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Capítulo 42
Asshai 297 AC
La habitación en la que se encontraba Jon era un lugar escasamente amueblado, con solo unos pocos estantes y libros acompañados de pergaminos. Aparte de eso, no había nada más, salvo grandes cantidades de polvo y telarañas.
"Este lugar realmente está abandonado." murmuró Jon para sí mismo mientras miraba al frente.
El hijo bastardo de Ned Stark había entrado en la mansión no hacía mucho y llevaba un tiempo revisando cada rincón. Sin embargo, lo único que había encontrado era polvo y telarañas, y ni una sola pista que le indicara cómo estaban invocando a esas criaturas.
"Maldición... parece que solo me falta revisar un lugar: el sótano de esta mansión." dijo Jon mientras caminaba por la habitación, que estaba situada en la parte trasera del edificio, siendo la única estancia de ese lado.
Caminando un poco más, llegó a la puerta que conducía al sótano. A simple vista, la puerta no parecía nada especial, solo una puerta común. Sin embargo, Jon no estaba seguro de si podría estar encantada o ser alguna clase de trampa. A pesar de la duda, el aprendiz del Dovahkiin se plantó frente a la puerta y, extendiendo una mano, tomó el pomo.
Mientras su mano se acercaba al pomo, Jon mantuvo su guardia alta, atento, pues no sabía qué podía encontrar tras esa puerta. Al tocarlo, sintió el frío del acero, pero nada más. Eso le arrancó un suspiro de alivio.
'Parece que no está encantada...' pensó Jon con cierto alivio, pues no estaba en condiciones de lidiar con una maldición en ese momento.
La puerta emitió un chirrido agudo al abrirse. En cuanto lo hizo, un fuerte olor a incienso y plantas inundó la nariz de Jon, lo que le mareó y confundió por la intensidad del aroma.
'Maldición, huele demasiado fuerte... Es como si quisieran ocultar algo.' pensó Jon con algo de aprehensión, ya que aquello podía significar problemas. Con ese pensamiento en mente, vio las escaleras de piedra que llevaban hacia las profundidades del sótano.
Soltando un suspiro, Jon, hijo de Ashara Dayne, no perdió más tiempo y comenzó a descender, dejando la puerta del sótano abierta para que la luz pudiera iluminar al menos parte del camino. Sin embargo, no pudo avanzar mucho, ya que la escasa luz que entraba no era suficiente para ver bien, y no había antorchas en el interior de la mansión.
"Ahhh..." suspiró Jon con frustración, pensando en qué hechizo podría utilizar para iluminar el sótano.
El joven bastardo tenía varias opciones: «Luz de Vela», que creaba pequeñas esferas luminosas que se adherían a las paredes; «Luz de Mago», que invocaba una esfera flotante que seguía al mago; y finalmente, «Visión Nocturna».
'Cada uno de estos hechizos tiene sus pros y contras... pero en este momento, no sé qué hay ahí abajo. Podría haber otra de esas criaturas esperándome, así que necesito ser cauteloso. Los hechizos de luz revelarían mi posición... No, tendré que usar el hechizo de visión nocturna.'
Con esa decisión, Jon conjuró la magia, y su vista se ajustó, permitiéndole ver el sótano en tonos de blanco y negro.
"Por la sangre de mis ancestros..." murmuró Jon al observar lo que había allí.
Aunque intuía que algo extraño sucedía, el fuerte olor a incienso había sido una clara advertencia. Pero lo que vio superó sus expectativas: una gran cantidad de cadáveres abiertos en canal, mostrando sus entrañas. Los cuerpos presentaban distintos grados de descomposición; algunos ya estaban hinchados, mientras que otros aún conservaban algo de frescura.
Los cadáveres no estaban esparcidos de manera aleatoria. Estaban dispuestos de tal forma que la sangre se había escurrido en un patrón circular en el suelo. Al acercarse, Jon se arrodilló y se dio cuenta de que la sangre no había formado ese patrón de manera natural, sino que corría por pequeñas canaletas talladas en el suelo.
"Ummm… parece una runa de invocación, pero no me da la sensación de ser magia de Nirn… Esto no ha sido hecho con el poder de una piedra sello." comentó Jon, con cierta decepción, pensando que había perdido el tiempo.
Sin embargo, justo cuando se disponía a marcharse, notó algo más: algunos documentos esparcidos en una mesa desvencijada.
"¿Qué es esto?" preguntó Jon, acercándose. Al estar frente a la mesa, tomó los documentos, solo para descubrir que no entendía nada, ya que estaban escritos en yitiense.
Frustrado, Jon hojeó las páginas, con la esperanza de encontrar algo en alto valyrio, al menos para tener una pista de lo que decían. Pero no tuvo suerte. Todo estaba en el desconocido idioma.
"Maldición… Esto sí que es mala suerte..." masculló Jon. Sin embargo, sus palabras quedaron atrapadas en su garganta cuando vio algo en la última hoja. Se trataba de un mapa. No era muy detallado, pero mostraba claramente dos lugares: uno era Asshai, y el otro... bueno, Jon no sabía qué ciudad era, pero estaba seguro de que Sam lo sabría.
Sonriendo ante este hallazgo, Jon guardó todos los documentos. Tal vez Samwell podría entender algo, o, si contrataban a varios intérpretes, podrían descifrar lo que estaba escrito en esas hojas.
Tierras Sombrias 297 AC
Los pasos de toda la tripulación del «StarWolf» eran lentos, pues el camino por donde avanzaban no era fácil de transitar. Iban en una sola fila, con Fantasma y Jon a la cabeza, mientras que detrás de ellos marchaba el resto de la tripulación, con Eddison Tollet en la retaguardia.
Todos llevaban armaduras y sus respectivas armas, además de equipo que normalmente no utilizaban en viajes por tierra: equipo de escalada. En sus bolsas encantadas portaban varios ganchos, cuerdas y pociones que les ayudaban a transitar con mayor facilidad por ese difícil terreno.
"Maldita sea, este lugar es aterrador…" dijo Pyp con aprensión, mirando a su alrededor.
"Ni me lo digas… Este sitio no es nada normal. El aire aquí es extraño, y no hablemos de los malditos peces que habitan en este río de mierda… esas cosas sí que son feas." comentó Grenn mientras observaba el río que seguían como guía.
Jon y sus amigos caminaban junto a la ribera del río Ceniza, cuyo cauce desembocaba en la ciudad de Asshai. El río tenía la peculiaridad de ser negro durante el día, pero cuando caía la noche, sus aguas adquirían un extraño tono verde fosforescente. De lo poco que sabían, sus aguas no eran potables, y los peces que allí habitaban no eran aptos para el consumo humano.
"Al menos no tendremos que comernos esos peces ni beber de esa agua." dijo Sam mientras miraba el río, que a sus ojos era de un gris apagado, igual que el resto del paisaje. Todo en ese valle parecía estar en tonos de gris. La razón era simple: se encontraban en el infame Valle de las Sombras, un lugar situado entre montañas, donde solo había luz al mediodía. Durante el resto del día, todo permanecía en oscuridad, salvo por la leve iluminación que ofrecían las aguas fosforescentes del río.
La razón por la que Sam y el resto de la tripulación veían todo en escala de grises era debido a las pociones de visión nocturna que habían ingerido. Aquella poción les otorgaba la capacidad de ver en la oscuridad, algo muy útil para moverse por ese lugar.
"Realmente no sé qué haríamos sin las pociones que nos dio Jon." dijo Daenerys mientras veía cómo Jon avanzaba con calma.
"De seguro estaríamos cargando antorchas y siendo visibles para las criaturas que merodean por aquí." respondió con pesimismo Eddison, que miraba a su alrededor con cautela.
Las palabras del hijo de la Casa Tollet hicieron que todos recordaran que no podían bajar la guardia en ese lugar, pues se decía que criaturas nada normales rondaban la zona. Con la esperanza de pasar desapercibidos, Jon había proporcionado a todos las pociones de visión nocturna para que pudieran caminar sin antorchas y así mantener libres sus manos para el combate.
"¿Cuánto crees que falta, Jon?" preguntó Eddison.
"No lo sé… pero espero que no mucho." respondió Jon sin apartar la vista del frente.
El hijo bastardo de Eddard Stark observaba el camino que debía seguir para llegar a su destino: la ciudad Cadáver de Stygai. Uno de los dibujos en el mapa que había encontrado señalaba la ubicación de Stygai, una ciudad en ruinas.
'Recuerdo que Sam solo mencionó ese lugar tras triangular la distancia en el mapa de Asshai que había en la sala de navegación.' pensó Jon, recordando cómo su amigo se había puesto pálido al pronunciar el nombre del lugar. 'Y no lo culpo… este sitio tiene una reputación bastante oscura. Pero eso lo convierte en el mejor lugar para que una piedra sello esté. Si no tiene un usuario, esa cosa debe haber infectado todo con su aura, creando el ambiente tan tenebroso que hay aquí.'
Tras esos pensamientos, la mente de Jon vagó hacia otra cuestión… ¿Qué podría haber en la ciudad cadáver? Sabía que las piedras sello solían crear defensas para protegerse, siempre y cuando no tuvieran un usuario. En ese caso, las defensas naturales del lugar se volvían más peligrosas, como había ocurrido en las Summer Isles y en Yi Ti. Si un humano estuviera vinculado a la piedra, obtendría poderes a través de ella.
'Si tengo suerte, será como en Tall Trees Town, un inexperto en magia y combate…' pensó Jon, esperando que su oponente no fuera un guerrero. Aunque tal adversario no pudiera utilizar el poder completo de la piedra sello, podría empoderarse lo suficiente para convertirse en una amenaza. 'Pero si tengo la peor de las suertes, será un maldito brujo… aunque no creo que pueda usar todo el potencial de la piedra, seguro que sería más poderoso que los otros dos… y eso me causaría problemas.'
Jon volvió a la realidad justo a tiempo, pues tanto él como Fantasma oyeron unas pisadas tenues.
"¿Jon?" preguntó Daenerys al ver cómo Jon se detenía abruptamente, pero su grito de sorpresa se desató cuando él desenfundó su espada y, con un rápido movimiento, se lanzó hacia ella.
La acción de Jon dejó a todos atónitos. Pero su sorpresa aumentó cuando vieron que Jon dirigía una estocada hacia la derecha, justo a un lado de Daenerys. La espada se clavó en un humanoide que apareció de entre las sombras.
"¡Tomen posiciones de defensa, estamos rodeados!" gritó Jon.
El grupo, todavía en shock, reaccionó de inmediato y, en menos de un segundo, formaron un círculo defensivo. No pasó mucho tiempo antes de que las pisadas se hicieran más fuertes. En cuestión de momentos, se vieron rodeados por humanoides extraños a sus ojos. Eran seres con cuernos, de piel extremadamente pálida, casi blanca como la leche. Sus ojos ardían como brasas incandescentes y sus dientes eran afilados. En sus manos, las uñas eran más como garras, de un negro tan profundo como la obsidiana.
"¡Por los Siete, ¿qué son estas cosas?!" gritó Pyp, aterrorizado por lo que veía.
Nadie respondió. No solo porque no sabían qué eran esas criaturas, sino porque no tenían tiempo. Esos seres se lanzaron sobre ellos como una jauría de perros hambrientos en busca de carne.
Aquellos seres se movían a una velocidad muy superior a la humana, algo que coincidía con su extraordinaria fuerza. Eso quedó claro cuando atacaron con sus garras a la tripulación del «StarWolf». Sus ataques eran simples, como si fueran más animales salvajes que seres conscientes. Aun así, su fuerza obligó a varios miembros de la tripulación a retroceder, lo que rompió la formación improvisada que habían establecido.
Daenerys, siendo la que tenía menos experiencia en combate, estaba sufriendo más que los demás. La joven princesa movía a «Dark Sister» con toda la habilidad que poseía, logrando desviar los ataques lo mejor que podía, pero no conseguía asestar un golpe directo, algo que contrastaba con la habilidad de sus compañeros.
Desviando la mirada ligeramente, Daenerys observó cómo sus amigos despachaban uno a uno a los enemigos. Pese a estar rodeados, esquivaban los ataques con agilidad, y tras cada esquiva, contraatacaban con tal precisión que golpeaban en puntos vitales, matando a los humanoides. Sin embargo, no todas las muertes eran limpias; aquellos seres se movían más rápido de lo que un humano común podía seguir.
'Soy la única que no puede con esto.' pensó Daenerys, frustrada al ver cómo sus amigos eliminaban a los enemigos mientras que ella apenas había logrado mantener a raya a uno solo.
Sintiendo que la frustración la consumía, Daenerys lanzó un golpe directo contra el humanoide frente a ella. El ataque fue rápido y cargado con toda su fuerza, por lo que el humanoide no tuvo tiempo de esquivarlo. En lugar de retroceder, levantó sus garras de obsidiana para desviar la hoja.
Aunque logró desviar el ataque por milímetros, el destino del humanoide no cambió. La hoja afilada de acero valyrio cortó su pulgar, permitiendo que la espada siguiera su trayectoria hacia el cuello del enemigo, que fue seccionado limpiamente.
La cabeza del humanoide cayó al suelo y rodó hasta sumergirse en las aguas del río Ceniza. Tras contemplar la escena, Daenerys giró la cabeza y vio que sus amigos ya habían terminado con los otros humanoides.
Mirando a su alrededor, observó los cadáveres que yacían a los pies de sus compañeros. Los cuerpos alrededor de Grenn, Pyp, Edd y Sam mostraban heridas de cortes y puñaladas en puntos vitales, mientras que los que rodeaban a Jon, quien había matado a más enemigos, estaban partidos en dos. Otros tenían las gargantas arrancadas, cortesía de las fauces de Fantasma.
"¿Qué mierda son estas cosas?" preguntó Grenn, acercándose para mover uno de los cadáveres con el pie.
Ahora que podían verlos de cerca, la tripulación pudo examinar mejor a los seres que los habían atacado.
"Parecen demonios." comentó Sam, recordando lo poco que había leído sobre demonios en los libros de la Ciudadela.
"¿En serio?" preguntó Pyp con escepticismo, incapaz de imaginar a los demonios de esa manera.
"Bueno, así es como los describen los libros de la Ciudadela." respondió Sam, llevándose una mano a la barbilla. "Aunque, con todo lo que hemos visto desde que viajamos con Jon, algo me dice que esas descripciones no son del todo correctas."
"¿Por qué crees eso?" preguntó Daenerys, acercándose a Sam, que la miró directamente a los ojos.
"La información sobre estos seres y otros considerados mitológicos proviene de historias antiguas. Con el paso del tiempo, esa información se degrada y cambia al transmitirse de boca en boca. Como no ha habido avistamientos recientes, lo que se sabe es probablemente información corrompida."
"Entiendo… pero, ¿cómo sabremos qué es un demonio y qué no?" preguntó Daenerys, observando a las criaturas cornudas.
"Eso es fácil." respondió Jon, arrodillándose junto a uno de los tantos cadáveres. Tomando uno de los cuernos del cuerpo, lo rompió con un movimiento rápido.
El sonido que produjo la ruptura era hueco, lo que llamó la atención de todos. El cuerno estaba vacío por dentro, algo que no debería ser posible.
"Parece que estos cuernos son falsos." dijo Jon con convicción mientras examinaba el cuerno, recordando los que usaban los salvajes más allá del Muro para beber hidromiel.
"¿Falsos?" preguntó Edd, acercándose cautelosamente.
"Sí, son cascos huecos… algo así no ocurre en la naturaleza." respondió Jon, aplastando el cuerno con su mano.
"Eso sería cierto si estuviéramos hablando de seres vivos normales, pero estamos hablando de demonios, Jon… podrían ser diferentes." comentó Sam, acercándose al mismo cadáver del que Jon había arrancado el cuerno.
"Podría ser, pero no creo que sean demonios. No percibo ninguna presencia mágica emanando de ellos."
Esas palabras sorprendieron a todos, ya que recordaban cómo aquellos seres se movían más rápido que cualquier humano.
"¿Qué? ¿Pero… recuerdas cómo se movían? Esa velocidad no era humana." señaló Grenn, enfatizando el hecho de que aquellos seres eran más rápidos que cualquier otro que hubieran enfrentado.
"Es cierto… además, lograron desviar con sus garras nuestras armas… incluso vi que la espada de Dany tuvo problemas para atravesarlas." añadió Pyp, refiriéndose a la espada de Daenerys.
Aquella mención sorprendió a Jon. Sabía que el acero valyrio era el mejor acero del mundo, extremadamente resistente, casi indestructible. No solo eso, esas espadas mantenían su filo de tal manera que podían atravesar armaduras de placas.
"Dany, ¿es cierto eso?" preguntó Jon mientras se acercaba a la joven Targaryen. "¿Tu espada no cortó sus garras?"
"A-así es… cuando lancé algunos ataques, él usó sus garras para desviar mis golpes." respondió Daenerys con un leve tartamudeo, sorprendida por la repentina cercanía de Jon.
"Ya veo…" dijo Jon, con algo de sorpresa, pues no esperaba ese desarrollo. Se agachó para observar más de cerca al demonio que Daenerys había matado. Al examinar la garra donde «Dark Sister» había impactado, notó que estaba rota… no, estaba astillada.
'Esto es increíble… esto no debería ser posible…' pensó Jon, impresionado por lo que veía.
La mente del último aprendiz del Dovahkiin comenzó a trabajar a toda velocidad, buscando una explicación. Tras varios segundos, llegó a una posible conclusión, pero no podía confirmar su teoría sin capturar a uno de esos demonios para averiguar si tenían magia o al menos algún rastro de ella. Sin embargo, antes de que pudiera decir algo, Sam habló.
"Parece que Jon tiene razón… estos no son demonios."
Las palabras de Sam provocaron que todos lo miraran, incluido Jon.
"¿Qué quieres decir?" preguntó Edd, dejando de observar los cuerpos de los supuestos demonios. "¿Cómo estás tan seguro de que no lo son?"
"Por esto." respondió Sam, tomando la cabeza del demonio al que Jon le había roto el cuerno, y mostró lo que quedaba del mismo.
Los amigos de Sam se acercaron, pero al observar el lugar que señalaba, se confundieron, pues no veían nada fuera de lo común.
"¿Qué nos quieres mostrar, Sam?" preguntó Grenn, desconcertado, mientras miraba a los demás, compartiendo su confusión.
La pregunta de Grenn reflejaba la misma duda de todos. Sam parpadeó, sorprendido de que no se dieran cuenta de lo que él veía. Unos segundos después, recordó que no habían entendido su punto, así que, sintiéndose algo avergonzado, les explicó con más detalle.
"Miren aquí, en el lugar donde están los cuernos en la cabeza." dijo Sam, señalando más de cerca el área en cuestión.
Los ojos de todos siguieron la dirección que Sam señalaba y, aunque al principio no estaba del todo claro, finalmente notaron lo que él intentaba mostrar: la piel alrededor de los cuernos estaba llena de costras y cicatrices, como si hubiese heridas de sutura.
"¡Qué mierda!" exclamó Edd con sorpresa. No era necesario ser un erudito para comprender lo que eso significaba. Recordando los hábitos grotescos de algunos clanes salvajes que mutilaban sus cuerpos o los de sus enemigos, esa visión le resultaba familiar, aunque perturbadora.
"Parece que se cosieron los cuernos a la cabeza." dijo Pyp con sarcasmo, enfatizando lo que todos estaban viendo.
"Eso lo notamos, Pyp… pero… ¿por qué harían eso?" preguntó Grenn, intrigado.
"No tengo idea, pero tal vez sea por la misma razón por la que los clanes de la Montaña hacen cosas como estas." intervino Edd, atrayendo la atención de sus amigos.
"¿Qué cosas hacen esos clanes de la Montaña?" preguntó Daenerys con una mezcla de curiosidad y temor, pues desconocía a qué se refería Edd, al igual que algunos de los otros.
"Bueno, hacen muchas cosas… algunos se arrancan partes del cuerpo para quemarlas, otros cortan orejas o las de sus enemigos. No sé mucho más, ya que en la zona donde vivía no había muchos ataques de esos clanes, pero en otras partes de Valle sí." respondió Edd, proporcionando una visión más detallada de las costumbres de los clanes.
La explicación de Edd ofreció un panorama más claro de cómo algunos clanes de la Montaña podían comportarse, aunque aún no explicaba del todo las características extrañas de estos seres. Los ojos que brillaban como brasas, la velocidad sobrehumana y, sobre todo, las garras capaces de resistir los golpes de una espada de acero valyrio, aunque no por mucho tiempo, seguían siendo un enigma.
"Incluso si son solo humanos, ¿cómo explicamos la velocidad y la fuerza, además de esas garras?" preguntó Grenn, dirigiendo su mirada hacia sus amigos.
"Sí, Grenn tiene razón. Esos tipos se movían mucho más rápido que una persona normal… ¿cómo es posible?" agregó Pyp, con la misma inquietud.
Las preguntas de ambos jóvenes crearon un incómodo silencio que duró unos minutos, hasta que Jon finalmente lo rompió.
El hijo bastardo de Ned Stark soltó un largo suspiro, llamando la atención de sus amigos.
"¿Qué sucede, Jon?" preguntó Sam, con una corazonada de que lo que estaba por escuchar no sería nada alentador.
"Creo que tengo una teoría… Espero estar equivocado, pero por lo que he visto, aunque no percibo rastros de magia, siento que la piedra sello está involucrada en esto…"
Las palabras de Jon provocaron un escalofrío en todos, pues esa piedra, a diferencia de otras, parecía tener un "huésped" más peligroso o una forma de operar diferente.
"¿E-estás seguro?" preguntó Daenerys, con un ligero tartamudeo, sintiendo el escalofrío recorrerle el cuerpo.
"No, no lo estoy… pero tengo la corazonada de que es verdad…" respondió Jon con un tono sombrío, consciente de que este era el peor escenario posible.
"Mierda." murmuró Pyp, comprendiendo la gravedad de la situación. Estaba aterrorizado, y probablemente todos lo estaban, salvo Jon y Fantasma.
Las miradas de todos comenzaron a enfocarse en cada miembro del grupo, buscando alguna señal de fortaleza en los demás, algo que los motivara a continuar.
"Entonces… ¿qué hacemos?" preguntó Sam, apartando la mirada de sus amigos y dirigiéndola a Jon.
En cuanto Jon escuchó la pregunta, sintió que el peso del liderazgo recaía sobre sus hombros de manera abrumadora. Su amigo le había entregado la responsabilidad de decidir qué hacer a partir de ese punto. Aunque normalmente Jon no tendría problemas para tomar una decisión, en ese momento, el último aprendiz del Dovahkiin no estaba seguro. Sabía que el viaje se volvería más peligroso, y no quería exponer a sus amigos, quienes no contaban con las mismas habilidades que él.
El silencio causado por la indecisión de Jon hizo que sus amigos se preocuparan, ya que nunca lo habían visto así. Sin embargo, comprendieron que Jon dudaba porque temía por su seguridad, y esa preocupación los conmovió, pues significaba que su amigo realmente los apreciaba. Viendo esa preocupación en Jon, cada uno tomó su propia decisión.
"¿No es obvio?" dijo Grenn de manera rápida, llamando así la atención de sus amigos. "Tenemos que continuar."
"Es verdad. Ya hemos llegado hasta aquí." añadió Pyp con una sonrisa, tratando de disipar las inseguridades que sentía.
"Es cierto. Sería una lata regresar… además, siempre me imaginé encontrando la muerte en lugares peores que este." comentó Edd con su habitual humor fatalista, intentando aligerar el ambiente.
Daenerys no dijo nada, pero asintió, indicando que estaba de acuerdo en seguir. Sam también asintió, mostrando su aprobación.
Al ver estas reacciones, Jon se sorprendió, pero aun así sonrió. Solo una frase cruzó su mente… 'Están locos'... pensó Jon al ver a sus amigos asentir, pero se alegró por ello.
"Bien, supongo que no hay nada más que decidir. Vamos, tenemos que buscar una piedra sello." dijo Jon con una sonrisa mientras miraba hacia el norte, donde debería estar Stygai.
El sol se encontraba en lo alto del cielo, indicando que era mediodía. Por eso, todo el Valle de las Sombras estaba ahora iluminado.
La luz del día se reflejaba sobre las ruinas de la ciudadela de Stygai. Aquella ciudad, que se consideraba una completa ruina, no estaba en tan mal estado como Jon y sus amigos habían imaginado.
La ciudad parecía haber sido tallada directamente en la piedra. En cierto sentido, a Jon le recordó a Markarth, una ciudad en Skyrim de la que su maestro le había hablado alguna vez. Stygai constaba de varios niveles, todos conectados por escaleras completamente destrozadas. Había múltiples murallas, todas dividiendo los distintos niveles, con arcos en cada entrada.
"Por los Siete… Si esta ciudad se ve así en ruinas, ¿cómo habrá sido cuando estaba en buen estado?" preguntó Edd, sorprendido mientras observaba el lugar.
"Te entiendo." comentó Jon, observando las ruinas. Aunque no era un experto en asedios, ya que nunca había estado en uno, la ciudad le parecía un bastión bien defendible. Sí, las murallas estaban en ruinas, pero aún ofrecían cierta protección. "Pese a su estado, sigue siendo un bastión muy resistente."
Las palabras de Jon fueron recibidas con asentimientos de todos, pues era evidente que la ciudad podría ser defendida con relativa facilidad.
"Pyp, mira con tu catalejo y dime qué observas."
"Vale." respondió el ex-mimo ante la petición de su amigo. Sacando el catalejo de su bolso encantado, Pyp lo extendió y comenzó a observar detenidamente las partes visibles de la ruina de Stygai.
A través del catalejo, Pyp notó que, aunque la ciudad era una ruina, había partes de las murallas que habían sido reparadas, pues la coloración de la piedra en esos trozos de muro era diferente. Además, algunas secciones de los caminos y escaleras también estaban siendo restauradas. Esto lo sorprendió bastante, ya que indicaba que la fortaleza estaba siendo preparada para ser habitada nuevamente. Sin embargo, lo que más lo impactó fue lo que vio patrullando por los muros.
"Mierda…" susurró Pyp, frunciendo el ceño.
"¿Qué pasó?" preguntó Jon, sorprendido por la reacción de su amigo.
"Hay varios de esos tipos con cuernos caminando por las murallas derruidas. Además, parte de las murallas y los caminos están siendo reparados."
"¿Qué?" dijo Jon, extendiendo la mano para que Pyp le prestara el catalejo. Cuando lo tuvo en su mano, Jon miró a través de él y vio que Pyp tenía razón.
'¿Qué demonios está pasando? ¿Por qué están reparando la ciudad? Aunque es un buen bastión defensivo, este lugar está demasiado mal ubicado para ser una ciudad habitable a largo plazo. No hay fuentes de alimento cercanas… y la única ruta comercial viable sería el río Ceniza y el puerto de Asshai. La única manera en que este lugar podría ser sostenible es conquistando el puerto de Asshai para usarlo como fuente de aprovisionamiento, algo similar a lo que hacemos en el Norte durante los inviernos largos.' pensó Jon mientras observaba la ciudad.
A diferencia de Pyp, Jon se concentró en las entradas de la ciudad, todas custodiadas por varios de esos seres. Esto desconcertó a Jon, pero no tanto como la manera en que se movían. Si bien ya se habían encontrado con algunos de esos seres en el camino, ahora, viéndolos a la distancia, podía observar con más claridad su comportamiento.
'Se mueven más como zombis que como humanos normales…' pensó Jon, al verlos caminar sin rumbo aparente. Dejando de observar, decidió preguntarle a la persona que más sabía de esto en su grupo. Extendió su mano con el catalejo hacia Sam. "Sam, ¿qué puedes decirme sobre la manera en que caminan esos sujetos?"
La pregunta de Jon confundió un poco a Sam, pero aun así, tomó el catalejo y miró a los habitantes de Stygai. Sus ojos estudiaron cómo se movían y comportaban. Tuvo la suerte de ver cómo dos de ellos comenzaban a golpearse torpemente.
'Esto es extraño… no se comportan como personas normales… más bien parece que…' pensó Sam, observando la escena.
"¿Qué has logrado deducir, Sam?" preguntó Jon con curiosidad.
"Actúan como si estuvieran bajo los efectos de haber ingerido grandes cantidades de leche de la amapola." respondió Sam.
"¿Leche de la amapola?" preguntó Daenerys con curiosidad, ya que no había oído hablar de ella. "¿Qué es eso?"
"Es un brebaje hecho a partir de la flor de la amapola, princesa. Se usa como anestésico y sedante para aliviar el dolor." explicó Sam, alejando el catalejo de su rostro.
"Vaya, parece útil. Si tomas eso, podrías seguir luchando a pesar del dolor." comentó Pyp con una sonrisa. "Deberíamos tener un poco para cuando las cosas se pongan feas y nos hieran."
"No lo aconsejo." replicó rápidamente Sam, llamando la atención de sus amigos.
"¿Eh? ¿Por qué? Suena como algo muy útil." preguntó Pyp, confundido por la oposición de Sam.
"Porque esa cosa es adictiva y genera dependencia." respondió Sam, quien comenzó a explicarles los efectos secundarios de aquella bebida. El joven exestudiante de la Ciudadela narró que, aunque la leche de la amapola ayuda con el dolor, te deja en un estado similar al de un zombi al despertar. Además, con el tiempo, el cuerpo se adapta a su consumo, lo que la hace menos efectiva con cada uso.
"Sí, creo que estamos mejor sin esas cosas." dijo Pyp mientras negaba con la cabeza de manera vehemente.
"Es cierto. Además, tenemos las pociones que ha producido Jon." añadió Grenn con una sonrisa. "Esas funcionan mejor y no tienen esos efectos secundarios."
"Es verdad." comentó Daenerys, quien había permanecido en silencio, escuchando atentamente sobre la leche de la amapola. El tema de la dependencia la disgustaba, ya que dedujo que el brebaje no debía ser barato y podía causar problemas a las personas.
Jon, que se había desconectado de la conversación sobre la leche de la amapola, observaba a sus amigos. Él estaba pensando en cómo entrar a la ciudad, pues había visto que si entraban por la puerta principal, atraerían la atención de todo lo que hubiera dentro. Por muy fuerte que fuera, sería sobrepasado si lo rodeaban y atacaban de tal manera que no pudiera defenderse.
"¿En qué estás pensando, Jon?" preguntó Edd, al notar que su amigo tenía una expresión seria. Eso, aunque le agradaba, también hacía que Jon pareciera más peligroso de lo normal.
"En cómo entrar. No podemos hacerlo por la puerta principal." respondió Jon de manera directa, llamando la atención de todos.
Al oír la respuesta de su amigo, todos se acercaron y miraron hacia la ciudad en ruinas. Era evidente que no sería fácil entrar por la puerta principal, pero tampoco tenían muchas otras opciones. No conocían la ciudad y moverse por el valle no era sencillo. Aunque estaba iluminado por el momento, sabían que volvería a quedar en penumbra una vez pasado el mediodía, algo que habían descubierto días atrás. Llevaban casi una semana viajando desde Asshai, y el tiempo para explorar el lugar era limitado. Además, el valle era demasiado peligroso como para separarse.
"No podemos explorar todo sin exponernos a emboscadas. Esos sujetos nos han atacado durante todo el camino. Lo único que parece mantenerlos a raya es el sol, y no estará aquí por mucho tiempo." comentó Edd, uno de los pocos con conocimientos sobre tácticas militares básicas.
"Es cierto." añadió Sam, quien también sabía que encontrar entradas secundarias en tan poco tiempo era imposible.
Aquellas palabras apagaron un poco los ánimos, ya que todos sabían que si no encontraban otra manera de entrar, tendrían que hacerlo por la puerta principal, lo que alertaría a los que estuvieran dentro de las ruinas. El silencio se apoderó del grupo hasta que Daenerys tuvo una idea.
"Esta fue una ciudad antiguamente, ¿verdad?" preguntó, llamando la atención de sus amigos.
"Así es." respondió Jon, curioso, pues no era habitual que Daenerys participara en este tipo de conversaciones.
"Entonces, debe de haber alcantarillas, ¿no?"
La pregunta de Daenerys hizo que los ojos de todos se abrieran lentamente, comprendiendo lo que ella quería decir.
"Eso es verdad…" susurró Jon, sorprendido, mientras comenzaba a considerar la posibilidad.
Lo que Daenerys había dicho tenía sentido. Las ciudades siempre tenían sistemas de drenaje para eliminar los desechos, y eso podría ser su forma de entrar. Era muy probable que no estuviera protegido por tropas, o si lo estaba, no serían muchas.
"¿Qué opinan de buscar las alcantarillas para entrar a Stygai?" preguntó Jon, mirando al resto.
"Es una buena idea. Esos lugares no suelen estar vigilados." comentó Sam con una sonrisa. "Además, siempre se construyen en lugares específicos."
El último comentario de Sam despertó la curiosidad de todos, pues no entendían del todo a qué se refería.
"Las alcantarillas suelen estar cerca de ríos o mares… y como pueden ver, estamos rodeados de montañas, así que no tienen salida al mar. Eso nos deja solo una opción." añadió Sam, mientras tomaba el catalejo y, aprovechando que aún había luz, comenzó a buscar posibles entradas al drenaje de la ciudad.
Pasaron los minutos y el valle se oscurecía cada vez más, pero nadie hizo ruido ni se movió para no distraer a Sam. Todos sabían que, una vez que el lugar quedara en penumbra, lo más sensato sería resguardarse para evitar ser encontrados por los seres que patrullaban la zona.
'Parece que hoy no tendremos suerte…' pensó Jon, comenzando a considerar que tendrían que esperar hasta el día siguiente. Sin embargo, esos pensamientos pesimistas se desvanecieron cuando de repente, Sam habló con una sonrisa.
"Lo encontré." dijo Sam con una expresión triunfal mientras dejaba el catalejo a un lado y señalaba hacia una parte de las murallas exteriores. "O al menos el lugar más probable donde podría estar."
Todos miraron hacia donde Sam señalaba y sonrieron mientras se levantaban, ya que habían estado sentados esperando.
"Bien, entonces, vamos." dijo Jon con una sonrisa.
Tras esas palabras, comenzaron a caminar, aprovechando la poca luz que quedaba. Cuando el sol se escondió por completo, todos bebieron nuevamente la poción de visión nocturna para poder seguir avanzando sin ser detectados.
Caminando un buen rato, más de dos horas, finalmente llegaron a la entrada de las alcantarillas. El lugar estaba excavado por debajo de la primera muralla, en el lado oriental, oculto entre rocas cercanas.
"Realmente es increíble que hayas encontrado este lugar tan rápido, Sam." comentó Jon mientras observaba la alcantarilla. Era una construcción semicircular por la que se escurría un poco de agua, que, por su color, parecía venir del río Ceniza.
"Sí, Sam. Este lugar parece invisible a simple vista." comentó Daenerys, quien estaba particularmente sorprendida, ya que Sam había mencionado durante el trayecto cómo era el sitio que buscaban.
"¿Cómo te diste cuenta?" preguntó Grenn, curioso por saber cómo su amigo había encontrado aquel lugar.
"La forma en que estaba la muralla en este extremo." fue la sincera respuesta de Sam, quien había intuido que esta parte de la barrera, con una ligera curva en comparación con el resto de la muralla, ocultaba algo.
"Bueno, parece que tuviste razón." comentó Pyp con una sonrisa mientras observaba la entrada.
"Sí, pero… ¿cómo entramos? Por si no lo ves, tiene una reja de lo que supongo es hierro forjado." señaló Edd, apuntando hacia la reja frente a ellos. "No será nada fácil quitarla sin hacer ruido."
"Es cierto, necesitaríamos una lima y limar muy fuerte—"
Las palabras de Sam murieron en su garganta cuando Jon dio un paso atrás. Desenvainando a «Gandravar», activó «Arma Ígnea» y realizó varios cortes.
La espada de Jon se cubrió de llamas y, con una facilidad sorprendente, cortó el hierro, rompiendo la reja por completo.
"O también podemos dejar que Jon use magia para abrirnos camino." dijo Edd con sarcasmo, observando cómo Jon volvía a enfundar su espada y tomaba la reja con una mano.
Jon, usando su fuerza, arrancó la reja y, tratando de hacer el menor ruido posible, la dejó a un lado. Luego miró a sus amigos, asintió y comenzó a entrar.
Los amigos de Jon lo observaron mientras se adentraba por la alcantarilla, y sin perder tiempo, lo siguieron.
Nota de autor:
A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.
Al fin el capítulo 42 está listo, XD
Disculpen la demora, pero la vida me tenia aprisionado, de hecho a un me tiene aprisionado, pero he encontrado un espacio para poder subir el capítulo.
Vemos que el grupo está adentrándose en tierras poco exploradas en el Canon, por lo que espero que esta interpretación sea de su agrado.
Finalmente, vemos que Jon y su grupo han ido a por la penúltima piedra sello y han llevado a Daenerys…. Algo que puede ser un error, pues ella no esta tan bien entrenada como el resto. Que sucederá y que es lo que encontraran dentro de esa ruina, bueno eso lo veremos en el próximo capitulo.
Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.
