Quiero saber hacia dónde voy…
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nadaoriginal. Jeje, gracias por el apoyo amigo. Realmente pienso igual, Sasha es mejor que Saori como Athena, además, Sasha tiene dos razones para quererla, si, dos grandes razones. Su dulzura y su poder. ¡Saludos!
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camilo navas. Gracias amigo, la historia de Sasha y Tenma siempre me ha gustado y más por tu fic de Cadenas de amor entrelazado, que fue uno de los mejores fics de Saint Seiya que he leído. ¡Saludos!
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Guest. Gracias por el apoyo amigo, realmente me alegro que te haya gustado el fic. ¡Saludos!
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Pegaso Seiya. ¡Hola amigo! Qué bueno tenerte aquí, es más, me legro que te guste. Si, al inicio es como un resumen de The Lost Canvas, pero con la trama alterada XD. No me imagino a Saha siendo fría, creo que realmente el amor que se tienen ambos es muy lindos. Gracias por el apoyo. ¡Saludos!
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Sin más, comencemos…
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Pasaron 2 años desde que Tenma llegó al Santuario de Athena para convertirse en Caballero y el tiempo que ha pasado aquí lo ha aprovechado de gran manera.
El chico no pudo ver a Sasha muy seguido ya que siempre estaba resguardada por los Caballeros Dorados la cual siempre la llevaban en escolta.
Miraba siempre a los mismos hombres con Armadura Dorada junto a su amada peli lila, desde el mismo hombre que los salvó el otro día, el cual era Shion de Aries hasta el último de los Caballeros, un peli celeste que luego de un tiempo descubrió que era Albafíca de Piscis.
Mientras entrenaba, llegó a darse cuenta del punto más alto en el que se podía encontrar Sasha. Descubrió que la peli lila dormía en la Villa de Athena, lugar en el que solo tenía acceso la propia Athena y ningún hombre había entrado ahí.
Pero luego de muchos esfuerzos, finalmente Tenma lucharía por una Armadura de Caballero.
La noche antes de la pelea…
El castaño había estado buscando la manera de llegar hacia Sasha sin tener que pasar por las 12 casas, además sabía que ni el Patriarca ni los Caballeros Dorados lo dejarían pasar a ver a Athena.
Así que finalmente decidió usar la cabeza e hizo lo más lógico que hay que hacer en estos casos.
Tenma subió por la parte trasera del Santuario, el cual estaba resguardado por muchos soldados rasos, los cuales estaban preparados para matar a cualquier intruso.
El castaño logró esquivar esa vigilancia y solo escaló hasta llegar al punto en el que estaría su amada Sasha.
Y no se equivocó.
Mirando por el balcón, estaba una chica de cabello lila mirando el cielo nocturno. Su mirada parecía estar concentrada a las estrellas, como si pensara en algo.
Tenma pudo ver en Sasha la expresión de alguien que estaba pensativa, mejor dicho, distraída. El chico aprovechó que estaba algo cerca de Sasha y le lanzó un pedazo de papel que había preparado.
Sasha no sintió mala intención en el ambiente, pero fue sorprendida cuando un pedazo de papel llegó a ella.
La peli lila se sorprendió por esto y solo miró para todos lados buscado al que mandó eso.
Sin más, levantó el pedazo de papel y procedió a ver que había en este. Las mejillas de la peli lila se tornaron rojas al leer aquello, realmente no creía que él precisamente haya llegado hasta su dormitorio y le dejara el papel.
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Sasha,
Mañana lucharé por la Armadura y podré ser un Caballero de Athena. Quisiera que estés ahí para ver como triunfo, sé que lo haré, si tengo tu amor de mi lado, soy capaz de vencer a los propios dioses con tal de estar contigo.
Si no puedes estar, no importa. Lucharé por ti y defenderé tu honor.
Con amor, Tenma.
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La chica realmente se sintió feliz de aquel mensaje, eso la llenaba de felicidad y de confianza sabiendo que su amado Tenma lucharía por ella.
- No me importa si no puedo ir, te apoyaré igual Tenma – dijo la chica mirando las estrellas.
Sin más, el castaño se había ido del sitio.
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Al día siguiente…
Muchos soldados rasos estaban reunidos en el coliseo de batalla para ver cómo los últimos finalistas de aspirantes a Caballeros se enfrentarían ese momento por la Armadura de Athena.
No solo los soldados rasos estaban reunidos, también estaban los demás aspirantes a Caballeros, entre ellos Yato, el chico con el cual Tenma se había peleado hace tiempo atrás.
Incluso algunos Caballeros Dorados habían llegado a ver el encuentro, entre ellos el Cid de Capricornio y Sísifo de Sagitario.
Mientras que en la cámara del Patriarca…
- ¿Qué dice diosa Athena? – dijo el Patriarca Sage al escuchar la petición de la diosa.
- Lo que escuchaste Sage, iré a ver el enfrentamiento entre los dos aspirantes a Caballeros.
- No es necesario que vaya, si solo voy yo entregaré la Armadura.
- Quiero ver con mis propios ojos como nacen mis guerreros – dijo con excusa la chica de cabello lila como para convencer al Patriarca de ir.
- Bueno, en parte es cierto que debe ver como nacen los Caballeros que pelearán en la Guerra Santa.
- Sí, veré de que son capaces mis Caballeros.
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Una hora después…
- ¡La última batalla para la Armadura de Pegaso se realizará! – dijo el Patriarca – ¡Comiencen!
El pontífice dio la orden para que el combate se realizara, además, había mucha expectativa por quien sería uno de los últimos Caballeros de Athena.
La batalla entre Tenma y su rival se llevó a cabo con mucha determinación de parte de ambos.
Al principio, Tenma sufrió un poco ya que solo estaba probando al enemigo, aunque esto no fuera visto así por todos.
- ¿Qué crees que le pase a ese chico? – decían algunos soldados mientras veían como Tenma era "hecho trizas" por su rival el cual era más corpulento.
- No hará nada – dijo Yato – está acabado luego del próximo golpe.
Sin más, se escuchó un fuerte golpe que sacudió una parte del coliseo de lucha y todos creyeron que Tenma había sido derrotado.
Pero…
Sorpresa la que había, el castaño había detenido el ataque de su oponente.
- ¿Q-Que?
- No puedo perder – dijo el castaño en voz baja – se lo prometí a ella.
Sin más, Tenma cargó algo de cosmos en su puño y con un fuerte golpe mandó a volar a su rival hacia una de las columnas de piedra.
Al estrellarse tan fuerte en esta, la piedra más grande de arriba cayó hacia este, preocupando a todos ya que sabía que el chico no resistiría tanto peso.
- ¡No en mi guardia! – Tenma llegó rápidamente y golpeó la piedra con su puño destruyéndola en el instante.
- ¿Qué pasó? – dijo el chico rival de Tenma.
- Aunque seamos rivales en este combate, seguimos siendo camaradas – dijo el castaño.
- Eres buena onda – el chico estrechó sus manos con el castaño en señal de respeto.
- ¡Tenma es el ganador! – dijo el Patriarca.
Varios minutos después, la Armadura que le correspondería a Tenma fue traída y se miró como el chico se postraba ante la presencia del Patriarca.
- Tenma, como ganador de la disputa, te reconozco como Caballero y te concedo la Armadura que te has ganado – dijo el pontífice resguardado por dos soldados.
La Armadura se desprendió de la caja de Pandora y esta era la tan famosa Armadura de Pegaso la cual fue a envolver el cuerpo del castaño.
- ¡Ha nacido un nuevo Caballero de Pegaso!
La multitud celebró el nacimiento de otro Caballero de Athena, el cual sería muy especial para la diosa.
¡Lo logré! Gané la Armadura de Pegaso, realmente siento que con esta Armadura puedo llegar hasta las estrellas y nadie podrá detenerme. Lo logré Alone, Sasha.
Mientras el castaño seguía arrodillado, el Patriarca dio sus indicaciones.
- Caballero Pegaso, hemos recibido notificaciones de que los espectros del ejército de Hades andan rondando Italia. La tensión es realmente alta en esa zona – su Ilustrísima habló con claridad – Tenma de Pegaso, como nuevo Caballero de Athena, deberás estar listo para cuando tengas que enfrentarte al Rey del Inframundo.
- Lo haré, pelearé contra quien sea – dijo el chico muy recto.
El chico tomó su caja de Pandora mientras sentía un cosmos muy conocido para él.
Cuando el castaño miró hacia donde estaba ese cosmos, miró la presencia de la peli lila que había llegado ahí a verlo.
Sasha estaba feliz por ver como su amado había conseguido la dichosa Armadura.
Lo conseguiste Tenma, realmente lo has hecho.
Si no fuera porque había gente presente alrededor, iría ahora mismo a abrazarlo y a besarlo hasta que se quedaran sin oxígeno.
Debía guardar la postura como la diosa de la guerra y la protectora de la Tierra.
El chico, solo le dedicó una agradable sonrisa mientras le daba la seña de la victoria, cosa que más de alguno miró, incluso el Patriarca miró este detalle, pero no creyó que pasara algo más.
Aunque esto sería algo que le preguntaría más tarde.
Cuando los demás miraron hacia donde el chico miraba, se arrodillaron ya que estaba la diosa presente viendo el combate, además, era la primera vez que veían a la diosa de la guerra mirar los combates.
La peli lila le devolvió la sonrisa al castaño.
- ¿La diosa Athena? – Yato miró el gesto de su diosa hacia Tenma y no lo miró con buenos ojos ya que no creía que alguien como Athena se fijara de ese modo en un simple Caballero de Bronce como Tenma.
- ¡Con esto, finalizamos el encuentro y por ahora, planearemos la guerra contra el Rey del Inframundo!
Cuando todos comenzaron a irse, Sasha aún no se había ido ya que esperaba poder hablar con Tenma, pero de la nada, miró de lejos como algunas aspirantes a Caballero femenino llegaban hacia el nuevo Caballero de Pegaso.
- ¿Así que eres el nuevo Caballero de Pegaso? – dijo una de ellas.
- Te ves muy lindo y muy varonil – dijo otra.
- Me excita el solo verte – dijo otra de las chicas.
- E-Este… - Tenma no hallaba que hacer ya que era la primera vez que recibía ese tipo de atención.
- Dime Caballero de Pegaso, ¿estás soltero?
- P-Pues… - Tenma sintió un fuerte cosmos que le daba un escalofrío por la espalda y cuando supo de quien era, sabía que era cuestión de tiempo para hacer algo rápido – l-lo siento chicas, pero ya estoy con alguien.
- Vaya, que lastima – dijeron.
- No importa, apuesto que tu chica no te aprecia y es una inmadura que te deja ir por ahí.
- E-Ella no es así – decía el chico bastante nervioso.
Mientras esto pasaba, Sasha estaba temblando de la cólera al escuchar esas cosas de parte suya y trataba de pensar en cosas positivas.
¡Tengo ganas de matarlas a todas ustedes! ¡Tenma es mi novio! ¡Es mi novio! ¡Y no soy inmadura, estoy más desarrollada que ustedes que están más planas que una mesa!
Luego de una pequeña charla, las chicas se alejaron mientras los últimos soldados rasos volvían a sus puestos luego de la batalla.
Tenma cogió su Armadura y comenzó a irse del lugar, no sin antes sentir el cosmos de Sasha hablarle.
Ven a mis aposentos cuando sea más de noche.
El chico se sonrojó un poco por eso, aunque no negó el ir una vez que cayera la noche.
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Eran aproximadamente las 10 de la noche y la luna estaba llena, cosa que le daba un toque de elegancia a la noche.
Sasha miraba la luna pacientemente esperando la llegada de Tenma, aunque prácticamente se estaba tardando bastante.
- ¿No llegará? – se preguntó pensando en que tal vez el castaño no vendría.
- Gerónimo – dijo una voz masculina cayendo detrás de la chica.
- ¿Tenma? – Sasha se volteó y miró a su amado castaño ahí mientras se sobaba la cabeza – viniste.
- Claro Sasha, no faltaría a esta reunión con mi amada.
- Que dulce eres.
- Así soy yo Sasha – sin más, el castaño tomó de la cintura a la chica mientras este se apoderaba de sus labios, cosa que la peli lila no dudó en corresponder.
Unos segundos después, se separaron por falta del vital oxígeno.
Sin más, miraron hacia el cielo mientras Tenma aún no separaba a Sasha de sí, es más, la tenía abrazada de la cintura mientras miraban la luna llena.
- ¿A poco no está linda esta luna? – dijo el chico.
- Sí, es muy linda.
- Bueno, hay algo más bello que esta vista.
- ¿Así? – la de ojos verdes miró al chico - ¿Qué cosa?
- Tu – dijo con simplicidad el Pegaso sonrojando a la peli lila.
- Te has vuelto muy romántico ¿verdad Tenma?
- Es que estar contigo me vuelve un loco enamorado.
- Realmente estamos enamorados y… - Sasha no terminó su frase ya que sintió un fuerte y malvada presencia en el aire.
- ¿Sentiste eso?
- Sí – sin más, notaron como la luna estaba ocultándose.
- ¿Qué significa esto?
- La Guerra Santa… ha comenzado.
- Dios mío – Tenma apretó más el agarre de la cintura y la pegó más a él.
Una nueva Guerra Santa comenzaba.
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Continuará…