Happy Halloween.
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nadaoriginal. El Cid será recordado como el mero jefe de todos los jefes. Su muerte, fue legendaria y quedará marcada en la historia como todo un macho. ¡Saludos!
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camilo navas. El mejor de todos los Caballeros de Capricornio, el Cid es un vivo ejemplo de lo que un hombre debe ser, lo único que no tengo es la espada jaja. ¡Saludos!
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Roxas Strife. Gracias por el apoyo, pues sí, me gustó mucho la historia, pero esta vez la hice con cambios argumentales como la inclusión del amorío entre ambos. ¡Saludos!
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Antes que nada, decir que esto es un especial por día de Muertos. Este capítulo estará fuera de la trama que sigue el fic, tómenlo como un mundo alternativo.
Eso sí, contiene humor y referencias por doquier.
Sin más, comencemos…
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El Santuario estaba en relativa calma y solo se miraba a los pobladores de la región en sus actividades normales, pero por alguna razón estaban ansiosos por la celebración que se acercaba.
Tenma de Pegaso estaba pasando por el Santuario el cual, parecía que las cosas iban normales, sin embargo, se miraba la emoción de los Caballeros por la celebración.
- ¿Qué tanto celebran? – se preguntó el castaño.
- Oye idiota, si no vas a hacer algo de provecho, ayúdanos – Yato reclamó y Tenma quedó confundido.
- Yato, ¿Qué demonios les pasa a todos en el Santuario? ¿Por qué están todos tan así?
- Es que vives debajo de una piedra ¿o qué?
- ¿Por qué?
- Es 2 de noviembre Tenma, todo el mundo sabe que hoy… se venera a la muerte.
- ¿Hades?
- No idiota, los espíritus y las almas de aquellos Caballeros y personas que han pasado mejor vida.
- Ya entiendo, que raro – el castaño lo pensó un poco – nunca celebramos esto cuando vivía en Italia.
- Vaya que son idiotas los italianos – susurró el peli negro.
- Oye, ¿Qué dices sobre los italianos? – la voz de cierta persona llamó la atención de ambos, aunque Tenma conocía quien era el dueño, tal parece que Yato no.
- ¡Puedo decir lo que quiera sobre…! – antes de que terminara, Yato sudó frio cuando miró quien era el que hablaba – C-C-C-Caba…
- ¿Qué pasó Yato? ¿Por qué no le dices a Manigoldo lo malo que son italianos?
- Así que alguien habla mal sobre mi país de origen – el Caballero de Cáncer lo miró de reojo - ¿quieres que te haga parte de la celebración de muertos? Puedo mandar tu alma al Yomotsu si quieres.
- N-No gracias – el Caballero de Unicornio se fue del sitio corriendo y eso solo causó la risa del Caballero de Pegaso.
- Bueno, dejando la cobardía de Yato, me iré a ver cómo va el pueblo – cuando el castaño se iba, de la nada sintió como su alma salía de su cuerpo y eso solo podía darse por cierto peli azul - ¡¿Qué haces Manigoldo?!
- Mira caballito idiota, es mejor que pienses que harás ya que te recuerdo que todo el Santuario celebra esta fecha, incluso la diosa Athena está pensando que hacer para honrar a todos los muertos que cayeron en antiguas batallas.
- Bueno, eso es cierto, pero ¿Qué está haciendo Sasha en este momento?
- Y yo que sé que está haciendo Athena en estos momentos – Manigoldo devolvió el alma al cuerpo de Tenma y este se levantó inhalando con fuerza.
- Oye, no hagas eso de nuevo.
- ¿Sabes qué? Esto fue aburrido, me iré a conseguir unas nenas para la celebración – sin más, el Caballero de Cáncer se fue del Santuario y Tenma solo miró como se iba.
- Me pregunto cómo estará Sasha – el Caballero de Pegaso miró hacia arriba del Santuario, más específico a la zona en la que su amada estaba.
Ojalá… pudiéramos pasar tiempo de calidad como pareja.
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Mientras tanto…
Sasha miraba el Santuario desde la cima de las 12 casas. Ella había hablado con el Patriarca Sage sobre dar el día libre a todos los que trabajaban en el Santuario para que pudieran celebrar el Día de Muertos, como le decían a ese día.
Sin embargo, para la diosa de la Guerra era algo difícil ya que ella quería saber sobre su amado Tenma, no lo había visto en días y ya lo extrañaba.
- ¿Dónde estás Tenma? – se preguntaba la peli lila para luego apretar su báculo – espero que no te estés viendo con otras chicas, porque juro que si me engañas…
- Diosa Athena – Hakurei llegó a donde estaba la diosa - ¿pasa algo?
- N-No es nada Hakurei, en serio.
- A mí no me engaña diosa Athena, sé que algo le pasa y si me deducción no me falla, usted está pensando en el Caballero Pegaso ¿verdad?
- P-Pues… - las mejillas de Sasha se pusieron rojas ya que el antiguo Caballero de Altar le había atinado justo a lo que estaba pensando en ese momento.
- Eso me dice que he atinado – sonrió el peli blanco – escuche diosa Athena. Debe ser difícil para usted hablar a solas con el Caballero Pegaso, aun así, no pienso igual que mi hermano y creo que usted también tiene derecho a estar con quien quiere.
- Gracias Hakurei.
- Por el momento, la celebración s nuestros camaradas caídos se llevará a cabo en la noche, debería hacer algo para el Caballero de Pegaso, diosa Athena.
- ¿Algo? ¿Qué cosa?
- Usted lo conoce más que nadie, así que debería saber que le puede gustar.
- Veré que puedo hacer – sin más, la diosa de la guerra se fue a sus aposentos a pensar un poco sobre qué hacer para esta celebración. Aunque se honrara a los muertos, Sasha creyó que a lo mejor podría darle algo para animarlo y desmostarle lo mucho que lo quería. Había escuchado de algunos de sus sirvientes que los hombres son conquistados más por el estómago – creo que cocinaré algo para Tenma, pero no puedo decirles a mis sirvientas que lo hagan, mejor lo haré yo, pero… ¡no sé cocinar!
Mientras la peli lila se lamentaba, Tenma caminaba por las calles de Rodorio, incluso se llevó su Armadura de Pegaso por lo que el público lo elogiaba bastante al verlo ya que sabían la historia del Caballero Pegaso y sus hazañas pasadas. Sin embargo, Tenma solo miraba hacia todos lados buscando algún presente para Sasha.
- ¿Qué le podría gustar? – el chico solo miraba varios puestos, pero la verdad es que no encontraba algo que fuera del gusto de Sasha. Aunque luego de unos minutos, pareció que encontró lo que buscaba – eso es. ¡Estoy seguro de que a Sasha le gustará!
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En las afueras del Santuario…
- ¿Ya saben lo que tienen que hacer? – preguntó un espectro del ejército de Hades junto con varios más.
- Sí, ahora que los Caballeros Dorados no estarán en sus casas, debemos aprovechar cualquier oportunidad de ir hacia los aposentos de Athena y matarla, todo por nuestro señor Hades.
- El señor Hades nos recompensará con la vida eterna.
- ¡Bien! – uno de ellos apretó sus puños – estoy listo para traer la cabeza de Athena, esto será increíble.
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De vuelta al Santuario…
Sasha convenció con mucho esfuerzo a sus sirvientes para que la dejaran sola en la cocina, sin embargo, la poca experiencia de la diosa en la cocina hizo que fuera muy difícil hacerle un platillo para poder dárselo a Tenma.
- ¿Qué hago? A Tenma le gusta mucho la carne, pero cada vez que trato de cocinar carne… - la diosa miraba como el pedazo de carne que estaba preparando estaba ardiendo en llamas, incluso había lo que parecían ser unas masas negras y con hedor inmenso – incluso mis galletas se arruinaron.
Sin más, la de ojos verdes tiró los desperdicios de su fallida comida desde la zona más alta del Santuario. Y justo debajo…
- ¿Aquí estará la diosa Athena? – preguntó uno de los espectros junto con el grupo de 5 más.
- Sí, su cosmos está aquí, igualmente tuvimos suerte de que los Caballeros Dorados no estuvieran en el Santuario y ninguno trabajando. Esto será muy fácil – en ese momento, los desperdicios tirados por Sasha cayeron sobre los espectros - ¿y esto?
- Vaya, vaya, parece que la diosa Athena está tirando lo que no le importa – uno de los guerreros del Inframundo tomó una de las muestras de "galletas" de la diosa – bien, creo que antes de burlarme, probaré lo asqueroso que debe cocinar Athena.
- Eso es – río uno de ellos, pero antes de que acordara, escuchó como alguien caer al suelo y notó a su compañero tirado con la mirada blanca - ¡¿Qué mierda pasó?!
- Creo que fue después de comer esto, pero no tiene sentido – otro espectro tomó la muestra de la galleta y al probarla, este cayó muerto al suelo.
- ¿Cómo es que estas cosas saben tan mal? – dos espectros más probaron las "galletas" de Sasha y estos cayeron al suelo también muertos.
- Por nuestro señor Hades, esto es malo – el líder del pequeño grupo de espectros tomó lo que parecía ser un trozo de carne toda quemada y se retiró rápidamente antes de ser descubierto por alguien.
- ¡¿Por qué no puedo hacer nada bien?! – Sasha estaba muy molesta mientras tomaba una escoba y barría por todos lados, pero dándole con el mango al suelo - ¡Tenma!
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Finalmente, la noche llegó al Santuario y eso significaba que la fiesta por el día de los muertos se realizaría.
El pueblo entero de Rodorio se reunió y celebraban a lo alto a las personas que habían pasado a la otra vida, aunque sabían que a lo mejor estarían sufriendo en el reino de Hades.
- ¡Por nuestros difuntos! – Manigoldo levantó una tarra de cerveza y gran parte de los pobladores lo siguieron, aunque para los demás compañeros de armas del Caballero de Cáncer, solo miraban con expresión monótona.
- Que ejemplo da Manigoldo – Albafíca miraba al peli azul cantando con algunos hombres a más no poder.
- Lo único bueno es que esta cerveza está fría – Cid estaba con Sísifo tomando un poco de alcohol.
- Eso sí, sin embargo, creo que deberíamos honrar también a nuestros difuntos – el Caballero de Sagitario miró de reojo al Cid el cual asintió – mi hermano debe estar descansando, aun así, tengo a mi sobrino que lucha con nosotros.
- Aun así, no creo que Regulus tenga edad para beber.
- ¿Por qué lo dices?
- Pues… - el Caballero de Capricornio señaló a donde estaba Cáncer, pero también se había unido Kardia y Regulus a la partida, pero el joven Caballero de Leo estaba bebiendo alcohol junto a los dos peli azules.
- ¡¿Regulus?!
- ¡Ay, ay, ay! ¡Canta y no llores! Porque cantando se alegran los corazones.
- ¿Qué les pasa a esos?
- ¿Y esa quién es? – Shion señaló a una chica de cabello negro que estaba junto con Kardia.
- Es una amiga del otro lado del mundo – respondió Degel – tal parece que viene del virreinato de la Nueva España.
- Reunirse todos los habitantes de Rodorio y del Santuario, que es hora de honrar a todos nuestros seres queridos.
Los Caballeros se reunieron en una fogata que se realizó en el centro del pueblo y todos rezaban por el eterno descanso de los fallecidos, desde amigos, familia, incluso antiguos maestros y alumnos, esto más por los Caballeros.
Yato y Yuzuriha miraban la fogata y solo pedían por varias personas en sus familias que pasaron a mejor vida, en el caso de Grulla, por su hermano Tokuhsa y sus padres y en el caso de Yato, por sus padres.
Tenma desde un lado rezaba por sus amigos del orfanato que habían pasado a mejor vida, los Caballeros de distintos rangos pedían por familiares muertos o amigos.
- ¡Por Athena!
- ¡Viva! – dijeron todos y gran parte de los pobladores comenzaron a celebrar con cerveza, comida y otras atracciones, aunque la llegada de la amiga de Kardia de nombre Calvera animaba más la fiesta con buen baile.
En un momento, tanto Tenma, Yuzuriha y Yato se reunieron en un sitio algo apartado, sin embargo, tal parecía que el Caballero de Pegaso ocultaba algo.
- ¿Qué tanto escondes idiota? – Unicornio se acercó a él – no me digas que eso es un regalo para alguien. Como si alguna chica se fuera a enamorar de ti.
- ¡¿Qué dijiste?! Para que lo sepas ya tengo a alguien con quien tengo historia de hace mucho tiempo – replicó el castaño - ¿y tú Yato? No miro chicas matándose por el irresistible Yato, el gran Caballero ateniense.
- ¡Eres un idiota!
- Ya dejen de pelease y es mejor que vayamos a ver algunas atracciones Yato – sin previo aviso, Yuzuriha tomó la mano del peli negro y se lo llevó lejos, aunque el contacto no le molestó para nada al Caballero de Unicornio.
- Parece que Yato encontró a alguien y no se da cuenta – río el castaño – solo falta encontrarme a Sasha y entregarle mi regalo.
- ¿Cuál regalo? – una voz llamó la atención del joven el cual supo de quien se trataba.
- ¡¿Eres tu Sa…?! – antes de que terminara, una mano le tapó la boca para evitar que gritara. La persona era su amada peli lila, pero estaba vestida con ropas largas y su cosmos era ocultado para evitar que se dieran cuenta que ella estaba ahí, además de que su rostro estaba tapado.
- Shhh, logré llegar aquí ya que quiero pasar el rato contigo Tenma – la diosa miró a su amado antes de darle el regalo que ella llevaba – e-esto es para ti.
- ¿Para mí? – Pegaso no se esperó eso y solo atinó a sonrojarse y es que al ver que eran, se impresionó aún más - ¿Qué son?
- Son galletas – dijo la chica – es un platillo que he comido por un tiempo que he vivido en el Santuario y aunque no supiera como hacerles, aun así, hice el intento.
- A ver – el castaño probó una de las galletas y aunque al inicio intentó descifrar el sabor, le terminó gustando - ¡Están sabrosas Sasha!
- ¿En serio? – la diosa se ilusionó mucho y esta sin más, se lanzó a darle un beso en los labios a su Caballero.
- Espera un momento – el castaño se separó de su amada y sacó una pequeña caja en la que venía un collar con la forma de un corazón – esto es para ti Sasha.
- Tenma – la chica tomó el collar en el cual llamó poderosamente la atención ya que parecía ser algo caro.
- Antes de que digas algo, me dieron un descuento por ser el Caballero de Pegaso, no sé porque, pero… - antes de que terminara, la peli lila le dio un beso cálido en los labios y este se dejó llevar, dejando las galletas en una de las mesas del sitio. Ambos jóvenes se fueron al bosque cercano a la ciudad para continuar su momento amoroso.
- ¡Arriba el Patriarcado! – gritaba Manigoldo llegando con sus demás compañeros dorados y el Patriarca Sage.
- Manigoldo, te he dicho mil veces que te dejes de emborrachar de esa manera.
- Maestro, relájese un poco – el peli azul estaba riéndose borracho – venga, coma estas galletas.
- ¿Galletas? – Regulus miró la bolsita con galletas y este comió una al igual que algunos.
- Bueno, si las dejaron aquí, debe ser por algo – Shion, Aldebarán, Deuteros, Manigoldo, Regulus, Asmita, Dohko, Kardia, Sísifo, Cid, Degel, Albafíca y Sage probaron las galletas, pero lo que no sabían era que Tenma no sufrió daños ya que estaba acostumbrado a comer cosas fuera de sí, pero la mala comida de Sasha también hizo efecto en ellos, aunque mató ciertos espectros, los Caballeros Dorados y el Patriarca tenían el cosmos más elevado, aun así, el "envenenamiento" de las galletas de Sasha los hizo estar en un estado como de zombi.
- ¡Kardia, ¿Dónde estás?! – Calvera buscaba a los Caballeros Dorados y justo cuando los encontró, notó como algunos tenían la mirada perdida y parecían balbucear, además de que caminaban como si no tuvieran alma - ¿Qué les pasa?
La peli negra no hizo nada más que tomar al Caballero de Escorpio justo cuando música se escuchaba en el sitio y eso hizo emocionar más a Calvera por la melodía que nunca había escuchado.
Cuando comenzó a sonar, Calvera guío a los demás Caballeros Dorados y el Patriarca al centro del pueblo a cantar y bailar, cosa que hacían estos, pero por extraño que parezca, iban bien sincronizados. No fue hasta que Sage tomó el mandato de todos los Caballeros y seguía bailando, justo cuando un miembro de la banda comenzaba a cantar.
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'Cause this is thriller, thriller night
And no one's gonna save you from the beast about to strike
You know it's thriller, thriller night
You're fighting for your life inside a killer thriller tonight.
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That it's a thriller, thriller night
'Cause I can thrill you more than any ghost would ever dare try
Thriller, thriller night
So let me hold you tight and share a killer, thriller
Chiller, thriller here tonight
'Cause it's a thriller, thriller night
Girl, I can thrill you more than any ghost would ever dare try
Thriller, thriller night
So let me hold you tight and share a killer, thriller
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Justo terminaban la coreografía y los guerreros de elite caían al suelo aturdidos por las galletas de su diosa, aunque el público aplaudió con fuerza la gran actuación de los guerreros.
Hakurei miraba esto y solo aguantaba mucho la risa ya que nunca creyó ver a su hermana gemelo hacer el ridículo.
- ¿Qué diría nuestra madre si te viera Sage? – decía el Caballero de Altar – serías la oveja negra de la familia.
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En el Inframundo…
- ¡Señor Hades! ¡Debemos invadir el Santuario ahora que no…! – Pandora llegaba a donde se encontraba el Rey del Inframundo en el cuerpo de Alone, pero al entrar, solo notó al dios tirado en el piso con los ojos blancos y con un espectro al lado suyo también con los ojos blancos. Cuando lo revisó, notó que el dios estaba en un estado de intoxicación y al lado, notó la carne que había traído el espectro y en enseguida supo – Esto es obra de la maldita de Athena… ¡Maldita seas Athena!
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Continuará…