Una semana… Le correrían el trabajo de toda una semana… Lo peor es que ni siquiera sabía si con solo eso bastaría… No era como si tuviera un resfriado, que con una semana de descanso se le pasaba… Se había vuelto mujer, por todos los demonios, no existía un "dentro de tantos días te curas".

Inhalando profundamente bebió de su café y sintió sus nervios calmarse. Se recordó nuevamente que ponerse histérico no serviría de nada y ya había hecho suficiente con el episodio que tuvo más temprano.

Lory lo mandó a recoger todas sus cosas personales con la excusa de que lo mejor sería si él se los "guardara a Ren" y una vez listos se dirigieron al parqueo del edificio. Pasaron a dejar a Yashiro a LME —quien no dejaba de mirarle durante todo el camino, maldita sea— y luego se dirigieron al hogar del mayor.

–Afortunadamente María ya se fue a clases –en efecto, explicarle cuando ni ellos mismos estaban seguro de la mentira con la que jugarían esos días no resultaría bien–. ¿Cómo crees que sucedió?

–¿Acaso importa? –soltó amargamente–. Solo debemos averiguar la manera de revertirlo.

–¡Pero claro que importa! ¿Qué acaso no ves la televisión? Comúnmente es porque enfadas a una deidad o te haces de algún objeto maldito y hasta que no logres un objetivo específico, no se revierte.

–¡Pero yo ni creo en nada de eso!

–Pues por eso te pasó.

Se llevó las manos a la cabeza y dejó salir un gruñido en exasperación. En qué momento se le ocurrió confiar en ese sujeto…

Boss, ¿podrías tomártelo en serio?

–Hablo en serio, la causa es importante en esta clase de cosas.

–Te estás basando en historias de ficción.

–Si tienes una idea mejor, estoy dispuesto a escucharte –chasqueó la lengua, no tenía nada en mente.

Repentinamente, una sensación en la parte baja de su abdomen se hizo notable y no pudo evitar ensanchar los ojos al mismo tiempo que dirigía su mirada al piso.

–¿Qué sucede?

Bueno, no es que esperaba que se sintiera diferente ni nada, simplemente lo tomó por sorpresa. Con tanto ajetreo hasta se le había olvidado su rutina matutina diaria.

–¿Ren?

–Necesito orinar.

Podría jurar que vio una sonrisa divertida en los labios del mayor.