Extra: ColiseoDipper.

Dipper se quitó las cuerdas que ataban sus muñecas y se quitó la venda en los ojos, Bill le había dicho que lo iba a recompensar con lo que quisiera si ganaba en aquel lugar.

Agarró una espada y esperó a ser llamado a combatir.

Bill era uno de los lores del reino, mientras qué él era su "gladiador".

Fue llevado al centro de un coliseo, con la vista buscó a su señor, a su amo y dueño. Encontró a un rubio de oscura mirada conversando con un muchacho pelirrojo.

Dipper suspiro, decepcionado, Bill no estaba mirando. Le tocó pelear contra una bestia, fue sencillo. No era la primera vez que se enfrentaba a criaturas peludas.

Bill lo había obligado a enfrentarse a criaturas de todos los tamaños, colores y sabores cómo entrenamiento. Él era el mejor de los esclavos de Bill, quién recibía lo mejor de su maestro, era simplemente él es de lo mejor que el mago William Cipher tenía.

Dos horas habían pasado y él había aniquilado a varias bestias. Se encontraba limpiando la sangre que había caído en su cara cuando escucho una risa.

—Jejeje. —Era un gladiador, gigante a comparación de Dipper. Poseía un garrote, que utilizó para atacar al pequeño Dipper.

Los ojos marrones de Dipper se dilataron demasiado, mientras esquivó el ataque.

"Lento." Pensó, mientras cortaba uno de los costados de su oponente.

El gigantón se giró y volvió para otro ataque. Dipper en cambió trató de esquivar de nuevo, pero en un movimiento el hombre logró lanzar su espada lejos de un manotazo.

Los dientes de Dipper se afilaron y sus uñas se alargaron, simulando garras. Se lanzó y logró morder la yugular, mientras el hombre trataba de quitárselo lo mejor que podía, pero sus cortos brazos no llegaban a la zona donde estaba Dipper.

Mordió y tiro, una y otra, y otra, y otra vez; hasta que el gigante cayó al suelo, muerto.

Dipper entonces se levantó y limpió la sangre de su boca con su mano izquierda. Pese a que no era la primera vez que probaba carne humana, debía evitar ceder a las ganas de lamer la sangre. Eso le daría mala imagen a Bill y le acarrearía un castigo.

Las peleas siguieron, cada vez eran oponentes más poderosos. En un momento Bill desapareció y no volvió a aparecer por dos horas. Esto causo que Dipper casi perdiera un enfrentamiento por estar vigilando si Bill volvía.

"¿Qué haces, Pinetree?" Escuchó la voz de Bill en su cabeza.

Estaba en una pelea campal entre varios oponentes, él había decidido quedarse en una esquina y esperar a que los otros se atacarán.

"Serás castigado si te quedas allí parado." Al escuchar aquello Dipper se lanzó a la batalla.

Tenía varios cortes, el pequeño pantalón que portaba se encontraba todo destrozado.

Cuando la batalla acabó, él se encontraba en el centro del campo, bañado en sangre, tanto propia cómo de sus oponentes. Estaba apoyado en una espada y se encontraba cansado.

No podía quedarse dormido, ni aunque escuchará que lo declararán ganador.

"Buen trabajo, Pinetree. Te ganaste tu recompensa."

Bill.

Se encontraba tomando vino, sentado en uno de los muebles de su habitación, estaba esperando a Dipper. Su gladiador.

Le había comprado ropa, y asegurado unos puestos en el teatro, para la función de una semana.

Cuando Dipper llegó, sonrió.

—Pinetree, qué bueno verte. —Con un gesto de mano, despidió a los guardias.

Dipper se arrodilló, murmurando un "mi señor".

—Levántate, creó que ya conoces las reglas de cuándo estés en mi presencia. —Y Bill observo a Dipper quitándose los pantalones, la cuál era la única prenda que le dejaban portar.

Bill entonces saca un montón de ropas y joyería.

—¿Q-qué es...esto, señor? —Puede escuchar a su hombre, preguntar desconcertado.

—Pruébatelo —le ordena.

Y así tenemos a Dipper modelando conjuntos para el gusto de Bill.

Cuando Dipper termina de probarse todos los conjuntos, Bill mueve una de sus manos, guardando todas las prendas con aquel movimiento.

Dipper.

La magia es... Impresionante, el señor Bill es impresionante.

Dipper se deja guiar hasta la cama, se acuesta con Bill encima y se besan apasionante.

Bill se quita sus prendas inferiores y se empala en el miembro de Dipper. Al gladiador le gustaba ese sentimiento. Estar dentro de Bill, le encanta verlo moverse de arriba abajo. Y el estar enfundando dentro de Bill era la gloria, teniendo en cuenta que algo cómo esto no era su recompensa hacía todo mejor para Dipper.

Se acerca al pecho de Bill, le quita la túnica que su señor solía llevar, y comienza a succionar sus pezones, de vez en cuando su boca subía, dejando marcas de mordidas en la clavícula de Bill, marcándolo.

Después de una hora se terminan corriendo y Bill se acuesta en la cama, terminan durmiendo abrazados, juntos.

Fin.