Ranma y los demás habían iniciado su recorrido para llegar al lago sagrado, el padre de Ranma se había quedado al mando del grupo pues, sin que nadie se lo pidiera, tomo el mapa que había traducido la anciana Ming, realmente a nadie le importó, ya que cada quien estaba preocupado por sus propios asuntos, después de varias horas caminando por el bosque Ranma se empezó a desesperar, pues estaba oscureciendo y no parecía que estuvieran yendo bien, así que le preguntó: –papa llevamos mucho tiempo caminando y no hemos podido salir de este bosque, ¿estas seguro que estas siguiendo bien las instrucciones?–

–Pero claro que si, yo soy experto en mapas, además recuerda que fui yo quien te trajo en primer lugar hasta China– respondió con desdén el señor panda.

–Cómo olvidarlo, si es por eso que tenemos las maldiciones en primer lugar–reviró con una vena palpitando en la sien de lo enojado que se ponía al recordar como fue que inició su maldición.

–Pero que hijo tan ingrato eres Ranma, deberías estarme agradecido, si no fuera por mi, no serias un guerrero muy fuerte, el mas fuerte de todos–le respondió con los ojos llenos de lagrimas, (de cocodrilo pero lagrimas al fin y al cabo) mientras se cruzaba de brazos.

–Dame el mapa papa–dijo el chico exasperado

–Bah, aquí tienes a ver si puedes entenderlo– respondió enojado el señor panda mientras le extendía el mapa al chico, cuando este lo abrió se quedó en blanco.

–¿Me quieres decir que significa esto papa?–dirigió una mirada asesina a su papa.

–A mi no me preguntes, yo solo tomé el mapa que me dió la anciana–contestó encogiéndose de hombros.

–¿Qué es lo que sucede?–, preguntó curioso Ryoga.

–Esto es lo que pasa–le contestó Ranma y le dio el mapa al chico cerdo

–¿Pero que es esto?–atinó a comentar el chico cerdo.

–Déjenme ver– añadió Xiampu con su voz chillona y empujo a Ryoga para estar mas cerca de Ranma.

–¿Que sucede, porque nos detenemos?– pregunto Mouse que venía detrás mientras escribía en un cuaderno de notas que le había encargado la anciana Ming.

–¡Esto esta en chino!–Dijo Ryoga

–Bueno hice lo que pude, pero la verdad no se leer chino–agregó el señor panda extendiendo las manos.

–¡¿Y porque demonios no lo habías dicho antes papá?!–gritó enojado Ranma

–Bueno no hay problema, yo lo puedo leer perfectamente–dijo Xiampu

–Al menos el camino que hemos seguido es el correcto–agrego Mouse que se había puesto sus gafas y se acercó a leer el mapa

–¿Ya ves hijo? Yo siempre hago lo correcto– expreso confiado el señor Saotome

–Papá como puedes ser tan irresponsable–

–Vamos, al menos si estamos yendo por el camino correcto–trató de mediar Ryoga dándole una palmada en el hombro al trenzudo.

–Será mejor tomar un descanso, yo ya tengo hambre –agregó Mouse

–Si yo también– dijo el señor Saotome.

–bah, yo no se porque ustedes no tienen prisa por llegar–comentó descontento Ranma.

–Vamos Ranma el lago no se irá a ningún lado, además tenemos que descansar si el camino es tan peligroso como nos dijeron será mejor estar en buenas condiciones–continuó Ryoga

–Ryoga tiene razón Ranma, te preparare unos deliciosos fideos chinos, ¿si?–dijo Xiampu

–Pe.. pero Xiampu, yo también quiero que me prepares fideos chinos–lloriqueaba Mouse

–Cállate Mouse–grito la chica–preparare la comida para todos–agregó un poco molesta por la intromisión del chico pato.

–Mientras no estén envenenados–dijo Ranma sin querer, ¡blam!, una sartén se estampo en su cabeza– ¡¿Oye que te pasa?–grito desconcertado, Xiampu le saco la lengua– me estas confundiendo con Akane, yo si cocino bien–dijo la pelimorada molesta, Ranma se asombró de la reacción de Xiampu pero no dijo nada pues era cierto que estaba pensando en la peliazul, asi que bajo la mirada algo avergonzado.

Xiampu se alejó y después de un rato ya había preparado unos deliciosos tallarines, los llamo a todos a comer y el primero en llegar como siempre fue Genma, se sentó y la chica le dio un gran tazón, que devoro inmediatamente, –vaya esto esta muy bueno– dijo con la boca llena, –gracias–respondió ella con una enorme sonrisa, los demás que habían terminado de preparar sus casas de campaña se acercaron y ella también les sirvió, primero a Ranma, luego a Ryoga y por ultimo a Mouse, ella se sentó al lado del trenzudo y empezaron a comer con muchas ganas pues todos estaban hambrientos.

–¿puedo comer un poco mas?–preguntro Genma

–claro señor Saotome–la chica se levantó, le dio un poco mas y volteo a ver a Ranma ya que sabia que el chico era glotón–¿tu también quieres mas?–, el solo asintió con la cabeza efusivamente, eso hizo que la pelimorada sonriera con gusto, –aquí tienes–le dio una buena cantidad–muchas gracias Xiampu–respondió el.

Mouse se enojó mucho por este gesto pues estaba celoso de las atenciones que la chica le daba al japonés, asi que lo empujó y éste fue a caer de bruces contra la sopa de su padre.

–¿oye que te pasa?–dijo enojado el señor que había derramado su comida

–yo no fui fue este idiota–respondió Ranma molesto y volteo a ver a Mouse que solo se cruzó de brazos.

–bah, eres un tonto– le dijo

–¿Quieres pelear?– Ranma se puso de pie en pose de pelea y su padre también ya que no le gustaba que tiraran su comida.

–Cuando quieras nenita–respondió enojado Mouse, solo que estaba volteando hacia otro lado pues no traía sus gafas.

–vamos chicos solo fue un accidente–trato de mediar Ryoga nuevamente.

–Tu no te metas Ryoga–gritaron los otros tres, de improviso, Mouse le dio una patada a Ryoga pues lo había confundido con Ranma ya que aun no se ponía sus gafas, Ryoga enojado le devolvió el golpe y le gritó– oye que te pasa?, ponte tus lentes idiota–

El chico pato se los puso y lo vio, –ah lo siento, creí que eras el otro idiota–

–A quien le llamas idiota– dijo enojado Ryoga y se lanzó al ataque, patadas y golpes, volaban de uno a otro, uno de los golpes le dio a Ranma y éste se defendió, iniciando una gran pelea, Genma estaba en el medio y durante el ataque se dio cuenta que Ranma había dejado su tazón con fideos así que se escabulló, lo agarró y se lo comió, en un momento dado el chico se dio cuenta de lo que hacía su papá y le dio un golpe en el costado –¿¡que crees que estas haciendoooo?!– el señor salió volando hasta una cubeta de agua fría y se transformó en panda, sacó un letrero que decía es tu culpa, tu tiraste mis fideos, hijo ingrato, mientras seguían en la lucha Xiampu estaba cada vez mas enfadada, asi que se levantó y gritó: –¡Ya bastaaaaa!– todos se calmaron y se quedaron estáticos, Ranma con el puño en la cara de su papá, Ryoga con el pie en la cara de Mouse y Mouse a punto de golpear a Ryoga con uno de sus patos de baño.

–¡Miren este desastre, apenas llevamos unas cuantas horas y ya destrozaron todo, si se siguen comportando como niños no lograremos llegar al lago, tienen que aprender a llevarse bien, de lo contrario me iré yo sola!– cuando terminó el sermón todos se sintieron avergonzados, pues realmente habían hecho un desastre en su campamento, la fogata, las casas de campaña, incluso al comida terminaron volcados, la chica caminó furiosa hasta la única casa que permanecía en pie, –bien, ustedes arreglen esto, yo me voy a descansar, si mañana arman un alboroto como éste, los dejo y me voy por mi cuenta– se metió a la casa de campaña y cerró la entrada, los chicos se sintieron mal y empezaron a levantar todo lo que habían tirado, Mouse estaba molesto y dijo: –todo esto es tu culpa Saotome–

–¿Mi culpa?, pero si tu fuiste el que me empujo en primer lugar–contesto molesto el trenzudo.

–Hijo ¿cuando aprenderás?– escribió el panda

–Si Ranma, eres un desastre–agregó Ryoga que terminó de levantar su tienda

–¿Pero que les pasa a todos?, son unos ingratos–gritaba el chico

–Bien, creo que ya levantamos la mayor parte, yo iré a dormir, mañana nos espera un largo viaje –continuo Ryoga ignorando al trenzudo, yo también, adiós escribió el panda, –si buena idea, hay que descansar–añadió el chico pato, todos dejaron que Ranma levantara el resto de las cosas que habían tirado, el chico al ver lo que había pasado se enojó pero sabía que tenía que hacerlo, de lo contrario la pelimorada los dejaría atrás, pues ella era la única que podía entender el mapa, ya verán, me las pagaran todos pensaba el chico mientras terminaba de limpiar y acomodar...