nadaoriginal. Aiacos aquí luce más sádico y todo, como debe ser un Juez del Inframundo y ahora, se viene el encuentro entre Hades y Tenma.
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camilo navas. Gracias, la batalla entre esos dos me costó un poco, aunque creo que di en el blanco, ahora vamos con el nuevo enfrentamiento entre esos dos.
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Sin más, comencemos…
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- ¿Cómo te encuentras… Hades?
- Quisiera decir lo mismo, aunque la verdad solo vengo por el Juez – el dios maligno miró a Aiacos - ¿y bien? ¿Qué harás?
- Ni siquiera lo sé, tener piedad de un Caballero de Bronce que me está protegiendo, que patético.
- Nunca tendré compasión por un villano como tú, pero… - Pegaso le daba la espalda a Aiacos – las personas que mueren delante de mi muchas veces no merecen eso, para nada.
- Como siempre Pegaso mostrando su fortaleza, por eso es que Athena te tiene tanto cariño – río el dios del Inframundo - ¡soy una deidad y tu un simple humano! ¡Te mataré, así como lo hice con tu pueblo, tus amigos, tu maestro Dohko de Libra y a todos los que consideras familia!
- Maldito… puede ser que sea cierto – el castaño comenzó a elevar su cosmos – los tiempos cambian, las vidas se acaban, sin embargo, ¡jamás me rendiré! ¡Ya tomé mi destino y no cederé ante él!
- Tenma.
- ¡Meteoros de Pegaso! – gritó el chico mientras que lanzaba varios ataques al dios el cual terminó con parte de su brazo derecho sin la túnica – solo yo acabaré contigo Hades.
- Jaja… parece que evolucionaste – el peli negro le lanzó una onda cósmica lo que lo golpeó un poco al Caballero – me has alegrado mucho, cada día tu cosmos se acerca al mío, Pegaso… mi amigo y mi mayor némesis.
- Hades – Tenma observó como el dios cargaba una gran cantidad de cosmos de escala universal y se la lanzó.
- Parece que el Caballero de Pegaso por fin terminó sucumbiendo – esa fue la declaración del dios hasta ver como es que el castaño daba lo mejor de sí para evitar que el cosmos le cayera encima – vaya, así que rehúsas recibir el castigo mío.
- El entrenamiento que recibí en la Isla Kanon no fue en vano y por eso es que no cederé ante ti… ¡muchas personas murieron por mi culpa! ¡Y yo me encargaré de regresarles ese favor! – Tenma estaba empujando la energía cósmica de Hades el cual solo sonreía complacido por todo el espectáculo.
- Realmente me has sorprendido Pegaso, nadie como tú se ha opuesto a mi – Tenma comenzó a absorber el cosmos de Hades y este lo estaba usando para crear una explosión que sería legendaria.
- No te voy a dejar sola en esto, Alone… ¡no estás solo! ¡Por eso, con tu propia energía, crearé un nuevo comienzo con un enorme Big Bang! – Tenma absorbió toda la energía cósmica lanzada por el peli negro lo que provocó una enorme explosión en la que al final de todo, el castaño quedó en el suelo bastante cansado mientras que el dios quedó con sus mangas rotas, pero casi ileso – esto tiene que ser una broma.
- Vaya, finalmente lograste hacer un gran paso, sin embargo, sigues siendo un humano mientras que yo soy un dios. Pudiste crear un Big Bang, sin embargo, aun eres muy débil para eso. Como dijiste, querías acabar todo de una vez, pues parece que no vamos muy lejos – Hades sacó su espada y la apuntó hacia el Caballero - ¡acabaré con tu vida!
- Pues inténtalo – el castaño se levantó, aunque sentía que el cuerpo le pesaba mucho – luego de ese ataque realmente no creo poder seguir de pie.
- ¡Muere Pegaso!
- ¡Hermano! – una voz llegó al sitio y esta se situó detrás del Caballero de Pegaso, su cosamos era muy grande, por lo que todos supieron de que se trataba – tiempo sin vernos.
- Athena.
- Sasha – el castaño sonrió al ver a su diosa en el lugar.
- Alone, como sigas usando tu cosmos de forma imprudente esta será nuestra batalla decisiva como Athena y Hades – dijo Sasha mientras que elevaba su cosmos.
- Que bueno que llegaste Sasha – sonrió el chico mientras era abrazando por la espalda de parte de su pareja.
- Como siempre me ponga nostálgica y quiero que los días de antes regresen, nuestra pulsera simboliza eso, la unión que poseíamos de pequeños, pero del mismo modo quiero que volvamos a estar juntos.
- Vaya, vaya, de nuevo ante la diosa que prefiere a los patéticos humanos, y más cuando esta tiene una relación amorosa con uno de ellos, que patética eres Athena, pero me da alegría también ya que esa farsa que poseen ustedes… ¡la terminaré!
- ¡No lo permitiré! – la diosa proyectó su cosmos contra el dios del inframundo – tienes razón Hades, terminemos con esto de una vez y paremos la Guerra Santa.
- Parece que finalmente lo comprendes – Hades dirigió su espada hacia la diosa la cual estaba por lanzar una onda cósmica hacia el malvado Rey, pero la espada fue tomada por el castaño con todas sus fuerzas.
- Tenma.
- No te dejaré batallar sola Sasha, después de todo, no estás peleando sola, estás con tu ejercito – el Caballero de Pegaso la miró fijamente – tenemos sentimientos del mismo tipo, además, no dejaré a mi novia batallar sola.
- Tenma – la peli lila sonrió - ¡no cederé entonces! ¡acabamos con esto Hades!
- Su cosmos se está elevando al máximo, pero su sangre está invadiendo mi espada y, es más cálida de lo que pensé – Hades miraba como es que la peli lila vertía parte de su sangre en el arma del dios de la muerte y una enorme luz se ponía en el lugar.
- ¡La Guerra Santa ha finalizado!
- ¡No lo permitiré! – gritó una voz femenina llegando al lugar, Tenma tomó a Sasha y la alejó de la maligna presencia la cual resultó ser una vieja conocida - ¡no me quitarán a mi señor Hades!
- ¿Pandora? – Tenma vio a la peli negra tomar el cuerpo lastimado de Hades - ¿estabas viva?
- La Guerra Santa no termina, no hasta que ustedes mueran – la mujer estaba por subirse a la carroza en la que el dios y ella se irían - ¡aprovecharon mi ausencia para hacerle eso a mi señor Hades! ¡Tú maldita víbora rastrera!
- Deja de hablar así de Sasha maldita vieja histérica.
- ¿Cómo me has dicho?
- Que ella es más linda, mejor persona y mejor chica que tú que solo eres una vieja loca… me das hasta pena.
- ¡Cállate! – gritó la peli negra lanzándole una ráfaga cósmica a Tenma que lo mandó a volar y estrellarse.
- ¡Tenma! – ahora, ambas mujeres estaban cara a cara mirándose fijamente, aunque luego una ráfaga de cosmos rayó un poco la pierna de la diosa de la guerra.
- Al igual que en Atlantis vas a hacer que tus Caballeros se interfieran en mi camino, realmente son unos estúpidos, en especial ese maldito de Pegaso, solo es un idiota que necesita morir para que podamos ganar la guerra.
- ¡Basta! – gritó la peli lila – puedes hablar mal de mí, ¡pero no hablarás mal de mis Caballeros! ¡En especial de Tenma!
- Vaya, vaya, parece que la diosecita de cuarta si se siente atraída por su estúpido humano, pues bien, los mataré a ambos – Pandora lanzó varias serpientes las cuales iban a atacar a la diosa, Tenma se puso en su camino, aunque estas se comportaron como cuerdas que envolvieron los dos cuerpos – supuse que Pegaso intervendría en todo. Si los elimino ahora, nada molestará al corazón de mi señor Hades.
- M-Maldita idiota, con que eso tramaba.
- ¡Mueran ustedes dos!
- ¡Alto Pandora! – gritó Hades saliendo de la carroza y mirando fijamente a la peli negra – personalmente yo mataré los lazos que tenemos con ellos dos. ¡No intervengas!
- C-Como ordene señor Hades.
- Toca el arpa – el instrumento apareció frente a Pandora mientras lo tocaba y eso animó a Hades a continuar – pongan atención, este no es el sitio de la batalla final. Si en verdad quieren derrotarme, entonces ven con todo tu ejército a mi castillo.
- ¿Castillo? – los dos chicos miraron al cielo notando como que aparecían varias edificaciones en el cielo mismo - ¿Qué hacen esas casas en el Lienzo Perdido?
- ¿Qué qué es esto? Sencillo, resulta que no pensé en volvernos a encontrar aquí en la tierra, así que tómenlo como una invitación a mi castillo.
- ¿Invitación? ¿Qué estupideces dices Hades? ¡Prometimos enfrentarnos directamente ya sea en el cielo o en el mar! No te dejaré escapar.
- ¡Patrañas! Quien los está dejando escapar soy yo – Hades lanzó una ráfaga de cosmos que empujó lejos al Caballero y sin previo aviso, el Rey del Inframundo tomó del cuello a la peli lila.
- Mierda… su cosmos es más aterrador que antes.
- Me encanta ver esa expresión de terror en sus caras. Escúchenme bien, cuando lleguen con sus Caballeros hacia el cielo, se encontrarán con las Casas Malignas de mis Estrellas, en donde el dolor y la muerte abundan mucho. Cuando lleguen a Atelier (Taller o estudio) al final, daré muerte a los Caballeros.
- ¿Darnos muerte? ¿Piensas que la muerte es la salvación?
- Ustedes no necesitan eso – Hades lo miró fijamente - ¡la Tierra necesita purificación! ¡Los Caballeros la han corrompido, por eso la muerte es su mejor castigo! ¡Por eso sufrirán mi eterno castigo! ¡Los esperaré!
- H-H-Hades – la diosa fue soltada y dejada en el suelo mientras que el dios del Inframundo se iba del sitio, aunque Tenma se puso de pie.
- ¡Espera! El ganador aún no está definido.
- De nuevo corres hacia tu muerte Pegaso, aun así… ¡creo que tu mereces la mejor de las suertes!
- ¡No me hagas reír hijo de puta! – gritó el Caballero para darle un puñetazo, pero en eso, una puerta cayó detrás del dios - ¿Qué demonios? ¿La puerta que estaba en el cielo?
- Esta es la puerta de entrada al Lienzo Perdido – la puerta se abría frente a ellos – esta es la entrada a las casas Malignas, pero al mismo tiempo es su primer obstáculo. ¡Solo uno se volverá arrastrándose, Pegaso!
- ¡Maldito! – el castaño corrió hacia la puerta la cual Hades cruzó y al momento desapareció - ¡HADEEEEEEESSSSSSS!
- Tenma – la peli lila suspiró algo cansada por lo que fue atendida por su pareja.
- Sasha, estás herida y además por tu sangre…
- La mano de Alone… estaba helada – susurró la chica pegándose al Caballero de Pegaso – lo suponía.
- Por favor Tenma… ayúdame a ir allá.
- Sabes que a donde tú vayas yo iré – el de cabello castaño le dio un beso en los labios, cosa que ella correspondió. Luego, la tomó en estilo nupcial y comenzó a llevársela de ahí hacia el barco de la esperanza en el que los demás Caballeros estaban reunidos.
El navío despegó del lugar mientras que Yato miraba de cerca las pinturas que había realizado el dios del inframundo.
- Están pintadas con tanto detalle que realmente cuesta pensar que esto lo hizo un dios.
- No hay tiempo de eso, hay que tirarlas y… - todo el mundo en ese preciso momento comenzó a escuchar un arpa, los soldados rasos más débiles sucumbieron a esto, de hecho, lo más horroroso fue cuando los corazones de varios de ellos salieron de sus pechos.
- ¡¿Por qué sus corazones salen de esa manera?!
- Y más importante, ¿de dónde viene esa música de arpa?
- ¡Jajajajaja! Como esperaba de los corazones de los Caballeros de Athena, son totalmente inmundos – dijo una voz nueva llegando, aunque su cosmos mostraba que era peligroso.
- ¿Q-Quien eres tú? – Tenma se puso delante de Sasha para protegerla de cualquier peligro.
- Soy el primer guardián del Lienzo Perdido, Pharaoh de Esfinge, Estrella Celeste de las Bestias, he venido a juzgar sus corazones arrancándolos de sus pechos.
- ¡Un espectro!
- No importa, ataquen la puerta – todos los demás atacaron la dichosa fortaleza, pero ningún ataque dio efecto.
- ¡¿No recibió ni un solo rasguño?!
- Sus fuerzas no son lo suficientemente fuertes para derribar la puerta, ahora… - Pharaoh mostró su arpa - ¿Por qué no me dejan revisar sus corazones?
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Continuará…
