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Capítulo 28
Volantis 297 AC
El cielo estaba cubierto de nubes, impidiendo que los ciudadanos de Volantis pudieran ver las estrellas. Sin embargo, pese a la oscuridad, la ciudad estaba completamente iluminada gracias a los cientos de farolas que se encontraban en la ciudad.
La luz de las farolas iluminaba los cientos de caminos de la ciudad, por los cuales varias personas transitaban a esta hora del dia. La cantidad de personas a esta hora de la noche se debía a que muchos se estaban dirigiendo a los templos del señor de la Luz, R'hllor. La ciudad de Volantis estaba gobernada por triarcas, los cuales pertenecían a la Antigua Sangre, es decir, eran descendientes del feudo Valyrio, los cuales aún mantenían la religión de los antiguos Valyrios, algo que no hacia la plebe que vivía a las afueras de las murallas negras.
El templo del señor de la luz de Volantis era considerado uno de los más importantes de la fe de R'hllor, por lo que allí vivía el sumo sacerdote de esta religión, un hombre llamado Benerro. El sumo sacerdote era un hombre alto y delgado con la cara demacrada y la piel blanca como la leche. Tiene llamas tatuadas en las mejillas, en el mentón y en la cabeza afeitada, para formar una máscara roja brillante que crepita en sus ojos y forma volutas alrededor de su boca sin labios.
En el interior del templo principal, se encontraba Benerro, el cual por este dia no llevaría la ceremonia, eso lo dejaría a otro de los sacerdotes. La razón de esta decisión era lo que había sucedido pocas horas atrás. Por algún motivo hace unas pocas horas, todas las llamas de las velas y las antorchas de aquella sala aumentaron de intensidad mientras algunos acólitos y creyentes rezaban, causando conmoción y sorpresa en todos los que vieron lo que sucedió. Aquello fue tomado por los presentes como una prueba de R'hllor estaba escuchando sus oraciones, por lo que inmediatamente fueron a decirle. Cuando el oyó aquello, rápidamente intento dirigirse hacia esa sala, solo para ver con total sorpresa como todas las lámparas y antorchas del templo. Las llamas eran tan grandes que fácilmente tenían el tamaño de un niño pequeño, algo que asombró a Benerro. El cual vio como varios de los sacerdotes, acólitos y creyentes caían de rodillas exclamando con emoción como R'hllor estaba que manifestaba su poder en el templo.
'La cantidad de calor y luz que había en ese momento fue increíble, pero no fue lo único que sentí…' pensó Benerro, el cual estaba sentado, mirando una vela, la cual estaba quemada ligeramente por la parte superior. Aquella vela no era como las normales que estaban hechas de cera, no, esta vela era especial, pues era una de las famosas velas de cristal, las cuales no podían ser encendidas de manera normal, pues para que la llama se mantenga en existencia era necesario que hubiese magia en el aire, algo que no había en grandes cantidades desde la caída de Valyria hace siglos. El sumo sacerdote había sentido algo más cuando vio las llamas de las velas y antorchas, eso debido a que cuando el, un sacerdote que podía hacer milagros según la voluntad de R'hllor, vio las llamas sintió algo más en el ambiente, por lo que, sin perder tiempo, salió corriendo del lugar y llegó a su despacho. Allí rápidamente tomó la vela de cristal que tenía como decoración y acercándole una vela normal, vio como esta se encendía.
'Fue increíble…. Nunca en mi vida espere ver una de estas velas encenderse.' Pensó Benerro mientas se levantaba de su silla y se acercaba al balcón de su habitación. Cuando salió de su habitación, vio el patio del templo, observando como los otros sacerdotes preparaban todo lo necesario para la oración de la noche. 'Fue algo increíble, pero a la vez fue algo muy pasajero…. No duró mucho tiempo, unos pocos segundos hasta que el fuego volvió a apagarse.'
Tras aquel pensamiento, la mente de Benerro se dirigió hacia la posible causa de aquello. Él no sabía que pasaba, pero había descubierto algo en uno de los tantos libros que los Antigua Sangre enviaban cada cierto tiempo a que fueran eliminados de sus bibliotecas por ser "inútiles". En uno de esos libros, el cual se llamaba «El origen de las llamas del feudo franco», se mencionaban cosas muy extrañas, lamentablemente, este era uno de los pocos ejemplares que aún se mantenían desde los días de gloria del feudo franco, por lo que era frágil, en especial tras no haber recibido un buen mantenimiento, por lo que muchas páginas estaban manchadas de moho, lo que hizo que la tinta se corriera hasta acabar por destruir mucha información. Sin embargo, para la buena fortuna del sumo sacerdote encontró un poco de la información que le dio una pista de lo que sucedía.
'Los colores de las llamas indican la fuente de su origen, los cuales pueden verse mejor en las velas de cristal. Cuando hay magia cerca, el color de las llamas varía dependiendo el tipo de magia que haya. La más común son las llamas rojas con naranja, las cuales indican magia mundana, pero la más rara de todas son las llamas blancas, las cuales indican que cerca hay un objeto que expulsa magia muy poderosa, siendo esta llama la más rara de todas.' Pensó Benerro mientras recordaba lo que había leído en ese libro. 'No son muy explicativos esos fragmentos de información, pero al menos eso quiere decir que lo que sea que haya hecho aparecer la magia por un segundo fue un objeto sumamente poderoso… un objeto que de seguro es posible que ahora esté en manos de los Antigua Sangre…. Eso no es bueno…. Ellos no pueden tener algo así de poderoso. Lamentablemente, no puedo hacer nada, al menos por ahora…. Si tan solo Azor Ahai apareciera pronto, con su llegada podría unificar a todos los seguidores de R'hllor para que puedan luchar frente a los Antigua Sangre.'
La figura sobre la que pensaba el sumo sacerdote era una figura legendaria, llamada Azor Ahai, el cual según las leyendas era el campeón de R'hllor, un campeón que estaba destinado a destruir al Gran Otro, protegiendo así al mundo de su influencia y terror. Lamentablemente, este héroe, el cual se dice vivió durante la era de la Larga noche, forjó una espada llamada «Lightbringer», con la cual pudo derrotar a los otros y devolverlos a su lugar de origen, salvando así a la humanidad. Se dice que para forjara su espada mágica, él tuvo que matar a su querida esposa, ya que era la única forma de que el arma estuviese completa. Sin embargo, para la mala suerte de todos los creyentes de R'hllor, no habían aparecido señales del regreso de este héroe, el cual se decía que volvería para enfrentar nuevamente al Gran Otro cuando el momento llegue.
'Si la magia ha vuelto por un segundo eso quiere decir que es posible que el gran enemigo este por despertar. Debo de preparar a mi rebaño para este suceso, lo mejor será enviar un mensaje a todos los sacerdotes que están haciendo proselitismo en todo el mundo conocido, tratando de convertir a la población extranjera a la verdadera fe, la fe de R'hllor.' pensó Benerro para luego asentir mentalmente, ya que ese parecía ser el mejor camino por seguir. Así que, tras ello giró y volvió a ingresar a su estudio, pues tenía muchas cartas codificadas que escribir, ya que no quería que nadie, salvo los involucrados, sepan de sus sospechas.
Las risas de varias personas llenaban el salón de una de las tantas posadas que había en la ciudad de Volantis. En dicha posada, donde muchas personas estaban bebiendo cerveza y comiendo, otros estaban ligando con algunas de las meseras. Sin embargo, la persona que nos interesa no estaba haciendo nada de eso, sino que estaba sentada en una de las mesas más lejanas de la taberna.
La persona sentada en la taberna estaba vestida con una túnica con capucha, la cual ocultaba su rostro, pero no lo hacía por completo, ya que una parte de él era visible y ese era la parte inferior de su rostro, lo que permitía ver un par de labios azules.
"El rastro de la magia es tenue, casi se ha apagado por completo." Susurró en qarthiense el hombre de labios azules, cuyo nombre era Arrotho, el cual era un brujo de la casa de los Eternos.
El brujo había estado por cerca de las riberas del rio Royne cuando escuchó la llamada de Piat Pree, lo que hizo que no pudiese estar presente cuando el brujo dio las ordenes de los Eternos a todos ellos. Sin embargo, gracias al continuo regreso de la magia, los eternos pudieron enviarle un poco de información para que supiese lo que tenía que hacer. Por ello, tras recibir las ordenes, rápidamente comenzó a buscar alguna fuente de poder mágico por la zona, ya que el Royne era considerado mágico para muchas personas, cuya bendición supuestamente convertía a sus hijos en maestros capaces de controlar el agua. Sin embargo, parecía que no había nadie con esa capacidad ahora mismo.
Al descubrir que no parecía haber nadie capaz de ser un buen alimento para sus maestros, Arrotho comenzó a planear hacia donde viajar. Su primera opción había sido la de viajar a Pentos para tomar un barco que lo lleve hasta White Harbour para de allí viajar al norte del muro o tomar un barco de esclavistas y viajar directamente hasta ese lugar y tomar varios de esos "Cambiapieles" como esclavos para llevarlos hasta Qarth. Sin embargo, cuando estuvo por iniciar su viaje, lo sintió, una enorme fuente de poder mágico. La densidad de dicho poder hizo que casi se atragante con el aire que respiraba, ya que era tan poderoso que casi podía sentirlo. Lamentablemente, dicha fuente de poder había desparecido tan pronto como había parecido, pero para su buena suerte, había dejado un rastro que pudo seguir hasta esta ciudad.
'El rastro de magia residual me llevó hasta la puerta de las murallas negras, lo que indica que aquel poder mágico proviene de los que viven tras sus muros.' Pensó Arrotho$ mientas fruncia el ceño ligeramente bajo su capucha. 'Si la magia está regresando al mundo es más que obvio que la antigua sangre recupere lentamente sus poderes innatos, lo que podría hacer que pronto haya dragones en el mundo…. Dragones…. ¡¿Es posible que la magia poderosa que sentí fuese el intento de traer un dragón al mundo?! ¡Por supuesto, eso tiene todo el sentido del mundo! Solo los seres de mitos tienen mucho poder mágico, es obvio que dicho poder pertenecería a un dragón. Lo que quiere decir que han intentado traer a uno al mundo, pero como la magia desapareció, es posible que no lo hayan logrado. Sin embargo, eso no quiere decir que no lo volverán a intentar y puede que esta vez tengan éxito. Así que, lo mejor será colarme al lugar del ritual y una vez que lo hagan, podre robárselos y llevárselo a los Eternos.'
Al momento en que Arrotho terminó esos pensamientos, se levantó de su silla y tras dejar unas monedas salió del lugar, dispuesto a acercarse a la muralla negra para tratar de ingresar a esa parte de la ciudad de Volantis. Mientras iba caminando, iba sumido en sus pensamientos, pues debía de ver la forma en como pasar por la puerta sin llamar la atención de quienes estaban dentro. Si bien podía usar sus "habilidades" para ello, él no quería saber si los de la Antigua Sangre podían detectarlo, algo que de seguro terminaría con su muerte. Así que, mientras iba caminando, iba repasando varios planes en su mente, cada uno más complejo que el anterior. Iba tan sumido en esos pensamientos, que no se percató de que por su lado un cachorro de lobo blanco pasaba tranquilamente, para luego pararse y míralo detenidamente.
La visión de Jon se enfocó en la extraña persona que iba murmurando algunas cosas en lo que él pudo reconocer como qarthiense, un idioma del que solo había una que otra palabra, pues a diferencia de las otras ciudades de Essos, en dicha ciudad no se usaba mucho el idioma del alto Valyrio, por lo que no había podido aprender mucho de ese idioma.
'Pese a que la visión de Fantasma es mejor que la de un humano, no es lo mismo que usar mis propios ojos, ya que no estoy acostumbrado aun a esto.' Pensó Jon, el cual estaba que observaba al extraño a través de los ojos de Fantasma. Esto era posible por alguna especie de magia, la cual Jon no recordaba haber aprendido a usar. 'Es muy raro usar este poder…. No recuerdo haberlo aprendido a usar, ya que Edzard nunca me comentó de este tipo de poder. Lo único que recuerdo de lo que mencionó que puedo darle una similitud con esto es el poder de los llamados Warden… pero aun así es muy diferente… se supone que ellos tienen el poder de convocar animales, no de entrar a su mente y compartir un cuerpo…. No… este poder se parece más a los poderes de los llamados Cambia pieles que aparecen en los cuentos que solía contarme la Vieja Tata cuando era niño.'
La habilidad en la que jon pensaba era una habilidad que había aparecido ante él unos pocos días después de haber encontrado a Fantasma. En un inicio todo sucedía entre sus sueños, momentos en los que el sentía que estaba caminando a cuatro patas como un lobo, no solo eso, sino que sentía sus sentidos amplificados, pero no como los tenía normalmente, sino que era diferente, algo que se sentía más natural y no tan mágico…. Le tomó un buen tiempo, ya que todo era tan vago que siempre que despertaba pensaba que era un sueño, pese a que solía despertar con el sabor de la sangre y las vísceras de las presas que solía cazar en dichos sueños.
'No le había dado importancia, pensando que eran sueños, pero eso cambio durante la incursión a los Stepstones.' Pensó Jon, mientras su mente viajaba a aquella campaña, en especial al asalto de una de las islas.
Flashback
La brisa marina nocturna raía al campamento el olor de los cadáveres de los piratas en descomposición, los cuales estaban regados por una planicie cercana al lugar donde las tropas Braavosis estaban estacionadas.
Mientras que en la carpa del líder de este grupo de asalto se estaba llevando una reunión entre el líder Braavosi y los lideres de las bandas mercenarias, los mercenarios sin grupo se encontraban realizando tareas de vigilancia, siendo Jon uno de ellos.
Los ojos del hijo de Ned Stark estaban fijos en la oscuridad del lugar, observando, algo que confundía a los otros mercenarios, quienes no entendían por qué Jon siempre miraba hacia la oscuridad, casi como si fingiera poder ver lo que había allí. Aquello había hecho crecer el rumor de que Jon era raro, lo que terminó provocando que muchas personas no se acercaran a él y solo le hablaran para asignarle sus trabajos diarios.
"Mocoso." Llamó una voz a espaldas de Jon, el cual dejó de mirar al frente y giró la cabeza.
Los ojos de Jon se posaron en el dueño de la voz, el cual era un hombre de piel cobriza, cabellos negros y ojos almendrados de color oscuro. Este vestía una armadura tachonada ligera y llevaba una gran hacha a sus espaldas.
"Si." Respondió Jon con voz seria.
"Terminó tu turno, vengo a relevarte."
"Vale." Al oír las palabras del hombre, Jon se levantó de donde estaba sentado observando a la oscuridad.
Tras ello, se fue de aquel lugar y se dirigió hacia su carpa, para poder dormir. Si bien era cierto que este era un campamento mercenario, las carpas eran individuales, ya que cada uno de los mercenarios debía de costearse sus propias pertenencias. Lo único que era dado por Braavos eran las municiones de las fechas, las cuales pese a que eran dadas por su contratista no eran gratis, ya que se vendían a los arqueros, aunque a precios algo reducidos. Si eras mercenario y no tenías carpa propia, había algunas carpas comunales, pero no era lo mejor si querías dormir bien o al menos tan bien como se puede dormir en una campaña militar.
Cuando llegó a su carpa, Jon removió la protección mágica que había puesto en ella e ingresó. Cuando estuvo dentro, pudo ver el interior, el cual solo tenía un simple saco de dormir forrado en piel, con una simple tela de lino para taparse en caso de que el clima fuese muy caluroso. Al lado de su "cama" había una mochila de cuero, la cual era usada como señuelo para llevar algunas cosas durante los viajes.
Caminando, Jon se acercó a su saco de dormir, para luego comenzar a sacarse su armadura. Cuando estuvo en su ropa más ligera, se acostó en la cama y comenzó a pensar en cómo es que les estaría yendo a sus amigos en las otras islas. Estuvo pensado aquello hasta que finalmente cayó en la tierra de los sueños.
Jon parpadeó confundido cuando se dio cuenta de que sus ojos estaban viendo el terreno que rodeaba el campamento, algo que le desconcertaba mucho, pues estaba seguro de que se echó a dormir hace poco.
'Esto es raro… ¿Por qué tengo otra vez este sueño?' Pensó Jon con desconcierto mientras recordaba que esta era la veinteava vez que sucedía, algo que lo desconcertaba mucho. Esto se debía a que se suponía que los sueños no eran algo repetitivo, tal vez en algunos casos lo eran, pero no en la distancia temporal que tenía el con estos sueños.
Sin embargo, por mucho que esto le causase confusión, no pudo seguir pensando en ello, pues escuchó unas voces cercanas, las cuales hablaban en alto valyrio e idioma común de Westeros. Así que, sintiendo curiosidad, comenzó a moverse hacia esa dirección. Tras trotar unos pocos metros, llegó al lugar de origen de las voces. Acercándose lentamente, vio a varios hombres reunidos en una cueva.
"Bien, muchachos, escuchadme atentamente. El campamento de las ratas que han traído los Braavosis está actualmente muy bien defendido, pero no lo estará por mucho tiempo." Habló una voz gruesa, con un muy marcado acento Westerosi.
"Estas seguro, Alester." Dijo otra voz, la cual hablaba en común, pero uno muy tosco, lo que indicaba que no era su lengua materna.
"Así es. Los mercenarios están confiados por sus números, pero eso es inútil si no tienes muy buenas defensas. Y como todos sabemos, ellos no tienen fortificado el campamento, solo tienen a sus vigías para alertarlos." Dijo el mismo hombre que había hablado primero, dejando una pausa dramática para que quienes estaban ceca de él pudiesen oírlo. "Si eliminamos a esos vigías, serán presas fáciles para un ataque sorpresa."
Las palabras del hombre fueron seguidas de una risa entre dientes de otra persona, la cual al terminar de reír comenzó a hablar. "¡Oh, anciano, me gusta la forma en que piensas! Pero ¿Cómo planeas aproximarnos sin que nos detecten para eliminar a esos malditos vigías?"
La respuesta a aquella pregunta fue la de una risa fuerte, la cual fue seguida por la voz del que había hablado primero.
"Eso es fácil, Burton. Estas costas son traicioneras y las neblinas mañaneras pueden causar accidentes inesperados para las personas que no conocen estos lugares tan bien como nosotros." Dijo Alester, el cual comenzó a llevarse una jarra de lo que Jon solo pudo deducir que su contenido era cerveza. "En la mañana de hoy unos pocos pobres idiotas cayeron y se ahogaron en el mar, dejando solo tras de sí su ropa."
Las palabras del pirata hicieron que Jon se sorprendiera, pues no había notado nada raro en el campamento y en sus tropas. Pero según las palabras de este pirata, tenían enemigos infiltrado en el interior del campamento. Si bien, Jon estaba confundido, pues pensaba que era un sueño, la forma en como hablaba el hombre y el escalofrío que recorrió su cuerpo al saber que tenían enemigos dentro de sus filas le hicieron ver que no era un sueño.
'¿Estoy teniendo una visión? No… esto no es una visión, parece ser algo más onírico que una visión esotérica…. Maldita sea, no entiendo que pasa, pero si es verdad que estoy en el mundo real, entonces, debo prestar más atención a lo que sea que pasa aquí, ya que parece que están planeando una emboscada nocturna.' Pensó Jon para rápidamente volver a enfocarse en los piratas.
"Ya veo, entonces, capitán. ¿Dónde, cómo y cuándo atacamos?"
"Hoy en unas pocas horas, cuando veamos una señal. Atacaremos discretamente, nos dividiremos en cuatro grupos y atacaremos de todas las direcciones posibles. Aprovecharemos el manto de la noche para manteneros ocultos, y la prioridad es causar tanto caos que ni ellos mismo sepan que está pasando hasta que la mayoría este muerto."
"Bien, parece un buen plan, pero se te olvida que solo somos unos pocos, mientras que ellos nos superan tres a uno." Dijo otro pirata.
"Lo sé, por eso me he tenido que ver en la necesidad de pedirle ayuda a un viejo conocido, el cual nos dará unos cuantos de sus tripulantes para emparejar lo mejor que se pueda la situación. Hasta que ellos lleguen, lo cual calculo será en unas pocas horas, nos mantendremos en este lugar para reunirnos todos y marchar cuando veamos la señal."
Tras esas palabas, todos los piratas reunidos comenzaron a reír, divertidos por lo que ellos pensaban sería una carnicería fácil.
Cuando Jon vio que habían terminado de hablar, rápidamente giró su cuerpo y se alejó del lugar, pero mientras lo hacía, iba tratando de reconocer correctamente el lugar donde estaba. Y mientras hacía eso, el tambien trataba de encontrar la forma de regresar a su cuerpo, ya que por la forma en como corría y gracias a que paso por un charco, vio que el cuerpo que se reflejaba no era el suyo, sino que era el de fantasma.
'Parece que de verdad estoy en el cuerpo de Fantasma…. ¿Cómo llegué aquí? ¿Por qué estoy aquí? ¿Qué clase de magia es esta?' aquellos fueron los pensamientos que rodearon la mente de Jon, el cual se quedó allí parado, pensando.
Fin Flashback
'Al final, ni se yo sé cómo volví, pero por fortuna lo hice a tiempo como para poder salir del lugar y rápidamente dirigirme a escondidas hacia el lugar donde estaban reunidos los piratas. Luego de ello, bueno, digamos que una cuerva con agua no es el mejor lugar para estar si alguien que pude conjurar rayos de sus manos te acata.' Pensó Jon con cierta curiosidad, pues cando llegó a atacarlos, él se lanzó contra ellos y después de matar a los primeros cinco piratas, lanzó el conjuro de «relámpagos encadenados», algo que causó que todos los enemigos muriesen, pero no solo eso, sino que todos los que tuvieron la mala surte de estar en el medio de todo tambien murieron, pero lo hicieron sin llegar a ser alcanzados por los relámpagos.
'Bueno, eso ya no importa ahora. Ahora, lo verdaderamente interesante es porque rayos hay alguien que huele como una persona capaz de usar magia, pero no huele como valyrio…. Bueno, no importa, tampoco es como si pudiera entender lo que balbucea completamente, pero por lo poco que he oído, quiere infiltrarse en las murallas negras…' Pensó Jon, poniendo una sonrisa mental mientras caminaba de manera sigilosa cerca de este sujeto, pues él había tomado el control del cuerpo de fantasma tras reducirlo de tamaño para lo mismo, lograr entrar en ese lugar y ver cómo vivían los descendientes de los traidores a su maestro.
Asi que, con ese plan en mente, siguió persiguiendo al sujeto, tratando de mantenerse alejado hasta que finalmente llegaron a su objetivo, el infame muro negro.
La gran muralla hecha de piedra fundida, la cual fue hecha con la magia Valyria, se alzaba imponente, siendo iluminada por miles de antorchas. Muchas de estas eran llevadas por esclavos, quienes tenían la tarea de patrullar y proteger la muralla, para impedir el ingreso de personas no deseadas.
'Ummm… la muralla es alta y ahora que estoy concentrado en ella, puedo sentir los remanentes de la magia que se usó para crearla…. Una verdadera obra de ingeniería y construcción, la cual brinda protección física y mágica, pero al igual que toda construcción mortal tiene sus deficiencias. En este caso, creo que debe ser por la poca cantidad de magia que hay en el mundo. Esto ha hecho que varios puntos de la muralla estén sin protección mágica, algo que podría permitir que algún mago, brujo o como sea que se hagan llamar los pocos usuarios de la poca magia del mundo puedan colarse… pero eso lo sé yo, que he sido entrenado por la misma persona que entrenó a los Valyrios en el arte de la magia.' Pensó Jon mientras miraba al sujeto al que iba siguiendo, el cual estaba que miraba la muralla con los ojos fijos mientras se llevaba un dedo a la boca y comenzaba a morder su uña con un claro signo de ansiedad. 'Supongo que él no puede sentir lo que siento yo con la magia…. Ummm… eso es interesante, eso demuestra que no todas las magias son iguales… pero bueno, ahora que ya estoy aquí y que pude observar bien esta muralla, creo que puede haber un lugar por el cual pueda entrar para ver a esas escorias.'
Las patas de Fantasma comenzaron a moverse tras ese pensamiento de Jon, acercándose lenta y sigilosamente hacia la muralla, buscando un lugar por el cual introducirse dentro de la parte antigua de la ciudad, para de esa manera buscar a su enemigo.
Mientras Jon caminaba hacia la muralla, paso a través de varios mercaderes, los cuales entraban y salían por la pueta de la muralla. La cantidad de caravanas era muy grande, formado una casi interminable fila la cual atiborraba casi todo el camino que llevaba a la entrada.
'Umm… parece que es posible que los mercaderes entren. Pensó Jon mientras usaba las sombras proyectadas por los carromatos para pasar desapercibido en su intento de infiltrarse. Cuando finalmente llegó a la puerta, se dio cuenta de que se había equivocado, ya que vio que la fila demoraba en entrar gracias a que cada vez que llegaba un carromato, este se presentaba y entregaba una carta, la cual era recibida por el guardia, el cual tenía un tatuaje en forma de dragón que iba desde su cuello hasta su mejilla izquierda. Dicha marca era la prueba de que esos hombres eran esclavos, pues en Volantis tenían la maldita costumbre de marcar a los hombres y mujeres que eran esclavos con tatuajes para distinguir el tipo de esclavo que eran. 'Parece que por la marca se trata de esclavos soldados…. Pero no sé muy bien.'
"¿Quién le ha invitado a cruzar la muralla negra?" preguntó el esclavo mirando al mercader.
El mercader no se dignó a responder verbalmente a la pregunta, sino que lo hizo sacando una carta, la cual estaba tenía un sello de cera negro roto, demostrando que había sido abierto previamente. El mercader le entregó de mala gana aquella carta al esclavo, el cual la tomó y la leyó, para luego mirar hacia arriba y dar un asentimiento. Tras ello, las rejas de acero negro que bloqueaban el paso se levantaron, permitiendo que el mercader pudiese seguir su camino.
Al ver que el mercader se acercaba, Jon no perdió el tiempo y moviendo el cuerpo de fantasma, comenzó a correr hacia la entrada, siempre tratando de mantenerse lo más escondido posible. Lamentablemente, el pelaje de Fantasma era perfecto para pasar desapercibido en la nieve, pero era pésimo para pasar desapercibido en una estructura de color negro como lo era la muralla, por lo que los guardias lo vieron pronto. Al momento en que lo vieron, uno de los guardias tomó su lanza y comenzó a espantarlo. Sabiendo que había sido descubierto, Jon se retiró del lugar, mientras comenzaba a maldecir en todos los idiomas que conocía.
'Maldita sea… estaba tan cerca. Estúpido muro negro y estúpido guardia que no me dejo pasar…' Pensó Jon con molestia mientras seguia caminando por las cercanías del muro, tratando de encontrar otra forma de entrar. Sin embargo, parecía que no tendría suerte, ya que, pese a que las defensas mágicas tenían varios huecos, las defensas físicas no, por lo que no había lugar por el cual pudiese entrar.
'Creo que lo mejor sería si hago esto con mi cuerpo humano, ya que con él podría usar una poción para lograr entrar…. Si creo que sería lo mejor, después de todo-' los pensamientos de jon se vieron interrumpidos cuando sintió la presencia del sujeto de labios azules acercarse a donde estaba el.
La forma en como caminaba el sujeto levantó las alarmas en la psique de Jon y la de Fantasma, pues pese a que Jon era quien controlaba el cuerpo, la mente del lobo estaba activa, ayudando de cierta manera a Jon a poder usar su cuerpo de manera normal. Los ojos de Jon se mantuvieron fijos en el cuerpo del sujeto, el cual comenzó a caminar hacia la entrada y mientras lo hacía iba recitando algunas palabras en un idioma que Jon no reconocía, pero lo que el aprendiz del último Dovahkiin si pudo reconocer fue que un poco de magia comenzó a rodear al sujeto, deformando de cierta manera el espacio frente a él.
'Eso es… ¿desplazamiento espacial?¡No me jodas! ¡Ese tipo de magia está calificado como tele transportación y no es para nada fácil de usar sin artefactos o sin tener una preparación previa para ello!' pensó Jon con pánico al ver como el brujo comenzaba a desfigurarse, como si su existencia se fuera del mundo. Al ver ello, Jon rápidamente se dio cuenta de que el sujeto había encontrado una de las tantas grietas en la defensa de la muralla, por lo que usaría esa magia para entrar allí. Así que, sabiendo que ese era su boleto de entrada, rápidamente comenzó a correr hacia ese sujeto, para tratar de atraparlo. Afortunadamente, logró llegar antes de que se desfigurara de ese lugar, por lo que tambien fue arrastrado hacia donde sea que se fuera ese sujeto.
Durante esa "tele transportación", Jon sintió que estaba en una especie de sala grande, en la cual sintió la presencia de varias personas con un gran potencial mágico, pero cuyo poder real estaba muy bajo, el cual parecía estar reponiéndose muy lentamente. Desafortunadamente, no estuvo mucho tiempo allí para poder descubrir quienes eran, pero para su desconocimiento, esos seres lo habían visto.
Cuando Jon volvió en sí, se dio cuenta de que estaba en una especie de ciudad, la cual estaba repleto de palacios, los cuales estaban iluminaos por cientos de antorchas y faros. El aire del ambiente estaba repleto de dulces olores, los cuales provenían del incienso. La ciudad dentro de la ciudad de Volantis tenía palacios que dejaban en ridículo a muchas de las casas y palacios que Jon había visto en Westeros. Cada uno de esos palacios estaban hechos de diferente manera, pero había algo que distinguía a los edificios, a parte de su arquitectura y decoraciones, eso era el color de la piedra que había sido usada en su construcción. Y es que muchos de los palacios habían sido construidos con la misma piedra negra que el muro de la muralla, mientras que otros habían sido hechos con piedra blanca, dándole una especie de esplender binario a este lugar.
'Parece que incluso aquí dentro hay una especie de división entre las familias. Es más que obvio que todos son descendientes de las mismas familias que antaño gobernaron Valyria. Eso hace que los palacios más antiguos sean aquellos que fueron construidos por los primeros moradores nobles de este lugar, mientras que los que han sido construidos con piedra blanca han sido construidos por nobles más jóvenes o, mejor dicho, hijos de estos nobles para tener residencias propias.' Pensó jon mientras miraba las estructuras de los edificios y sus decoraciones. Para los ojos de Jon estaba más que claro que cada castillo de este lugar debía de valer una fortuna, pues se notaba que había decoraciones que incluían incrustaciones de hilo de oro, plata y joyas preciosas. Lamentablemente, el no pudo seguir observando mucho de este lugar, pues volvió en si cuando uno de los esclavos lo había reconocido como un "perro" de la calle.
Al ver como varios de ellos comenzaban a acercársele, con las claras intenciones de matarlo para que no "ensucie" la ciudad, Jon no perdió tiempo y se alejó rápidamente del lugar, esquivando lo mejor que podía las cosas que se atravesaban en su camino. Mientras huía, podía oír los gritos e insultos de los esclavos que lo perseguían. Sin embargo, él no se detuvo ante nada y siguió huyendo. Finalmente llegó a una especie de callejón, donde al fin pudo descansar un segundo, ya que había despistado a sus perseguidores.
'Parece que los he perdido… al menos por ahora…' pensó Jon mientras salía lentamente del callejón, tratando de mantenerse lo mejor que podía en las sombras, pues si antes era peligroso caminar en el cuerpo de Fantasma como cachorro, ahora mismo eso se había multiplicado por diez mil, ya que en esta forma no podía hacer magia y mucho menos luchar. Asi que, siendo consciente de esa debilidad, tenía que ser más cuidadoso. 'Bueno, tendrá que ser ir con pies de plomo y con los sentidos siempre alertas.'
Tras esas palabras, Jon no perdió el tiempo y comenzó a explorar el lugar, sabiendo que obtendría mucha información de esa visita.
Por varias horas Jon siguió caminando por la ciudad que estaba al interior de los muros negros, vigilando a cada persona en su interior. Con cada castillo que revisaba, la ira y el deseo de degollar a estos imbéciles no hizo nada para disminuir, sino que, todo lo contrario, cada vez encontraba más razones para matarlos. Pero debido a que no podía hacerlo en este cuerpo, no sucedió nada en el interior de la ciudad.
Cuando al fin pudo ver cómo vivían estos cerdos, Jon rápidamente se dirigió hacia la salida de la ciudad. Para su buena fortuna, la salida no tenía el mismo tipo de fuerte control de movimiento, por lo que pudo salir fácilmente escondiéndose entre las sombras generadas por varias caravanas mercantes. Cuando estuvo fuera de la ciudad de los muros negros, Jon rápidamente se dirigió hacia su posada y mientras caminaba iba mirando al cielo diciéndoles a los de la Antigua Sangre que comiencen a pedir perdón por sus pecados, por que tarde o temprano el vendría a acabar con todos ellos.
Finalmente, Jon terminó llegando a su cuarto e ingresando, comenzó a salir de la mente de Fantasma, algo que se había vuelto más sencillo con cada interacción de este tipo que tenía cada cierto tiempo.
Los ojos de Arrotho se encontraban mirando a la ciudad nocturna de Volantis, mirando con ojos de halcón, tratando de encontrar la fuente de poder que sus maestros habían sentido cuando el ingresó en los muros negros. Y es que, cuando él llegó a los muros negros se dio cuenta, tras un buen tiempo de examen, que las murallas valyirias tenían agujeros en sus defensas mágicas, algo que no se había esperado, pero que fue muy bien recibido. Al darse cuenta de estos agujeros, el no perdió el tiempo y rápidamente usó uno de los hechizos que sus maestros habían dado a sus siervos para que puedan traerles la comida de manera más rápida, y eso era poder moverse distancias de manera instantánea, atravesando cualquier obstáculo. Al ingresar, se dio cuenta de que los Valyrios que allí vivían habían perdido gran parte de su poder mágico y que su sangre no resplandecía con el mismo poder que de seguro habían tenido en años anteriores.
'Fue decepcionante ver que esos orgullosos descendientes de los Valyrios no tienen el poder para ser considerados buenas comidas por los Eternos…. Algo que no puedo comprender, ya que se suponía que la fuente de magia que sentí provenía de este lugar. Sin embargo, parece que me equivoque, ya que no hay mucha magia en este lugar.' Pensó Arrotho con molestia, pues pensó que había encontrado una fuente de magia en estos Valyrios. Sin embargo, no todo estaba perdido para él, pues tras salir de la ciudad de los Antigua Sangre, sus maestros contactaron con el mentalmente. En un principio él había estado asombrado y confundido por su repentina llamada, pero se asombró cuando dijeron que habían sentido una poderosa presencia mágica cerca de él. 'Parece que esa presencia fue sentida cuando ingrese a la parte antigua de Volantis. Según los maestros ese ser u objeto tiene tanto poder mágico que podría alimentarlos y devolverlos a su mejor momento el solo. Así que, me han ordenado que lo busque… y eso hare… ya puedo saborear las recompensas que me darán…. Así que…. ¿Dónde estás…? Bueno eso no importa, tarde o temprano te encontrare en esta ciudad y cuando lo haga, serás el objeto de mi ascenso en la jerarquía de la orden de los brujos de Qarth…'
Tras esas declaraciones mentales, Arrotho puso una sonrisa siniestra mientras comenzaba a caminar por la ciudad, ya que esta era muy grande y no había tiempo que perder para buscar esa fuente de magia.
Nota de autor:
A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.
Y aquí, el capítulo 28…
La verdad es que este capito ha sido difícil de escribir debido a la poca cantidad de tiempo que he tenido últimamente. Pero bueno, si todo sale bien el próximo capitulo saldrá dentro de dos semanas.
Mirando el capítulo en sí, vemos a Jon merodear en la mente de Fantasma, mostrándonos como aprendió a usar sus habilidades de cambia pieles. Quiero mencionar que Jon tendrá una "piel" más en el futuro, ¿Cuál? Bueno, eso queda a imaginación suya XD.
Tambien vemos como esta afectando el regreso de la magia al mundo, espero poder colocar en el futuro más referencias a ello, pues es una parte importante en la trama.
Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.
