Pero fuerte es el amor…
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camilo navas. Fue triste la muerte de Aldebarán, pero a la vez fue algo de sumo valor ya que así se mueren los hombres de verdad, dando la vida por los demás. ¡Saludos!
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nadaoriginal. Aldebarán de Tauro es un hombre que es muy superior a su versión canon, pero este Hasgard es alguien que murió como los hombres. Seamos sinceros, fue una muerte digna, pero ahora aparecerá el capo de capos. ¡Saludos!
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Pegaso Seiya. Muchas cosas pasaron y mira que Sasha y Tenma la han tenido difícil, pero al final, el amor entre ambos es fuerte y veremos como sale. ¡Saludos!
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Sin más, comencemos…
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Luego de que los espectros atacaran el Santuario para matar al Caballero de Pegaso, el Caballero Aldebarán de Tauro logró detenerlos, pero a costa de su vida.
Tenma quedó completamente confundido y sintiéndose el único responsable de la muerte del peli blanco.
No pudo dormir en toda la santa noche pensando en que la muerte de Aldebarán fue su culpa, que la última vez que hablaría con él fue antes de caer inconsciente, de ahí, se sorprendería de ver su cadáver tirado.
Kagaho le dio información valiosa, indicando que los espectros que vienen a buscarlo no eran enviados por Alone, sino por Pandora, la cual según el espectro de Bennu, era la que comandaba las 108 estrellas malignas.
Cuando el sol salió y anunció un nuevo día, los rumores sobre la muerte de Aldebarán se hicieron presentes en todo el Santuario, se regó como pólvora en boca de todos los que habitaban el sitio.
- ¿Acaso escucharon los rumores?
- Sí, dicen que el Caballero de Tauro, Aldebarán, murió en una batalla ayer por la noche.
- Tenía varias heridas como para dar una buena pelea contra el espectro que lo atacó.
- Dicen que en la tarde de hace unos días tuvo un enfrentamiento con un espectro que se decía era igual de fuerte que los Caballeros Dorados.
- Es imposible.
- Sí, ¿Cómo es posible que haya espectros con ese nivel?
- Nadie sabe.
- Hay algo que me deja incógnitas y es, ¿Por qué peleaba fuera de las 12 casas?
- Ni idea, pero ¿saben que fue lo más sorprendente?
- ¿Qué cosa?
- Lo hizo para proteger a un Caballero de Bronce que los espectros querían matar.
- ¿Qué dices? ¿Un Caballero de Bronce?
- Sí, si no me falla la memoria, creo que era el Caballero de Pegaso – mientras estos tipos hablaban, no sabían que el mencionado Caballero estaba escondido como arrepintiéndose de lo que hizo y solo tomó su caja de Pandora y se fue del sitio queriendo dejar de escuchar los rumores que lo hacían sentir más miserable.
Mientras caminaba, la mente de Tenma no paraba de repetirle las palabras culpa, arrepentimiento, dolor, ansiedad y enojo.
El castaño tenía el corazón lleno de esos sentimientos malos, pero había decidido hacer algo. No iba a pelear en grupo o con los chicos, iba a pelear solo contra Alone, aunque este fuera Hades.
No iba a darse por vencido.
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En un lado del Santuario, se veía a un Caballero correr mientras el brillo dorado de su Armadura daba a entender quién era.
Shion de Aries iba corriendo por algunos pasajes del Santuario como si buscara a alguien. Finalmente se detuvo cuando escuchó que alguien lo llamaba.
- ¡Shion! - la voz resultó ser de su mejor amigo, Dohko de Libra el cual se veía bastante agitado – Shion, dime, ¿de casualidad has visto a Tenma?
- No lo encuentro Dohko, pero por lo que miro también se llevó su Armadura.
- Es un idiota. Está tan desconcertado por todo lo relacionado con Alone.
Sin más, ambos Caballeros fueron a buscar al Pegaso para que recapacitara al regreso a las filas.
- Todo está mal – dijo Libra siendo observado por Shion – Aldebarán está muerto y honestamente… no quiero que llegue a hacer una locura.
- Si, es posible, incluso se le puede acusar de deserción al desaparecer de esa forma durante la Guerra.
- Gracias Shion, no tenía idea a quien acudir para resolver este pequeño problema.
- ¿Pequeño? – el Caballero de Aries sonrió – pues pequeño no es, pero no podemos abandonar a tu hermanito. ¡Vamos a encontrarlo Dohko!
- ¡Gracias Shion! – dijo el castaño para agradecerle mucho a su amigo.
Sin más, ambos Caballeros Dorados siguieron su rumbo a buscar al Caballero de Pegaso.
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Mientras tanto, con el mencionado Pegaso…
El castaño miraba de lejos como los ex discípulos de Aldebarán veían la tumba de su difunto maestro. Escuchó un poco de la conversación, incluso sobre las palabras de Serinsa sobre que Teneo en un futuro lograría vestir la Armadura Dorada de Tauro y convertirse en el sucesor del peli blanco.
Tenma estaba bastante triste y solo había decidido irse del Santuario a enfrentar a Alone el solo. No solo eso, no le dijo nada a Sasha ya que no quería causarle más problemas de los que ya tenía.
Sin más que perder, el castaño solo comenzó su caminata sin darse cuenta de que alguien lo venía siguiendo o, mejor dicho, lo había ubicado.
Sin darse cuenta, la figura se puso frente al chico el cual ni siquiera notó su presencia.
- ¿Así que tú eres Pegaso? – preguntó una voz masculina lo que hizo que el castaño lo mirara – estamos en medio de una guerra. No salgas de paseo. Es broma, no tengo derecho a decir eso.
- Tu eres…
- ¡Así es! – el hombre se mostró con la vestimenta dorada con especie de forma de cangrejo, cabello azul y mirada de alguien muy serio y despiadado – Soy el Caballero Dorado, Manigoldo de Cáncer. Dohko y Shion te buscan.
- … - el castaño bajó la mirada para luego levantarla decidido – déjame pasar, no pienso volver regresar al Santuario. Aldebarán murió y lo más probable fue que murió por culpa mía. Cada vez que alguien lucha junto a mi le pasa algo malo. Por eso… ¡Es mejor que deje el Santuario! Así más gente no sufrirá por mi culpa.
- Puf… jajajajajaja – el Caballero Dorado comenzó a reír con fuerza – que mierda dices, te preocupas mucho para ser solo un Caballero de Bronce. No te lo creas, esto es una guerra, y Aldebarán de Tauro porque era un Caballero muy débil.
- ¡¿Qué?! – Tenma no creyó que Manigoldo dijera eso.
- En una guerra, las muertes son inevitables, pero eso no lo entiendes – el Caballero se comenzó a acercar al chico – aun así, veo que aun quieres abandonar el Santuario, lo que te hace débil.
- ¿Qué? – Pegaso se miró frente a frente con el Caballero de Cáncer.
- La deserción se sentencia con la muerte – sin más, Manigoldo hizo uso de su poderoso cosmos y sin problema alguno, mandó a volar al Caballero de Pegaso y antes de caer al suelo, el peli azul lo agarró - ¡Te la creíste! Eres muy valioso por ser un viejo amigo del Rey Hades. No pienso matarte, sin embargo, dudo que vayas a obedecerme. Así que ven.
Manigoldo sin más se llevó al Caballero de Bronce a una especie de prisión y lo encerró sin su Armadura.
- Adiós. Te dejaré salir cuando seas útil – sin más, el Caballero de Cáncer se fue.
- ¡Espera! ¡No me dejes aquí! ¡Sácame! ¡Maldito Manigoldo! – Tenma tomó los barrotes mientras se sentaba en el suelo algo triste - ¿Por qué es todo esto? Solo me usarán Manigoldo. Si Asmita y Aldebarán me vieran así, de seguro me matarían. ¿Qué hago?
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Sasha estaba viendo el cielo desde la Villa de Athena el cielo oscuro.
La muerte de sus Caballeros Dorados era algo que la mantenía triste, pero el no saber nada de su amado Tenma la tenía peor.
- ¿Dónde estás amor mío? – decía al viento - ¿Por qué no has venido a verme? Te necesito conmigo, necesito verte, besarte, abrazarte, tenerte a mi lado.
La ausencia de Tenma en su vida la había vuelto gris, más el Patriarca que quería tener una audiencia con el Caballero de Pegaso para juzgar lo que había hecho. Sasha intervendría diciendo que ella también se involucró en eso, aunque en ese tiempo no sabía que ella era Athena.
- ¿Cuándo finalizará esta maldita guerra? – la chica luchaba para no echarse a llorar – quiero ver a Tenma… quiero estar con él… quiero a mi hermano Alone.
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Horas pasaron y la noche cayó en el Santuario y en la celda de Tenma, este miraba la luna desde la ventana de esta.
- ¡Ya me cansé! – el chico cargó cosmos en su puño - ¡Mi cosmos cargaré, cargaré, y esa celda derribaré!
- No es idiota – una voz llamó su atención y cuando miró hacia donde venía, notó a cierta persona debajo de una piedra – vine a salvarte de esta celda.
- ¿Yato? No me digas que viniste a rescatarme. ¿No se supone que estabas en Jamir?
- No hay tiempo para platicar, debemos irnos – ambos se metieron en túnel mientras intentaban escapar – rayos, siempre que hay un problema tú estás involucrado.
- ¿Cómo se enteró de este túnel secreto? – se preguntó el castaño en voz baja mientras salían del sitio.
Unos minutos después, los chicos salieron del sitio y justo cuando salieron, Tenma logró notar a alguien muy familiar, pero desconocida a la vez.
- Bien hecho Yato. Hola Tenma.
- ¿Un Caballero de Plata? – el castaño se puso en pose de combate – viene por mí.
- ¡No seas idiota! Mírala bien – el Caballero de Unicornio detuvo las intenciones de Tenma de pelear – tú no te quedes callada di algo.
- Siempre he dicho que la máscara estorba mucho – sin más, el Caballero de Plata se quitó la máscara y Yato sonrió y Tenma quedó callado revelando quien era.
- Así está mejor – el cabello rubio y el rostro familiar de la chica dieron a entender quién era – ahora soy Yuzuriha de Grulla.
- ¿Yuzuriha? ¿eres un Caballero?
- Sí, ya había sido aprobada, pero mi Armadura estaba en el Santuario – la chica le entregó las respectivas Armaduras de Pegaso y Unicornio a sus dueños.
- El viejo de Jamir me pidió que buscara su Armadura, pero no pensé que fuera una de Plata – dijo Yato.
- ¿Es mi Armadura? ¿No la tenía Manigoldo?
- Debemos irnos – dijo la chica.
- La verdad nada de esto me queda claro – dijo Tenma pensando un poco las cosas – pero creo que el viejo tiene que ver con todo esto.
- No le digas viejo – reprochó Yuzuriha.
- De todas formas, el señor al que no le tenemos decir viejo a pesar de que si está viejo nos dio la misión de sacarte de esa prisión – explicó Yato.
- Yato, ten respeto.
- Y todo porque es fácil atraparte.
- ¡Cállate Yato!
Mientras los 3 caminaban, la conversación salió.
- ¿Y a dónde vamos?
- No lo sé, pero debemos salir del Santuario lo más rápido posible – decía el Unicornio – iremos al lugar que tú quieras.
- En ese caso… - el Caballero de Pegaso lo pensó un poco – en ese caso chicos, iremos al castillo de Hades.
La cara de Yato se puso azul y Yuzuriha quedó impresionada por esto.
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Ahora estamos en la Cámara de Athena en donde el Patriarca estaba arrodillada frente a la diosa Athena luego de hacerle la propuesta que le dejó pensativa.
- ¿Proteger a Tenma?
- Exacto. A juzgar por el modo en que los espectros intentaron matarlo es clara su importancia en la Guerra Santa. No podemos perder a Pegaso, así que si lo tenemos en un lugar remoto los enemigos no llegarán a él. Espero que lo entienda diosa Athena.
- … - Sasha estaba pensando en varias cosas, pero esa propuesta era lo correcto, al menos hacia ella. Si Tenma estaba en un lugar remoto no sería nadie capaz de matarlo y él era el único que era capaz de llegar al corazón de su hermano. Aunque el amor que le tenía era grande, también tenía un deber como guardiana de la Tierra, incluso si eso significaba dejar el amor que le tenía – l-lo entiendo.
- Señorita Athena – una voz interrumpió la plática de ambos – es muy conmovedor que alguien que protege la Tierra tenga un sentido de la responsabilidad muy alto, pero por favor, no le mienta a su corazón.
La figura era alguien muy parecido al Patriarca, acompañado del pequeño Atla.
- ¿Usted es… el anciano de Jamir?
- Ha pasado mucho tiempo, Athena, Patriarca – el anciano de Jamir se fue acercando a ambos - ¿y bien señorita Athena? ¿Qué hará? Opino que es mejor hacer que Tenma vaya por su propio camino.
- ¿Y dejarlo solo con los enemigos? – la peli lila estaba muy preocupada por su amante castaño – pero eso…
- No morirá – dijo el anciano – cuando llegue a ese punto, su poder despertará y logrará hacer un milagro.
- No creo que debamos hacer eso – aludió el Patriarca – incluso si se trata de ti, no dejaré que hagas tu santa voluntad.
- No tiene nada que ver eso Patriarca, la señorita Athena debe decidir por sí sola que hacer, además – el peli blanco miró fijamente a la diosa – los sentimientos de ambos también tienen un papel que jugar.
- Esos sentimientos son impuros…
- No lo son – el anciano miró al Patriarca – Pegaso siempre ha estado con ella, es más, me di cuenta de que los sentimientos de ambos son desde antes de que Sísifo de Sagitario la trajera al Santuario. Sus sentimientos amorosos son puros y es mejor dejar el secreto solo en los Caballeros Dorados y en las personas de confianza de Tenma.
- Pero eso…
- Señorita Athena, vaya a buscar a su amado – el anciano le dio una seña a Atla el cual tomó a Nike y le dio confianza a la peli lila de ir a buscar a su amado castaño.
En la sala quedaron solos el Patriarca y el anciano de Jamir.
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En la mañana…
Muy en las afueras del Santuario, se veía a los tres Caballeros mirando el recinto desde lejos.
- ¿Saben? No pensé que sería muy fácil salir – dijo Yato.
- Todo esto se lo debo a mi maestro Hakurei – dijo Yuzuriha.
- Bueno, creo que quedo al mando de ustedes – expresó Pegaso.
- A parte de eso tenemos una tarea más difícil que hacer – Yato no se veía muy feliz que digamos – ahora ir al castillo de Hades y no sé si volveré al Santuario.
- No seas pesimista Yato – dijo Grulla algo seria para luego sonrojarse un poco – además… estoy contigo aquí.
- Sí – mientras caminaba, el castaño pensaba – Sasha, amada mía, tendré que luchar con Alone, tu amado hermano, pero no te preocupes, yo me encargaré de esto.
- ¡Tenma! – la voz de Yato lo hizo reaccionar y lo hizo ver hacia atrás y sus ojos cafés notaron una silueta muy conocida.
- E-Es imposible.
La silueta de Sasha estaba ahí.
Definitivamente estaba ahí frente a él mirándolo muy feliz y mostrándole la cadena de flores que poseía en su muñeca.
Y esa sonrisa, la que cautivaba su corazón estaba ahí.
Sus miedos… desaparecieron.
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Continuará…
