Descargo de responsabilidad: Ni high School DXD ni Elder Scrolls me pertenece, todos los derechos a sus respectivos dueños.
Capítulo 16
Marca de Hjaal - 8 Freddas de Mano de Lluvia del 01 de la Quinta era
"¡Asia, agáchate!" gritó Serana.
Asia le hizo caso a su amiga y se agachó. Cuando lo hizo, pudo escuchar el inconfundible sonido de una flecha pasar por su oído. Una vez que la flecha paso a su lado, rápidamente cargó un hechizo de rayos en su mano y lo lanzó hacia el draugr que la había atacado. El draugr se convirtió en cenizas cuando recibió el hechizo.
Serana, por su parte, lanzó varias lanzas de hielo a los otros draugr que trataban de escapar. Por su parte, Aela estaba que brindaba apoyo a Serana matando draugr con sus flechas. Para cuando finalmente terminaron de limpiar la zona, las tres se juntaron para continuar por la tumba nórdica.
"En serio Aela, ¿por qué estamos haciendo esta misión?"
"Porque estábamos completamente aburridas. Además, queríamos ver cuánto ha mejorado Asia."
Aela había llegado hace una semana con esta misión por parte de los Compañeros. La misión consistía en limpiar una tumba nórdica de nombre Folgunthur, la cual al parecer había sido ocupada por un grupo de nigromantes. Asia y Serana habían sido invitadas por Aela a esta «cacería», ya que la mencionada no quería partir sola. Habían acordado dividir el pago en tres partes iguales. Así que habían partido desde Carrera Blanca y después de tres días de viaje, finamente habían llegado a la cueva.
Cuando ingresaron a la tumba, rápidamente fueron rodeadas por varios esqueletos. Estos no duraron mucho, pues fueron rápidamente despachados por los hechizos de Asia y Serana. Todo sucedió tan rápido que Aela no tuvo ni tiempo para preparar una flecha en su arco. Y desde ese momento Aela había estado haciendo pucheros por la facilidad con la que Asia y Serana mataban a todos los no muertos con los que se encontraban.
"¿Cuánto creen que falte para llegar a donde están los nigromantes?" preguntó Asia mientras mantenía sus ojos alertas por si veía algún enemigo.
"No mucho, ya hemos pasado por varios salones." respondió Aela.
"Eso espero, Aela." dijo Serana.
Las tres amigas continuaron caminando por lo que parecieron horas. Al parecer los dioses les sonreían ya que no se encontraron con más enemigos, pero Aela y Serana estaban sospechando que algo estaba pasando.
"Asia, prepárate para un combate duro."
"¿Por qué?"
"Acabo de oler a varios nigromantes." respondió Aela.
"¿Cuántos son?" preguntó Serana un poco preocupada. Si bien los nigromantes no eran muy fuertes, actualmente encontraban en un lugar de donde podían levantar a varios cadáveres a luchar por ellos.
"Unos ocho."
Asia y Serana asintieron a la respuesta de Aela. Mientras avanzaban, idearon un plan sencillo para eliminar a los nigromantes.
"Lista, Asia." dijo Serana mientras se preparaba para abrir la puerta del salón donde se encontraban los nigromantes.
Asia asintió y comenzó a cargar magia en su mano. Estaba por usar un hechizo que había encontrado en uno de los libros que Edzard tenía en casa.
Serana abrió la puerta de una patada. Cuando Asia vio la puerta abierta, liberó el hechizo. De su mano salió una esfera hecha de rayos. La esfera ingresó en el salón e impactó en un draugr que por ahí estaba que esperaba. Al momento de impactar, se creó una explosión de rayos, los cuales mataron a varios draugr y dejaron entumecidos a los nigromantes.
Aela y Serana aprovecharon esto y cargaron dentro de la habitación. Aela comenzó a disparar flechas rápidamente y pudo matar a tres nigromantes antes de que pudiesen usar magia. Por su parte, Serana solo pudo matar a dos nigromantes.
Cuando los tres nigromantes restantes se recuperaron, rápidamente lanzaron picos de hielo hacia Aela y Serana; sin embargo, estos ataques fallaron gracias a que fueron bloqueados por custodias creadas por Asia.
Al ver a la Asia ingresar, uno de los nigromantes desenfundó su cuchillo y estúpidamente cargó contra ella. Cuando Asia lo vio venir, esquivó el primer corte que hizo el nigromante. Después de esquivar el golpe, Asia desenfundó su espada de acero y rápidamente apuñaló al nigromante en medio de la espalda. Esto hizo que el nigromante muriese en el acto, pues su corazón fue traspasado por la espada.
Sacando su espada del cadáver del nigromante, Asia vio que los otros dos nigromantes habían muerto. Uno había muerto con una flecha de Aela entre ceja y ceja. El ultimo se había convertido en la cena de Serana. Así que, volviendo a enfundar su espada, se dirigió hacia sus amigas.
"¿Qué hacemos ahora?"
"Hay que buscar por el lugar. Talvez encontremos un tesoro."
Aela asintió. Entonces, las tres comenzaron a buscar por la zona. Al final, Serana había tenido razón, pues habían encontrado un cofre con mil septims, varias joyas y algunos libros. Tomaron todo y lo pusieron en la bolsa encantada de Asia. Después de eso, se fueron de la tumba y viajaron de regreso a Carrera Blanca.
Valle Perdido – Sundas 30 de Segunda Semilla del 01 de la Quinta era
Asia y sus amigas se encontraban descansando en una gran piscina de agua caliente.
"Ah… esto es vida." Dijo Laure mientras se relajaba.
Ella y el resto de las amigas de Asia habían llegado hace dos días.
"Asia, ¿Cómo te sientes?" preguntó Fortunata mientras miraba a su amiga.
"Nerviosa. Muy nerviosa." Respondió Asia.
"Cualquier mujer estaría nerviosa en un día como este." dijo Gyda mirando a sus amigas.
"Pero también debes de estar emocionada." dijo Fridda mirando a Asia con una sonrisa.
"Si. La verdad es que estoy muy emocionada. Nunca creí que algún día llegaría a esto." Dijo Asia mientras sonreía.
Luego de decir eso, Asia se levantó y salió de la piscina siendo seguida por sus amigas. Tomando toallas, se envolvieron en ellas y salieron de la habitación.
El grupo de cinco mujeres caminó por unos pasillos y luego ingresó a una habitación donde las esperaban Serana, Valerica y Aela.
"Ya era hora de que llegaran." Dijo Valerica con el ceño fruncido.
"Lo sentimos, pero perdimos la noción del tiempo." Dijo Asia con una sonrisa nerviosa en su rostro.
"Está bien. Ven acá para empezar. No hay mucho tiempo y hay que hacer muchas cosas." Dijo Valerica.
Asia asintió y se acercó a la vampira. Mientras caminaba, pudo ver que Aela y Serana tenían sonrisas de burla en su rostro.
"Ustedes dejen de sonreír y ayúdenme."
"Pero…"
"Nada de peros. Levántense y ayúdenme con las otras chicas."
Serana y Aela se resignaron y comenzaron a ayudar a Valerica en lo que estaba haciendo.
Asia se quedó quieta mientras Valerica comenzaba a buscar algunas cosas en un cofre. Mientras eso pasaba, comenzó a recordar la conversación que había tenido con Edzard la noche del día en que el volvió de la guerra.
Flashback
La noche ya había caído y Asia se encontraba sentada frente a Edzard en su habitación en el Castillo de Volkihar. Ella había terminado de contarle sobre la batalla que había tenido lugar en el castillo. También le contó sobre el nuevo poder de su sacred gear.
"Entonces... Perdiste a espada que te regale." dijo Edzard mientras tomaba un trago de aguamiel.
"Si." respondió Asia con la cabeza agachada. Se sentía mal por haber pedido esa espada. "Lo siento."
Edzard la miro fijamente hasta que comenzó a reír. "¡Ja!, ¡Ja!, ¡Ja!"
Asia levantó la cabeza y vio a Edzard casi caerse de la silla. Intentó hablar, pero fue interrumpida.
"No te disculpes." dijo Edzard secándose una lagrima.
"Pero ¿Esa espada no es súper rara?" preguntó Asia confundida.
"Si. Lo es. Los materiales para crear una son muy difíciles de hallar, eso sin contar que es muy, pero muy difícil de forjar una espada como esa." respondió Edzard con una sonrisa. "Pero al final del día, es solo una espada."
"¿A qué te refieres?" pegunto Asia.
"Prefiero perder mil de esas espadas que a perderte a ti o Marie." respondió Edzard tomando la mano de Asia y sonriéndole.
Asia se sonrojó y comenzó a tartamudear.
'Pensé que ya había superado esta fase.' pensó Asia en pánico.
"Entonces, ¿Sucedió algo más?" preguntó Edzard.
"Bueno, aparte de la batalla y de que mi sacred gear tiene un nuevo poder. Solo una cosa."
Edzard levantó una ceja. "¿Qué cosa?"
"Obtuve un apodo." Respondió Asia mientras evitaba tener contacto visual con Edzard.
Edzard miró a Asia un poco asombrado. Los apodos no eran algo tan fácil de ganar. Así que el hecho de que Asia haya logrado obtener uno en una batalla era algo impresionante.
"Ya veo. Entonces, ¿Cuál es tu apodo?" preguntó Edzard.
Asia se sonrojó de nuevo y desvió la mirada. Mientras lo hacía, susurró su apodo.
"Espera, dilo más alto, no te he escuchado." Mintió Edzard, ya que había escuchado muy bien el apodo.
Asia comenzó aponerse más roja.
"Venga. Dilo, no es tan malo." Dijo Edzard con una sonrisa.
"Me… dieron… el… apodo... de «La Sacerdotisa dragón»." Dijo Asia mientras trataba de ocultar su vergüenza por ese apodo.
El apodo se lo había dado Brynjolf luego de que se enteró de su pasado como monja. Al final, el había dicho que una monja era lo mismo que una sacerdotisa, así que, por su habilidad con magia de restauración, su antigua vida de monja y por se la pareja de Edzard, le puso ese apodo.
Fin flashback
Asia volvió del recuerdo cuando Valerica le dio un golpe en la cabeza.
"Está bien que este sea tu gran día, pero deberías estar más concentrada en lo que te rodea y no tener tu mente en las nubes." Dijo Valerica mientras terminaba de arreglar a Asia.
"Bien. Si, ya estas casi lista. Solo falta una cosa más." Dijo Valerica viendo a Asia de arriba abajo.
Después de decir eso, Valerica se dirigió a la mesa de donde tomó algo y volvió donde estaba Asia.
"Agacha la cabeza."
Asia obedeció y bajó la cabeza.
Valerica puso lo que había traído en la cabeza de Asia. "Muy bien, eso es todo."
Asia levantó la cabeza y asintió.
"Asia. Vamos." Dijo Laure cuando se acercó a su amiga.
Asia asintió y salieron todas juntas.
Mientras caminaba por los pasillos hacia el gran salón del lugar donde se encontraba, comenzó a recodar el resto de esa conversación que tuvo con Edzard.
Lo primero de lo que hablaron fue sobre su parentesco. Ella no negaría que estaba sorprendida al saber que eran parientes, pero se sintió aliviada de que su relación sanguínea fuera distante. Lo segundo de lo que hablaron fue sobre las conversaciones que tuvieron con el respectivo Aedra que habían tenido la fortuna de ver.
Flashback
"Dos Aedras hablando con mortales…" Dijo Edzard, su voz tenia un claro tono de preocupación. "El hecho de que tanto Mara y sobre todo Akatosh actúen así me preocupa demasiado."
Asia miró a Edzard y comprendió la preocupación que sentía. Gracias a los libros que había leído y sobre todo a lo que le habían enseñado tanto Edzard como Valerica, ella sabia que ambos Aedras se estaban comportando de una manera muy extraña. "¿Crees que tengan algo en mente?"
"Si. Estoy seguro de que están planeando algo, pero la verdadera pregunta es qué planean."
Ambos se quedaron sumidos en silencio mientras pensaban. Fue en ese momento que Asia recordó algo muy importante. "Ed, lady Mara me comentó algo sobre una magia llamada magia de las sombras."
Edzard suspiró cuando escuchó eso. El no quería hablar de esto, ya que sentía que aún no era el momento, pero Mara lo había delatado de forma sutil.
"Asia, ¿recuerdas que te prometí encontrar una manera de que puedas volver a la Tierra?"
Asia asintió recordando la promesa que Edzard le había hecho.
"La única magia conocida que puede abrir un portal dimensional es la magia de las sombras."
Asia parpadeó cuando escuchó esa respuesta. Se sentía en conflicto. Una parte estaba alegre, ya que podría volver a la tierra. La otra parte estaba triste y preocupada a la vez, ya que no sabia que significaba esta noticia para su relación con Edzard.
Edzard vio que Asia no parecía muy feliz de escuchar esa noticia. Suspirando, decidió hablar. "Tranquila, esto no significa que te dejare sola."
Asia miro a Edzard y vio que el sonreía.
"¿Qué quieres decir?"
"Realmente crees que te voy a dejar irte y que me dejes aquí solo con nuestra hija." Respondió Edzard con una sonrisa. "No, querida. Nos vamos todo juntos a la tierra."
Asia negó con la cabeza y sonrió.
'Soy una tonta, es obvio que Ed nunca me abandonaría ni a mí, ni a Marie.' Pensó Asia mientras comenzaba reír suavemente.
Edzard la miró y luego comenzó a reír con ella.
"Ed, ¿Por qué quieres dejar todo lo que tienes en este mundo?" preguntó Asia, dejando de reír.
Ella no entendía por qué Edzard deseaba dejar todo lo que había logrado en Nirm.
Edzard no respondió inmediatamente, sino que se quedó pensativo un momento. Originalmente le habría contado que era porque tenía continuas pesadillas que eran provocadas por los libros negros que tenía en su posesión, pero no lo mencionaría, ya que para su buena suerte esas pesadillas habían desaparecido desde la batalla contra Cyrelas.
Asia miró a Edzard esperando su respuesta. Al ver que el no iba a responder pronto, intentó volver a preguntar, pero fue interrumpía por Edzard.
"Quiero conocer como es el mundo donde naciste. Además de que el visitar un nuevo mundo hace arder mi deseo de la aventura." Respondió Edzard con una sonrisa.
"Ya veo. ¿Cuándo partiríamos?" preguntó Asia con una sonrisa al ver a Edzard tan contento.
"Si tenemos suerte a mediados del próximo año." respondió Edzard. "Necesito terminar mis asuntos aquí y ver que la paz se ha asentado en el imperio."
Asia asintió.
Luego de eso, ambos charlaron un rato mas hasta que finalmente se fueron a dormir.
Aleta flashback
Asia fue sacada de sus recuerdos cuando sintió una mano apretar la suya. Levantando la mirada pudo ver a Laure quien le sonreía.
"¿Lista?" pregunto Laure ganándose un asentimiento de Asia.
Asia miró al frente las puertas de hierro que se abrirían cuando ella estuviese a unos cuantos metros. Tomando aire, comenzó a avanzar. Cuando estuvo a unos dos metros, ambas puertas se abrieron.
Una vez que cruzó las puertas, se comenzó a escuchar una suave melodía.
El salón era una gran sala, cuyas paredes y techo estaban hechos con piedra blanca. El piso estaba hecho de mármol banco pulido. Las grandes ventanas que había en la pared posterior iluminaban muy bien la sala. La sala estaba decorada con guirnaldas de color blanco. Y al frente se encontraba un altar con nueve estatuas. Cada una de esas estatuas representaba a uno de los divinos. En las paredes también había dos estandartes. El primero, era el estandarte del Imperio, un dragón de sable en forma de diamante sobre campo de gules. El segundo, era un león rampante de plata sobre campo azur, el emblema personal del rey Emeric, el emblema que Edzard había adoptado para su uso personal.
El salón estaba lleno de personas, las cuales formaron un camino en el centro del salón. Las personas presentes eran conocidos de Edzard y de ella. Estaban todos sus compañeros del Colegio de Hibernalia, el circulo de los Compañeros, miembros del gremio de Riften, miembros de la Guardia del Alba, Los ediles de Roca del cuervo y sus familias, la chaman de la Aldea Skaal, algunos generales de la legión, los edecanes de Edzard, los Jarls de Skyrim, entre otros más.
Cuando comenzó a avanzar, se escucho el sonido de espadas desenvainándose. Mirando a su alrededor, pudo ver que las personas que desenfundaron sus espadas formaron un túnel con sus espadas al aire. Los hombres que sostenían las espadas eran elfos de piel tan blanca como la nieve. Todos vestían armaduras blancas con detalles en oro.
Mientras caminaba haca el altar, pudo ver a Edzard ahí parado esperándola. El vestía una camisa de color blanca con un chaleco gris con botones de oro y sobre este chaleco un blazer de color negro. Vestía también pantalones de color negro y un par de botas de cuero negro con hebillas de plata. Colgada en el lado izquierdo de su cinturón en un tahalí estaba una espada de plata cuya empuñadura era de hueso dragón, la cual tenía incrustaciones de zafiros y en su pomo había un gran diamante. Sobre sus hombros llevaba una capa negra de cuello alto, esta capa tenia bordados en hilo de plata. Los sujetadores de la capa eran de oro, los cuales tenía la heráldica de Edzard tallada en ellos.
Edzard estaba nervioso mientras esperaba a Asia en el altar del Sanctasanctórum de la capilla de Auri-El en el valle perdido. Le había costado mucho convencer tanto a Maramal como a Gelebor para poder celebrar su boda aquí, pero después de varios días al fin pudo convencerlos.
Una vez que tuvo el permiso de ambos, Edzard comenzó a llevar recursos para reconstruir la capilla. Gracias a la ayuda de varios elfos de las nieves que habían llegado, la reconstrucción fue muy rápida.
Edzard había decidido que debían de casarse antes de partir de Nirm a la Tierra. Esto se debía a que quería casarse y recibir la bendición de los Aedra, pero eso no quitaba el hecho de que también planeaba celebrar otra boda en la Tierra. Una boda frente al Dios al que Asia adoraba.
Sus nervios aumentaron cuando vio a Asia ingresar en el Sanctasanctórum con sus damas de honor. Concepto no usado en Nirm, pero según Asia era algo propio de la cultura en la tierra.
Asia vestía un vestido victoriano de color blanco. El vestido dejaba ver sus hombros; sin embargo, sobre ellos llevaba un chal blanco. Además, este vestido estaba decorado con pequeñas incrustaciones de diamantes y perlas, y sus bordados estaban hechos con hilos de plata. También llevaba un par de guantes de color blanco que llegaban hasta un poco más debajo de los codos. En sus pies llevaba un par de sandalias de cuero con hebillas de plata. Llevaba el cabello suelto y sobre este traía una corona de rosas blancas y rojas. Cuando Asia llegó a su lado, le sonrió y él también sonrió.
"Ah, finalmente está aquí la novia. Comencemos la ceremonia." dijo Maramal llamando la atención de todos los presentes.
Las damas de honor de Asia se dirigieron con sus familiares. Cabe decir que cuando ellos se enteraron de que Laure era hermana de Darryn y que Fortunata era hija de Decius, Edzard había escupido el vino de sangre Argoniano añejado de cuarenta años que estaba bebiendo.
"Fue Mara quien dio a luz a toda la creación y se comprometió a cuidarnos como a sus hijos." continuó Maramal mientras Asia y Edzard se veían de reojo. "Es por su amor que nosotros aprendimos a amarnos unos a otros. Es por este amor que aprendemos que una vida solitaria no es vida en absoluto."
Edzard miró a Asia mientras los momentos felices vividos juntos llegaban a su mente. Asia, por su parte pensaba en lo feliz que había sido desde que había llegado a este mundo. Los momentos que pasó juntó a Edzard viajando de ciudad en ciudad. Los momentos que compartieron en el Colegio de Hibernalia. Su primera cita en Evermore y como obtuvieron a su primera hija.
"Nos reunimos hoy aquí, bajo la mirada amorosa de Mara, para dar testimonio de la unión de dos almas en eterno compañerismo. Que viajen juntos en esta vida y en la próxima, en prosperidad y pobreza, en alegrías y dificultades." dijo Maramal mientras desviaba la mirada hacia Edzard. "Edzard Rolandson, ¿Estás de acuerdo en estar unido a esta mujer, en amor, ahora y para siempre?"
Las manos de Edzard comenzaron a sudar mientras sus nervios aumentaban. Tomando aire se tranquilizó. "Lo hago. Ahora y siempre."
Cuando Maramal escuchó la respuesta de Edzard su vista se dirigió a Asia. "Asia Argento, ¿Estás de acuerdo en estar unido a este hombre, en amor, ahora y para siempre?"
El corazón de Asia comenzó a aumentar el ritmo y ella comenzó a sentir sus mejillas enrojecer. Pero decidió dar su respuesta. "Lo hago. Ahora y siempre."
Maramal sonrió ante la respuesta de los dos y volvió a dirigirse al público. "Bajo la autoridad de Mara, la diosa del Amor, declaro que esta pareja está casada."
"Les presento a ustedes dos estos anillos a juego, benditos por la gracia divina de Mara. Que ellos los protejan a cada uno de ustedes en su nueva vida juntos." dijo Maramal mientras un acolito traía ante ellos un par de anillos de oro. Edzard tomó uno de los anillos y se lo puso en el dedo anular a Asia mientras ella hacia lo mismo con él. Después de ponerse los anillos, ambos se besaron.
Los invitados a la boda aplaudieron e incluso silabaron a la nueva pareja.
Cuando se separaron, una nueva voz hablo.
"Esto da por terminada la primera ceremonia. Supongo que debemos empezar con la segunda."
Edzard giró y vio a Gelebor.
"Si. Tienes razón. Hay que empezar la segunda ceremonia."
Gelebor asintió y se alejó de Edzard.
Cuando Gelebor se alejó de Edzard, siete sacerdotes se acercaron.
Al ver al grupo de sacerdotes reunidos, Edzard comenzó a caminar hacia donde se encontraba Serana. Al llegar, extendió sus brazos y recibió a su hija de los brazos de Serana.
Marie llevaba un pequeño vestido blanco con volantes. Este vestido llevaba incrustaciones de diamantes y perlas. Llevaba un par de pequeñas sandalias de cuero con hebillas de plata en sus pies. En su cabeza había un pequeño aro de hilos plata.
Edzard no había escatimado en gastos para la vestimenta que los tres usarían en las ceremonias. Estos atuendos fueron hechos a partir de diseños que fueron enviados por una persona anónima, la única pista que podrían tener sobre la persona era el sello que tenía la carta que llego con los diseños. Este símbolo era una flor de azucena. Cabe resaltar que entre los tres atuendos gastó un aproximado de treinta mil septims. El vestido de Asia fue el más costoso, pues costó quince mil septims. El traje de Edzard costó ocho mil septims. Y finalmente el vestido de Marie costó siete mil septims. La espada fue hecha por Edzard así que no gastó dinero en ella.
Edzard volvió al centro de la sala donde lo esperaban su esposa, los ocho sacerdotes y el paladín de Auri-El.
"Comencemos." Dijo Gelebor.
Los sacerdotes asintieron y formaron un circulo alrededor de Edzard y Asia.
"Estamos aquí reunidos para presenciar la entrega de las bendiciones de los divinos sobre esta pequeña."
Edzard y Asia se acercaron a los sacerdotes.
"¿Quiénes traen a esta pequeña?"
"Su padre. Edzard Rolandson, General Imperial, Thane de Skyrim, Heraldo de los Compañeros, Archimago de Hibernalia e Hijo de Akatosh." Respondió Edzard
"Su madre. Asia Argento, miembro del Colegio de Hibernalia y miembro de los Compañeros." Respondió Asia.
"¿Cómo se llama la pequeña?"
"Marie Argento Edzarddottïr." Respondió Edzard.
"¿Fecha en que nació la pequeña?"
"El ocho de fuego de hogar en el año 202 de la cuarta era." Respondió Asia.
"Muy bien."
El primer sacerdote en acercarse fue un sacerdote de Stendarr que vestía la armadura de vigilante, quien extendió su mano y la puso sobre la cabeza de Marie y dijo. "Que Stendarr te bendiga con un corazón generoso y amable que te permita ayudar a los que lo necesiten."
Luego de decir eso, el vigilante se alejó y Florencio se acercó. "Que Arkay te bendiga con un lugar de descanso en Aetherius cuando tu vida mortal llegue a su fin."
Antes de alejarse, Florencio volvió a hablar. "Arkay dice que espera no tener que ver su alma hasta dentro de muchos años."
Edzard simplemente sonrió ante lo que decía su amigo.
Maramal se acercó a Marie y puso su mano en su cabeza. "Que Mara te bendiga con una vida apacible y feliz con tu familia."
Luego de decir eso, Maramal se retiró y se acercó un sacerdote de Zenithar. "Que Zenithar te bendiga para que todos tus trabajos sean fructíferos."
Luego de decir eso, el sacerdote se retiró y se acercó un sacerdote de Talos. "Que Talos te bendiga con la fuerza necesaria para enfrentar a todos tus enemigos."
Luego de eso, se acercó Danica y poniendo su mano sobre la cabeza de Marie, dijo. "Que Kynareth te bendiga para que puedas usar sabiamente los dones de la naturaleza."
Luego de decir eso, Danica se retiró y se acercó Hamal y poniendo una mano sobre la cabeza de Marie, dijo. "Que Dibella te bendiga para que puedas apreciar la belleza de las Artes y del amor."
Luego de decir eso, Hamal se retiró y se acercó un sacerdote de Julianos. "Que Julianos te bendiga con la sabiduría y la lógica necesaria para afrontar los retos que te esperan en tu vida."
Luego de decir eso, el sacerdote se retiró y se acercó Gelebor, quien puso una mano en la cabeza de Marie. "Que el todopoderoso Auri-El te bendiga con la fuerza necesaria para que cumplas con tus deberes para con tu pueblo."
Luego de decir eso, Gelebor se alejó.
Cuando los sacerdotes se alejaron, un brillo dorado comenzó a surgir del cuerpo de Marie. Este brillo duró unos segundos y luego desapareció.
Edzard y Asia miraron a su hija que veía todo sin comprender que había sucedido.
Lo que se acaba de hacer era una tradición que normalmente se hacia cuando un niño o niña cumplía un año de edad. Esta ceremonia se realiza para que el infante obtenga la bendición de los dioses, además de servir como presentación oficial a la comunidad. La razón por la que se hizo esta ceremonia cuando Marie ya tenía más de un año se debe a que cuando ella cumplió el año, Edzard estaba luchando contra el Dominio.
Marie bostezó, ya que estaba con sueño, pero no pudo dormir, pues los invitados comenzaron a aplaudir.
"¡Muchas gracias a todos por venir en este día!" dijeron Edzard y Asia a los invitados.
Luego de decir eso, él miro a Valerica, quien asintió.
La matriarca vampira conjuró magia en su mano y abrió un portal hacia el lugar donde se llevaría a cabo la recepción de la boda.
"Por favor síganme. Nos dirigiremos al lugar donde se llevará a cabo la recepción." dijo Valerica mientras caminaba atreves del portal siendo seguida por Serana, Aela, Asia y Edzard, quien a su vez cargaba a una Marie medio dormida.
Todos los invitados siguieron al grupo. Cuando salieron del portal, frente a ellos estaba un gran salón con varias mesas decoradas con manteles y muchos cubiertos. Había barriles de cerveza, aguamiel y vino por todo el lugar.
Una vez que estuvieron en el salón, los invitados comenzaron a darles sus felicitaciones y sus regalos nupciales a la pareja de recién casados.
Uno de los invitados fue un pintor que Edzard había conocido no hace mucho. El pintor se había encargado de elaborar los retratos que servirían como recuerdos de la boda.
Edzard levantó una ceja, ya que el pintor realizaba su labor de una manera muy veloz y precisa. Era casi como si sus manos fueran guiados por la voluntad de Dibella.
Luego de que el pintor terminara los retratos y pinturas, Valerica comenzó a sentar a los invitados en sus respectivas mesas.
El banquete comenzó con un saludo por parte de Edzard y Asia a los invitados. Los platos que comenzaron a llegar fueron: Tartas de cerdo y cordero, sopa de champiñones y faisán, guiso de cordero, pan de avena, salmón con panceta, pollo a la miel, jabalí asado, manzanas asadas, guiso de horker con patatas, Fondue de Elsweyr, tartas de arándanos, pasteles de manzana.
Todos estos platillos fueron preparados por un orco de nombre Balagog gro-Nolob, aunque se le conoce mejor como «El Gastrónomo». Cabe decir que Edzard estaba gastando una gran suma de dinero en esta ceremonia. Si se suman los gastos de la vestimenta con los de la recepción, estos sumarian un total de doscientos mil septims. Que no se diga que los recién casados no están tirando la casa por la ventana.
La fiesta continúo hasta bien entrada la noche. Hubo bailes, concursos de canto y baile. Concursos de bebida e incluso luchas con espadas embotadas. La fiesta se dio por terminada cuando los recién casados se dirigieron a su alcoba.
Asia estaba nerviosa mientras ingresaba a la habitación. Si bien ella sabía lo que vendría, aún se sentía muy nerviosa. Sacudiendo su cabeza entro y vio a Edzard sentado frente a la mesa mientras se sacaba el blazer, el chaleco y las botas.
Edzard terminó de desvestirse hasta que se quedó solo con su camisa y su pantalón puesto. Él sabía que Asia estaba nerviosa por lo que pasaría. Aunque, él también estaba nervioso a pesar de ser su segunda vez con una mujer. Si, su segunda vez. La primera vez fue cuando se puso a beber con Sanguine, y bueno, uno no despierta desnudo junto a todas las sacerdotisas en el templo de Dibella si solo rezo toda la noche.
"Asia. Si no te sientes preparada podemos simplemente dormir." dijo Edzard mientras se levantaba de la silla y miraba a una Asia toda nerviosa que miraba a la cama.
Asia miró a Edzard y comenzó a respirar para tranquilizarse. Al haber crecido en una iglesia, y también gracias a que fue monja y doncella santa, ella no tenía ninguna experiencia en lo relacionado con el sexo. Sin embargo, el haber venido a Nirm le había proporcionado una experiencia única. Si bien esta experiencia fue brutal en algunos casos, también fue hermosa en otros.
Tomando una bocanada de aire, comenzó a caminar hacia donde estaba Edzard. Mientras caminaba, comenzó a sacarse los guantes, luego el chal, luego comenzó a desatar el vestido y finalmente se sacó toda la ropa interior. Cuando llegó frente a Edzard, estaba simplemente tan vestida como el momento en el que había nacido.
"Asi ..."
Lo que sea que Edzard hubiese intentado decir fue interrumpido cuando Asia lo besó.
Edzard devolvió el beso y envolvió sus brazos alrededor de la cintura de Asia.
Estuvieron besándose un momento y cuando se separaron, Edzard la cargó y la dejó en la cama sentada. Luego de eso, Edzard terminó de desvestirse. Una vez que quedo completamente desnudo, se acercó a Asia y se sentó frente a ella; sin embargo, no hizo nada, simplemente se quedó viéndola un momento.
Asia aprovechó el momento para ver bien a Edzard. Si bien ya lo había visto sin camisa, era la primera vez que lo veía completamente desnudo. Pudo ver todos sus músculos, sus cicatrices. Sin embargo, comenzó a sonrojarse bastante cuando vio la entrepierna de Edzard.
'Eso va a matarme.' pensó Asia. Ella no sabía si Edzard tenía un tamaño promedio o era grande, ya que nunca había visto uno antes.
Edzard, por su parte, observaba el cuerpo de Asia, ya que era la primera vez que la veía desnuda. El cuerpo de Asia estaba ligeramente tonificado y no mostraba casi ningún rastro de grasa, esto gracias al entrenamiento físico que ella mantenía con Aela. Los pechos de Asia no eran grandes, pero tampoco eran pequeños, se podría decir que eran del tamaño promedio de una chica que tenía la edad de Asia.
Ambos se quedaron sentados uno al frente del otro unos momentos, hasta que se besaron. El beso inicialmente fue un beso suave, pero pronto comenzó a aumentar en intensidad.
Mientras se besaban, Edzard comenzó a acariciar la cintura de Asia y poco a poco comenzó a subir hasta que llego a sus pechos. Comenzó a tocarlos y a apretarlos suavemente. Tomó sus pezones y comenzó a apretarlos suavemente, luego los estiró.
Asia gemía mientras su lengua y la de Edzard comenzaron una batalla por el dominio del beso. Cuando ambos se separaron, una delgada línea de saliva los unía.
Edzard empujó suavemente a Asia sobre la cama y se posicionó sobre ella, luego comenzó a besarla en los labios. Luego se separó y comenzó a darle besos en el cuello y luego comenzó a bajar.
"Ahhh…" Gimió Asia mientras Edzard besaba su abdomen.
Edzard parecía estar hipnotizado por el cuerpo de su esposa, así que continúo bajando. Cuando llegó a la pelvis de Asia, él tomó sus muslos y separó sus piernas. Ahí pudo ver la ligera mata de vello rubio que cubría la zona inferior de Asia, acercando su rostro, Edzard comenzó a lamer la vagina de Asia.
"Ed… Ah… No… lamas... allí… Ah…" Los gemidos de Asia aumentaron de tono cuando Edzard le dio un suave mordisco a su clítoris.
Edzard continuó unos minutos más, hasta que vio que Asia estaba lo suficientemente húmeda para lo que vendría. Así que, levantándose, se puso sobre ella. Tomando su polla con su mano, la alineo a la entrada de la vagina de Asia.
"Asia. ¿estas seguras de esto?" preguntó Edzard mirando a Asia a los ojos. "Aún estas a tiempo para que pare."
"Si, Ed. Estoy segura." Respondió Asia con una sonrisa.
Edzard asintió y lentamente comenzó a introducirse dentro de Asia. Mientras ingresaba, el hacia uso de todo el autocontrol que poseía para evitar penetrarla de golpe. El interior de Asia se sentía bien, tan bien que era posible que pudiese perder el control y terminara tomándola como un animal. Después de todo esta era la primera vez de Asia, y él sabía que si era muy brusco terminaría por lastimarla. Aplico un poco mas de fuerza cuando llego a la barrera que era el himen de Asia.
Asia hizo una mueca cuando Edzard tomó su virginidad. Ella esperaba que el comenzara a moverse de inmediato, pero no lo hizo. De hecho, se quedó ahí mirándola sin moverse.
"¿Ed?" preguntó Asia mientras pequeñas lagrimas salían de sus ojos gracias al dolor que sentía.
"Tranquila, comenzare a moverme cuando me digas que ya no sientes dolor."
Asia asintió.
Pasó aproximadamente un minuto y Asia le dijo a Edzard que podía comenzar a moverse.
Ambos comenzaron a gemir de placer cuando Edzard comenzó a moverse. Primero lo hizo de forma lenta, pero luego comenzó a aumentar el ritmo de sus embestidas.
"Ahh…." gemía Asia mientras Edzard seguía penetrándola.
Edzard, por su parte, gruñía cada vez que ingresaba completamente en Asia.
Asia, por su parte, comenzaba a sentirse cada vez mejor. Cada embestida que recibía por parte de Edzard enviaba descargas de placer a todo su cuerpo.
"¡Ed! ¡Mas rápido!" gimió Asia comenzando a ser poseída por la lujuria del momento.
Haciendo caso a las palabras de Asia, Edzard entrelazando sus manos con las de ella y comenzó a aplicar más fuerza y velocidad en sus embestidas. Esta acción hizo que la habitación comenzara a llenarse con los gemidos de Asia y con los gruñidos de Edzard
"¡Ahh….! ¡Ed, algo viene!" dijo Asia entre gemidos.
Cuando escuchó eso, Edzard comenzó a penetrarla con más fuerza y velocidad.
"¡Ahh…! ¡Ahh….!" gemía Asia mientras sentía que se acercaba a un orgasmo. Rápidamente envolvió sus piernas alrededor de las caderas de Edzard e hizo que este comenzara a ir más profundo dentro de ella.
Ambos gimieron en voz alta cuando alcanzaron el orgasmo.
Asia se retorció de placer cuando sintió como el semen de Edzard entraba en su útero.
Edzard salió lentamente del interior de Asia y se acostó a su lado.
Mientras ambos estaban que recobraban el aliento, en una pequeña grieta de la pared comenzó a nacer una pequeña flor. Esta flor era una rosa de un vivido color rojo. Cuando esta rosa floreció, comenzó a expulsar un fino polvo color rosa que comenzó a expandirse por la habitación.
Ambos inhalaron de forma inconsciente ese polvo. El resultado de esto se mostró cuando las respiraciones de ambos comenzaron a volverse cada vez más erráticas.
Edzard se sentía mareado y muy extraño. Intentó levantarse, pero no pudo, ya que Asia se sentó a horcadas sobre él.
"¿Asia…?" preguntó Edzard confundido por cómo se estaba comportando Asia.
Frente a él, Asia estaba que respiraba con dificultad y su mirada estaba vidriosa, casi como si su mente estuviera en blanco. Antes de que pudiese volver a preguntar algo más, Asia lo besó. El beso fue muy intenso y brusco desde el principio.
'¿Qué está pasando?' pensaba Edzard mientras trataba de retener la poca cordura que le quedaba.
Asia sentía como su cuerpo estaba cada vez más caliente. Inicialmente pensó que el calor podría detenerse besando a Edzard, pero pasó lo contrario, ya que con cada momento que pasaba besando a su ahora esposo, el calor aumentaba.
"Ed…. Siento el cuerpo caliente…" susurró Asia cuando dejo de besar a Edzard.
Edzard sentía que algo raro pasaba. Apretando los dientes, trató de quitarse a Asia de encima. En medio de ese intento, logró empujar a Asia, haciendo que ella se resbalara y cayera sobre su regazo. Esta acción hizo que su miembro volviese a entrar en Asia.
Asia soltó un gemido cuando sintió que Edzard volvía a estar dentro de ella. Dejándose llevar por el deseo que sentía, comenzó a mover sus caderas de arriba hacia abajo de manera brusca. Edzard, por su parte, estaba que trataba de mantenerse cuerdo, a que los movimientos de Asia hacían que sintiese una gran cantidad de placer.
'Vamos, Dovahkiin. No quieres poseerla, destrozarla y hacerla solo tuya.' Fue la voz que Edzard escuchó en su mente. Si él hubiese estado en un estado más normal, el reconociera esa voz, pero gracias a que su mente comenzaba a estar nublada por la lujuria no podía reconocerla.
Los gemidos de Asia se comenzaban a volver más fuertes mientras ella seguía rebotando con fuerza sobre el miembro de Edzard.
La imagen de Asia rebotando sobre él y el placer que sentía finalmente lograron hacer que Edzard se dejase llevar por la lujuria. Así que se levantó y estirando su mano, agarró a Asia por el trasero y comenzó a subirla y bajarla sobre su miembro con más velocidad y con más fuerza que lo que podía hacer Asia.
"¡Ahh…!" gimió Asia cuando sintió que Edzard amasaba sus nalgas.
Edzard continuó subiendo y bajando a Asia sobre su miembro. Cuando sintió que pronto tendrá otro orgasmo, aumento la velocidad. Mientras lo hacía, sus ojos comenzaron a volverse de color dorado.
"¡Ed…!" gritó Asia mientras alcanzaba su segundo orgasmo en la noche.
Edzard también alcanzó su orgasmo y comenzó a venirse dentro de Asia; sin embargo, no fue lo único que hizo. Alzando la cabeza, mostró sus caninos, los cuales eran ligeramente más largos de lo habitual y acercándose al hombro izquierdo de Asia, la mordió con suficiente fuerza como para incrustar sus caninos en su carne.
Asia dio un gemido cuando sintió que Edzard le incrustaba sus caninos en el hombro. Ella comenzó a sentirse muy bien a pesar de que debería sentir mucho dolor. Y sin que Edzard ni ella se dieran cuenta, sus ojos comenzaron a tornarse de un color carmesí con las pupilas rasgadas.
Cuando Edzard se separó de Asia, tenía sangre en sus labios. Esta vista no hizo que Asia sintiese miedo, sino que comenzó a excitarla aún más. Así que tomó a Edzard por la cara y comenzó a besarlo como si su vida dependiera de ello. Continúo besándolo mientras lo empujó sobre la cama, quedando ella sobre él. Cuando dejaron de besarse, Asia se sentó sobre Edzard y auto penetrándose, comenzó a mover sus caderas con fuerza. Edzard, por su parte, extendió sus manos y comenzó a agarrar los pechos de Asia, manoseaba el pecho izquierdo y tiraba del pezón del derecho.
"Ed. Ed… Ed…" gemía Asia mientras sentía como Edzard revolvía su interior.
Edzard por su parte solo gruñía mientras seguía apretando lo pechos de su esposa. Cuando sintió que las paredes vaginales de Asia se contraían, se introdujo lo más profundo que pudo y volvió a venirse dentro de ella.
Asia se sentía agotada, pero no tuvo tiempo para descansar, pues Edzard la levantó y la empujó hacia la cama. Una vez que Asia cayó, Edzard se puso detrás de ella y poniéndola en cuatro, volvió a penetrarla.
"Ahh..." gemía Asia cuando Edzard la volvió a penetrar.
Edzard comenzó a moverse con fuerza una vez que estuvo dentro de Asia. La fuerza que estaba usando era tal que la cama comenzó a moverse y a chirriar; sin embargo, dado el estado de total lujuria y éxtasis que ambos sentían no le importó a ninguno de los dos.
Edzard siguió dando embestidas con fuerza por unos diez minutos, hasta que sintió las paredes de Asia apretarlo cada vez más, una clara señal que tendría otro orgasmo. Al sentir eso, comenzó a ir más rápido y con más fuerza.
"¡Ahhh!" gritó Asia al sentir el semen de Edzard entrar en su útero.
Retirándose, Edzard pudo ver su semen salir de la vagina de Asia. Girando su cabeza, pudo ver a Asia levantarse y arrojarse a él. Cuando cayeron la cama, Asia comenzó a besarlo de nuevo. Parece que no dormirían esa noche.
Castillo Volkihar – Loredas 31 de Segunda Semilla del 01 de la Quinta era
Edzard comenzó a despertarse cuando los rayos del sol comenzaron a entrar por una de las ventanas.
'Extraño. Estas habitaciones suelen tener las ventanas cerradas para que no entre la luz del sol.' pensó Edzard. Esto se debía a que este castillo era habitado por dos vampiresas, por lo que todas las habitaciones estaban diseñadas para impedir el ingreso de la mayor cantidad de luz solar.
Mirando a sus alrededores, sus ojos se abrieron cuando vio el desastre de la habitación. Las ventanas estaban rotas, la mesa que había en la habitación estaba rota y cuando miro bien se dio cuenta de que la cama donde él y Asia dormían también estaba rota y el colchón estaba directamente en el suelo. Para su alivio vio que sus prendas nupciales estaban intactas.
Sintiendo un peso sobre su lado izquierdo, giró su cabeza y pudo ver a Asia durmiendo con la cabeza apoyada en su pecho. Moviendo su mano derecha, comenzó a acariciarle el cabello. Mientras lo hacía, un mechón se movió y mostró el hombro izquierdo de Asia. Cuando vio el hombro, comenzó a recordar lo que había hecho la noche anterior. Estirando la cabeza, trató de ver el lado del hombro donde la había mordido, pero al no ver herida alguna, soltó un suspiro de tranquilidad.
Las caricias de Edzard habían hecho que Asia comenzara a despertarse.
"Buenos días." dijo Edzard con una sonrisa al ver a Asia abrir los ojos.
"Buenos días." respondió Asia mientras se frotaba los ojos con las manos. Cuando dejó de hacerlo, comenzó a ver la habitación y su boca se abrió cuando vio lo destrozada que estaba.
"¡¿Qué paso aquí?!" gritó Asia al ver el desastre en la habitación.
Edzard no respondió, simplemente se quedó callado sin decir nada.
"Ed. ¿Qué paso?" preguntó Asia mirando a Edzard.
Edzard no quería responder, pero se resignó cuando vio que Asia lo miraba muy fijamente. "¿Qué recuerdas de anoche?"
Asia inicialmente no entendía que tenía que ver lo que había pasado la noche anterior hasta que comenzó a recordar. Su cara se enrojeció en tal grado que se podía ver salir humo por sus orejas. Así que rápidamente se tapó por completo con las pieles, tratando de ocultar su vergüenza.
'Siempre son las tranquilas...' pensó Edzard, divertido.
"Asia." llamó Edzard a su esposa mientras le quitaba las pieles de encima.
'Que me paso anoche.' pensaba Asia mientras evitaba mirar a Edzard a los ojos después de recordar cómo habían tenidos sexo por al menos unas diez rondas seguidas.
Edzard dejó de tratar de llamar la atención de Asia y decidió levantarse de la cama. Cuando estuvo fuera de la cama, se dirigió a uno de los roperos y sacó un objeto envuelto por una tela de color granate.
"Asia." dijo Edzard mientras se subía a la cama y dejaba el objeto frente a ella.
Al ver el objeto, Asia dejó de esconderse y comenzó a acercarse lentamente al regalo. Al tomarlo, supo lo que era. Al quitar la tela, pudo ver una espada envainada.
La espada era una espada larga y un tanto delgada, pero ligeramente más gruesa que su anterior espada. La guarda de la espada era de color dorado, tenía forma de alas de un ave y en el centro, en un pequeño escudo había una cruz, en cuyo centro había una gema azul incrustada. La empuñadura estaba forrada en cuero negro. Y finalmente el pomo era también dorado con un tallado de una cruz florida. La funda también era dorada. Desenfundando la espada con su mano derecha, Asia vio bien su nueva espada. La hoja era de doble filo con una acanaladura en el centro, además de ser de un tono gris claro.
"Ed. ¿De qué material está hecha la espada?" preguntó Asia mirando a su esposo.
"Esta hecha de hierro meteórico y templada con Atronite."
Los ojos de Asia se abrieron en shock al escuchar eso. Valerica le había hablado de los materiales más raros de Nirm. Los materiales que Edzard había nombrado eran muy raros, tan raros que, si tuviera que poner precio a la espada, serían casi cuarenta mil septims como mínimo. Reafirmando su espada, Asia se arrojó sobre Edzard y lo abrazó mientras caían sobre la cama.
"¿Por qué me regalas esta espada?" preguntó Asia mirando a Edzard a los ojos.
"Es una costumbre que después de la primera noche de casados el esposo le dé un regalo a su esposa en la mañana del nuevo día." respondió Edzard con una sonrisa.
Asia sonrió cuando escucho a Edzard decir eso y comenzó a darle besos por todo el rostro. Ella había estado deprimida por haber perdido su primer espada y también pensó que Edzard estaría enojado por la pérdida, sin embargo, Edzard se había reído y también le había confesado horas después que él había perdido su espada y su mandoble.
Edzard abrazó a su esposa mientras ella lo besaba y comenzaron a reír mientras giraban en la cama hasta que ella termino debajo de él. Observándola, comenzó a acercarse a ella. Sin embargo, antes de que pudiese besarla, la puerta fue abierta por una muy angustiada Serana.
"¡Edzard! ¡Asia!"
Edzard dejó de mirar a Asia y comenzó a ver a Serana. "¿Qué pasa Serana? ¿Por qué estas tan angustiada?"
"Es Marie. Algo ha pasado con ella."
Las palabras de Serana paralizaron a Edzard y Asia, quienes se levantaron de un salto, se vistieron lo más rápido que pudieron y comenzaron a caminar hacia la puerta. Desafortunadamente, Asia dio unos pasos y cayó al suelo. Lo último que escuchó fueron los gritos de Edzard y Serana llamándola.
Aetherius – Tirdas 1 de Mitad del año del 01 de la Quinta era
Akatosh estaba sentado en su trono en el gran salón de su palacio en su plano de existencia. Levantándose de su trono, comenzó a caminar hacia la ventana más cercana. Cuando llegó al balcón sintió que alguien aparecía a su lado.
"Entonces, Mara. ¿Qué te trae a mi humilde hogar?"
Mara levanto una ceja, pues el castillo de Akatosh no tenía nada de humilde.
"Se han casado hace dos días."
Akatosh solo miro a Mara antes de volver su mirada hacia el cielo.
"¿Crees que les gustara nuestro regalo de bodas?"
"Si, aunque creo que Edzard querrá darte un buen puñetazo."
Akatosh solo sonrió divertido.
"¿Por qué no le contaste todo?"
Akatosh suspiro. "Se me olvido."
Mara simplemente puso los ojos en blanco.
"Bueno, entonces, ¿El chico tiene aún algo de mortal?"
"No. Ya no hay nada de mortal en él."
"Entonces podemos decir que ha nacido una nueva raza." dijo Mara antes de suspirar y apoyarse en el hombro de su «esposo». "Su alma está basada en uno de los prototipos de los Dovah, ¿verdad?"
Akatosh asintió. Antes de crear a los actuales dragones, el había creado prototipos. Estos prototipos tenían mas habilidades que los actuales, pero eran más propensos a caer en su deseo de conquista. Eso lo llevo a descartarlos, pero se había olvidado de uno. Cuando escuchó a Selene rezar por su hijo, pensó en usar el alma de un dovah normal, pero no habría funcionado. Así que, cuando encontró el alma del prototipo, la refinó para luego crear a Edzard.
"¿Cómo crees que le vaya en ese otro mundo?"
"No lo sé. Pero en ese mundo hay seres muy poderosos."
"'¿Te refieres al «Dragon de dragones»?" preguntó Mara con una sonrisa.
Akatosh hizo una mueca. No le gustaba que le recordasen a ese dragón. El Dragon de dragones o también llamado el Gran Rojo, es un dragón de gran tamaño y poder que conoció cuando ese idiota se había atrevido a tratar de tomar Aurbis como patio de juegos.
Habían luchado y el había ganado. Esto se debió a que cuando apareció, Akatosh aún estaba en el máximo apogeo de su poder. Por lo que no le tomó mucho tiempo expulsarlo de Aurbis. Aunque si volvían a luchar ahora, era muy posible que quedaran empatados.
"Si. Pero no es el único. También esta ese dragón sin género que vino a molestarme para que bote al lagarto ese de esa brecha dimensional."
"Tienes razón. Esperemos que tu hijo no se meta en muchos problemas." dijo Mara.
Luego de decir eso, ambos comenzaron a reír. Pedirle a héroe de los Elder Scrolls que no se meta en problemas era como pedirle a un rio que vaya contra corriente. Por fortuna, cualquier problema que cause Edzard ahora debería ser resuelto por los dioses de ese mundo.
Nota de autor:
A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.
El primer capitulo del "interludio". Y empezamos con un matrimonio. Inicialmente había decidido hacer este capitulo mucho mas adelante, pero lo reconsidere. En si este matrimonio ha tenido algunas consecuencias a corto plazo para el Dovahkiin y su familia. También hay que decir ha habido cuatro "deidades" que les han dado regalos de boda.
Sobre la nueva espada de Asia, solo tengo que decir que es un arma con un poder similar al de las verdaderas espadas sagradas de DxD. Esta espada tiene una espada hermana la cual está en posesión de Edzard. En el siguiente capítulo se explicará cómo fueron forjadas.
Ahora solo para referencias, estoy dándole al Septim el mismo valor que un ducado de oro medieval, el cual pesaba 3.50 gr de oro de 0.98% de pureza. El cual si lo transformamos en dinero actual equivaldría a 192.87 dólares cada Septim. Lo que hace que Edzard se haya gastado unos cuarenta millones de dólares en su boda. Pinche Edzard, dame un poco de esa fortuna. T.T
Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.
