Nuestros sueños ya no están, ya no es lo mismo que ayer…

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camilo navas. Yato y Yuzuriha creo que tienen mucha química como para ser una buena pareja, más como le hace insinuaciones a Yato en algunas ocasiones. Luego vendrán mejores cosas. ¡Saludos!

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nadaoriginal. Asmita de Virgo es un Caballero que siempre me llamó la atención por lo poderoso que es, honestamente creo que dejaría a Shaka barriendo el piso. Ya me imagino que el ataque supremo de Virgo no es el Hon, sino que el "¡Mamá!" y el "¡Chusma chusma!" XD. ¡Saludos!

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HanaSakuChan. Gracias por el apoyo amiga, me alegro que te haya gustado el fic, esto sigue para mucho. ¡Saludos!

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Sin más, comencemos…

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Tenma se fue directo a Asmita a golpearlo cuando miró como el Caballero Dorado asesinaba a su amada Sasha.

El castaño le dio justo en la parte del corazón, rompiendo su Armadura y tal parece que el Pegaso había ganado la batalla.

Pero luego se dio cuenta de que todo fue raro. El rubio desapareció junto con las imágenes de Buda y Tenma se dio cuenta de que no había golpeado a Asmita, sino que al árbol.

- ¿Qué demonios? ¿A dónde se fue Asmita?

- Tengo que felicitarte Pegaso. Usaste tu séptimo sentido para golpearme por un momento.

- ¿Qué? – Tenma miró hacia arriba y notó como el Caballero Dorado de Virgo estaba en la cima del árbol – imposible. ¿Acaso toda nuestra pelea… fue una simple ilusión?

- Vaya, veo que al fin te ha quedado claro – decía el rubio – pero todo fue real para ti que todavía eres un alma perdida.

- ¿Qué cosa? – Tenma notó como el árbol comenzaba a brillar y a quebrarse.

- Observa, este árbol sagrado es el único ser vivo en el Inframundo y ha dado sus últimos frutos con tu cosmos – el rubio le enseñó los frutos del árbol al Caballero de Pegaso – creo que el anciano de Jamir los necesita. Toma los 108 y vete.

Justo en ese momento, el árbol se destruyó mientras Tenma caía de la cima de la montaña y Asmita solo le gritó…

- ¡Te veré en el mundo de los vivos Pegaso!

Justo en ese momento, Yuzuriha y Yato, que estaban congelados, se movieron y notaron como el árbol se destruía.

- ¿Qué fue lo que pasó? ¿Me desmayé o qué?

- Mira – Yuzuriha señaló hacia arriba y notaron como el árbol se destruía, pero más cuando notaron como el Pegaso caía rodando.

- Tenma – Yato lo agarró - ¿Qué te pasó? ¿Por qué estás todo herido?

- Yato… toma – la voz de Tenma era débil y este le mostró uno de los frutos – debemos… llevar los 108 con nosotros… me lo dijo Asmita.

- ¿Asmita? ¿Quién es?

- Estoy muy cansado…

- Tenma – Yato no entendía que pasaba.

- Por favor Yato… necesito volver… debo volver.

- No puede ser, solo queda una flor en su pulsera.

Los 3 jóvenes volvían con los 108 frutos del árbol prohibido.

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En estos momentos en el Santuario, más especialmente en la Estatua de Athena, se encontraba Sasha usando el escudo con su cosmos para evitar que los espectros de Hades volvieran a la vida, aunque esto la había dejado muy cansada.

A Sasha poco le importaba su vida ahora que no poseía a las dos personas que más quería en el mundo, su hermano Alone y su novio Tenma.

Justo en ese momento, sintió como alguien llegaba al frente de ella.

- ¿Lo has hecho? ¿Has aclarado tus dudas Asmita?

- Sí, y le ofrezco perdón por mi pasado comportamiento.

- Está bien, estabas convencido de que el mundo es un lugar triste y oscuro y piensas eso debido a tu ceguera.

- Sí – el rubio inclinó su cabeza – a través de mis otros sentidos puedo percibir el sufrimiento y la confusión que reina en el mundo. ¿Cuáles son las razones para vivir así? Es más, vi al Caballero Pegaso en el Inframundo.

- ¿En serio? – la chica por un momento sonrió y sintió que sus ojos botarían lágrimas, pero se contuvo – dime, ¿Qué opinas de él?

- Es necio, impulsivo e ingenuo – el rubio sonrió un poco – pero diosa Athena, el muchacho en el fondo de su corazón es un gran ser humano.

- Y-Ya veo – la chica río un poco antes de apoyarse en Nike, dejando ver que estaba algo débil.

- Mantener esa barrera absorbe todas sus fuerzas – Virgo seguía en su posición de reverencia – diosa Athena, humildemente, yo, Asmita de Virgo, quiero pedirle un gran favor.

Unos minutos más tarde, el Caballero de la sexta casa se fue y dejó a Sasha sola por un momento. Aunque estaba cansada, eso no impidió que sus ojos verdes botaran lágrimas de felicidad.

- ¿Así que estás en el Inframundo? – la voz de Sasha comenzaba a quebrarse – e-espero que cuando termine esta guerra… puedes descansar en paz y…

No pudo continuar ya que el llanto se apoderó de ella mientras seguía poniendo la barrera y solo podía decir el nombre de su amado castaño.

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De vuelta en el Inframundo…

Yato llevaba en su espalda a Tenma que se había desmayado por el enfrentamiento que había tenido con Asmita y Yuzuriha iba al lado de ellos.

Justo cuando iban saliendo del túnel que los conducía al Monte Yomotsu, les apareció un espectro de gran tamaño y portaba una Sapuri algo rara.

- ¿Q-Que?

- Tontos Caballeros, ¿creen que escaparían tan fácilmente? – el espectro fue contra ellos – soy el espectro del escarabajo mortal de la Estrella Horrible.

- M-Maldición, estábamos tan cerca.

- La batalla en la cascada de sangre atrajo mi atención y los encontré, pero su aventura termina aquí – en eso, los quiso aplastar, pero los dos chicos lo esquivaron.

- Maldito espectro – Yuzuriha quiso atacar, pero en eso recibió a Tenma - ¿Qué?

- Yuzuriha, vete adelante con Tenma – el Caballero de Unicornio estaba decidido a pelear.

- Pero Yato…

- No hay tiempo – el peli negro se puso en forma de combate – juro que volveré al Santuario.

Yuzuriha dudó un poco sobre irse, pero las palabras de Yato la hicieron saber que debían entregar los frutos lo más rápido posible. La rubia solo pudo pensar en una cosa.

Por favor, vuelve rápido.

Escarabajo y Yato comenzaron a batallar en el Inframundo, mientras que el alma de Tenma y Yuzuriha volvieron a sus respectivos cuerpos.

- ¡Maldición! – fue el grito de Tenma al despertar y notó que estaba vivo - ¿d-dónde estoy?

- Bienvenido Pegaso – el anciano de Jamir estaba presente – me alegro que estés con vida, veo que completaron la misión y trajeron los frutos del árbol sagrado.

- ¿L-Lo logramos?

- Tenma – la voz de Yuzuriha llamó la atención del castaño y notó que Yato no despertaba.

La cara de preocupación de Yuzuriha no se hizo esperar, por alguna razón, la chica estaba demasiado preocupada por el peli negro.

- ¡Yato! – Tenma fue donde el chico - ¿Por qué no despiertas Yato?

- Cuando estábamos saliendo hacia Yomotsu, nos encontramos con un espectro y Yato decidió quedarse a combatir con él.

- No – Tenma dirigió su mirada hacia el Unicornio – eres un idiota Yato, ¿Por qué hacen cosas temerarias? ¡Espero que regreses!

En el Inframundo, Yato estaba teniendo problemas con el espectro de escarabajo el cual era superior en fuerza bruta y estaba haciendo estragos al peli negro.

En un momento tomó la espada que llevaba Yuzuriha hace rato y que él comenzó a llevar.

Ambos lanzaron sus mejores golpes hiriéndose el uno al otro, pero en un determinado momento la espada brilló y se llevó el alma de Yato del sitio.

- ¿Q-Que pasó? El Unicornio desapareció.

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En Jamir, el alma del peli negro volvía a su cuerpo y despertando de un solo brinco. Yato miró a Tenma y Yuzuriha que estaban como si nada hubiera pasado.

- ¿Acaso… estoy vivo? – se preguntó a si mismo mientras se revisaba el cuerpo.

- Sí Unicornio – el anciano habló – la espada de Athena te protegió. Esa espada está bendecida por las oraciones de la diosa Athena.

- Es verdad. ¡Yato!

- ¡¿Qué te pasa Tenma?! ¿Quieres pelear?

- N-No – el chico solo desvió un poco la mirada – s-solo gracias por haberme ayudado.

- B-Bien, no es nada, después de todo no hay nada que se le escape al gran Yato.

- Es muy pronto para alegrarse – el anciano de Jamir se escuchaba serio – aún hay algo que hacer.

- ¿Qué cosa maestro?

- Vayan a buscar al Caballero de Virgo que llegará aquí.

- ¿El Caballero de Virgo? - Yuzuriha y Yato no tendieron eso, aunque el castaño si supo a que se refería.

Justo en ese momento, sintieron un gran cosmos que realmente era aterrador. Los tres salieron a ver qué pasaba.

- ¿Q-Que está pasando? – preguntó el peli negro.

Tenma estaba seguro de quien podría ser el dueño de ese cosmos.

No hay duda, ese cosmos pertenece a Asmita de Virgo.

- ¿Y qué mierda hace aquí ese hijo de puta? – se dijo a sí mismo el castaño.

- Llamarme hijo de puta… no es amable de tu parte – el rubio apareció delante de ellos sorprendiéndolos.

- Asmita.

- Llévenme con el anciano de Jamir.

Unos minutos después, el Caballero Dorado llegó a Jamir en el que el anciano ya tenía los frutos del árbol sagrado del Inframundo.

- ¿Para qué nos servirán esos frutos? – preguntó el castaño.

- Yuzuriha les dijo que los espectros no mueren ¿verdad?

- Sí.

- Los frutos son las únicas cosas vivientes en el Inframundo. Esto terminará con la inmortalidad de los espectros de Hades ya que estos están hechos con minerales del Inframundo. Podremos usarlos como armas para sellar las almas de los espectros.

- ¿Con eso?

- Sí, pero en este estado son inútiles.

- Pero ¿Qué haremos entonces?

- Para eso me han llamado – Asmita habló – para convertir estos frutos en armas, debemos utilizar el último cosmos.

- ¿El último cosmos?

- Así es, ahora dime Pegaso, ¿has escuchado alguna vez de la esencia del cosmos?

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La tarde estaba cayendo en el lugar y luego de una plática entre todos, sintieron cuando varios ataques llegaban a Jamir.

Yato y Tenma estaba viendo como los ataques llegaban cerca de ahí.

- ¿Qué es eso?

- Deben ser los espectros que derroté ante de venir aquí – dijo el Caballero de Virgo – de seguro ya resucitaron.

- Maldición, se mira que son fuertes.

- Lo bueno es que contamos con un Caballero Dorado, esto será pan comido.

- Claro que no, ustedes son los que los derrotarán – lo dicho por Asmita, extrañó a los dos Caballeros de Bronce.

- ¿Qué?

- Ya había comunicado que tengo algo que hacer.

- Así es – habló el anciano – se necesita el poder del árbol sagrado para hacer funcionar. En estos momentos, el único que posee el poder para lograrlo es Asmita de Virgo el invidente.

- Sí – dijo el Dorado.

- ¿T-Tu eres ciego? – preguntó Tenma anonadado.

- Sí, pero eso no importa. Gracias a mi ceguera, soy capaz de percibir más cosas que la gente normal. No sé cómo te ves, pero sí sé cómo estás. En estos momentos, tu armadura está rota y sucia al igual que tu rostro.

El castaño solo frunció un poco el ceño ya que no supo cómo reaccionar.

- ¿Dónde está la Armadura de Tenma anciano?

El anciano de Jamir guío al rubio a la Armadura de Pegaso la cual estaba algo rota y con partes destrozadas.

- ¿Estarás bien Asmita?

- No se preocupe que sí, al fin y al cabo, no necesitaré mi sangre.

El solo decir eso de Asmita, hizo estremecer al anciano ya que sabía lo que significaba.

Finalmente, unos minutos después llegaron los espectros que Asmita de Virgo había derrotado y justo cuando estaban llegando a la entrada de Jamir, fueron recibidos por unos meteoros.

- ¿Q-Que pasa aquí? – preguntó uno de ellos de cabello blanco - ¿Qué es este cosmos? ¿Un Caballero Dorado?

- ¡Bien! – Tenma apareció con una nueva Armadura de Pegaso – mi nueva Armadura está lista, ahora vengan que vamos a luchar. Y el que caerá serás tú enano.

- Eres igual a como dicen los rumores – dijo Seshire – jugaré contigo hasta cansarme.

- Aquí voy – justo cuando iba hacia el espectro de la Bestia, el Caballero de Pegaso fue tomado por el pie por un espectro y se asustó más cuando los demás comenzaron a levantarse - ¿Qué pasa aquí? Se supone que ya los derroté a todos.

- Eres muy ingenuo Pegaso, somos Caballeros de la muerte y mientras el señor Hades nos proteja, nos levantaremos una y otra vez.

- Así es, nosotros somos inmortales, a diferencia de ustedes que son mortales.

Yato y Yuzuriha se unieron a la batalla con Tenma en el cual se dedicaban a derrotar los espectros, pero esta vez era diferente ya que estos se levantaban una y otra vez.

- ¿No lo entienden perdedores? Desde el inicio ustedes no tenían oportunidad.

Por varios minutos, los tres Caballeros comenzaron a batallar, pero llegó un momento en el que las fuerzas estaban disminuyendo en los Caballeros de Athena, pero en eso…

Un cosmos inundó el lugar y estaba haciendo temblar a los propios espectros, en especial a Seshire.

- ¿Por qué siento que algo está mal en el sitio? – el espectro de la Bestia miró hacia la torre algo preocupado - ¡Edward! Ve hacia la torre.

El espectro de Silfo fue directo hacia la torre, pero fue detenido por Tenma el cual llegó a combatir al espectro.

Durante el combate, los demás espectros lograron llegar cerca de la torre, pero fueron detenidos por un ataque.

- ¡Supremacía Celestial de los Espíritus sobre el mal!

- ¿Qué fue eso? ¿Supremacía celestial? ¡Maten de una vez al Caballero Dorado!

Los espectros iban llegando al sitio, pero de la nada fueron encerrados en una especie de dimensión en la que aparecían miles de imágenes de Buda.

- ¡Llegan tarde! Ustedes son espíritus malignos que sellaré – el Caballero levantó lo que parecía ser un rosario mientras este estaba en pose de meditación - ¡Los Tesoros del Cielo! Esta vez, reciban el sueño eterno de la muerte.

Moviendo el rosario, se rompió la esfera de imágenes de Buda y esta dejó a los espectros indefensos mientras las almas de estos iban a parar al rosario donde las cuencas pasaban de cafés a negras.

Los cuerpos inertes de los espectros cayeron al suelo mientras Seshire no creía como era posible esto.

- ¿Qué? ¿Acaso… están muertos? – el peli blanco se acercó a Edward – es imposible. ¿Cómo? ¿Por qué?

El Caballero de Pegaso llegó donde estaba Asmita el cual se miraba algo raro.

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Insertar Kizuna The Lost Canvas OST

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- ¡Asmita! – el Caballero estaba feliz de ver al rubio.

- Tenma ¿verdad? El mundo es hermoso. Allí está lleno de luz. Hay una villa en ese lugar ¿verdad? Allí las personas viven, sufren, pero son felices – justo cuando hablaba, Tenma se dio cuenta de que algo pasaba con el Caballero Dorado y supo que él… ya no estaba físicamente completo – vaya, eres más joven de lo que imaginé.

El rubio sonrió de lado mientras el Caballero de Pegaso comenzó a derramar lágrimas ya que sabía que Asmita no tenía mucho tiempo más en el mundo terrenal.

- Aquí o en el Inframundo, tú me recuerdas mucho a la joven Athena. Tenma, cuida de tu amada Athena… por favor.

Justo en ese momento, el cuerpo de Asmita desapareció dejando solo su Armadura Dorada en el lugar con el rosario en las manos mientras el chico solo comenzó a llorar.

- ¿Lo sabías verdad? J-Jamás… jamás te comprendí – el chico solo se inclinó mientras lloraba con más fuerza - ¡MALDITO ESTÚPIDO!

La Constelación de Virgo había perdido a su guardián, al igual que la de Piscis.

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Continuará…