nadaoriginal. Lo han cachado con las manos en la masa, en algún momento tenía que salir lo de su relación con Sasha, lo de Yoma lo dejó bastante pensativo, pero si no quiere ser como él, es como dices, los preservativos son necesarios jeje.

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Sin más, comencemos…

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La segunda casa maldita del Lienzo Perdido fue arribada, aunque la sorpresa que se esperaban Shion y Regulus sería de gran impacto, no se esperaban nada de esto.

- ¿Q-Que has dicho Lune?

- El pecado grande que ha cometido el Caballero de Pegaso es algo imperdonable, ni siquiera sus múltiples encarnaciones podrás hacer pagar el precio de esta atrocidad – decía el guardián del templo de Venus – Pegaso ha cometido el pecado de pretender románticamente a su diosa por la que lucha.

- No… eso no puede ser – susurró Shion, sin pensarlo, rozó la armadura de Pegaso que llevaba Tenma y tuvo una corta visión de algunos momentos que su compañero de armas y su diosa tuvieron antes y durante la batalla contra Hades – Tenma… tu…

- Parece que no olvidas ese viejo hecho de que puedas ver la vida de las personas a través de las armaduras, Shion – Lune habló mirando al peli verde el cual solo lo miró – aún recuerdo hace años cuando hacías eso y te parecía algo común, espiando a las personas a través de sus armaduras.

- Eso ya no lo hago más, he cambiado.

- Hm, pues parece que no es así ya que la reacción que tuviste al tocar la armadura de Pegaso te hizo cambiar un poco la cara, no me mientas en eso.

- P-Puede que sí, sin embargo, aunque se trate de alguien de Bronce como Tenma, pude ver también que la diosa Athena le tiene gran cariño, él no ha hecho nada en contra de la voluntad de Athena, ella misma lo ha aceptado de ese modo.

- Ya veo, así que permites que un pecado así sea libre de condena, pues no creo que deba pasar esto por alto, ¡aquí mismo se pagará eso! – Lune elevó su cosmos haciendo que muchas ráfagas de aire fueran hacia los 4.

- Muro de Cristal – el ataque defensivo de Shion evitó que alguien resultara dañado – Tenma, diosa Athena, Regulus, váyanse de aquí, yo me encargaré de Lune.

- Como sea, no tardarán mucho en morir en las siguientes casas, pero creo que matando a Shion será algo que voy a disfrutar – exclamó Lune mientras que las cosas se pondrían buenas.

- ¡Revolución del Polvo Estelar!

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Mientras tanto, pasaron muchos minutos desde que Tenma, Regulus y Sasha se habían ido de la segunda casa, sin embargo, el Caballero de Leo estaba con muchas dudas mientras que miraba al castaño el cual llevaba a la diosa en su espalda.

- ¿Ocurre algo Regulus?

- No es nada, solo que… bueno… pasó eso de lo que dijo Lune y la verdad…

- Lo sé, debe ser algo por lo que merezco morir, pretender a mi diosa es algo que no tiene perdón alguno, sin embargo, yo no…

- Es que no entiendo eso del noviazgo ni como funciona eso – las palabras del león dorado dejaron callados a ambos.

- ¿Nunca has experimentado algo así Regulus?

- La verdad no Diosa Athena, no me ha llamado la atención eso – exclamó el chico riendo un poco – como solo me he dedicado a entrenar y esas cosas… no sé eso de novios o cosas por el estilo.

- S-Se puede entender – en eso, escucharon una fuerte explosión proveniente de la casa de Venus, aunque estos siguieron avanzando.

- Eso fue…

- No te preocupes, Shion debe estar bien, él no se rendirá tan fácilmente ante alguien como ese desgraciado de Lune – exclamó el castaño mirando cómo es que el siguiente templo estaba a la vista – mira, ahí está la tercera casa maldita, esa debería ser del planeta Tierra.

- ¡Sí! – llegando ahí, estos observaron cómo es que había una cruz la cual sin dar más explicaciones comenzó a arder.

- ¿Por qué tiene llamas oscuras?

- Quizá fue creada por el guardián de este templo.

- Parece que finalmente llegaron – las llamas tomaron forma casi humana hasta que se reveló la identidad del guardián de ese templo – aquí es donde enterrarán los sentimientos que tienen para salvar la tierra de su inminente final.

- No puede ser… él es…

- Tiempo sin verte, Kagaho de Bennu – Tenma habló mirando al espectro el cual estaba pacifico – desde que te vi en el Santuario no había vuelto a saber de ti, pero parece que las cosas cambiarán ya que te derrotaré.

- …

- ¿Eh? ¿Qué pasa? ¿Por qué no hablas?

- No importa cuántas veces peleemos, tu cosmos no está al nivel para poder ser mi oponente.

- ¿Qué has dicho?

- ¡Crucify Ankh! – el espectro de Bennu lanzó su ataque, este feroz ataque que reducía todo a cenizas, este fue dirigido hacia los demás.

- ¡Cuidado Sasha! – Pegaso lanzó a su novia a un lado, pero esta igual solo fue alcanzada por un poco de sus llamas, mientras que tanto Regulus como Tenma fueron envueltos por estas.

- Deberías preocuparte por ti misma Athena – Kagaho habló mientras que Leo y Pegaso eran envueltas en las llamas oscuras del espectro – de cualquier manera, ellos serán incapaces de liberarse de las llamas oscuras de Ankh, los tienes impotentes.

- Tu…

- Son solo ovejas de tu rebaño Athena. Esa dependencia los hace débiles, esas emociones que promueves los jode. ¡El amor, la confianza, la misma coexistencia! ¡Yo me desharé de todos! – el grito del espectro de Bennu hizo que las llamas aumentaran de tamaño consumiendo a Regulus y Tenma – ahora sigues tú, diosa Athena.

- No… no harás eso… - tanto Kagaho como Sasha escucharon a Tenma hablar el cual, aunque las llamas lo estaban hiriendo mucho, este se levantó una vez más.

- ¿Pegaso? ¿Por qué sigues muy consciente a pesar de que estás ardiendo gracias a mis llamas de Ankh?

- Porque me importa una mierda si mi cuerpo se está haciendo cenizas… pero si te atreves a tocarle un solo cabello a mi Sasha… ¡ES ALGO QUE NO PERDONARÉ! – las llamas alrededor del Caballero de Pegaso comenzaron a retroceder, algo que dejó callado a Kagaho quien que no se creía lo que pasaba, sin embargo, las cosas se complicaban para el espectro cuando un enorme dragón apagó las llamas de Bennu.

- ¿Qué es esto? ¿Un Dragón? Solo conozco a alguien que es capaz de hacer esto – susurró Kagaho mirando arriba y fue justo cuando apareció el culpable – debí suponerlo… ¡Dohko de Libra!

- ¡Estás vivo Dohko!

- Así es Tenma, sigue tu cosmos por lo que pude salir de la Otra Dimensión – el chino acarició el cabello de su hermano menor el cual estaba alegre por ver al castaño vivo – han pasado muchas cosas, pero te lo diré en otra ocasión.

- Parece que no fue suficiente con lo herido que te dejé cuando peleamos antes Libra, justo cuando los demás estaban en el Arca de la esperanza.

- Pues supongo que no fue lo suficiente para dejarme fuera de combate – Dohko habló – pues creo que deberíamos ponerle final a nuestra pelea que se ha extendido mucho ¿no lo crees?

- Hm, parece que al menos coincidimos en algo Libra.

- Antes que nada, tengo que hacer algo Kagaho – Dohko se dirigió a su diosa y camaradas – lamento mi tardanza Athena, pero necesito que tenga esto.

- ¿Eso es…?

- Así es, su armadura como diosa de la guerra.

- ¿La armadura de Athena? ¿La que porta desde la era mitológica y cambia el rumbo de la guerra?

- Gracias Dohko, portaré esta armadura por la paz del mundo y para que la guerra finalice.

- ¡Sí! – en eso, algunas llamas de Kagaho quisieron ir directo a la armadura de la diosa, pero el Caballero de Libra evitó esto usando sus escudos.

- Ustedes no le pondrán ahora fin a la guerra santa, porque seré yo quien lo asesine para que no puedan llegar ante el señor Hades.

- Tenma, Regulus, diosa Athena, váyanse de aquí, yo tengo cuentas pendientes contra este espectro.

- ¡No quiero irme Dohko! ¡Finalmente me encontré contigo, no quiero que ocurra lo mismo en el castillo de Hades! – Tenma notó algo diferente en su hermano mayor y maestro, su cosmos estaba diferente, como si ardiera algo en su interior haciéndolo elevar aun más de lo que recordaba, de hecho, sentía el cosmos de Athena casi en él.

- No me subestimes Tenma, sobreviví a un ataque del mismísimo Hades y en mi sangre corre la sangre de la Athena de hace 200 años, por lo tanto – el cosmos del chino ardió – ¡tengo la protección de un dios en mi interior!

- La sangre que lleva le da un gran poder.

- Tenma, recuerdas que tienes un deber ¿no? Es reunirte con tu viejo amigo Alone.

- Dohko – el castaño solo asintió tomando a su chica y yéndose con Regulus lejos de ahí, aunque estaba sonriendo bastante – ¡gracias hermano!

- ¡No lo permitiré!

- ¡Alto Kagaho! ¡Dragón Naciente! – los dos ataques chocaron creando una onda de choque fuerte, siendo que esto sería una batalla a muerte entre los dos guerreros.

- ¿Seguro que saldrá bien Tenma?

- Sí, la verdad es que pensé que él había muerto, sin embargo, Dohko no es alguien que morirá fácilmente – decía el castaño menor el cual se fue de ahí junto con su diosa y su compañera de armas de Leo. Varios minutos después de estar batallando entre el dragón y el ave de fuego, estos llegaron a un momento en el que Dohko decidió ponerle fin de una vez a la batalla.

- Como dijo Aldebarán, tú no eres un ser malvado, sin embargo… ¡pondré fin a tu existencia Kagaho! ¡Último Dragón! – el ataque del castaño envolvió a ambos en un gran dragón el cual fue elevándose hacia el cielo llevándose a ambos.

- ¡Suéltame idiota! ¡¿Qué demonios crees que haces?! – reclamó el espectro – ¡si seguimos subiendo la presión destruirá tu armadura y mi Sapuri! ¡No seas estúpida, morirás también Dohko!

- Discúlpame por esto, pero no tengo ninguna intención de soltarte – dijo – tienes la misma tristeza en los ojos que mi maestra, él vivió más de un milenio y siempre estuvo solo. Un día él se elevó con su dragón final hasta que se convirtió en una estrella fugaz, por lo que siempre me pregunté porque me dejó solo y no me llevó con él.

- Tu…

- No pienso dejar a nadie solo nunca más, aunque como espectro tienes tus límites. Estás molesto con el mundo por la muerte de tu hermano. Si piensas quemar todo, entonces no podremos estar juntos en esta vida, pero a lo mejor si podamos estarlo en la otra vida.

- ¿Q-Que has dicho? ¿Acaso te has vuelto loco? ¿Piensas desperdiciar tu vida de esta manera? – exclamó Bennu – ¡¿Por qué con tu enemigo?! ¡Un humano no debe tirar su vida así por otra!

- No… te equivocas, pero… ¡hemos dejado la atmosfera! – exclamó Dohko mientras que ambos abandonaban esa capa de la tierra elevándose casi al espacio, Kagaho solo sonrió por lo bajo.

- Entiendo, entonces cuando una persona busca proteger a alguien… ¿lo hace un humano, señor Alone? ¿Está bien ser un humano? – preguntó mientras miraban como es que el sol se asomaba en el espacio.

- ¡Aquí se acaba todo!

- Ahora comprendo… Sui… nunca fuiste una carga para mí, siempre te quise proteger. Quería eso… nada más – en el sitio en el que Alone estaba pintando, su pincel se destruyó al mismo tiempo que las alas de la Sapuri de Kagaho comenzaron a cambiar de oscuras a claras.

- ¿Su fuego cambió de color? – se preguntó por lo bajo Dohko.

- ¿No soy patético? – el espectro tomó a Dohko del cuello, algo que confundió al chino el cual pensó que este aun quería pelea, sin embargo, las cosas no serían así – ¡me quedará solo hasta la muerte, pero tu… no morirás conmigo Dohko!

- ¿Qué dices? – Libra solo miró como este lo pateaba de regreso a la tierra mientras que el espectro se seguía elevando más allá – ¡KAGAHO! ¡KAGAHO!

- Puede que el mundo tenga muchas cosas horribles y lo hagan ver como una completa basura, sin embargo, esa chiquilla de Athena tenía razón, mientras haya amor en los humanos, todo estará bien… no se preocupen por mi… ¡resucitaré para proteger de nuevo a la persona que me toque hacerlo! ¡Protegeré a mi hermano menor que nazca conmigo! – en el cielo se miró como una gran ave de fuego claro caía por el horizonte, era como si se tratase de la mítica ave Fénix.

- Kagaho, gracias por tu valiente trabajo, ahora… ¡regresa a tu color original Bennu! Mejor dicho, Fénix – susurró Hades.

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Continuará…