Los personajes de Mai-Hime no me pertenecen… sino que son de Sunrise.

Capítulo 1

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Natsuki

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Nadie puede hacer bien su trabajo, y después se quejan con los superiores, no es mi culpa que sean ineptos, lo importante acá es atrapar a los delincuentes. Pero no, allá van ellos a esperar en una estúpida camioneta mientras los del cartel hacen el intercambio, ¿qué acaso nadie noto que tienen un plan de escape de respaldo? Pero no, ellos no escuchan, así que obviamente no dejare que esos tipos escapen.

Como ando de incognito y vine en mi moto aunque se negaran, voy directo a acabar con su plan de escape, al llegar sin problemas voy acabando uno por uno a los hombres Kyo, uno de los traficantes de drogas más importantes del país, cuando tengo a la mayoría neutralizada, llego a la parte más difícil, pongo un silenciador en mi arma y empiezo a avanzar, a los que no puedo poner a dormir simplemente les disparo inmovilizándolos, llego hasta donde tienen los autos esperando y termino el trabajo, le disparo a las ruedas y me siento a esperar.

Cuando al fin escucho todo el ajetreo, veo como mis estúpidos compañeros no pueden hacer nada, como siempre, Kyo viene confiado hasta acá, cuando me ve, le sonrió.

- Hey Kyo – saludo – lo siento, pero no te podrás escapar hoy, ya no te quedan hombres, y los que te quedaban los dejaste encargándose de los policías.

- ¿Quién rayos eres? – pregunta furioso.

- Alguien que odia a las personas como tu – respondo fría.

Él saca su arma, pero en solo dos segundos la suelta al sentir el disparo en su mano, me bajo con toda la tranquilidad del mundo y camino viéndolo agarrar su mano gritando, antes que pueda huir ya lo tengo de rodillas y esposado, le amarro la mano con un paño, y otra vez me siento a esperar a que los idiotas lleguen.

En unos minutos más aparecen los demás, se demoraron minutos con un montón de hombres que eran menos de los que yo neutralice, suspiro, ¿por qué me obligan a trabajar en equipo? Trabajo mejor sola.

- Kuga – dice uno de los hombres - ¿Qué sucedió aquí? Se suponía que debías apoyarnos.

- ¿Y dejar que él escapara? – pregunto irónica – Ahí lo tienen y por allá hay muchos de sus hombres heridos, yo me largo.

- Debes quedarte – dice otro oficial – eres la oficial a cargo.

- Soy la oficial a cargo, ¿cierto? – los miro – pero ¿alguno de ustedes me escucho? Claramente dije que era demasiado fácil todo y que tendría un plan de escape, pero no, ustedes siguieron lo que se dijo en el cuartel, así que un carajo me importa, encárguense ustedes.

Sin dejar que digan algo más salgo de allí, les hago todo el trabajo y quieren decirme cosas, estúpido, no me uní a la policía para esto.

Ya no estaré en servicio así que me voy a tomar unos tragos, al llegar al bar de costumbre me siento en la barra.

- Hey Kuga – saluda Nao – Mal día, ¿eh?

- Ni te imaginas – respondo – a veces siento que trabajo con niños.

- Pero si a ti no te gustan los niños – dice.

- Exacto.

- ¿Qué han dicho tu Capitán o Mayor? – me pregunta.

Suspiro.

- El capitán es un inepto más – respondo – y el Mayor es un lamebotas que se ira mañana a ocupar otro puesto más alto, al menos ya no tendré que verlo, odio a ese viejo.

- Podrías ser capitán fácilmente – dice – pero vives haciendo las cosas a tu manera, eras teniente, pero golpeaste a tu capitán y ahora eres Subteniente.

- Se lo merecía – digo – Reito es tan irritante, solo me detiene y estorba.

- Entonces – empieza y me sirve una jarra de cerveza - ¿Quién será el nuevo jefe que llegará mañana?

- Ni idea – contesto – sabes que esas cosas no me interesan.

- ¿Y qué pasa si esa persona te hace la vida más imposible?

- Tengo el récord en resolver casos en la ciudad – contesto – los superiores terminan dejándome hacer las cosas a mi manera, porque los demás son inútiles.

- Hay amiga – suspira – Mai y Mikoto tienen razón, tu personalidad va a chocar un día contra alguien que no te aguantara nada.

- Nadie puede controlarme Nao – digo, es ridículo – en estos veinte siete años nadie pudo, quien se atreva sufrirá.

Ella se larga a reír.

- Bebamos entonces – dice.

- ¿No estás trabajando?

- Soy la dueña – responde – puedo beber siempre que quiera, además mi mejor amiga esta acá, de seguro para celebrar algo.

Sonrió y le cuento todo lo que sucedió hoy, Nao es mi amiga desde que éramos niñas, junto con Mai y Mikoto, yo viví con la familia de Mai desde los diez años, mi madre murió en un accidente por un conductor ebrio, y mi padre simplemente me dejo, aunque pago toda mi educación, jamás fue un padre.

Yo me convertí en oficial de policía, Nao empezó con un negocio y ahora tiene uno de los mejores bares de la ciudad, Mai tiene un restaurant y Mikoto trabaja con ella, ambas están casadas, y bueno, eso resume mi vida social, no me importa tener más vida social que esta, las personas son complicadas y odiosas, ya tengo suficiente con mis tres amigas, que solo las aguanto porque las quiero, aunque no les digan que dije eso.

Entre a la academia de policía y me gradué más rápido que el resto como la mejor de mi generación, así que más rápido empecé a trabajar, a medida que pasaban los años me iban ascendiendo, pero también empezaron los problemas, siempre resuelvo los casos, tengo un historial perfecto en eso, pero mi historial de comportamiento es lo que hace que me lleve regaños o que me degraden como hace seis meses, donde el idiota de Tate tomo mi lugar como teniente y yo baje a ser Subteniente, como dijo Nao podría incluso tener más, pero no me interesa, eso de los grados o burocracia no es lo mío, a mí me importa atrapar criminales, detener asesinos, rescatar a personas, ese es mi trabajo, y a veces mi trabajo no concuerda con las ideas de ellos, bueno no es mi problema que ellos sean idiotas.

Solo vean este ejemplo, han seguido y tratado de atrapar a Kyo por tres años, el caso paso de un lugar a otro y nadie lo lograba, me asignaron el caso hace un mes y miren, resuelto, ¿ven lo que les digo? No es por ser presuntuosa simplemente me estresa como interfieren con mi trabajo.

Después de unas cuantas jarras más me voy a mi apartamento, es una suerte que solo este a una cuadra, así no tengo que manejar mi moto que deje bien segura en el estacionamiento privado de Nao.

Entro sacándome mi chaqueta y tirándola al sillón, que día tan agotador, y no quiero ni pensar que sucederá mañana. Me siento en mi sofá y trueno mis huesos, luego sin poder evitarlo caigo dormida.

Mi alarma suena, son las cinco y media de la madrugada, mi cabeza duele, debe ser porque no he comido nada desde el almuerzo de ayer, y fue porque Mai me obligo a pasar a buscar mi almuerzo. A veces pienso que se cree mi mamá. Me levanto a lavar mi cara y luego saco agua de la nevera para tomarme unas pastillas, una vez lista con eso me cambio ropa y salgo a correr, después de media hora vuelvo a mi apartamento a seguir con mi rutina, pesas, abdominales y flexiones. No puedes estar en la fuerza policial sin entrenarte, los que dejan de hacerlo son idiotas, por eso no logran seguir a los criminales.

Cuando termino ya son las siete de la mañana, me voy a duchar y cambiar mi ropa, paso por la cocina y no hay nada, tendré que ir a comprar ramen y rayos la mayonesa se terminó también, esto es horrible, tomo mis llaves y salgo camino a donde deje al amor de mi vida, mi amada moto, camino a la estación paso a comprarme un café y un sándwich, porque sé que Mai me mandara un mensaje preguntando, ¿ven? Se cree mi mamá, y lo peor es que no puedes decirle que no a Mai, da miedo.

Entro a las ocho y llego justo ocho minutos antes, perfecto, subo con mi comida directo a la oficina de mi sector, lo único bueno de mi grado es que tengo una oficina aparte, no es gigante, pero me gusta la soledad.

Algunos me saludan en el camino, pero yo simplemente paso directo a mi oficina, una vez dentro cierro la puerta y me siento colocando mis pies sobre el escritorio lista para empezar el día.

Estoy terminando de tomar mi café cuando entra Reito, se nota molesto.

- ¿Qué rayos haces con tus pies en el escritorio? – grita.

- Es mi oficina – digo - ¿Acaso yo voy a la tuya a decirte que hacer?

- Eres una vergüenza para esta institución – dice – yo por mi te habría degradado a patrullera, pero te salvaste por esa vez – me señala – comete un error más y volverás a lo más bajo.

- No me interesan los putos rangos como a ti – digo – no ando presumiendo eso – porque él vive haciendo eso – mientras pueda hacer mi trabajo me da igual.

Se ve aún más molesto.

- ¿Qué sucedió ayer? – pregunta.

- Atrape a Kyo – respondo tranquila, verlo exasperado es bueno.

- No seguiste el plan que planeamos yo y Tate – dice molesto.

- ¿Cuál? ¿El que dejaría escapar una vez más a ese desgraciado? – pregunto irónicamente – Con razón no lo habían logrado atrapar por años, siguiendo planes estúpidos.

- ¿Cómo te atreves? – grita furioso.

- ¿Qué te molesta? – pregunto seria – Atrapé al criminal y a muchos de sus hombres, cerré el caso, entonces ¿Cuál es el problema?

Sabe que tengo razón, es solo que herí su orgullo, su plan hubiera fallado, pero el mío funciono.

- Presenta un informe detallado del caso – dice finalmente – y arréglate mejor, nos presentaran al nuevo Mayor que estará a cargo de todo.

- Lo que sea – digo, y él sale enojado, es un idiota.

Odio rellenar papeles, pero sé que son necesarios, si uno se equivoca en esto el criminal puede terminar siendo liberado, así que hay que escribirlo con cuidado y con detalle.

Mikoto vino a dejarme un almuerzo y se quedó a charlar un rato, luego me dedique a revisar casos que me habían llegado, pero como a las cuatro vinieron a golpear mi puerta, al parecer el nuevo jefe llego y tenía que ir a su presentación, que estupidez, ni loca me cambio ropa.

Están en el salón que se usa para conferencias de prensa, al tener un rango más alto debo colocarme adelante, lo cual odio, así que simplemente me apoyo en una pared del costado, ojalá termine luego esta cosa.

Entonces sube el viejo Mayor que sinceramente me es indiferente, es un odioso, pero al menos logre trabajar aunque sea un poco tranquila con él a cargo. Lo que no me esperaba y yo creo que todos no se lo esperaban por las exclamaciones y susurros, es que detrás de él subió una joven mujer de pelo castaño, que no debe ser más que uno o dos años mayor que mí.

- Buenas tardes, queridos compañeros – empieza el viejo – ha sido un honor y privilegio haber trabajado con todos ustedes a lo largo de estos años…

Sigue hablando, que latero, simplemente diga adiós y ya, recién vuelvo a prestar atención cuando presentara a la nueva Mayor.

- Es un placer presentarles a la Mayor Shizuru Fujino – dice – ella estuvo a cargo de la principal prefectura de Kioto, la más joven en recibir este honorable cargo, es una muy capaz oficial que estoy seguro aportara demasiado a la segunda más grande estación de Tokio.

Luego ella se adelanta para hablar.

- Buenas tardes, es un privilegio estar acá, he estudiado a fondo el trabajo que se ha estado realizando en esta estación y estoy ansiosa por poder trabajar con todos ustedes – sonríe y todos susurran cosas como "que hermosa" "que maravillosa sonrisa" "ojala saliera conmigo" y muchas cosas más, son todos idiotas, deberían pensar en resolver casos, no estupideces – quisiera llamar a los principales oficiales para presentarnos formalmente – veo como sube Reito, Tate, debería ir yo ahí, pero me da pereza, y luego suben el suboficial y sargento primero, y varios otros, ya que es una estación grande, la segunda más grande.

Cada uno se presenta respetuosamente haciendo reverencias, idiotas, odio esto de las formalidades, es una pérdida de tiempo.

- Ara, aquí falta un oficial – dice esa mujer - ¿Dónde está la Subteniente?

Entonces todos me empiezan a buscar hasta que dan conmigo, maldita mujer, creo que se está ganando mi odio un poco, derrotada y molesta empiezo a caminar hasta subir al escenario.

- Kuga Natsuki – digo, y ya de cerca me fijo en sus peculiares ojos, son rojizos.

- Ara, parece que la Subteniente Kuga es un poco rebelde – dice sonriéndome, esta que se cree, además es entera falsa – he odio y leído mucho sobre usted, será interesante trabajar juntas.

- Lo que sea – digo molesta, todos me miran como si estuviera loca, veo como Reito me fulmina con la mirada, así que le hago una sonrisa burlesca, eso lo molesta más.

- De verdad interesante – dice Shizuru acercándose – aunque me genera curiosidad Subteniente Kuga, no admitiré faltas de respeto, no impondré que me llame Mayor, pero sí que respete a su oficial superior, más en una ocasión formal – me dice seria, y yo le sostengo la mirada, esta mujer será difícil.

Me trago las palabras que quiero decirle por esta ocasión.

- Si Mayor Fujino.

- Mejor – vuelve a sonreír, de verdad es falsa, odio a la gente así – continuemos.

El resto de su discurso o plan para esta estación no me importa, así que dejo de prestar atención y vuelvo a mi lugar en el fondo para jugar en mi celular un rato, cuando veo que todos empiezan a moverse, miro y parece que todo termino, así que sin pensarlo dos veces vuelvo a mi oficina ya que un caso llamo mi atención, la estación central de Tokio pidió ayuda con un caso de un asesino en serie, llevan más de dos meses sin poder tener ni una pista concluyente, ha asesinado a diez mujeres, debe ser un caso demasiado difícil para ellos ya que pidieron colaboración, y por mi historial, la carpeta llego directamente a mi oficina sin pasar por los demás oficiales, bueno a investigar, me coloco la chaqueta y pesco mis llaves para ir a conversar con el oficial a cargo en la otra estación, pero alguien me detiene al entrar primero, Fujino.

- ¿Va a algún lado Kuga-san? – pregunta, entrando como si fuera su casa y observando todo.

- A ver un caso – respondo seria.

- ¿Qué caso? – pregunta, maldita entrometida.

- Uno que llego directo a mis manos – respondo – y no tengo tiempo para conversaciones idiotas que me atrasan.

- Conversaciones idiotas – dice colocando su mano en el mentón como meditando en ello – Su oficial en jefe le pregunto algo y usted dijo ¿conversación idiota?

Definitivamente se está ganando mi odio.

- ¿Por qué rayos no se va a su lujosa y gran oficina a sentarse sin hacer nada como siempre lo hacen los de arriba? – grito.

Ella me mira seria acercándose y haciéndome retroceder.

- Porque no soy como ellos – me dice mirándome directamente a los ojos – Llegue a este puesto por mi trabajo, uno que me gusta hacer bien, no me quedare en mi oficina simplemente llenando papeles, participare activamente en supervisar los casos – explica – así que ¿a dónde va Subteniente Kuga? – pregunta seria.

- A la estación principal – contesto entre dientes – me necesitan allá.

- ¿Por qué eso no se me ha informado?

- Quizás porque llego hace no sé, unas horas – digo irónicamente – mire Mayor, hay un asesino suelto y solicitaron mi ayuda, pida que ellos le informen y déjeme hacer mi trabajo.

- De verdad es la rebelde de toda la estación, su reputación es conocida – dice – aunque haga un buen trabajo su actitud deja mucho que desear – se acerca más – y yo no tolerare eso, ¿entendió?

Maldita mujer.

- Si quiere lea el expediente en mi escritorio – digo – pero que quede claro, ellos me llamaron a mí directamente, y ni usted puede detener eso, es la estación central de Tokio, así que, si me disculpa alteza me retiro – y antes que diga algo más logro esquivarla y salir directamente a mi moto.

Esa mujer será un dolor de cabeza, la odio.

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Shizuru

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Mi familia viene de una larga línea de policías y desde niña quise serlo, no porque era una tradición familiar, sino porque me interesaba, cuando era niña veía como mi padre me contaba sobre como atrapo a los malos, él es Subcomisionado de Kioto, el rango más alto en esa ciudad.

A medida que fui creciendo me di cuenta de cómo la gente se acerca a ti por interés, mi padre era tan conocido como el gobernador de la región, todos querían ser mis amigos, pero era obvio que nadie era real, solo interés por conexiones o para entrar en la fuerza fácilmente, así que decidí fingir, sonreírles a todos, actuar como si todos me importaran y dejarlos siguiéndome todo el tiempo, ellos querían engañarme, así que jugué mejor mis cartas y yo terminé utilizándolos.

Con el tiempo esa mascara se quedó y fue más fácil para mi trabajo, llegue a ser Mayor por mi propio mérito y trabajo, me esforcé más que nadie en la ciudad, trabaje hasta el cansancio, pero a pesar de eso todos creían que era porque mi padre era el Subcomisionado de Kioto, estaba cansada de ser menospreciada por eso, y cuando escuche que se habría un puesto en la segunda principal estación en Tokio me postule enseguida, no fue fácil por mi edad, ya que tengo solo veintinueve, y lo otro es que no llevo mucho tiempo como Mayor, pero en esta ocasión al fin gano mi trabajo y termine siendo aceptada, estaba tan feliz que llegue a casa corriendo para contárselo a mi madre, quería celebrarlo con ella en vez de en mi apartamento a solas.

Mi padre estaba medio renuente a dejarme ir, pero una vez lo acepto me advirtió que Tokio sería distinto, no podía dejarme pisotear, habría muchos que serían mayores, así que tenía que hacerme respetar, lo abrace y le dije que confiara en mí, él me abrazo de vuelta.

- Te extrañare mi niña – me dijo – eres la luz de mis ojos.

- Yo también te extrañare padre.

- Recuerda todos los consejos que te di – me dice – y cualquier cosa me llamas, siempre estaré aquí para apoyarte o aconsejarte.

- Lo sé papá – le digo sonriéndole.

Luego mi madre habla.

- Y intenta encontrarte a alguien – dice – ya deberías estar casada, mucho centrada en tu trabajo no es bueno, necesitas una vida personal fuera del trabajo.

- Mamá – digo.

- Nada de mamá Shizuru – me dice – simplemente me preocupo por ti, ¿cuándo fue la última relación que tuviste?

Me pongo a pensar, rayos ni siquiera me acuerdo, tres años o cuatro.

- Ves, ni te acuerdas – me dice mi madre – y lo peor es que todas esas relaciones terminan enseguida.

- Mamá, tienes que entender que tengo mucho trabajo, no tengo tiempo para eso por ahora – explico – menos al llegar a una estación como esa.

- Hazte el tiempo – dice, mi madre no dejara el tema.

- Bueno mamá – digo – me hare el tiempo por conocer a alguien.

- Déjala en paz amor – habla mi padre – es difícil encontrar a alguien siendo policía, nosotros tuvimos suerte – le da un beso, me gusta la relación de mis padres, siempre pensé en tener algo así, pero nunca tengo tiempo, de hecho, no recuerdo la última vez que tuve sexo, fue hace mucho.

Me despido de ellos y me retiro a mi apartamento, donde ya tengo casi todo embalado, me siento frente a mi laptop y empiezo a revisar los datos del nuevo lugar donde trabajare, alguien destaca, su nombre aparece en todas partes, Natsuki Kuga Subteniente degradada el año pasado por golpear a su oficial superior, vaya, no tiene respeto. Luego otra vez aparece, historial perfecto en casos cerrados, impresionante, incluso algunos de los más difíciles, pero no trabaja en grupo le gusta hacer todo sola, otro problema con esta Natsuki. Mas y más comentarios sobre ella, experta en su trabajo, pero irrespetuosa, rebelde, no le importa la autoridad y no trabaja en equipo, será alguien difícil con quien tratar.

Miro la fotografía que muestra su expediente y vaya, una hermosa mujer, que lástima que sea tan conflictiva, ya veremos como resulta todo Natsuki Kuga, eres interesante, pero por ningún motivo dejare que hagas lo que quieras sin seguir las cosas correctamente.

Cansada me levanto y voy a descansar, mañana será un día largo con la mudanza.

Apenas entro a mi nuevo apartamento en Tokio quedo fascinada, mi padre insistió en que él lo compraría, así que me rendí o terminaríamos discutiendo por días.

Es hermoso, en el último piso, tiene un gimnasio, una suite y dos habitaciones extras, una sala y comedor amplios, y la cocina es perfecta, la adore cuando la vi con mi madre, grande y lista para preparar lo que quieras, recorro cada parte, decido dejar una de las habitaciones como oficina y el otro para visitas, el gimnasio es muy bueno y mi habitación es espectacular, definitivamente no me arrepiento de dejar que mi padre lo comprara.

Los de la mudanza entran todo y empiezan a acomodar las cosas, más que nada las cosas de la oficina, uno que otro mueble que traje y mis cosas personales, todo el resto es nuevo, ya que está equipado con todo.

Cuando termino de desempacar todo al fin me tiro a mi cama agotada, al menos entro pasado mañana, así puedo descansar y hacer otras cosas, como las compras para la casa, conocer el barrio y dormir, lo necesito.

Como aun no compro nada para cocinar decido salir a comer, cerca hay un hermoso parque, y a los costados está lleno de negocios y restaurantes, así que no es difícil poder encontrar un lugar donde comer.

Uno me llama la atención, restaurant Tokiha&Minagi, entro al lugar y es bastante grande, también noto que está completamente lleno.

- Señorita buenas tardes – se acerca alguien – ¿mesa para uno?

- Si por favor – respondo.

Me guían a una mesa, agradezco y la persona parte enseguida a buscarme un menú, además de inmediatamente servirme agua, buen servicio.

Estoy comiendo fascinada, definitivamente vendré más a este lugar, la comida es deliciosa.

De pronto escucho a alguien salir de una puerta más allá, quizás una oficina.

- Me tengo que ir – dice una pelinegra como azulado – que te digo que ya comí – entonces empieza a caminar hacia acá y la veo, es la oficial Kuga Natsuki, que coincidencia.

Pero detrás de ella viene una pelirroja.

- Natsuki Kuga – dice seria – detente ahora mismo.

Natsuki se detiene y se gira a mirarla.

- Mucho mejor – dice la mujer, interesante – ahora llévate esto para la cena, y mañana pasa a buscar tu almuerzo, o yo misma iré a revisar tu apartamento.

- No Mai – dice – no hay que exagerar, vendré, obviamente vendré.

- No sé porque me tinca que tu apartamento está en malas condiciones – dice mirándola – me daré una vuelta uno de estos días.

- Mai vamos – dice Natsuki – no seas así.

- Le diré a Mikoto que vaya – dice la chica.

- Tu esposa es mi amiga – dice – pero es una traidora que te dirá todo.

- Porque es mi esposa – dice la pelirroja – tu deberías conseguirte una también.

Esto es tan extraño, ¿no se dan cuenta de que puedo escucharlas?

- Otra vez con eso – Natsuki no parece feliz.

- Vamos, incluso Nao está de acuerdo – dice la chica – nunca has estado en una relación oficial, y casi no sales, solo vas a tomar con Nao o estas con nosotras, nada más.

- Me da lo mismo – dice Natsuki – no tengo tiempo para esas cosas, más importante es atrapar a los criminales.

- Y así llegaras a la vejez sin nadie que este a tu lado – señala la pelirroja, no habia pensado en eso.

- Las tendré a ustedes tres – dice Natsuki.

- No es lo mismo – dice la chica.

- Como sea, gracias por la comida – se está despidiendo Natsuki – mañana tengo un operativo importante, pasare por el almuerzo.

La pelirroja la abraza y se despiden. Entonces me nota.

- Oh dios – dice – lo siento mucho, debe haberle incomodado la situación, invita la casa, puede pedir lo que quiera – se nota preocupada, la verdad es que disfrute de conocer a la oficial Kuga antes de tiempo.

- No se preocupe – sonrió – no fue ninguna molestia.

- Me alegro – respira más tranquila - ¿señorita?

- Shizuru Fujino – me presento.

- Un gusto, soy Mai Tokiha, dueña del restaurante – menciona – otra vez mis disculpas señorita Fujino, dejare dicho que su comida corre por la casa – antes que pueda decir que no es necesario, ella se inclina y se va.

Natsuki Kuga es amiga de la dueña del restaurante, y al parecer solo tiene de amigas a ella, su esposa y otra más, se nota que tiene un carácter difícil y rebelde, pero la señorita Tokiha la maneja muy bien. Espero poder manejar a esa mujer también en el trabajo, lo que me llamo la atención es lo del operativo, tendré que llegar a investigarlo.

Al parecer mañana habrá un operativo sobre el traficante de drogas Kyo, nadie ha podido atraparlo, veremos qué tal les va.

Cansada por el extenso día caigo dormida en mi cama.

Mientras me preparo para mi primer día en el trabajo, medito como ayer termine todas las cosas que me faltaban, la despensa y el refrigerador están llenos con lo que necesitare, organice mi oficina y comprobé en la noche que, si atraparon al traficante, solo que otra vez Natsuki Kuga actuó sola, tendré que ver más sobre esto.

La presentación va muy bien, pero no logro identificar a la oficial Kuga, y cuando llamo a los altos mandos ella no viene, lo peor es que cuando viene no muestra ni el más mínimo respeto, tendré que domesticar a esta rebelde oficial.

Luego me muestran mi nueva oficina, la cual es enorme, supongo que tengo reuniones acá también, al parecer mi antecesor solo se dedicaba a estar aquí, pero no es mi intención hacer eso, si dirigiré este lugar me involucrare hasta en lo más mínimo, supervisando a todos los oficiales al mando.

Leo muy bien el reporte del caso de ayer, la verdad es que si hubieran seguido solo el plan del capitán Kanzaki el traficante hubiera escapado, Natsuki previo eso y astutamente detuvo su plan de escape, es brillante y eficaz, pero aun así debe aprender a trabajar en equipo, deberé ser más clara con ello y preparare un grupo para trabajar con ella, que solo me responderá a mí y a ella, así no podrá decir que no la escuchaban.

De pronto golpean la puerta y cuando doy la autorización entra el capitán Kanzaki.

- Buenas tardes Mayor Fujino – saluda – me preguntaba si le interesaría ir a almorzar.

Dios, vengo recién llegando y esto, creo que tendré que ser clara desde un comienzo, pero con inteligencia.

- Ara, Kanzaki-san es muy considerado de su parte – digo sonriéndole, y él se nota esperanzado – pero debo declinar su oferta, la verdad es que acostumbro a comer sola, o en ciertas ocasiones con amigos, y precisamente ahora quiero enfocarme en mi nuevo puesto.

Al parecer no se esperaba una negativa.

- Entiendo – termina diciendo – en todo caso, siempre la invitación estará abierta.

- Muchas gracias, lo tendré en cuenta – sonrió.

Él se relaja al ver mi sonrisa amistosa y sonríe retirándose.

Ya más tranquila decido que es tiempo de recorrer la estación familiarizándome con todo. Me lleva un rato recorrer todo, este lugar es inmenso, cuando al fin llego a la oficina de la oficial Kuga entro tranquilamente, pero al parecer entre en mal momento porque se ve que desea salir urgentemente de aquí y que yo sepa no debería salir a esta hora.

Esta mujer es insufrible, no respeta nada y me habla como si fuera una idiota, discutimos y ella termina saliendo enojada, tal como dijo voy a su escritorio y abro el archivo, entonces abro los ojos, he escuchado de este caso, ha estado en las noticias muchas veces y tal como dijo Kuga es un archivo directo a ella, así que nadie aquí puede objetar, pero que no crea que se escapara fácilmente, enseguida llamare al Mayor de la estación central de Tokio, y le guste o no yo también estaré involucrada en esto, a ver si esto le enseña a esa mujer algo de humildad y respeto.

Definitivamente ella será un dolor de cabeza, pero no dejare que logre enojarme, nadie nunca me ha sacado de mis casillas, siempre he sido diplomática y manejado las crisis muy bien, eso es Natsuki, una simple mujer que necesita que la controlen.

Me retiro a mi oficina y llamo a la Mayor Midori Sugiura, es una mujer brillante, pero todos saben que tiene una personalidad algo loca, aun así, llego a ser una respetada Mayor.

- Mayor Sugiura – hablo – habla Shizuru Fujino.

- La nueva jefa de nuestra estación vecina – dice divertida, si es rara – un gusto y por favor dime Midori, odio que me llamen por mi apellido, aunque a veces es imposible, al menos una compañera de labor podría, ¿verdad?

- Claro Midori-san – respondo extrañada – entonces solo Shizuru.

- Entonces Shizuru-san, ¿a qué debo el honor de tu llamada?

- Es sobre el caso en el que solicitaron la ayuda de la Subteniente Kuga – digo.

- Ah Natsuki – habla – gran policía, algo ruda y fría, pero me agrada, además es la amiga de la dueña de mi bar favorito – comenta.

Esta mujer de verdad tiene una personalidad extraña.

- Quisiera saber porque el caso no me fue informado a mí también, jamás me negaría a una colaboración, pero al estar bajo mi cargo me gustaría saber las cosas antes – señalo.

- Entiendo – ahora cambia su voz a una de trabajo – el caso es muy delicado, como se estaba haciendo un cambio de mando preferimos actuar rápidamente comunicándonos con la oficial Kuga, ella será de gran ayuda.

De verdad que Kuga es muy reconocida.

- Y me alegra que ella pueda colaborar – digo – pero desde ahora en adelante me gustaría saber primero y quiero estar involucrada en este caso también, supervisare a la oficial Kuga personalmente.

- Me agradas – dice – nadie nunca ha tenido las agallas de supervisarla en cosas así, se nota que no te darás por vencida, será divertido de ver – habla entusiasmada – en fin, volviendo al caso, le mandare todos los archivos y es bienvenida a visitarnos cuando lo desee – termina hablando seria ahora.

Que mujer más extraña.

Cuando nos despedimos me siento a meditar en todo este día, demasiadas cosas y eso que solo es mi primer día, bueno todo esto lo hace más emocionante, un verdadero trabajo en la capital, ahora a leer el caso y encargarme de Kuga, que no crea que puede pasarme por alto.

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Nueva historia, donde veremos a una Natsuki rebelde y a una Shizuru que intenta hacer que siga ciertas reglas. Natsuki solo desea hacer su trabajo, y es muy buena en ello, pero no le gusta el trabajo en equipo y las normas, por otro lado, Shizuru tiene una carrera perfecta que la llevo a ser la Mayor mas joven, pero como dijo, ella no es de solo trabajo de oficina, así que estará involucrada en supervisar casos. ¿Qué hará Shizuru para controlar a la rebelde de Natsuki? ¿Podrán llevarse bien? ¿O simplemente su relación será siempre mala?

Espero que les haya gustado el primer capítulo y quieran seguir la historia, esta será distinta, centrada en los temas policiales además de los personajes.