N/A: Y según yo no actualizaría tan seguido... Ja... si la que anda más emocionada soy yo...
Solo pudo reír, ¿qué más podía hacer en esta clase de situación? Pero, oh, era su risa una tan femenina que inmediatamente se detuvo.
Si no fuera porque tenía la boca seca, se hubiera ahogado con su propia saliva de la sorpresa.
–Ok, no tengo ni la menor idea de cómo lo hicieron pero ya está bueno –ni supo si gritó o susurró, la voz sonaba tan desconocida que algo dentro de él se revolvió.
–Um, ¿señorita?
–Vamos, Yashiro, ¿me drogaron? ¿Es alguna nueva locura del Presidente? ¿Acaso… acaso estoy muerto? –si al final sonó desesperado fue lo que menos le importó.
–Eh, ¿disculpe? ¿Me conoce? –su confusión parecía tan real que quiso llorar.
–Yashiro, hablo en serio.
–Ah, no, empecemos por lo primero. ¿Dónde está Ren?
Sintió la carcajada subiendo por su garganta, vaya que se estaban esforzando. No, alto, esta carcajada podía literalmente sentirla y estaba segurísimo de que eso no era posible.
Bendito sea su mánager, quien adivinó correctamente y apareció en el momento justo con un bote de basura.
Y ahí fue a parar la carcajada…
Pero seamos positivos, que vomitar significaba que sí estaba ebrio y toda esta payasada no era más que un producto de su intoxicada imaginación.
Se enjuagó la boca y sin otorgarle una segunda mirada al otro individuo, se acostó en la cama.
Que para bajarse la borrachera hay que dejar que el alcohol salga del sistema y uno de los mejores métodos es durmiendo.
