Momoi y Aomine siendo alphas femeninas... si, esto se pondrá bueno.


Momoi Satsuki y Aomine Daiki eran amigas de la infancia. Ambas chicas eran alphas, no era novedad para nadie que las conociera sinceramente. Momoi destacaba por su belleza, inteligencia y lectura del ambiente. Aomine, por su parte, destacaba por su hermosura natural, destreza y habilidades deportivas en el baloncesto.

Eran amigas más que peculiares. Nadie en Too se animaba a hablar con ellas sencillamente porque el aura intimidante de Aomine ponía en problemas a cualquier omega, beta o Alpha que quisieran llamar la atención de Momoi o la propia Aomine. En pensamiento de la hermosa morena de largos cabellos azules y ojos del mismo color nadie era merecedor de estar con Momoi. En palabras de Momoi, nadie era lo suficientemente importante para llamar la atención o cariño de su adorada Dai-chan.

Eso fue hasta que…

-Oh, así que aquí estaban, Satsuki-san, Daiki-san-

Un bajito beta entro en acción.

-¡Ryou-chan!- grito Momoi corriendo a abrazar a un sorprendido Sakurai Ryou quien sonrió por ser jalado por la bonita Alpha de cabellos rosas quien lo arrastraba hasta donde estaba Aomine esperando por ellos -te tardaste demasiado ¿sabes?- fue la queja de la chica sentándose a un lado de Sakurai sin soltar su brazo.

-Ya, ya, no te pases de cariñosa y mimada con Ryou, Satsuki- comento con enojo la morena de largos cabellos azules caminando hasta donde estaba Sakurai, separo las piernas del bajito beta y después se sentó arriba de los muslos de Ryou quien esperaba aquel movimiento de la Alpha -Ryou te mimo todo el fin de semana, me toca a mi mimarlo a el- rodeo el cuello de Ryou con sus delgados brazos y robo un suave beso de los labios de Sakurai apoyando sin descaro alguno sus formados y bien proporcionados pechos en el pecho de Ryou.

- ¡Dai-chan! - chillo Satsuki ofendida tirando del brazo de Ryou para que le prestara atención a ella también y no solo a Aomine quien estaba entretenida robándole el oxígeno a Sakurai -Ryou-chan es mi beta también, sabes- agrego la chica enojada sin dejar de tirar del brazo de Sakurai que intentaba separar los labios de Aomine de los suyos - ¡Dai-chan! -

Aomine rodo los ojos dejando ir a Ryou de sus labios -no molestes Satsuki- la chica de cabellos rosas vio mal a Daiki -se buena chica y deja que bese a mi beta en paz- Momoi formo un puchero mimada y enojada por verse ignorada de nuevo por Aomine y Sakurai quien ahora era empujado por Daiki hacia el suelo subiéndose arriba del pecho del castaño.

- ¡Ryou-chan! ¡Dile algo a Dai-chan! -

-Chicas, no peleen, por favor- pidió el castaño siendo aun "sometido" por Aomine.

-Siempre estas chillando porque Ryou no te hace caso, pero cuando está conmigo no nos dejas en paz, Satsuki. Te comportas como cachorra mimada- se quejó Daiki ignorando las suplicas de Ryou.

-Pues lo siento, pero Ryou-chan es mi beta también, Dai-chan- respondió la chica de cabellos rosas -no puedes acapararlo solo para ti-

-Chicas…- el castaño temía si ambas alphas fueran a pelear o no en ese momento.

- ¡Es mi beta también, Momoi! -

- ¡Es mi Ryou, Aomine! -

No podía oler aromas de alphas y omegas por su condición beta, pero podía notar como las dos alphas iban a comenzar una pelea por llamar su atención y cariño aun por encima de los deseos de Daiki o Satsuki. Temía Ryou que esto se volviera un percance físico pues amaba a las dos chicas que estaban por escalar en una fea pelea entre alphas territoriales, celosas y adolescentes, además.

Los gruñidos de ambas chicas solo ponía nervioso a Ryou que no sabía hasta qué punto iban a seguir discutiendo las dos alphas. Daiki dejo ir a Sakurai de su agarre dispuesta a golpear a Satsuki, cosa que no logro porque Ryou actuó rápido y atrapo a la Alpha morena de la cintura.

-Daiki-san…-

-Sueltame Ryou, quiero golpear a Satsuki y no me importa lo que hagas para que evite lo contrario-

-Eres salvaje y bruta, Dai-chan-

La morena pataleo para soltarse del agarre de Ryou pero no podía, si lograba soltarse estaba segura que lastimaría a Sakurai también.

-Ya, ya, Daiki-san- palmo los cabellos azules con ternura y cuidado -no hagan nada de lo que se arrepentirán después- viendo a las dos chicas con seriedad.

Momoi y Aomine se gruñeron enojadas entre sí, Ryou tenía razón.