Capítulo 10: Reinicio

Y así pasó el tiempo, cuando Bill se quiso dar cuenta ya paso un año y logró llegar a lo que le pareció la mejor conclusión.

Bill.

Fui un pendejo, lo admito. Soy nuevo en eso de sentir... Cosas.

Bueno, considerando que a este punto es imposible hacer que Pinetree me quiera, decidí retroceder el tiempo. Debido a que actualmente controló todo puedo regresar hasta el momento en que inicié a atormentar a los Pines y cambiar mi estrategia.

Acaricia la cabeza de su hija.

Pero me encariñe con está bola de mocos, así que le estuve imbuyendo energía demoníaca por todo esté tiempo.

No es un demonio, pero al menos tiene algunas habilidades, con el tiempo puedo llegar a convertirla en mi heredera.

Me la llevó conmigo.

No hay discusión.

Le hace caras a la pequeña provocando que se ría.

Le puse Lilith.

Bill le sonríe a la pequeña bebé cuando escucha la risa de está.

—¿Quieres qué me case con tu papá? —Le pregunta, ignorando el hecho de que si no estuviera en esa situación se hubiera reído de que le hablará a una bebé de un año.

La niña le sonrió.

—Eso es un sí. —Y con eso preparó todo para rebobinar el tiempo.

Cuando Bill regresa se encuentra con un joven Dipper Pines, de 17 años escribiendo en su diario. Decidió adquirir la apariencia de alguien de su edad.

Su cabello totalmente amarillo, cortó, su piel ligeramente achocolatada, sus ojos ámbar que se asemejaban más al oro líquido, sus pecas y estatura medía lo hacían ver bien.

No quería ser más alto que su Pinetree, más que nada porque aprendió qué debía rebajarse si quería conseguir el amor del Pines.

Fue difícil planear una estrategia, creó qué no lo pensé bien al llevar a Lilith conmigo. No tengo donde dejarla, ni que excusa poner para decir que ando con ella.

Tras pensarlo un rato, crea un improvisado parque pequeño para la pequeña infante. La deja sola en un lugar apartado del bosque, protegida por una burbuja que sirve de escudo y barrera.

Después de eso camina, a paso calmó, a donde Dipper se encontraba. Había planeado un nombre falso, esperaba mostrarse casual.

Se arregló la camisa a cuadros amarilla que traía y se aseguró que sus Jeans estén bien.

Se sentó al lado de Dipper.

—Hey, lindo diario. —Soltó sin más, Dipper estaba tratando de hacer su versión de los diarios de Ford. Le parecía tierno. Si fuese el él de ese tiempo habría aparecido en este momento un montón de animales muertos, desollados, sin ojos, mucha sangre. Y hubiese hecho que los animales caminarán hacía Dipper, cómo si fueran zombis.

Eso fue lo que hizo en aquella época.

Ahora es un demonio nuevo, evangeli... Agh. La única razón de porque no repite eso es porque sabe qué si lo hace no le gustará la reacción de Dipper.

Y porque quiere ligárselo, no aterrarlo.

Dipper.

Hola, soy Dipper Pines. Seguro muchos de ustedes ya sabrán sobre mis aventuras en Gravity Falls cuando tenía 12 años junto a mi gemela, Mabel. Ahora me mude a Gravity Falls debido a que nuestros padres murieron en incendio...

Desvía la mirada de su libro y la enfoca en el chico rubio sentado a su lado.

Desde hace medía hora sentí qué algo iba mal, no sabría explicarlo, pero es cómo sí las cosas no fueran cómo deberían ir... Cómo si olvidé algo.

El cuerpo de Dipper tiembla ligeramente, no olvidando lo vivido con Bill, aunque se supone que no lo ha vivido todavía.

—¿Te gustan los monstruos, chico? —Le Interroga el desconocido.

—¿Quién eres? —Pregunta, desconcertado Dipper.

No había razón para las reacciones defensivas que su cuerpo mostraba.

—Soy William Lecter, me mude recientemente al pueblo. —Se presentó el curioso muchacho.

Fin

: fue lo primero que me se ocurrió.