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Capítulo 38
Trader Town 297 AC
Las palabras de Jon hicieron que Pol Qo frunciera el ceño. El yitiense no entendía lo que el bastardo de Winterfell decía, pero pudo ver que se trataba de una provocación. Fue un insulto en toda regla para él, pues ¿cómo osaba ese simple asesino burlarse de un dios como él?
Pol Qo había sido un hombre de orígenes humildes, un simple soldado que, a base de "esfuerzo", logró ascender en la jerarquía militar del ejército de Yin. Había servido al emperador de Yin y a su padre antes que él, pero siempre se sintió menospreciado. Así que, tras la muerte del padre de Bu Gai, decidió que ya no seguiría al emperador de Yin. Después de una rápida y exitosa campaña contra los Jogos Nhai, decidió que era el momento para rebelarse, autoproclamándose Dios-Emperador Naranja.
Tras ello, fortificó Trader Town y comenzó sus planes para conquistar todo Yi Ti. Había estado luchando contra los Jogos Nhai para ganar renombre y atraer a todos los soldados posibles. Sin embargo, un día, luego de derrotar a una partida de bárbaros, encontró una piedra en su campamento. Aquella piedra era tan hermosa que decidió llevársela y engarzarla en el pomo de su espada, pues sintió que aquella bella joya solo podía ser un mensaje divino de que debía de reinar como Dios Emperador. Cuando la gema fue incrustada en la espada, Pol Qo sintió como el poder recorría sus venas; por primera vez, sintió el poder de un dios… el poder que él se merecía.
Demoró un buen tiempo, pero cuando aprendió a usar su nuevo poder, lo utilizó para eliminar a sus rivales y detractores dentro de sus filas, dejando solo a sus tropas leales. Este nuevo poder le permitió ejercer con mano de hierro, abandonando sus tácticas normales y comenzando a quemar y amenazar a aquellos que no se unían a él, alguien con un verdadero poder divino, no como Bu Gai, un cobarde que solo se quedaba en su castillo fortificado en la gran ciudad de Yin.
Sin embargo, ahora, alguien que recibió el poder de un dios estaba siendo insultado por un humano con algunos trucos mágicos. La sangre de Pol Qo, la cual se había vuelto tan fría como el hielo, se calentó, y el general frunció el ceño mientras apretaba los dientes.
"Te atreves..." susurró en voz baja usando el idioma natal de su pueblo, para luego gritar a todo pulmón. "¡Te atreves! ¡¿Cómo osa un humano como tú a insultar a un Dios como yo?!"
Tras soltar aquel grito, Pol Qo se lanzó contra Jon a gran velocidad. Esto le permitió recorrer la distancia que los separaba en cuestión de segundos. Cuando estuvo frente a Jon, movió su espada, usando el impulso de su movimiento para darle más fuerza a su ataque. Sin embargo, fue en vano, pues Jon logró detener el ataque. Aunque los movimientos del bastardo aún eran un poco más lentos de lo normal, fueron suficientes para detener un ataque de ese tipo.
Tras ver su ataque detenido, Pol Qo movió su pierna izquierda, intentando sorprender a Jon con combate cuerpo a cuerpo. Sin embargo, esta vez no sucedió lo que el general había planeado, ya que su ataque fue frustrado por la palma de la mano izquierda de Jon.
Jon había movido su mano libre, deteniendo el ataque de Pol Qo, quien tenía una expresión de sorpresa en su rostro. Esto se debía a que nunca había sucedido algo así. El viejo general había luchado de esa manera contra cientos de enemigos, aniquilándolos fácilmente. Sin embargo, ahora se había topado con alguien que no caía fácilmente. Este hecho lo dejó en shock, lo que permitió a Jon agarrar la pierna de Pol Qo y estamparlo contra el suelo nevado.
El cuerpo del general yitiense rebotó en el suelo tras el impacto, lo que lo hizo volver en sí. Al momento en que volvió en sí, rápidamente se reincorporó lo mejor que pudo, y usando su espada, lanzó dos estocadas rápidas apuntadas al pecho de Jon. Aquel ataque no tenía como objetivo matar al joven, solo crear espacio entre ellos.
Para la suerte de Pol Qo, Jon, quien usaba su armadura de cuero para infiltraciones, sabía que un ataque de ese tipo podía causar cierto daño. Por lo que, sin más opciones, dio un paso atrás, dejando pasar así una oportunidad de oro para matar a Pol Qo. Aun así, sabía que podría generar otra oportunidad... solo debía seguir luchando.
Cuando Pol Qo vio cómo Jon se alejaba, rápidamente terminó de ponerse en pie. Y sin perder otro segundo, se lanzó contra él.
"¡Toma esto!" gritó el yitiense mientras corría hacia Jon con la intención de matarlo.
Al verlo llegar, Jon dio un paso y se acercó a él también. Encontrándose en el medio, comenzaron una furibunda danza de espadas, donde sus ataques creaban una sinfonía mortal de acero chocando, levantando chispas. Los ataques de ambos eran fuertes, pero debido al aura de fuego que cubría a Jon, Pol Qo no podía acercarse del todo al bastardo.
La batalla entre ambos continuó, manteniéndose a raya uno al otro. Sin embargo, aquella batalla de espadas terminó momentáneamente cuando, en medio del intercambio de ataques, la espada de Pol Qo quedó atascada en la guarda de «Gandravar».
Cuando Jon vio esto, rápidamente movió su espada. Esto creó un efecto de palanca, lo que hizo que Pol Qo sintiera una fuerte tensión en su muñeca, obligándolo a soltar su espada. Aquel desarme debió de ser el fin del combate, pero no fue así, pues Pol Qo se lanzó contra Jon, golpeando rápidamente la muñeca con la que Jon sostenía su espada.
"Gkkk..." gruñó Jon al sentir el golpe en los dedos de su mano, lo que hizo que Jon soltara su espada.
Cuando ambas espadas cayeron al suelo, ninguno de los dos fue a por ellas. En su lugar, se lanzaron el uno contra el otro para luchar mano a mano.
En el momento en que Jon tuvo a Pol Qo a tiro de un golpe, lanzó un puñetazo hacia el rostro del yitiense. Aquel golpe era certero, pero Pol Qo logró desviarlo. Aquello sorprendió a ambos. La razón: el yitiense había desviado un ataque de un puño cubierto de fuego sin sufrir heridas visibles, algo que parecía imposible.
Esta revelación hizo que el yitiense, quien había estado reacio a golpear a Jon debido al aura de fuego que lo rodeaba, decidiera atacar en serio. Moviendo sus brazos, lanzó dos ataques rápidos hacia Jon, tratando de abrumarlo para que cometiera un error.
Al ver los ataques llegar, Jon respondió moviendo sus manos, deteniendo los ataques. Esto lo forzó a moverse un poco, ya que Pol Qo lanzó una patada baja, haciendo que Jon saltara un poco. Aquello demostró ser un error, pues el general yitiense aprovechó para apoyarse con sus manos y lanzar una patada elevada, la cual impactó en el pecho de Jon.
"¡Gahhh!" fue el sonido que soltó Jon al momento del impacto. Aunque era un golpe duro, no se comparaba en nada a los golpes que su maestro solía lanzarle. Aun así, el golpe le hizo perder un poco de aire, algo que lo dejó un poco a merced de Pol Qo.
¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!
El cuerpo de Jon comenzó a moverse conforme recibía los ataques de Pol Qo. Cada uno de estos golpes iba dirigido a diferentes zonas del cuerpo del bastardo. Aun así, por muchos golpes que recibía, este no caía. La razón por la que Jon no caía era simple: había adoptado una posición donde su abdomen, pecho, rostro y oídos estaban protegidos... no del todo, pero lo suficiente como para no sufrir daños graves. La razón por la que hacía esto era simple, recuperar el aliento para poder contraatacar.
Eso hizo que recibiera algunos golpes, pero eso cambió cuando sintió que estaba bien. Moviendo sus manos rápidamente, desvió los dos puños que Pol Qo le había lanzado. Tras ello, apretó los puños y comenzó a atacar al yitiense. El primero de sus puños se dirigió hacia su rostro, algo que el yitiense esquivó bajando la cabeza un poco, lo cual fue un error. Esto se debió a que Jon aprovechó para darle un golpe descendente con su otro puño.
Aquel golpe impactó en el omóplato de Pol Qo, provocando que este sintiera un fuerte dolor y haciendo que el cuerpo del general cayera. Al ver esto, Jon movió su pierna y le lanzó un rodillazo, el cual fue detenido por una mano de Pol Qo, quien usó esto para impulsarse y tomar distancia de Jon.
Sin embargo, por mucha distancia que el yitiense quisiera poner entre él y Jon, el aprendiz del Dovahkiin no se lo dejaría fácil. Sin perder un solo segundo, se impulsó y acortó esa distancia en menos de cinco segundos. Esto tomó por sorpresa a Pol Qo, quien debido a esto no pudo defenderse bien.
¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!
En ese momento, comenzó el turno de Pol Qo para ser el saco de boxeo de Jon. Los golpes del aprendiz del Dragón del Norte fueron de tal magnitud que el pobre yitiense se doblaba en V cada vez que Jon lo golpeaba en el abdomen. Sin embargo, no solo lo atacó de esa manera, pues también golpeó el rostro del yitiense.
Pol Qo sintió una gran cantidad de dolor en su cuerpo mientras era golpeado. Él era un hombre entrenado en las artes marciales yitienses, pero nunca en su vida había visto el estilo de lucha que usaba Jon. La forma en que luchaba era extraña, sus golpes y sus movimientos eran arrítmicos, es decir, no seguían un patrón específico en los tiempos de ataque; era como si cada uno fuese un golpe individual y no un conjunto de golpes. Aquello hizo que no pudiera adivinar la forma correcta de defenderse. Sin embargo, eso no quiere decir que no se defendió. Fue torpe, pero pudo desviar algunos ataques de su enemigo.
Jon dio un giro en el aire, potenciando así su siguiente golpe. Moviendo su pierna, dio una potente patada lateral, destinada a impactar en el cuello de Pol Qo para de esa manera quebrárselo... o al menos eso esperaba Jon, pues había algo raro con el cuerpo del yitiense. Para empezar, tenía velocidad y resistencia sobrehumanas como él, pero no tenía la misma fuerza de impacto, o al menos esa impresión le dio su lucha. El cabrón estaba resistiendo bien sus golpes, pero no es que fuera particularmente fuerte para devolverlos con la misma intensidad. Aun así, él esperaba que esto fuera el fin, pues su «Manto de llamas» estaba por apagarse. Sin embargo, no tuvo suerte, pues Pol Qo detuvo su ataque con su mano.
Aquel movimiento provocó que se generara una onda de choque que limpió un poco el lugar de nieve. Sin embargo, pese a que Pol Qo detuvo el ataque, no salió indemne, pues la misma fuerza del impacto le hizo retroceder un poco. Fue en ese retroceso que los pies del general yitiense tocaron su espada. Al darse cuenta de ello, rápidamente movió ese pie y, colocando la punta de este bajo la pequeña guarda de su espada, la levantó con un grácil movimiento.
Al momento en que Pol Qo tomó la espada, una corriente eléctrica surgió desde la espada y se extendió por el cuerpo del yitiense, provocando que este se estremeciera. Sin que él lo supiese, la piedra sello que había engarzado en su espada estaba brillando.
La mente del general comenzó a ser asaltada por cientos de imágenes que, si un mortal normal viese, no serían entendidas para nada. Sin embargo, eso fue diferente para Pol Qo. Él entendió lo que esas imágenes significaban, por lo que al volver a la realidad, se dio cuenta de que Jon se acercaba a él. Al ver esto, movió su brazo e hizo lo mismo que le decían las imágenes.
Ante la sorpresa del general y de Jon, quien corría hacia él, del suelo que estaba frente a Pol Qo surgieron cientos de estacas de hielo. Aquellas estacas eran enormes, siendo del mismo grosor que el tronco de un árbol de seis metros. Aquel ataque se dirigió a enormes velocidades contra Jon.
Los ojos del hijo de Ned Stark se abrieron como platos al ver aquel ataque. Él no era idiota, sabía que si esas cosas lo tocaban, sería su fin. Por lo que, sin pensarlo dos veces, apretó los pies en el suelo nevado, esperando así detenerse. Sin embargo, eso sería imposible, pues la nieve hacía que sus pies se resbalaran.
Al ver que no podía detenerse, Jon comenzó a preocuparse, pero mientras lo hacía, vio a lo lejos la empuñadura de su espada. Al verla, Jon supo lo que tenía que hacer. Así que, sin dudar un solo segundo, extendió su mano derecha y usó «Telekinesis», un hechizo de la cuarta Era que permitía atraer objetos hacia ti para tomarlos o enviarlos a volar con la misma energía, pero con más velocidad. Para esta ocasión, Jon lo usó para atraer su espada a su mano.
Cuando sintió a «Gandravar» en su mano, Jon no perdió el tiempo y usó «Armas Ígneas» para infundir su espada con el poder de la lava. Con ello, comenzó a cortar a gran velocidad las estacas que se acercaban a él.
Debido al calor que emanaba de la hoja de la espada y las llamas que cubrían el cuerpo de Jon, este pudo hacer su trabajo con bastante facilidad. La hoja de «Gandravar» cortaba las estacas de hielo como si nada, lo que hizo que Jon siguiese avanzando sin problemas.
Al ver cómo su primer ataque fallaba, Pol Qo no perdió el tiempo y, moviendo otra vez su espada, esta vez de abajo hacia arriba, hizo que una gran cantidad de viento surgiera. La fuerza de este viento era tan grande que comenzó a levantar la nieve del lugar, para finalmente convertirse en una verdadera tormenta de nieve de proporciones nada sanas para un mortal.
"Gk..." gruñó Jon cuando se vio forzado a cubrirse los ojos con las manos, pues los vientos eran tan fuertes que varios fragmentos de nieve se habían enfriado hasta el punto de ser pequeñas agujas de hielo. Debido a la velocidad a la que estas se movían, algunas lograron atravesar el manto de llamas de Jon.
'Maldición... esta tormenta de nieve se está haciendo más fuerte con cada segundo que pasa y a ese bastardo no lo afecta.' pensó Jon con molestia mientras miraba cómo Pol Qo estaba parado allí, sonriendo mientras apuntaba con su espada hacia él. Pese a que estaba en una situación complicada, Jon estaba confiado en que su manto de llamas lo protegería un poco más, al menos así fue hasta que... de un segundo a otro, su hechizo se terminó, dejando a Jon a merced de todo el poder de aquella tormenta de nieve.
Jon apretó los dientes para no gritar al sentir cómo su cuerpo era atravesado por varias agujas de hielo, las cuales perforaban su armadura en las partes más débiles de esta. El cuerpo de Jon comenzó a llenarse de heridas, pequeñas, pero aun así dolorosas y, en cierto sentido, incapacitantes. Aun así, mientras era presa de aquel ataque, Jon no se rindió y, dejando caer nuevamente a «Gandravar», solo que esta vez a un metro de él, comenzó a juntar una gran parte de sus reservas de Magicka, comenzando a mover sus manos y flexionando su cuerpo, el cual comenzó a ser rodeado de fuego.
Aquel no era similar a su manto de llamas, sino que era un efecto secundario del hechizo que estaba por desatar… un hechizo que no podía usar de manera completa, sino que solo podía desatar una porción de lo que sería el poder completo de ese hechizo. Sin pensarlo dos veces, al momento en que sintió que su hechizo estaba listo, golpeó el suelo con sus manos.
Al momento en que las manos de Jon tocaron el suelo, todo el lugar fue consumido por enormes llamas. El hechizo usado por Jon se llamaba «Tormenta de Fuego», siendo este hechizo uno de nivel maestro en la escuela de Destrucción de la magia de la cuarta era. Las llamas eran tan poderosas que empujaron los vientos helados provocados por Pol Qo, limpiando todo el terreno y permitiendo que Jon lo viese claramente.
Al momento en que Jon lo pudo ver, no perdió un solo segundo y, tomando su espada, salió corriendo contra Pol Qo. Mientras corría, volvió a usar «Manto de Llamas», pues necesitaba protección contra los efectos de este lugar.
Los ojos de Pol Qo se abrieron como platos al ver a Jon crear la explosión que limpió el lugar de nieve y eliminó su tormenta de nieve. Sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo, el yitiense tomó su espada y, sin pensarlo dos veces, hizo que esta se cubriera de una capa de hielo que hizo que la hoja pareciese estar hecha de hielo.
Cuando Jon vio eso, no lo pensó mucho tampoco y volvió a usar «Armas Ígneas» para de esa manera contrarrestar el hielo de la hoja de la espada de Pol Qo.
Ambos enemigos cargaron uno contra el otro y cuando estuvieron frente a frente, lanzaron sus primeros ataques. Las dos espadas chocaron y gracias al origen mágico de sus respectivas recubiertas, generaron una explosión de energía mágica que sacudió a ambos. Aun así, volvieron al ataque.
Una y otra vez se atacaron, lanzando cortes en todas direcciones, generando así varias veces ondas de choque, las cuales los desestabilizaban de tal forma que no podían usar combate a mano limpia.
La batalla se estancó unos momentos hasta que Pol Qo comenzó a lanzar explosiones de energía helada en forma de medialuna. Para ello, el yitiense se había alejado de Jon unos pasos y comenzó a atacar desde allí.
Jon había estado esquivando esos ataques, buscando una manera de acercarse sin ser víctima de ese golpe, pues sería desagradable que eso le impactase de manera directa. Sin embargo, no había podido localizar nada por el momento.
'Tengo que darme prisa. No es mucho, pero las heridas que me hicieron esas agujas de hielo me están adormeciendo partes del cuerpo... supongo que es algo natural... aun así, no sé cuánto podré aguantar si sigo así... no es bueno luchar con heridas como estas. Además, mis reservas de Magicka no están en su mejor momento, no puedo prolongar mucho esta batalla.' pensó Jon mientras miraba a su enemigo.
Tras esos pensamientos, Jon se vio forzado a rodar por el suelo para esquivar una medialuna hecha de energía mágica helada. Aquella medialuna era como una cuchilla súper afilada, cortando el suelo y creando un gran surco donde impactaba. Aunque no solo eso, ya que explotaba al impactar, creando una especie de semiesfera de hielo de la cual surgían cientos de pinchos de hielo tan afilados como agujas.
Luego de esquivar aquel ataque, Jon comenzó a correr hacia Pol Qo, quien comenzó a atacar con más medias lunas, las cuales fueron esquivadas por Jon. Fue gracias a eso que Jon comenzó a acercarse, lentamente, paso a paso hacia su enemigo. El cual, al verlo llegar, cambió de estrategia y comenzó a lanzar otro tipo de ataques usando su espada, uno de ellos consistía en mandar lobos fantasmales, los cuales explotaban en cientos de esquirlas de hielo tras cierto tiempo. Todo esto forzó a Jon a usar más hechizos para detener a su enemigo, agotando cada vez más sus ya tocadas reservas de Magicka.
Jon movió su espada y, usando «Latigazo Ardiente», hizo que «Gandravar» se convirtiera en un látigo, el cual envolvió a uno de los lobos y terminó por cortarlo a la mitad, destruyéndolo. Con ello, Jon avanzó hacia el siguiente y esta vez usó una técnica de los Templarios, transmutando su espada en una lanza, hizo un barrido circular con ella, matando de esa manera a los últimos cuatro lobos que corrían hacia él.
Ya sin los lobos presentes, el hijo de Ned Stark avanzó a toda la velocidad que podía para de esa manera terminar con esto.
'Puede usar todo tipo de ataques con su espada...' pensó Jon mientras esquivaba, rodando y saltando, las lanzas de hielo que su enemigo conjuraba, gritando lo que seguramente eran obscenidades en su idioma natal, el cual Jon no entendía en absoluto.
"¡Muere, maldito bastardo!" gritó Pol Qo mientras tomaba su espada con ambas manos y la levantaba.
Lo que ocurrió a continuación sorprendió a Jon, casi haciéndolo tropezar. La hoja de la espada de Pol Qo comenzó a generar una cantidad de poder mágico tal que levantó una columna visible de energía. Esta columna era tan grande como las torres que Jon había visto en Winterfell, y seguramente causaría una explosión enorme.
'¡Mierda, mierda, mierda, mierda...!' pensó Jon con extrema preocupación y un toque de pánico al ver cómo la energía mágica se solidificaba, tomando la apariencia de una hoja de espada enorme. 'Esta cantidad de magia es suficiente para derribar una muralla con extrema facilidad.'
Jon comprendió que el ataque de Pol Qo sería devastador y que no podía permitirse dudar. Así que, deteniéndose, tomó su espada con ambas manos, flexionó las rodillas y la colocó sobre su hombro derecho. El suave toque del filo de «Gandravar» sobre su armadura provocó que esta se cortara ligeramente, demostrando lo afilada que era.
Mientras Pol Qo seguía preparando su ataque más poderoso, Jon cerró los ojos y evocó una técnica que su maestro le había mostrado una sola vez.
«Concentra el flujo de magia desde tu cuerpo hasta la espada, pero hazlo en un solo flujo continuo...»
La voz de Edzard resonó en la mente de Jon, guiándolo para que la magia que surgía de su cuerpo se dirigiera a cada parte de él y se transmitiera a su espada. Mientras lo hacía, el aire alrededor de su cuerpo comenzó a difuminarse debido a la cantidad de magia que estaba produciendo, agotando casi la totalidad de magia que le quedaba.
Este suceso llamó la atención de Pol Qo, quien sintió un escalofrío recorrer su cuerpo mientras observaba. Apretó los dientes con ira, pues no entendía cómo ese estúpido plebeyo se atrevía a eclipsar su poder.
Desconociendo los sentimientos de Pol Qo, Jon continuó siguiendo las instrucciones de su maestro.
«Deja que tanto la espada como tu cuerpo se llenen de magia mientras todo a tu alrededor se calma...»
La mente de Jon se calmó mientras su cuerpo se calentaba suavemente al llenarse de magia en cada parte. «Gandravar» también comenzó a brillar mientras concentraba más y más magia cada segundo.
«Luego, libera el poder de tu cuerpo mientras sigues cargando tu espada...»
Cuando esas palabras resonaron en su mente, Jon abrió los ojos y, sin pensarlo dos veces, apretó los pies contra el suelo, creando un pequeño cráter bajo él. Esto volvió a llamar la atención del Dios-Emperador, quien se aterrorizó por lo que veía. Tras la creación del cráter, Jon liberó el poder acumulado en su cuerpo, lo que hizo que todos sus músculos se tensaran enormemente, produciéndole un terrible dolor por el esfuerzo hecho de manera tan rápida. A pesar del dolor, lo ignoró y usó ese impulso para lanzarse contra Pol Qo.
A medida que Jon avanzaba, su cuerpo, cubierto de magia, se convirtió en una especie de cometa rodeado de energía. Pol Qo, desesperado, miraba la gema en su espada.
"¡Date prisa! ¡Dame más poder!" gritó el yitiense, suplicando por más magia a la gema que los dioses "le habían dado". La gema pareció respondió de inmediato, aumentando la cantidad de magia en la espada y desestabilizando el ataque por un segundo, antes de volver a la normalidad y formar la hoja de magia aún más rápido.
Cuando Jon estuvo a pocos pasos de Pol Qo, el ataque del yitiense estaba completamente cargado y este tenía una enorme sonrisa en su rostro.
"¡Muere!" gritó Pol Qo mientras bajaba sus brazos, haciendo que su espada cayera en un corte vertical.
«Cuando llegues a tu enemigo, libera todo en un único y devastador golpe.»
Estas fueron las últimas palabras que llegaron a la mente de Jon cuando vio la enorme hoja de la espada de Pol Qo dirigirse hacia él. Moviendo su espada en un movimiento similar al del yitiense, Jon liberó su técnica.
La hoja de «Gandravar» brilló al liberar la magia acumulada, provocando una explosión que impactó con la hoja de la espada de Pol Qo.
¡BOOOM!
Una enorme explosión se creó al chocar ambas armas, generando un cráter y liberando vientos tan poderosos que limpiaron la nieve a más de doscientos metros a la redonda. Las llamas mágicas surgieron tras la explosión, arrasando todo lo que había alrededor, creando un campo yermo donde antes había estado la nieve.
Dentro del cráter se veían a Jon y Pol Qo, ambos heridos. Jon tenía quemaduras graves en su brazo derecho, mientras que Pol Qo estaba en mejores condiciones, aunque también presentaba varias heridas menores. Las armaduras de ambos guerreros estaban destrozadas, dejándolos en harapos.
Pol Qo sonreía al ver las heridas en el cuerpo de Jon. Aunque sorprendido por la resistencia de Jon, estaba satisfecho de haber incapacitado su mano dominante. Rápidamente, se lanzó para darle el golpe de gracia.
Jon vio a Pol Qo acercarse rápidamente y, cuando estuvo a menos de un metro, levantó su espada. Jon, sabiendo que no podría usar su brazo derecho hasta recibir una buena curación, movió su brazo herido para detener el ataque de Pol Qo. Los ataques de ambos chocaron, pero la debilidad de la mano de Jon lo forzó a soltar su espada. Pol Qo sonrió aún más al ver a Jon derrotado.
'Esa espada es mejor que la mía... si le agrego la gema, se volverá aún más poderosa. Con ambas, me convertiré no solo en el dios-emperador de Yi Ti, sino en el del mundo entero.' pensó Pol Qo mientras movía su espada para dar una estocada en el pecho de Jon.
Jon, viendo que su enemigo movía la espada para clavársela, notó de reojo que su propia espada estaba al alcance de su mano izquierda. Asi que, movió su mano rápidamente, tomo su espada con la mano izquierda y la usó para desviar el ataque de Pol Qo, quien se sorprendió enormemente.
"Lo siento por ti, cabrón... pero soy ambidiestro." dijo Jon mientras se impulsaba y, usando su mano izquierda, apuñalaba con la hoja de «Gandravar» el pecho de Pol Qo, perforando su corazón.
La sangre caliente comenzó a brotar de la herida de Pol Qo, quien soltó un grito de dolor cuando Jon movió su espada de manera circular, agravando la herida.
Aunque cruel, este movimiento era la única forma que Jon tenía para terminar con su enemigo, al menos por ahora. Sin pensarlo dos veces, retiró su espada del cuerpo del yitiense, lo que hizo que este comenzase a caer al suelo. Con Pol Qo cayendo hacia atrás, Jon movió nuevamente su arma y, con un rápido y certero corte, decapitó al yitiense, acabando con su sufrimiento.
Con ese movimiento, la batalla terminó y Jon vio cómo la espada de Pol Qo caía al suelo. Tomando un par de bocanadas de aire, pues estaba exhausto, Jon se acercó y tomó la espada con su mano derecha.
En el momento en que Jon tomó la espada, cientos de imágenes acosaron su mente mientras zarcillos similares a enredaderas de rosas surgían del suelo y comenzaban a enredarlo. Lentamente, Jon escuchó el susurro de una mujer rogándole que la acogiera, que le permitiera entrar en su corazón.
La voz de aquella mujer era tan suave y melodiosa que Jon comenzó a perder la batalla, dejándola entrar lentamente. Sin embargo, de repente, aquella voz se convirtió en un horrendo y espantoso grito, tan fuerte que Jon volvió en sí.
Negó rápidamente con la cabeza y, al bajar la mirada, vio que las enredaderas se convertían en agua. Esto lo sorprendió, pues no había usado ningún hechizo y su manto de llamas se había apagado tras la explosión que surgió del choque de poder entre él y Pol Qo.
Lentamente, miró su cuerpo y vio con sorpresa cómo su tatuaje brillaba, emitiendo un aura mágica que derretía las enredaderas. Aunque no sentía calor de aquel brillo, sí sentía una presencia, la de su maestro.
"Vaya... parece que aún sigues protegiéndome." susurró Jon con una sonrisa triste, evocando recuerdos de su tiempo con Edzard.
Tras unos pocos segundos, Jon negó con la cabeza, sabiendo que no debía dejarse llevar por esos recuerdos. Mirando la espada de Pol Qo, la clavó en el suelo nevado. Con ella allí, colocó su espada en su guarda y luego colocó un pie en la pequeña guarda de la espada de Pol Qo y, usando su mano izquierda, jaló la gema. Gracias a su fuerza, logró romper las pequeñas garras que mantenían la piedra sello unida a la espada.
"Te tengo." dijo Jon con una sonrisa de alivio al ver la gema en su mano.
Sin embargo, esa sonrisa se desvaneció de su rostro cuando todo el lugar volvió a brillar, cegándolo. Cuando el brillo cesó, abrió los ojos y vio que estaba de nuevo en la habitación de Pol Qo.
"Parece que ese reino de bolsillo estaba vinculado con la espada. Ahora que la espada ya no tiene la piedra sello, aquel reino no puede ser mantenido." susurró Jon mientras miraba la gema en su mano.
Apretando ligeramente la piedra, Jon estuvo por salir, pero antes de que pudiera siquiera dar un paso, escuchó pasos acercarse. Mirando hacia la dirección de la que venían, supo que eran los guardias que debían de estar pisos abajo.
'El brillo que se genera al entrar en ese reino de bolsillo de seguro llamó su atención.' pensó Jon con preocupación, pues no estaba en las mejores condiciones para pelear. Si bien podía luchar, no quería empeorar sus heridas, por lo que sin pensarlo dos veces, salió de allí rápidamente, provocando ruido.
Cuando la puerta se abrió, Jon ya estaba por llegar a la ventana.
"¡ALTO!" fue lo que gritaron los guardias al ver a Jon, pero este no les hizo caso y se lanzó por la ventana.
Mientras caía, Jon sacó uno de los ganchos, pero este tenía una soga. Cuando llegó al piso cuatro, lanzó la cuerda al techo y usando su brazo izquierdo, logró disminuir la velocidad con la que caía.
Aun así, pese a eso, cayó de manera aparatosa sobre una carreta llena de frutas. Esto hizo que provocara mucho ruido, lo que llamó la atención de todos los guardias cercanos.
'Maldita sea... esto llama bastante la atención... no tengo otra opción.' pensó Jon con convicción para luego hacer estallar las runas de fuego que había colocado.
Varias explosiones llenaron el lugar, llamando así la atención de los soldados que, en un principio, se estaban acercando a donde estaba Jon.
Al escuchar cómo los guardias se iban, Jon no perdió tiempo y se levantó como pudo para comenzar a huir de allí.
Daenerys se encontraba acostada en su cama observando con cariño un objeto en sus manos. Los dedos de la joven princesa pasaban de un lado a otro por las hermosas costuras de aquel objeto, deleitándose con su suavidad. El objeto que ella tenía en sus manos era su propio bolso encantado.
Ella había recibido aquel bolso luego del asunto con los jinetes yitienses, más precisamente, en la cena del primer dia en que cabalgaban para dirigirse a Traver Town.
Una sonrisa apareció en su rostro al recordar cómo Jon la había llamado para dárselo en la cena. Ella había estado muy feliz al recibirlo, pues era la prueba irrefutable de que Jon confiaba en ella. Por eso, prometió cuidarlo con su vida.
La joven dejó de mirar el bolso y lentamente se puso de pie, pues ya era muy de noche, de seguro pasada la hora del lobo en Westeros. Caminando con pasos suaves, llegó hasta la ventana de su habitación, la cual "compartía" con su "esposo".
Un sonrojo apareció en el rostro de la niña cuando recordó que esta era la habitación que compartía con Jon por esta noche, pues mañana, si todo salía bien, partirían de regreso a Yin para viajar a Asshai. Comenzando a mirar por la ventana, vio el palacio de Pol Qo, lo que hizo que se llevase una mano al corazón.
"Espero que todo salga según tu plan, Jon..." susurró Daenerys con un poco de aprehensión mientras miraba el palacio. Sin embargo, eso cambió cuando varias explosiones ocurrieron al mismo tiempo en el palacio. Aquello aterrorizó a Daenerys, pues sabía que ese era el plan de contingencia de Jon, un plan que el usaría si todo salía mal o si la situación se complicaba.
Sin perder un solo segundo, después de salir de su estado de shock, se dirigió a su puerta, pero antes de salir, escuchó que tocaban.
"¡Dany!" fue el grito de Pyp tras la puerta. "¡Abre!"
Al oír aquello, la princesa Targaryen no lo pensó mucho y abrió la puerta. Al hacerlo, vio que allí estaban todos sus amigos, Fantasma, quien se estaba quedando con ellos, también estaba allí y miraba con aprehensión en dirección del castillo.
Con la puerta abierta, los amigos de Jon entraron y luego Daenerys cerró la puerta. Tras ello, se sentaron en las sillas de la mesa de la habitación, la cual era una de las más grandes de la posada.
"¿Qué crees que haya pasado para que Jon haya usado el plan B para su escape?" preguntó Grenn con preocupación mientras esperaban ver si su amigo llegaba o si tendrían que ir a sacarle de alguna celda.
"No lo sé, pero debió complicarse la cosa mucho." respondió Sam mientras miraba la ciudad, en especial los tejados cercanos para ver si había alguna señal de Jon.
"Tal vez lo descubrieron y ahora mismo lo están destripando... algo que seguro nos pasará a nosotros también." añadió Edd con su clásico pesimismo.
"No lo creo." respondió de manera rápida Daenerys, llamando la atención de sus amigos. "Jon es muy fuerte, él podrá salir de cualquier problema."
Las palabras de Daenerys eran ciertas y todos sentían lo mismo, pero aun así, sonrieron ante lo que dijo la princesa Targaryen. Esto se debía a que eso demostraba que ella confiaba plenamente en Jon, algo que ellos también hacían. Aunque, había otra razón por la que ellos sonreían, pero para su mala, o tal vez buena suerte, no pudieron decir nada, pues escucharon una voz desde la ventana.
"Gracias por el voto de confianza... pero esta vez sí fue complicado."
Todos giraron las cabezas cuando escucharon la voz de Jon. Y al momento de verlo, los ojos de todos se abrieron como platos al ver qué tan herido estaba su amigo.
"Jon, mierda." dijo Grenn con sorpresa mientras él y Sam se acercaban a la ventana y ayudaban a su amigo a bajar de allí.
"Por los Siete, ¿qué mierda te pasó?" preguntó Pyp, el cual junto a Edd, se acercó para ver mejor a su amigo.
"Ese cabrón era más fuerte de lo que esperaba." respondió Jon mientras sus amigos lo ayudaban a llegar a una silla.
Mientras todo esto pasaba, Daenerys miraba en total shock el cuerpo herido de Jon, sintiendo casi ganas de llorar por cómo su amigo estaba tan herido. Sin embargo, supo que no debía mostrarse tan débil, por lo que aguantándose, se fue y rápidamente volvió con lo que sabía que Sam necesitaría para ayudar a Jon.
Cuando Jon se sentó, Sam comenzó a curarle las heridas más simples, cerrándolas con una aguja e hilo, mientras usaba vino hervido para el resto de las heridas. Si bien hubiese sido mejor que jon curase sus heridas con magia, esta vez no seria posible gracias a que las reservas de Magicka del bastardo de Winterfell estaban en cero. Mientras era atendido por su amigo, Jon narraba lo que había pasado. Decir que todos estaban sorprendidos era quedarse corto, pues nunca esperaron que algo así sucediese.
La revelación de lo que había ocurrido hizo que todos los que habían querido ir con Jon a pelear suspiraran de alivio, pues era más que obvio que si iban, morirían. Por ello, suspiraron con tranquilidad.
"Un reino de bolsillo... eso es increíble..." comentó Sam con sorpresa y expectación mientras trataba el brazo herido de su amigo.
"Sí, ese lugar le daba todas las ventajas a él." señaló Jon mientras miraba su brazo derecho. "De no ser porque tengo un repertorio de habilidades algo grande, no podría haber salido de allí con vida."
Aquellas palabras pusieron sombríos a los amigos de Jon, quienes se preguntaban cómo les iría a ellos si a Jon se le complicó mucho. Un escalofrío recorrió sus columnas mientras pensaban en ello, pero aun así, nadie dijo nada más. Al menos por unos momentos, hasta que Daenerys hizo la pregunta más importante de todas.
"¿C-conseguiste la piedra sello, Jon?" preguntó Daenerys mientras ayudaba a vendar el brazo de Jon, después de aplicarle un ungüento raro hecho por Sam.
Ante la pregunta de la princesa Targaryen, Jon sonrió divertido y, metiendo la mano en su bolsa, sacó la piedra sello. "Sí, la tengo. Ya podremos volver a Yin."
Cuando Jon mostró la piedra sello, todos se sintieron mejor y mientras Sam y Daenerys curaban a Jon, conversaban sobre cómo sería su viaje a Yin y luego a Asshai.
Nota de autor:
A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.
Y al fin logró terminar el capítulo 38 XD
Vemos que Jon ha tenido problemas con Pol Qo, algo esperable, ya que a diferencia de los otros enemigos que poseían piedras sellos este si sabía luchar y había tenido su piedra más tiempo. Aunque, eso no se compara con el siguiente portador… aunque, si bien el tiempo de posesión de la piedra sello será mayor, las habilidades y combates con el siguiente portador serán diferentes.
Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.
