Capítulo 2: El Yonkou interviene
Shanks había estado en Villa Foosha durante una semana, y ahora solo faltaba un día para su partida. Luffy había estado disfrutando cada momento con su ídolo, y había viajado todos los días desde la montaña Corvo hasta el pueblo Foosha, y viceversa, para poder estar con él. A pesar de la lluvia constante, Luffy no había querido perderse la oportunidad de pasar tiempo con Shanks.
Pero ahora, después de regresar a la montaña Corvo, Luffy se sentía mal. Intentó pararse de la cama para ir a la Villa Foosha y ver a Shanks por última vez, pero su cuerpo se tambaleó y casi se desmaya.
—No, no puedo fallarle a Shanks —dijo Luffy, intentando mantenerse en pie—. Tengo que ir a verlo.
Pero su cuerpo no le respondió. La fiebre lo consumía, y se desplomó en la cama. Ace, su hermano, se preocupó al ver a Luffy en ese estado.
—Luffy, ¿estás bien? —preguntó Ace, corriendo hacia su hermano para sostenerlo.
Luffy asintió con la cabeza, pero su rostro estaba pálido y sudoroso.
—Sí, estoy bien —dijo Luffy, intentando sonreír, pero su voz era débil y temblorosa.
Ace sabía que su hermano no estaba bien, y decidió ir al pueblo a buscar ayuda. Pero justo cuando estaba a punto de salir, se escuchó un golpe en la puerta de la casa de Dadan. Ace se acercó a la puerta con cautela y miró por la ventana. Un hombre de mediana estatura, con piel clara y cabello negro corto, estaba parado en la puerta, con una mirada intensa en sus ojos color ámbar.
—¿Quién es? —preguntó Ace, intentando mantener la calma.
—Entregame a esos mocosos —dijo el hombre, su voz firme y decidida.
Dadan, la dueña de la casa, se acercó a la puerta y miró al hombre con desprecio.
—No te los daré —dijo Dadan, su voz firme y autoritaria.
El hombre sonrió, una sonrisa fría y calculadora.
—Soy un almirante de la Marina —dijo, su voz llena de orgullo—. Y tengo órdenes de mis superiores de eliminar a esos dos mocosos.
Dadan se rió, una risa desafiante.
—No creo que puedas hacer eso —dijo, su voz llena de confianza—. Estos niños están bajo mi protección, y no te los daré sin luchar.
El almirante sonrió de nuevo, una sonrisa cruel.
—Estoy dispuesto a luchar —dijo, su voz llena de amenaza—. Y no te preocupes, mujer. No te haré daño. Pero a esos mocosos, sí.
Shanks colgó el Den Den Mushi y salió de su camarote, horrorizado al ver siete enormes buques de guerra de la Marina rodeando el pueblo. Cada buque estaba lleno de marineros, con un total de 7.000 hombres, y en uno de ellos viajaba un almirante.
—¡Mierda! —exclamó Shanks mientras se concentraba para activar su Haki de observación, y veía cómo los marines destrozaban el pueblo cercano.
—¡Detengan a los Marines! —ordenó Shanks a sus nakamas desde la barandilla de su barco mientras bajaba—. Y que los aldeanos se refugien en el Red Force. ¡Detengan a los marines!
Mientras sus nakamas se lanzaban a la batalla para proteger a los aldeanos, Shanks tomó su Den Den Mushi y se dispuso a volver a llamar a Garp, pero este ya no le respondía.
—(Maldita sea, contéstame. Necesito encontrar un camino seguro y rápido para llegar a Luffy) —pensaba Shanks mientras esperaba que Garp le contestara la llamada.
Justo en ese momento, una joven de pelo verde se acercó a él.
—¿Buscas un camino para llegar a Luffy? —preguntó Makino.
—Sí, necesito llegar lo más rápido posible —respondió Shanks—. ¿Sabes cómo puedo hacerlo sin correr demasiados riesgos?
—Puedes tomar el camino que pasa por el bosque —respondió Makino—. Es más largo que el del río, pero es más seguro.
Shanks asintió, decidido a llegar a la montaña de Corvo lo más rápido posible. Sabía que tenía que actuar rápido para proteger a Luffy y a Ace.
—¡Vamos! —gritó a sus nakamas—. ¡Tenemos que proteger a los aldeanos! ¡Mantengan a los marines ocupados mientras yo voy a buscar a Luffy!
La batalla entre los nakamas de Shanks y los marines era intensa. Aunque los marines tenían la ventaja por número, los nakamas de Shanks eran más fuertes que ellos. Con cada golpe, los nakamas derribaban a decenas de marines.
—¡No los dejaremos pasar! —gritó uno de los nakamas, mientras golpeaba a un marine con su espada.
—¡Vamos a proteger a nuestros amigos! —exclamó otro nakama, mientras lanzaba un puñetazo a un marine.
Mientras sus nakamas continuaban peleando contra los marines, Shanks se dirigió hacia la montaña de Corvo, solo y decidido. La crueldad de los marines no lo detendría.
Shanks activó su Haki del Conquistador, y una aura poderosa lo rodeó. Con un solo golpe, noqueó a 3.500 hombres, abriendo un camino hacia la montaña de Corvo.
—¡No me detendrán! —gritó Shanks, mientras se adentraba en la montaña en busca de Luffy y Ace.
Aquel hombre de mediana estatura, piel clara, cabello negro corto, ojos color ámbar y cuerpo musculoso, alzó su puño envuelto en lava ardiente. Era un usuario de una Fruta del Diablo, y su poder era formidable. Dadan y sus bandidos se habían puesto como escudos para proteger a los niños de aquel monstruo.
Ace salió por la ventana de su habitación junto con un Luffy que aún seguía enfermo. En la confusión, el sombrero de paja de Luffy se quedó olvidado en el suelo de la habitación de la cabaña que ellos dos compartían. Aquel monstruo no le tomó ni 5 minutos acabar con aquellas personas y empezó a perseguir a los niños que los tenía a la vista.
Aquel hombre estaba por alcanzar a los niños y los estaba a punto de matarlos, cuando una espada negra se interpuso entre él y los niños. Aquel hombre retrocedió para evitar ser cortado con aquella arma.
—¡No te metas, Akagami! —dijo el marine al reconocer el manejo de la espada de Shanks.
Shanks no dijo nada. Solo tenía su espada envuelta en el Haki de Armamento. Era un poderoso Yonkou, y su habilidad para manejar el Haki era legendaria.
La batalla entre Shanks y el marine era intensa. El marine lanzó una llamarada de lava hacia Shanks, pero este la esquivó con facilidad y contraatacó con una serie de golpes rápidos y precisos, que el marine apenas pudo esquivar.
El marine se levantó del suelo, gruñendo de dolor, y se lanzó hacia Shanks con una serie de golpes furiosos. Shanks esquivó cada golpe con facilidad, y luego contraatacó con una patada que envió al marine volando hacia atrás.
—¿Qué crees que estás haciendo? —dijo Shanks finalmente, mientras golpeaba al marine con su espada—. ¿Crees que puedes atacar a mis amigos y salirte con la tuya?
El marine gruñó de dolor al sentir el corte profundo en su brazo causado por la espada envuelta en Haki de Shanks.
—¿Cómo te atreves? —dijo el marine—. Sé quién eres...
—Y tú eres... —pausó un momento— Akainu.
Akainu se sorprendió al escuchar su nombre, y luego se lanzó hacia Shanks con una serie de golpes furiosos. Shanks esquivó cada golpe con facilidad, y luego contraatacó con una serie de golpes rápidos y precisos que envió a Akainu volando hacia atrás.
La batalla continuó, con ambos luchadores intercambiando golpes y mostrando su fuerza. Shanks utilizó su Haki para aumentar su velocidad y fuerza, mientras que Akainu utilizó su Fruta del Diablo para lanzar lava ardiente hacia Shanks.
Finalmente, Akainu decidió dar la retirada y salió corriendo como un cobarde. Siguió corriendo hasta que llegó a un lago y cayó al agua.
Shanks se quedó quieto, observando a Akainu mientras se alejaba. Luego, se volvió hacia los niños y les sonrió.
—Están a salvo ahora —dijo—. Pero debemos irnos. Los marines no se rendirán fácilmente.
Ace y Luffy asintieron, pero Ace se mantuvo alerta. Había oído hablar del pelirrojo, pero nunca lo había visto. Y aunque había salvado a Luffy y a los demás, Ace no podía evitar sentir desconfianza hacia él.
—Gracias... —dijo Ace finalmente, retrocediendo un paso y llevándose a Luffy con él—. Pero no necesitamos tu ayuda.
Shanks se encogió de hombros y se volvió para irse. Sin embargo, no se alejó de ellos, y los siguió.
Ace cargó a Luffy en sus hombros y comenzó a caminar. Shanks los siguió, sin decir una palabra.
Mientras caminaban, Luffy se tambaleó un poco en los hombros de Ace. De repente, miró a Shanks con una mirada débil.
—Shanks... —murmuró débilmente Luffy.
Garp solo podía escuchar la voz del otro lado de la línea, pero él no podía responder. Su Den Den Mushi sonaba una y otra vez, pero él se limitaba a escuchar, impotente.
—¿Por qué no contesta el Den Den Mushi? —preguntó uno de los marines que lo rodeaban—. Si desea, yo lo contesto por usted.
—No lo haga —respondió Garp, colocando su mano encima del Den Den Mushi—. No toques mis cosas. Es alguien que me está molestando y no le quiero responder.
Garp evitó que lo contestaran y solo esperaba que Shanks sacara a sus nietos y los pusiera en un lugar seguro. Era su única esperanza.
—(Vamos, Shanks) —pensó mientras realizaba su trabajo y evitaban que contestaran su Den Den Mushi—. Espero que puedas protegerlos.
En ese momento, otro Den Den Mushi comenzó a sonar. Cuando contestaron, se dieron cuenta de que era el mismísimo Akainu.
—¡Ese maldito Akagami se encontraba allí en la isla! —exclamó Akainu, furioso—. ¡Protegió a los dos niños! ¡No pude acabar con ellos!
Un marine de gran estatura, delgado, de piel clara, labios gruesos, pelo negro corto y rizado, barba ligera y una moderada cantidad de arrugas, se sorprendió al escuchar la noticia.
—¿Qué cosa?! —exclamó Kizaru—. ¡Eso es imposible!
—Como lo escuchas, Kizaru —respondió Akainu, quien estaba furioso hasta más no poder—. ¡Protegió a los dos niños! ¡No pude acabar con ellos!
Kizaru maldijo su suerte. La misión había fallado: los dos niños fueron protegidos y ahora tendría que dar explicaciones y lidiar con las preguntas que le harían por la destrucción de una isla con muchas bajas y heridos.
Notas del autor
Haki: Es una fuerza misteriosa y latente que se encuentra en todos los seres vivos del mundo de One Piece. El haki s un tipo de energía que permite a los usuarios utilizarlo de diversas. El Haki se encuentra en un estado de reposo en la mayoría de los seres vivos, pero se puede despertar en ellos. Una desventaja del Haki es que si se utiliza de manera frecuente, dejará de funcionar por un cierto período de tiempo
Haki de observación: Es una de las representaciones y formas de utilizar esta energía. Podríamos decir que se trata de una suerte de sexto sentido, pues la persona es capaz de sentir la información a su alrededor incluso de forma premonitoria.
Haki de armamento: Te permite crear una armadura corporal que protege al usuario. También permite golpear a usuarios de Fruta del Diablo, que modifican las propiedades de su cuerpo. También te permite embullir cualquier arma con esa energía
Haki del conquistador: Es un tipo de Haki que se puede utilizar de manera ofensiva y que consiste en dominar la fuerza de voluntad de los demás. Pero este este no se puede entrenar las personas que lo pueden usar son personas que han nacido con estabilidad.
