Momoi y Aomine son michis humanos, no tengo pruebas pero tampoco dudas.
Aomine no lo parece, pero es alguien que gusta de ser mimado.
Díganle infantil e inmaduro, pero era una realidad. Gustaba de ser mimado y que le prestaran atención.
-Daiki-san-
Arrugo la nariz, alguien estaba irrumpiendo sus horas de sueño.
-No te hagas el dormido, Dai-chan-
Gruño por lo bajo poniéndose sobre la cara el cojín que estaba abrazando, no quería más ruido que irrumpieran su descanso.
-No siento mi pierna, Daiki-san.
Silencio.
Momoi suspiro al mismo tiempo que se acostaba en la otra pierna de Sakurai quien comía tranquilamente de su bento sin terminar de ese día. Satsuki se acomodó mejor en el suave muslo de Ryou quien suspiro resignado, si, Momoi y Aomine eran tal para igual.
-Hazme cariñitos, Ryou-chan-
Eso llamo la atención enormemente de Aomine.
-Al único que mimara Ryou soy yo, Satsuki- de inmediato Aomine se levantó de la pierna de Sakurai y acostó su cabeza sobre el hombro izquierdo de Ryou quien de inmediato comenzó a darle palmaditas en las mejillas -es mío, yo lo vi primero-
Satsuki rodo los ojos dejando a un lado la revista que estaba leyendo. Típico de Aomine.
-Ryou-chan es mío también, Dai-chan- respondió la chica levantándose de su cómoda "almohada" acostándose también en el brazo derecho de Ryou quien sonrió por las ocurrencias de estos dos -no seas egoísta y deja que me mime también- abrazo al chico sin intenciones de soltarlo para que también fuera consentida igual que Aomine.
Las peleas infantiles entre ambos adolescentes eran el pan de cada día para Sakurai.
-Ya, ya. No discutan, si pelean mas no mimare a ninguno antes de ir a la cama- los dos amigos dejaron su infantil discusión de lado y se aferraron cada uno al brazo de Sakurai quien suspiro agotado de todo ese embrollo, los tenía muy consentidos - ¿me sueltan, por favor? Tengo tarea pendiente que terminar antes de preparar la cena de esta noche- pidió con suavidad el castaño mientras sus brazos eran jalados por ambos chicos que no estaban dispuesto a ceder un poquito con Ryou.
Una mueca de desagrado se dibujó en las facciones de Aomine -asco, tarea escolar-
Ryou soltó una ligera risita -aunque se queje no ayudare a hacer su tarea, Daiki-san. Recuerde lo que dijo el entrenador Harasawa-
- "Nada de hacerle la tarea a Aomine, Sakurai"- cito Satsuki entendiendo hacia donde iban las quejas de Daiki -no seas mimado, Dai-chan. Ryou-chan ya hace demasiado por nosotros para todavía ayudarte con tus obligaciones-
-No me gusta estudiar, Satsuki- la mueca de desagrado en su rostro no desparecía -a este paso reprobare el semestre si Ryou no me ayuda como siempre- le dio esa mirada que evitaba (la mayoría de las veces) que se metiera en problemas o conseguía lo que quería de Ryou.
Sakurai estuvo muy tentado en decir que si a las condiciones de Aomine pero después recordó que no estaba en discusión las órdenes del entrenador Katsunori.
-No, Daiki-san-
Aomine gruño por lo bajo soltando el brazo de Ryou cruzándose de brazos enojado. Satsuki se burló de los "berrinches" de Aomine mientras Ryou volvía a suspirar, esto era predecible.
-Mejor ayúdame a mí a estudiar Ryou-chan, no le hagas caso a Ahomine- luego de eso se levantó del cómodo sofá y tiro de la mano de Sakurai arrastrando al castaño escaleras arriba de su hogar dejando con su "enojo" a Aomine.
Daiki tardo cinco segundos en darse cuenta de que esos dos lo dejaron solo, y eso no era una buena señal.
Conociendo a Satsuki haría de todo con Ryou menos estudiar.
- ¡Satsuki! ¡No te atrevas a saltarle encima a Ryou si no estoy presente! -
Mas vale prevenir que lamentar.
