Ladies and Gentlemen!

Lo sé, ya me había tardado mucho tiempo sin actualizar. Pero aquí esta, un capitulo más, una historia más. Ya terminé con los personajes cuatro estrellas de la ciudad de la libertad, ahora nos toca con los personajes cinco estrellas de la misma. Y que mejor que empezar con el arconte borrachito que siempre encontraremos dormido en la calle. Así es, nuestro querido Venti. Espero que lo disfruten.

It's time to read!

It's showtime!


Aclaración: Genshin Impact no me pertenece. Yo solamente pido prestado sus personajes para poder escribir mis historias que se podrán leer a continuación.

Aclaración: Con estas historias no estoy cobrando por ninguna ganancia o regalía. Solo escribo para el entretenimiento de todo público pidiendo permisos al autor. Cualquier aclaración, pueden escribir en los comentarios su opinión al respecto.


-Venti-


Una noche tranquila y refrescante sentía desde el punto más alto de la ciudad, exactamente en el centro de la Cathedral. El suave viento acariciando sus mejillas y revolviendo sus cortos cabellos, como si el mismo le dijera que no había peligro afuera y que todos pueden dormir tranquilos en Mondstadt. Tuvo que subir su mano a su cabeza para evitar que la boina que cubría sus cabellos, saliera volando por la misma. Aunque el pudiera controlar el viento, eso no significaba que el mismo de vez en cuando le hiciera alguna que otra jugada.

Sonrió un poco y levanto su botella en ese momento, como si estuviese brindando por una noche más como esas. Dio un pequeño sorbo y volvió a dejar la misma a su lado. La noche aún era joven y no era necesario acabarse aquel buen alcohol de una buena vez. Quería mantenerse despierto. Había esperado tanto por ese momento.

Sus mejillas empezaban a sentirse calientes, quizá, muy pronto empezaría a ver doble por las copas de más que se había tomado en el bar anteriormente. Al igual que todas las noches, había ido a festejar con todos aquellos alegres compañeros que siempre levantan sus copas en cuanto lo ven entrar. Aquellos que siempre guardaban una copa para él y que incluso se cooperaban para comprar una botella entera y así seguir con la fiesta en algún otro lugar.

Soltó una pequeña risita, no podía evitar que le ganara la curiosidad y mirarlos de una manera en que solo podía soltar grandes carcajadas a su lado. Siendo tan libres, viviendo como deseen. No por nada, su nación es conocida como la ciudad de la libertad. Era más tranquilo vivir de esa manera, era mejor estar así.

Con un pequeño movimiento de muñecas, aquella lira de madera apareció y la tomo entre sus manos. Suaves y tiernas notas empezaron a surgir del mismo en cuanto sus dedos tocaron las cuerdas. Cerrando con suavidad sus ojos y dejándose llevar por la melodía, dedicaba aquella nana a todos aquellos que aun se encontraban despiertos, a los valientes caballeros que se mantenían vigilantes de la noche.

Esperaba que los primeros tuvieran dulces sueños y esperaba que los segundos tuvieran una noche tranquila. Esperaba que aquellos compañeros ebrios pudieran llegar a casa y tener una mañana renovadora. Esperaba que todos aquellos seres especiales, pudieran calmar la ira que consumía su ser y al fin pudieran descansar sin el temor del mañana. Esperaba que todo aquel que escuchara su música, pueda ser guiado por las estrellas mismas al lugar donde necesitan llegar.

Así como también esperaba, que aquella persona pudiera escuchar su melodía y así poder llegar a su lado. Aunque si se encontraba lejos, esperaba que se encontrara bien, lejos de todo peligro, comiendo como se debe y descansando después de un pesado día.

¿A quién se refería?

Venti hablaba de aquella viajera de dorados cabellos que bajo del cielo como una estrella y que le encanta saltar de una nación a otra, el nombre de aquella viajera que es capaz de cautivar a todo aquel que la conozca, es Lumine.

Aunque de vez en cuando se metía en algunos problemas o iba arreglar los mismos, era un gusto verla regresar a casa sana y salva con las mil y un historias que tanto ella como la pequeña Paimon siempre les tiene a todos ellos. Claro, escuchaba aquellas historias con interés que no podía evitar soltar alguna pequeña risita ante aquellos graciosos comentarios que hacia Lumine con su pequeña compañera, cosa que siempre molestaba a la "comida de emergencia", como suele decirle algunas veces o se quedaba paralizado por aquella misión tan peligrosa que realizo y de la que resulto herida pero que era capaz de curarse con facilidad para seguir apoyando en lo que se es necesario.

Claro, tenía que fingir aquellas emociones porque como una vez le dijo.

-Que el viento te acompañe

Y como en ese momento se lo prometió, siempre se ha encontrado a su lado. Interviniendo un poco, ayudando a la misma cuando se encuentra en peligro. Apareciendo a su lado como una pequeña pluma o un suave viento que toca sus dorados cabellos. Como si le indicara que se encontraba a su lado para poder protegerla e intervenir cuando se es necesario.

Su presencia ha sido importante desde entonces.

En cuanto sus dedos dejaron de moverse y la suave nana paro. Fue en ese momento justo cuando abrió sus ojos y una sonrisa apareció en su rostro, había alguien más a su lado esa noche. Aquel invitado que había deseado ver desde hace ya mucho tiempo. Al voltear un poco a sus espaldas, se dio cuenta que estaba en lo correcto. Ese lento y silencioso andar. Aquella gran sonrisa de su rostro. Los cortos cabellos dorados que intentaba ordenar inútilmente detrás de su oreja y esos ojos que brillaban con la luz de la luna.

-Buenas noches querida viajera

Una sonrisa mucho más grande apareció en el rostro de aquel "Bardo de pacotilla". Se veía tan preciosa que era difícil quitarle la mirada. Estaba hipnotizado por aquella figura desde que la conoció.

-Buenas noches Venti -Susurro la misma.- ¿Otra vez bebiendo hasta tarde?

-Solo una copa -Sonrió.- Quería mantenerme despierto para este momento -Carcajeo un poco. Alzo la botella que se encontraba a su lado, la alzo para brindar con ella y dio un pequeño sorbo. Cuando ya se encontraba satisfecho, volvió a bajar la misma y dirigió su vista a la tranquila ciudad que ahora dormía.- ¿Qué te trae por aquí?

-Escuche tu melodía y quise dar un pequeño paseo antes de irme a dormir -Carcajeo con suavidad.- No puedo tardar mucho o Paimon podría despertar y se preocuparía demasiado

-Ya veo, supongo que será una visita rápida -Suspiro con cierto aire feliz. Le encantaba cuando llegaba ese momento, donde solo pudieran estar solos ellos dos. Claro que le agradaba Paimon, pero al igual que todos, quería estar únicamente con ella.- ¿Te apetecería escuchar algo?

-Eso me encantaría

Una vez más, poso sus dedos en las cuerdas de su lira. Una melodía mucho más suave y tierna salía de aquel instrumento. Venti cerró los ojos para poder concentrarse en aquellas emociones que estaba sintiendo. Una inmensa felicidad, una tranquilidad desbordante. Trataba de que cada uno de aquellos sentimientos, fueran plasmados correctamente en su música.

Desde que conoció a la viajera que bajo de los cielos como una estrella más, no puede evitar sentirse un poco confundido, no puede evitar sentir que su cabeza piensa demasiado y lo único que puede hacer para callarla, es bebiendo un poco más de alcohol, pensando que aquella era la única respuesta.

Sin saber que estaba realmente equivocado.

Era imposible detener los pensamientos que aparecen por ella. No puede evitar que su corazón se sienta tan atolondrado y que sus sentidos exploten en su presencia que cree enloquecer por culpa de los mismos. No era su culpa y mucho menos la de ella, simplemente fue algo que apareció para quedarse. Sentimientos tan desconocidos que lo hacían tan humano a pesar de la gran fuerza que corre por sus venas. Sentir todo eso por primera vez, lo hacía sentirse nervioso, lo hacía sentirse como un idiota que le encanta sonreír en cuanto ella muestra aquella gran sonrisa que cautiva a todo el mundo.

Y eso, de alguna manera le encantaba. Le gustaba sentirse así.

Todos en la ciudad eran capaces de adorarlo como arconte, pero era la primera vez que él adoraba a alguien con ese mismo fervor que se sentía un poco emocionado a lo desconocido. No querer soltar aquella blanca y pequeña mano, estar siempre presente en las cosas buenas como en aquellas horribles peleas que ha tenido que lidiar desde que empezó su largo viaje.

Tener algo que al fin sea suyo y ser un poquito egoísta, pues era un sentimiento que no quería compartirlo con nadie.

Esa ha sido la reacción que Lumine ha causado en su vida. Esas serían las únicas palabras con las que podría describir el cómo se siente ahora, con la presencia de la viajera como en su ausencia que no puede dejar de pensar en la misma. No puede evitar pensar que algo le hizo desde un principio, pero quizá fue cosa del destino que sus caminos se encontraran y que ahora fuera prácticamente imposible el querer o poder alejarse.

Le encantaba su presencia, tan pura y llena de energías. Le encantaba tal y como era que en lo único que podía pensar, era en aquellas tiernas palabras que salen desde lo más profundo de su ser.

Palabras que en algún momento le encantaría decir. Al final en cuenta, él era un bardo.

Sonrió un poco. En realidad, ya tenía aquella tonada en su mente y las palabras escritas en papel. Solo necesitaba armarse con un poco de valor para poder hacer lo que quería o hacer el ridículo. Lo que ocurra primero.

Quería hablar sobre muchas cosas.

Quería hablar sobre aquella sonrisa jovial, aquellos lindos hoyuelos que se marcan en sus mejillas. Quería cantarle al mundo sobre aquellas grandes carcajadas que se puede escuchar desde cualquier parte y que son capaces de animar a cualquiera que las escuche. Quería hablar sobre aquel sentido de la responsabilidad, las odas de aquella valkiria fiera de dorados cabellos que siempre está presente en el campo de batalla. Quería contar sobre aquellas buenas intenciones de querer ayudar a todas las personas.

Palabras tan hermosas, sentimientos tan únicos.

Así como ella es capaz de contar sus mil y un historias de sus viajes.

Él también quería contar todo lo que sabe, todo lo que piensa, todo lo que siente de ella. Describir como es ella en realidad. Una estrella más del firmamento.

La sonrisa de su rostro se hizo aún más grande.

Si, así era como la veía.

Como una estrella, específicamente, su estrella.

Por eso mismo, no dejaba de repetir una y otra vez que ella llego a Teyvat como una estrella que cayó del cielo. Así lo sintió la primera vez que la vio, así lo sentiría eternamente.

Tan concentrado se encontraba cuando un suave tarareo escucho a su lado, provocando que casi se equivocara en la siguiente nota.

Al abrir sus ojos se llevó una gran sorpresa. Pues se encontró con aquella viajera tarareando su melodía. Con sus ojos cerrados y con las manos sobre su pecho, totalmente concentrada en aquella tarea. Un suave y tierno acompañamiento con aquella voz que le parecía tan delicada pero tan perfecta que provoco que su corazón brincara de su pecho y se sintiera aún más emocionado por lo que estaba pasando.

Una perfecta sincronía.

Soltó una suave risita para evitar distraerla y que quisiera dejar de interpretar a su lado. Volvió a cerrar sus ojos y sus dedos siguieron moviéndose con un poco más de pasión ante aquella nueva inspiración que su musa le presentaba.

Fueron varios minutos los que pasaron tarareando y cantando juntos ante aquel viento que acariciaba sus rostros con suavidad.

Fueron varios minutos donde creyó que su corazón lo delataría por lo fuerte que golpeaba su pecho.

Estando solo ellos dos, en aquella burbuja que los protegía y que les hacía olvidar todo a su alrededor. Solo una canción se escucharía a la mitad de la noche más bella de todas y solo se encontraban ellos dos como espectadores de aquel bello escenario que se formó.

Cuando aquella suave melodía al fin termino y sentía que ya era tiempo de marcharse, Lumine abrió los ojos despacio. Pero antes de poder o querer decir algo más, sintió como algo cubría sus labios con ternura. Un dulce sabor a alcohol choco contra ella que no pudo evitar aguantar un poco la respiración al mismo tiempo que sentía como sus mejillas se calentaban ante aquel ataque desprevenido.

Tardo un poco en ubicarse y darse cuenta de quien le estaba robando el aliento.

Venti era quien la estaba besando.

Sus manos habían tomado su mentón con cariño, acariciaba sus mejillas con ternura y había posado sus labios con los suyos con cierta pasión de la que no pudo evitar paralizarse al instante que se separaron.

Una bonita sonrisa aparecía en el rostro de Venti. Pero aquella acción no fue suficiente para calmar lo que en ese momento comenzaron.

Como si se tratara de dos imanes, sus labios volvieron a pegarse. Sus ojos se cerraban tan despacio que creían que aquello era un sueño del que no les gustaría despertar. Sintiendo como algo mágico se creaba entre ellos dos ante aquellas dulces caricias, aquellas tiernas risitas y esos suspiros que se robaban en cuanto movían sus labios.

Agitados, con los corazones acelerados y las mejillas calientes. Se separaron un poco para pegar sus frentes.

-Por eso no quería beber de más -Bromeo Venti.- Porque quería saber que este momento era real y no un simple sueño

-Es real -Lumine tomo una gran bocanada de aire.- Muy real

Pequeñas risitas volvieron a soltar antes de darse pequeños besos antes de tristemente separarse.

Una tierna y cálida sensación era la que siempre aparecía cuando tenían la oportunidad de encontrarse.

Un beso que siempre robaban, los suspiros que siempre se comían. Las risitas cómplices que no eran capaces de detener.

Era de esa manera en la que crecía su cariño. No importando la distancia ni mucho menos el tiempo que se tomaban para volver a verse, este seguía creciendo hasta querer convertirse en algo muy bello.

En algo hermoso que al final, siempre les costaba separarse.

Cuando creían suficiente y tristemente tenían que marcharse ya. Un tierno beso en la frente le daba Venti, como si le deseara en ese momento un buen viaje. Lumine sonreía, soltaba pequeñas risitas y compartía un ultimo beso en aquellos labios que ya se encontraban un poco rojos. Aunque sabían muy bien que al día siguiente aún se volverían a ver y harían lo que sea para verse, aunque sea por algunos segundos, no siempre podrían disfrutar de aquellos momentos a solas.

-Que el viento te acompañe -Susurro Venti con ternura.

-Y que las estrellas te guíen

-Mi estrella lo ha hecho desde que llego aquí -Dijo el bardo, provocando que Lumine se sonrojara.

-Bardo de pacotilla -Dijo Lumine en falsa molestia.

Ambos carcajearon.

Soltaron un suspiro y sus manos fueron las ultimas en separarse para poder continuar con sus caminos.

En cuando Lumine bajo y camino a la posada donde se encontraba hospedada. Venti se dio un pequeño golpe en la frente mientras se dejaba resbalar un poco hasta caer sentado. Sus mejillas rojas, el calor que sentía en su cuerpo.

No era la primera ni la última vez que le robaba un beso, pero no dejaba de sentirse como el primero que le robo. Su corazón golpeaba al querer más, sus manos cosquilleaban de querer tomar un poco más. Aun era capaz de percibir aquel agradable calorcito de ella, aún era capaz de sentir su aliento contra el suyo y sus manos tocando su nuca con suavidad.

Alzando la mirada al cielo y mirando aquella gran luna que se alzaba en lo más alto. El bardo no pudo evitar soltar una pequeña risita.

Mañana seria otro día donde podrían volver a verse.

Aun mañana podría disfrutar de su presencia antes de que decidiera marcharse y continuar con su camino.

Ante aquella promesa. Cerró por un momento sus ojos sin darse cuenta que en ese momento se quedaría dormido pensando en su bella estrella.

Mañana la volvería a ver.

Mañana.

Esperaría con ansias aquella sonrisa.

Mañana.

Si, mañana.


¡Muchas gracias por leer!

Realmente tome mucha inspiración e imaginación para poder escribir este capítulo. Quería que fuera hermoso, que fuera especial y me alegra haber cumplido con mi misión. ¿Pueden adivinar quien será el próximo?

Aquí les hago una última aclaración. Las historias no siguen un mismo hilo, simplemente fueron escritas de manera en la que no chocaba con los demás capítulos. Son historias aparte, un mismo mundo pero con diferentes personajes protagonistas masculinos en cada historia.

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¡Nos vemos a la próxima!


Atte.: AnZuZu Dragneel

Fecha: Miércoles 13 de Noviembre de 2024