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Capítulo 20

Alduin. Hace unas semanas no me hubiera importado perder la vida, pero ahora es diferente. No recuerdo qué fue, pero hay algo que me impulsa a vivir. —

Edzard a Alduin en la garganta del mundo.

Edzard miraba el cielo nocturno a través de la ventana de la habitación en el hotel que compartía con Asia. hablando de su esposa, ella actualmente estaba descansando en la cama. Habían alquilado el ático de este hotel. Este ático era como una pequeña casa con tres habitaciones y dos baños. Actualmente, el y Asia compartían la habitación principal, mientras que Marie usaba la habitación continua.

Estrechando su vista, vio a una figura moverse a través de los callejones del pueblo. Soltando un suspiro, se levantó de la silla donde estaba descansando. Se dirigió hacia el armario y tomó un pantalón negro, una camiseta sin mangas de color azul oscuro y una polera negra con capucha. Toda esta ropa la había comprado con la tarjeta de débito que ahora manejaba. No había sido fácil, pero al final había abierto una cuenta bancaria con dos tarjetas, una para él y otra para Asia. Luego de eso, se dirigió a la tienda de ese ángel caído y convirtió trescientos lingotes de oro, quinientos de plata y veinte kilos de joyas en dinero. Al final del día la cuenta tenía un total de casi veinticuatro millones de dólares.

Cuando terminó de vestirse se fue de la habitación lo más silenciosamente posible para de esta manera evitar despertar a su esposa. No es que tuviese que intentarlo, ya que ella estaba exhausta por todas las horas de pasión desenfrenada que habían tenido.

Cuando Edzard salió del hotel, comenzó a moverse rápidamente. En estos pocos días había aprendido que los vampiros de la Tierra tenían casi el mismo comportamiento que los de Nirm. Incluso se dividían en niveles, desde los de clase baja hasta los de clase alta. Aunque, parecía que no había Señores de los Vampiros, ya que aún no se había encontrado con ninguno. Si bien había querido dejar este lugar al día siguiente de obtener sus identificaciones, no pudo hacerlo. La causa de esto era que había encontrado a otro vampiro cuando había ido a cómprale pañales a su hija. Luego de una corta batalla, logró someter al vampiro. Luego de leerle la mente, aprendió que los Tepes poseían un sacred gear muy poderoso. Lamentablemente, el vampiro había sido uno de rango medio y por lo tanto no tenía mucha información sobre lo que planeaban sus superiores.

'Lady Nocturnal dame la suerte necesaria para encontrar a uno de los de rango alto.' Pensó Edzard mientras comenzaba a acercarse al lugar donde se había detenido el vampiro. Girando en una esquina, vio un callejón. Al adentrase en el sintió que el ambiente se enfriaba y se envolvía en una ligera niebla.

'Enserio. Si los vampiros de Nirm pudiesen hacer esto de crear niebla y enfriar el ambiente hubiese sido un poco más complicado cazarlos.'

Edzard se detuvo frente a una figura.

"Finalmente llegaste. Estaba cansado de esperarte." Habló la figura mientras comenzaba a salir de las sombras.

Cuando estuvo fuera de las sombras, Edzard pudo ver sus rasgos. Era un hombre joven que vestía un traje de aristócrata, dicho traje era idéntico a los que usaban los aristocráticos en el siglo XX. Su cabello era blanco y tenía los ojos rojos. Si una mujer humana lo viese, era muy posible que lo considerara muy atractivo.

"Nunca pensé que un humano seria quien estuviese matando a mis subordinados. Pero igual, me has hecho un gran favor, ya que te has encardado de eliminar a las cucarachas que estaban bajo mi mando." Dijo el vampiro acercándose hacia Edzard. "Aun así. A pesar de tu ayuda, no puedo dejarte vivo. Tus acciones están asustando al ganado."

Luego de decir eso, el vampiro chasqueo los dedos e hizo aparecer un circulo mágico bajo los pies de Edzard. El circulo brilló por unos segundos, y luego desapareció junto con Edzard.

Edzard apareció en un claro a unos pocos kilómetros del pueblo. Luego de que apareciera, los arbustos comenzaron a moverse y de ellos salieron varias figuras.

'¿Veinte? No. Aquí hay más de treinta chupasangres.' Pensó Edzard mientras veía como los vampiros lo rodeaban.

"Acabemos con esta bolsa de sangre." Dijo un vampiro mientras sonreía.

Los vampiros que rodeaban a Edzard comenzaron a gruñir mientras invocaban insectos y murciélagos.

Edzard vio a los vampiros y llevó su mano a su cinturón. Tomando el hacha que había usado como miembro de la Guardia del Alba, cerró los ojos y esperó.

Los vampiros se abalanzaron contra Edzard, mientras que el seguía sin moverse. Cuando estuvieron menos de un metro, Edzard despareció de la vista de los vampiros.

"Que…" Dijo un vampiro al ver como varios de sus compañeros había sido decapitados.

Los vampiros sobrevivientes comenzaron a buscar por el lugar, pero no encontraban rastro de Edzard.

"Si yo fuese un humano normal es muy probable que pudiesen matarme, pero lamentablemente para ustedes, no lo soy."

'Con esto finalmente tengo una idea del nivel de poder de estos vampiros. Su nivel físico esta al mismo que el de un granjero de Nirm. Sabía que habría diferencia entre los niveles de poder de los seres de ambos mundos, pero nunca espere que hubiese tal diferencia de poder.'

Los vampiros giraron y vieron a Edzard parado frente a ellos rodeado de los que parecía ser un manto de oscuridad. En su mano derecha su hacha goteaba la sangre de los vampiros a los que había matado previamente.

"Lo siento. Esto no es nada personal, chicos." Dijo Edzard mientras levantaba su mano izquierda.

El fuego dorado comenzó a arremolinarse en forma de una pequeña bola en la mano de Edzard. Con cada segundo que pasaba, la Bola de fuego seguía aumentando su tamaño. Cinco segundos después, la bola de fuego haba crecido hasta ser del tamaño de una pelota de playa.

"Mueran." Dijo Edzard mientras liberaba su hechizo.

La bola de fuego dorado se convirtió en un gran torrente de llamas dorado, el cual engullo por completo a todos los vampiros que estaban frente a Edzard. Cuando el fuego se extinguió, no quedaba más que un páramo quemado. Todos los vampiros habían sido reducidos a cenizas.

Sin perder tiempo, Edzard comenzó a correr rápidamente hacia el pueblo. Cuando llegó al pueblo, comenzó a olfatear el ambiente. Sonrió cuando dio con el vampiro que lo había llevado a una trampa. Saltando entre los tejados, se dirigió hacia el cementerio del pueblo.

Cuando llegó al cementerio, vio al vampiro mirando las tumbas. Sonriendo, Edzard comenzó a caminar sigilosamente. Sus pisadas estaban tan bien amortiguadas que el vampiro no se percató de su presencia.

"Sabes. Fue muy grosero de tu parte enviarme al bosque."

El vampiro giró su cabeza rápidamente cuando escuchó la voz de Edzard.

"Pero… ¿Cómo?" preguntó el vampiro en shock al ver a Edzard.

"¿Cómo estoy aquí?" respondió Edzard la pregunta con otra en tono de burla. "Eso es fácil. Maté a todos tus lacayos."

Los ojos del vampiro se abrieron como platos al escuchar lo que había dicho Edzard. Inconscientemente dio un paso hacia atrás, ya que los vampiros que habían muerto eran los más fuertes que tenía bajo su mando.

Al ver su cuerpo temblando de miedo, el vampiro apretó sus dientes. No iba a permitir que este humano se burlara de él. "¡Maldita bolsa de …!"

El vampiro quedó inconsciente cuando su cabeza fue estampada contra el suelo gracias un rápido movimiento de Edzard.

"Solo cállate. Tu voz me hace doler los oídos." Dijo Edzard mientras veía al vampiro inconsciente. Colocando su mano izquierda en la cara del vampiro, comenzó a leerle la mente. Cuando terminó de hacerlo, Edzard sonrió y quemó el cuerpo del vampiro. Luego de eso, comenzó a caminar hacia el hotel.

Cuando Edzard llegó a su habitación, se quitó la ropa y se dirigió al baño. Mientras se duchaba iba pensando en lo que había descubierto.

'La facción Tepes está dividida en dos facciones, una apoyando al rey Tepes y la otra apoya al hijo de este. Y según lo que vi, Marius Tepes está confabulando con alguien para tomar el poder.'

El vampiro que había matado recientemente le había proporcionado mucha información, pero lamentablemente no pertenecía al círculo interno de Marius Tepes. Haciendo una mueca, Edzard comenzó a pensar en lo que realmente le había causado un poco de shock. La hermana de Marius, una Dhampir llamada Valiere Tepes poseía un sacred gear que los Tepes habían estado usando para eliminar las debilidades de su raza. Según el vampiro muerto, Marius se había estancado en su investigación y por eso había contactado con alguien. La reunión entre ambos se realizaría en un mes y medio desde hoy, en un castillo de la región.

Cerrando el grifo de la ducha, Edzard salió del baño y se dirigió a dormir a la cama. Había decidido dormir desnudo, ya que no quería que Asia sospeche que había salido de noche. Una vez en su cama, abrazó a su esposa y durmió.


Asia se encontraba caminando con Marie por el centro comercial de Kuoh. Ella había llegado junto con Edzard y Marie a Japón luego de que su esposo le dijese que tenían que dejar Rumania. Edzard le había contado todo, sobre cómo había estado cazando vampiros y como había aprendido que ellos tenían a una vampira con un poderoso sacred gear. A Edzard le parecía una situación muy similar a lo que había pasado en la guerra entre la Guardia del Alba y los vampiros de Volkihar. Así que por eso habían decidido salir del radar de estos vampiros por un tiempo, o al menos hasta que la fecha en que llegaba ese misterioso aliado del vampiro Marius.

En cuanto a donde irían, el destino de su viaje fue elegido al azar. Le habían dado a Marie una piedra y le habían dicho que dejase la piedra en un lugar de un planisferio que habían comprado. Al final, su hija había dejado la piedra en Japón.

Cuando llegaron al aeropuerto de Tokio, habían pasado una noche en la ciudad. Mientras paseaban por la ciudad, Edzard se había metido en una pelea con unos yakusas. Edzard les había leído la mente y habían aprendido a hablar japonés de ellos. Al final, habían tomado un tren al azar y terminaron llegando a Kuoh.

Luego de pasear por todas las tiendas del centro comercial, se habían dirigido al patio de comidas. Donde había pedido una hamburguesa regular para ella y un menú infantil para su hija.

"Marie. Deja de comer tan rápido. Te vas a atorar con la comida." Dijo Asia mientras veía a su hija literalmente devorar todo el plato de comida.

"Pero... esta… rico." Dijo Marie con la boca llena.

Asia suspiró. Marie tenía el mismo apetito que Edzard, ya que ambos comían el triple de raciones que una persona normal. Ella, por su parte, solo consumía el doble de las raciones normales.

'Supongo que nuestra anatomía como mortales de Nirm nos hace consumir más alimentos. Pero eso es raro, ya que antes de ir a Nirm yo comía lo mismo que un humano promedio.' Pensó Asia mientras le daba un mordisco a su hamburguesa.

Un jadeo colectivo hizo que prestara atención a un grupo de personas que llegaban al patio de comida. Dejando de ver su hamburguesa, vio a dos mujeres llegar. La primera, una hermosa joven con una figura muy hermosa, de piel clara con ojos azul celeste casi verdosos y cabello color carmesí que le llega hasta los muslos. Y que, al igual que ella, también llevaba una sola hebra de cabello que sobresale de la parte superior de su cabeza. También tiene largo el flequillo que, aparte de tapar parte de su frente enmarca su cara al estar más largo por los laterales de esta. La segunda, una voluptuosa joven con un largo cabello negro y ojos violetas. Su cabello está atado en una larga cola de caballo que le llega hasta las piernas con dos antenas que sobresalen de la parte superior que se inclinan hacia atrás, con un listón naranja que mantiene todo en su lugar. Ambas jóvenes vestían el mismo atuendo, una camisa blanca de manga larga con botones y líneas verticales, una cinta negra en el cuello, una capa negra para los hombros y un corsé abotonado, y una falda magenta con detalles en blanco.

Asia entrecerró los ojos cuando las vio, ya que emitían un aura muy rara. De hecho, la pelirroja emitía un aura aterradora. Si bien el nivel de poder de ambas jóvenes era alto, no era algo que ella no pudiese manejar si luchaba en serio y usaba todos los hechizos que conocía, pero el tener a Marie tan expuesta le complicaría una posible batalla contra ambas.

"Mamá. Ambas huelen raro." Susurró Marie en Tamrielico mientras temblaba, ya que el aura de la pelirroja la asustaba mucho.

Asia miró a su hija temblar y la cargó en sus brazos y comenzó a calmarla.

Cuando las chicas pasaron a su lado, les dio una mirada de reojo. La pelirroja imitó la acción, azul y verde se vieron por un instante y el mundo se detuvo para ambas.

El ambiente se heló y el sonido de las conversaciones se esfumó por completo. La pelirroja tenía un aura rojiza sobre sí misma y Asia tenía un aura multicolor a su alrededor. El ambiente estaba tan tenso que parecía que al más mínimo movimiento ambas comenzarían a atacarse sin importarles los espectadores. Por fortuna, la tensión fue rota cuando la pelinegra le tocó el hombro a su amiga, quien parpadeó y continúo caminando como si nada.

"¿Mamá?" preguntó Marie preocupada.

Asia miró a su hija y vio que miraba su mano. Bajando la mirada, vio que su mano derecha temblaba.

"Tranquila. No es nada." dijo Asia mientras ponía una sonrisa. Aunque ella sabía que era una gran mentira.

'Esa aura era aterradora. No por que fuese poderosa, sino por su presencia.' Pensó Asia preocupada. 'Era como si amenazara con borrar mi existencia con solo tocarme.'

Sacudiendo la cabeza, Asia dejó de pensar en eso y se dedicó a calmar a su hija. Podría pensar en lo que sea ese poder más tarde, ahora tenía que calmar a su pequeña.


Edzard se encontraba caminando por las calles de Kuoh. Mientras caminaba, escuchó el sonido de forcejeos. Suspirando, se dirigió hacia la fuente de origen de estos sonidos.

'¿Por qué todos los problemas en este mundo suelen surgir en malditos callejones?' pensó Edzard mientras ingresaba a otro callejón.

Cuando llegó a la fuente de los sonidos, pudo ver a un par de matones que golpeaban a una chica para quitarle sus pertenencias. La chica era una joven de la edad de Asia. La joven no era muy alta y vestía un atuendo un poco raro para alguien que nunca había visto un uniforme escolar. La chica vestía una camisa blanca con rayas negras y una cinta negra en el cuello, sobre la camisa llevaba un chaleco negro. También tenía una falda magenta con detalles en blanco. Llevaba medias negras hasta los muslos. Su cabello castaño tenía dos trenzas, una a cada lado y estaba ligeramente desordenado, pero Edzard no sabía si era su forma de peinarse o por los golpes que acababa de recibir. Había un par de gafas redondas cerca de la chica.

"Es de cobardes agredir en grupo a una mujer que obviamente no sabe cómo defenderse." Dijo Edzard caminado hacia los matones.

Los matones voltearon y vieron a Edzard caminar tranquilamente hacia ellos.

"No te metas en asunto que no incumben, chico lindo." Dijo uno de los matones.

Edzard continuó avanzando. Estos idiotas no tenían ni una sola oportunidad contra él. "Puede que no sea asunto mío. Pero no podría dormir por la noche si dejo que la sigan golpeando a una mujer indefensa."

Los matones gruñeron y se abalanzaron contra Edzard.

Mientras los matones corrían hacia Edzard, la chica abrió los ojos. Y vio algo increíblemente genial.

Edzard vio a los matones llegar a cámara lenta. Por lo que fácilmente esquivó el golpe del primer matón. Luego esquivarlo, Edzard contrataco con un gancho dirigido a la barbilla del matón. El matón recibió el golpe de lleno, quedando tirado en el suelo, inconsciente. El otro matón intentó decir algo, pero no pudo, ya que Edzard le dio un golpe en la nuca, dejando inconsciente también.

Viendo a los matones inconscientes, Edzard se acercó a la chica.

"Oye. ¿Hicieron algo más que golpearte?"

"No, solo me golpearon para robarme. Gracias por tu ayuda." Dijo la chica mientras intentaba levantarse, pero casi se cae cuando una de sus piernas le fallaron. Por fortuna, nunca llegó a tocar el suelo, ya que Edzard la había atrapado.

"Parece que tienes algunas contusiones. Por fortuna, no hay huesos rotos." Dijo Edzard luego de examinar rápidamente a la chica. Luego de eso, la cargó en sus brazos y salió del callejón. Ya estando en la calle, llamó a un taxi y se fue con ella al hospital.

El viaje transcurrió en silencio, ya que ninguno hablo. Cuando llegaron al hospital, Edzard llevó a la chica hasta la enfermería y la dejó ahí. Cuando estaba por salir, la chica le habló.

"En serio, muchas gracias por ayudarme. Mi nombre es Aika Kiryuu."

Edzard miró a la chica y le sonrió. "Un gusto conocerte, Kiryuu. Mi nombre es Edzard Rolandson."

Luego de presentarse, Edzard se fue del hospital, no sin antes dejar pagando la atención de Aika.


Las mejillas de Aika se sonrojaron y una sonrisa tonta apareció en su rostro cuando vio a Edzard salir de la habitación del hospital.

'Je, je, je. Qué lindo trasero.' Pensó Aika mientras su nariz comenzaba a sangrar ligeramente.

Actualmente ella estaba muy feliz, ya que había conocido a un chico muy guapo. Su día había sido como otro normal, ir a la academia, volver a casa y esas cosas. Lamentablemente, fue asaltada por un par de matones. Quienes la arrastraron a un callejón y comenzaron a golpearla cuando se resistió al robo de sus pertenencias. Y cuando ella creyó que iban a intentar hacer algo más, lo vio. Edzard había llegado como si de un héroe se tratase y rápidamente la había salvado de los asaltantes. Luego la había cargado estilo princesa y la había llevado hasta el hospital.

'Un chico guapo y con un muy buen paquete.' Sonrió Aika al pensar en lo que su habilidad le había mostrado. Edzard era más grande que el promedio de los jóvenes de su edad, de hecho, no había visto nada así en su vida.

El recordar lo que había visto, hizo que Aika volviese a sonreír y fantasear sobre lo que podría hacer con Edzard.


Edzard caminaba por un parque. Mientras caminaba, pensaba en lo que acaba de pasar. La chica que había salvado había estado siendo seguida por dos animales extraños. Uno de ellos era un murciélago rosado, lamentablemente no había podido ver al otro.

'¿Qué eran esas criaturas?' pensó Edzard un poco preocupado. Cerrando los ojos trató de recordar sus clases con Phinis Gestor. Sus ojos se abrieron cuando recordó algo importante. 'Por supuesto que se me hacía conocido ese tipo de criaturas. Esas criaturas tienen un aura similar a los familiares conjurados.'

Tres gritos hicieron que dejase de pensar. Girando su cabeza, vio como tres chicos de su edad corrían como pollos sin cabeza mientras eran seguidos por varias chicas.

'¿Qué mierda está pasando aquí?'

Edzard comenzó a ver como las chicas comenzaban a ganarle terreno a los chicos y que sería cuestión de tiempo para que los atrapasen.

'Esos tipos no tienen nada de físico.' Pensó Edzard con una sonrisa divertida.

Al no saber que pasaba exactamente, decidió preguntar a unos chicos que vestían de manera similar a los que estaban siendo perseguidos. Fue gracias a ellos que aprendió que los perseguidos eran conocidos como el trio pervertido de la academia Kuoh. Cuando preguntó qué es lo que hacían para obtener ese apodo, le contaron que ellos espiaban a las chicas cambiarse y que no ocultaban su lujuria desenfrenada, pero que a pesar de eso no habían hecho daño a ninguna mujer.

Edzard siguió viendo a los chicos ser perseguidos mientras las chicas les gritaban palabras como pervertidos, escorias, enemigos de las mujeres, bestias lujuriosas, entre otras cosas más.

"Esto es muy entretenido. Vamos a ver cuánto más tiempo aguantan…" Edzard dejó de hablar cuando vio como dos chicos, uno con el cabello rapado y el otro con lentes se miraban y asentían.

'No me jodas. Enserio van a vender a su amigo.' Pensó Edzard mientras comenzaba a correr hacia un callejón cercano. Estando en el callejón, esperó un momento. Cuando los vio acercarse, Edzard tomó al chico con el cabello castaño y lo jaló hacia el callejón. A la vez que hacía eso, Edzard hizo que los otros dos tropezasen para que quedaran a merced de las chicas.

Luego de ver como los traicioneros amigos eran golpeaos, Edzard vio al joven que había salvado y suspiró exasperado, ya que el chico estaba completamente inconsciente. De hecho, le salía espuma por la boca y murmura inconsistencias sobre ser el rey de harem y oppai.

'Creo que usé mucha fuerza cuando lo jalé.'


Los ojos de Issei comenzaron a abrirse. Cuando los abrió por completo, se levantó y vio que estaba acostado en el césped del parque donde lo habían estado persiguiendo.

'Espera. ¡Donde están Matsuda y Motohama!' pensó Issei mirando frenéticamente los alrededores.

"Veo que despertaste."

Issei dejó de buscar a sus amigos y se centró en ver quien le hablaba. Frunció el ceño cuando vio a un guapo joven que vestía un pantalón negro con botas del mismo color y una sudadera manga larga color azul oscuro.

"Deberías de dejar de mirar así a quien te salvó el trasero cuando tus amigos intentaron dejarte como chivo expiatorio."

Issei parpadeó confundido ya que no sabía lo que pasaba. "¿Qué quieres decir?"

"Tus amigos planeaban hacerte tropezar y aprovechar eso para huir mientras las chicas te golpeaban." Dijo el joven mientras se sentaba al lado de Issei. "Por cierto. Me llamo Edzard Rolandson."

Issei asintió y se presentó. "Un gusto, me llamo Hyoudou Issei. Y gracias por salvarme."

"No hay de qué. Si hay algo que odio es aquellos que están dispuestos a abandonar a sus camaradas para salvar su propio pellejo." Dijo Edzard mientras miraba la luna. "No tienes más amigos que esos dos, ¿verdad?"

Issei se sonrojo de vergüenza, ya que eso era cierto. Matsuda y Motohama eran sus únicos amigos, pues muchas personas lo ignoraban por su continuo parloteo sobre ser un rey del harem y por su desenfrenado amor por los pechos.

Edzard miró a Issei detenidamente, había una razón por la que había decido quedarse esperando a que despierte. Eso era que Issei desprendía un sutil olor a dragón. Activando el hechizo de visión del décimo ojo, Edzard vio el cuerpo de Issei. Sus ojos se posaron en el brillo que desprendía su brazo izquierdo. Una sonrisa comenzó a formarse en el rostro de Edzard mientras inconscientemente permitía salir su aura de dragón.

Issei se agarró el brazo izquierdo y siseó de dolor. No sabía por qué, pero su brazo había comenzado a tener un dolor punzante muy agudo. Por fortuna, el dolor era soportable.

Al ver a Issei en ese estado, Edzard pudo darse cuenta de que el sacred gear de Issei estaba reaccionando al poder de su aura de dragón que había liberado de forma inconsciente. Logrando volver a sellar su aura de dragón, decidió conversar con Issei. El joven le parecía alguien interesante gracias al aura de poder que emitía su sacred gear.

"Oye. Hyoudou. ¿Cuál es tu sueño?" preguntó Edzard tratando de iniciar una conversación.

Issei dejó de agarrarse el brazo y comenzó a mirar a Edzard. No sabía por qué, pero sentía que podía confiar en él. Con una sonrisa de oreja a oreja, gritó su sueño. "¡Quiero ser un rey del Harem!"

Edzard parpadeó sin entender lo que quería decir Issei. "Disculpa, pero. ¿Qué es un harem?"

La boca de Issei se abrió y comenzó a alejarse de Edzard. "¡Sacrilegio! ¡¿Cómo no puedes saber lo que es un harem?!"

"La verdad es que no sé qué significa esa palabra."

Issei se llevó una mano al pecho y con mucho orgullo comenzó a explicar lo que era un harem.

"Un harem es cuando un hombre tiene a muchas mujeres a su lado y puede hacer…"

"Ahhh. Ya entiendo. Un harem es tener varias concubinas." Interrumpió Edzard.

Issei se atragantó con su saliva y comenzó a toser. Cuando dejó de toser, volteó a ver a Edzard y comenzó a preguntarle con la mirada que continuara.

"En mi pueblo natal es normal que algunos hombres adinerados tomen a varias mujeres como pareja. Por supuesto, la mayoría de estas mujeres no obtienen el rango de esposa y se quedan en el rango de concubinas."

"¿En… en… en tu… tu… pueblo… pueden tener harenes?"

"Si. Aunque, es un poco raro en la actualidad."

Issei cayó de rodillas y comenzó a llorar. Unos segundos después, se levantó y tomó a Edzard por la sudadera.

"¿Dónde?"

"¿Dónde qué?" preguntó Edzard viendo los ojos llorosos de Issei.

"Donde esta ese fantástico país donde puedo tener un harem. Llévame allí, por favor."

Edzard puso los ojos en blanco. Suspirando, tomó las manos de Issei y las alejo de su sudadera.

"Créeme. No sobrevivirías ni un día allí." Dijo Edzard mientras por su mente pasaban cientos de imágenes de Issei siendo devorado por gatos sables, troles, osos, dragones e incluso siendo asesinado por una mujer por ser un pervertido.

Issei se quedó confundido por la respuesta de Edzard, pero sus ojos se abrieron de sorpresa cuando vio algo brillante en la mano izquierda de Edzard. Al mirar más de cerca, vio que era un anillo de oro.

"¿Tu… tu… estas casado?" preguntó Issei, ya que había visto a sus padres tener ese mismo tipo de anillo en sus manos, pero eran de plata en vez de oro.

"Ah. Si, estoy casado. De hecho, también tengo una hija." Respondió Edzard como si nada.

Issei se quedó en shock y cayó de rodillas nuevamente.

'Este tipo parece tener mi edad y ya ha probado el nirvana.' Pensó Issei mientras lloraba lágrimas de sangre por los celos. '¡Maldito chico guapo!'

Edzard miró a Issei y una sonrisa comenzó a formarse en su rostro. El chico realmente parecía ser un pervertido total, pero uno que le divertía mucho.

Se quedo conversando con Issei por unas horas más. Hasta que finalmente se despidieron y cada uno fue a su respectivo hogar.


Una cansada Asia se desplomó sobre el pecho de Edzard. Su respiración era irregular y su cuerpo estaba cubierto de sudor.

"Nunca pensé que alguien que alguna vez fue monja pudiese tener tanto apetito sexual." Dijo Edzard mientras peinaba el cabello de Asia.

Asia se sonrojó y apartó la cara e hizo un puchero. No sabía por qué, pero tanto ella como Edzard eran muy activos sexualmente. Si era posible, hacían el amor todos los días y durante varias horas. Pero por mucho que lo intentara, nunca lograba que Edzard terminara exhausto.

Edzard simplemente rio suavemente mientras veía como Asia dejaba de hacer el puchero y apoyaba su cabeza en su pecho.

Mientras Edzard continuaba peinando el cabello de Asia, iba recordando lo que había pasado durante las tres semanas que habían estado en Kuoh. Había logrado hacer una tenue amistad con Issei y con los padres de este. De hecho, se llevaban tan bien que los habían invitado a cenar. En dicha cena conocieron a los padres de Issei. Su madre se llamaba Miki Hyoudou y su padre Gorou Hyoudou. Miki era una mujer de mediana edad con cabello castaño oscuro atado en una cola de caballo y ojos color avellana. Gorou, por su parte, un hombre de mediana edad con cabello castaño y ojos marrones. Además, llevaba lentes y mostraba que estaba mal afeitado.

Habían cenado y ellos le habían comentado lo felices que estaban de que Issei tuviese un amigo nuevo que no fueran los dos pervertidos con los que siempre pasaba el tiempo. De hecho, cuando Miki se enteró de él y Asia estaban casados, y que tenían a Marie como hija, lloró de felicidad. Ella esperaba que él ayudase a Issei a conseguir una novia. Y como siempre, no podían faltar las preguntas sobre a que edad Asia había quedado embarazada.

El y Asia habían decidido enterrar para siempre el hecho de que Marie alguna vez había sido su hija adoptiva. Por lo que le habían dicho que Asia había quedado embarazada a los catorce años. Después vino la pregunta que a Edzard mas enojaba. La pregunta de si Marie era su hija, ya que no compartían apellido. Esa maldita pregunta se la habían hecho en varios lugares ya. Primero, la estación de policías en Rumania. Segundo, el aeropuerto. Tercero, en migraciones cuando llegaron a Japón.

'Además, no entiendo por qué está mal visto que una pareja de nuestra edad ya tenga un hijo.' Pensó Edzard molesto, ya que estaba cansado de los chismorreos que decían las personas cuando se enteraban de que él y Asia eran padres a su edad.

Suspirando, también pensó en lo que había pasado en el centro comercial. Él también se había encontrado con la chica, pero a diferencia de lo que pasó con su esposa, la chica huyo rápidamente en el momento en que se cruzaron. Esto debido al potente instinto asesino que había liberado sobre ella.

'Eso es lo mínimo que te mereces por atreverte a hacer llorar a mi hija. Bueno, será mejor que duerma. Después de todo, mañana partimos hacia nuestra nueva ubicación.'

Después de pensar en eso, Edzard cerró los ojos y durmió.


Mientras Edzard, Asia y Marie descansaban, en una habitación poco iluminada se reunían cuatro personas. Estas personas eran Rias Gremory, Akeno Himejima, Sona Sitri y Tsubaki Shinra. Rias y Akeno habían sido las dos jóvenes que habían visto a Asia en el centro comercial.

"Entonces, Sona. ¿Has aprendido algo de la chica que te mencione hace dos semanas?" preguntó Rias mirando a su amiga. Después de su encuentro con aquella chica en el centro comercial, le había pedido ayuda a Sona para poder localizar a la chica.

"No, Rias. No he encontrado nada sobre esa chica." Respondió Sona. Ella es una joven de cabello negro y corto, y de ojos Violetas. Ella lleva un par de gafas de color rojo y el mismo atuendo que Rias.

"¿Tsubaki?"

"Igual que usted Kaichou. No he podido encontrar nada sobre esa misteriosa chica." Respondió Tsubaki. Ella es una joven que tenía el cabello negro hasta más de la mitad de la espalda. Tiene un flequillo abierto y ojos heterocromáticos, siendo el derecho de color marrón claro y el izquierdo de un tono violeta. Utiliza un par de lentes de marco azul. También viste la misma ropa que Rias.

Rias se llevó la mano a la boca y comenzó a morderse una uña con desesperación. Ella había sentido el poder de aquella chica y estaba asombrada por la cantidad que poseía.

'Ese nivel de poder fácilmente esta al nivel de un demonio de clase Alta. Si logro reencarnarla, podría ser de mucha ayuda para cuando él aparezca.' Pensó Rias.

"Rias. Se que te estas quedando sin tiempo, pero perseguir una quimera no te ayudara en nada." dijo Sona mirando con preocupación a su vieja amiga. Desde que Rias le había pedido ayuda, ella había usado una gran cantidad de recursos tratando de averiguar quien era la chica, pero no podía encontrar nada en los registros de la ciudad.

"Fu, fu, fu. Kaichou. Yo estaba allí cuando Buchou se encontró con esa chica. Y la verdad es que el aura que emitía esa chica era muy fuerte." Dijo Akeno con una sonrisa.

Sona miró a la reina de su amiga y comenzó a creer que aquella misteriosa chica si existía de verdad, pero antes de que pudiese decir algo fue interrumpida por un murciélago rosado. Este murciélago se posó en el hombro de Rias y comenzó a chillar algo en el oído de la joven.

Rias sonrió cuando escuchó las noticias que le había traído su familiar. La había encontrado, había encontrado a la misteriosa chica que había visto. Al parecer, la chica se estaba quedando en el ático del mejor hotel de Kuoh.

"¿Rias?" preguntó Sona al ver a su amiga sonreír.

"La encontré, Sona."

"Ya veo. ¿Qué planeas hacer?"

"Planeo visitarla mañana después de clases. Voy a proponerle que se una a mi Nobleza." Dijo Rias con convicción.

Poco sabía la hermana de Lucifer que la persona a la que planeaba visitar desaparecería durante mucho tiempo de Kuoh muchas horas antes de que ella intentase visitarla.


El sol brillaba sobre las montañas de Rumania mientras Edzard y Asia se dirigían hacia el lugar donde se llevaría a cabo la reunión de Marius Tepes y su misterioso aliado. Habían dejado a Maire en la casa que Edzard había alquilado en Suiza.

"Ed. ¿Estás seguro de que es por aquí?" preguntó Asia mientras veía los alrededores. Ella actualmente vestía sus ropas de combate, las cuales consistían en una túnica con capucha de mago maestro de restauración sobre una cota de malla de Mithril con pantalones y botas marrones hasta los muslos. Actualmente llevaba su cabello recogido para que le sea más fácil luchar cuerpo a cuerpo. En la parte trasera de su cinturón había una bolsa con pociones y unos cuantos pergaminos. Y en el lado izquierdo de su cinturón colgaba una espada de Mithril.

"Si. Según los recuerdos de ese vampiro el lugar de la reunión debería de estar por aquí." respondió Edzard. Él iba vestido con una armadura ligera completamente negra. Esta armadura había sido fabricada con escamas de dragón recubierta de cuero de Netch para poder pintarla de negro. La armadura tenía la apariencia la armadura de los ruiseñores solo que sin la capa. En la parte trasera de su cinturón llevaba un bolso con pociones y en su cintura estaba su hacha de la Guardia del Alba.

Las armaduras de ambos estaban completamente encantadas. En el caso de Asia, su armadura estaba encantada con amortiguar, reforzar tasa de curación, reforzar regeneración de magia, reforzar habilidad de armas a una mano. Por otro lado, Edzard, su armadura estaba encantada con caminar sobre el agua, reforzar tasa de curación y reforzar regeneración de aguante.

Edzard y Asia continuaron caminando por los pasos montañosos que rodeaban el área. Luego de caminar por varios minutos, llegaron a lo que parecía ser un acantilado muy profundo.

"Parece que no hay nada por aquí." dijo Asia viendo el acantilado.

Edzard estaba por asentir, pero su olfato captó el olor de cementerio y cadáveres.

"Te equivocas. Este es el lugar. Los vampiros han colocado una barrera para aislar completamente este lugar." Dijo Edzard mientras usaba un hechizo para hacer visible la barrera.

Luego de eso, Edzard metió la mano a su bolso y sacó un pequeño vial.

"¿Qué es eso, Ed?" preguntó Asia viendo el vial.

"La sangre del vampiro al que maté." Respondió Edzard mientras destapaba el vial y arrojaba el contenido sobre la barrera.

La barrera parpadeo unos segundos y luego formó una puerta.

Asia miró a Edzard, quien asintió y ambos cruzaron la barrera. Cando estuvieron del otro lado, sus ojos se abrieron cuando vieron un enorme castillo. Además, de que el sol no iluminaba este lugar, haciendo que pareciese que era de noche.

"Ed. ¿estas seguro de querer hacer esto?" preguntó Asia viendo el castillo. Estaban a punto de irrumpir en un castillo lleno de vampiros y a inmiscuirse en sus asuntos. Era muy probable que nada buenos salga de esto.

"Si. Tengo un mal presentimiento sobre lo que esta haciendo ese vampiro. Y como te dije, me recuerda mucho a lo que pasó en los tiempos previos al momento en que Harkon quiso tapar el sol." Respondió Edzard mientras miraba el castillo. "Si mi corazonada es cierta, entonces destruiremos un complot que podría causar muchos problemas en el futuro."

Asia miró a Edzard y apretó los puños. Esta era la primera vez que lucharía junto a Edzard desde aquel día en Ayuno de Rannveig.

'Esta vez será diferente. Le demostrare que puedo luchar y que no necesito que me proteja todo el tiempo.'

Edzard vio la mirada de Asia y sonrió, ya que la mirada que tenía era una de total determinación. Asintiendo, ambos se colocaron sus respectivas capuchas, las cuales crearon una máscara para cada uno.

"Bien. Vamos." Dijo Edzard mientras comenzaba a correr hacia el castillo, siendo seguido por Asia.


Nota de autor:

A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.

Y aquí vamos, el segundo capitulo en el mundo DxD. Como se ve, Edzard y compañía han pasado unas "vacaciones" en Kuoh. También, Edzard ha hecho una tenue amistad con Issei. También, aquí comienzan los cambios en el canon.

Ahora, sobre Aika. Estoy teniendo varios problemas para encontrar como agregarla a la aventura. Por eso quisiera saber si quisieran que la cambie por otra que ocupe su puesto.

El próximo capitulo veremos a Edzard y a Asia pelear con seres muy fuertes. Y en el que le sigue, veremos a Edzard pelear con alguien mucho más fuerte que los anteriores.

También quiero disculparme por la tardanza y si el capítulo es un poco ambiguo, pero actualmente estoy estudiando para mis exámenes finales y estamos iniciando la campaña navideña en mi trabajo, así que actualmente ando corto de tiempo. Por esa razón el próximo capitulo puede que salga en quincena de diciembre.

Ahora sobre el harem. Las mujeres confirmadas son: Asia, Lint, Aika, Rossweisse, Valiere Tepes, Yasaka y Ophis. Sobre este tema, mi intención es mantener a una mujer por raza y de ser posible no pasar de 11.

Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.