Disclaimer: Los personajes y el universo le pertenecen a JK Rowling.
Solo la trama es mía.
No obtengo ningún beneficio económico ni lucrativo de algún tipo al escribir este fic.
Aviso: Este fic participa en el Reto #76: "Celebrando los 500,000 posts" del foro Hogwarts a través de los años.
La palabra escogida es Infamia.
Voy a ser diferente.
Rigel Lestrange no había esperado entrar en Gryffindor. Le habían dicho toda su infancia que Slytherin era la mejor casa y que allí estaría con personas con ideales afines. Le habían enseñado cómo los muggles eran peor que escoria de estanque, que los sangresucia robaban la magia y que los sangre pura eran superiores.
Él no había entendido muy bien todo eso. Solo lo aceptó porque era un niño y si su abuela Druella lo decía entonces sería verdad.
Fue en el tren cuando escuchó a un niño pelirrojo decirle a un moreno lo horribles que fueron sus padres y tío. Cómo torturaron a dos personas hasta dejarlos en San Mungo para siempre.
Rigel no pensó que querría ser como ellos.
Así que cuando se puso el sombrero, le pidió que no le pusiera en Slytherin.
No quería que la infamia de los Lestrange le persiguiera de por vida aunque tuviera que pasar malos ratos.
