Cielo, Segundo Cielo.
Naruto caminó por el segundo Cielo sin rumbo alguno. Su mirada, aunque estaba puesta al frente, no estaba prestando atención a lo que hacía.
Su mente aún estaba en lo que pasó hace unas horas. En Lilith.
Solo al verla algo dentro de él se encendió.
Su sangre hirvió, y sintió que se trasladaba a su región inferior.
Algunos de los Ángeles que pasaron notaron un leve movimiento incómodo en su hermano al caminar.
"Hermano Naruto".
Un Ángel se paró frente a Naruto, que salió de su estado perdido, y miró a su hermano menor con una ceja alzada. Este tiene cabello blanco, y ojos algo rojizos. Sus orejas son algo alargadas y puntiagudas, pero no exageradamente. Esta vestido con una túnica blanca, aunque esta es algo femenina.
"Asmodeus…"
"¿Estás bien, hermano? Estabas caminando algo incómodo".
Naruto en ese momento sintió exactamente su… Cosa. Estaba duro, pesado, como si tenerlo así fuese casi doloroso.
Su manta inferior era grande, así que ellos no notaban que lo tenía apenas acomodado para que no se note.
"Estoy bien, no te preocupes".
Asmodeus asintió con una leve sonrisa amable. Entonces, puso una mirada distinta cuando notó que los Ángeles suspiraban satisfechos que su hermano este bien, y siguieron en lo suyo.
Naruto notó que Asmodeus parecía algo… extraño.
"Oye, hermano… ¿Puedo hablar contigo de algo?"
El Lucifer asintió lentamente. Tomó el hombro de Asmodeus y, de repente, brillaron por un segundo antes de desaparecer.
…….
Sexto Cielo, Habitación de Naruto.
Asmodeus miró en shock como aparecía en la habitación de Naruto. Tartamudeó un poco, antes de sentir como Naruto le daba un leve toque en la cabeza, lo que lo hizo salir de su estado atónito.
"Dímelo aquí. Suenas preocupado".
Naruto se sentó en su cama, y movió una mano, creando desde las nubes una "cama" para que Asmodeus también se siente frente a él.
Asmodeus se sentó frente a Naruto con algo de duda en su rostro. El ángel en verdad no sabía si hablar de esto, en especial porque algo en su ser le decía que podría ser castigado.
"No temas, hermano. Todos tenemos preguntas".
Asmodeus miró a Naruto con los ojos abiertos. El Lucifer lo miró con tranquilidad, habiendo leído la mente de su hermano sin problema.
Entonces, Asmodeus agachó un poco la cabeza, y tragó.
"Yo… He estado sintiendo algo raro desde que vi a una de las hermanas el otro día. Una parte de mi cuerpo reaccionó, y sentí… No…"
Naruto abrió levemente los ojos, cosa no notada por Asmodeus, que mantenía la cabeza gacha.
La situación entre ambos era tan parecida… Esto no podía ser real, no…
"Fue como sí… Me sintiese sucio. Como si me alejase de Dios…"
"¿Y eso como te hizo sentir?"
Naruto preguntó en un tono algo bajo, pero cargado de profundidad. Asmodeus levantó la cabeza y miró a su hermano casi con vergüenza.
"S-se sintió… Bien… Ayúdame…"
Asmodeus cayó de rodillas, y puso la cabeza en el suelo, ante la mirada curiosa de Naruto.
"Por favor, hermano Naruto… ¿Qué hago con esto? ¿Q-que-"
"Shishh".
Asmodeus abrió los ojos cuando Naruto lo silenció. La mano de Naruto se posó en el cabello de Asmodeus, que levantó la cabeza, y aún en su posición de rodillas, miró a Naruto.
El Lucifer seguía sentado, viendo a su hermano con una suave sonrisa, con su mano tomando la mejilla de Asmodeus.
"Dime, Asmodeus. ¿Quieres sentir más de esa sensación, o restringirlas por respeto a Dios?"
Asmodeus abrió sus ojos. Los ojos levemente rojizos del Ángel se posaron en su hermano mayor, que le sonreía suavemente, casi de forma cálida.
Lo vio bajo una nueva luz.
"Y-yo… Quiero sentir más de esa sensación… Mucho más".
"Entonces sígueme a mi, hermano".
Asmodeus amplió sus ojos. La voz de Naruto tomó un tono seductor, hipnótico.
Los ojos levemente rojizos del Ángel vieron los faros Carmesí de su hermano mayor.
"Conmigo tendrás todo lo que quieras. Podrás sentir todas esas cosas que no se te permiten sentir, sin ninguna restricción como las que pone Padre".
Asmodeus no pudo quitar la mirada de Naruto, con un brillo casi maravillado.
"Serás libre".
El Ángel no tenía palabras para la sensación que llenó su ser.
"Te seguiré fielmente, hermano Naruto".
………….
Un día después, Sexto Cielo, Sala de Entrenamiento.
Belcebú y Asmodeus balancearon sus Lanzas de Luz hacía Naruto a máxima velocidad. El Lucifer dio un paso atrás, dejando pasar la Lanza de Belcebú que iba a su cabeza, y giró su cadera hacía atrás, evitando que la Lanza de Asmodeus corte tanto su abdomen como su manta.
Viendo que quedó en una posición "incomoda", Belcebú y Asmodeus intentaron clavar a Naruto en el pecho a máxima velocidad.
Naruto levantó un dedo, y "detuvo" la estocada de Belcebú. La Lanza rebotó con fuerza y golpeó la Lanza de Asmodeus, clavándola a un lado de Naruto, sin rozarlo siquiera.
El Lucifer levantó su cuerpo, y detuvo con un dedo otro corte de Belcebú.
"Más rápido".
"¡Guugh!"
Belcebú salió disparado varios metros hacía atrás cuando su abdomen fue golpeado por dos dedos de Naruto. Asmodeus saltó hacía Belcebú, aprovechando que tenía distancia.
Ambos ángeles menores se detuvieron, y vieron a Naruto al otro lado, de pie, con un brazo en la espalda, y el otro pacíficamente puesto en su lado.
Ellos lo vieron.
Había un aura suave pero notable a su alrededor. No de energía ni poder, sino… Como si su propia presencia emanara aura.
Un aura de color dorado brillante.
"Vengan".
Belcebú y Asmodeus se vieron, y solo dieron un asentimiento.
Eso fue todo.
3 pares de Alas se desplegaron de la espalda de Belcebú y Asmodeus. Un aura blanca descontrolada salió de ellos, y se lanzaron al cuádruple de velocidad hacía Naruto.
El Lucifer sonrió suavemente.
Sacó su otra mano de su espalda, y levantó un dedo de cada mano al frente.
¡TINGGG!
Una onda de choque salió desde cada dedo que conectó con la lanza.
A una velocidad casi lumínica, Belcebú y Asmodeus se movieron con sus lanzas en manos, buscando golpear o cortar a Naruto, que empezó a mover sus dedos rápidamente, deteniendo y desviando cada posible ataque a él.
Podía ver claramente cada ataque que venía hacía él, como si fuesen lentos.
Sus manos se siguieron moviendo, evitando incluso los golpes que lanzaban Belcebú y Asmodeus con sus piernas, antes de rápidamente subir y detener las lanzas.
"Están desperdiciando energía a montones".
Naruto tomó rápidamente las lanzas de Belcebú y Asmodeus, y las rompió solo al apretarlas.
Los dos ángeles menores cayeron de repente, con una mirada cansada, sudando y jadeando.
"E-es… Que no controlamos totalmente… Esto".
Naruto asintió solemnemente. Entendía como funcionaba el Sistema de Poder entre los Ángeles, después de todo, no era difícil.
A mayor par de alas, más fuerte podías ser, pero llevaba un costo enorme de energía.
De esa forma, era seguro que solo unos pocos llegarían a un alto nivel de poder, que serían los más "dedicados" a Dios.
Aunque bueno, el fin ahora no era dedicado a Dios.
Naruto puso su mano en el hombro de Belcebú y Asmodeus, y empezó a pasarles energía. Ambos ángeles recuperaron el ritmo de su respiración, y se pusieron de pie.
"Por cierto, hermano".
Naruto miró con curiosidad a Belcebú, que se limpio un poco de sudor que estaba cayendo a sus ojos.
"¿Qué haremos si empiezan a sospechar de nosotros?"
El Lucifer sonrió.
A veces agradecía que su hermano sea tan inteligente, aunque él ya tenía eso cubierto.
"Siempre se pueden desviar las pistas a alguien más. Por mientras, hay que reclutar más Ángeles, pero no ser obvios en un inicio".
"Cierto. Eso llevaría a una investigación que terminaría dando con nosotros".
Naruto sonrió a la respuesta de Asmodeus. Ya eran tres cerebros, con el siendo la principal fuerza de ataque.
Ahora tendrían que empezar a reclutar Ángeles. Ángeles con deseos que no podían cumplir aquí, con ansías de libertad total.
Pero antes tenía una cosa que hacer.
………
Jardín del Edén, una hora después.
Lilith estaba recostada contra un árbol algo alejada de Adán. Su mirada estaba algo apagada, principalmente por el aburrimiento.
Adán no era alguien entretenido. No le gustaba hablar, se la pasa durmiendo sin hacer nada más, solamente hablando de vez en cuando con los animales.
Ella se supone que era su compañera, ¿No debía darle más atención?
El leve sonido de un paso la hizo levantarse. Abrió sus ojos con sorpresa, viendo al peliplata de ayer frente a ella, con una suave sonrisa en su rostro.
Iba a decir algo, pero Naruto hizo un gesto hacía el dormido Adán a unos árboles de distancia.
Un león se acercó silenciosamente a Naruto, y se frotó contra su pierna. El Lucifer acarició la melena del mismo, antes de dar un paso silencioso hacía Lilith.
Estiró su mano hacía la mujer, que sonrió y la tomó. Se levantó y se acercó a Naruto, que puso una mano en su mejilla y la acarició.
La primer mujer se sintió extremadamente cálida bajo su toque.
Naruto bajo su mano, y con la mano de la que estaban tomados, caminaron silenciosamente un poco más lejos de Adán.
"¿Cómo has estado?"
La voz de Naruto sonó casi celestial para Lilith. Era un tono ronco, varonil, hipnótico, melódico. Nada que ver con el de Adán, que era mas apagado, andina, sin gracia ni interés.
"Aburrida, hasta que llegaste".
Naruto dio una sonrisa leve a Lilith, oyendo su tono algo cansado por eso.
"Entonces tendré que divertirte".
Lilith sonrió ampliamente, y empezó a correr delante de Naruto, que sonrió y trotó detrás de la mujer, que estaba empezando a reírse cuando aparentemente Naruto "no podía" alcanzarla.
La pelinegra giró en su eje cuando Naruto casi le agarra la mano, pero no contó con que el Lucifer fuese más rápido, y la atrape de la cintura, sin dejarla moverse más.
Hizo un puchero, pero sonrió al sentir una seguridad enorme con la firmeza y a la vez suavidad del agarre de Naruto en su cintura.
"Intenta atraparme a mí".
Lilith saltó hacía Naruto rápidamente, que la atrapó en el aire, y tuvo que caer hacía atrás.
La pelinegra se rió, estando casi cara a cara con Naruto, que también se rió de lo que pasó.
"Parece que fui más rápida".
Naruto se quedó con una sonrisa en el rostro, pero no dejó de ver los ojos dorados de Lilith.
La primer Mujer se quedó viendo, de igual forma, los ojos carmesí brillantes de Naruto.
"Tus ojos… Son hermosos".
Lilith sintió su corazón empezar a latir con un poco más de fuerza. Bajó levemente su mirada de los ojos de Naruto a su boca, antes de subir nuevamente a sus ojos.
Naruto movió un poco sus manos en la cintura de Lilith, acariciando las curvas de la mujer con un toque delicado, casi dulce.
"¿Por qué… No eres tú mi compañero?"
El peliplata miró en silencio a Lilith. No tenía una respuesta para eso, porque no entendía tampoco ese significado. "Compañero".
"No es posible aquí, pero…"
Los ojos de Lilith mostraron una expresión algo triste, antes de oír el pero.
Naruto levantó su cuerpo junto al de Lilith, y ella quedó sentada en su regazo, viéndolo a los ojos.
Su mano se levantó y se posó en la mejilla de la mujer. Su palma se puso entre su mejilla y debajo de su oreja, y con el pulgar acarició la mejilla sonrojada de la mujer.
"Haré lo que sea para que, un día, estemos aquí como… Compañeros".
A Lilith se le iluminaron los ojos.
De repente, Lilith acercó su rostro al de Naruto, y conectó sus labios con los de él.
Naruto sintió que algo lo iluminaba.
Correspondió la acción, sin darse cuenta de algo entre ambos.
Ambos rompieron el beso a los pocos segundos, y se quedaron viendo, con una sonrisa bella y encantadora en el rostro de Lilith, y una sonrisa cálida en el rostro de Naruto, que lucía más relajado.
……….
Tierra, 2 días después.
Naruto se volvió a parar frente al mar donde se enfrentó al Leviatán… Bueno, no lo llamaría enfrentamiento, pero algo era algo.
Estaba esperando que el monstruo aparezca, y ya lo sentía viniendo.
Habían pasado los 3 cambios de luna que le dijo, ya que estaba captando cada vez mejor el concepto del tiempo.
"Buenos días, mi señor".
Naruto levantó la cabeza cuando el monstruo salió del mar, asomando solo la cabeza y algo de lo que sería el cuello y su cuerpo.
"Buen día, y solo llámame Naruto, o… Mejor vamos al grano".
Leviatán entonces asintió. Miró fijamente a Naruto, y habló con voz firme.
"Me gustaría cambiar mi forma".
Naruto asintió con una leve sonrisa.
"Eres una hembra, así que supongo quieres una forma de mujer".
Naruto escuchó un gruñido de afirmación, y cerró los ojos. Movió sus manos al frente, juntas, y apuntó al Leviatán.
"No se como se va a sentir esto, pero supongo que podrás soportarlo".
Leviatán iba a comentar algo, antes de darse cuenta que una fuerte luz empezó a rodearle.
La figura del Leviatán fue consumida por la luz, y empezó a comprimirse de su figura de 80 metros hasta menos de 2 metros.
La luz empezó a tomar forma femenina, y aunque Naruto no sabía bien que forma darle, solo pensó en las mujeres que conocía y le agregó unos detalles.
Entonces, la luz se apagó, y quedó la nueva figura de Leviatán.
Largo cabello púrpura que le llega hasta la cintura con una cola de caballo lateral en el lado derecho de su cabeza, y dos cuernos minúsculos enrollados hacia arriba en ambos lados de su cabeza. Orejas puntiagudas y alargadas, y ojos anaranjados rojizos.
Leviatán miró su cuerpo con ojos apreciativos. Estaba desnuda, aunque eso no era de tanta importancia.
Sus pechos eran bastante grandes, su cintura algo estrecha y tenía buenas caderas. Su piel era blanca, y podía sentir el aire golpearla ahora.
"Te di el poder para crear lo que gustes. Hazte algo de ropa".
"Gracias".
Leviatán también notó el cambio en su voz, y sonrió.
Un brillo la rodeó, cuando se creó algo de ropa rápidamente, basándose un poco en lo que tenía Naruto, pero más "extravagante".
Una camisa blanca atada en el lado derecho, y calentadores de brazos rayados azules. Un vistoso híbrido de una correa negra y bragas. Pantalones de rayas azules y calentadores de muslos. También guantes plateados sin dedos con correas en los brazos por dentro y botas de punta de acero.
Naruto miró con una ceja alzada la vestimenta de Leviatán, que empezó a mover su cuerpo en poses extrañas.
"Te ves bien".
Leviatán sonrió ante el elogio de Naruto, que le levantó un pulgar en aprobación.
El Lucifer entonces suspiró levemente.
"Ahora, ¿Puedes salir de ahí, Chaos?"
Unos suaves brazos rodearon el torso de Naruto, que también sintió dos montículos suaves posarse en su espalda.
"Tienes olor a mujer en ti, Naruto. ¿Es por eso que estás conspirando contra tu Padre?"
Naruto entrecerró los ojos levemente. Leviatán guardó silencio, viendo a la Primordial del universo Griego abrazar a Naruto.
"No creo que tengas problemas con eso".
Chaos sonrió enormemente, y rodeó a Naruto para verlo cara a cara, aunque ella era más baja que él por poco.
"No, pero podrías haberme pedido ayuda. Sería divertido, como un juego".
Naruto sintió una leve sensación molesta.
Chaos pareció notar eso, y esperaba a ver una reacción de Naruto.
Las manos de Naruto tomaron las manos de Chaos, e hizo que ella lo suelte de forma lenta, sin brusquedad.
"¿Crees que esto es un juego?"
Chaos no respondió. El tono de Naruto era seco y gélido, pero no hostil.
Leviatán sintió un escalofrío.
Naruto miró a Leviatán, y le hizo una seña. La mujer ex monstruo marino camino al lado de Naruto, que empezó a caminar lejos de Chaos, que se quedó en silencio, sin saber que decir.
La Primordial se quedó en blanco en ese mismo lugar por un minuto, hasta que notó que Naruto y Leviatán estaban demasiado lejos.
"Eres pésima para hablar con hombres".
Chaos ni siquiera se giró para ver a Nix llegar y pararse a su lado. Podía sentir desde su lugar la sonrisa burlona de su hija.
"El no es irrespetuoso, pero tampoco puedes decir que sus actos son parte de un juego. Tampoco es un enemigo al que le puedas faltar el respeto sin problema".
"¡Sin duda la hermana Chaos no sabe hablar con hombres!"
Thesis apareció de repente, abrazando a Chaos que miró a su hermana con una ceja temblando.
Nix se rió al ver a su tía menor soltar a Chaos y girar la cabeza en dirección a Naruto a los kilómetros de distancia que estaba.
"¡Wow! ¡Es hermoso y emana vitalidad por todo su cuerpo! Y su espíritu…"
Thesis iba a correr hacía donde estaba Naruto, pero Chaos la tomó del cuello de su toga, evitando que se vaya.
"Ah, no".
Thesis hizo un puchero, viendo la mirada molesta de Chaos.
"¡Podemos compartir! Somos hermanas después de todo, no sería raro".
"¿Y por qué compartiría contigo?"
"¡No seas egoísta! ¡Es mucha vida incluso para ti!"
Nix ignoró que su madre y su tía empezaron a discutir infantilmente, como siempre pasaba.
Ahora entendía más porque su panteón estaba lleno de idiotas. Desde su madre a sus propios hermanos, sobrinos y demás.
No quería imaginar siquiera el futuro.
'Probablemente deba encerrarme en mi mansión en el Tártaro…'
"¡No hermana! ¡No me pegues! ¡Ah!"
Thesis apenas pudo evitar una patada de Chaos que arrancaría la cabeza de cualquier Dios promedio.
"Deberían madurar".
Un crujido resonó cuando Chaos y Thesis miraron a Nix por sus palabras. La diosa de la noche sonrió y empezó a correr, siendo seguida rápidamente por Chaos y Thesis.
"¡No te olvides que soy tu madre mocosa!"
Solo un día normal de los Griegos.
