¡Actividad de un grupo de Facebook! Un reto de 30 días para dibujar o escribir de Koisuru Boukun.
Personajes: Morinaga Tetsuhiro y Souichi Tatsumi.
Continuación del día 13. Calor.
oxoxoxo
La noticia de que el terrorífico Souichi Tatsumi tenía varios chupetones en el cuerpo era la comidilla entre los estudiantes del campo de ciencias, pese a que habían pasado una semana.
Para fortuna del profesor Tatsumi, nadie había sacado fotografías de su cuerpo; los apagones seguían a la orden del día y, por tanto, Souichi en más de una ocasión tuvo que levantarse el cabello en un bollo. Las aulas estaban llenas y el calor se sentía el doble que en su laboratorio.
Cuando el chisme llegó a oídos de Tadokoro, secundado por comentarios lascivos por parte de ambos sexos, sintió miedo de manera genuina.
A Morinaga no le haría nada de gracia que observaran a su "pareja" de esa forma.
No supo si insinuar que conocía a la pareja de Tatsumi-senpai... o calmar los chismes lanzándose a la fuente de la universidad medio desnudo.
oxoxoxo
- Ojalá a Souichi le guste este bolígrafo... - Morinaga había comprado un elegante bolígrafo para su senpai; debido a su nuevo trabajo como profesor constantemente los extraviaba, así que, una bonito lapicero que podría colocar en el bolsillo de su bata se le hizo práctico... además de que siempre llevaría algo que él le regaló.
Y sí, no le bastaba con que llevara su anillo; la última vez que tuvieron un encuentro lo marcó en varias partes de su cuerpo, sintiéndose satisfecho consigo mismo.
Morinaga admitía ser posesivo, pero, ¿quién no lo sería con una persona tan perfecta como Souichi? Gracias a eso logró expulsar del departamento a Tadokoro, y solo le bastó un par de palabras y una mirada tenebrosa para que saliera huyendo.
Tenía que proteger lo suyo.
Estaba a medio camino del despacho de Souichi, emocionado de entregarle su regalo.
-... me pregunto si la novia de Tatsumi-san es alguien que conocemos. - eso lo hizo detenerse in situ.
¿Qué carajos habían dicho?
Consideraba de mal gusto espiar conversaciones ajenas, pero se quedó a un costado de la pared, "revisando" su celular. Un grupo de alumnos caminaba con lentitud por el pasillo.
- Podría ser un chico, digo, ahora la comunidad LGBT es más aceptada. - comentó un chico.
- ¿Llegaron a ver su cuerpo? Dios, su piel es tan clara y parecía tan suave; ¿cómo demonios nadie se ha dado cuenta del pedazo de hombre que es? Se ve tan angelical cuando no frunce el ceño... ojalá se vaya más seguido la luz en los laboratorios. - una chica se echó aire con la mano.
- Si le pido una cita, ¿creen que me diga que sí? -
Morinaga trataba de no hacer una escena, pero estaba encabronado.
Tanto había hecho para que nadie le echara los ojos a "su" Souichi. ¿Qué demonios había pasado para que todos quisieran quitárselo?
- No seas tonto, recuerda que también tenía chupetones en el cuerpo... es claro que está con alguien. Su pareja es muy pasional por lo que sabemos. - refutó otra del grupo, un grupo de 3 chicas pasó de casualidad, se detuvieron para escuchar el chisme de su profesor favorito.
- Bien pudo ser un solo encuentro. - contestó el mismo que creía tener una oportunidad.
- Está bien, lo admito, fui yo. -
Morinaga y los del grupo miraron a una joven de cabello largo y buen busto, al igual que sus dos acompañantes.
- Esta desgraciada... ¡es la estudiante que Souichi rechazó! - Morinaga la vio de mala manera por aquella mentira.
- ¡¿Eh?! - dijeron en coro el grupo.
- Kaede-chan, no seas mentirosa. - una de las amigas de la chica le regañó.
- No es mentira, ¿qué no recuerdan su primera clase? Yo me dirigí a su despacho a "conversar"… se resistió, pero fui perseverante todo este tiempo. Nos encontramos de casualidad en un bar semanas atrás y me invitó un trago, me comentó que por ser su alumna no podíamos iniciar algo. - todos la vieron con asombro.
- Así que solo tuvimos sexo, pero prometió esperarme hasta que terminara su materia, después podríamos iniciar una relación... así que te pido que dejes a Tatsumi-sensei en paz; mira esto. - se movió un poco la blusa, revelando un pequeño chupetón.
- ¡Wooooooh! ¡Eres una diablilla!, ¿qué se siente ponerle los labios a ese pedazo de hombre? - uno de los chicos le dio un manotazo juguetón.
- Detalles querida, no te contengas. -
Morinaga ya no pudo escuchar más y caminó con prisa al despacho de Souichi.
oxoxoxo
Souichi se encontraba en medio de su peor enemigo, el papeleo. A veces odiaba su empleo, pero la paga era demasiado buena para dejarlo.
Tomó una taza de su escritorio, bebió un poco de café y regresó con su infierno.
- Debería agradecer a Morinaga por la tetera eléctrica, me ha salvado en más de una ocasión. - su cesto tenía un par de vasos vacíos de sopas instantáneas, además de bolistas de té y cajetillas de cigarro.
La puerta se abrió con brusquedad, saltó en su lugar por el susto, se giró y vio a Morinaga.
Este cerró la puerta, bajó la cortina y le puso el seguro.
- ¿Qué demonios te pasa? - Souichi le regañó.
-...- se le hizo raro a Souichi que no le contestara, cuando vio aquella expresión en su cara... recordó aquella vez en que le preguntó algo sobre cómo contestar a los metiches sobre el anillo y su pareja. De repente, se sintió nervioso.
- ¿Sabes que eres el chisme del momento? -
- ¿E-eh? -
- Al parecer estabas con el cabello recogido, sin camisa y sudado en tu laboratorio... - se acercó lentamente, para terror de Souichi, se levantó con intención de calmarlo.
- Yo... - Morinaga colocó a manera de barrera sus brazos en el escritorio, arrinconando a Souichi entre el escritorio y su cuerpo.
- ¿Llevabas tu anillo ese día? - su voz era diferente, sin el carisma de Morinaga.
- Si... -
- Me podrías explicar, ¿por qué estabas así? - Morinaga sostuvo con fuerza uno de los libros en el escritorio, controlando sus celos. - Acaso Tadokoro y tú... -
- ¡¿Qué?! ¡No! No había luz, hacía demasiado y necesitaba refrescarme de alguna forma. - contestó indignado.
- ¿Acaso saliste de esa forma a comprar algo? - aquella mirada le ponía de los nervios.
- ¡No!, Yamaguchi-kun llegó con botellas para el alumnado y... - su mente hizo click. - … dejó abierta la puerta del laboratorio...
Se sonrojó de vergüenza, ¡con razón había más gente caminando por el pasillo!
- ¿Sabes que más notaron? - Souichi negó. - Los chupetones. -
A Souichi se lo quería llevar el diablo.
- ¿¡Cuántas veces te he dicho que no me dejes marcas!? ¡Mierda!, ¿qué pensarán de mí los alumnos? ¡Esto es culpa tuya! - trató de empujarlo con fuerza. Se sorprendió al ver que no lograba moverlo, ni un poco. - Morinaga, quítate. -
- No. - a Souichi se le bajó el enojo, volviendo a sentir nervios por la mirada de Morinaga.
- ¿Por favor? - Morinaga no le quito la vista, pero lo dejó. Se sentó en el sofá del despacho, cruzando los brazos. Souichi volvió a tomar asiento en su silla, aliviado de recuperar su espacio.
- Si no pones fin a esto, seré yo quien lo haga. - Souichi iba a protestar. - Y será a mi manera. -
- ¿En qué afecta que me hayan visto así? ¡Hay más motivo para que me dejen en paz! Digo, ya saben que estoy viendo a alguien, ¿no? - sabía que Morinaga era celoso, pero esa posesividad le ponía de los nervios.
- ¿En qué? - dijo eso de manera burlona. - ¿Recuerdas aquella joven que se te insinuó aquí? -
- ¿Qué tiene que ver la señorita Ono en esto? - Morinaga le vio feo cuando mencionó su apellido.
- Digamos que esa buscona de atención ha iniciado otro rumor. - Souichi no entendía. - Ahora resulta que son amantes, se hicieron chupetones mutuamente... y que estás esperando a que se gradúe de tu clase para iniciar una relación con ella. -
Souichi palideció.
- ¿¡Qué!?, ¿¡cómo se atreve!? ¡Me pueden despedir por esto! - entró en pánico, tratando de buscar una solución a un gran problema. - Mierda, mierda, mierda, ¿qué haré? -
A Morinaga le preocupó la actitud de Souichi, se levantó y le abrazó.
- Tranquilo, veremos cómo resolver esto. - aquel tono amable relajó en seguida a Souichi, devolviendo el abrazo.
- Por un momento tuve miedo de que encontrases a alguien más, perdón por no visitarte últimamente... -
- Deja de ser tan idiota, rechacé a la señorita Ono no solo porque es mi alumna, no me interesa en lo más mínimo, ya te tengo a ti para molestarme. - Morinaga rio, le entregó su regalo.
- Te traje un bolígrafo, tiene un clip en la tapa para que lo asegures en el bolsillo. -
- Gracias, es muy práctico. Siempre las pierdo. - era un bolígrafo elegante y bonito, lo cuidaría por ser un obsequio. - ¿Alguna idea de qué hacer con mi problema? -
- Admitir que estas saliendo conmigo. - Souichi lo miró con enfado. - Bien, bien, eso sería como último recurso... -
Morinaga se recostó en el sofá, pensando.
- ¿Debería enfrentarle? Pero no tengo pruebas para desmentirle... -
Souichi tropezó con unas cajas, pues aún tenía un poco de desorden en su despacho, cayendo sobre Morinaga; se sonrojó y trató de quitarse, pero Morinaga invirtió la posición con facilidad.
- Si querías cariño, me lo hubieses dicho. - lo besó, Souichi se resistía.
- ¡Quítate! ¿Qué no vez dónde estamos? -
- Está bien, puse seguro y bajé la cortina... solo serán besos, ¿si?, si nos desestresamos podríamos encontrar una solución. -
Souichi se sonrojó, nunca lo admitiría, pero le gustaban las caricias y besos sin llegar al sexo. Besó a Morinaga, aceptando la propuesta... además, le causaba cierta emoción estar en la universidad.
oxoxoxo
- ¡Lo sabía! ¡Eres una mentirosa, Kaede! Pudiste meter en problemas a Tatsumi-sensei, ¡podría haber sido despedido! -
Tadokoro llevaba unos papeles para Souichi, iba rumbo a su despacho cuando se encontró con el grupo donde se encontraba una chica relatando de manera explícita como era Souichi en la cama, eso lo sorprendió y ofendió. ¡Una vil mentira! Ahora haría algo y defendería a su senpai.
- Ni que fuera tan grave, no planeaba decírselo a los directores; al cabo que Tatsumi-sensei se lo pierde. - se llevó un gran golpe al ego cuando uno de los asistentes del profesor Tatsumi desmintió todo. - ¿Cómo sabría que realmente tiene pareja? -
- ¿Nos está diciendo la verdad, Tadokoro-san? - otro del grupo no sabía si creerle.
- Ya les dije que viví un tiempo junto a Tatsumi-senpai, conocí a su pareja una noche, son realmente discretos. - como si fueran un rebaño, lo siguieron rumbo al despacho del profesor Tatsumi. - Tatsumi-senpai es una persona reservada, y deberían dejarle en paz. -
- ¡Pero es que es tan sensual! - dijo una chica. - Pese a su personalidad, ¡es tan divino! -
Estando a escasos metros de la puerta, Souichi salió tranquilamente de su despacho. Tenía algo desarreglado el cabello, los labios hinchados y un par de chupetones visibles en el cuello.
El grupo y Tadokoro se quedaron sin habla, en estado de shock.
- E-eh, Tatsumi-senpai, yo... -
- No sé a qué vienen... pero esperen aquí, necesito ir al baño. Vuelvo en un minuto. - se alejó, se le hizo raro que un puñado de sus alumnos siguieran en la universidad.
Acto seguido salió Morinaga... con los labios hinchados y acomodándose la corbata.
Miró al grupo, y con una mirada fría y vacía, les sonrió.
- ¿Necesitan ayuda? -
Tadokoro habló por el grupo, muerto de miedo.
- S-solo debo entregar estos documentos a … - Morinaga los tomó de manera brusca.
- No te preocupes, yo se los entrego a Souichi-san. - miró a la tal Kaede, quien sintió miedo al darse cuenta de quién era ese chico tan apuesto.
- Agradecería que ese rumor se quedara entre ustedes... después de todo, no me agrada que hablen tan descaradamente de alguien con pareja. - jugó con su anillo de manera obvia. - ¿Estamos claros? -
- ¡Si! - contestaron todos aterrados.
- Bien, buena noche. - se encerró nuevamente en el despacho.
Tadokoro se llevó al grupo, regañándolos por hacer enojar a Morinaga-senpai. Advirtiéndoles con parar de chismear sobre Tatsumi-san y, si apreciaban sus vidas, no contarle a nadie de este encuentro.
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