Hermione había arrastrado a Ron con ella para subir una pesada caja de libros de suma importancia y por ello debía cerciorarse de qué los guardase con cuidado, no obstante el pelirrojo supo de inmediato qué era una razón para dejar sola a la pareja.

Antes de marcharse Hermione le regaló una mirada comprensiva a Draco y le dio ánimos para lo qué sea qué viniera, él sabía qué podía contar con ella sin importar la situación.

—¿Qué es lo qué no sabes cómo decirme? —preguntó Harry.

Draco todavía le daba la espalda a Harry, el antiguo estudio se encontraba casi vacío salvo por dos montañas de libros sobre este y algunos artículos de papelería qué terminarían de guardar.

El rubio se giró para encarar a Harry, tenía el semblante serio, y los labios apretados, no tenía idea de cómo continuar, y se tomó unos minutos para ordenar sus ideas.

—Es sobre mi repentino cambio de ánimo durante el entrenamiento, la razón qué me obligó a salir del campo —expresó con voz temblorosa.

—¿Es grave? —preguntó Harry, visiblemente preocupado.

Draco tuvo ganas de llorar.

—No, o eso espero —su labio inferior tembló, tomó una bocanada de aire, evitando qué las lágrimas se acumularan en sus ojos.

Draco no quería qué su felicidad le durase tan poco, y no era justo para Harry seguir ocultando la verdad.

—¿Entonces…?

Draco decidió ser directo, de todas formas se lo iba a decir y no tenía idea de cómo controlar la situación de manera tranquila y sin rodeos.

—La final de fútbol la jugaremos enLa Universidad del Reino Unido en Oxford, mi antigua universidad —confesó, agachando la mirada, no tenía valor para mirar a Harry a la cara.

—¿Y eso qué tiene qué ver? —preguntó Harry, que seguía sin comprender.

—Gran parte de mi pasado está en ese lugar y volver sólo abrirá una herida qué no ha terminado de cerrar —admitió.

Harry estuvo a punto de replicar qué no era tan grave, qué él era fuerte y valiente para llegar con la cabeza en alto sin importarle lo qué hubiera o no tenido qué pasar. Pero antes de abrir la boca, la realidad cayó sobre él cómo balde de agua helada.

—¿Es…? ¿Es por él? —preguntó, su garganta se había cerrado y sus ojos acumularon lágrimas a una velocidad alarmante.

—Harry, mi amor, yo te quiero a ti, no lo dudes —dijo Draco y se acercó a él a grandes zancadas, y tomó su cintura.

Harry quiso zafarse pero Draco no se lo permitió.

—No lo parece Draco, estás recordando a otra persona cuando estás conmigo, ¿qué clase de amor es este? —sollozó el chico.

Draco sintió un dolor qué le oprimía el pecho.

—Cariño, yo no siento nada por él, estoy enamorado de ti —dijo—, escucha, lo qué pasó fue un espejismo qué me hizo creer algo qué realmente no era, pero contigo ha sido diferente…

—Ahora vas a salir con el cuento de qué lo nuestro es especial y diferente por qué así lo sientes y a saber cuanta mentira más —le reclamó Harry.

Harry estaba molesto y sentía el corazón hecho pedazos, se apartó de Draco dispuesto a salir pero este lo detuvo.

—Amor, déjame explicarte por favor —suplicó Draco—, si después quieres dejarme no lo impediré

Harry bajó la guardia y accedió a escucharlo.

—Cariño, él volvió a buscarme, por medio de mi madre, me lo dijo en Navidad —confesó.

—¿Qué?

Dicha confesión fue cómo una daga directa al corazón.

—No te lo había dicho por qué eran fechas especiales, además necesitaba contarte sobre mi pasado para qué entendieras la situación —dijo—, Harry yo te quiero, estoy enamorado de ti y este sentimiento va creciendo cada día, no quiero a nadie a mi lado qué no seas tú, me has ayudado en todo momento, has sido increíble conmigo, eres cómo una luz al final del túnel, una prueba qué me ha puesto la vida para darme cuenta qué la felicidad existe

Draco no se había percatado de haber derramado lágrimas hasta qué terminó de hablar.

Harry observaba y escuchaba con atención. Si lo qué decía Draco era verdad debería tener sentido, y le tomó un par de minutos comprobar qué así fuera. En realidad no habían contado con mucho tiempo para hablar sobre temas de terceros, lo importante para ellos era estar juntos, conversar de cosas divertidas, tener su primera cita y centrarse en fortalecer su amor.

Pero Harry tenía miedo, de qué Draco volviera a ver a su ex novio y lo dejara por él, no conocía al tal Joseph pero ¿Y si era más alto? ¿o tenía ojos más bonitos? ¿cabello más ordenado? y demás cosas qué él no, ¿Y si Draco las comparaba y terminaba eligiéndolo a él? Harry no se imaginaba vivir con el corazón roto de por vida.

—¿Y si descubres qué todavía sientes algo por él? ¿Qué el verdadero fantasma de tú pasado resulta ser qué no lo has olvidado? —preguntó con un hilo de voz.

—Jamás estaría con alguien cómo él, escucha amor, esto qué siento por ti es tan fuerte y especial, no quiero dejar de sentirlo, y no te voy dejar mi amor —confesó—, te adoro Harry, sólo quiero estar contigo, construir lo nuestro y si todo esto sigue tan bien cómo hasta ahora, pensar en un futuro juntos…

Draco tomó sus mejillas y se acercó a él para besarlo, lento y suave, transmitiendo todo ese amor qué sentía por él. Además de sellar esa promesa de amor.

Harry correspondió el beso, de manera tierna y profunda, lo abrazó y atrajo a él más y más.

—Te quiero Draco, no te quiero perder —confesó, sus labios rozaban y sus frentes estaban juntas.

—No me vas a perder amor, ni yo a ti, nuestro amor es fuerte y te aseguro qué nada ni nadie lo va a cambiar —aseguró.

Volvieron a unir sus labios durante un par de minutos hasta qué escucharon un carraspeó a espaldas de Harry.

—¿Verdad qué te asusté? —dijo Ron, cobrando venganza, por lo sucedido en los vestidores.

Draco rodó los ojos y Harry contuvo una risa.

Harry no tenía por qué pensar mal de Draco, le había demostrado qué lo quería y cuál fuera su pasado ahí se quedaría, su presente era él, y nadie más. Su relación podría seguir creciendo y fortalecerse.


Los días transcurrieron entre las evaluaciones del primer parcial y los entrenamientos de fútbol, los chicos sentían qué apenas contaban con el tiempo suficiente para comer y dormir. Fue así cómo el mes de Febrero llegó a su fin y con ello el día de la final de fútbol se acercaba más y más, la fecha estaba por definirse y ese día del mes de marzo del año en curso al fin se iba a definir.

—Fue complicado elegir una fecha, la universidad con la qué competimos puso las cosas más difíciles de lo qué pensamos —explicó Hooch.

—La verdad son muy sangrones —murmuró Draco al oído de Harry quién apretó los labios conteniendo una risa.

La pareja no había vuelto a pelear, aquel mal entendido quedó en el olvido y acordaron platicar todo lo necesario sobre el tema con el fin de evitar pasar un mal rato. La mayoría de su círculo social sabía qué eran novios, ellos no se escondían y al ser de las primeras y pocas parejas de la comunidad LGBTIQ qué se paseaba de la mano por el campus, el director Dumbledore promovió el respeto y aceptación a todas las parejas, además algo qué muy pocos sabían era qué, Dumbledore era gay. Por lo tanto, le dio prioridad a la aceptación y respeto a cualquier persona sin importar sus gustos, creencias, ideologías y demás diferencias.

—Sólo espero qué no jueguen tan sucio cómo los últimos dos equipos —se quejó George.

—Espero lo mismo pero si es el caso ustedes se han manejado bastante bien en el campo, y no espero menos en la final —dijo Hooch.

—Seguiremos trabajando en ello —aseguró Fred.

Los siguientes 10 minutos transcurrieron en palabras motivacionales para el equipo y alguna qué otra recomendación más, el entrenamiento de ese día había finalizado, les quedaban un par más antes de la final y cómo era costumbre la semana previa al partido los entrenamientos serían diarios con tal de no perder el ritmo, además a solicitud de la entrenadora, los partidos se estaban jugando en el gimnasio de la escuela, con el fin de no exponer a los alumnos a la nieve y el frío.

—Cómo último punto, les anunció qué la final se jugará el día Sábado 26 de Abril —anunció—, contamos con un par de semanas para continuar los entrenamientos

Hubo murmullos y algunas quejas de parte de los integrantes de"London Team",sentían qué era muy pronto o quizá los nervios de estar en la final les hacían pensarlo.

—...no pierdan el ritmo por favor, sé que podemos ganarles, no hemos llegado aquí por nada, así qué enfoquémonos en ganar —dijo.

Draco no estaba seguro de cómo reaccionar, era demasiado pronto pero a la vez creía qué entre más rápido llegase el día de la final era mejor, y no tendría qué pisar ese lugar nunca más, y verles las caras a todos sus ex compañeros y a quienes no había tratado bien.


—¿Por qué están vestidas así? —preguntó Ron.

Algunos integrantes del equipo observaban a las recién llegadas, qué por alguna razón portaban un uniforme bastante parecido al de los jugadores, inclusive tenían el logo de la universidad estampado en la parte superior derecha, justo arriba del pecho.

—Están frente a las nuevas porristas —dijo Luna, llena de orgullo.

—¿Porristas? —preguntó Neville.

—Sí, la profesora Hooch me encargó hacer un llamado a las chicas para formar parte del equipo de porristas, además nos darán un punto extra en tres materias en la calificación final —explicó Ginny.

—Estoy seguro qué ninguna necesita puntos extra —dijo Draco.

—Así es pero queremos vivir esta experiencia, además tendremos la mejor vista y presentación de un equipo de porristas —comentó Hermione.

—Qué inusual —expresó Fred a espaldas de los cuatro chicos.

—Cantaremos las mejores porras —aseguró Ginny.

—Queremos verlo —desafió George.

—Lo demostraremos en la final —dijo Luna.

—Bueno, y ¿Cuántas porristas son? —preguntó Harry.

—Somos seis, necesitamos otras seis para completar el equipo —respondió Ginny.

—Suerte con eso —dijeron Fred y George al unísono, giraron sobre sus talones y caminaron hacía el interior de los vestidores.

—Nosotras nos vamos tenemos qué terminar de reunir a las chicas y ensayar para la final —dijo Ginny

—¿Quién será la capitana? —preguntó Neville.

—Ginny, obvio —respondió Luna.

—En ese caso les deseamos el doble de suerte —dijo Draco.

Ginny rodó los ojos, los chicos se rieron y ellas se encaminaron al centro del campo.

Ron y Neville se enfrascaron en una conversación acerca de la final y Harry y Draco se limitaron a abrazarse.

—Cariño, si tú sabes cómo juega el equipo rival podrías decirnos —sugirió Harry.

Draco se río.

—Tal vez —murmuró cerca de los labios de Harry—, pero tendrás qué convencerme

—¿Y cómo? —respondió rozando sus labios.

—Tú lo sabes

Dicho esto Harry junto sus labios y comenzó a besarlo, lento y dulce, siempre qué estaban juntos eran las mejores partes del día, sobre todo si compartían caricias, besos y palabras de amor.

Minutos después de estarse besando, se apartaron para tomar aire y abrazarse. Harry recorría con la mirada a su alrededor hasta qué algo en medio del campo captó su atención.

—Amor —murmuró Harry al oído del rubio—, voltea disimuladamente a tus espaldas

Draco se apartó para mirarlo con ligera confusión y curiosidad, e hizo lo indicado por él y cuando dio con el blanco no supo cómo reaccionar, sólo observó a Harry con asombro.

—Será mejor llevarnos a Ron —dijo Draco.

La pareja caminó hasta Neville y Ron, uniéndose a su conversación y guiándolos a las duchas sin qué ellos se dieran cuenta. Draco y Harry, tenían compasión por Theo y no querían qué corriera con la misma suerte qué el rubio el día de la fiesta del pase a la semifinal por estar con Ginny. La pareja se veía bastante entusiasmada conversando, y desatar la furia del pelirrojo no estaba en su lista de planes.


Los días transcurrieron con rapidez para gusto de Harry, además la invitación a todo el alumnado y sus familiares se había expandido cómo pólvora después del anunció oficial. Su familia solía asistir únicamente a eventos importantes debido a sus diferentes y constantes ocupaciones, y esa vez habían prometido estar presentes en la final Inter escolar de fútbol de Londres, la cuál si ganaban les darían un premio equivalente a $100,000.00 dólares qué repartirían a partes iguales entre los 15 jugadores (alrededor de 6.6 mil dólares por jugador), además de brindarle una mención honorífica a la universidad, qué sería reconocida por las ligas más importantes de fútbol de Inglaterra.

Dos semanas antes del partido, el equipo se encontraba bastante nervioso, tanto por la retribución monetaria cómo por la mención ante las ligas de fútbol más importantes del país, por ello los entrenamientos eran mucho más pesados, los chicos tenían muy poco tiempo para hacer tareas, Draco y Harry se veían para almorzar y de camino a casa del rubio, y eran los momentos qué se despejaban de todo, no hablaban de tareas ni de la final, a pesar de tener el tiempo encima. Situación qué fue beneficiosa para Draco pues no había tenido oportunidad de darse cuenta qué iba a desenterrar un muerto qué no quería ver nunca más.

Fue sólo un abrir y cerrar de ojos para ellos y para todo el equipo, cuándo el esperado día llegó.

—¿Estás nervioso? —preguntó Sirius.

—Un poco la verdad, no hemos parado de entrenar y armar estrategias ante las posibles formas de jugar del equipo rival —respondió Harry.

—Es una buena estrategia, supongo qué tienen una idea de cómo juega su rival —dijo James.

—Un poco, Draco nos habló de eso y dice qué el equipo es adaptable a las formas de jugar de los equipos y qué difícilmente les ganaremos, por eso decidimos cambiar las estrategias continuamente para qué el rival no tenga claro a dónde vamos —explicó Harry.

—Suena complicado —admitió Lily, ignorando la mención del rubio.

—Un poco, pero nos hemos adaptado bien, Fred y George son grandes líderes —dijo Harry con orgullo.

—Ya lo creo —dijo la mujer.

Charlaron unos minutos más sobre el partido hasta qué salió el tema de quienes irían.

—Cissy ya confirmó su asistencia —comentó Sirius—, por lo tanto va su hija, y mi querida prima Andrómeda se ofreció a llevarnos a todos en su camioneta —dijo Sirius—, a excepción de los Zabini, ellos llegarán directo al campus

—Será toda una experiencia —dijo Harry.

—Y hablando de experiencias… —dijo James y observó a Sirius con picardía.

El hombre se ruborizó y titubeó algo incomprensible y cuando creyó poder hablar añadió:

—El sábado pasado Frank, Alice, su hijo Neville y un amigo de ellos qué les había recomendado el lugar, aparecieron en"The camp rock",claro qué ellos sabían de su existencia, sin embargo no habían podido ir, pero lo interesante aquí es su amigo —dijo Sirius, completamente ruborizado.

El chico de anteojos se lo pensó por un instante, ¿quién podría tener a su padrino tan nervioso?. No le tomó mucho tiempo dar con el blanco pues cuando creyó saber abrió mucho los ojos reflejando sorpresa.

—¿El chico misterioso del café? —preguntó Harry.

Los presentes a excepción de Lily se rieron e hicieron bulla sobre el chico misterioso de"The camp rock".

—Sí, pero ya no es tan misterioso, tiene nombre y Sirius lo invitó al partido, y él aceptó por qué Neville jugará, además no paró de mencionar qué tiene un ahijado dentro del equipo —añadió James.

—¿Y cómo se llama? —preguntó Harry.

—Remus Lupin —respondió Sirius y soltó un profundo suspiro.

—Wow —dijo Harry.

—Mañana lo conocerás oficialmente, es un hombre agradable, amable, simpático y además es profesor, y aunque está desempleado no se ha rendido al seguir buscando enseñar literatura —dijo Sirius.

Harry analizó un momento lo dicho por su padrino y recordó qué en la UCL no contaban con un profesor de Literatura y quizá él podría ser el indicado para el puesto.

—En la universidad hay una vacante para enseñar literatura, el profesor Binns se jubiló y por alguna razón no han conseguido un suplente —explicó Harry.

Sirius observó a su ahijado con asombro y regocijo.

—¿De verdad? Esto parece una señal divina, por qué si le recomiendo a Remus el trabajo me ganaría su confianza al doble —expresó Sirius.

La amplia sonrisa de su padrino le hizo sentir feliz.

—No lo dudes y quizá hasta algo más —dijo James con intención.

La mesa se llenó de risas a excepción de Lily quién se había levantado con la intención de recoger la mesa, pero la verdadera razón había sido qué no quería escuchar la historia de amor de Sirius, y no por qué no quisiera a su amigo o deseara saber, sino porque Lily, guardaba un secreto qué jamás iba a revelar.


¡Hola! ¿Cómo están? espero qué pasando un increíble fin de semana.

Me quiero disculpar por no haber subido el capítulo el día viernes cómo es costumbre pero últimamente tengo la cabeza en otro lado y varias cosas qué hacer qué me han llevado más tiempo de lo esperado, pero no se preocupen, sin capítulo no se quedan 3 Gracias por la paciencia.

Ahora, hablemos del capítulo, esta parte es cómo un puente para lo qué viene y déjenme decirles qué será fuerte, por varios puntos qué toca el capítulo: la final de fútbol, el secreto de Lily, y la relación de Harry y Draco, no daré muchos spoilers pero iremos desarrollando estos puntos, unos con más drama qué otros y momentos muy esperados qué espero sea de su agrado

Muchas gracias por leer, nos vemos en la próxima

Ale