11.-UN HOMBRE ENTRE HOMBRES

RANMA

Habían pasado dos semanas desde que le había declarado mi amor a Kane, dos semanas de esa pelea con Ukyo y cerca de un mes desde que deje de dormir. Seguíamos sin saber quien podría haber hecho el hechizo, aunque debo reconocerlo por un segundo pensé que había sido mi amiga, pero al ver su reacción con mis recuerdos lo descarte por completo, la otra opción era Shampoo y eso era lo que más miedo me daba, aunque si eramos sinceros lleva ya varias semanas en las que nadie la había visto y eso había ayudado a consolidar mucho más mi relación con Kane.

Las cosas en la escuela también dieron un giro, después de mi pelea con Ukyo muchos comenzaron a tratarme con más cuidado, querían evitar terminar como mi amiga. Muchos de los que pretendían intentar conquistar a Kane también lo dejaron, si antes creían tener una oportunidad, de nuevo, esa pelea les confirmo que lo mejor que podían hacer era mantener distancia. Ukyo no se presento a la escuela durante una semana y cuando reapareció, ella ya no tomaba clases con nosotros. Al parecer había pedido un cambio de grupo y el loco del Director Kuno se lo concedió.

Después de ese día continuamos con nuestro entrenamiento, ella algunos días era la sensei y otros días yo. De esa manera los dos estábamos aprendiendo las técnicas de nuestras familias, algunas veces mamá venía a terminar con lo que hacíamos porque perdíamos la noción del tiempo y solo así nos obligaba a ir a cenar o a bañarnos.

Todas las noches me quedaba a vigilar su sueño, era algo que me gustaba, pero también lo hacía pensando que en cualquier momento Ukyo o la loca de Shampoo pudiera atacarla mientras dormía, incluso llegué a pensar que el idiota de Ryoga se aparecería de nuevo en forma de cerdo, así que noche tras noche yo estaba aquí con ella, en su cama.

Me encantaba verla dormir, su respiración era, hasta cierto punto, relajante, y en mi actual situación era lo único que me podía hacer sentir casi normal. Por muchos meses, mi sueño más recurrente ha sido Kane, en como deseaba tomarla de la mano o poder darle aunque fuera un beso en la mejilla, pero mis sueños empeoraron cuando de nueva cuenta, al director Kuno se le ocurrió empezar con clases de educación sexual y eso fue mi perdición. Deje de ver a Kane de manera inocente y esos sueños donde solo pensaba en tomarla de la mano o besarla se transformaron, ahora solo soñaba con como sería ir quitándole poco a poco la ropa, como se sentiría su piel bajo mis manos, que sabor tendría, como sería estar dentro de ella. Y era en esos momentos en que tenía que recurrir a largos baños de agua helada, aunque había veces que eso no funcionaba y ni siquiera en mi forma de chica podía evitar esa "calentura" que me aquejaba gracias a esas clases.

Si desde ese día me había empeñado en mantenerme alejado y sobre todo evitar que ella se acercara a mi. Por eso mi actitud con ella era peor que antes, no dejaba de insultarla y hacerla pasar de lo peor, pero justo en esa época se le ocurrió hacer ese viaje a Ryugenzawa y ahí fue donde más miedo tuve, el miedo a perderla por culpa de ese guardabosques. Y todos mis intentos de mantener mis hormonas bajo control, se fueron al diablo.

El doctor Tofú seguía investigando para que servían esas hierbas que había encontrado en el chocolate y esperaba que con eso pudiera encontrar la cura. Y así pensando en mil cosas, se me iba la noche, hasta que era hora de regresar a mi habitación y seguir fingiendo que cada uno pasaba la noche en nuestra propia cama.

Después del desayuno, el viejo ha decidido que debemos entrenar, dice que estoy por debajo del nivel que debería de tener. Eso me molesta bastante, nunca he bajado de nivel y eso era algo que le demostraría, aunque si lo pienso por un momento ¿Acaso está pensando en que tenga una verdadera pelea contra Kane? Eso es algo que no haría, una cosa era entrenar y otra someterla a una de esas batallas que nosotros solíamos tener.

-Tranquilo muchacho- dice al ver mi expresión- tu entrenamiento será conmigo, Akane podrá mirar y crear su propia estrategia.

-¿Estrategia?- pregunto confundido.

-Si, Soun y yo hemos decidido que tendrán una verdadera pelea, ella iniciará con su padre y tú la observarás- dice con firmeza- esto servirá para ver qué tanto han aprendido el uno del otro.

No sé si decir que ambos están locos o son unos genios malvados, nunca he pensado en pelear realmente con ella, pero se que es algo que se espera sobre todo por la idea de unir a nuestras escuelas.

Comienzo a calentar y tan solo unos minutos después llega Kane junto al tío Soun para también comenzar a calentar, ella no llevaba su tradicional gi de entrenamiento, esta vez llevaba solo unos pantalones de yoga junto a una camisa de finos tirantes. Antes de que si quiera pudiera preguntarle por su uniforme, ella y el tío Soun caminaron hasta el centro del dojo y ambos adoptaron una posición defensiva, comenzaron a tirase golpes y patadas. Con cada día que pasaba podía ver como Kane había ganado más confianza, más fuerza y más agilidad, podía incluso ver como había comenzado a adoptar algunos movimientos que le había enseñado y lo único que podía pensar en ese momento era "Esa es mi chica", el duelo termino con una obvia victoria de Kane.

Ahora era mi turno, hacia varias semanas que no entrenaba con el viejo, pero esta seguro que esta vez lograría vencerlo. Solo tenía que recordar que intentaría hacer uso de varios trucos sucios para evitar que me desconcentrara. El combate comienza y justo como lo imagine comenzó a usar sus usuales trucos sucios, solo que esta vez no contaba con que igual que Kane iba a empezar a incorporar algunas de las técnicas que me había enseñado, se ve sorprendido porque es algo que no se esperaba y sin mucho esfuerzo logro derrotarlo. De pronto siento una punzada en la cabeza, incluso empiezo a escuchar un pitido en los oídos, tenía que celebrar. Pero había algo mal, no podía disfrutar de mi victoria, salgo tambaleándome del dojo mientras a mis espaldas escucho a Kane llamarme, no puedo voltear a verla, la cabeza me esta estallando, me dejo caer sobre las rodillas mientras me llevo las manos a la cabeza, el dolor era insoportable.

-¡Ranma! ¿Qué te pasa?- dice sumamente preocupada Kane- Por favor... dime que pasa.

-Kane...ayu... ayúdame- dije antes de caer completamente al piso sin poder respirar.

-¡Tía! ¡Por favor! ¡Ayuda!- escucho que grita, mientras todo a mi alrededor se vuelve negro y da vueltas- ¡Papá! ¡Tío Genma!

-Muchacho ¿Qué te sucede?- dice el viejo mientras siento que se arrodilla a mi lado.

-¡Ran...!- escucho que dice mamá-¡Por Kami!

Nunca siento que mamá se aproxime, intento abrir los ojos y lo veo de nuevo... de nuevo mis recuerdos están a la vista de todos, pero ¿Porque?

Me veo a mi mismo cuando apenas era un niño pequeño, supongo que en la casa en la que solíamos vivir antes, veo como mamá me lleva en brazos mientras canta una canción. Sabía que si tenía recuerdos de ella, aunque no lo supiera. Nos vemos tan felices, siendo una familia normal, pero de pronto todo cambia veo de nuevo ese día, el día en que mi padre le dice que tenemos que iniciar un viaje de entrenamiento, que teníamos que irnos lejos porque mientras este cerca de ella yo no podría ser el mejor artista marcial del mundo, mamá llora e impide que me lleven lejos de ella. Se ve claramente como papá la convence cuando hace que firmemos un juramento y que prácticamente promete mi vida si no me hace el mejor de todos un "Hombre entre hombres", como le repitió mamá. Es la hora de irnos, fue al día siguiente antes del amanecer, mamá me tiene en brazos de nuevo y me dice algo que no recordaba "Ranma, tengo que dejarte ir, pero se que cuando nos encontremos de nuevo, serás el hombre que tú padre prometió. Cuando eso suceda no volveremos a estar separados. Recuerda que te amo, no importa lo que pase, siempre estaré ahí para ti."

Lo siguiente que veo, es cuando nos encontramos a Kaori y su padre en medio de las montañas llevábamos poco más de tres meses fuera de casa y ahí estaba el viejo prometiéndome en matrimonio con esa pequeña bebé a cambio de un pedazo de pescado, pepinillos y un cuenco de arroz para que comiera, podía ver claramente como me entrego como si nada a ese hombre, estaba dormido... creo que fue la primera vez en que estuve consiente de que el viejo era capaz de venderme en el momento en que lo necesitara, claro después de que fingió irse, me rescato mediante una caña de pescar y huimos de ese lugar.

-¿Genma...?- escuche a mamá decir mientras el viejo estaba completamente pálido.

-¡Mi cabeza!- grito por el gran dolor que siento-¡Por favor, que se detenga!

Lo siguiente que se ve es a mi sobre los hombros del viejo, era una de las formas en las que solía llevarme de un lado a otro, llegamos a un pequeño poblado cerca del mar, empezamos a entrenar durante varios días y después se ve como estamos en un pequeño local de comida, papá se levanta y sale corriendo sin pagar la cuenta, yo intento seguirlo pero el dueño me lo impide y para pagar la cuenta me quedo por tres días a lavar platos. Cuando logro salir de ahí, corro a la playa para buscar al viejo pero no lo encuentro, así que comienzo a caminar sin rumbo fijo hasta salir de ese pueblo y es cuando lo encuentro, ahogado en sake... tenía 5 años.

De nueva cuenta estamos en Sakai, podía ver a lo lejos al viejo hablando con el papá de Ukyo, no sabía de que trataba todo eso, solo esperaba que esta vez no me fuera a dejar de nuevo lavando platos para pagar sus deudas, veo a mi amigo que viene feliz y me dice que él vendrá con nosotros, le cuento que antes de ir a China iremos a Nerima a conocer a alguien. A la mañana siguiente el viejo me pregunta que es lo que quiero "¿Quieres que llevemos a Ukyo o el carrito de Okonomiyakis?" a lo que yo respondo que el carrito, de inmediato me sube a el y salimos corriendo de ahí, a lo lejos veo como Ukyo viene corriendo detrás de nosotros, se tropieza y cae al no alcanzarnos, no entiendo muy bien que es lo que sucede, lo veo todo como un juego. Después de dejar ese lugar llegamos a Nerima, ya para ese entonces el carrito de Ukyo había sido vendido, recuerdo las enormes puertas del dojo, al tío Soun recibiéndonos con alegría y cuando nos presenta a su esposa y sus hijas. Veo a Kasumi y Nabiki como unas niñas de no más de 10 años, Kasumi se ve igual de linda que siempre, aunque sin su característico peinado, Nabiki y su sonrisa astuta, fue la primera vez que la vi y me dio escalofríos, estaba casi seguro de que ella podría ser temible, no tendría más de 8 años. En un momento aparece la que imagino es la señora Tendo, era muy bonita y al verla me viene a la mente la imagen de una señora que veo seguido en mis sueños, creo que así se podría ver mamá.

-¿Mamá?- escucho decir en un susurro a Kane, esta viendo fijamente mi recuerdo de su madre.

-"¿Quién es este adorable niño?"- pregunta con gran curiosidad.

-"Saotome Ranma, señora"- respondo mientras hago una reverencia.

-"¿Ranma? Mucho gusto, soy Naoko Tendo"- dice con una sonrisa- "Ven conmigo y te daré un poco de jugo y unas galletas"- mientras habla me toma de la mano y me lleva hasta el comedor.

Me deja por un momento sentado en un enorme cojín rojo, espero a que regrese y es ahí cuando entra un chico vestido con un gi de entrenamiento, tiene el cabello negro azulado, me mira con curiosidad porque supongo que no esperaba visitas.

-"¿Quién eres tú?- pregunta mientras frunce el ceño.

-"Soy... Ranma. Mucho gusto"- contesto un poco nervioso.

-"Akane, pensé que te habías ido a cambiar- dice la señora Naoko- ¿Recuerdas que te dije que tendríamos visitas?

-"Yo no quiero conocer a ningún niño, los odio"- dice con obstinación mientras da un golpe en el suelo.

-"Akane, ya conociste a nuestro invitado"- le dice con calma- "Lávate por favor y ven con nosotros a tomar un poco de jugo"

Ese día estuvimos todo el tiempo en el dojo, me sentía un poco incomodo llevaba tanto tiempo viajando de un lado a otro y sin convivir con más personas que por alguna razón comencé a pensar en si alguna vez yo también había tenido una mamá y si era así ¿Donde estaba? ¿Acaso no me quería y por eso solo estaba con el viejo? Nos invitaron a pasar la noche con ellos, así a la mañana siguiente saldríamos hacia Niigata a continuar con el entrenamiento, cuando estuve seguro de que todos dormían, me las ingenie para salir de la habitación que nos habían dado y salí al jardín, me deje caer sobre el césped y mire las estrellas.

-"¿Que haces aquí?"- pregunta esa niña tan malhumorada.

-"Quise ver as estrellas"- le conteste- "Aquí no se ven tan bien como en el bosque o la playa."

-"¿Porque están viajando?"- dice mientras se acuesta a mi lado.

-"Mi papá me esta entrenando para ser el mejor artista marcial del mundo"- digo con cierta arrogancia- "Es por es que viajamos por todo el país, buscamos nuevas técnicas."

-"Vaya y ¿No tienes una casa a donde ir? ¿Y tú mamá?

-"No, viajamos todo el tiempo, lo hemos hecho desde que era muy pequeño. Y... no sé si tengo una mamá"- digo con vergüenza.

-"Mi mamá esta enferma"- dice en un susurro- "Escuche a papá decir que es posible que ella se vaya. Me va a dejar sola."

-"Lo siento"- digo mientras siento un gran dolor en el pecho- "Pero si se va, ella estará contigo siempre."

-"¿Cómo lo sabes'"

-"Hay algunas veces en que sueño con una señora que tiene el mismo color de ojos que yo, creo que es mi mamá- le explico- siempre me dice eso, que siempre estará conmigo."

Estuvimos ahí un rato más hasta que los dos regresamos al interior de la casa, cada uno fue hasta su habitación y regresamos a nuestra cama. Esa platica había sido demasiado intensa en ese momento, incluso para unos niños de casi 7 años. Me dio un poco de pena saber que esa amable señora se iría en cualquier momento y que de alguna manera esa niña se quedaría sola. Por la mañana ya tenemos listas nuestras mochilas y estamos listos para partir, mientras el viejo se esta despidiendo del señor Tendo, su esposa se acerca hasta donde estoy y me da un gran abrazo.

-"Me dio mucho gusto conocerte, Ranma- dice mientras acuna mi rostro con sus manos- se que lo que te voy a pedir, no lo entenderás en este momento, pero quiero pedirte un favor."

-"Claro"- conteste de inmediato, sentía que no podía negarle nada a esa señora tan amable.

-"En un tiempo volverás a esta casa y seguramente yo ya no estaré aquí-dijo con una sonrisa melancólica- pero quiero pedirte que cuando regreses, por favor cuides de mi Akane."

-"¿Cuidar a Akane?

-"Si, se que no lo entiendes en este momento, pero ustedes dos se necesitaran el uno al otro"- dice mientras una lágrima cae sobre su mejilla.

-"Claro que lo haré"- le dije de inmediato, esperando que dejará de llorar, no quería verla triste.

-"Gracias- me da de nuevo un abrazo- Yo le escribiré a tu madre para decirle que estas bien y que no se preocupe."

-"¿Usted la conoce?"

-"Claro, es más...- comienza a buscar algo en las bolsas de su suéter- esto es para ti. No dejes que lo veo tu padre."

Me entrega una pequeña fotografía en donde puedo ver a la mujer de mis sueños, se ve tan linda y ahora puedo ver mejor su cara, note de inmediato que usaba un elegante kimono de color azul que hacia resaltar sus ojos... pero un par de semanas después mi padre descubrió la foto y acabo quemándola en una fogata, insistía en que no necesitaba de ella, que solo era una distracción, que si seguía distrayéndome nunca sería el mejor. Ese día lo odie como nunca, me había quitado la única imagen que tenía de mi madre.

-Haz que pare, por favor...- digo llorando- por favor Kane... haz que pare- mi cabeza estaba cada vez más adolorida, dolía tanto que estaba comenzando a sentir nauseas.

-Ya viene la ayuda- decía Kane llorando- solo espera un poco más. ¿Donde esta el doctor?- grito desesperada.

-Tranquilo, cariño. Todo pasará- dice mi madre mientras hace que mi cabeza descanse en su regazo.

Las imágenes siguen como si fuera una tétrica película, se ve las innumerables veces en las que el viejo me dejo atrás para pagar sus deudas de comida, se ve como fue el maldito entrenamiento para perfeccionar La garra de gato, todos pueden ver el pavor que sentí y experimente cuando a los 10 años mi padre prácticamente me torturo con cientos de gatos, gracias a él mi fobia me hacía convertirme en gato. Pueden ver como fue que llegamos a China mientras cruzábamos el mar a nado, ¿Y todo porque? Porque no contábamos con suficiente dinero, a pesar de que el viejo dijera que todo era parte del entrenamiento, como había caído a esas malditas pozas, cuando llegamos a la aldea de Shampoo y cuando salimos huyendo. La llegada a Japón y todo lo que habíamos vivido durante el ultimo año, cuando mamá reapareció y como el viejo había impedido que pudiera conocerla esa primera vez.

Mis visiones terminan pero no así el dolor de cabeza, no sé que es lo que esta pasando pero sea lo que sea quiero que termine, de pronto escucho que vine corriendo el doctor Tofú, ya para este momento ni siquiera puedo abrir los ojos, comienza a revisarme y pide que me lleven hasta el engawa, Kasumi puso un cojín para que pudiera recargar mi cabeza, a mi alrededor sentía a todos sumamente preocupados, mamá estaba llorando, quería poder decirle que todo estaba bien pero las palabras no salían de mi boca.

-Tranquilo Ranma, pronto pasará el dolor- dice el doctor Tofú mientras siento un pinchazo en el brazo.

.

.

NODOKA

Acabábamos de terminar de desayunar, cuando Genma y Soun acompañados de los chicos se dirigieron al dojo para entrenar, se podía decir que era un día normal en casa, solo que no lo era tanto. Mi hijo llevaba casi un mes con ese extraño hechizo, un mes en el que no dormía y aún así si uno lo veía no se le notaba raro, pero para mi había algo que había cambiado, poco a poco se le estaban comenzando a ver un par de ojeras, aún eran muy tenues pero ya se comenzaban a ver. Hable de esto con el doctor Tofú y me explico que era normal, que mientras más tiempo pasará los estragos del hechizo se iban a comenzar a notar, incluso su cuerpo iba a comenzar a dar señales de la falta de sueño. Cuando dijo eso me quede mucho más preocupada, él me aseguro que seguía buscando algún tipo de antídoto, estaba hablando con varios médicos, incluso lo contactaron con algunos médicos tradicionales chinos para asesorarse y ver si era posible que le ayudaran con este problema. Pero como decía era un hechizo del que nadie había sabido nada por más de mil años, era un hechizo prohibido y muy pocos se atrevían siquiera a conocer del asunto por temor a las consecuencias.

-¡Tía! ¡Por favor! ¡Ayuda!- de repente escucho que grita Akane, salgo corriendo de la cocina y voy hasta el jardín trasero.

-¡Ran...!- comienzo a decir al ver a mi hijo tirado en el suelo-¡Por Kami!

Cuando veo que es lo que esta sucediendo, de nuevo sus recuerdos están a la vista de todos, por primera vez veo que es lo que recuerda del día en que él y Genma se fueron de casa, veo como lo ha vendido una y mil veces, no solo comprometiéndolo con cuanta chica le ponían enfrente sino que también las veces que lo dejaba para que pagará sus deudas. Por primera vez vi cuanto sufrió mi hijo en ese maldito entrenamiento al que nunca debí dejarlo ir, puedo ver por todo lo que paso, mientras Genma se daba la gran vida mi pobre niño sufría cada día. El único momento en que pude verlo más feliz es cuando vino a conocer a los Tendo antes de cumplir los 7 años, lo veo con Naoko y como lo trato, esa extraña platica que tuvo con Akane sobre lo que le esperaba cuando su madre se fuera y el favor que le pidió antes de morir. Como Genma quemo la única foto que tenía de mi, como le quito su inocencia al quemar la foto y decirle que no servia de nada.

Lo que más me duele de ver es esa primera vez que vine al dojo a conocerlo, el como Genma impidió mil veces que nos pudiéramos ver, vi todo el amor que Ranma sintió al momento de vernos esa primera vez, como me rescato de esa explosión de la tubería y ahí me di cuenta de que no había sido un sueño cuando lo vi en su forma masculina.

De pronto llego el doctor Tofú, venia corriendo y pidió que ayudáramos a llevar a Ranma hasta el engawa, comenzó a revisarlo y de repente saco de un pequeño maletín una jeringa y le inyecto algo en el brazo. De pronto se comenzó a relajar, seguía con la respiración entrecortada y con los ojos cerrados, le hago una seña a Akane para que se acerque hasta donde esta e intente tranquilizarlo.

Se que en este momento debo de tener la mente fría pero el ver por todo lo que mi hijo tuvo que vivir me impedía actuar con calma, sin que nadie lo note, voy hasta la cocina y tomo la katana que había dejado sobre la mesada, salgo con toda la calma del mundo mientras miro la escena a mi alrededor, de pronto lo veo esta tan tranquilo viendo el estanque de los peces, salgo con mucho cuidado y cuando estoy a un par de pasos de él, desenvaino la katana.

-¿Como te atreviste?- le digo furiosa- ¿Cómo te atreviste a hacerle eso a mi hijo?

-Querida...-comienza a decir calmadamente mientras se gira a verme y su actitud cambia por completo al ver la katana- Tranquilízate, por favor y baja eso.

-¿Tranquilizarme? Te atreviste a maltratar a mi hijo, le quemaste la única foto que tenía de mi, lo vendiste para que solo tu pudieras comer- lentamente comienzo a subir el filo de la katana hasta su cuello- ¿Dime "querido"? Tuviste las mejores comidas a costa de mi hijo, ¿Lo disfrutaste?

-Sabias... que íbamos de entrenamiento y...- intento excusarse- todo era...

-¡Vendiste a mi hijo! ¡Por comida!- le grito fuera de mi.

-Mamá...- escucho que Ranma me llama- por favor...

Comienzo a caminar hasta donde se encuentra, sigo sin bajar la katana, no iba a permitir que ese desgraciado huyera como siempre.

-Si te atreves a moverte o intentas huir, te aseguro que te perseguiré por todo el mundo hasta terminar contigo- le amenazo- incluso si te transformas en panda.

Regreso hasta donde esta mi hijo, se ve sumamente pálido y ahora si se notaban esas ojeras completamente negras, lo tomo de la mano y sin decirle nada le pido que se calme.

-No te molestes...con el viejo...- dice sumamente cansado- no fue... tan malo...

-Cariño, lo que hizo no estuvo bien- le digo en un susurro.

-Pero me hizo... lo que... soy ahora...

Me quedo pensando en lo que dice, ese entrenamiento fue una verdadera tortura pero en algo tiene razón, gracias a ello es lo que es. recuerdo esa maldita hoja que firmaron cuando mi hijo era apenas un bebé y la promesa implícita "Convertiré a Ranma en un hombre entre hombres", esa había sido la promesa y eso había visto en los recuerdos de mi hijo porque a pesar de tener el pésimo ejemplo de su padre, él se volvió ese hombre honorable que el prometió.

-Lo sé, eres el hombre honorable que prometió- le digo con cariño- te convertiste en ese hombre a pesar de él.

Veo que el doctor me hace una seña, es la primera vez desde que lo conozco que lo veo nervioso, le pido a Akane que siga cuidándolo y me levanto para seguir a Tofú, nos lleva a Soun y a mi junto a Genma, algo me dice que lo que va a decir no es algo bueno.

-¿Que sucede doctor? ¿Qué fue lo que le paso a Ranma?- pregunta Soun preocupado.

-Lo que paso son consecuencias del hechizo- dice lentamente- lamentablemente ha estado en su sistema demasiado tiempo y con esas hierbas que no forman parte de la receta original, los daños pueden ser peores- explica mientras se toma el tabique de la nariz con dos dedos.

-¿Ya sabe para que sirven esas hierbas?- pregunto con miedo.

-Si, me tomo mas tiempo del que esperaba. Son hierbas que se usan para hacer una poción de amor demasiado poderosa- dice cansinamente- el problema es que esos ingredientes se contraponen con el mismo hechizo.

-¿Una poción de amor?- pregunta Genma- ¿Eso quiere decir que todo lo que los chicos han estado sintiendo...?- no completa la pregunta porque se a donde se dirige, no quería poner en palabras la posibilidad de que la relación entre mis hijos pudiera ser falsa.

-No, extrañamente ese hechizo era para alguien más, pero lo que la persona que la creo no tomo en cuenta es que es muy difícil que esas pociones funcionen cuando ya existe ese sentimiento. En pocas palabras, el amor que Ranma siente por Akane fue más fuerte que la poción, digamos que eso la neutralizo... no así a los ingredientes.

-¿Que tan mal esta, doctor?- pregunto finalmente.

-Esta mal, demasiado- dice finalmente- si no encontramos la cura pronto, él...

Me llevo las manos a la boca, no podía creer lo que estaba diciendo el doctor, no estaba dispuesta a perder a mi hijo, no ahora que lo había recuperado. Aunque seguía pensando quien estaría tan loco como para hechizar de esa manera a mi hijo, de pronto viene a mi mente lo que dijo Nabiki hace semanas "Esto debe ser obra de Shampoo", lo dijo con toda la seguridad del mundo, no lo dudo, incluso hizo alusión a las incontables veces en que había intentado hechizar a Ranma a través de la comida o con objetos mágicos.

De nuevo una ira ciega me invade y sin pensarlo salgo corriendo de la casa, detrás de mi viene Genma y Soun, me imagino que se dieron cuenta de mis intenciones de ir hasta el Neko Hatten y exigir una explicación. Llego en menos tiempo del que esperaba, el restaurante se encuentra lleno, busco de inmediato a esa odiosa chiquilla de cabello color lila pero no la veo por ningún lado.

-¡Shampoo! !Sal de inmediato!- grito a todo pulmón.

De repente aparece su abuela dando brincos en su bastón y detrás de ella ese extraño chico de ropas chinas, sigo esperando a que esa niña aparezca pero no lo hace.

-Señora Saotome, que gusto verla- comienza a decir la abuela- ¿Quiere una mesa o viene a pedir para llevar?

-Necesito hablar con su nieta- digo de manera contenida- quiero que me explique que demonios le hizo a mi hijo.

-No...no entiendo a que se refiere- veo como se puso nerviosa por un segundo para después recomponerse.

-Su maldita nieta hechizo a mi hijo, lo envenenó con no se que maldita poción y él esta a punto de morir por su culpa- le grito mientras varios de los comensales comienzan a dejar lentamente sus cuencos de ramen ante lo que dije- quiero que me diga como salvarlo, el chico se puso sumamente pálido ante lo que dije.

-Señora... mi nieta lleva varias semanas en China- explica lentamente- no me parece justo que la culpen por cosas que cualquier chiquilla hace. Las pociones de amor las consiguen en cualquier lugar.

-Curioso que diga eso- digo mientras levanto una ceja- yo nunca mencione poción de amor alguna.

-Será mejor que se vayan- dice al momento de comenzar a brincar sobre su bastón y empujarnos a la puerta.

-No crea que voy a dejar esto así, quiero la cura o si no...- levanto una vez más mi katana.

Los tres salimos de ese lugar, mientras poco a poco vimos como los clientes que habían en el restaurante comenzaban a salir con una cara de miedo, tal vez no había sido buena idea gritar que una empleada estaba envenenando la comida.

.

.

N/A:

Hola de nuevo, aquí les traigo la nueva actualización, espero que les guste.

Pues como saben ya estamos cerca del final y aunque no lo crean solo falta un capitulo, para suerte suya me exagere escribiéndolo por lo que he decidido dividirlo en dos partes, así que estén pendientes para conocer como va a concluir esto.

Ya se que soy mala y todo eso, se que están gritando y preguntándose como es posible que ya haya puesto a nuestro adorado Ranma a un paso de la tumba, créanme no lo había planeado así pero después de reescribir este capitulo lo creí necesario para la trama y sobre todo para lo que viene para el final.

¿Alguna vez se imaginaron que es lo que diría Nodoka al conocer todo lo que paso su hijo durante el entrenamiento? Yo sí, y créanme lo que escribí fue lo más light que pude, porque de haber sido yo hubiera hecho carnitas de panda en un segundo.

Espero que todos hayan pasado una muy feliz Navidad.

La Condesa Crawley XOXO