Tu sonrisa tan resplandeciente…

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camilo navas. Bueno, es la intención del especial, aunque bueno, la última parte me la escribí de último momento y veo que sí estuvo buena jaja. ¡Saludos!

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ChrisTM. Jaja, pues sí, el Thriller nunca puede faltar en Halloween y bueno, con los Caballeros Dorados en ese estado, pues ni modo, debieron hacer eso jaja. ¡Saludos!

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nadaoriginal. La comida de Sasha debe ser el arma más letal del mundo, sabiendo que puede matar hasta al mismísimo Hades, bien pudieron hacer eso como contraataque XD. ¡Saludos!

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Sin más, comencemos…

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El Cid cayó en batalla, pero gracias a él, lograron vencer a los dioses del sueño, los cuales poseían un poder superior a los Caballeros Dorados, pero el Caballero de Capricornio logró vencerlo ayudado por el Caballero de Pegaso y gracias a la flecha dorada de Sagitario el cual logró penetrar el alma de los dioses y finalmente, morir a manos del Cid, pero con él incluido.

En estos momentos, en Star Hill, Hakurei ahora estaba con las ropas de Patriarca, sabiendo que su hermano Sage había muerto en la batalla contra Thanatos, él debía tomar ahora la posición del Patriarca.

Según las reglas del Santuario, cuando el Patriarca en vida no elegía a un sucesor, el que tomaría su puesto sería el Caballero de Altar, por lo que el peli blanco, tendría esa responsabilidad.

Sabiendo el gran puesto que debía tener, el Caballero de Altar solo se puso el casco y veía todo el Santuario desde la zona en la que el Patriarca normalmente vivía. Ya teniendo todo lo que necesitaba, habló fuerte y claro, sabía que debía convencer a todos los sobrevivientes del último encuentro contra las fuerzas de Hades.

Antes de eso, sabía que, para lograrlo, se debía destruir la barrera del sueño que envolvía el castillo de Hades, por lo que quien entrara ahí, sería mandado a dormir por toda la eternidad, sin embargo, había una forma de destruir la barrera y era lanzando un objeto bendecido por un dios.

Athena bañó con su cosmos la flecha dorada de Sísifo y este desde la casa de Sagitario, la disparó y esta voló hacia la barrera del castillo de Hades, quitando la protección del dios del Inframundo.

Ya sabiendo esto, solo era cuestión de lógica de convocar a los Caballeros que estaba reconstruyendo el Santuario.

- ¡Escúchenme Guerreros del Santuario! – la voz de Hakurei hizo que todos los que estaban en el lugar lo escucharan.

- ¿Qué es eso? ¿Es el Patriarca? ¿La voz del jefe del ejército de Athena? – todos al escuchar su voz, se arrodillaron para saber que diría.

- El día de la batalla decisiva ha llegado, la barrera del sueño ha sido destruida y el castillo en donde se encuentra Hades está desprotegido. Manigoldo de Cáncer y el Cid de Capricornio murieron en batalla, esta es la oportunidad que debemos usar para lograr ganar. Aldebarán de Tauro, Asmita de Virgo y Albafíca de Piscis, así como otros compañeros, fueron víctimas de la guerra. Sin embargo, no lo olviden, nuestra fuerza viene del interior, reside en nuestro cosmos. ¡Por Athena! ¡Por el bien de la humanidad! ¡Y también, por los Caballeros de las generaciones futuras! ¡Vayamos juntos a la batalla final!

Los demás se animaron bastante, tanto que ya se sentía el ambiente de lucha, todos los Caballeros, aspirantes, soldados rasos, estaban listos para luchar contra quien se le pusiera en frente.

- ¿Sabes Sage? Estos Caballeros son muy valientes, me recuerdan a nuestros compañeros y amigos de hace más de 200 años. Bien, esta será mi última batalla… mi alma… ¡Vibra emocionante por la experiencia!

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Con Tenma y los demás…

El Caballero de Pegaso estaba junto con Yato y Yuzuriha subiendo el castillo de Hades desde afuera, así que los tres estaban poniendo todo de sí para lograrlo.

A pesar de que Tenma había sufrido mucho por la pérdida del Cid, este seguía adelante como si nada hubiera pasado, recordaba las palabras del Caballero de Capricornio antes de su muerte, debía seguir adelante y volver su corazón frio como una espada.

Aunque no eran los únicos en el lugar, pues resulta que toda la armada de la diosa de la guerra se reunió en el sitio siendo tele transportados con ayuda del pequeño Atla. Aunque Hakurei debía comandar la armada, decidió dejarle el resto a Sísifo ya que sentía que él era mejor comandante.

Volviendo con Tenma, Yato y Yuzuriha, se notaba como seguían subiendo, los pensamientos del castaño estaban enfocados más en Alone, seguía con la idea de detenerlo para que más sangre inocente no corriera.

En eso, escuchó algunos gemidos de parte de Yato, el cual parecía estar cansado.

- ¿Qué pasa Yato?

- N-No tengo idea… mi cuerpo no me responde… como quiero – se notaba en el rostro del Caballero de Unicornio que estaba bastante agotado por alguna razón, aunque no fue el único.

- ¿Qué pasa Yuzuriha? – Tenma notó a la amazona de Grulla en el mismo estado que su amigo peli negro.

- L-Lo siento Tenma, pero ya no… - Yato no pudo más al igual que Yuzuriha y ambos comenzaron a caer hacia abajo, cosa que hizo que el castaño no lo pensara dos veces y se lanzara por sus amigos los cuales logró atrapar, pero se notaba que estaban muy débiles por alguna razón que no comprendía - ¿Por qué se dejaron de mover? Y ahora… ¿Qué mierda hago?

- Tenma – una voz detrás de él lo hizo pensar un momento en quien podría ser, pero esa voz jamás la podría confundir con alguien más – tranquilízate ¿quieres?

- ¿D-Dohko?

- Tenma, si te das por vencido ahora, no podrás salvar a tu amigo Alone, así que cálmate – el Caballero de Libra lo hizo relajarse un poco y sin más, loa ayudó a subirse junto con Yuzuriha y Yato.

- ¿Qué haces aquí?

- Es que no podía dejar a mi alumno más impulsivo solo – decía entre sarcasmos el Dorado – es que todo podría ser peligroso.

- C-Claro que sí – Tenma estaba feliz por ver a su maestro ahí, pero de ahí, sintió otro cosmos junto a él.

- Como lo sospeché – la voz fue conocida por Tenma y más cuando lo miró.

- Shion. De repente, ellos se desmayaron.

- Es el efecto que da la Barrera de Hades – explicaba el Caballero Dorado de Aries – mi maestro me explicó una vez que alrededor del castillo de Hades, no solo existe la barrera del sueño, existe otra barrera invisible que reduce el poder de nosotros, los Caballeros de Athena, a solo una décima parte de nuestro poder, así que es la razón por la que ellos están así.

- Las Armaduras del rango de Bronce y de Plata son más vulnerables al efecto de la barrera, pero las Doradas son más resistentes.

- Pero entonces… ¿Por qué sigo en pie? ¿Por qué no me he debilitado?

- Por la pulsera que llevas puesta – contestó Shion – contiene la bendición de la diosa Athena, es lo que te ha estado protegiendo, si la usas, te ayudará a ganar elevando tu cosmos.

- Sasha – el castaño miraba la pulsera de su amada, a pesar de los años y la distancia en la que estuvieran, ella siempre lo protegía.

- ¿Por qué la sigues llamando así? Eres un irrespetuoso – la voz de Yato hizo al castaño ver hacia este – es la diosa Athena, idiota. Jamás lo vas a entender ¿verdad?

- Yato – Pegaso notaba como su amigo se levantaba a pesar de estar muy débil por el efecto de la barrera del dios del Inframundo.

- Escúchenme bien, ni crean que me derrotará algo tan estúpido e insignificante como lo es la barrera de ese maldito dios.

- Tampoco yo – Yuzuriha se levantó y Shion notó eso – tampoco me he dado por vencida, así que debemos darnos prisa.

- Así es, así que levántate también idiota – el Unicornio miró al otro caballero equino.

- Tienen razón Tenma, así que no te preocupes, nosotros vamos a ayudarte – decía el Caballero de Libra – cumplirás la misión que se te fue encomendada desde la era mitológica.

- Gracias – el chico finalmente asintió y fue con los demás en busca de Alone, mientras que, en la tierra de abajo, los demás miembros del ejército ateniense estaban preparándose para luchar.

A pesar de que gran parte de los Caballeros estaban listos, Sagitario ordenó no hacer nada ya que sabía que las ordenes que había dado Hakurei eran precisamente no dar un paso en falso ya que sabía de la peligrosidad que rondaba el castillo.

Paradójicamente, desde el castillo de Hades, se veía a varios soldados de la muerte vigilando el lugar desde las afueras mirando a todo el bando ateniense.

- ¿Qué les pasará?

- De seguro miraron el castillo y están temblando de miedo – decía entre risas uno de los guardias.

- Mira eso – uno de ellos notó como una figura envuelta en una sábana llegaba hacia donde estaban.

- Alguien se aproxima.

- Vaya – la figura se puso delante de todos los guardias y solos veía con una sonrisa dibujada en su rostro – un ejército de espectros solo para mí.

- ¿Quién eres tú? ¿Un Caballero?

- ¿Por qué viniste solo imbécil? ¡Voy a cortarte en mil pedazos! – uno de los guardias saltó con una gran guadaña hacia la figura, pero este solo lanzó su manto envolviéndolo y lazándolo al vacío, pero a la vez, reveló su identidad.

- ¿Qué cosa? – los guardias no creían lo que veían – pero es imposible, solo es un anciano.

- Cualquiera que intente entrar al castillo de Hades será castigado con la muerte.

- Que vergüenza, parece que no aprendieron a respetar a sus mayores – decía Hakurei que era el tipo de la sabana - ¡ahora probarán el poder de un anciano!

El Caballero de Altar empezó a arrasar con todos los soldados, varios de ellos solo cayeron ante unos simples golpes tal y como lo decía el peli blanco.

- ¿Q-Quien es él?

- Bueno, parece que algunos quieren seguir – al decir eso, varios de los soldados salieron corriendo asustados por eso – que lastima, los espectros ya no son tan fuertes como lo eran antes.

El viejo Caballero finalmente llegó a las puertas del castillo del Rey del Inframundo.

- ¿Saben? Dentro será muy divertido jaja, siento que esto será muy emocionante.

Mientras tanto, los demás seguían subiendo hacia el castillo, pero llegó un momento en el que cuanto más subían, más sus podres bajaban, incluso Dohko junto con Shion que eran Caballeros Dorados, sentían el cosmos de sus Armaduras perderse y sus fuerzas se debilitaban cada vez más.

- ¡Vamos Tenma! Ya estamos cerca de la cima, no te des por vencido.

- Ya casi voy llegando – decía el castaño – además, Yuzuriha y Shion van muy atrás.

- Yuzuriha – el Caballero de Unicornio sintió preocupación por la guerrera de Grulla, y cuando volteó la mirada, notó la ausencia de ella, además del Caballero de Aries - ¡¿A dónde se fueron?!

- ¿Quiénes? – Tenma miró hacia abajo y notó que las palabras del Caballero de Unicornio eran ciertas y cuando miró, notó que no estaban los dos lemurianos.

- ¿A dónde fueron?

- Shion. Yuzuriha.

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Continuará…