Amor sincero y bonito. Solo eso.
"Nuestro primer amor y el amor de nuestra vida no son las mismas personas. Aomine Daiki lo tenía contemplado. Afortunadamente para él, tenía la ventaja de tener a ambos amores en su vida y solo para él".
Aomine soltó un sonoro suspiro.
No sabía cuánto tiempo ha hecho eso, sinceramente. No trajo su reloj digital y después de ser las dos de la tarde había perdido el interés en el tiempo de estancia en aquella boutique de vestidos de novia y trajes de novio.
Según Satsuki, era nueva esa tienda y aún no habían ido a revisar sus vestidos como trajes.
Por cierto, Aomine Daiki va a casarse.
Sorpresivo ¿no?
Bueno, para Daiki un poquito, pero no puede sorprenderse tanto debido a que fue el quien hizo la pregunta.
No señor, no solo hizo la pregunta una vez.
La hizo dos veces, y eso es lo que lo traía a su situación actual.
-¿Dai-chan?-
Daiki parpadeo un par de veces antes de notar la figura de Momoi Satsuki tomando la mano de un callado Sakurai Ryou quien cargaba en su brazo diestro el bolso de mano de Satsuki.
Cierto, no estaban solos.
-¿Está todo bien, Daiki-san?- pregunto Ryou tomándose el atrevimiento de tomar las mejillas morenas de Aomine, asegurándose de esa forma que no estuviera enfermo.
-Seguramente tiene hambre, salimos muy temprano de casa para revisar los vestidos de esta tienda, no comió lo suficiente Dai-chan- expreso Satsuki acariciando las mejillas de su prometido.
En su mano blanca y con una perfecta manicure estaba un discreto anillo de plata con un zafiro en el centro, dos diamantes de catorce quilates y con corte recto.
Aomine Daiki iba a casarse dos veces.
La primera será con Momoi.
-No hemos visto el traje para Daiki-san, Satsuki-san- anuncio Ryou sacando un par de galletas caseras del bolso de Momoi dándole a cada uno una galleta –y la boda es en dos semanas-
Y la segunda será con Sakurai Ryou.
-¿Están seguros que no puedo repetir traje? Me casare con los dos, saben- pregunto Aomine dando una mordida a su galleta.
-¡No!- fue la negativa de Ryou y Satsuki quienes se vieron a los ojos.
Y luego a Aomine que hizo una mueca aburrido.
-Te casaras conmigo primero, Dai-chan- expreso Momoi besando suavemente los labios de Aomine quien ronroneo feliz por el suave toque de la chica de cabellos rosas sobre sus labios –eso es especial para mí-
-Y después te casaras conmigo, Daiki-san- agrego Ryou limpiando las mejillas cubiertas de migas de Aomine con un pañuelo –mi boda también debe ser especial, para todos. No es justo que repitamos traje, Daiki-san.
Aomine volvió a suspirar.
Está bien.
-Okey, okey. Lo haremos a sus demandas- Momoi y Sakurai brincaron emocionados para después abrazar entre los dos a Daiki quien los recibió entre sus brazos.
Vigilo que nadie los estuviera observando y beso sonoramente las mejillas y labios de Satsuki y Ryou quienes se rieron por la forma de actuar de Aomine con ellos.
Si, Daiki era afortunado. Era un hombre afortunado.
