– ¿Pero qué es lo que sucedió? ¿No funciono el lago para quitar las maldiciones?– preguntó intrigado el monje que había visto pasar a Ranma chica llorando

–Pues con nosotros tres si funcionó, al entrar al lago, el agua brilló fuertemente tal y como usted lo dijo, estaba fría y al salir no nos transformamos, pero cuando ellos dos entraron nada sucedió–explico Xiampu.

–mmm, es extraño– respondió pensativo.

–¿Cree que el lago aun funcione?, ¿que aún sea mágico?– preguntó Genma

–No lo sé, será mejor investigar un poco, volvamos al templo inferior, deberían cambiarse, hay que echarle agua caliente al cerdito–

–Se llama P-chan– dijo Xiampu

–Bien, debemos volver hombre a P-chan– respondió con una sonrisa Mao Su, todos lo siguieron un poco apesadumbrados pues aunque ya estaban curados, se preocuparon de lo que había pasado con los otros chicos, Genma se sentía inquieto pues conocía a su hijo, era impulsivo y no sabía que podría hacer en el estado en que se encontraba.

Llegaron al templo, se cambiaron por sus propias ropas y se dieron cuenta que se veían un poco viejas, a lo que Xiampu le pregunto a Mao SU: –¿Cuánto tiempo estuvimos ahí?–

–Cerca de diez meses–respondió el monje

–Vaya sí que es una locura el tiempo en ese lugar–dijo Genma

–Aun así lo hicieron bastante rápido–comentó alegremente.

–Solo fue posible por su mapa, usted nos ha ayudado mucho– le respondió la chica devolviéndoselo.

–Jojojo me alegra ser de ayuda– lo tomó y lo guardo en un pequeño cofre que tenia en una mesita. La chica asintió y se volteó a donde estaban los otros dos:–¿Entonces que haremos?–

–Deberíamos regresar a la aldea amazona, la anciana Ming puede ayudarnos a entender que fue lo que paso– contestó Mouse, de repente sintió una pequeña punzada en la frente por lo que se tocó la cara.

–¿Que sucede chico?–preguntó el monje

–Algo me molesta un poco–entonces levanto la vista y se dio cuenta que los lentes le estorbaban, así que se los quitó y su vista mejoró inmediatamente, ya no veía borroso y todo quedó muy claro, volteo a ver a Genma, luego a Mao Su y por último miro a Xiampu que tenía una expresión preocupada.

–¡No puede ser!– dijo de repente

–¿Que pasa?– preguntaron todos

–¡Puedo ver, veo perfectamente!, Xiampu, eres aún más hermosa de lo que recordaba!–dijo y corrió a abrazar a la chica que se sonrojó furiosamente pues aunque no lo aceptara, se sentía muy halagada por el chico.

–Mouse, ya puedes bajarme– dijo pausadamente y el chico obedeció.

–Que bien, les dije que el lago era increíble, cura toda enfermedad y maldición–agregó felizmente el monje.

–¿No les parece extraño que solo nosotros tres nos hayamos curado?–se preguntaba Genma con la mano en la barbilla.

–¿Habremos hecho algo diferente?, porque incluso curó la ceguera de Mouse–puntualizo Xiampu con la cara aun sonrojada.

–Lo mejor será regresar a la aldea amazona y buscar respuestas–dijo el señor Saotome.

–No es justo–dijo apesadumbrado Ryoga que recién había sido convertido en humano.

–Ryoga, vamos amigo, tendremos que averiguar qué fue lo que paso, no te desanimes– le dijo Mouse dándole una palmadita en la espalda, el chico cerdo solo asintió triste.

–Para llegar a la aldea amazona lo mejor es esperar un par de días, deben venir unos viajeros que me traen provisiones cada mes y ellos podrían acercarlos hasta allá pues vienen en una camioneta–explicó el monje

–Eso sería de gran ayuda, así no tendríamos que atravesar por el desierto nuevamente–dijo Xiampu

–Ah es verdad, el joven Saotome me dijo que vinieron por el desierto, pero es muy grande, lo mejor es ir por la carretera–

–¡¿Carretera!?–dijeron todos a la vez

–Sí, está por allá–señalo hacia el este y todos pudieron ver el camino.

–¿Ven? Les dije que había una carretera –dijo Mouse

Todos cayeron de espaldas, un poco avergonzados de haber pasado por tanto cuando se lo pudieron haber ahorrado...

Por otro lado Ranma corrió hasta que no pudo más, estaba enojado, triste, molesto, ¿cómo era posible que después de todo lo que había pasado no consiguiera librarse de la maldición, y peor aun, que su padre, Mouse y Xiampu si lo hubieran conseguido?, eso no tenía sentido, ¿sería posible que solo funcionara con animales?, no, no podía ser porque tampoco funcionó con Ryoga, entonces ¿qué estaba pasando?, mientras más se lo preguntaba más insatisfecho se sentía, dejo de correr cuando ya no pudo más, no se dio cuenta de cuánto tiempo estuvo así, en realidad solo salió corriendo sin importar a donde se dirigía, esta vez uso la carretera que le había mencionado el monje, pero no sabía a donde estaba yendo, cuando se fijó bien estaba cerca de un poblado, así que se dirigió hacia allá, esperando que pudiera encontrar ayuda pues estaba cansado y hambriento, ahora que lo pensaba, no traía ni un peso, solamente corrió sin más, pensó en volver, pero no quería enfrentarse con la dura realidad de que todos estaban curados menos el, bueno casi todos, sintió lastima por Ryoga por haberlo abandonado, pero ya no había remedio, caminó por un par de horas mas hasta que llego al pueblo, unos maleantes la vieron a lo lejos, Ranma se dio cuenta de las malas intenciones de los tipos y pensó para si, que bien, justo lo que me faltaba, los tipejos la rodearon, uno de ellos le dijo: –pero que tenemos aquí, ¿te perdiste linda?, podemos ayudarte,–

–vamos no seas esquiva, ven con nosotros solo queremos auxiliarte–dijo otro

–oigan la van a asustar, ven conmigo preciosa–dijo el tercero

Ranma estaba furioso, asi que con la mirada afilada les contestó: –mi nombre es Ranma Saotome, representante de la escuela de combate libre Saotome, salgan de mi camino sin no quieren salir lastimados–

–jajaja, además de linda, valiente, vamos, ven– respondió el que parecía ser el líder, se acercó a Ranma que tenía un aura de batalla inmensa, intento tocar su cara entonces recibió un puñetazo en la cara, el chico se enojó y llamo a sus compañeros, Ranma se defendió con todo, lanzaba golpes y patadas con toda la fuerza que tenía pero los tipos eran bastante fuertes, asi que después de darse cuenta que a puño limpio no les ganaría, los fue llevando en forma de espiral hacia el centro y al llegar ahí levantó su puño: –¡el puño del dragón!– los pobres hombres quedaron hechos trizas como si los hubiera arrollado un tren, al acabar Ranma estaba agotado, pero satisfecho de haber sacado toda su energía negativa, se acercó a uno de ellos, lo revisó y encontró algunas billeteras, era evidente que eran asaltantes, las tomó y le dijo: –ladrón que roba a ladrón...– estuvo reflexionando lo que haría a continuación, definitivamente odiaba tener que hacer eso, su padre no tenía mayor problema con hurtar cosas, él no era así.

Después de mucho pensar, decidió que ya era hora de regresar a casa, extrañaba tanto su hogar, a su madre, la comida deliciosa de Kasumi, las tonterías del tío soun, incluso a Nabiki y al maestro pervertido, pero por sobre todo extrañaba muchísimo a Akane, su hermosa sonrisa, su voz, su mirada, todo le recordaba a ella, extrañaba verla reir, incluso sus golpes, sus celos... pero no soy un hombre completo, después de todo este tiempo no lo conseguí, soy un idiota, pensaba el chico, estaba desesperanzado, pero luego recordó las palabras de la chica... Ranma para mí siempre serás tú, no importa tu forma... eso le había dicho, ella lo aceptaba con todo y su maldición, entonces suspiro profundamente y decidió que era tiempo de volver a casa, se adentró al pueblo, compro algunas cosas que necesitaba, comió un poco y ya convertido en hombre encontró un puerto, un barco que transportaba mercancías en contenedores estaba saliendo, así que se embarcó como polizón, usando la técnica del umisen ken, pasó desapercibido el tiempo que duró la travesía por el mar de Japón.

Tardó una semana en llegar a tierra, cuando descendió, salió sin mayor problema, pidió indicaciones, se transportó por medio de autobús, tren, hizo autostop, corrió, caminó y finalmente después de dos semanas llegó hasta Nerima, eran cerca de las 11 de la mañana cuando llegó, se sentía muy cansado por el viaje pero estaba tranquilo, caminaba lentamente recorriendo aquellos caminos que le eran tan familiares, de repente se puso nervioso, ¿Qué le diría a Akane? ¿Simplemente se presentaría ante ella con la cola entre las patas? No sabía cuánto tiempo había pasado, nunca se detuvo a preguntar, ¿y si había pasado más de diez años en ese extraño lugar? Entonces se detuvo, justo estaba pensando en regresarse cuando una turba enardecida se acercaba hacia donde se encontraba, muchas personas corrían persiguiendo algo o a alguien, cuando estaban acercándose se dio cuenta que efectivamente estaban persiguiendo a alguien, nada mas y nada menos que la chica que le robaba el sueño, la mismísima Akane corría desesperadamente huyendo de aquellas personas, cuando se fijó mejor se dio cuenta que la chica tenía una piña en la cabeza, ¿una piña?, además los que la perseguían eran compañeros de la escuela, como en los viejos tiempos, pensó, luego de salir de su asombro inicial decidió seguirlos para ver en que lío se había metido su prometida...