—Cedric, espero que esta sea la última vez que intentes buscarme, de lo contrario no me voy a tentar el corazón y llamaré a seguridad —advirtió Harry.
—No me importa lo que pueda pasarme, te amo y eso nada va a cambiarlo —sollozó Cedric y derramó un par de lágrimas.
Cedric había ido de nuevo a buscar a Harry, pero en esa ocasión intentaría abrirse paso con él de otra manera, tal vez podría funcionar si se hacía la pobre víctima de un amor no correspondido, además ya se le estaban acabando las ideas y la paciencia con él, Harry sería de él o de nadie más.
—En ese caso no me dejas otra opción —respondió Harry.
El azabache se giró sobre sus talones, se encontraban solos en la cabina, Sirius había vuelto a entablar una amena conversación con Remus, así que James y Regulus se hacían cargo del resto de pendientes de esa noche, y Harry había decidido ayudarles en la cabina principal, revisando que el sonido fuera adecuado para la audiencia y que las luces del lugar continuarán cambiando de colores según el ritmo de la música. Harry estaba tan concentrado en su trabajo que no vio llegar a Cedric.
Harry levantó el teléfono de la pared de la cabina dispuesto a llamar a seguridad pero Cedric lo detuvo, tomando su muñeca con fuerza, impidiendo siquiera musitar un monosílabo. El teléfono quedó colgado del cable sobre la pared gris.
—¡Cedric suéltame! —se quejó Harry e intentó zafarse de su agarre pero el muy hijo de puta era más fuerte y alto que él.
—Tú eres el que no me deja otra opción Harry —murmuró cerca del oído del azabache—, quería hacer las cosas bien pero no has cooperado, te tomaré a la fuerza...
Harry se asustó, y se paralizó cuándo sintió al castaño presionar su cuerpo contra el suyo, pero antes de que a Cedric se le ocurriera hacer otro movimiento, la puerta de la cabina se abrió de golpe.
—Le tocas un solo pelo y me vas a conocer Diggory —musitó una voz grave a sus espaldas.
Harry sintió que le volvía el alma al cuerpo.
—¡Mira quién es el salvador! ¡El idiota de Malfoy! —le espetó Cedric, girando sobre sus talones y encarando al rubio.
—¡Eres un cerdo Diggory! mira qué llegar a estos extremos por un capricho tuyo es de no creerse —soltó Draco, y dejó de mirar a Cedric para observar a Harry que todavía se encontraba dándole la espalda—, ¿Estás bien?
Harry asintió, incapaz de pronunciar una palabra.
—Estábamos perfectamente hasta que apareciste —masculló Cedric.
—No te hablé a ti
—Entonces qué Harry te explique lo bien que la estábamos pasando —dijo Cedric.
—Me das asco Diggory —respondió Draco.
—¿Qué sucede aquí? —habló Sirius a espaldas de Draco.
—Este cerdo estaba acosando a Harry —respondió Draco, lleno de rabia, jamás se había sentido tan enojado.
—¿Qué? —dijo Sirius y se lanzó sobre Cedric sin dudarlo.
Sirius tomó a Cedric de las solapas de su chaqueta y lo estrelló contra la pared, Draco entró se posó frente a Harry quién, se encontraba en estado de shock.
—Si te atreviste a hacerle daño sabrás quién es Sirius Black —musitó Sirius.
Cedric estaba muerto de miedo, no era lo mismo estar solo con Harry que tener a dos personas que lo defendieran a capa y espada, estaba perdido y todo por hacerle caso a Joseph.
—¿Te hizo algo este imbécil? —le preguntó Draco a Harry.
Harry negó con la cabeza, y sin importarle nada se abalanzó sobre Draco, envolviéndolo en un apretado abrazo que el rubio correspondió.
—Parece que llegamos a tiempo —respondió Draco por él.
—Más te vale —respondió Sirius sin quitarle la vista a Cedric—. Te advierto que si te vuelvo a ver cerca de mi ahijado te las verás conmigo y sí, es una amenaza
Sirius soltó a Cedric y cuándo lo hizo el muchacho corrió como nunca en su vida, demostrando que no era más que un cobarde.
—Harry, ¿te hizo algo? —preguntó el mayor.
—No…—respondió Harry.
Sirius se unió al abrazo familiar, había visto parte de la escena desde la mesa que compartía con Remus y cuándo vio que su sobrino y ahijado discutían con alguien dentro de la cabina no dudó en brindarles su ayuda, dejando a Remus solo y preocupado, observando todo desde la mesa, el hombre admiró mucho más a Sirius, su valentía y amor por su familia, habían logrado conquistar su corazón.
...
—¿A qué hora se supone que veremos al chico? —preguntó Riddle, observando el concurrido parque en la ciudad de Londres.
—En unos minutos, pero te advierto que voy a disparar una sola vez, tengo una excelente puntería —mencionó Lucius.
—Si fallas te quedarás hasta verlo inerte sobre el suelo, sin importar quién nos vea, para eso tenemos tanto poder sobre el estado Malfoy —masculló Riddle.
Lucius asintió por enésima vez, estaba harto de su socio pero no tenía opción con él, estaban hundidos hasta el cuello en múltiples fraudes, y la cárcel sería su último paradero si alguien descubría lo que estaban a punto de hacer.
No había sido fácil dar con ellos, Lucius se había encargado de seguir a su hijo durante días después de la visita de sus hijos a la lectura del testamento de su abuelo (el hombre se había enterado al tener varios contactos en el juzgado) hasta que encontró la evidencia que necesitaba y se dio a la tarea de investigar a fondo a quién junto con su hijo le quitaría la herencia que por derecho le correspondía.
Sobre su cadáver Draco se casaría para quitarle su fortuna.
—Ahí viene alguien —murmuró Riddle señalando a un muchacho que transitaba cabizbajo por la acera.
—Es él… —masculló Lucius y le ordenaron al chofer de la camioneta seguir al chico.
La calle en la que giró estaba casi desierta y el muchacho no se había dado cuenta que tenía compañía, transcurrieron un par de minutos más cuándo la camioneta disminuyó la velocidad Lucius bajó la ventanilla, sacó la pistola de la caja negra y la tomó con lentitud, sus manos estaban cubiertas por guantes del mismo color, con el fin de que sus huellas no quedarán grabadas en caso de tener problemas con la ley.
—Walker —masculló Lucius, llamando la atención del chico—. Espero que te acuerdes de mi en el infierno —El hombre observó los ojos brillantes y llenos de asombro del chico.
El muchacho miraba a Lucius con pavor, casi cómo la última vez que lo había visto, los recuerdos de esa noche que hasta el día de hoy le causaban pesadillas, pasaron en cámara rápida por su mente.
—¿Qué…?
—Mejor cállate —interrumpió el mayor—, será menos doloroso.
—Usted no le va a impedir a Draco ser feliz, él puede estar con quien se le pegue la gana —masculló Joseph.
—Eso es lo que tú crees, porque para eso estoy yo —Lucius sonrió con burla e hizo visible la pistola entre sus manos.
—No, por favor… —suplicó Joseph—, me alejaré de Draco para siempre, pero…
—Es demasiado tarde, sé que lo has buscado y también sé que…
—Usted no sabe nada, porque Draco no ha querido saber nada de mí, él podría estar…
—Tú no me vas a contradecir, y te quitaré del camino porque es la única forma de ganar, recuérdalo, yo siempre gano —siseó Lucius.
Lo siguiente pasó en un abrir y cerrar de ojos: Lucius le apuntó directamente con el arma, jaló el gatillo y disparó dos veces sin fijarse dónde había impactado la bala, subió el vidrió negro y se dieron a la fuga sin mirar atrás, dejando a una persona malherida y sin ayuda.
...
—-Les tengo noticias —informó el abogado Crouch a la familia Black.
Los presentes se encontraban en el salón, la familia Black tomaba asiento en el sofá para tres personas mientras que el señor Crouch se situaba en el sofá individual, frente a ellos.
—-¿Qué sucede? —preguntó Narcisa, tuvo un mal presentimiento.
Barty suspiró, observó a la familia frente a él y retomó la palabra.
—El señor Lucius Malfoy solicitó una reunión en el juzgado para tomar posesión de los bienes totales de la familia Malfoy —informó—, el hombre alega que ninguno de sus hijos ha cumplido la cláusula y no se va a esperar toda la vida, por ello el próximo Lunes 20 de Julio se llevará a cabo el juicio
—Pero eso es en tres días —dijo Pansy.
—Lo sé, por ello les quería informar esta decisión y si ustedes lo autorizan puedo solicitar una apelación para ganar algo de tiempo y reunir pruebas en su contra y demostrar que no es una buena persona —dijo Crouch.
—No abogado, no será necesario, mi padre se llevará una gran sorpresa ese día —comentó Draco.
—¿A qué te refieres? —preguntó Narcisa, observando a su hijo.
—Es una sorpresa y no puedo relevar información todavía, esperaremos al día del juicio —respondió el rubio con seguridad.
—Siendo así, es importante estar presente, no sabemos qué armas pueda tener un hombre como Lucius Malfoy, tal vez podría comprar al juez —dijo el abogado.
—Es probable pero estoy seguro que no ganará esta vez —comentó Draco.
—¿Podría ser más específico joven Malfoy? —pidió el abogado Crouch.
—Sólo puedo adelantarles que mi padre no se saldrá con la suya —aseguró Draco—, pero, ¿podría hablar con un juez honesto que no se rebaje a las limosnas de mi padre?
—Claro, pero es mi deber advertirles que no será fácil, aun teniendo un juez de cada lado —explicó Crouch.
—Es suficiente para mí —dijo el rubio.
—Draco, ¿Qué es lo que estás planeando? —preguntó su madre con cautela.
—Ya te enterarás madre —respondió el muchacho y le dedicó una sonrisa.
—¿Es todo señor Crouch? —preguntó Pansy.
—No, hay algo más, es un asunto bastante delicado —expresó el hombre.
—¿Qué sucede? —preguntó la mujer, temiendo lo peor.
—Anoche, un joven de nombre Joseph Bernard Walker fue hallado muerto a sólo un par de cuadras de Hyde Park —mencionó Crouch.
—¿Qué? —dijeron Pansy y Narcisa al mismo tiempo.
Draco estaba en shock, no lo podía creer, quería hacer mil preguntas pero su garganta estaba seca. Afortunadamente su hermana y su madre hablaron por él.
—¿Pero cómo? ¿Qué sucedió? —preguntó Narcisa.
—¿Cómo es que usted lo sabe? —preguntó Pansy.
El abogado Crouch tomó un poco de aire antes de responder a las preguntas de las dos mujeres Black.
—No puedo asegurarles esto pero es la posibilidad más acertada hasta ahora —comenzó el hombre—, al parecer al joven lo asesinaron, hay un par de testigos que afirman haber visto pasar a toda velocidad una camioneta negra cerca de Hyde Park, después de haber escuchado disparos
—Por dios… —murmuró Narcisa.
—Durante la investigación salieron a relucir varios datos sobre quién era, dónde estudiaba y con quienes se había relacionado antes de morir, fue por ello que dieron con el joven Malfoy, al parecer varios estudiantes de laUniversidad del Reino Unido en Oxfordcomentaron que el recién fallecido tuvo una relación con usted y creen que deberían interrogarlo —dijo el abogado.
—Mi hijo sería incapaz de tocar a nadie, ¡Claro qué él no le hizo daño! —recalcó Narcisa con brusquedad.
—Eso no lo dudo, además no hay nada que le puedan probar a su hijo pero tal vez requieran su presencia en la oficina de policía para rendir su declaración, ya les avisaré personalmente cuándo y dónde se llevará a cabo el interrogatorio…
Era mucha información para Draco, no daba crédito ante la noticia, a pesar de lo sucedido con Joseph y que no terminaran de la mejor manera, él no merecía una muerte así.
—Claro respondió Narcisa.
—Ahora díganme una cosa, con total honestidad, ¿Ustedes sospechan de alguna persona que haya podido hacer esto? —preguntó el hombre.
Narcisa, Pansy y Draco se observaron mutuamente, claro que tenían un nombre en mente y si se trataba de algo relacionado con el testamento de Abraxas Malfoy, las sospechas incrementaron.
—Mi ex marido es un monstruo, él sería capaz de cualquier cosa con tal de que ninguno de mis hijos cumpla con la cláusula de su abuelo —la mujer se llevó ambas manos al pecho, intentando protegerse, Pansy quien se encontraba a su lado la rodeo con su brazo.
—Veo que es más peligroso de lo qué imaginé, ahora todo me hace sentido, pero él está a punto de dejar a sus hijos fuera del camino
—Eso sí yo lo impido —habló Draco por primera vez en ese rato.
—Draco, mi padre es muy peligroso, no puedes poner tu vida en riesgo —dijo Pansy.
—A estás alturas no me interesa, además por lo que son los hechos él no tiene idea de nada —murmuró casi para él mismo.
—¿Nada de qué? —preguntó su madre.
—Señor Crouch, ¿Que pasaría si el día de la reunión alguno de nosotros cumplió con lo estipulado por mi abuelo? —preguntó el rubio, ignorando la pregunta de su madre.
—Deberán entregar al juez los papeles que avalen lo que especifica la cláusula, además de sus documentos personales…
—¿Cuáles? —interrumpió Draco.
—Bueno, su acta de nacimiento, identificación, un comprobante de domicilio de ambos, y lo más importante, su acta de matrimonio —explicó el señor Crouch.
Draco asintió e hizo nota mental de cada requisito.
—Draco, no estarás pensando…
—Tengo que irme, no tengo mucho tiempo —dijo el rubio y se levantó del sofá de su sala y caminó hacía su habitación, ignorando los llamados de su hermana y su madre.
Pero él no se podía detener, tenía que actuar ya.
...
—Sigo pensando que esto es una locura —dijo Neville—, pero ya no hay mucho que podamos hacer, más que brindarles ayuda
—Te agradezco infinitamente que tus padres estén aquí, la situación podría ameritar su intervención —dijo Draco.
—Lo sabemos, y no te preocupes, todo está bajo control
Draco le sonrió con nerviosismo y asintió.
Tenía los nervios de punta, su padre llegaría en cualquier momento para dar fe y legalidad de que ellos estaban fuera de sus planes, pero lo qué él no sabía era que Draco tenía un As bajo la manga.
Transcurrieron un par de minutos cuándo su padre se apareció por el pasillo principal que daba hacía la oficina del juez que los esperaba. Detrás de él aparecieron su madre, su hermana, Sirius, Regulus y Andrómeda. Nymphadora se había quedado al mando de la organización de un evento en representación de su madre quién no dejaría desprotegida a su hermana.
A Draco le dio un escalofrío cuándo vio a su padre.
Un carraspeó se escuchó tras ellos, todos giraron las cabezas para observar a un hombre alto, de tez pálida, no más de 55 años, portador de un traje gris con líneas muy finas, y anteojos de color negro. Dedujeron por el porte del hombre y que los abogados de cada lado lo acompañaban, que se trataba del juez.
—Buenas tardes, el día de hoy se llevará a cabo la toma de posesión de bienes de la familia Malfoy, la cuál estará a mi cargo, mi nombre es Ryan Wilson, Licenciado en Derecho y especialista en testamentos —informó el juez—, es mi deber hacer de su conocimiento que únicamente los abogados y la familia directa podrá estar presente, es decir, hijos, esposos y la madre de ambo, ¿Alguna duda?
—Ninguna señor juez —respondió la voz áspera de Lucius Malfoy.
—Bien, en ese caso síganme por favor —índico Wilson, y comenzó a dar zancadas hasta una puerta con su nombre.
La familia completa entró junto a sus abogados. Ryan Wilson tomó asiento en la parte principal del escritorio en la oficina, daba la impresión de ser un lugar tétrico, había colores oscuros por todos lados y una ventana a su espalda que daba vista al pequeño jardín que rodeaba el edificio.
—El día de hoy, 20 de Julio del año en curso, se llevará a cabo la posesión de bienes del fallecido Abraxas Malfoy, y su heredero universal será su hijo Lucius Malfoy, quién da por hecho que ninguno de los nietos mencionados en el testamento ha cumplido con la condición que especificó en vida el señor Malfoy —explicó el juez.
—Así es señor juez, ninguno de mis hijos está casado y no vamos a esperar toda la vida a que cumpla la cláusula —comenzó Lucius—, cómo verá, mi padre no especificó la edad ni el tiempo que debería transcurrir para el cumplimiento de la cláusula, además yo he manejado los bienes de la familia por años, y hasta el día de hoy no habrá nadie que lo haga mejor
—Protesto su señoría —inquirió el abogado Crouch—, claro que el señor Malfoy no dio un tiempo límite, tampoco dice que su único hijo sea heredero universal
El juez observó al abogado y asintió levemente con la cabeza.
—Sugiero leer las cláusulas estipuladas con mayor detenimiento, creo que todavía se desconocen ciertos puntos —mencionó Fudge, el abogado de Lucius.
—De acuerdo, daremos lectura al testamento oficial —dijo el juez.
Los presentes esperaron en medio de un silencio tenso a que el juez abriera el folder que había sobre el escritorio y del cuál sacó un documento qué procedió a leer:
Testamento oficial de Abraxas Malfoy
El testamento es un documento en el que una persona otorga los bienes que en vida acumuló y hereda a quién considere pertinente.
Las cláusulas estipuladas por Abraxas Malfoy en pleno uso de sus facultades mentales son los siguientes:
Ser mayores de edad.
Haber encontrado un propósito en la vida, sin importar que esté relacionado con los negocios que le dieron fortuna a la familia Malfoy.
Estar casados por bienes separados o mancomunados (es a elección personal).
Entregar el documento que avale el matrimonio al juez que lleva a cabo el trámite.
Una vez cumplido lo anterior, podrán hacer uso de los negocios, fortuna y bienes de la familia Malfoy en su totalidad, sin importar quién los haya trabajado, porque al final serán la herencia a sus familias y futuras generaciones.
Abraxas Malfoy.
Lucius parecía muy tranquilo después del relato del juez, Draco también lo estaba, sin embargo no podía decir lo mismo de su hermana y su madre, ellas se encontraban nerviosas e inseguras.
—Cómo lo ve señor juez nunca especifica que el señor aquí presente Lucius Malfoy se lleve la fortuna para él —comentó el abogado de la familia Black.
—He querido hacer las cosas bien señor juez como todo en la vida —dijo, pero nadie de su familia le creyó—, pero también mi abogado me informó que existe una ley que dice que si un testamento no se cumple, quién haya trabajado por esos bienes podrá hacer uso de ellos
—Es verdad, ¿Usted tiene documentos que lo avalen? —preguntó Wilson.
—Claro su señoría —respondió Fudge por Lucius y le entró al juez una carpeta de documentos—, aquí específica que mi cliente ha trabajado por las empresas y que si al día de hoy sus hijos no han cumplido con la cláusula mi cliente será el heredero universal de su difunto padre
Draco no dijo nada, quería esperar hasta el último instante para darle la estocada final.
Ryan Wilson revisó durante unos minutos los documentos, en los que se veía que el hombre había manejado a la perfección los negocios de la familia y que siendo el líder era el mejor.
—Es correcto señor Malfoy, y como ninguno de sus hijos ha cumplido la cláusula, usted podrá ser el heredero universal de su padre —informó Wilson.
—Yo no lo creo así —habló Draco por primera vez en ese rato.
—¿Cómo dice joven Malfoy? —preguntó el juez.
Lucius observó con ligera confusión a su hijo.
—Qué mi padre no se quedará con la fortuna, por que yo he cumplido con lo que dictamina el testamento —informó Draco.
Su padre abrió mucho los ojos, incrédulo de lo que estaba escuchando. Pansy y Narcisa le miraban confundidas.
—¿Usted está casado? —preguntó directamente el juez.
Draco observó a su padre durante un instante antes de responder.
—Así es señor juez
—¿Tiene pruebas? ¿Ha venido su esposa? —preguntó Ryan.
—Esposo —corrigió Draco—, y sí, él está aquí —dijo Draco.
Lucius no daba crédito, seguramente era una mala broma o él no tenía idea de que Joseph había muerto.
—¿Podría hacerlo pasar? —preguntó el hombre.
—Claro
—Yo iré por él joven Malfoy —dijo Crouch.
Su hermana y su madre miraban atónitas a Draco, sin embargo no se podía comparar con la expresión
El abogado giró sobre sus talones y caminó hacía la puerta, salió y tardó unos minutos en volver, sin embargo no lo hizo solo, detrás de él, un muchacho le seguía el paso.
—Señor, él es mi esposo, Harry Potter
*̥*̥
¡Hola! ¿Cómo están? Espero que bien, primero: quería pedirles una disculpa por no haber podido subir capítulo la semana pasada, pero he estado más ocupada que nunca con todas las actividades de fin de año, entre la escuela, posadas, navidad y demás no tuve mucho tiempo para escribir y tenía el capítulo a la mitad, pero hoy lo terminé y antes de que sea tarde aquí lo tienen.
Muchas gracias por la espera y la paciencia.
Les quiero desear unas felices fiestas, Feliz Navidad atrasada y deseo de corazón que no sea el último capítulo del año y que pueda subirles uno antes de terminarlo y si no llegara a ser posible, les quiero desear un gran año, que el 2025 les traiga salud, armonía, paz, y todo lo bonito del mundo. Muchas gracias por haber estado conmigo un año más y sé que serán muchos más años que me tendrán aquí, los quiero mucho y se vienen muchas más historias, un abrazo y ¡Feliz Navidad y Próspero Año nuevo!
Ale.
