Último Capítulo:
Szohod, la Capital de Borduria, el principal bastión del Régimen autoritario y su política del "Bigotismo". Ya desde la lontananza podían verse los primeros carteles, en la carretera, que daban la bienvenida a la gran urbe donde todos y todo eran vigilados por el ojo de halcón que tenían los gobernantes. El pueblo era víctima de ellos. Débiles y Poderosos por igual se convertían en esclavos, en rehenes del Régimen de Plekszy-Gladz. El Crimen reemplazaba a la Justicia, el individuo no tenía la vida segura, estaba a merced del Estado. No había manera de escapar del látigo y el fusil. ¿Existiría una fuerza en la Tierra que pudiera hacer caer, desde los cimientos, a aquella fortaleza imparable?. Era casi seguro que no, pero un pequeño grupo de aventureros estaban dispuestos a dar todo en la "Mesa de Juego" por rescatar a sus amigos y evitar de que el enemigo se hiciera con los planos del Profesor Tornasol.
Igual que el Cristianismo caló hondo en el Imperio Romano, consiguiendo imponerse y decretar el fin de las persecuciones con el "Edicto de Nicea" y el de Tesalónica por los Emperadores Constantino y Teodosio I El Grande fue un gran paso a seguir para ellos pero no tuvo un buen final cuando Roma cayó ante el poder de los Germanos y luego correría la misma suerte con Bizancio, aunque, esta vez, frente a los Otomanos.
El camión de aquel matrimonio mayor y el coche de los Forger les seguía el paso. Dentro del mismo, Tintin, Elizabeth, Milú y los Detectives Hernández y Fernández estaban en silencio, sin decirse una palabra, estando en territorio enemigo, no se podían fiar de nadie que no fuera de su "Círculo Privado", el resto era controversial, peligroso con ir hacia afuera de los límites, así que optaron por mantenerse allí y estar atentos a lo que harían.
- Tintin, tú habías dicho de que no confías en los Forger, ¿por qué?.- Quiso saber Elizabeth ante las dudas de su novio. Éste la miró y tomó sus manos, delicadamente para verla a los ojos.
- ¿No creen de que están detrás de algún objetivo?. No son espías por cualquier cosa, porque "luchen por la Libertad y la Justicia", sino de que están porque deben querer algún beneficio. Todo el Mundo sabe que nadie es un Héroe de la forma gratuita, sino todo lo contrario, te vendes por un precio y ellos lo son también. No es que los vea como enemigos pero ¿y si nos traicionan? ¿Nos venden a Borduria a cambio de dinero?.- Les daba sus razones a ellos, por lo que los gemelos se miraban entre ellos y asentían en silencio salvo Elizabeth.
- Yo no creo que sean así. Si nos hubieran entregado a la "Policía de Borduria" cuando nos rescataron, ¿por qué no lo hicieron?.- Dio ella su postura contraria a la de su pareja.
- Eli, ellos son capaces de cualquier cosa. Lo hicieron para salvarnos pero, a la vez, nos quieren por algo más.- Sostuvo Tintin pero ella pensaba diferente.
- Creo que, viéndolo de una manera constructiva, si ellos nos hubieran hecho eso, entonces estaríamos tras las rejas o muertos pero no fue así. Nos llevaron hasta la cabaña de los viejitos, dieron todo por nosotros. Pienso de que deberíamos conocernos más a fondo.- Sugirió y viendo de que no era el momento para una discusión, el periodista lo pensó a fondo y de ahí le tomó de las manos.
- De acuerdo, haremos eso.- Prometió, dándole una pequeña sonrisa a la joven.
A su vez, en el coche, Anya había escuchado cada palabra que ellos tuvieron con respecto a su familia y se lo contó a sus padres.
- Dudan de nosotros. Creen que somos los malos pero no es así.- Decía la pequeña peli rosa.
- No, no lo somos pero está bien que duden de nosotros porque no nos conocemos a fondo.- Indagó Yor.- Somos desconocidos para ellos, no formamos parte de su "Círculo Privado" y creen de que los traicionaremos pero no será así.
- Además, en cuanto lleguemos a Borduria, tendremos que dejar este coche para que no nos sigan. De esta forma, vamos a poder llegar a una solución, establecer un contacto mejor con los del grupo de Tintin.- Sostuvo Loid en aquel momento, mientras que reconocían que estaban en un "territorio desconocido".
- Aún así, ¿crees que nos creerán?.- Preguntó Anya a sus padres. Ambos guardaron silencio, Bond estaba dormido en el asiento junto a la pequeña, quien abrazaba a su peluche, el Agente Pingu y con ello quedaba esa interrogante.
- Éstos son tiempos difíciles para todos, hija.- Habló Loid a ella con un tono paternal pero resaltando la realidad de las cosas.- Las Potencias de ambos bandos se disputan por ver quién será el Centro político-económico-militar-ideológico-social del Mundo. El mismo es un enorme pastel y todos quieren una buena tajada, una rebanada a la cual disfrutar para seguir haciendo lo que les plazca. Y comprendemos la situación en la que ellos se hallan.
- Y para eso trataremos de contarles la verdad. No buscamos nada, ningún beneficio, sino preservar la paz antes de que una guerra estalle, por culpa de Borduria o Syldavia, arrastrando a las demás Naciones de Europa.- Añadió Yor.- Pero antes que nada, debemos evitar llamar la atención de Borduria. Es obvio que nuestros rostros deben de estar en todas partes, así que a no levantar sospecha alguna.
Los demás entendieron aquello y una vez que llegaron hacia la entrada de la Capital de dicho país, Loid detuvo el auto y de ahí bajaron, abandonando al mismo ya que era de marca Borduriana y de ahí veían descender a Tintin y los otros, tras haber cruzado uno de los tantos Puestos de Control establecidos por el gobierno.
- Aquí los dejamos, amigos. De ahora en adelante deberán seguir a pie.- Les explicó el hombre de bigotes.
- Ojalá pudiéramos ayudarlos pero ya no tenemos la misma fuerza que antes.- Añadió la esposa de éste, pero vieron la bondad en los ojos de Tintin y Elizabeth.
- No tienen por qué preocuparse, ni tampoco recompensarnos, ustedes ya han hecho lo suficiente y es lo justo. Ahora pueden volver a sus tierras, tranquilos, que se hará Justicia.- Prometió Tintin y tras despedirse del matrimonio de viejitos, éstos volvieron por donde vinieron, desapareciendo el coche en la lontananza.
- Espero que se cuiden, no quisiera que les pase nada. Ya con lo que nos contó el señor sobre su hermano es muy triste y más para gente mayor como ellos.- Lanzó Elizabeth una plegaria para que Dios los protegiera de las crueles garras represoras de Borduria.
- Tranquila, ellos estarán bien, saben cómo cuidarse. Ahora, vayamos a por nuestros amigos.- Le animó Tintin y de ahí, oyendo a Milú que ladraba, vieron que los Forger iban hacia ellos.
- Señor Tintin, Señorita Elizabeth, Detectives.- Se acercó Loid hacia ellos, llevando a que ellos cambiaran la expresión de sus rostros a una de pura frialdad.
- ¿Sí?.- Preguntó la novia del periodista pelirrojo y notaron que el mejor espía de "WISE" se quitaba el sombrero.
- Temo y lamento, desde lo más profundo de mi corazón, que nuestro encuentro no ha sido del todo agradable y hemos tensado, en cierto sentido, las cuerdas. Así que quisiera pedirles unos pocos minutos para explicarles de nuestra situación.- Loid se expresaba de una manera tan franca y serena pero manteniendo la seriedad en el tono de su voz.
- Espere, ¿cómo...?.- Preguntó Elizabeth y miró a la niña. Una mueca de asombro y terror se dibujó en su rostro cuando la pequeña se quedó atrás de sus padres.- Ella...Ella nos escuchó.
- Sí, los "escuchó" pero en otro sentido de la palabra...Verán, Anya, para empezar, no tiene la culpa. Ella puede leer las mentes.- Respondió Yor, protegiendo a su hija.
- Ja, como si nos fuéramos a tragar semejante anzuelo.- Se negó Tintin en creerle.
- ¡Es verdad! ¡Mami no miente y si usted dice ser un periodista, ¿no debería llegar a la verdad?!.- Le recriminó la peli rosa, saliendo del resguardo de su madre y le señalaba.
- Para empezar, niña, nunca debes señalar a la gente y en segundo lugar...- Elizabeth se quedó callada por el hecho de casi enfrentarse a una menor de edad, por lo que retrocedió y llevó sus manos a la cara.-"¿Qué estoy haciendo?. Es una niña, no puedo hacerle nada, sería una loca y maltratadora".-Pensó para sus adentros.
- No, loca no está, pero de enfrentarte a alguien que es menor sería de cobardes.- Respondió la pequeña, dejándola helada.-
- Eso...¡Eso lo que estaba pensando!.- Exclamó y tomó de las manos a su novio.-Tintin, sé que no te fías de ellos pero escucha: No podemos ir solos por aquí, nos verán, somos presa fácil del enemigo y como nos dijo el matrimonio: Nuestras fotos están en todas partes.- Le susurró por lo bajo aquella chica, pero su novio no parecía satisfecho.
- Podemos oírlos.- Dijo Yor, cruzada de brazos.- Y si se van a poner a discutir, en medio de que el Mundo corre el riesgo de entrar en una Tercera Guerra Mundial, adelante, pueden ser felices hasta que caigan las bombas.-
- Discúlpame, "Señorita Estilete", pero esto es una conversación privada con mi novio, así que no te metas.- Le espetó Elizabeth y eso llevó a que Yor le apuntara con aquellas armas de filo junto a esa mirada atemorizante que tenía.
- Intenta dar un paso más. Adelante, hazlo y te rebano el cuello igual que a un condenado. Mira que no tengo miedo en hacerlo.- Amenazó la joven con tomar esas medidas.
Aquella aura que inspiraba la muchacha daba miedo, Anya se sentía orgullosa de su madre, mientras que Loid y Bond esperaban de que aquello no tuviera ningún desenlace fatal.
- ¡Vamos, responde! ¡¿Qué harás?! ¡¿Eh?! ¡¿Vas a llorar o qué?!.- Le ordenó "Thorn Princess", sin dejar de apuntarle con el estilete contra el cuello, justo en la zona de la vena yugular.
- ¡Señorita Forger!.- Exclamó Tintin, mientras que veía cómo Elizabeth cedía, calmando la tensión.
- No vuelvas, nunca más, a cuestionar lo que hacemos. Estamos aquí para ayudarlos, nada más que eso y si los hubiéramos querido entregar a Borduria, ya lo habríamos hecho pero se nota que, ni siquiera, entre gente que desconocemos pero que queremos ayudar, nos ven como si fuéramos un grupo de parias, marginados, igual que en la Antigua Roma.- Habló Yor y Elizabeth pudo ser testigo de aquellos ojos, esa mirada fría y la forma en la que manejaba los estiletes.- Si hay algo que daría, sería mi vida por proteger a mi hija y a los dos países que tenemos: Westalis y Ostania de basuras Comunistas como la URSS y Borduria. Incluso moriría por ellos y así Anya tendría un buen Futuro pero se nota que muchas personas no les importa nada.
- ¡Claro que me importa la seguridad del Mundo y más por nuestro amigo, Tornasol!.- Exclamó Elizabeth.
- ¿En serio?. Pues no lo veo.- Apuntó la peli negra y eso fue un duro golpe de la realidad.
- Por favor, Señorita Yor, no le haga daño, ella...- Intentó Tintin en calmar las aguas pero fue en vano. Esa mirada desprovista de emociones inquietaba y asustaba a más de uno, por lo que Loid lo sacó de allí.
- Tú y yo también tenemos que hablar.- Le dijo el rubio por sobre el hombro.
- Mírate: Fuiste muy valiente al enfrentarte a esos agentes de Borduria en la Embajada y más cuando me viste a pelear contra ellos.- Los recuerdos invadieron a la chica, quien pudo verse, así misma, luchando y a unos metros de ella estaba Yor, la cual era imparable frente a los adversarios.
- Eras tú...- Reconoció Elizabeth a la peli negra.
- En efecto, así es.- Respondió la otra y bajó los estiletes.- ¿Y ahora qué te pasó?. Te acordas, eso es lo que pasa. Estamos en territorio enemigo y tú te crees que esto será sencillo pero no lo es.
- Señor Tintin.- Se dirigió Loid a éste, alejándose un poco de la discusión que estaban teniendo las dos chicas entre ellas.
- No sé por qué quiere hablar conmigo.- Insistió el pelirrojo.
- Sí que lo tiene: Usted y yo no tenemos una buena relación como Camaradas. Tal y como dijo mi esposa, estamos aquí para ayudarlos, no para enemistarnos.- Alegó.- ¿Usted cree que queremos hacerles daño?. "WISE" y "El Gerente" nos envío para detener a Borduria, ya que tenían ciertos informes acerca de que estaban en busca de científicos para el desarrollo de armamento bélico peligroso, por ello nos dieron esta misión. Ahora, si ustedes no quieren nuestra ayuda, son libres de elegir su camino. No nos interpondremos pero, a raíz de todo esto, solo puedo decirle que si el Futuro es para ustedes lo que piensan, les debo asegurar de que no deben dejar que Borduria gane.- Contó Loid acerca de lo que podría ocurrir.
- ¿Qué quiere decir?.- Preguntó el chico.
- De que si ellos ganan, nada los podrá detener. Ese aparto que creó su amigo y su posterior secuestro tiene motivos muy peligrosos: Quieren usarlo como arma de guerra. No sabemos si es verdad o no, pero de algo lo necesitan.- Requirió el rubio y eso dejó pasmado al joven.
Por su parte, Elizabeth no se movía de allí, estaba cara a cara con la mayor "Asesina de Élite" y cualquier palabra o emoción llevaría a que todo volara por los aires, así que decidió retener todo intento por responder y se calmó.
- Tienes razón. No veo las cosa como son, pienso mal, sospecho de que ustedes nos querían entregar al enemigo pero veo que no.- Reconoció sus errores y de ahí la otra bajó sus armas.
- Eso es exactamente lo que quería oír.- Dijo Yor pero eso no fue todo.
- Yo...Yo solo quiero ser feliz con Tintin a mi lado, estar con nuestros amigos, no vivir una guerra...¿Por qué tenía que ocurrir? ¿Qué hice de malo? ¿Qué hicimos de mal? ¿Es una maldición acaso?.- Quiso saber ella, llorando y de ahí era abrazada por la peli negra con fuerza.
- Sé lo que siente sufrir, el perder a alguien que amas. Yo me quedé sola con mi hermanito, Yuri, cuando nuestros padres murieron y tuve que hacerme cargo de él, así como también trabajar y cuando empecé como "Asesina Profesional"; tenía que ocultar todo ante él para que no supiera de lo que era y trabajaba.- De ahí, Yor puso sus manos en los hombros de la chica.- Lo quieres mucho, no quieres que nada malo le pase pero si piensas todo el tiempo en eso, entonces puede ocurrirle una desgracia: Vive tu vida como si no hubiera un mañana junto a Tintin y tus amigos.- Le animó la peli negra.- Está bien, no pasa nada, suéltalo todo, hace bien llorar para quitarse el dolor.- Continuó.
- Tal y como lo puede ver, Yor le ha dado una muy explicación a su novia, Señor Tintin.- Indagó Loid, mientras que Anya y Bond estaban a su lado, además de que ella estaba jugando con el perro, Milú y el Agente Pingu, siendo observados por el espía y el periodista.- Y pensar que ella fue parte de mi misión para averiguar información importante sobre Desmond Donovan en el Pasado.
- Trabajé en un artículo sobre aquel sujeto y hasta tuve una entrevista con él en el Pasado: Demasiado frío.- Recordó el pelirrojo sobre aquel hombre de bigotes y de ahí sintió que Loid ponía su mano en los hombros.
- Y tal y como sucedió con usted y sus amigos, esto también nos une en la "Cruzada" contra Borduria. Piense, ¿qué ganamos?. Nada pero podemos dejar nuestra huella en la Historia para que todos digan que hubo Héroes Anónimos, gente que tuvo la osadía y el coraje para enfrentarse a los dictadores apoyados por la URSS para traer un poco de paz al Mundo. ¿Qué dice? ¿Eh? ¿Vamos a por ellos?.- Preguntó Loid y de ahí le tendió su mano.
- ¡Acepto, claro que sí!.- Respondió Tintin.
- Yo también digo lo mismo, ¡a por ellos!.- Se sumó Elizabeth.
- ¡Muy bien, vamos a darles su merecido!.- Se sumó la pequeña Anya cuando, de repente, una patrulla se detuvo y de ésta descendieron dos agentes con sus armas en mano.
- ¡Eh, mira, allí, los espías y están con "Twilight" y "Thorn Princess"! ¡Alto, deténganse!.- Bramó el Oficial, mientras que ellos salían corriendo de allí, internándose por las calles de la Capital de Borduria.
- ¡Alto o disparo!.- Advirtió otro agente con una ametralladora lista pero Elizabeth y Yor le dieron una doble patada en la boca del estómago que lo dejó tirado contra el piso, recuperando el aliento y soltando el arma.
- ¡Por aquí, de prisa!.- Pidió Loid, mientras que llegaban a su objetivo.
Las calles del Centro Capitalino estaban repletas de personas y autos que pasaban de aquí para allá. Sin embargo, en medio de toda esa confluencia y marea humana-mecánica, los policías no se iban a detener, en lo absoluto, hasta dar con lo que buscaban, por lo que comenzaron a implementar un "Plan de Operativo Cerrojo", en cerrarles todas las vías a ellos.
- Por aquí, a la "Ópera Metropolitana".- Les guiaron los Detectives hacia el interior del edificio.
Una vez que lo consiguieron, fueron tras bambalinas, por donde se encontraban los Camerinos de las personas, sin embargo, en aquel momento, dos Soldados les impidieron el paso y desde una puerta apareció un hombre de cabello militar rapado hasta dar forma a una "cresta", lucía su uniforme de Oficial junto a un monóculo y portaba una gabardina con la gorra de plato, sin olvidarse de las condecoraciones.
- Bueno, bueno, pero miren a quiénes tenemos aquí: Tintin y sus amigos en compañía de los dos más importantes espías del Mundo, ¿no es así, Agente "Twilight" y "Thorn Princess"?.- Preguntó el militar con tono despectivo y burlón.
- Papi, ¿él...?. Él...- Lo reconoció Anya.
- Coronel Sponz.- Dio a conocer el rubio su nombre.- La "Mano Derecha" del Régimen de Plekszy-Gladz.
- En efecto y ya mis agentes están alertados. No intenten nada, tengo la Ópera rodeada y están autorizados en tirar a matar.- Dijo Sponz, mientras que caminaba con calma.- Ahora, si no le importa, entréguense y todo saldrá bien. ¡Soldados, apresen a esos espías!.- Ordenó y salió de allí.
En el momento en el que iban a ser detenidos, Milú se lanzó contra uno de los Soldados, mordiendo su pierna y éste, lanzando un grito de dolor, disparó, sin querer, contra el techo y cayó un saco de peso para las cortinas del escenario, el cual dio contra su colega, quien quedó inconsciente y con ello terminó el primero en ser noqueado por Tintin.
- Despertarán dentro de poco, vámonos por aquí.- Guío Yor el camino de la fuga y de ahí se metieron en el Camerino de cierta mujer italiana y de cabello rubio, la cual estaba vestida muy elegante.
- Oh, ¿pero quiénes son ustedes?.- Preguntó Madame Castafiore con tono serio.
- Somos...Somos admiradores suyos, Madame.- Mintió Tintin.
- Ohhh, jejeje, ya veo, pero miren qué jóvenes son. Se ve que les agrada la Ópera, pero pasen, pasen, no sean tímidos.- Les invitó ella, sin embargo, desde el exterior llegaba cierta persona para visitarla y con un ramo de flores.
- ¿Madame Castafiore?. Mucho gusto, soy el Coronel Sponz, he venido a verla.- Habló aquel militar, cosa que le desagradó oír a ella.
- Ya entiendo todo: Están huyendo de estos tipos. Descuiden, yo no simpatizo, en lo absoluto, con el Gobierno de Borduria, me dan asco, así que no se preocupen, ocúltense detrás del Armario de Disfraces y yo lo distraeré. Ustedes, cuando me oigan decir,"hace un clima fresco afuera", subirán por esta escalerilla que los conducirá hacia el exterior del edificio.- Dijo ella y cumplieron con su palabra, abriendo la puerta y encontrándose con Sponz, el cual le besó la mano y le entregó el ramo de flores con una botella de champaña.- Mucho gusto en conocerlo, General.
- Ohhhh, el placer es todo mío, Madame y principalmente por venir hasta aquí, cantar para nosotros. Si hubiera algo que pudiera hacer por usted, lo haría.- Hablaba el hombre del monóculo, mientras que dejaba su gabardina en el perchero, detrás de Tintin y sus amigos. Anya metió las manos y consiguió sacar unos papeles que eran documentos para liberar a los prisioneros de Darkov.
-¡Muy bien, hija!.- Le felicitaron sus padres en voz baja.
A su vez, en el Camerino de Madame Castafiore, resguardados por los disfraces que ellos se pusieron para pasar desapercibidos, dos Oficiales llamaron a la puerta, encontrándose con Sponz, el cual acababa de abrir el champaña y estaba por brindar con ella.
- Mi Coronel, disculpe las molestias pero no hemos hallado rastro del espía Tintin y sus amigos.- Informó de ellos.
- Entonces pensarán que Tintin y sus amigos se esconden en mi bolsillo.- Bromeó el militar a ellos.- ¡Salgan de aquí y continúen con su labora o los fusilo yo mismo!.- Ordenó Sponz y de ahí partieron para cumplir con las órdenes dadas.- Tendrá que disculparlos, Madame, pero algunos son recién egresados de la "Escuela de Oficiales" y se están aprendiendo el terreno.- Decía, mientras que conseguía sacar el corcho a la botella de champaña, casi convirtiéndola en un proyectil pero que evitó, en los últimos segundos y de ahí fue sirviendo en las copas que tenía Castafiore.
- Me gustaría un poco de esa historia. Me apasionan las aventuras y el espionaje. Son muy intrigantes.- Pidió la italiana, tomando asiento y brindando con el Coronel.
- Bueno, hace poco dimos con dos científicos de gran peso intelectual, estaban en Bélgica y los trajimos hasta aquí para un proyecto de vital importancia, así que los tenemos retenidos en la Prisión de Darkov.- Le explicó Sponz, tomando asiento a su lado y chocaba su copa.- Además, como sabrá, hay que mantenerlos bajo vigilancia. Son genios y pueden tener cualquier tipo de ayuda dentro o fuera de mis dominios, así que no pienso dejar que cualquiera escape.
- Eso es muy interesante, Coronel y debo felicitarlo. Además, veo de que usted es alguien muy enérgico y que daría todo por su Patria.- Recalcó Castafiore, ganándose el tiempo suficiente para que los que estaban ocultos pudieran terminar de disfrazarse.- Esta es una noche fresca y no querrá enfermarse.
- Ohhh, es usted muy halagadora, Madame.- Le agradeció el militar y de ahí fue la señal para que pudieran escapar por la escalerilla que los llevó hacia el exterior.
Mientras que el Coronel Sponz y Madame Castafiore conversaban; habiendo cumplido con su parte del plan, Tintin y sus amigos alcanzaron la azotea de la Ópera Metropolitana, evitando llamar la atención de los miembros de la "Policía Secreta" y de ahí alcanzaron unas escaleras que daban hacai los callejones.
- Espera.- Detuvo Elizabeth la marcha y señaló hacia la entrada del mismo, en donde habían dos policías montando guardia y a unos metros de ellos, en la calle principal, un camión de mudanzas que estaba metiendo un acto en su interior.- Tengo una idea, pásenme esa lamparita.- Pidió la joven.
- ¿Por qué no los noquea?.- Preguntó Hernández.
- El perímetro de la Ópera Metropolitana está vigilado por ellos, no nos daría tiempo a nada, así que aprovecharemos esta distracción: En cuanto lance el foco, ustedes corren para el camión de mudanzas.- Respondió Yor y tomaron posiciones, igual que en una carrera o Maratón.- ¡Ahora!.- Ordenó la chica, lanzando aquel proyectil que cayó a la izquierda de donde estaban los callejones.
- ¿Has oído, Blarsk?.- Preguntó uno de los agentes a su compañero.
- Si, vino de allí. Vamos a ver.- Respondió el otro y con sus armas desenfundadas, abandonaron la posición, dándoles vía libre al grupo, quienes alcanzaron el camión, metiéndose dentro, tras engañar al dueño y de ahí llevarse el auto de su interior.
- ¡Hey! ¡Ladrones! ¡Vuelvan aquí! ¡Auxilio, Policía, Policía, a los ladrones!.- Llamaba aquel hombre calvo y llegaron los agentes, atraídos por los gritos.- ¡Se han llevado ese auto del camión!.
- ¡Qué suerte que tenemos, Misht, son los espías junto a "Twilight" y "Thorn Princess"! ¡Vamos tras ellos!.- Ordenó el que debía ser el Jefe de esa Partida y se subieron a las patrullas y motos, iniciando una persecución, donde uno de ellos disparó contra el coche, provocando una fuga de combustible y una línea de fuego se produjo por toda la calle hasta salir de la Capital.
- No nos dejan de perseguir.- Alertó Elizabeth y se quedó horrorizada cuando vio el rastro de gasolina que dejaba el coche.- ¡Mierda, le han dado al tanque y tenemos una línea de fuego que viene hacia nosotros!.- Exclamó la muchacha.
- Tengo una idea.- Propuso Tintin, mientras que detenía el coche cerca de unos acantilados. Bajaron todos y de ahí lo escucharon.- Vamos a empujar el coche antes de que nos alcance el fuego, así los podemos despistar.- Dijo y cumplieron con dicha acción.
En un abrir y cerrar de ojos, la línea de fuego alcanzó el vehículo, el cual explotó por los aires, pendiente abajo de los acantilados, dejando una bola de fuego que iluminó la noche y las columnas de humo que se alzaban hacia el Firmamento, justo cuando llegaban los policías con sus respectivos vehículos. El Jefe de la Partida se acercó para examinar bien los restos y sonrió con maldad.
- Con una caída y explosión así, solo quedarán las cenizas. Volvamos para el Cuartel General y así le anunciamos la buena noticia al Coronel Sponz.- Ordenó éste pero, para su sorpresa, el coche en el que éste viajaba, fue robado por Tintin y los suyos, además de que hallaron las gomas/neumáticos de sus autos y motos pinchadas por los estiletes de Yor.- ¡¿Qué?! ¡Mierda, alerten al Cuartel General de inmediato!.-
- ¡Jajajajaja, en su cara!.- Se río Anya de los policías, mientras que aceleraban y se internaban en la ruta que conducía hacia la Prisión de Darkov.
- Excelente y a este paso llegaremos antes de que se den cuenta de ello.- Confío Fernández en el plan que habían trazado.
- Así es, pero, ahora, se va a poner complicada la situación, debido de que pueden descubrirnos, así que los ojos y oídos bien atentos a cualquier movimiento.- Pidió Loid, mientras que iba disfrazándose, ahora, como el Comandante de la Partida.- Entramos, sacamos a sus amigos y salimos antes de que den la alarma.
- Pan comido.- Sostuvo Tintin.
Antes de que el Sol saliera entre las Montañas de Borduria, los Cárpatos, pudieron divisar a la Prisión de Darkov, un vasto y amurallado sitio con Centinelas armados, Puestos de Guardia, alambradas, vigilancia y torres con Soldados armados con fusiles de asalto ante cualquier intento de fuga o evasión. Tintin vio que el sitio estaba tranquilo, por lo que estacionaron el coche y procedieron con bajar del vehículo, dirigiéndose hacia la entrada principal.
El sudor corría por la frente de los Detectives, todo parecía ser un verdadero calvario pero al momento de presentar los papeles, el Comandante de aquella Sección los miró con frialdad.
- Pueden pasar.- Dijo éste y al levantar la barrera, ingresaron en Darkov.
Anya caminaba cerca de su madre y padre, llevando a Pingu y Bond a su lado, quien los protegía, al igual que Milú con sus amigos. Los Soldados que estaban allí les observaban, todos eran experimentados en el combate y no dejaban escapar a nadie de allí. Tintin pudo divisar el edificio, allí debían de tener prisionero a Tornasol, Haddock y Pretzel, así que se prepararon para dirigirse allí cuando, de golpe, una partida de efectivos les apuntó, rodeándolos y de ahí aparecía el Comandante de aquel grupo armado que había intentado apresarlos en la Capital y quien venía acompañado por un hombre calvo y con uniforme militar.
- ¿Así que esta era su "Gran Estrategia, Damas y Caballeros? ¿Creyeron que podían burlar la seguridad de la Prisión de Darkov con unos simples disfraces?.- Preguntó el Director de la Prisión y meneó la cabeza.- No, no, pobres de ustedes, cuánto lo lamento pero, me parece, que tendrán que acompañarnos, por favor.- Pidió éste, separando a Tintin, Milú y Elizabeth de los demás, dejando a los Detectives allí, quienes pudieron escapar.- ¡Tras ellos!.- Ordenó.- ¡Y apresen a los espías Forger, son nuestros máximos enemigos!.- Ordenó pero cuando intentaron ir a por ellos, comenzó una primera batalla, un enfrentamiento donde la primera en atacar fue Yor, quien agarró a uno de los Soldados y lanzó contra sus colegas, mientras que empleaba sus mejores movimientos como "Asesina de Élite", noqueando a todo aquel que se interpusiera en su camino.
Loid, por su parte, con la ayuda de los Detectives, se enfrentaron a otro grupo. Los gemelos noquearon a dos Soldados y les quitaron sus uniformes junto a las armas para infiltrarse en el edificio principal.
- ¡Vayan por Tintin y los demás, nos reuniremos aquí!.- Les encargó Loid, deteniendo a un Oficial que intentaba tomar a Anya como rehén. Éste recibió un golpe en el estómago que lo dejó tirado contra el suelo, agarrándose dicha zona.
- Pero, Señor Forger.- Intentaron los gemelos en hacerle entrar en razón.
- ¡No pierdan el tiempo, de prisa!.- Pidió y éstos partieron al instante.
- ¡Papi, allí!.- Señaló Anya, tras haberle leído la mente a otro enemigo, dándole tiempo a su padre para que contra-atacara y se deshiciera de éste.
El camino quedó repleto de Soldados y Oficiales de Borduria tendidos, heridos e inconscientes contra el piso. Yor regresó y se unió a su familia para escapar de esa zona, antes de que llegaran nuevos refuerzos.
Dentro del edificio principal, fueron conducidos hacia la Oficina del Director.
- Veo que su intento de rescate ha sido en vano, pero descuiden, les he traído a alguien para que puedan hablar tranquilamente con él.- Sostuvo el hombre y tras presionar un botón, el Capitán Haddock apareció detrás de su celda.
- ¡Capitán!.- Se alegraron Tintin y Elizabeth de verlo sano y salvo.
- ¡Amigos míos! ¡No saben lo mucho que me alegra reencontrarme con ustedes!.- Exclamó Haddock, abrazándolos.- Y en cuanto a usted, gusano miserable, le juro que...
- Oh no, no, no, no, yo no me atrevería en hacer una tontería como la suya, Capitán.- Advirtió el Director, poniéndose de pie.- Por favor, tomen asiento.- Pidió y de ahí, tras obedecerle, presionó un botón, bajando una pantalla y de ahí empezó una proyección, de la cual se veía una ciudad con edificios y rascacielos.
- Válgame el Cielo...¡pero si es Nueva York!.- Reconoció Haddock aquella urbe.
- Así es: Es la Ciudad de Nueva York o debo decir...era.- Agregó el Director de Darkov y de ahí se empezó a ver cómo unas misteriosas ondas sónicas iban destruyendo los edificios hasta reducirlos a meros montones de escombros, dejando asombrados a los prisioneros. Pronto, cuando la pantalla se apagó, apareció el invento de Tornasol a su lado.- Lo que ustedes vieron, para llevarles mayor tranquilidad, fue solo una maqueta, una simulación que preparamos pero ahora ustedes van a tener que hacerlo por nosotros: Su amigo está trabajando para nosotros pero se ve que está negándose en participar, así que lo forzarán o de lo contrario habrá consecuencias.-
- Millones de vida por cuatro de nosotros, jamás.- Se negó Tintin en ceder.
- Si, es mejor morir con honor que ser un Mercenario.- Le espetó Elizabeth, cruzada de brazos.
- ¿Con que esas tenemos?. Muy bien, entonces así será: ¡Guardias!.- Llamó el Director a dos Soldados, los cuales eran Hernández y Fernández, vestidos con el uniforme militar, cascos y fusiles. Acto seguido, el calvo se acercó a ellos.- Escolten a estas escorias para la celda del Profesor Tornasol, inmediatamente y si intentan escapar, ya sabe qué hacer.
- Entendido, Señor.- Respondió Hernández.
- Claro como el agua.- Añadió Fernández.
- ¡Todos para uno y uno para todos!.- Exclamaron ambos gemelos, alzando los fusiles y con un fuerte golpe noquearon al Director de la Prisión de Darkov.
- ¡Detectives, qué alegría verlos!.- Dijo Elizabeth, dándoles un fuerte abrazo.
- Aprovechamos que dos Guardias fueron noqueados, así que nos quedamos con sus armas y uniformes.- Les contó el primero de ellos.- Ahora vengan, los Forger nos están esperando.- Pidió éste, guiándolos fuera y de ahí hallaban al Profesor Tornasol con el Pretzel en su celda.
- ¡Tintin, Elizabeth, amigos!.- Les recibió éste, dándoles un fuerte abrazo a cada uno.- ¡Me alegra volverlos a ver!. Por favor, les presento a mi amigo y colega, el Profesor Pretzel.- El hombre de cabello gris se acercó hacia ellos, saludándolos con educación.
- Un placer en conocerlos, aunque me gustaría que fuera en otra situación más apetecible pero no importa. ¿Saben cómo escapar de aquí?.- Saludó Pretzel y de ahí escucharon gritos de alarma y golpes que recibían los Centinelas y Guardias apostados por todo el complejo.
A los pocos minutos aparecieron Loid, Yor, Anya y Bond, los cuales habían noqueado a todos los que se interpusieron en su camino, liberando a la misma.
- Un momento, yo...yo he oído sobre ustedes.- Dijo Tornasol, asombrado.-
- Sí, ellos nos dieron una gran ayuda contra los agentes de Borduria.- Respondió Elizabeth.
- Nos conoceremos más a fondo cuando salgamos de aquí.- Les dijo Yor pero de ahí, justo cuando estaban por escapar, un importante y nutrido grupo de asalto llegó, armados con rifles de asalto y una bazuca con la que les obligaron a cerrar las puertas del laboratorio.
El Director llegó hasta ellos.
- ¡Les daré tres segundos para que abran la puerta y se rindan pacíficamente! ¡De lo contrario, atacaremos!.- Ordenó a viva voz, mientras que sus efectivos tomaban posiciones.
El interior del laboratorio estaba plagado de sustancias químicas, muchas de ellas inflamables, cosa que podían volar la mitad de la prisión en cuestión de segundos. Para su suerte, el ventanal que tenían allí arriba junto a la máquina de rayos sónicos fue la solución para ellos, así que, preparando un "puente" y con el citado aparato, lograron destruir el ventanal e ir subiendo, uno por uno. Los primeros fueron Tornasol y Pretzel, de ahí siguieron Tintin, Haddock, Milú y los Forger. Loid llevó a Anya y su peluche del Agente Pingu, Yor y Elizabeth fuero por Bond, quedando, únicamente, los Detectives allí abajo cuando se produjo una explosión por el proyectil de la bazuca que lanzaron los Soldados de Borduria, logrando destruir la puerta y dejando el lugar bajo una completa nube de humo.
- ¿Quién anda ahí? ¿Acaso son los espías?.- Preguntó uno de los militares a Hernández y Fernández.
- No, se ha equivocado, solo estamos haciendo la guardia.- Mintieron los dos gemelos.
- Oh, mis disculpas, Caballeros.- Les dio el Soldado vía libre para que salieran de allí.
- Los Detectives quedaron abajo pero nos reuniremos con ellos de inmediato.- Prometió Tintin, mientras que iban cruzando por un nuevo "Puente" que terminó siendo una antigua antena de radio que fue dañada por la explosión, consiguiendo cruzar sin problemas pero fueron vistos por un helicóptero que les empezó a disparar.
Con el aparato, lograron inutilizarlo y de ahí noquear a los pilotos, apoderándose de la aeronave y despegando de allí, mientras que los Detectives hacían enojar al Director con la antena de radio caída y que terminó golpeando al mismo en la cabeza, llevando a que éstos escaparan en un tanque.
- ¡Tengo demasiada paciencia, pero esto ya es demasiado! ¡Demasiado! ¡Los fusilaré yo mismo!.- Juró el calvo, golpeando el piso con sus botas ante un Soldado que le acompañaba.-
- ¡Señor Director, allí arriba!.- Señaló el muchacho y vieron que el helicóptero se iba de allí con los prisioneros.
- Se están escapando...¡¿en mi helicóptero?! ¡¿Qué sigue?! ¡¿El "Diluvio Universal"?.- Se preguntó pero para su deseo, éste se "cumplió" con la llegada de los Detectives en un tanque de guerra que encendieron y avanzaron en medio de la zona.- ¡Ahora se roban uno de mis tanques! ¡Esto ya es más que suficiente, voy a pedir apoyo de la Fuerza Aérea de inmediato!.- Exclamó y fue corriendo para su despacho.
Mientras que el blindado avanzaba, un joven Soldado de lentes se hallaba con el Chef de la Prisión.
- Mmmmm, huele delicioso, ¿qué vamos a hacer comer hoy, Cocinero?.- Preguntó al hombre gordo con traje y gorro blanco.
- Guisado de papas.- Respondió éste, alegremente y de ahí vieron como llegaba el tanque de guerra.
- ¡¿Es...?! ¡Un tanque!.- Exclamó y salieron corriendo de allí, mientras que la cacerola era aplanada por las orugas.
- ¡Oigan, mucho cuidado con mis papas!.- Exclamó, indignado y de ahí vio el resultado.- Creo que cambiaré el menú: Comeremos puré de papas.
Pronto, desde el interior de la Prisión de Darkov salieron las motos de la Infantería Motorizada que fueron tras el tanque y el helicóptero.
- A ver, ¿cuál es el botón para el aire acondicionado?.- Preguntó Hernández y presionó uno cualquiera, siendo éste el del cañón que se giró y disparó un proyectil contra las motos, las cuales fueron abandonadas por los que las manejaban.
- Te equivocaste de botón. Déjame a mí.- Pidió Fernández y de ahí encendió la radio.
- Si me piden que vuelva a seguir un tanque con esos locos a bordo, yo paso mi disponibilidad para el Sector de Oficinas.- Alegó uno de los hombres de Darkov, hallándose con sus colegas.
A su vez, en el helicóptero robado.
- ¡Hernández, Fernández, los recibimos!.- Exclamó Tintin a ellos.
A pocos kilómetros de allí, en un Puesto de Observación Borduriano, un Oficial y su equipo habían interceptado la comunicación enemiga.
- Coronel, tenemos enlace.- Avisó uno de los radio-operadores.
- Excelente. Te oímos atentamente, Tintin y estamos listos para darles una "cálida bienvenida".- Respondió el hombre de cabello negro.- ¡Atención, Baterías Anti-Aéreas, abran fuego!.- Ordenó y uno de los proyectiles dio contra la aeronave que cayó en picada, pero los ocupantes pudieron estabilizarla antes de que golpeara el suelo, abandonarla y de ahí se producía una deflagración que atrajo al Coronel y sus hombres hasta allí.- Jejejeje, nadie puede haber sobrevivido a una caída. Ahora vámonos, que el calor es insoportable.- Pidió éste
- Muy bien, ¿listos?.- Preguntó Loid a ellos.
- Sí, ¡al ataque!.- Ordenó Elizabeth, liderando la carga.
- Pero...¡los espías, cuidado!.- Alertó el Coronel, mientras que el Soldado que le acompañaba era noqueado por Haddock y Tintin se le tiraba encima, dejándolo fuera de combate.
Yor arrojó unos estiletes que inmovilizaron a varios oponentes, Loid dio unos cuantos golpes a los enemigos pero uno de los efectivos, armado con su ametralladora AK-47 les apuntó a todos ellos.
- ¡Arriba las manos, nada de tonterías o lo lamentarán!.- Bramó el efectivo pero sintió un enorme cañón blindado contra su nuca.
- Será mejor que no lo intente, Soldado, no querrá que termine mi compañero presionando cualquier botón del tanque.- Intervino Hernández, mientras que Fernández se hallaba dentro del mismo.
- En efecto, todos me son iguales.- Apuntó con calma.
- ¡Un Soldado de Borduria jamás se rinde!. Pero, en todo caso, prefiero desmayarme.- Optó éste y perdió el conocimiento.
- Ahora que estamos todos juntos, podremos salir de aquí.- Dijo Elizabeth.
- Sí, pero jovencita, la frontera está a media hora de aquí.- Dio Tornasol esa distancia.
- ¿Quién dijo de ir caminando?. Nos vamos en el tanque de guerra.- Respondió la chica y fueron subiéndose pero en el trayecto, los blindados y aviones enemigos habían comenzado a seguirles el paso.
- ¡Aquí vienen!.- Alertó Elizabeth y abriendo la escotilla, Tornasol junto a Pretzel salieron para enfrentarlos.
- ¿Qué hay del cañón del tanque? ¿Hay municiones?.- Preguntó Tintin a los Detectives.
- Un poco en la parte de atrás. Vengan.- Les guiaron y de ahí hallaron los proyectiles que, en efecto, no eran muchos pero les serviría para combatir a los enemigos.
El primer avión de combate voló en picada, ametrallando al blindado que resistía gracias a sus pesadas placas de acero y hierro que le protegían de los disparos. Uno de los disparos casi le daba a Tornasol pero éste se puso a resguardo junto a su amigo.
- Veamos ahora cómo se las arreglan con esto.- Atacó el científico de barbita negra y lanzó un rayo sónico que alcanzó al primer avión que explotó por los aires, mientras que los pilotos se eyectaban y caían con sus paracaídas.
- ¡Cuidado, tanques a la vista!.- Alertó Haddock y les dieron con el mismo "tratamiento", dejándolos fuera de combate y sus ocupantes afuera.
- No van a cejar en detenerse, nos quieren muertos o rendidos.- Advirtió Loid, mientras que hacían girar el cañón y de ahí disparaban contra los aviones que intentaban ponerlos en jaque.
El impacto dio contra una formación, la cual tomó medidas evasivas y así pudieron no ser golpeados. Tornasol volvió a cargar el arma y dio contra otro avión que estalló, en pleno vuelo, mientras que sus pilotos escapaban de allí.
- ¡Miren, la frontera!.- Señaló Yor.
- ¡Nos salvamos!.- Festejó Anya pero su emoción quedó convertida en hielo cuando notaron que el enemigo había colocado barricadas y barreras anti-tanques.- ¿No podemos cruzar por allí, Señor Tintin, Señorita Elizabeth?.- Preguntó la pequeña, abrazada a Bond, su peluche y sus padres.
- Tranquila, tengo un plan.- Le tranquilizó éste.
- Será mejor que lo pongas en marcha, Tintin, el rayo sónico ha tenido una avería.- Le mostró Tornasol, mientras que intentaban repararlo.
- Descuiden pero les voy a pedir que se aferren bien.- Pidió el chico y aceleró el tanque, dirigiéndose hacia el Puesto de Avanzada, cruzando por uno de los edificios de la derecha, haciendo cundir el pánico y con ello dejaba un gran agujero en el mismo inmueble, entre los escombros y una foto enmarcada del Mariscal Plekszy-Gladz que quedó colgando de un hilo.
Mientras tanto, a pocos kilómetros de la frontera syldavo-borduriana, los militares y gendarmes que custodiaban el lugar permanecían jugando a las cartas o cumpliendo con su misión cuando notaron que un tanque iba hacia ellos y tenía una bandera blanca izada en su torreta.
- ¡Pobres! ¡Deben ser Bordurianos que escaparon de su gobierno represor!.- Exclamó el Comandante y de ahí vieron que salían Tintin y los otros.
- ¡Lo logramos, llegamos a salvo!.- Exclamó y de ahí comenzaron los festejos.
Mientras que los ayudaban a bajar, Loid y Yor se dirigieron hacia el Comandante de la "Gendarmería de Syldavia", al cual le hicieron la venia militar y le entregaron un sobre de papel marrón, en el cual habían fotos y reportes muy importantes acerca de lo que sucedía en Borduria.
- Esto le puede interesar a su país, así como también al Mundo entero.- Dijo el Agente "Twilight" y el Comandante se retiró con el "Premio" en su poder.
Se sintió bien el haber cumplido con su misión. Aquello podía cambiar, rotundamente, el aspecto y contexto de la "Guerra Fría". Solo necesitaba que llegara el mensaje y de ahí vendría la respuesta. Se giró y vio a su esposa, abrazada con Elizabeth y los demás, Anya que reía y estaba al lado de Bond y su peluche. El propio perro de los Forger jugaba con Milú, habiéndose vuelto grandes amigos e inseparables que se ayudaron mutuamente y a sus dueños durante el escape de la Ópera Metropolitana. Pero cuando se quitó el sombrero, sintió que alguien lo tomaba por los hombros.
- Tenía razón, Señor Forger: Sí que íbamos a ser grandes Aliados.- Reconoció Tintin aquello que le había dicho el hombre y éste sonrió con tranquilidad.
- Todos pensamos distinto cuando vemos a personas que son de dudosa procedencia y está bien, no todos son buenos pero cuando escuchas a alguien que te dice que puede serte de ayuda, ahí es cuando todo cambia. Je, fue un gusto haber combatido a su lado, amigos.- Se sintió Loid complacido por el papel que todos compartieron y ejercieron.
- ¿Y ahora qué harán?.- Preguntó Pretzel a ellos.- Y antes que nada, amigos, quiero agradecerles por haberme liberado junto a mi amigo, el Profesor Tornasol, de las garras de esos desgraciados. Ellos querían diseñar un "Arma de Destrucción Masiva" para ganar la "Guerra Fría" y por eso me secuestraron. Querían de mis conocimientos pero no pudieron, por eso emplearon a un "Falso" Yo" para que Tornasol cayera en la trampa. Esos gritos, detrás del teléfono, eran míos, ya que habían entrado a mi casa.- Contó el científico de cabello gris y lentes.
- Ahora todo cierra como es debido.- Comprendió Haddock el tema.- Pero bueno, ¿por qué no vienen todos para mi Mansión y vamos a celebrar?.- Propuso.
- ¿Habrá comida rica allí, Señor Capitán?.- Se acercó Anya hacia él.
- Owwww, jejejeje, por supuesto que sí, pequeña y les va a gustar todos.- Prometió el "Viejo Lobo de Mar", riéndose y pasando su mano por los cabellos de la joven.
El regreso a la "Mansión de Moulinsart" trajo alegría en Néstor, quien los volvía a ver a todos ellos, sanos y salvos junto al Profesor Tornasol. De ahí se organizó una comida de celebración por el reencuentro y por sus nuevos amigos, mientras que llegaban unas noticias que eran muy esperanzadoras.
-"Y por fin llegó lo que todos nosotros estábamos esperando: El Régimen de Borduria ha pedido la paz a su vecino, Syldavia, reabriendo las fronteras entre ambos países y liberando a los presos políticos y militares que fueron encerrados injustamente. La alegría de las familias de los que estuvieron separados por mucho tiempo es inmensa y con ello nos llegan noticias de que el Coronel Sponz, Jefe de la "Policía de Borduria" y en especial la "División Secreta" que comandaba, ha presentado su renuncia a dicho cargo. Una filtración de datos sumamente importantes y secretos terminó, de manos anónimas, ante el Reino de Syldavia, los cuales presentaron los mismos ante la ONU para que se investigue el accionar de las Fuerzas de Seguridad Comunistas y su trato hacia los prisioneros y opositores. Aunque la URSS ha guardado silencio, el "Presidente del Partido Comunista", Anatoly Kruchev, ha prometido llevar a cabo una investigación conjunta para este caso. Mientras que todo esto ocurre, el Mundo celebra el fin de esta guerra que duró tanto tiempo y ahora se avecinan tiempos mejores para ambas Naciones, anteriormente enemistadas".-Contaba un periodista por la televisión, mientras que brindaban por su victoria.-
- ¿Quién lo diría? ¡Hicimos historia!.- Festejó Elizabeth, abrazada a su novio y dándole un beso.- ¡No puedo creerlo!.
- Nadie puede dar crédito a esto pero sí, lo conseguimos y ahora que triunfamos, ya no nos tendremos que preocupar más por los espías.- Alegó Hernández.
- Totalmente cierto, hermanito, eso sí, que el Profesor no invente una nueva máquina que cause problemas.- Bromeó Fernández, llevando a que todos se rieran.
- De eso jamás, descuiden y ya me hice cargo de los planos. Nadie sabrá nada de ello.- Prometió el científico y alzó su copa.- Amigos, quisiera pedir un brindis por todos ustedes, ya que arriesgaron todo, lucharon contra viento y marea para venir a salvarme y debería haber sido yo quien debe ofrecerles una disculpa por tanta metedura de pata que hice con ese aparato.
- Nunca diga eso, Profesor, usted es nuestro amigo y jamás dudaríamos de usted.- Le tranquilizó Tintin.-
- Tienes razón en eso, muchacho, pero bueno, yo brindo, ahora, por todos ustedes, por nuestros nuevos amigos y por el Futuro de Syldavia y Borduria. Quiera Dios que puedan alcanzar su Amanecer con el paso del tiempo, viviendo libres de la tiranía y la corrupción.- Lanzó ese deseo al aire y de ahí todos juntaron sus copas.
- ¡SALUD!.- Exclamaron todos ellos, mientras que brindaban por un buen Futuro para todo el Mundo.
Fin.
[Llevó su tiempo pero, tras más de 7000 palabras, termina esta pequeña aventura. ¿Habrán otras? ¡Por supuesto que sí!. Aún quedan las de "Objetivo y Aterrizaje en la Luna", "El Secreto del Unicornio", "El Tesoro de Rackham El Rojo" y "El Lago de los Tiburones", ésta última la escribiré para Julio y estará unida a mi Universo de "Super Driver Nexus"; como bien lo fue "Por la Gloria del Imperio".
Bueno, amigos, espero que les haya gustado este crossover entre Tintin y los Forger. Quiero agradecerles aWelter_245por los reviews de apoyo, al igual paraSame_kichi123por estar siempre pendiente de estas aventuras que le encantan, lo mismo parashadowbull44y los demás seguidores.
Quiero desearles, a todos ustedes, Camaradas, una muy buena semana, que la empiecen bien y será hasta la próxima en nuevos proyectos e historias.
¡Nos vemos!.].
