nadaoriginal. Es más que obvio que Yoma es tu retorcido como solo él puede hacerlo. El tipo es un desgraciado en todo el sentido ya que no se sabe qué hará después y fue capaz de hacerle eso a su hijo, todo un loco.
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Sin más, comencemos…
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- A partir de ahora, no soy tu madre, soy Partita de Búho, Guardiana del Urano.
- ¿Una Sapuri? ¿Guardiana? – Tenma estaba confundido y la cabeza no le daba para pensar correctamente – ¿Qué demonios? No puedo… pelear contra mi madre, pero… ha pasado tiempo desde que nos separamos y no puedo aceptar que mi madre haya aceptado hacer esto… dime madre… ¡¿Por qué mierda aceptas todo lo que Yoma te dice?! ¡Por favor, abre los ojos! ¡Tú no eras así cuando te conocí!
- Tenma – Partita se le acercó suavemente al chico el cual quedó confundido con el toque de la mujer, aunque no pasó nada bueno ya que su cosmos se elevó mandándolo a volar – Yo… te mataré.
- ¿Qué?
- Debes abrir los ojos Tenma, es la única verdad – el Caballero de Pegaso estaba muy mal de la cabeza, toda esa información no la podía terminar de procesar.
- Cuando era pequeño, podía ver la fortaleza de mi madre, sus ojos, su sonrisa, sus palabras, todo era sincero. Ella me protegió de todo peligro… sus ojos… esos mismos ojos van a asesinarme.
- Lo siento Tenma, sé que te protegí y cuidé, sin embargo, mi lealtad a la señorita Pandora… fue tan solo parte de mi objetivo – dijo con calma la madre del castaño – sin embargo, solo necesitaba tu alma, el alma de Pegaso, el gran pecador de los cielos y el asesino de dioses.
- ¿Q-Que? – este no continuó ya que la mano de su madre lo tomó del cuello.
- Me siento muy orgullosa mirando cómo es que has crecido, aparte como tu alma, el deseo de Yoma y el mío se podrá hacer realidad, finalmente obtendremos el poder para asesinar a los dioses – Tenma estaba que no se creía nada de lo que decía su progenitora – ¡será el levantamiento de la humanidad en contra de los Dioses Olímpicos! ¡Todo para que un hombre y una mujer sean los nuevos mandamases del mundo y surja una nueva mitología!
- S-Solo por eso van… ¿a hacer todo eso?
- Por eso Tenma… debes entregarme tu alma, después de todo, eres el hijo a quien protegí.
- N-No puedo pelear… no puedo lastimar a la mujer que me dio… la vida… tu eres… mi madre – susurraba el chico entre lágrimas, todos los buenos recuerdos que le traía el olor de Partita le hacía imposible levantar su puño contra ella, sin embargo, esto no fue del agrado del espectro.
- Que estúpido eres. ¡Es una lástima y yo que pensé que te habías vuelto más fuerte! ¡No me importa al final! ¡Tu alma será la única que permanecerá a mi lado! Bye Bye… Tenma – mientras Partita estrangulaba al castaño, un cosmos eléctrico invadió el sitio.
- Con que esta eras la verdadera tu… ¡PARTITA! – la líder del ejército de Hades estaba ahí con muchas heridas, pero de pie.
- Pandora… ¿Qué haces aquí?
- Esta vez… sepultaré a madre e hijo de una vez y para siempre.
- …
- Así que tu plan es obtener el alma de tu hijo para que tú y tu esposo obtengan el poder divino. Que mujer tan malvada eres Partita, esa es la verdad. Fui bastante estúpida al creerme toda esa nostalgia, no sé si me hieran a partir de ahora… ¡Pero ya no necesito de más verdades! – exclamó Pandora con furia haciendo temblar el lugar y se lanzó a atacar a Partita, sin embargo, esta la detuvo con una parte de su brazo.
- ¡Pandora! No podrás combatir con esas heridas – exclamó Tenma.
- Vaya, parece que Lady Pandora aún tiene ganas de pelear y el único dolor que tiene es la verdad.
- ¡Cállate Partita! ¡Te voy a matar y esta vez será para siempre!
- Parece que te quieres liberar, entonces te ayudaré a cumplir ese sueño contra mi fuerza – todo lo decía Búho mientras el sitio seguía temblando por el cosmos que se lanzaban ambas mujeres.
- ¡Madre, detente!
- ¡Mueran! – una enorme explosión sacudió todo el sitio y al quitarse el polvo, estaba el Caballero de Pegaso sosteniendo a Pandora – oh, parece que sigues en pie hijo.
- Madre… ¿Qué mierda es todo esto? ¡No entiendo ya nada! ¡Mi cabeza está dándome vueltas! ¡¿Cuál es la puta verdad de todo esto?!
- ¿La verdad Tenma?
- No hay verdad para mí… solo tengo dolor… y cuando avance… solo dolor obtendré – Pandora rompió el llanto, algo que Tenma no pudo soportar y solo aferró a Pandora a él
- Pobrecilla, pero que se puede esperar de alguien con esa mentalidad – exclamó – y bien hijo, ¿Qué harás ahora? ¿Vas a negarlo todo igual que ella y vas a matarme?
- …
- ¿O es que dejarás que te mate yo? Si ese es el caso… si no puedes tomar una decisión, le pondré fin a todo ahora mismo.
- Madre… voy a ser asesinado por mi madre… no puedo dejar que me alcance… pero yo… protegeré a Pandora también… ¡recibiré el impacto de lleno! – Pegaso no hizo nada, se quedó inmóvil esperando el golpe de su madre, sin embargo, este nunca llegó a él, algo que Partita notó.
- ¿Por qué no lo esquivaste?
- Porque soy un idiota – susurró el chico tomando el brazo de su madre a la vez que sostenía una mirada de nostalgia – porque me duele más que mi madre me quiera matar que me mate de una vez.
- …
- Me duele más, es porque es la primera vez que mi madre me levanta la mano, sin embargo, este dolor también está en las lágrimas de Pandora, en las de mi madre del pasado y presente, también en mi alma continúan viviendo varias otras personas – el color de la armadura de Pegaso estaba cambiando a dorado.
- Tenma.
- Lo siento madre, pero esta alma no la puedo entregar, porque tengo que batallar por todos los que llevo dentro de mí, en especial por la persona que más amo en este mundo, alguien muy querida para mí… ella es mi motor para seguir adelante… ¡SASHA! – el aura dorada que Tenma emanaba le daba un toque de superioridad.
- Cosmos dorado, armadura dorada… tu cosmos ha llegado hasta el séptimo sentido. Te tomé a la ligera Tenma, pero… - la mirada de Partita fue dura – ¡no me ganarás con ese revestimiento dorado!
- No madre, no es que esta armadura se pusiera dorada porque sí, es porque alguien más dio su vida para que brillara y ese fue Virgo, ¡Asmita! – a su mente vino la imagen del rubio – no solo él, esta armadura está teñida de sangre y lágrimas de muchos de mis camaradas, esto es único para mí.
- Así que esa armadura es tu alma – susurró Partita la cual notó como el cosmos de su hijo se elevaba más.
- ¡Allá voy madre!
- Bueno, al final de todo ese color dorado no será suficiente, ¿de verdad crees que con ese nivel de revestimiento me ganarás Tenma? – Partita también se echó al ataque – ¡en eso caso, ¿Por qué no lo comprobamos?!
- ¡Allá voy! – los dos ataques fueron duros entre sí, aunque Tenma logró destruir una parte de la armadura de su madre, sin embargo, Pandora notó algo en Partita que no se había dado cuenta antes.
- ¿A favor de quien lucha Partita? Búho… no es ninguna constelación del zodiaco ni tampoco el rango de un espectro… no entiendo a donde apuntan sus ojos.
- Creo que es hora de acabar con esto hijo – la de la armadura de Búho logró acertarle un golpe tan fuerte que destruyó la armadura de Pegaso, algo que no creía el mismo Tenma.
- ¿Cómo es posible? Destruyó la armadura que había cuidado de todos.
- Ahora… ¡tu alma! – Partita acertó otro golpe al pecho del chico y de ahí, comenzó a salir algo blanco el cual parecía una nube hasta que salió por completo dándole la forma de un gran Pegaso de color blanco.
- ¿E-Esa es su alma? – susurró Pandora totalmente asombrada – ¿Cómo es que un humano ordinario posee esa alma?
- Guau, es maravillosos, tu alma ha madurado para estar lista para nuestros propósitos. Así que esta es la belleza del Pegaso blanco, aquella alma que es capaz de matar dioses – dijo la mujer la cual trató de tocar el alma de Tenma, pero esta comenzó a retroceder – ¿eh? Tenma, se supone que solo eres un cuerpo decadente.
- Pegaso.
- Se supone que no puedes pelear al no posees alma – Tenma seguía tomando su alma tratando de llevarla a su cuerpo.
- ¿Tan pronto te retiras madre? Solo destruiste mi armadura, pero mi cuerpo sigue intacto, aún sigo aquí.
- Vaya, parece que sigues diciendo cosas estúpidas. ¡Mi hijo es un buen niño! – Partita le dio un rodillazo en la cara seguido de eso fue una paliza lastimando mucho su cuerpo dejándolo casi moribundo – bueno, no eres más que basura, al final de todo solo eres carne y sangre, la mía Tenma.
- Pegaso – susurró Pandora, sin embargo, el brazo del chico tomó su alma, algo que sorprendió a Partita.
- Aun no… es mi fin, es mi culpa que la armadura sea débil… es mi culpa que mi alma se haya ido… ¡es porque soy débil!
- Idiota… ¿Por qué te sigues esforzando en meterte el alma? ¡¿Por qué sigues haciendo esto?! – gritó Pandora al chico, pero este elevó su cosmos llamando a su alma al mismo tiempo que esta tocaba los trozos de la armadura rota haciendo que se reunieran de nuevo dando como resultado una nueva armadura resultando más imponente y esta fue hacia el chico.
- Nos volvemos uno solo de nuevo – la armadura de Tenma volvió a evolucionar, poseía alas imponentes y ahora poseía el color blanco divino – ¿y esta armadura? ¿Qué pasó?
- Armadura Divina.
- ¿Qué es eso de Armadura Divina?
- Mi último objetivo – decía Partita – esas son parecidas a las Kamui, las armaduras que portan los 12 dioses del Olimpo, esta es la última evolución de las armaduras.
- Kamui… Armaduras Divinas.
- Estoy feliz Tenma, es la apariencia del asesino de dioses, ¡te mataré para ponerle fin a esta era!
- Toda esa mierda de la guerra, el destino con Hades… no entiendo nada de eso sin mi alma, aun así… no puedo creer que tengo que derrotarte madre – el castaño estaba con lágrimas en los ojos.
- Vaya, ¿finalmente aceptarás pelear? – el choque de poderes se dio entre Partita y Tenma, sin embargo, el poder del castaño fue muy superior al de su madre y con un ataque logró derribar a su madre, sin embargo, cuando esta estaba cayendo, Tenma logró ver algo y era la imagen de la diosa Athena.
- ¿Sasha? No, no es ella, es alguien más… - el lugar parecía ser un sitio bastante antiguo en donde estaba una mujer mirando al cielo nocturno.
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- ¿Estás aquí Búho?
- Le pido por favor que no sea imprudente – exclamó una chica igual a Partita vistiendo la armadura parecida y le hablaba a una mujer parecida a Sasha – si renace como humana, no podrá detener sola la Guerra Santa.
- No estaré sola, Pegaso vendrá conmigo – susurró la mujer resultando ser Athena, la original diosa de la guerra.
- Pero…
- Búho, es cierto que como dios no tengo permitido hacer eso, pero hay una posibilidad de que la vida humana y este deben ser grandes.
- Con sus pensamientos llegarán al punto en que sobrepasen a los dioses. Como la mensajera de Athena estaré a sus servicios y podré encontrarlos sin importar que pase el tiempo – Búho miró al suelo un momento – ¡entonces iré con usted y reencarnaré como humana! Permaneceré a su lado por siempre diosa Athena. Evitaré a toda costa que usted y Pegaso se separen, me aseguraré que siempre estén juntos.
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- ¡Madre, ¿Por qué hiciste eso?! – exclamó el chico abrazando con fuerza a su progenitora.
- Jeje… lo lograste – Partita correspondió el abrazo de su hijo – perdón, lo supe después de verte vestir esa armadura. Luego de nuestra separación, no me di cuenta del viento de la persona en que te convertiste y que sería como un arma peleando al lado de la diosa Athena, fue por eso que ni todo el sufrimiento del mundo pudieron hacerte retroceder.
- Madre… fue por eso que hiciste eso… ¡no tenías que hacer algo así! – exclamó casi preso del llanto el Caballero.
- Al menos me alegro de haberte tenido como hijo, estarás al lado de la diosa Athena de una forma más fuerte a lo que mi misión fue encomendada… adiós hijo – fue lo último que dijo Partita antes de desaparecer, este estaba con muchas lágrimas corriendo de sus ojos, pero decidió seguir adelante hacia su siguiente destino.
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El espectro de Mefistófeles estaba mirando todo el espectáculo que dio su esposa y su hijo lo que provocó una gran batalla en el templo de Urano.
- Jajaja, eso fue todo Partita… ¡eso fue increíble! ¡Hiciste renacer la Armadura Divina en esta era! Aunque actuaste bien diciéndole todo eso a nuestro retoño con el que tuvimos con tanto amor. ¡Jajaja! Bueno, pasemos a la siguiente escena. Y será algo genial – reía Yoma mientras que miraba todo en su bola de cristal en la que aparecía justamente Radamanthys caminando por el sitio – oh, parece que está por dar inicio, es hora de entrar al escenario Wyvern… mejor dicho, mi estimado dragón divino, aquel que superó a la humanidad… JAJAJAJAJAJAJA.
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Continuará…
