Entre Líneas
Capítulo 2
Hilo Rojo
Disclaimer: Los personajes de Naruto son propiedad de Masashi Kishimoto, esta historia es de mi total autoría no está permitida su publicación en otros sitios sin previa autorización. -Azulen-
Summary: ¿Qué harías si pudieras volver a empezar? Sasuke despierta de un largo sueño a punto de tomar una decisión que podría cambiar el destino de todos. SasuSaku. Fluff Romance.
•••
La campana sonó anunciando el fin de la jornada, la voz del maestro Saito sobresalía entre las risas y murmullos de los estudiantes ansiosos por volver a casa o salir a divertirse a algún parque para pasar el rato. Sakura tomó nota de la tarea de geografía apuntada en el pizarrón y volteó nerviosamente mirando de soslayo al chico sentado a su lado quien a diferencia de sus animados compañeros tenía la mirada fija en la figura del profesor escuchando atentamente sus indicaciones.
En sus diez años de vida recién cumplidos jamás se había sentido tan nerviosa como en ese momento.
-hm… ¿Sakura Haruno? - la voz de su compañero la sacó de su aturdimiento y sus ojos negros fijos en sus orbes jades casi le provocan un desmayo aún así se armó de valor y se obligó a dar una respuesta rápida antes de que aquel chico que tanto le gustaba decidiera que era una tonta y no volviera a dirigirle la palabra.
- ¿Sakura? – insistió al verla congelada.
- M-me gustas…- Su boca traicionera había dejado salir su confesión antes de tiempo como un suspiro un murmullo ahogado similar a un lamento y eso que había estado practicando toda la maldita mañana.
Toda.
La.
Mañana.
- ¿Eh? - inclinó su rostro hacia un lado contemplándola confundido y entonces corrigió- N-no mi nombre es Sasuke, Uchiha Sasuke ¿Podrías dejarme tus apuntes de matemáticas por favor? Mi cuaderno se mojó y necesito ponerme al día- explicó en voz baja luciendo impaciente y algo abochornado.
Si.
El ruido del salón y su voz temblorosa habían distorsionado lo que escuchó, creyó que había pronunciado mal su nombre, casi celebró internamente, pero seguía congelada en su lugar abrazando su mochila con los brazos temblorosos y a punto de desmayarse porque él le estaba hablando él notaba su existencia.
Él sabía su nombre.
Él sabía que era buena en matemáticas.
Él notaba su existencia.
Sonrió de oreja a oreja como una estúpida y con el rostro enrojecido de emoción.
-¿Sakura?- su rostro reflejaba preocupación e intriga- Oye ¿Estás bien?
-¡S-si!- su afirmación sonó más como un chillido atolondrado que sobresaltó al pobre chico de cabellos azabaches viéndola rebuscar en su mochila casi con desesperación.
-L-lo siento, no tuvimos esa clase hoy… me dejé los apuntes en casa- habló rápidamente y sus ojos se aguaron frustrada, para una vez en la vida qué el la le dirigía la palabra… por una única vez que podría ser útil…
-Oh es una lástima, creo que iré a preguntárselo a Shino… gracias de todos modos- asintió serio como siempre y en cuanto se dio la vuelta para retirarse su valentía se vio emerger sujetándole firmemente por la muñeca.
El volteó a mirarla interrogante.
-S-si no te molesta… y-yo podría llevarlos a tu casa… dentro de un rato…- tenía un nudo en la garganta al hacer aquel tímido ofrecimiento ocultando su boca tras su mano intentando ocultar el creciente sonrojo en sus mejillas.
Sasuke se sintió ligeramente incomodo con la visión, los tonos naranjas del atardecer se reflejaban en sus brillantes ojos verdes que no le miraban y su cabello rosa caía a los costados de su rostro intentando disimular las mejillas sonrosadas, repentinamente estaba abrumado y nervioso, a punto de decir que no solo para evitar todas esas extrañas y desconocidas sensaciones que le estaba provocando su sola presencia.
-Aa n-n…-abrió la boca para emitir una negativa y en sus ojos verdes se instaló una sombra de decepción y vergüenza así que rápidamente respondió- No te molestes, si vas a tu casa ahora voy contigo para recoger los apuntes.
Le ardía la cara y casi creyó sentir vértigo cuando ella le dio la sonrisa más brillante que alguna vez hubiese visto en un ser humano.
Por fortuna para él y desgracia para ella, Sakura Haruno vivía a tan solo unas cuantas calles de la academia, le siguió el paso de cerca sin emitir palabra, pero aun así ella parecía relucir de contenta dándole esporádicas miradas abochornadas si saber que decir.
-Es aquí- pronunció finalmente- por favor pasa, no tardaremos- dijo abriéndole paso con gentileza.
La siguió al interior e imitó su acción quitándose los zapatos y dejándolos perfectamente alineados en el genkan.
-Con permiso- pronunció educado y a la pequeña pelirrosa casi se le escapa el corazón por la boca y suspiró enamorada de sus impecables modales.
Sabía que la familia Uchiha gozaba de gran prestigio en la aldea al ser uno de los grandes clanes ancestrales como los Hyuga o los Senju por lo que sus miembros eran conocidos por ser reservados, fuertes y talentosos.
Sakura suspiró.
- ¿T-te gustaría beber algo? - ofreció amablemente como su madre alguna vez le indicó enseñándole el protocolo de recibir visitas, no podía permitirse quedar como una maleducada con alguien como él.
- Un vaso con agua está bien - aceptó por cortesía.
Sakura desapareció por la cocina inspirando profundamente para relajarse, aún no podía creer que él esté ahí sentado en su sillón, le diría a su madre que no vuelva a limpiar ese sillón y desde ahora dormiría abrazando el cojín en el que se apoyaba su espalda, se golpeó mentalmente apuntándose dejar de actuar como una fanática idiota o seguramente lo espantaría.
Tendría que actuar naturalmente.
Como con todos.
No quería incomodarlo.
Con esa firme idea en mente rellenó el vaso y un cuenco con algunos bocadillos frescos que su madre siempre preparaba para el té y las visitas, se acercó depositando con suavidad el cuenco sobre la mesita sugiriéndole tomar alguno si le apetecía y amablemente le extendió el vaso de agua que él había solicitado recibiendo un suave "gracias" en respuesta.
Se retiró de la estancia caminando con ligereza para verse más femenina y sofisticada, pero en cuanto su cuerpo cruzó la puerta de su habitación casi vomitó su corazón y comenzó a dar brincos por todos lados dejando salir toda su emoción contenida.
Desde el piso de abajo Sasuke desvió su mirada hacia el techo casi divertido escuchando el ruido sordo que emitían sus pies contra la madera dando saltos por toda la habitación y se preguntó si quizás había guardado los apuntes en algún lugar elevado, pero sería de mala educación irrumpir en la habitación de una mujer, así que se quedó sentado en su sitio observando las coloridas decoraciones de la sala, muy diferente a la de su hogar que era más bien sobria a penas algunas antigüedades y flores que cortaba su madre decoraban la estancia, todo lo contrario a la sala de los Haruno repleta de fotografías, figuritas, dibujos de Sakura y coloridos cojines bordados.
Se notaba la alegría y fuerte personalidad de sus habitantes.
Se llevó a la boca una de las galletas en el cuenco que Sakura le había ofrecido para entretenerse con algo más y un par de minutos después escuchó los pasos de Sakura descendiendo por la escalera rápidamente.
-Perdona, había olvidado donde los puse- se excusó nerviosamente y llevó un mechón de cabello tras su oreja en un acto de timidez.
-No importa, gracias- asintió tan sereno como siempre y se puso de pie para calzarse nuevamente.
-Nos vemos en clase Sasuke-kun- le sonrió con dulzura despidiéndole en la puerta y un sonrojo cubrió sus mejillas.
Sasuke sintió el calor ascender por su cuello de pie al final de las escaleras y se quedó ligeramente enmudecido observándola antes de darle una pequeña sonrisa y despedirse.
-Hasta mañana.
Tan pronto como se fue Sakura cerró la puerta y dejó que su cuerpo se deslizara por la madera hasta derretirse en el piso como un chocolate al sol.
Suspiró enamorada.
¿Enamorada?
¡Es cierto! ¡Se suponía que iba a declararse ese día!
Espantada se puso de pie y subió las escaleras disparadas como una flecha y observó por el balcón a Sasuke perderse al final de la calle.
Demasiado tarde…
-B-bueno… quizás aún no es el momento- se dijo mirándose al espejo y suspiró nuevamente- su rostro era bonito, brillantes ojos jade y su cabello rosa le caía liso hasta la mitad de la espalda sujeto por una cinta, deseaba crecer y verse más madura.
¿Cuándo crecería su cuerpo?
Sasuke era ligeramente más alto que los demás, no tal alto como Shino pero quizá era el segundo más alto del salón.
Era tan perfecto en todo sentido.
Era inteligente, fuerte, guapo y venía de una familia talentosa…
Suspiró resignada, era lista sí, pero en comparación con él ella no era nadie, tenía una frente tan grande que algún día se la alquilarían para publicidad y sus padres eran unos perfectos desconocidos… no tenía ningún talento y mucho menos fuerza física o algo que llamase la atención más allá que su raro cabello rosa…
Se dejó caer sobre la cama con las mejillas infladas y los ojos aguados.
- ¡Hey! - sintió un brazo conocido rodearle los hombros- ¿Quién era esa niña? Es muy bonita Sasuke… ¿Es tu novia? - le picó el mayor y sus ondulados cabellos negros se agitaron cuando saltó hacia adelante riendo para esquivar el furtivo ataque.
Sasuke se sonrojó.
- ¡Es solo una compañera de clase! - justificó enfadado señalando el cuaderno que llevaba en sus manos- tuve que pedirle los apuntes porque ALGUIEN- acentuó mirándole con rencor- tiró los míos al lago ayer- Shisui cotilla.
-Ya te dije que lo siento- rio descaradamente mirándole desde arriba con superioridad la luz del sol fue bloqueada por su enorme presencia- deberías de estarme agradecido- afirmó con seguridad.
- ¿Agradecido por qué? - preguntó Itachi saliendo de la panadería con una bolsa en su mano- ¿Ahora que le hiciste? - entrecerró la mirada juzgando a su mejor amigo.
-Gracias a mi- se señaló a si mismo con orgullo- Nuestro pequeño Sasuke ha iniciado una maravillosa relación con una hermosa niña pelirosa- sonrió de medio lado.
- ¡Oye no saques las cosas de contexto te dije que solo es una compañera! -
- Así que una chica pelirosa…- Itachi se llevó el dedo índice al mentón volteando la mirada hacia el cielo pensativo.
- ¡Y tú no le des vueltas! ¡Solo me dejó unos apuntes! – protestó sonrojado y emprendió la carrera hacia su casa con la cara ardiendo en carmesí por la vergüenza y la furia, las risas de Shisui sonaban cada vez más lejanas.
-Son unos idiotas- masculló con un mohín molesto torciendo sus labios.
- ¿Qué pasa cariño? ¿Un mal día en la escuela? - su madre asomó la cabeza por la puerta de la cocina observándole con curiosidad.
- No… son Shisui e Itachi… son un fastidio- escupió con desdén y dejó caer su lengua infantilmente con una mirada irritada- pasé por casa de una compañera después de clases para que me deje sus apuntes de matemáticas- explicó subiendo de un salto al mesón y balanceando sus pies descalzos viendo a su madre picando verduras con una suave sonrisa adornando sus labios.
-Entonces… una niña…- ella volteó a mirarle y Sasuke reconoció esa mirada pícara como la misma que ponía leyendo sus novelas románticas.
- ¡Tú también empezarás! ¡Eres como ellos!
- ¡Vamos cariño no seas tan tímido! ¿Quién es ella? ¿La traerás a casa? ¿Es linda?
- ¡Mamá es solo una compañera! - casi lloriqueó huyendo hacia el piso de arriba y encerrándose en su habitación malhumorado.
Vació su mochila sobre el escritorio y acomodó los libros, cuadernos y lapiceros organizadamente listo para ponerse a estudiar después de una reparadora ducha y un tentempié por supuesto.
Tres suaves toques en la puerta interrumpieron su concentración.
-Mamá llama a cenar- el sonido de la voz de Itachi fue ligeramente ahogado por la madera de la puerta corrediza de su habitación.
- ¡Voy! - exclamó y cerró el libro apresuradamente con el estómago rugiéndole y sintiéndose de mejor humor habiendo completado la transcripción de los apuntes de matemáticas en una sola tarde.
Se estiró en su sitio girando parcialmente sobre su mismo para aliviar su espalda rígida y se dirigió al comedor donde sus padres, Itachi y el molesto de Shisui ya se encontraban comentando "el gran acontecimiento"
-Shisui nos ha contado que tienes una novia, deberías traerla a casa para conocerla.
Eso ya era el colmo.
- ¡Papá! – protestó y su padre le observó con el ceño fruncido regañándolo con la mirada por su altanería, rápidamente recuperó la compostura e hizo una corta reverencia para saludar- Eso no es así, solo es una compañera que me dejó sus apuntes, no deberías de creer esas historias a Shisui, sabes lo hablador que es- moduló su tono de voz sonando más firme y respetuoso mientras tomaba su lugar en la mesa y le lanzaba rayos con la mirada al molesto mejor amigo de su hermano.
- ¿Por qué inventas rumores Shisui? - reclamó y pateó su rodilla por debajo de la mesa el chico de cabellos ondulados rio por lo bajo disfrutando del caos- madura de una vez.
-Y me lo dice un niño de nueve años- le miró suspicaz.
-Pues debería darte vergüenza que te lo diga un niño de nueve años- Itachi sorbió de su te pacíficamente y Shisui le miró ofendido.
Sasuke sonrió de medio lado contemplándolo con superioridad.
La cena transcurrió entre su silencio y cortas conversaciones sobre novedades en la aldea en las que de vez en cuando participaban Itachi y su padre, como todos los días ayudó a su madre a recoger la mesa después de cenar, era parte de las tareas domésticas que su madre les asignaba desde pequeños.
Sasuke e Itachi habían sido criados con firme disciplina y modales impecables como todos los miembros de su clan.
- ¡Gracias por la comida tía Mikoto! ¡Hasta mañana! - se despidió Shisui con un gesto alegre de su mano antes de desaparecer en una nube de humo.
- ¿Es que no tiene casa? ¿Por qué cena aquí?
-Porque es tu familia- su madre le tiró de la mejilla reprendiéndolo- y es el mayor así que muestra más respeto.
-Tiene dieciséis y se la pasa más al pendiente de la vida amorosa de un niño de nueve que de la suya- reclamó subiendo las escaleras furioso, se tumbó sobre la cama abrazando su almohada con el ceño fruncido- ¡Es porque es tan molesto que las mujeres no le hacen caso! - exclamó con rencor.
Mikoto e Itachi rieron divertidos por la extraña reacción de Sasuke quien normalmente era un niño silencioso y tranquilo, Fugaku desde su oficina observó en dirección al piso superior con curiosidad por haber escuchado a su hijo levantar la voz.
No volvería a hablarle ninguna niña nunca más en su vida.
Dio vuelta sobre su costado sin soltar la almohada y la mordió frustrado.
¿Por qué se sentía tan azorado?
Apretó los ojos y el recuerdo de la sonrisa y el rostro sonrojado de su compañera de clase le aceleró el corazón inexplicablemente.
¿Qué era esa sensación?
- ¿Sasuke? - escuchó la voz de su padre tras la puerta- ¿Se puede?
-S- sí, adelante- se incorporó rápidamente devolviendo la almohada a su lugar y sentándose sobre el borde de la cama con la espalda recta y el mentón elevando solemnemente.
Su padre le dio una sonrisa pequeña observándolo a él y luego echando un rápido vistazo por la habitación, encendió la luz y se detuvo a revisar los cuadernos sobre el escritorio.
- ¿Terminaste tus tareas?
-Si, papá- asintió obediente.
-Muy bien, Sasuke- felicitó revolviéndole ligeramente los cabellos y sentándose a su lado Sasuke le observó con ojos brillantes de expectativas y un sonrojo apareciendo en sus mejillas, su padre le estaba felicitando.
Estaba reconociendo su esfuerzo.
- ¿Y bien? ¿Por qué parecías tan molesto con Shisui hoy? - preguntó sentándose parsimoniosamente a su lado con los brazos cruzados sobre su pecho autoritario
- ¿Viniste a regañarme? - masculló decepcionado desviando la mirada cabizbaja hacia sus pies descalzos.
- No, solo vine porque tenía curiosidad, mi hijo está creciendo- asintió con los ojos cerrados y una pequeña sonrisa ladina- quizás es momento de una plática de hombre a hombre.
-¡¿Eh?!- El Uchiha menor le observó con un profundo sonrojo en sus mejillas y sin saber donde esconderse podía intuir por donde iba a ir esa conversación por lo que rápidamente le cortó- ¡Es Sakura!- intentó desviar la atención.
La mirada de su padre sobre él reflejaba curiosidad y un brillo que no supo reconocer.
- ¿Entonces es tu novia? ¿No crees que aún eres un poco joven para eso? - rio Fugaku y una pequeña sonrisa afloró en el rostro sonrojado de Sasuke, era la primera vez que compartía un momento así de cotidiano con su padre.
Como un padre y un hijo.
Itachi siempre había sido su mundo y ahora el parecía mostrar un poco más de interés por él.
-No es mi novia- aclaró avergonzado- Shisui tiró mis apuntes al lago ayer y tuve que pedirle los apuntes a Sakura, de las niñas ella es la más lista de mi clase y también es gentil… y confiable…- un tenue carmín cubrió sus mejillas y Fugaku le miró ligeramente nostálgico recordando como si fuera ayer al pequeño bebé en sus brazos.
El tiempo pasaba demasiado rápido.
-Ignora a Shisui y se amable con tu compañera- se limitó a responder dándole un muy suave tirón a su moflete inflado- parece ser una buena chica, es importante hacer amigos pues las más grandes batallas no las gana un solo hombre, así que trátala con respeto ¿Bien? Recuerda que eres un Uchiha- asintió orgulloso y se puso de pie apagando las luces y retirándose de la habitación tras desearle buenas noches.
Sasuke seguía ahí incrédulo y pasmado mirando la puerta con los labios ligeramente entreabiertos, al menos su padre le había creído y le había dado uno de sus sabios consejos de esos que solía compartir con Itachi cuando se encerraban en el despacho a discutir cosas de la policía.
Del tipo de información que solía prometerle revelar cuando fuese mayor y eso le hizo sonreír ampliamente sin poder contener la emoción, su padre ya le tomaba más en serio.
Esto era tan solo el comienzo pronto comenzaría a confiar en él como en Itachi.
Si, aún era muy pequeño para tener una novia, a penas iba a cumplir diez años, pero eso no quería decir que no pudieran ser amigos, su padre había sido claro, necesitaba reunir aliados y mostrarle que era capaz de liderar.
Su boca se frunció en un mohín pensativo mientras cambiaba su ropa por su cómodo pijama dispuesto a irse a dormir como su padre había ordenado aunque aún era un poco temprano.
•••
-Ten, gracias por dejarme tus apuntes- el niño de cabellos azabaches le extendió su cuaderno amablemente y ella asintió con una sonrisa.
-Oh creí que los ocuparías un poco más- rio con disimulo- gracias por traerlos- hizo una corta reverencia respetuosa para sacar a relucir los modales de señorita que tanto había insistido a su madre enseñarle ayer.
-Gracias por cuidar de Sasuke, Sakura-chan- canturreó Shisui a su espalda y Sasuke le dirigió una mirada de advertencia, pero antes de que pudiera decir algo más Itachi le codeó.
-Deja de molestarlo, gracias, Sakura-chan- le sonrió gentilmente a la niña quien observó a los dos chicos mayores sonrojada y con una corta reverencia a ellos sonrió cordial.
-E-encantada de poder ayudar- asintió delicadamente con su cabeza desviando la mirada hacia sus pies.
-¡Es una lindura!- exclamó Shisui solo moviendo sus labios con intensidad volteándose hacia Itachi de forma que Sakura no pudiera ver sus brillantes ojos interesados, volteó hacia ella con una sonrisa ladina- apresúrate a crecer Sakura-chan, te estaré esperando.
Por segunda vez Itachi le codeó y esta vez con más fuerza.
-¡Idiota pervertido!- le reclamó Sasuke avergonzado- d-discúlpalo de niño se cayó de un árbol y por eso se quedó tonto- excusó.
Sakura rio en voz alta más que divertida con aquella extraña situación e intentó ocultar su risa tras sus manos tímidamente para no quedar como una tonta frente a esas tres personas, su amor platónico y dos de los ninjas más talentosos de la aldea que casualmente eran sus hermanos mayores.
-P-perdón- se disculpó- Shisui-san… la verdad por su fama creía que era una persona mucho más reservada e intimidante, pero es gentil y divertido - sonrió ampliamente hacia el pelinegro quien pestañeó múltiples veces repentinamente enmudecido.
- ¿Gentil y divertido? - Shisui se inclinó ligeramente para acercarse un poco más a la altura de la niña quien le observó sonrojada sintiéndose pequeña ante su penetrante mirada ónix- ¿Cuántos años tienes Sakura-chan?- le preguntó era vez con un poco más de seriedad.
Las alertas se encendieron en la cabeza de Itachi y Sasuke quienes rápidamente se interpusieron para apartarlo.
Itachi tiró de su brazo, percibiendo el peligro en las intenciones de su mejor amigo.
-Aléjate de las niñas Shisui- puso los ojos en blanco comenzando a arrastrarlo sin más- Nos vemos después Sakura-chan, deberías de venir a comer a casa algún día- sugirió con una pequeña sonrisa.
-G-gracias por la invitación- asintió sonrojada y volteó hacia Sasuke quien observaba consternado y molesto a los dos payasos que se hacían llamar sus parientes alejándose entre protestas del mayor.
-Shisui debería de fijarse en chicas de su edad- pensó en voz alta e imitó el gesto de su hermano mayor poniendo los ojos en blanco y desinflándose en un suspiro resignado.
- ¿A qué te refieres? - preguntó inocentemente la pequeña y Sasuke reparó en que ella seguía presente y retrocedió un par de pasos repentinamente asustado por haberse quedado a solas con la pelirosa.
-N-nada ¡Cosas de hombres! – afirmó rápidamente su nerviosismo siendo casi palpable en el ambiente.
-Entiendo- ella giró su rostro ligeramente por supuesto sin entender, su mirada jade consternada le hacía sentir cosas extrañas en la boca del estómago- Tus hermanos, son divertidos- acotó sonriente.
- ¡No son mis hermanos! - se apresuró a corregir- b-bueno Itachi si, el tonto no, Shisui no es mi hermano es solo un pariente lejano- aclaró y carraspeó ligeramente para recuperar su seria compostura.
-Ya veo…- ella lucía pensativa- de todas formas ¡Son geniales! ¿Son muy fuertes verdad? ¿Crees que quieran mostrarnos alguna técnica avanzada? – preguntó ilusionada.
Sasuke sintió algo arder e incinerarse en su interior, un sentimiento de rabia e impotencia le embargó cuando sus brillantes ojos verdes se desviaron ilusionados hacia el final de la calle por donde su hermano y Shisui habían desaparecido.
-No, son solo un par de idiotas- frunció el ceño observándola fastidiado- Shisui es muy mayor para ti, tiene dieciséis no se te ocurra hacerles caso a sus tonterías, solo está jugando contigo- aconsejó seriamente.
Sakura retrocedió sonrojada y arrepentida dándose cuenta de cómo sonaba todo eso y del repentino interés de ese chico mayor sobre ella, no se había dado cuenta, estaba demasiado absorta en Sasuke como para fijarse en que había captado la atención de su… ¿primo?
-¡N-no! ¡No me interesa! - gritó avergonzada – es es demasiado alto- estiró sus brazos exagerando sus gestos nerviosamente- y muy mayor además a-a mi… a mi…- le miró a los ojos con el carmín creciendo en su rostro a punto de hacer explotar su cabeza- a mí ya me gusta alguien…- soltó en un hilito de voz y sin esperar respuesta se aferró a los tirantes de su mochila y salió corriendo con dirección a su casa gritando avergonzada.
Plantado sobre sus pies Sasuke enarcó una ceja confundido por su inesperada confesión innecesaria y comenzó a caminar con dirección a su casa, con algo de suerte su madre se encargaría de regañar a idiota de Shisui cuando Itachi le cuente que intentó coquetear con una niña pequeña.
Entonces a ella le gustaba alguien- sus mejillas se llenaron de aire y dejó que sus ojos viajaran entre las nubes pensativo- ¿Quién será? - pensó en voz alta.
¿Afectaría en algo su misión por reunir aliados como le aconsejó su padre?
Se encogió de hombros restándole importancia a todo el asunto y comenzó a andar mucho más relajado.
Por fin todo ese rollo había acabado.
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Notas de la autora:
¡Uff! Tres seguidos, sip decidí traerles doble capi porque tecnicamente la historia empieza en este capítulo xD
Dato curioso al inicio cuando Sasuke escucha mal su nombre quise hacer un pequeño juego de palabras porque en japones "Me gustas" suena como "daisuki" y claro suena similar a Sasuke entonces imaginé que entre el ruido de la clase recogiendo sus cosas, hablando y las voces en el pasillo etc Sasuke interpretaría ese "Daisuki" tan bajito como si Sakura hubiera pronunciado mal su nombre.
Shisui es mi alivio cómico, amo a este personaje siempre lo voy a imaginar como el chico lindo y relajado, hace poco vi un clip de un videojuego de Naruto del año pasado creo o de hace un par de años donde hay un momento muy bonito entre Shisui, Sasuke e Itachi en donde la interacción de Shisui y Sasuke es un pelín similar, se nota que había confianza ya desde esos momentos y que de haber vivido Shisui, ese sentimiento fraternal habría evolucionado mucho más.
Con cariño,
Azulen.
