Viéndose solo, Trunks se dirige a una puerta que ya intuye que se trata de un cuarto de baño. Decide tomar una ducha rápida; el viaje ha sido sumamente tranquilo, sobre todo en comparación con otros traslados que ha hecho. Solo que hay algo que lo tiene incómodo, y normalmente se despeja de esas sensaciones meditando en el agua.
Mientras se baña, Trunks intenta clarificar sus pensamientos. El agua caliente ayuda a relajar su cuerpo y su mente.
Después de un tiempo, el muchacho se aventura a salir de la ducha con una toalla cubriendo su cintura. Justo cuando se dispone a vestirse con su ropa vieja, escucha un suave golpe en la puerta. Antes de atender, se coloca la playera para cubrir su torso.
— ¿Sí? —responde.
La puerta se abre y un mayordomo elegantemente vestido entra con una sonrisa.
— Señor Trunks, le he traído ropa nueva, como solicitó la señora Saori —dice, ofreciéndole un conjunto de ropas.
Trunks se siente agradecido por la consideración.
— Gracias, es muy amable de su parte —responde, tomándole la ropa al mayordomo.
— ¿Necesita algo más, señor Trunks? —pregunta el mayordomo.
— No, gracias. Estoy bien.
El mayordomo se inclina y se retira, dejando a Trunks solo de nuevo.
Se viste con la ropa nueva, que incluye una chaqueta gris clara, una camiseta gris oscura, pantalones negros con acentos azules en los bolsillos, un cinturón amarillo con ribetes de plata y botas marrones claras con patrones geométricos.
Con su nueva indumentaria, Trunks se acerca al espejo y se admira, apreciando la elegancia y el estilo que la ropa le confiere. La chaqueta gris clara realza su complexión atlética, mientras que el cinturón amarillo le añade un toque de distinción.
Satisfecho con su apariencia, el saiyajin se dirige hacia la puerta y la abre, dispuesto a reunirse con la señorita Saori. Al salir del cuarto, se encuentra con un amplio pasillo iluminado por candelabros de cristal, que reflejan la riqueza y el lujo que lo rodea.
Mientras camina por el pasillo, Trunks nota que las paredes están adornadas con obras de arte y retratos que, intuye, se tratan de antepasados de la familia de Saori. La atmósfera es sofisticada y tranquila, y el muchacho se siente a gusto en ese entorno, después de todo, su familia del futuro también goza de grandes lujos.
De repente, escucha el sonido de pasos ligeros provenientes de una habitación contigua. La puerta se abre y Saori, con un vestido elegante y una sonrisa radiante, sale a su encuentro.
—¿Todo está bien en tu habitación? —le pregunta mientras se ajusta unos guantes de encaje blanco que combinan con su vestido rosa de mangas tipo mariposa.
—Sí… señorita Saori — responde, acercándose a ella a medida que avanzan por el pasillo.
Un poco más atrás, Seika sale de su propia habitación y los alcanza, al igual que los demás caballeros de bronce y Kiki
El comedor está dispuesto prolijamente, y el olor de las flores frescas le da un toque agradable al ambiente
Saori toma su lugar en la cabeza de la mesa con naturalidad mientras que las dos doncellas que la habían ayudado a cambiarse, hacen las labores de acercarle la silla, acomodar su servilleta y otros detalles a los que ella no toma mayor importancia.
Los demás toman sus lugares, pero Trunks se detiene, indeciso. Un momento de vacilación se apodera de él, y se queda estático, a unos pasos de distancia, confundido y perplejo.
En la Corporación Cápsula, él y su madre solían compartir sus comidas en una atmósfera informal, sin protocolos ni jerarquías. Ahora, enfrenta una mesa elegante y estructurada, sin saber dónde situarse.
—Puedes sentarte aquí, Trunks — dice Seika, tomándolo del brazo y guiandolo hasta el asiento que está a la izquierda de Saori. La muchacha toma asiento del otro lado, quedando de frente con el Saiyajin.
Jabu, molesto porque el viajero del tiempo ha tomado el lugar que planeaba ocupar, se sienta junto a Ichi del lado izquierdo
Trunks se sienta, agradecido por la intervención de Seika, y mira a Saori, quien sonríe y asiente en señal de bienvenida. La atmósfera en la mesa comienza a relajarse, y los invitados esperan a que Saori dé inicio a la comida.
—Gracias, Seika —dice Trunks, en voz baja, mientras se acomoda en su asiento.
Seika sonríe y le da un ligero apretón en el brazo antes de soltarlo.
—No hay problema, Trunks. Estamos felices de tenerte aquí —responde.
Jabu, por otro lado, no puede evitar lanzar una mirada irritada a Trunks, quien parece ajeno a la tensión. Ichi, sentado junto a Jabu, le da un discreto codazo, como recordándole que debe mantener la compostura.
Saori, consciente de la tensión, decide intervenir.
—Bueno, creo que es hora de comenzar —dice, levantando su servilleta—. Disfruten de la comida
Los invitados asienten y comienzan a servirse los platos, mientras Trunks observa con interés la variedad de alimentos y bebidas que se ofrecen. Su mirada se detiene en un plato que llama su atención.
—¿Qué es esto? —pregunta, señalando un plato de Mentaiko.
Seika se ríe.
—Es Mentaiko —explica—. Huevas de bacalao saladas y especiadas. Es un plato típico de Kyushu.
Trunks se muestra intrigado y decide probar uno. La textura cremosa y el sabor salado y picante lo sorprenden.
—Es interesante —dice Trunks—. No había probado algo así antes.
—Es un tipo de comida que no necesariamente gusta a primera vista, pero que con el tiempo y la exposición, puede volverse deliciosa y apreciada. — explica la muchacha — En otras palabras, el sabor del Mentaiko es tan único y distintivo que puede ser un shock para el paladar de algunas personas al principio, pero después de probarlo varias veces, pueden desarrollar un gusto por él.
—¿Cómo es la comida en tu tiempo?—, pregunta Geki, con curiosidad.
—¿Tienen algún plato típico?—, agrega Kiki.
Trunks sonríe ligeramente, disfrutando de compartir su experiencia. —La comida es muy diferente—, comienza a explicar, y los demás se inclinan hacia adelante, ansiosos por escuchar. —De hecho, hay muy pocos recursos debido a la amenaza que ha enfrentado mi mundo en los últimos años.
Jabu se muestra reacio a participar en la conversación, cruzando los brazos y frunciendo el ceño. Sin embargo, su mirada se desvía hacia Trunks, revelando una curiosidad oculta. A pesar de su actitud reservada, Jabu está intrigado por el guerrero del futuro.
—¿Qué tipo de amenaza? — pregunta Icho con su voz llena de curiosidad.
Trunks pausa, su mirada se vuelve seria. —Un guerrero llamado Black Goku ha estado destruyendo mi mundo. Tiene una fuerza y habilidad sin precedentes y ha matado a millones de personas.
Seika se conmociona, su rostro pálido. —¿Black Goku? — repite, su voz apenas audible. —Eso es... eso es terrible.
Nachi se inclina hacia adelante, intrigado. —¿Cómo puede ser tan poderoso?
Trunks frunce el ceño. —Es una versión alternativa de un guerrero muy poderoso, pero corrompida por una energía oscura. Ha logrado superar todos nuestros sistemas de defensa
Geki se estremece. —Eso es aterrador. ¿Cómo lograron sobrevivir?
Trunks respira profundamente. —Tenemos refugios subterráneos dónde las personas se mantienen a salvo. Pero incluso así, la situación es desesperada. Black Goku ha destruido casi todo nuestro mundo.
La conversación se detiene, y los demás miran a Trunks con una mezcla de sorpresa y admiración. Seika sigue conmocionada, su mirada fija en Trunks con una expresión de horror y compasióna
Kiki se levanta de su silla, su voz llena de determinación y preocupación. —Eso es terrible. Señorita Saori, ¿podemos hacer algo para ayudar a Trunks?
—Es verdad — dice Ban — No podemos dejar que enfrente solo esta amenaza
—Así es — apoya Geki e Ichi
Saori, que había estado observando la conversación con una expresión pensativa, deja la taza de té en la mesa y se inclina hacia adelante. Su mirada se cruza con la de sus guerreros, puede ver la preocupación y la empatía en sus ojos.
—Lo siento, Kiki —dice Saori con suavidad—. Me temo que no podemos intervenir directamente en los asuntos de otro universo. Trunks debe regresar a su propio mundo y enfrentar a Black Goku él mismo.
Kiki frunce el ceño, decepcionado. —Pero ¿no podemos hacer algo para ayudarlo?
Saori asiente, una sonrisa leve en su rostro. —Lo único que podemos hacer es arreglar la máquina del tiempo. Es nuestra mejor opción para ayudar a Trunks. De esa manera, podrá regresar a su universo y continuar con los planes que tiene para detener a Black Goku.
Kiki abre la boca para hablar, pero el Saiyajin lo interrumpe con una mirada decidida.
—Agradezco su ayuda, pero la señorita Saori tiene razón —dice Trunks—. Además, conozco a un guerrero muy poderoso que me ha ayudado anteriormente. Estoy seguro de que él podrá hacerle frente a Black. Se llama Son Goku, y es el único que puede igualar la fuerza de Black.
Kiki se queda con la boca abierta, impresionado por la confianza del viajero del tiempo en su plan.
—Pero primero —continúa Trunks —, debo regresar a mi universo y viajar al futuro para encontrarlo. Es la única forma de detener a Black y salvar mi mundo.
Justo en ese momento, la puerta se abre y Tatsumi, el mayordomo y asistente de confianza de Saori, entra en la habitación con una reverencia.
—Disculpe la interrupción, señorita Saori —dice Tatsumi—, pero el doctor Asamori la espera en su laboratorio. Dice que tiene un avance importante en el proyecto de reparación de la máquina del tiempo.
—Excelente, iremos ahora mismo con él. —Saori se levanta de su silla y su mirada se dirige hacia Trunks. —. El doctor Asamori nos espera.
El saiyajin asiente y se levanta para ir con Saori quien se disculpa con sus caballeros y les pide que continúen sin ellos.
Kiki y los demás asienten y se despiden de Saori y Trunks, mientras Tatsumi se adelanta para guiarlos hacia el otro extremo de la mansión.
—Por favor, síganme. El laboratorio del doctor Asamori está ubicado en el ala oeste de la mansión.
Saori y Trunks siguen a Tatsumi a través de los pasillos ornamentados, pasando por pinturas y esculturas valiosas. El silencio es roto solo por el sonido de sus pasos sobre el suelo de mármol.
Después de unos minutos de caminata, Tatsumi se detiene frente a una puerta de madera oscura y llama suavemente. De inmediato, es atendida por un hombre de aspecto distinguido. Su cabello gris, bien peinado, enmarca su rostro inteligente, mientras su bigote recortado y suaves patillas le confieren un toque de sabiduría y experiencia. Detrás de sus lentes de montura metálica, sus ojos brillan con curiosidad y concentración.
—La señorita está aquí — anuncia el mayordomo a su señora, después se aleja discretamente.
—señorita Saori, es un gusto verla de nuevo —dice el hombre con una sonrisa cálida, apartándose para dejar entrar a la nieta de Mitsumaza y su acompañante.
—Trunks, quiero presentarte al doctor Asamori —dice Saori—. Él es el mejor científico e investigador de Japón y uno de los más destacados en su campo.
El doctor cierra la puerta detrás de él y extiende su mano para saludar, mientras su mirada se centra en el joven con interés.
—Es un placer conocerlo, Trunks. He oído mucho sobre usted.
—El placer es mío, doctor Asamori —responde Trunks, estrechando su mano con firmeza.
El hombre sonríe y los invita a sentarse en su estudio, rodeado de libros y objetos curiosos que reflejan su mente inquisitiva.
—Señorita Saori, debo admitir que desde que su honorable abuelo me pidió construir las armaduras de acero, no he tenido proyectos tan ambiciosos. Entiendo la situación del joven Trunks —dice el doctor Asamori, sentándose en su silla—. Me explicaste los detalles por teléfono.
Saori asiente y su rostro se pone serio.
—Sí, doctor. Trunks necesita su ayuda para reparar su máquina del tiempo averiada.
Asamori se levanta, su mirada fija en el saiyajin.
—Una máquina del tiempo... Fascinante. ¿Cómo funciona su tecnología? —pregunta.
—Utiliza energía cronológica y tecnología avanzada para viajar a través del tiempo y el espacio.— explica Trunks — Pero, debido a un ataque de energía, ahora está dañada y no puedo regresar a mi línea de tiempo.
El doctor asiente, pensativo.
—Necesito ver la máquina. ¿Dónde la tiene?
El muchacho extrae un estuche de uno de los bolsillos interiores de su chamarra. De él obtiene una cápsula que, bajo la atenta mirada del doctor, arroja hacia el piso. La cápsula explota en una cortina de humo denso y, como si se tratase de un truco de magia, una máquina extraña de más de 3 metros de alto aparece en la habitación.
—¡Santo cielo! —exclama el científico con su voz llena de asombro.
Cuando el humo se ha disipado, el doctor Asamori se acerca para admirar más de cerca la máquina. Sus manos temblorosas apenas pueden tocar la superficie metálica.
—Esto es... increíble —murmura—. La tecnología es avanzada, mucho más allá de lo que tenemos en este tiempo.
Trunks sonríe.
—Es una máquina del tiempo de última generación —explica—. Pero, como le dije, está dañada.
El doctor Asamori siente, su mente ya trabajando en el problema.
—Sí, por supuesto. Déjeme examinar más de cerca —dice
Saori observa la escena con interés, esperando que el doctor pueda encontrar una solución para reparar la máquina y enviar a Trunks de regreso a su línea de tiempo.
El doctor Asamori examina la máquina con detenimiento. Trunks le explica un poco acerca de su funcionamiento, llevándolo a la cabina para enseñarle el tablero y los botones de mando mientras el científico, bastante interesado, toma notas y murmura para sí mismo.
—La tecnología es fascinante —dice su veredicto el hombre—. Los daños físicos son relativamente menores. Mis técnicos pueden repararlos en unos cuantos días.
Trunks se muestra aliviado, pero el doctor Asamori frunce el ceño.
—Sin embargo, hay un problema más grave. El combustible cronológico está agotado y el sistema de energía está dañado.
Saori se inclina hacia adelante.
—¿Cree poder hacer algo, doctor Asamori—pregunta.
Asamori aplica un poco de fuerza en el recipiente del combustible para poder desmontarlo de su base. Una vez que lo tiene entre sus manos, abre el contenedor para tomar uno de los restos que ha quedado en el fondo.
— Por lo que veo, el combustible que usa no parece ser uno conocido —explica el doctor luego se oler el la muestra
Trunks se pone serio.
—¿Qué opciones tenemos? —pregunta..
—No hay muchas opciones. Podríamos intentar sintetizar un combustible similar, pero sería un proceso largo y arriesgado. O... —se detiene, pensativo el hombre—... podríamos buscar una fuente alternativa de energía.
Saori se adelanta.
—¿Qué tipo de fuente alternativa?.
El doctor se quita las gafas.
—No lo sé aún. Pero estoy dispuesto a investigar todas las opciones posibles. — dice, luego se da la vuelta hacia el saiyajin. —Trunks, ¿sabes qué componentes tiene el combustible cronológico?
Trunks piensa por un momento.
—Sé que tiene una mezcla de iones de litio, partículas de carbono, una base de energía de plutonio y un catalizador de cronón —explica.
El doctor Asamori frunce el ceño.
—Lito, carbono y plutonio están bien, pero... ¿cronón? No conozco ese elemento.
Trunks se sorprende.
—Es un elemento que se encuentra en mi línea de tiempo.
El doctor Asamori asiente.
—Entiendo. En ese caso, necesitamos analizar el combustible que queda en el tanque de la máquina. Podemos buscar elementos que tengan una composición similar y tratar de sintetizar un combustible alternativo.
Saori se adelanta.
—¿Cuánto tiempo tardarán en hacer eso?
El doctor Asamori piensa por un momento.
—Un día o dos, dependiendo de la complejidad del análisis y la disponibilidad de los elementos necesarios.
—Entendido. — Saori mira de reojo a Trunks y luego al científico —Cualquier cosa que pueda ayudar a reparar la máquina.
—Excelente. Para avanzar en esto, necesitaré contactarme con mi colega, el profesor Nakamura. Él es experto en física de partículas y podría tener algunas ideas sobre cómo sintetizar el combustible.
—¿Cree que podrá ayudarnos?
El doctor Asamori asiente ante la pregunta de Saori
—Sí, Nakamura es uno de los mejores en su campo. Si alguien puede ayudarnos es él
Trunks sonríe aliviado, con esperanza renovada.
— Si no hay inconveniente, me gustaría que la máquina del tiempo permaneciera en mi laboratorio para analizarla más a fondo.
—Por supuesto, no hay ningún problema. — responde el Saiyajin —Muchas gracias por su ayuda, doctor Asamori
El hombre sonríe, comprendiendo los sentimientos de Trunks
—Muy bien, creo que eso es todo por ahora. Los mantendré al tanto de cualquier descubrimiento que haga.
Saori se pone de pie.
—Gracias, doctor. Cuento con usted.
Trunks también se levanta y Asamori los guía hasta la puerta
Antes de salir, Saori se vuelve hacia el doctor.
—Doctor, de ser posible me gustaría que todo lo referente a Trunks y ka máquina del tiempo se mantiviera en secreto
El doctor Asamori asiente.
—Descuide, señorita Saori. Nadie más sabrá sobre esto.
La muchacha sonríe, satisfecha con la respuesta, y junto a Trunks sale del laboratorio, dejando al doctor completamente solo con la máquina del tiempo.
El doctor Asamori se vuelve hacia la máquina con su mente ya trabajando en el problema.
"Ahora es cuando comienza el verdadero desafío", piensa.
Saori y Trunks salen del laboratorio y se dirigen hacia la estancia principal. Mientras caminan, Saori mira su reloj de pulsera y comprueba la hora. Son casi las 13:00 horas.
—Necesito visitar algunos lugares —dice de repente, interrumpiendo el silencio.
Luego, se vuelve hacia Trunks con una sonrisa.
—¿Te gustaría acompañarme?
Trunks se sorprende por la repentina propuesta, pero sonríe.
—Claro, me gustaría acompañarte.
Satisfecha con la respuesta, Saori se acerca a un mayordomo que espera en el vestíbulo.
—Por favor, prepara el auto. Necesitamos salir ahora mismo.
El mayordomo asiente con una reverencia y se apresura a cumplir con la orden.
Solo quince minutos después, regresa y anuncia:
—El auto está listo, señorita Saori.
Saori asiente y se dirige hacia la puerta, seguida por Trunks.
—Vamos —dice, sin revelar aún su destino.
Trunks la sigue, intrigado por la misteriosa salida.
Salen de la mansión y se suben al auto, que está esperándolos en la entrada. El chofer saluda a Saori con una reverencia y se pone en marcha.
En el camino, el teléfono de la limusina suena, rompiendo la calma. Saori lo descuelga y se pone en contacto con uno de sus socios comerciales, discutiendo asuntos de negocios.
Trunks mira por la ventanilla, absorto en el paisaje urbano que pasa rápidamente. Los edificios se elevan impresionantes, sus estructuras majestuosas reflejando la historia y la cultura de la ciudad. Las calles bulliciosas están llenas de gente que camina con prisa.
La escena evoca recuerdos de la capital del Oeste en su época de esplendor, antes de que Black cambiará todo. A pesar del aparente atraso tecnológico en comparación con su época, Trunks nota que las personas siguen siendo las mismas: con sus sueños, esperanzas y luchas.
La humanidad permanece inmutable. Trunks sonríe ligeramente, reflexionando sobre la universalidad de la condición humana. La ciudad puede cambiar, la tecnología puede avanzar, pero el corazón de la humanidad permanece constante.
El auto se detiene en un semáforo, y en ese momento de quietud, Trunks se encuentra con una escena que debería ser tranquilizadora: dos niños cruzando la avenida, tomados de la mano de su madre, risas y sonrisas en sus rostros. Pero su mente, aún afectada por la pesadilla de la noche anterior y los recuerdos vividos, le juega una cruel traición.
De repente, la visión de Trunks se distorsiona, como si la realidad se estuviera desmoronando. Los niños ya no ríen, ya no caminan tranquilos. Ahora gritan, agonizantes, sus pequeños cuerpos envueltos en llamas que parecen consumir todo a su alrededor. La madre, aplastada por los escombros no puede socorrerlos
La escena es tan vívida, tan real, que Trunks siente un escalofrío recorrer su espalda. Su corazón late con fuerza, como si estuviera reviviendo la pesadilla. La memoria de la destrucción de su mundo, de la muerte de seres queridos, vuelve a surgir, amenazando con consumirlo.
El semáforo se pone en verde, y el auto arranca de nuevo, pero la imagen persiste en la mente de Trunks como un recordatorio cruel de lo que ha perdido y de lo que aún puede perder.
—¿Estás bien? —pregunta Saori luego de terminar la llamada.
Trunks se sacude de su ensimismamiento.
—Sí, solo recordando el pasado —responde con una sonrisa débil.
El auto avanza y Saori mira hacia la calle principal, donde un gran edificio llama su atención.
—Ahí es donde vamos —dice, señalando la edificación.
Trunks sigue con la mirada el lugar al que señala Saori, el cual se hace más grande a medida que se acercan.
El auto se mueve a través de las calles vibrantes del distrito de Shinjuku y se detiene al llegar a un elegante café en la planta alta de un edificio de vidrio y acero. En poco tiempo, el chófer abre las puertas para que su señora y su invitado desciendan.
—¿Qué es ese lugar? —pregunta el saiyajin, observando la arquitectura que promete ofrecer una vista impresionante de la ciudad.
—Es una cafetería. Suelo venir aquí con frecuencia —explica Saori—. Vamos a tomar un descanso aquí.
Al entrar, el dueño del café, un hombre elegante y sofisticado, con cabello gris y bien peinado, que luce una sonrisa cálida y acogedora, se acerca a ellos.
—Bienvenidos al Café Aurora —dice con una inclinación de cabeza—. ¿En qué puedo atenderlos hoy?
Saori sonríe y pide una mesa junto a la ventana. El dueño del café asiente y los guía hasta el lugar indicado, desde donde se puede apreciar la vista panorámica de la ciudad.
—Su mesero llegará pronto para tomar su pedido —dice, antes de retirarse con una educada reverencia.
Trunks sigue a Saori, observando el lugar con curiosidad. El café es elegante y sofisticado, con una decoración minimalista que refleja la arquitectura moderna de Tokio. La vista desde la ventana es impresionante, con la ciudad extendiéndose hasta el horizonte.
—Es un lugar tranquilo —comenta Saori, mientras se sientan—. Me gusta venir aquí para relajarme.
Trunks asiente, estudiando el lugar. Es extraño para él estar en un lugar así, rodeado de lujo y comodidad. En el futuro, la vida es dura y peligrosa, pero aquí, en este momento, parece que nada de eso importa.
—¿Qué recomiendas? —pregunta Trunks, rompiendo el silencio y sintiéndose más relajado.
—El café es excelente —responde Saori—. Y si quieres algo más sustancioso, el sushi es fresco y delicioso.
Trunks sonríe, sintiendo una extraña sensación de normalidad. Por un momento, olvida que es un guerrero del futuro y se siente como cualquier otro joven en una cita.
—Voy a probar el café —dice con una sonrisa. Ha decidido sumergirendose en la experiencia, disfrutando del momento y de la compañía de Saori.
Poco después, el mesero llega para tomar su pedido.
—Bienvenidos, ¿qué desean ordenar?
Saori levanta la vista hacia el mesero y su rostro se transforma instantáneamente. Sus ojos brillan con una luz intensa, y una sonrisa amplia y espontánea curva sus labios. Su postura se relaja, y su expresión se vuelve cálida y acogedora, como si hubiera encontrado a un viejo amigo
—Hola, Hyoga
continuará ...
CONTESTANDO REVIEWS
Hola Maximum Rhapsody,
Gracias por tus comentarios y sugerencias. Me alegra ver que estás disfrutando de la historia.
En cuanto a tu pregunta, puedo confirmarte que el universo de Saint Seiya es un universo independiente, completamente separado del multiverso de Zeno-Sama. Quiero mantener la esencia y la atmósfera única de Saint Seiya, por lo que he decidido mantenerlo como un universo alejado del de Dragón Ball.
Me encanta que te guste la idea de Trunks aprendiendo nuevas técnicas de los Caballeros de Athena. Es algo que eventualmente pasará.
En cuanto a la posibilidad de otros enemigos llegando al mundo de Saint Seiya, es algo que podría suceder en el futuro, especialmente en una secuela que estoy planeando hacer. Sin embargo, por ahora, quiero centrarme en la relación entre Saori y Trunks, y explorar cómo se desarrolla su conexión mientras encuentra la manera de regresar a su universo.
El triángulo amoroso entre Trunks, Mai y Saori es bastante interesante de desarrollar, y tengo algunas ideas para escribir, pero antes me gustaría terminar este arco de la máquina del tiempo.
Gracias nuevamente por tomarte el tiempo de comentar y decirme lo que te gustaría ver en esta historia, esto me ayuda un montón a saber que camino tomar. Te deseo un excelente inicio de semana y ojalá esté capítulo haya sido de tu agrado
