camilo navas. La batalla de los gemelos fue muy buena, aun así, la aparición de Yoma no será lo único en este capítulo.

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nadaoriginal. Las cosas van fuertes ya en el Lienzo Perdido, los demás que venían quedaron fuera, el robo del poder de Sasha y la casi total revelación de la relación de los dos, aunque vamos a confirmar eso sabiendo como son los Caballeros.

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Sin más, comencemos…

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- ¡¿Y este quien mierda es?! – exclamó Tenma mirando cómo es que lo abrazaba un hombre vestido con saco y con un sombrero.

- ¡Tenía tantas ganas de verte hijo! ¡Tiempo sin conocerte, mira cómo has crecido!

- ¿Cómo que hijo? No, no puede ser, ¡yo solo recuerdo a mi madre, ella y yo viajábamos solos! ¡No había ningún padre en el lugar! – pensó el castaño alejándose del hombre con una patada directa al rostro – ¡a mí no me toques hijo de puta! ¡Hace años murió mi padre en un viaje, nos abandonó a mí y a mi madre! ¡Muéstrame tu verdadera cara, maldito espectro!

- Vaya, te pareces mucho a tu madre mi querido Tenma – el hombre se levantó de golpe – ella siempre lloró por su devoción al vals, que gran bailarina que era.

- ¿Qué estás diciendo?

- Déjame explicártelo más a fondo para que entiendas – decía el hombre el cual fumaba un cigarro y le mostraba unas escenas a Tenma el cual quedó sin palabras.

- ¡¿Cómo es que sabe de mi madre?! – en el recuerdo, salía su progenitora, junto con un tipo igual a él, pero de adulto, junto a ellos estaba una niña la cual pudieron identificar como una joven peli negra la cual le informaba a Partita, la madre del Caballero de Pegaso que en ese momento estaba embarazada, que su madre también daría a luz en diciembre – esa niña es… ¡¿Pandora?!

- Verás Tenma, hace muchos años un joven salió de un lejano país, un país en guerra contra el Shogun, siguiendo a la Estrella del Mal que había despertado en su interior, salió de ese mundo en guerra que lo mantenía preso. Y justo ahí… lo encontró, el alma del Caballero Pegaso que había descendido a la tierra.

- ¿Cuál es tu punto en todo esto? – preguntó con rabia Tenma el cual tuvo que ser calmado por Sasha la cual se puso seria por todo el asunto.

- Este joven siguió el cometa que cayó en otro lejano país en el cual se había reunido las estrellas del Mal que estaban despertando al igual que el joven.

- ¡¿Eso quiere decir que yo…?!

- ¡Así es mi querido Tenma! ¡Eres el Pegaso de esta era! Y no solo eso… - el hombre comenzó a reír – ¡naciste bajo el mismo lugar que el dios Hades! ¡Y nacido de su padre, el espectro Yoma de Mefistófeles!

- ¿Q-Que me estás diciendo? ¿Cómo es que yo soy hijo de un espectro? – se preguntaba en voz baja el chico, el hombre frente a él se transformó obteniendo una Sapuri.

- Tu eres una semilla Tenma, un pequeño aporte mío a la Guerra Santa.

- ¿Qué me estás queriendo decir? Apareces de la nada hablando mierda, ¡no lo voy a permitir! ¡Meteoros de Pegaso! – los ataques del castaño fueron inútiles ante el poder de Mefistófeles – ¿Cómo? ¿Detuvo mis Meteoros de Pegaso como si nada?

- ¡Es excelente! Justo lo que esperaba de mi hijo, pero como sea, este ataque no es nada contra mí, mi armadura es tan fuerte como el mármol, justo lo que esperaba de un actor.

- ¿Mármol? ¿Teatro? ¿Qué mierda me quieres decir con todo esto?

- ¿No lo sabes mi querido Tenma? Es simple, los Caballeros, espectros y dioses, todos están en el mismo escenario. Así somos, la muerte es muy aburrida.

- ¿Qué?

- Por eso camina más lento Tenma – Yoma se le acercaba más al Caballero de Pegaso – ¿aún no lo ves Tenma? La semilla de la muerte tiene dos partes, una está en tu interior y la otra la conoces bien porque está en ese amigo tuyo tan cercano.

- Imposible, ese es…

- ¡Sí, el cuerpo del señor Hades! ¡Tu amigo Alone! – las palabras del espectro de Mefistófeles dejaban cada vez más molesto y confundido a Tenma.

- ¿A qué te refieres de todo esto? ¡No entiendo nada!

- Lo simplificaré de este modo, la noche en que el hermano menor de la señorita Pandora nació, se aproximaba más y más la guerra Santa, por lo que tomé el alma del dios Hades y hui de ahí – empezó a reír – tendríamos que haber visto el castillo como estaba, la señorita Pandora llorando y luego de eso, supongo que sabes que pasó no es así.

- Tu… ¡tu…!

- Encontramos al alma más pura haciéndonos pasar por religiosos y de ahí, solo era cuestión de tiempo para que tanto tu como el recipiente del señor Hades se encontraran y así comenzará la Guerra, después de todo, ustedes dos son enemigos desde tiempos mitológicos, yo solo seré un espectador de todo el conflicto, después de todo, tengo varias cosas que hice contigo Tenma…

- ¡Cierra tu puta boca! – el castaño comenzó a darle varios golpes al espectro no queriendo escuchar ninguna de sus cosas, sin embargo, antes de que este siguiera, notó como Yoma tomaba a la diosa de la guerra – ¡Sasha!

- Vaya, vaya, parece que las cosas no salieron como planeaste ¿verdad querida?

- ¡Déjala ir pedazo de mierda!

- Vaya que realmente recuerdas los días que ustedes pasaban juntos cuando eran más jóvenes, no solo eso, que reencarnaras como la hermana del dios Hades. Vaya que cosas de la vida, Athena. Pudiste haber reencarnado normalmente en el Santuario y ser venerada como la diosa que eres, pero elegiste nacer como una humana viviendo en un sucio y maloliente orfanato, ¿acaso esto fue lo que querías? – Mefistófeles estaba sonriendo de forma malvada, pero eso se quitó al ver la calma de la peli lila.

- No había un plan desde el inicio, simplemente quise vivir mi vida como una humana normal, ignorante completamente de la Guerra Santa. Siendo humana, no tenía padres, éramos pobres y todo eso, aun así… yo era feliz – la sonrisa de Sasha era radiante y mostraba que sus palabras eran totalmente honestas – tenía a varios amigos con los cuales podía confiar mucho, en especial mi hermano Alone y mi querido Tenma, el cual se convirtió en algo más que un simple hermano mayor para mí o en un simple Caballero de Bronce.

- ¿En algo más que eso?

- Sí, es un sentimiento que ningún dios tiene. Lo comprendí como humana, es un sentimiento muy hermoso como la misma fuerza humana que los hace seguir adelante… la voluntad humana es admirable, no solo eso, el amor que se tienen es fuerte y es la razón por la que quiero mucho a la humanidad.

- Sasha – sonrió por lo bajo el Caballero de Pegaso – igual lo creo, ella es mi todo y por ella es que peleo, ¡no dejaré que alguien como este tipo que se cree que es mi padre me diga que debo hacer en esta Guerra Santa!

- ¿Tenma? – el castaño rápidamente le arrebató a su chica al espectro de Mefistófeles, pero sin pensarlo dos veces, la diosa recibió de lleno un beso en los labios de parte de su Caballero, aunque fue corto.

- No somos herramientas de la Guerra, mientras Sasha y yo estemos juntas no hay nada que no pueda hacer, incluso si eso significa tener que enfrentarme a los mismísimos dioses.

- Ya veo… parece que las cosas no pudieron salir mejor, un escenario el cual no se puede predecir, ¡maravilloso! – exclamó el espectro el cual creó un caballo alado con su cosmos listo para irse – nos veremos después, mi querido Tenma y también a la diosa Athena, o debería decir… querida nuera.

- ¡Espera, no he acabado contigo! – de nada sirvió ya que Yoma se fue del sitio dejando solo a los dos chicos bastante estupefactos, sin embargo, Regulus y Shion se descongelaron luego de que la presencia de Yoma desapareció, así que el castaño solo tomó a su amada y se fue del lugar, los dos Dorados solo siguieron a los dos que iban delante, su destino era la segunda casa del Lienzo Perdido.

- Hermano, espera que estamos más cerca de llegar a donde estás – fueron los pensamientos de Sasha siendo llevada por su amado Pegaso hacia el segundo templo.

- Oye Regulus, ¿crees que deberías decir algo? – preguntó Shion en voz baja hacia el Caballero de Leo el cual estaba algo confundido.

- No sé, como nunca he vivido una situación así, las pocas chicas que hay en el Santuario no les he prestado atención… ¿o es algo más Shion?

- Nunca antes se ha visto a Athena con un amante, la historia siempre dice que ella como diosa nunca abrió su corazón hacia algún humano o dios, pero el solo hecho de que Caronte haya mencionado que algo pasaba de ese calibre entre la diosa Athena y Tenma ya es muy sospechoso – unos segundos después, arribaron a las puertas del nuevo templo, al entrar notaron que este era como una especie de sala de juicios, una cantidad grande de monjas estaban escribiendo varias cosas en muchos cuadernos.

- ¿Qué es este sitio?

- ¿Acaso esta es la segunda casa maldita, la casa de Venus?

- Me pregunto porque es que están tan concentradas escribiendo todas estas mujeres.

- Están registrando todas las experiencias de las personas que serán salvadas por el Lienzo Perdido – la voz era de quien parecía ser el jefe ahí, este estaba en el sitio en el que normalmente estaría un juez, su voz sonaba imponente.

- ¿Qué cosa?

- ¿Podrían ser tan amables de no interrumpirlas? Por fin, luego de tanto tiempo, el Lienzo Perdido del señor Hades estará completo.

- Supongo que este es el guardián de esta casa maldita.

- ¡ESCUCHA! – el grito de Tenma descontroló a las monjas, aunque luego salieron varios látigos los cuales fueron hacia los Caballeros, pero Tenma se aseguró de que ninguno tocara a su diosa.

- Guarden silencio. Como pudieron ver el reloj de la entrada, una vez que dé la vuelta completa, el Lienzo Perdido se habrá terminado.

- T-Tu eres…

- En este momento debería tener lista la historia de todos los seres humanos, cumpliendo con mi deber como Lune de Balrog, Estrella Celestial de la Excelencia – exclamó el espectro escribiendo más en el cuaderno que poseía frente a él.

- ¡No me importa eso, tengo que darme prisa!

- Que vulgar eres, pero el señor Hades tiene más trabajo que yo, así que… ¡los descuartizaré con mi látigo! ¡Punto final!

- No tan rápido – antes de que la técnica se concretara, el látigo de Lune se destrozó liberando a Regulus, Tenma y a Sasha.

- ¿Qué fue lo que pasó?

- No has cambiado nada, incluso en una batalla te preocupa más terminar tu trabajo, Lune – Shion ondeó un poco su capa – el próximo nombre que registrarás será el tuyo, esto de parte mía.

- Ah, te reconocí con solo escuchar tu voz, como podría olvidarte… Shion de Aries.

- ¿Cuántas vidas humanas has registrado en ese libro Lune?

- Muchísimas, millones de vidas humanas. Mi trabajo no ha sido nada comparado desde la cantidad registrada desde el inicio de los tiempos. Yo soy quien conoce a cada uno de los humanos, su historia y todo, supongo que sabes a lo que me refiero – los demás miraron a Aries el cual estaba callado – hace 8 años estabas perfectamente capacitado para realizar este deber.

- Lo sé, pero ahora he cambiado, gracias a las enseñanzas de mi maestro.

- Cierto, el contacto con muchas personas te hizo cambiar Shion, aquí está el nombre de esa persona, Hakurei.

- ¡Correcto, deberías dejarnos pasar entonces! – exclamó Pegaso, pero se ganó la dura mirada de Lune.

- Tenma de Pegaso, tú tienes un pecado bastante grande que está registrado en letras grandes en mis registros – el espectro de Balrog dejó a un lado su pluma – has cometido un pecado muy grande Pegaso, en esta era… has osado en poseer de forma amorosa a tu diosa, Athena.

- ¿Qué cosa? – Shion y Regulus quedaron sin palabras, sus dudas fueron aclaradas sobre la relación que poseían Tenma y Sasha en secreto.

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Continuará…