Disclaimer: Los personajes y el universo le pertenecen a JK Rowling.
Solo la trama es mía.
No obtengo ningún beneficio económico ni lucrativo de algún tipo al escribir este fic.
Aviso: Este fic participa en el Reto #76: "Celebrando los 500,000 posts" del foro Hogwarts a través de los años.
La palabra escogida es Duende.
Esa espada es nuestra.
Griphood se preguntó si los humanos eran tontos o es que él era muy inteligente. No es que fuera a preguntárselo. Su plan tenía que salir bien.
Él accedió a acompañarles al banco y ayudarlos a entrar en la bóveda pero tenía algo más en mente. Y es que, la espada que tenían en su poder era de los duendes. Y un duende que se precie no dejaría pasar la oportunidad de recuperar algo que era legítimamente suyo.
Lo que era hecho por duendes a la muerte del propietario debía ser devuelto. ¿Por qué no lo entendían? Griphood era de los que opinaba que si los descendientes no devolvían algo, entonces se les quitaría el equivalente de las bóvedas pero aún no se había aprobado esa ley... Qué tontería.
Él recuperaría la espada y los niños podrían arreglárselas solos.
Los humanos tomaban y tomaban y nunca daban nada a cambio. Así que no sentía remordimientos.
