos salieron más de esas pequeñas bestias. Himmel sabía que sólo uno era su objetivo… Sólo necesita acabar con el real y todo acabará, pero el gigantesco clon sobre él era…

-¡Oh por favor! – Nora alzó los brazos. – ¡Un clon no es justo! ¡Encima debe de ser tan fuerte como el original!

-Y es tan grande como la luna de nuestro mundo. – Koneko miraba con miedo el colosal tamaño de esa cosa.

-¿Acaso esa cosa tiene habilidades infinitas? – Ciel preguntó con molestia e incredulidad al ver lo que la criatura había hecho.

- Déjame al clon a mí. Skeith informó a Himmel de lo que deben hacer. – Sabes muy bien que no hay más alternativa más que afrontar esas cosas a la vez. Ahora que has liberado todo nuestro poder, puedo estar fuera de ti por más tiempo… – Himmel lo sabía, esta era… Que nuestra última batalla en esta vida acabe como se debe, con ambos en el campo de batalla.

El humano sonrió a esas palabras, las marcas rojas aparecieron en su cuerpo al mismo tiempo que los Elementos de la Armonía brillaban, dispuestos a dar su poder.

-¡Vamos Himmel, nosotros también estamos aquí! – La voz de su hermana lo hizo concentrar ambas energías, opuestas pero que ahora deben de unirse en un solo ser.

- ¡Vamos… Vamos…! – Himmel concentró poder, listo para liberar a su otro yo al campo de batalla. – ¡Yo…!

- ¡Nosotros…! – Lavenza y el resto también iban a dar un trozo de poder…

- ¡¡Todos estamos aquí!! – El poder resonó, se hizo uno para poder llamar a… – ¡¡¡SKEITH!!!

Del cuerpo de Himmel, la energía roja fue desprendida al mismo tiempo que la luz de las gemas se unía a ella. Fueron al cielo y tras un fuerte destello… Apareció. Skeith estaba presente pero su apariencia era distinta. Más humanoide, más grande… Con la mitad de su cuerpo con detalles plateados y el otro de un color dorado. Una larga capa roja y un halo en su cabeza del cual las 8 espadas de energía se juntaban… Era como ver a un ser divino, uno nacido del balance del caos y la armonía, de la luz y la oscuridad…

- ¡Yo soy Unison Skeith!

Todos vieron como Skeith había aparecido con una apariencia diferente. Se le veía… Como un ente divino.

- [Luz y Oscuridad. Armonía y Caos… El todo y la nada. Es como ver a Great Red y Ophis… Es un ser de esa clase.]

- {Es increíble ver algo asi… Realmente esta a un nivel completamente diferente.}

Para que los Dragon Celestiales lo digan… Era algo que no podían creer.

Con su nuevo poder y apariencia, Skeith lanzó de las espadas en su espalda varias ráfagas hacías las pequeñas bestias que estaban en el ambiente destruyendo a la mayoría. Skeith voló hacia el clon de este y lo golpeó con fuerza para elevarlo.

Himmel no perdió tiempo y corrió hacia el núcleo, Cubia no iba a caer sin dar pelea y por ello lanzó varias ráfagas de energía hacia el humano al mismo tiempo que creaba más de esas pequeñas bestias para detener su avance. Lo que no esperó es que esos 6 espíritus vuelvan a aparecer para ayudarlo… Lailha y Zaveid combinando el fuego y el viento, creando llamaradas de gran poder que carbonizaban a todo lo que se les oponía.

Mikleo y Edna actuando como los soportes, protegiendo a Himmel de los ataques enemigo al mismo tiempo que Rose atacaba con Himmel para deshacerse de los que llegaban a su rango de ataque. Lavenza atacando desde el aire mientras volaba, sin el factor de un cuerpo débil… Podía pelear con todo y sus hechizos eran de temer… Rose aún era veloz y su magia de crear dagas de modo eterno era increíble.

Skeith por su lado estaba luchando a la par con Cubia. Tratando de tener a esa cosa lejos de Himmel y los otros, usando su velocidad y la guadaña creada de plasma al juntar las espadas de energía, lograba herir y destruir trozos del cuerpo de este adefesio. El ser que cuya existencia es responsable de que él y el resto hayan llegado aquí. Dio otro corte con su arma, logrando abrir en algo el cuerpo gigantesco de esa cosa.

Por él, es que terminó dentro de Himmel… Esta vez lanzó varios disparos en uno de los gusanos gigantescos esos, logrando hacerlo pedazos… Por esto, es que aprendió lo que son las emociones… Lo que es la fe, la determinación… El valor, la amistad y el amor que habita en el corazón de todos los seres vivos. Clavó las 8 espadas en el cuerpo de esa cosa hasta lo más que pudo y ordenó que estas disparen…

Los disparos le dieron a todo el interior de la bestia. Esta se empezó a despedazar… Por este ser… Es que está aquí… En donde pertenece y agradece al mundo que sea así. Con un movimiento de su mano, hizo volver las espadas a él, recrear la guadaña y darle al ser ese el golpe final… El Protect Break se creó… Skeith no perdió tiempo y retrocedió, las 8 espadas se unieron a su brazo para crear un enorme cañón de energía dorada que no tardó mucho en cargar… Esta cosa debe desaparecer… Para siempre.

- ¡Drain Heart! La versión final del Soul Drain… Una ráfaga de energía que… Acaba con todo del receptor, al mero contacto. Y eso pasó, el clon de Cubia quedó hecho nada, ni siquiera partículas de eso habían quedado.

-¡Lo hizo pedazos! – Ravel habló sin creerlo. – ¡Eliminó un ser Clase Trihexa sin dejar nada!

-Ok es oficial, ya lo he visto todo. – Bikou dejó caer sus hombros mientras soltaba un suspiro. – La palabra locura se queda corta para describir todo esto.

-Pues todo lo que vivimos es una locura nya… – Kuroka rodó los ojos, solo para ver que seguía.

Himmel y el resto vieron como Skeith acabó con el clon de Cubia. Este iba a ayudarlos a retener al coloso que al tener al ser en frente suyo… Trató de atraparlo. Quería absorberlo… Era más que obvio, dado que Cubia nació para oponerse a los 8 seres que ahora conforman a Unison Skeith. Este lograba tener a Cubia a raya, listo para lo que sea que este le lance mientras Himmel sube usando las raíces secas de este como escaleras.

Himmel lograba destruir esas bestias endemoniadas, pero sabía que debía acabar con el corazón de Cubia para acabar esto. Cambió a las espadas gemelas de color azul y rosa para alejar a un grupo de esas cosas, para luego usar el abanico y atraparlos en un tornado gigante. Himmel sabía que mientras usaba esos poderes… Más cansado se sentía… Su vida… Estaba al límite. Sólo unos pocos cambios más.

Lavenza y Rose lograron evitar que una de esas cosas le den al mismo tiempo que Lailah y Mikleo creaban columnas de fuego y viento, logrando así poner a esas cosas lejos de Himmel. Él ya se notaba cansado, su respiración…

-Se le ve… Mal. – Weiss pudo ver como respiraba y se tomaba el pecho, como si tuviera un infarto.

-Está en las últimas… Ya no podrá seguir por mucho más tiempo. – Raven declaró viendo el estado del hombre. – Si va ha acabar con esa cosa tendrá que hacerlo rápido.

Himmel agradeció toda ayuda y empezó a usar las plataformas para subir. Cada vez más cerca del final… Viendo como Skeith tenía a Cubia atrapado en sus manos, aguantando el tiempo necesario para que él llegue y le dé el golpe de gracia. Mientras más subía, más sentía su corazón latir con todo lo que le quedaba, sabiendo que estos eran los últimos latidos de su cuerpo mortal… Uno que ha llevado 100 años en este mundo.

Cubia lanzó varias ráfagas de energía de su boca, logrando así alentar en algo el avance de Himmel, pero este atacó con el poder de Corbenik a la cara de este. Este cañón era poderoso… Logró destruir media cabeza de Cubia, que se empezó a regenerar a una velocidad anormal.

Con algo de dificultad, Himmel creó la guadaña con el poder de Skeith y se deshizo de los estorbos que le impedían avanzar, enemigos y raíces por igual. Tosió sangre luego de ello… Faltaba poco… Solo un poco más… El cansancio y dolor lo estaban… Sacudió su cabeza y forzó a su cuerpo a moverse de nuevo, golpeó a su pecho… Como diciéndole a su corazón que lata un poco más.

-Sin duda, su cuerpo no soporta el poder. Pero aun así, sigue peleando. – Lavinia pudo verlo, el hombre apenas podía seguir con la lucha.

Todos miraron lo que sería el fin de la pelea.

Himmel corrió hacia el núcleo de Cubia, este soltó un poderoso rugido, uno que hizo que Skeith debilitara su agarre un poco. Eso le dio la oportunidad a la bestia de moverse y de finalmente tener su pecho libre. Si bien ahí yace su corazón y es su punto flaco, también es el origen de su ataque más poderoso. Empezó a cargar energía en este, para lanzarlo hacia el insolente mortal que iba tras su vida. Skeith trató de detenerlo, pero la bestia era muy persistente hasta el punto que ni los golpes lograban interrumpir la acumulación de poder que estaba teniendo.

Corriendo a toda la velocidad que podía dar, Himmel veía como segundo a segundo el poder del ataque de Cubia seguía creciendo… Bastaba como hacer polvo el mundo 100 veces.

Vio como las gemas parecían acumular poder para contrarrestar eso.

Tanto los Elementos de la Armonía como Cubia cargando su poder, Skeith logrando tener a esa cosa en su lugar a través de pura fuerza física, destruyendo las bestias pequeñas cuando podía…

Himmel recreó la espada conformada por el poder de Skeith y los otros 7. Y siguió su camino, ya ambos ataques listos para ser disparados. Detuvo su avance al ver que Cubia iba a atacar primero, los Elementos de la Armonía frente a él.

Cubia lanzó su poderoso rayo desde su pecho, era gigantesco, ese color negro con morado daba a entender la clase de energía lo había creado. Al mismo tiempo, las 6 gemas se pusieron una posición de 6 puntos, creando así una estrella que formó un círculo mágico de distintos colores. De este salió un disparo del mismo tamaño que el que Cubia había lanzado, Himmel sonrió al ver que era como un arcoiris…

-Ahora veo porque dicen que Lavenza era… Como Himmel. Creó algo que igualó el poder de esa cosa unos segundos. – Rossweisse vio con incredulidad el poder de ese ataque. – Increíble…

Y todos le debían de dar la razón.

Ambos ataques impactaron entre ellos y la lucha por la supremacía inició. Si bien era obvio que el ataque de Lavenza y los otros estaba destinado a perder… El objetivo nunca fue ganar esto, sino darle a Himmel la oportunidad de atacar.

En medio del aire, Himmel fijó su objetivo… El corazón de Cubia y voló hacia este. Skeith al ver ello, atrapó mejor a la bestia para que Himmel tenga un mejor ángulo, uno que le impida fallar. El humano cargó todo el poder en su espada, esta se volvió energía pura conformada por el poder de los 8. Cubia notó muy tarde el ataque… El muy bastardo.

-¡Se acaba aquí…! – Himmel alzó la espada mientras volaba había el corazón de su enemigo. – ¡Tú… No verás el mañana! – En un último movimiento, Himmel lanzó la espada hacia atrás con un giro que daba un efecto bumerán, la espada estaba volando unos segundos a un lado para luego volver hacia él, ya estando frente al corazón de Cubia. – ¡Tú y yo no somos necesarios en este mundo que se va a crear!

La espada volvió hacia Himmel, se clavó en su pecho y la energía de esta siguió para atravesar el corazón de Cubia quien dio un grito ensordecedor de dolor… Mientras Cubia viva, Himmel no puede morir… Eran dos caras de la misma moneda…

Muchos jadearon al ver lo que hizo. Para acabar la pelea Himmel hizo lo impensable… Morir con su enemigo.

-Eso… No me lo esperaba. – Fue todo lo que pudo decir Blake que aun no salía del shock.

-Creo que nadie lo hizo. – Fue lo que Yang dijo, dado que… – Él…

Himmel sonrió al ver como Cubia se ponía tieso y se empezaba a volver roca… Rompiéndose poco a poco. Se vio en la mano de Skeith quien lo observaba, giró su cabeza para ver como los restos de Cubia se hacían polvo… Había acabado… Había ganado… Con todos… Juntos.

Skeith pisó tierra y puso a Himmel en esta, viendo como su otro yo moría lentamente. Era… Extraño, había tristeza, pero también un sentimiento de orgullo… Como de haber hallado al fin la respuesta a tantas incógnitas. Las 6 gemas se posaron cerca de Himmel y proyectaron a sus amigos y hermana, todos viéndolo con una sonrisa.

-Lo hiciste Himmel… – Lavenza se arrodilló y puso su mano espectral en el pecho de su hermano. – Lo lograste… Se acabó al fin.

-Al fin puedes descansar Himmel. – Lailah miró a su amigo, este los veía a todos… Cansado, pero feliz.

- Te lo has ganado, podrás ver a Charlotte de nuevo. – Edna quiso que él se sienta tranquilo mientras espera el final.

Himmel se sintió… Raro, la idea de ver a Charlotte. Había hecho tanto por el mundo sin que nadie se lo pidiera, había sufrido tanto para poder madurar, que era más que justo finalmente hallar su felicidad, aún en el más allá…

-Morir sería… Una buena recompensa para él… Al fin poder dormir tras todo lo que ha hecho. – Nicolás sabía que con todo lo que él ha pasado, descansar podía ser su recompensa.

-Pero… Creo que ya sabemos a dónde va esto. ¿No? – Velvet como el resto lo sabía…

-Al parecer Charlotte tendrá que esperar un poco más. – Pyrrha soltó un suspiro triste al pensar en la mujer que no dudo en dar su vida por la persona que ama.

Pero miro a todos y negó como pudo con la cabeza, como diciendo que no puede hacer eso… Que no puede ir a ver a todos.

- ¿Estás diciendo que… No vendrás con nosotros? – Zaveid se sorprendió al ver que Himmel aún…

-¿Aún tras tanto… Deseas seguir en el ciclo de luchas que has tenido? – Mikleo no podía creerlo, el idiota aún era…

- Yo… Yo aun debo ver… El mundo… Debo… Ver en que… Se convertirá… – Himmel alzó su mano derecha como pudo y un orbe de color rojo se creó en esta.

- El poder de Corbenik, "Rebirth". Todo lo que es destruido por su poder, vuelve un día al mundo de los vivos. Sólo que como alguien más… Una reencarnación… Tú… Skeith no lo creía, el idiota lo había planeado todo… Estaba dispuesto a abandonar la oportunidad de ir al descanso eterno, para poner su alma en suspensión… Y volverse parte del alma de otro ser totalmente nuevo.

-Con que así lo hizo… – Fay miró el orbe. – Usó el poder de la última fase, para romper las reglas de la vida y la muerte… Por eso regresó como parte del alma de ese Issei-san.

-Y pensar que siempre fue su plan regresar como alguien más en el futuro… Es un Idiota. – Raven negó con la cabeza, pero sonrió un poco. – Pero un idiota admirable.

-No… Himmel, ya basta… Ya has hecho suficiente por el mundo, por todos. Has sacrificado tanto… ¿Incluso deseas sacrificar tu merecido descanso? – Rose se arrodilló al lado suyo. – ¿Acaso… Es todo esto un auto castigo?

- No… Yo… Sé que soy egoísta… Pero… siento que aún soy necesario… Que de algún modo… Puedo ayudar… La generación que vendrá… Será la que cambie el mundo… De modo final. Tal como Elohim cree… Y yo también… – Creer, Himmel había aprendido que si bien parece una palabra vacía… Para él tiene mucho peso. – Lo siento… Díganle a Charlotte y al resto… Que lo siento… Que no puedo verlos…

-Himmel… Eres un idiota. – Rose acercó su rostro al de él y le dio un beso. – Pero eres el idiota que amo, aunque pasen mil vidas… Eso nunca cambiará. – Él sonrió a esas palabras…

-Y es como ella le dijo… Lo amaría aun en mil vidas. – Weiss sonrió a lo que Rose dijo. – Puedo entender eso.

-Igual yo.

Fue lo que dijeron más de una de las presentes mientras su vista estaba fija en el Sekiryuutei quien les sonrió a cada una.

Vio a cada uno de sus amigos irse uno por uno, sonriéndole en silencio… Palabras sobraban. Todos decían una sola cosa, que le desean suerte en su nueva travesía y que siempre estarán con él. Lavenza fue la única que no se fue aún, las 6 gemas alrededor de ella.

-Dejaré mi alma en ellas… Un día, sé que un día nos volveremos a ver. – Himmel sabía que ella no iba a aceptar un no por respuesta. – Creo que es justo… Que esta vez, ambos luchemos juntos… Que veamos el futuro juntos… Como siempre debió ser. – Lavenza empezó a desaparecer, unas lágrimas saliendo de sus ojos. – Hasta otra vida querido hermano… Mi héroe.

Himmel vio el alma de su hermana separarse en 6 trozos y unirse a las gemas, que tras ello, se elevaron al cielo para desaparecer de la vista de Himmel…

-Y ella hizo lo mismo… Hermanos debían ser. – Vernal negó con la cabeza eso.

-Anda… Vete… Eres libre… Ya no… Debes volver conmigo.

- ¿Y perderme la oportunidad de ver como serán las cosas a futuro? Lamento decirte esto Himmel, pero de ninguna manera te desharás de mí tan fácilmente… – Skeith se empezó a volver partícula mientras ingresaba su esencia y la de los otros al orbe rojo. – Tengo interés en ver lo que será tu nueva vida.

Himmel rio un poco, pero estaba feliz… Al menos él y Skeith podrán velar por quien él sea en el futuro, ojalá sea alguien interesante.

- [Yo haría lo mismo… Ni creas que te desharás tan fácilmente de mi compañero.]

-Je, ya me lo imaginaba. Después de todo estamos juntos hasta el final compañero.

Issei podía entender porque Himmel sonrió… Porque él pensaba lo mismo. Con sus compañero hasta el final.

-Hey… Skeith… ¿Lo hice bien…? ¿Cumplí… Mi promesa de nunca rendirme…?

- Si… Lo hiciste… Mejor de lo que cualquiera pudo pedirte. – Skeith ya estaba desapareciendo, sólo quedaba algo de él. – Hasta otra vida Himmel.

-Hasta otra vida… Skeith… – Ver como el ente era absorbido totalmente por el orbe rojo, lo hizo soltar un respiro…

Justo cuando estaba a segundos de cerrar los ojos y ponerse a dormir, sintió la mirada de alguien a un lado suyo… Era algo grande, no lo veía con claridad pero… Sentía que estaba a su lado, para que no se sienta solo.

Agradeció mentalmente al ser misterioso y cerró al fin los ojos, su cuerpo finalmente dejando de respirar. Las partículas en las que este se volvió fueron al orbe.

-Y… Así acabó esa vida de él… – Qrow solo pudo pensar que… – Vaya manera de acabarla.

Y todos pensaron lo mismo, vaya manera de hacerlo. Pero vieron que la imagen no acababa.

El orbe se elevó al cielo del lugar para volver a la tierra.

El rugido de algo grande, abrió un portal que llevaba al orbe directamente a la tierra… Este no perdió tiempo y fue hacia el portal para cruzarlo. Tras ello, se cerró… Con el enorme ser viendo lo que había sucedido, el poder que hubo acá lo llamó…

Se empezó a retirar, ya que no hay más que hacer aquí… No sin antes pensar en el mortal que dio su vida sin pensarlo dos veces por lo que creía y el sueño que tenía… Primera vez en su larga vida que… Ve uno tan fuerte y puro… Paz y unión para todos… Ese sí que era un gran sueño.

-Llamó la atención de Great Red… – Arthur estaba impresionado. – Lo acompañó en su lecho de muerte para que no muera solo.

-Tras todo lo visto no me sorprende nya.

Y nadie lo hacía, es más… Vieron que el relato seguía.

-Yo… ¿Dónde…? – Himmel sintió que al fin despertaba de su largo sueño… Pero todo estaba oscuro. – ¿Ya estoy… Vivo de nuevo…? ¿Hmmm? Esta energía que siento… ¿Ddraig…?

Himmel abrió los ojos totalmente y se vio de nuevo en el salón del corazón donde más de una vez había estado para meditar muchas cosas a lo largo de su vida. Pudo ver al enorme dragón rojo con quien una vez converso, durmiendo plácidamente en el suelo, parecía que estaba en una especie de sueño profundo.

Pudo ver… Cómo el que era su vida actual nacía, como sus padres le hablaban y le daban un nombre… Hyoudou Issei…

-Despertó cuando ese Issei nació. Y sabía que Ddraig estaba ahí desde el inicio. – Ruby miró eso con sorpresa. Vaya…

-Ha estado con él desde… Siempre. – Blake sonrió un poco.

Himmel miró la imagen de ambos adultos viendo al pequeño Issei.

-Hyoudo Issei, has nacido con una carga enorme… El Sekiryuutei actual y mi reencarnación… Estoy deseoso de ver a donde iras y si serás capaz de afrontar dicha carga. Pero te aseguro una cosa… – Himmel recreo su armadura oscura, esta vez para darse algo de nostalgia y algo de misterio. – Que te ayudaré a llegar a lo más alto, como el Sekiryuutei y Rey Supremo… Juro que serás alguien que marcará el mundo como nunca nadie lo ha hecho.

Himmel, Haou, se acercó a la puerta y se recostó al lado de ella, debe esperar… Esperar a ver que pasará a partir de ahora, ver cómo el niño vivirá… Y ver si debe de ayudarlo de vez en cuando, hasta que un día pueda valerse solo.

-Bueno solo le queda esperar hasta que sea el momento para hablar con ese Issei.

-Que sabemos que será después que pelee contra el otro Vali.

Lin y Gris asintieron a sus propias palabras mientras recordaban lo que habían visto anteriormente.

-Y sabemos que si ha sido de gran ayuda para ese Issei y para todos. – Jade sonrió al decir eso y los demás también lo hicieron.

El relato siguió, mostrando como todos los que vieron el relato de Himmel habían aprendido algo de su vida y eso lo alegró. A la vez que oyó sus convicciones.

Tras ese relato, todos regresaron al mundo real. Con Himmel viendo que… Ellos habían aprendido. Y eso le bastaba… Su legado estaba en buenas manos.

2000 años… Y aun sigue moldeando el mundo.

-Vaya, ese si que ha sido un relato largo. – Yang se estiró un poco… – Pero vaya que enseño mucho.

- Se los dije. El Rey Supremo… Su vida es digna de ser contada. Claro… A veces debes pedir permiso para decir esas historias. – Miraron al ente con duda. ¿A que se refiere? – Nora, dijiste: ¿Por qué vemos una historia dentro de otra historia?

-Ahm... ¿Si?

- Porque no fue así. – Ella se puso a un lado. – Tuve que pedir permiso para que lo vean al dueño del recuerdo. Espero que no te haya molestado, Rey Supremo.

-Ah para nada. – Todos dieron un salto al ver como de un destello de luz alguien aparecía al lado de Jinn. – Al menos ya sé a quién le pertenece la voz de hace poco. Issei decía que estaba cansado de oírla… Sin ofender. – Ella negó con la cabeza. – Oh, con que tú eres el Issei que Jinn me pidió que viera mis recuerdos… Ah, y también hay un equipo RWBY aquí… ¡Qué coincidencia!

-Pero usted… Como… Ay no entiendo nada. – Ruby sentía que la cabeza le explotaría.

-...Igual a la Ruby que conozco… – Himmel negó con la cabeza. – Mi poder es el de Issei y el de mi mundo tiene el poder de los sueños como del Infinito, sumado a que… Por ciertas cosas, hemos soñado con ustedes. Jinn nos contacto en sueños y… Issei me dijo que venga a verlos cuando vean mi relato.

-Literalmente no se que decir ante esto. – Weiss se masajeó las sienes en un intento de mitigar la jaqueca.

-Jejeje. El Multiverso es raro… Pero créanme, no han visto lo peor… – Himmel sonrió al decir eso. – Pero en fin, mi grupo les desea buena suerte en lo que están haciendo. Y si tienen lo que los de mi mundo… Lo harán bien.

-Ammm… Gracias. – Fue todo lo que pudo decir Issei quien aún estaba procesando esto. Incluso para sus estándares esto era raro… Muy raro.

Himmel lo miró, alzó un dedo y le tocó la frente.

-Palabras de la Rias de mi mundo a ti. Deja de flagelarte y vive, sé feliz. Ella dijo que si hay una Blake aquí, puede estar tranquila que te tendrá en tu lugar. – Lo dijo con cierta burla.

Eso último dibujó una sonrisa de superioridad en la faunus quien vio a las demás quienes la vieron con fastidio.

-También… Koneko, Ravel… Que no las odia. Así que no sientan más culpa. Que ayuden a vigilar al idiota que tiende a quedar medio muerto casi todo el tiempo.

-Haremos lo que podamos. – Ravel se secó una lágrima que se le escapó tras oír el mensaje de esa Rias.

-Aunque Senpai sea imprudente y sea un caso perdido haremos nuestro mejor esfuerzo. – Koneko sonrió como pudo sin contener las lágrimas, escuchar eso de parte de esa Rias le quitaba un peso de encima.

Issei las miró molesto, Himmel río.

-Y unas palabras de mi Issei a ti. – Lo miró con duda. – No avergüences el nombre del Sekiryuutei en este mundo. Que nosotros somos los mejores de los Dragones Celestiales. Sus palabras al saber que Vali estaba aquí, ya debes saber como es.

-¿Un idiota obseso con las peleas y que se quiere hacer el genial?

Vali lo miró molesto por lo que dijo y Himmel rodó los ojos, son iguales.

-...Bueno, me voy. Skeith me espera para reconectar con Issei… Y Jinn, dice que no le molesta que sigas mostrando su vida. Si algo aprenden de ella, lo pone feliz. – Jinn dio una reverencia. – Cielos… Llamate Rey y todos te tratan así.

Himmel se dio la vuelta para irse. Solo que…

-...El Futuro es de los que tienen el Valor de Luchar por él… No olviden eso, jóvenes de Remnant. – Himmel empezó a desaparecer. – Los veremos en nuestros sueños.

En un destello de luz, desapareció… Dejando a todos en silencio.

-...Eso fue… No tengo palabras. – Ciel no sabía qué decir.

-Nuestras vidas ya son raras, pero esto supera todo. – Yang no sabía qué cara poner por la visita inesperada.

-Yo solo estoy feliz de que recibí la aprobación de… Ser la oficial y regular este desastre de Harem. – Blake jamás borró su sonrisa.

-¿Seguirás con eso siempre? – Pyrrha vio con molestia a su amiga que nunca dejó de sonreír.

-Solo tienen celos. Vamos Cielo, una vez salgamos de aquí… Hagamos un gatito.

Mientras que las chicas estaban molestas por eso, Jinn vio como Issei miraba el lugar donde él se fue.

- Peculiar… ¿No? – El ente sonrió al verlo. – Pero puedes ver que… Aun en otro lado, confían en que ganarán. Eso debe de bastar. ¿No?

-Lo hace… – Sonrió al pensar eso. – El Futuro es de los que tienen el Valor de Luchar por él… Creo que lo entiendo… Sigue mostrándonos esta realidad Jinn… Quiero ver que pasa con ese yo.

El ente asintió, dado que eso iba a hacer.

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En una realidad diferente…

-¿Les pasó el mensaje?

-Si. Lo hizo… En serio mujer, deja que me bañe.

-Nah, sabes que no haremos eso… – La chica rió al ver su cara. – Pensar que hay… Un mundo donde…

-No pienses eso. No es nuestra realidad… Solo esperemos que les vaya bien con lo que tienen.

-Tienen una versión tuya. Lo harán bien… Y gracias por tenerme tanta confianza para darle a otra yo tu bendición.

-Fufu. De nada… Ahora, ayúdame con él…

-Con todo gusto…

-¡Ustedes…! ¡Ah, al menos denme un minuto! ¿¡Cómo han entrado todas las demás!? – Se llevó una mano a la cara al ver al resto en el baño. – Mi vida es una desgracia… Espero que lo soportes… Yo de ese mundo.

Su vida sí que era rara… Pero así era la vida del Sekiryuutei actual sin importar la realidad.