Vamos Yepas que ganamos.
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camilo navas. La batalla contra Oneiros no es nada fácil y ya con el Cid casi fuera de combate, será peor la cosa. Veremos que hago la próxima semana en Halloween jaja. ¡Saludos!
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nadaoriginal. Por esa y muchas razones, es que el Cid es mi favorito, pero bien como lo dijo, "convierte tu voluntad es una espada" Sasha también tiene el llamado del deber, Sísifo es clave en la victoria. ¡Saludos!
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Sin más, comencemos…
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La batalla había llegado a un nivel en el que ahora Yato, Yuzuriha y Tenma intervenían para ayudar a Cid el cual por la pérdida de sangre estaba muy débil.
Los tres Caballeros luchaban contra todo para de una vez por todas derrotar a Oneiros, pero tal parecía que las cosas estaban muy difíciles.
El dios del sueño con las almas de sus hermanos fusionados era muy fuerte para unos simples Caballeros, esto en opinión de él.
- ¿Qué sucede Caballero de Pegaso? ¿No que ibas a acabar conmigo? – el dios miraba a los tres chicos los cuales se veían algo cansados.
- Oye Tenma… el Caballero Dorado, ¿se encuentra bien? – Yato miraba a Cid el cual seguía de rodillas sin moverse – no puedo sentir nada de su cosmos.
- Él está bien, preocúpate por ti, no te metas en los asuntos de los demás, entrometido – respondió el castaño mirando hacia el frente, dando a entender que debían dejar al Caballero de Capricornio en paz.
- ¿Qué dijiste idiota? Tu eres el que menos debería hablar, por tu culpa es que estamos metidos en este problema, perdedor.
- ¡¿Qué dijiste?!
- Oigan, este no es momento para pelear por tonterías – regañó Yuzuriha a ambos.
- Muy entretenido, pero al final de todo, llegó su hora, es el momento de su destino final humanos. Me dan tanta pena que eso me produce una lástima muy profunda.
- Y pensar en lo que me esforcé por darles dulces sueños – hablaba el espíritu de Fantasos – solo decidieron volver a su triste y aburrida realidad.
- ¡Cállate maldita! – el Caballero de Unicornio se tocó la zona del corazón – te atreviste a ingresar sin permiso a nuestros corazones y alterar nuestros sentimientos.
- Imperdonable – Yuzuriha apretaba sus puños en señal de furia – Tenma.
- Entiendo – el castaño también hizo lo mismo y solo encendió mucho su cosmos en sus puños, mientras que Yuzuriha y Yato en sus piernas se concentró más el cosmos ya que sus ataques involucraban sus extremidades inferiores - ¡Lo atacaremos los tres juntos!
- ¡Vamos! – sin más, los tres chicos cargaron sus mejores ataques para darle un buen golpe al dios del sueño.
- ¡Meteoros de Pegaso!
- ¡Danza Luminosa Intermitente!
- ¡Galope de Unicornio!
Los 3 ataques llegaron de un solo al dios y parecía que habían impactado con mucha fuerza tanto que el lugar brilló y una onda expansiva se vio reflejada.
Sin embargo, bien dicen que las apariencias engañan y eso fue lo que ocurrió. Los tres Caballeros no había logrado darle al cuerpo de Oneiros, el cual sonriendo muy confiado logró detener los ataques de los Caballeros y con el mismo logró mandarlos al suelo.
Tal parecía que Oneiros la tenía fácil, sin embargo, no contaba con que Athena estaba planeando traer de nuevo a Sísifo de Sagitario el cual podría tener la clave para la derrota de los dioses del sueño.
Sasha había entrado al sueño de Sísifo en el cual se observaba su ciudad natal de cuando ella junto con Tenma y Alone vivían y jugaban todos juntos. Su alma miraba como el Caballero de Sagitario llegaba al sitio y se acercaba a los tres chicos.
- ¡La encontré! – dijo la voz del peli naranja llegando al lugar.
Los tres miraron hacia donde estaba el hombre parado y no entendían que pasaba.
- ¿Eh? – Sasha se extrañó mucho de esto.
- La he buscado mucho, diosa Athena.
Sasha quedó algo confundida por esto y ni digamos Alone y Tenma.
- ¿Diosa… Athena?
- Exactamente – dijo el hombre mientras Tenma y Alone se paraban al lado de la chica – usted… no debió nacer aquí. Por favor, le suplico que me acompañe. Tiene que prepararse Diosa Athena, la Guerra Santa dará comienzo.
- ¿Guerra Santa? – eso extrañó a Sasha y a la vez la asustó - ¿acompañarlo a dónde?
La peli lila se aferró del brazo de su entonces novio de cabello castaño con fuerza, cosa que Tenma notó y supo que su amada de cabello lila tenía miedo de irse.
- ¡¿Y tú quién rayos eres?! – dijo Tenma protegiendo a Sasha - ¿Por qué quieres llevarte a Sasha?
- ¡Entiendo cómo te sientes! – dijo el hombre algo molesto – pero… ahora debo decirles que ya no debemos perder más tiempo. Hades, despertará muy pronto e intentará destruir nuestro mundo. Si ustedes permanecen aquí, pasarán un grave peligro.
El hombre bajó la mirada mientras se inclinaba.
- Por favor – dijo – se lo suplico.
La chica fue llevada por el hombre, aun con las protestas de su novio y su hermano, pero al final, todo fue en vano.
Cuando Sísifo se llevaba a Sasha, sintió como la diosa se detenía y eso lo extrañó aún más, pero fue peor cuando el lugar se prendió en llamas.
- ¿Por qué osas interferir en contra de la voluntad de los dioses? – Sasha de niña lo miró – Lo que hiciste provocó todo esto.
- ¿Lo que hice? – las ropas del Caballero se comenzaron a quemar y solo se mostraba vestido con la Armadura Dorada de su constelación guardiana.
- ¿Lo viste? Mi hermano Alone, aquel que fuera la reencarnación de Hades – las alas de la Armadura de Sagitario se manifestaron – fuiste tú el que provocó todo esto.
- ¿Yo?
- ¡Fuiste tú el que provocó esta Guerra Santa! – las palabras de Sasha lo torturaban y más cuando la Armadura de Sagitario se desprendió de él y fue a dar en frente suyo y esta lo apuntaba con su arco y flecha. El peli naranja solo veía esto con incredulidad, aunque luego cayó en razón.
- Sí, yo soy el culpable de todo esto. No merezco llevar el título de Caballero… Sagitario, tú piensas lo mismo ¿verdad? Claro que sí piensas eso… ¡Entonces, atraviesa con tu flecha mi corazón, te lo ruego! – la petición de Sísifo fue concedida y la Armadura disparó la flecha dorada hacia su pecho incrustándose en su pecho, todo esto ante la mirada atónita de Sasha.
- ¡Sísifo! – la diosa no creía que el Caballero tuviera tanta culpa por algo que ella creía que fue lo correcto, sin embargo, tal parece que Sísifo no pensaba eso.
- Diosa Athena, le ruego que me perdone, Pegaso, Alone – justo cuando se quitó la flecha del pecho, en vez de salir sangre, salía cosmos oscuro que empezó a envolver u cuerpo - ¡Caballeros y todo el mundo entero!
- ¡No lo hagas Sísifo!
La maldad se apoderó de Sísifo y su Armadura Dorada cambió a un color negro, lo que representaban las Armaduras del malvado Hades, una Sapuri.
Sasha intentó hacerlo entrar en razón, pero tal parecía que la pena de todos estos años podía más con él y por más que la diosa intentaba, parecía que sería imposible.
Finalmente, sabiendo que las cosas no mejorarían, decidió ponerse firme ante el Caballero de Sagitario.
- ¡Sísifo, como la diosa Athena, te ordeno que me dispares una flecha de Sagitario!
- … - el hombre intentaba no obedecer esa regla, pero de igual manera sentía que sus fuerzas le indicaban lo contrario.
- ¡Dispara esa flecha!
- ¡Cállate! – gritó el Caballero haciendo lo que su diosa le había ordenado y la flecha dio directo en el pecho de Sasha y Sísifo se dio cuenta de lo que hizo.
La diosa le decía lo mucho que debió haber sufrido por todos estos años echándose la culpa de algo que él no hizo, pero que fue un sacrificio necesario para mantener a la Tierra en paz.
- ¿Recuerdas lo que le prometiste a Tenma ese día que me llevaste? – las palabras de la diosa le dieron directo a la mente al peli naranja el cual pudo recordar las palabras que le prometió al Caballero de Pegaso.
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Un rato más tarde, Sasha aun llevada por el hombre que resultaría llamarse Sísifo, pasaban por el mismo campo en el que habían estado unos momentos atrás.
- ¡Alto ahí! – gritó una voz arriba del árbol.
Sísifo y Sasha se detuvieron y cuando miraron hacia arriba, la peli lila notó quien era.
- ¿Tenma?
Sísifo miró al joven que seguía en el árbol.
- ¿Sabes? Casi todos los días pasamos hambre en el orfanato y cuando enfermamos no tenemos dinero para medicina. Quizás seriamos más felices si alguien cuidara de nosotros. Así que… ¿puedo confiar en que cuidarás bien de Sasha? Respóndeme.
La chica de cabello lila miró a Sísifo.
- Si no me respondes que cuidarás bien de ella, no dejaré que te la lleves – dijo Tenma.
- Escucha niño, no puedo prometerte nada, lo lamento – dijo Sísifo, cosa que hizo que Tenma se enojara – es posible que esté alejando a Athena de un futuro de felicidad y paz.
Sasha se asustó mucho por esto, pero en ese momento, Tenma bajó del árbol y le dio un golpe en el rostro a Sísifo.
- ¡¿En serio crees que dejaré que te la lleves luego de decir eso?!
Sasha estaba asustada por ese comportamiento de Tenma, más verlo furioso con el hombre era algo que no vio venir de su amado.
- ¡No me subestimes solo porque soy pequeño!
- No espero que me entiendas – dijo Sísifo inclinándose – eres como su hermano y por lo tanto te ruego que nos concedas tu permiso. Permite que nosotros cuidemos de ella.
- ¿Nosotros? – dijo Tenma extrañado - ¿Quiénes son nosotros? ¿A qué te refieres?
- Ella enfrentará muchas dificultades a lo largo de su vida – dijo Sísifo mirando a Sasha – sin embargo, puedo prometerte que siempre estaré a su lado para protegerla.
Aunque a Tenma le gustó en parte que dijera eso, en el fondo no quería que nadie más estuviera con su amada.
- ¿Lo prometes?
- Sí.
El joven se acercó al hombre y lo miró fijamente y cuando vio a sus ojos, pudo notar algo, era algo que no comprendía, pero realmente llegó a ver el espacio sideral, como un pequeño universo en los ojos de Sísifo.
El joven se dio vuelta.
- ¡Bien! Te creo.
- ¿Eh? – eso extrañó un poco a Sísifo - ¿Por qué lo dices?
- Pude ver el Universo… en tus ojos.
- ¿Eh? – eso sorprendió mucho a Sísifo - ¿el Universo? Este chico debe ser…
- Sin embargo, siento que Sasha estará muy triste a donde quiera que vaya – en eso, el chico levantaría la mirada y vería al hombre – así que cuando sea muy fuerte, iré a buscarla para estar juntos de nuevo. Hasta entonces… te la encargo.
- ¡Cuenta con ello!
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- ¿Lo recordaste cierto? – Sasha sonrió ante Sísifo el cual perdió el color oscuro de su Armadura y volvió a su color dorado característico – ahora vuelve a pelear conmigo Caballero de Sagitario.
- ¡Lo juro! – Sagitario se inclinó ante la diosa - ¡Prometo luchar a su lado, incluso después de la muerte!
Sísifo había vuelto y Sasha logró traer su alma de vuelta a su cuerpo, el Caballero Dorado estaba tan feliz por haber vuelto que incluso fue directo con Sasha a la estatua de la diosa para lanzar una flecha dorada envuelta en el cosmos divino de Athena.
De vuelta en el campo de batalla…
Tenma, Sasha y Yuzuriha estaban peleando contra Oneiros, pero estos estaban muy débiles ya, incluso Tenma cayó al suelo ya casi sin fuerzas.
- ¡Tenma! – los dos chicos tomaron a Pegaso y lo ayudaron a levantarse.
- Mi cuerpo ya casi está regenerado, con el siguiente ataque los eliminaré de una vez por todas – el dios se dirigió a los muchachos y luego a Cid – y también ese Caballero Dorado se irá con ustedes.
- Mi cuerpo… no responde. A pesar de ser un Caballero Dorado, no soy capaz de mantenerme en pie. ¿Acaso… mi espada está rota? – eran los pensamientos del Caballero de Capricornio mientras veía de reojo a Tenma y los demás. Pero justo en ese momento… una voz lo llamó.
- Cid.
- … - el peli negro supo de quien se trataba esa voz – Sísifo… por fin despertaste.
- Luces mal amigo, pero te agradezco mucho el que hayas luchado para liberarme.
- No solo lo hice yo, el Caballero de Pegaso me ayudó y mis camaradas lucharon conmigo.
- Bien amigo, este es el plan ahora. Lancé una flecha dorada con el poder de la diosa Athena, eso nos dará victoria en la batalla.
- ¿Victoria? Lo entiendo. Mientras haya un rayo de esperanza, podemos hacerlo, incluso si me queda poco tiempo – Cid se levantó, aunque no tuviera fuerzas en su cuerpo, su voluntad era de acero - ¡Convertiré mi cuerpo… en una poderosa espada!
- Siento un cosmos muy poderoso y viene del Santuario – decía Oneiros - ¿acaso… es el cosmos de la diosa Athena? Ya entiendo, parece que han depositado todas sus esperanzas en ella, pero al final de todo solo son 3 Caballeros de Bronce y una espada oxidada… ¡No podrán dañar nuestro cuerpo fusionado!
- ¿Eh? – Tenma notó la presencia del Cid levantándose.
- ¿Por qué se dio media vuelta? – preguntó Yato.
- Está loco, es un suicidio darle la espalda al enemigo en la batalla.
- Te equivocas, mis sentidos se afilaron más que nunca.
- ¿Qué dices?
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Soundtrack. The Lost Canvas – OST Pegasus no Saint.
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- Mis sentidos se afilaron más que nunca. Mis compañeros que lucharon conmigo, sus muertes no serán en vano, ya que he logrado elevar mi cosmos al punto más alto – decía el Cid.
- ¡Cumple tu sueño Cid! – las palabras de Sísifo sonaban en el interior del Caballero de Capricornio y solo saltó y usando su brazo cortaba dimensiones, estrellas, mundos… dioses – Lo lograste, convertiste tu espíritu en una espada.
Finalmente, el Cid logró partir en 4 la flecha dorada la cual llegó hacia el dios incrustándola en las distintas zonas en donde estaban los dioses.
- ¡Eres Excalibur!
- E-Eso fue increíble – decía Yato impresionado.
- ¿Q-Que? N-No puede ser… en solo instante dividió la flecha dorada y logró atravesar cada una de nuestras almas – finalmente el cuerpo de Oneiros explotó mientras que el Cid solo estaba arrodillado pensando en sus pupilos caídos y en haber logrado la hazaña de convertir su brazo en la espada definitiva.
- El gran amor que sintieron por la Tierra y por nuestra diosa Athena se vieron reflejado en mi espada… me siento muy orgulloso.
- M-Maldición, nos humillaron y le fallamos a nuestro señor Hypnos, pero al menos… ¡Nos llevaremos el alma del maldito de Pegaso! – justo cuando Oneiros estaba por llegar donde Tenma, este fue interceptado y el dios solo sintió algo atravesarlo y el Cid con lo último que le quedaba de fuerza logró llevarlo hacia los cielos.
- ¡Cid! – Tenma solo veía como el Caballero de Capricornio se iba con Onerios.
- T-Tu… ¡¿de nuevo estás aquí?! – Oneiros tomó el brazo del Cid el cual estaba clavado en su pecho - ¡No le temes a mis hermanos, tampoco a mí! ¡¿Por qué desafías a los dioses?!
- Ya deberías saber, si un inocente corre peligro, lo protegeré, aunque eso signifique desafiar a los dioses… aunque para ustedes no seamos más que basura – el Cid le echó una última mirada al castaño – Tenma de Pegaso… ese es, el camino que debe seguir un Caballero.
El Cid finalmente llegó a una altura considerable en la que el cuerpo de Oneiros finalmente explotó, sin embargo, se llevó consigo al Caballero de Capricornio ya que la explosión también lo consumió, quitándole la vida al Caballero y creando una onda expansiva en el cielo, toda ante la mirada del Caballero de Bronce.
- ¡CID, NOOOOOOOO! – gritó Pegaso.
- E-E Cid se… - Sasha sintió el cosmos del Cid desaparecer dando a entender que cayó en batalla y a su lado, Sísifo solo veía el cielo.
- No sentiré tristeza, querido Cid, cumpliste tu mayor sueño y forjaste la más poderosa de las espadas, Excalibur. Aunque… tu vida haya terminado, permanecen aquellos que seguirán el camino que trazaste.
- N-No – por la mente de Tenma pasaron las imágenes del Caballero que, aunque fuera poco el tiempo que se conocieron, aprendió muchas cosas de él y ahora… se había ido para siempre - ¡CID, MALDICIOOOOOON!
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Continuará…
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Y hasta aquí el capítulo de hoy.
Mi Caballero Dorado favorito murió, de todas las generaciones de Saint Seiya, el Cid de Capricornio fue mi favorito, y eso que soy Aries.
La próxima semana se viene un especial de Halloween, donde estarán todos los Caballeros Dorados presentes, será como fuera de la línea temporal, con algo de humor y terror mezclados, así que espérenlo.
Una cosa más…
Como Caballeros… ¿me conceden el permiso para llorar por la muerte de Cid?
Sin más, este ninja se despide.
Bye.
