A tu lado estoy, no podrás marcharte.

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camilo navas. Yato era alguien arrogante, pero te llegaba bien al corazón y eso hacía que le agarras cariño. Aunque seamos sinceros, fue mil veces mejor que Yato. Gracias por tu comprensión. ¡Saludos!

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nadaoriginal. Manigoldo es uno de mis favoritos, aunque soy del signo de Aries, Manigoldo es mi segundo Caballero Dorado favorito de Lost Canvas, pero, aun así, es el capo de capos. Y sí, la batalla no estará exenta de momentos cómicos. ¡Saludos!

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El ninja más fuerte al servicio de Athena está de vuelta, gracias por su apoyo chicos.

Sin más, comencemos…

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Varios espectros y muertos llegaban a atacar a Tenma y los suyos, pero estos desaparecían con solo la presencia del Caballero de Cáncer Manigoldo, cosa que no les gustaba nada a Verónica.

- Ondas infernales – con su dedo, sacaba un rayo azul el cual daba en los muertos y estos desaparecían al instante.

- ¿C-Como es que hace eso? – decía el Caballero de Pegaso muy impresionado de esa técnica.

- ¿Qué te pareció pequeño idiota? – el Dorado miraba fijamente a Tenma, pero luego enfocó su mirada en el espectro Verónica – ahora tu… eres el siguiente.

- Ese hombre, fue capaz de eliminar las almas de los cadáveres, muy interesante – pensó el rubio - ¿Quién eres tú? Responde.

- ¿Eh? – el peli azul río arrogante – me siento extraño diciéndote mi nombre.

El Caballero de la cuarta casa del Zodiaco saltó desde donde estaba y se colocó frente a Tenma, Yuzuriha y Yato los que solo observaban con mucho énfasis al peli azul, más Verónica que lo veía con odio.

- ¡Soy Manigoldo de Cáncer! Y vine a cuidar a estos mocosos idiotas – señaló a Tenma el cual no tomó a bien el comentario.

- ¡¿Qué dijiste?! – el castaño fue detenido por Yuzuriha – a ver imbécil, ¡repítelo!

- ¡Oye, no me grites! No vine por gusto, son ordenes de arriba – el Dorado desvió la mirada algo molesto – solo me pidieron que los cuidara, se ve que no sabes hacer nada bien.

- ¡Agárrenme que lo mato! – el castaño fue detenido por sus dos amigos los cuales no querían que Pegaso hiciera una locura.

- Así que tu proteges al Caballero Pegaso ¿eh?

- Correcto – el peli azul lo tenía sometido al castaño, el cual poco podía hacer contra la diferencia de poder.

- ¿Sabes algo? Tu aroma me recuerda a mi amado inframundo.

- Jajaja, ¿tratas de halagarme? – Manigoldo se veía muy confiado – lo siento, pero a mí no me gustan los tipos raros, solo me gustan las mujeres que tengan buen cuerpo y me refiero precisamente a eso.

- Pues… no estamos muy lejos de eso – río Yato, aunque fue visto por Yuzuriha y esta le dio un golpe detrás de la cabeza - ¿Por qué hiciste eso?

- Parece que no captas la directa – dijo Grulla algo molesta.

- ¿P-Por qué te molestas conmigo?

- Chicas lindas – Tenma lo pensó un poco y de la nada se le vino a la mente a su querida Sasha saludándolo y mandándole un beso – pues sí, chicas lindas.

- Parece que tienes bien definido lo que quieres Caballero – habló el espectro – aunque cuando llegaste, dijiste que yo sería el siguiente ¿no es verdad?

- ¿Cómo te atreves a retarme rarito? – en ese momento, Tenma salió.

- ¡No tan rápido Manigoldo! Yo acabaré con él – Tenma fue callado por Manigoldo el cual lo tomó del rostro y lo lanzó contra sus amigos.

- Pues valiste, porque yo iré por él.

- Que hombre tan interesante – río el espectro lanzando una lluvia de sus insectos hacia el Dorado - ¡es momento de divertirse!

- ¿Qué? – Manigoldo logró esquivar el ataque, pero notó como los insectos lograron hacer un agujero profundo detrás de él - ¿lograron atravesar el suelo?

- Ya lo has visto.

- Moscas… qué asco me dan – el Dorado seguía esquivando los ataques del espectro.

- Déjame decirte algo, las moscas que rodena un cadáver, son los restos de su alma.

- ¿Qué cosa? – sin más, Manigoldo fue rodeado por un gran número de insectos.

- Estas bellezas de aquí y alrededor mío son mis fieles sirvientes, cumplen mi voluntad – las moscas rodearon el cuerpo del Dorado – puedo ordenarles protegerme o… ¡acabar contigo!

Tenma estaba viendo todo eso sin poder hacer nada, no podía creer el poder que poseían unos míseros insectos.

- ¿Lo entendiste Caballero? – Verónica estaba confiado por eso, más cuando miró como el cuerpo del peli azul caía arrodillado, pero…

- ¿Eso es todo? – el Caballero de Cáncer se levantó envuelto en un aura azul el cual hacia que el espectro quedara boquiabierto y más como envolvía a las moscas en auras azules – ya te lo dije, no eres de mi agrado… pero parece que si somos compatibles.

- … - Verónica estaba impactado viendo como tenían capturadas a sus moscas - ¿es Fuego Fatuo? ¡Ese fuego fatuo encierra mis preciosas moscas!

- Sí – con un chasquido de dedos, el alma de los insectos se empezó a desvanecer.

- Mis bellas sirvientes… están desapareciendo – eso hizo enfurecer al espectro que se lanzó hacia el Caballero - ¡no te lo perdonaré!

- Ja – el peli azul logró esquivar el ataque de Verónica – vaya, desde que no te ves tan mal.

- ¿Qué? – este solo sintió cuando el Dorado envolvió sus piernas alrededor del abdomen causando un sangrado del espectro.

- ¿Qué te parece esto? – el Caballero apretó más el agarre, pero llegó un momento en el que el aprieto fue demasiado fuerte - ¡Muere!

- … - sin más, el rubio fue partido en dos, cosa que dejó muy impactados a Tenma, Yato y Yuzuriha los cuales no creyeron lo que veían.

Sin más, el cuerpo cayó al suelo ya sin vida, con sus dos mitades a cada lado.

- ¿Qué pasó? ¿Tan débil resultaste? – dijo con malicia el Caballero de la cuarta casa del Zodiaco.

- Lo partió en dos – Yato estaba impresionado por eso.

- Y lo llama débil – fue Tenma.

- ¿Eh? – Yuzuriha fue la que única que no se quedó tranquila ya que sintió algo extraño.

- Parece que ya terminamos – decía el de mayor rango agitando un poco sus brazos, aunque Grulla notó algo más en el "cadáver" del espectro.

- No Manigoldo, todavía no – los demás miraron a la chica y Manigoldo miró de reojo al cuerpo de Verónica el cual de la nada, comenzó a brillar y salió una Sapuri del cuerpo del rubio.

- Que mal, me encargaron cuidar del bosque, pero necesitarás más que eso para derrotarme Caballero de Cáncer – el espectro elevó más su cosmos - ¡Permítanme llevarlos a un mundo en el que todo se pudre!

- Vaya – el Caballero Dorado estaba impresionado por eso, más como todo el sitio empezaba a podrirse – ay que perro asco.

- Ahora, como protector de este bosque, les mostraré mi verdadero poder y ahora… ¡solo verán como la muerte reina aquí! – el cosmos del espectro rubio era fuerte - ¡Fortaleza de Incubación!

- ¿Q-Que es esto? – Yato no entendía nada de lo que pasaba.

- El bosque se pudre – como dijo Yuzuriha, el sitio se estaba derritiendo y apestaba a muerte.

- Así es, todo tipo de vida morirá y será arrastrada por aquí… ¡yo a esto le llamo paz definitiva!

- Este tipo es muy repugnante, incluso prefiero comer lo que defeco.

- ¡Qué asco Manigoldo!

- ¡Unicornio, ven aquí! – Yato fue llamado por el Dorado – partirte a la mitad no sirvió, ¿eres inmortal o qué? ¡Probemos esto!

- ¿Eh? – Yato fue tomado por Cáncer y fue lanzado hacia el espectro.

- ¡Yato! – Yuzuriha fue la más preocupada.

- ¡Qué más da! – gritó el peli negro y preparó su ataque.

- ¿Qué?

- ¡Galope de Unicornio! – el ataque de Yato dio en el blanco, cosa que dejó impresionados a Manigoldo y Tenma.

- ¿Qué mierda?

- ¡Mira, si funcionó!

- ¿L-Lo logré? – Yato no creía lo que había logrado, pero notó que Verónica no estaba del todo derrotado.

- Ahora te das cuenta de que si soy o no inmortal – el espectro tomó del pie a Yato y este comenzó a invadir su pierna – ahora la pagarás.

- ¡Mi Armadura se pudre!

- ¡Yato! – la de rango de plata tomó su bufanda y logró atraer a Yato consigo y tomándolo para ella.

- ¡Querido bosque, acabamos esto! – el espectro comenzó a destruir el bosque que se pudría más, pero en eso…

Manigoldo envolvió todo el sitio en un aura azul y de la nada… todo quedó en paz, aunque lo único que quedó ahí, fue el cuerpo del espectro.

- ¿Y eso?

- Pues… - Yato se acercó al cuerpo del espectro, pero este sin más cayó al suelo – creo que todo está bien.

- ¿Y Manigoldo?

- Al parecer utilizó las Ondas del Inframundo – lo dicho por Yuzuriha llamó la atención de los dos.

- ¿Ondas de Inframundo?

- ¿Es la técnica que usó tu maestro en nosotros? – preguntó Yato.

- Sí, la debió usar contra el espectro y contra sí mismo, pero este llevó su cuerpo también. Y probablemente se encuentren en las puertas del Inframundo, sí, ahí deben estar.

- ¿Las puertas del Inframundo?

- Sí, el monte Yomotsu.

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Manigoldo y Verónica estaban en el monte Yomotsu, aunque el espectro se veía muy confiado.

- ¿Por qué me trajiste aquí? Veo que no sabes nada sobre nosotros. Para los espectros, esto no es más que un bosque, algo muy común para nosotros, creo que cavaste tu tumba Caballero de Cáncer.

- Ja – empezaron a aparecer un grupo de esferas celestes los cuales empezaron a formarse alrededor.

- ¿Qué?

- Oye jotito, eres tú el que está acabado.

- ¿Crees que me puedes derrotar con simples esferas de Fuego Fatuo? – río un poco, pero notó que no era fuego fatuo, más cuando empezaron a ponerse como llamas - ¿llamas azules? ¿acaso es…?

- Sí, llamas demoniacas que se alimentan de las almas. No importa si tu cuerpo es inmortal, aquí eres una simple alma, por eso te traje aquí – el espectro comenzó a llamearse con el fuego azul – que lastima, tal vez para ustedes esto sea un bosque, pero para mí es un jardín de niños.

Sin más, Manigoldo acumuló un gran cosmos en su mano y se lo lanzó al espectro.

- ¡Llamas demoniacas! – Verónica comenzó a incendiarse y gritar de dolor – ahora si estás ardiente. ¡Quémate y desaparece para siempre!

Mientras Verónica seguía gritando de dolor, el Caballero Dorado se alejaba, pero se detuvo antes de continuar su camino.

- ¿Sabes algo? Creo que si somos compatibles después de todo.

Mientras volvía a su rumbo, algo se comunicó con el espectro, mejor dicho, alguien a atreves de una estrella negra.

Verónica.

- ¿M-Maestro Thanatos?

- Verónica, recuerda que yo te bendije con varios de mis grandes poderes divinos y, aun así, te derrotó un Caballero Dorado. Un simple y mundano humano.

- Señor Thanatos… perdóname – sin más, el espectro comenzó a levantarse e ir tras el Caballero de Cáncer el cual no comprendía que pasaba.

- ¿Qué querrá el rarito? Oye, lo lamento, pero no estoy interesado en raros como tú, prefiero chicas de buen cuerpo – pero antes de que continuará, el espectro lo llevó a un lugar bastante alejado, del cual, se perdió su cosmos.

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En la sala del Patriarca…

Sage y Sasha estaban ahí cuando sintieron como el cosmos de Manigoldo desaparecía.

- ¿Q-Que? El cosmos del Caballero de Cáncer fue sacudido, ¿acaso él…? – antes de que la peli lila dijera algo, fue detenida por el Patriarca.

- No, no debe de que preocuparse, yo le enseñé mis mejores técnicas a la perfección, así que le puedo decir que Manigoldo no morirá tan fácilmente.

- Eso espero.

- Señorita Athena, también puedo decir que está preocupada por el Caballero de Pegaso.

- … - Sasha no pudo contestar tal cuestión y solo asintió con su cabeza algo sonrojada.

- Necesitamos al Caballero de Pegaso vivo para que esta Guerra Santa pueda se ganada – el peli gris miró a la diosa – además, si él muere, su estado de ánimo bajaría, así que no queremos eso ¿verdad?

- N-No.

- Bien.

Aunque Manigoldo no fue derrotado, él estaba en otro sitio, más específico, donde ciertos gemelos estaban jugando ajedrez.

El imperio de los dioses gemelos.

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Continuará…