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Capítulo 38

Vamos, Ed. No es tan difícil, solo tienes que seguir practicando tu caligrafía. —

Selene enseñándole a Edzard a escribir.

En el palacio de Lucifer, en la ciudad de Lilith se llevaba a cabo una gran reunión, esta reunión era la reunión anual de los jóvenes demonios, donde ellos daban a conocer sus sueños y ambiciones para el futuro. Aunque, en esta ocasión era diferente, pues aparte de aquella ceremonia, también se celebraría la firma de una alianza entre las tres facciones y Asgard.

En medio del salón de baile, en un estrado se encontraba Edzard. Él estaba apoyado en una pared mientras miraba con aburrimiento a los jóvenes reunidos, pues ninguno le había llamado la atención. Bueno, eso sería una pequeña mentira, pues hubo uno que le llamó la atención ligeramente. Aquel afortunado fue el heredero de la casa Bael.

'Ese sujeto es realmente interesante.' Pensó Edzard mientras miraba al joven demonio charlar con Rias. Suspirando, Edzard se miró a sí mismo y vio su atuendo. Actualmente, el vestía un traje de gala militar de color negro que consistía en un abrigo manga larga con dos hileras de botones dorados en el frente, los cuales estaban hechos de oro puro. En sus hombros había hombreras rojas con detalles en negro las cuales llevaban bordadas el rango que alguna vez ocupó como miembro de la legión imperial. El abrigo tenía algunos detalles en rojo. En su brazo izquierdo había una bandana de color roja con el símbolo de las legiones imperiales bordada en él. en su cintura había un cinturón de cuero negro, el cual tenía un tahalí donde se encontraba Arondight. Además, llevaba un par de pantalones de vestir de color negro y botas de combate.

Dejando de ver su vestimenta, Edzard volvió a mirar a los demonios presentes. Una mueca apareció en su rostro cuando vio a varios demonios de clase alta charlar. La razón de su disgustó fue que esos mismos demonios le habían estado molestando desde que llegó a esta fiesta. Le habían dicho que un humano como él no podía estar aquí. Aquellas palabras le habían tentado a desactivar el tatuaje mágico que escondía su poder, pero al final no lo hizo, ya que eso causaría muchas preguntas.

Afortunadamente, no tuvo que lidiar mucho con ellos, pues Sirzechs llegó y luego de unas cuantas palabras, esos idiotas se alejaron con la cara blanca como tiza al escuchar que él estaba al mismo nivel que un demonio de clase Satán. Luego de aquel espectáculo ridículo, pues esos demonios se fueron con una cara que parecía que se cargarían encima en cualquier momento, Edzard comenzó a escuchar los sueños de los jóvenes demonios.

La mayoría de los sueños fueron muy aburridos de escuchar. El único que realmente le llamó la atención fue el de Sona. El sueño de a hermana de Serafall parecía una locura y muchos demonios elitistas se burlaron de ese sueño. Sin embargo, él no era como ellos, él podía ver el potencial de ese sueño. Así que, al terminar de escucharlo, dio unos cuantos aplausos, los cuales llamaron la atención de todos. Cuando las miradas se posaron en él, decidió decirle a Sona que contaba con su total apoyo para que se cumpla su sueño.

Aquellas palabras hicieron que un demonio le dijera que él estaba apoyando una locura. Al escuchar aquello, Edzard solo puso una sonrisa de burla en su rostro mientras respondía.

«La gran mayoría de los que cambiaron sus sociedades fueron tachados como locos»

Aquellas palabras silenciaron el salón por completo haciendo que muchos mirasen a Edzard, quien solo cerró los ojos y se quedó en silencio, pues ya no estaba interesado en hablar más. Luego de aquello, siguieron más demonios. Él había abierto sus ojos al escuchar el nombre de Astaroth. Se había sorprendido gratamente al ver al reemplazo de Diodora. La chica se llamaba Latia Astaroth y era una chica hermosa que tenía los ojos de color almendra y el cabello rubio con las uñas teñidas de azul. Vestía un vestido de noble adornado con diversas joyas de oro y llevaba un abanico plegable en su mano.

Las palabras que dijo la chica hicieron que Edzard pusiera una sonrisa y es que el sueño de la chica era volver a hacer más fuerte a su clan. Estas palabras se decían ya que gracias a la traición de Diodora el clan Astaroth perdió mucha influencia y riquezas.

'Es bueno saber que ahora tiene una buena heredera que podrá ayudar a redimir al clan.' Pensó Edzard para luego ver a su amigo, el cual estaba junto al ORC, al consejo estudiantil y su grupo. Todos parecían divertirse mientras charlaban, sobre todo Asia, Xenovia y Lint, quienes parecían estar hablando alegremente sobre algo. Lamentablemente, Ingvild no había asistido, pues querían mantener su identidad en secreto por un tiempo extra.

'Ambos grupos se han vuelto fuertes, pero están lejos de tener el poder necesario para hacerle frente a un daedra de alto nivel. Tal vez podrían derrotar a un Dremora con una buena estrategia, pero no tendrían oportunidad alguna con un Xyvkyn o con un Titan.' Pensó Edzard mientras entrecerraba los ojos y se enfocaba en Issei y Saji. Ambos demonios reencarnados habían entrenado una semana bajo su mirada, pues ese había sido el favor que le había pedido Sirzechs, bueno, no exactamente. Y es que inicialmente solo tendría que entrenar a Issei, pero Serafall se enteró y comenzó a molestarlo para que se lleve a Saji con él. Al final, decidió aceptar para quitarse a Leviatán de encima. Aunque, había pasado algo un tanto divertido durante el segundo dia de entrenamiento….

Flashback

El sol del medio dia brillaba en todo lo alto mientras Edzard caminaba hacia un claro. En dicho claro se encontraban dos personas tiradas en el suelo. Ambas personas estaban completamente empapadas en sudor y su respiración era errática.

"Maldita sea, Hyoudou. ¿Crees que sobreviviremos a esto?" preguntó Saji mientras trataba de levantarse.

"No lo sé, Saji." Respondió Issei mientras lograba ponerse de pie con mucha dificultad. Mirando su cuerpo, pudo ver la armadura de acero con la que habían estado entrenando por todo un dia completo. "Realmente no entiendo cómo es que esta es una armadura de un soldado normal. ¡Pesa un montón!"

"Ni me lo digas. ¿Cuánto crees que pese?"

"Ni idea. Pero conociendo a Ed de seguro esta armadura pesara unos cincuenta kilos."

"Te equivocas Issei, pesa más de ochenta kilos." Dijo Edzard caminando hacia ellos mientras llevaba a una muy sonriente Marie en sus brazos. Cuando llegó donde estaban ambos demonios, se dio la vuelta y comenzó a caminar dando pasos largos. Cuando estuvo a unos quince metros, dejó a Marie en el suelo y con un poco de magia creó una línea.

"Bien chicos, ya han pasado un dia completo desde que iniciaron su entrenamiento conmigo. Y por lo que puedo ver, ya son capaces de moverse con esas armaduras. Así que creo que ya podemos pasar a la segunda parte de este pequeño entrenamiento." Dijo Edzard mientras los miraba analíticamente. "Esta segunda etapa consistirá en mejorar su velocidad, por lo que tendrán que recorrer estos quince metros antes de cinco segundos. Si no logran hacerlo, sufrirán un castigo. Ahora, ¿tienen alguna duda?"

Issei y Saji se miraron antes de que el primero levantase la mano.

Edzard asintió.

"Ed, ¿para qué rayos usamos estas armaduras?"

Edzard miró a Issei y solo soltó un suspiro. "Enserio. ¿No te das cuenta?"

Issei negó con la cabeza.

"Tu balance breaker es una armadura. aunque no sé cuánto pesa ni cómo funciona, lo más practico es que te acostumbres a luchar usando una armadura real para que puedas luchar de la manera más optima posible. Ahora, sobre Saji, no sé qué tipo de balance breaker tendrá, pero viendo que tanto tu como Vali, que poseen sacred gears de tipo dragón usan armaduras en su balance breaker, estoy pensando que Saji también obtendrá una. Por eso lo estoy entrenando para que pueda luchar con una armadura."

"Ya veo. Ahora tiene sentido. Pero… ¡¿Por qué ponernos unas armaduras que usan falda?!" gritó Saji mientras Issei asentía. Y es que la armadura que ambos demonios usaban era una armadura de legionario pesada, pero sin los pantalones.

Edzard puso una sonrisa de burla en su rostro. "Porque les queda bien."

Una marca de enojo apareció en las cabezas de ambos demonios, quienes miraron a Edzard con furia poco disimulada.

"Bueno, parece que están motivados a atacarme, así que… ¿comenzamos?"

Tras aquellas palabras, Edzard levantó una mano y comenzó a contar en reversa desde cinco. Ni bien su pulgar comenzó a bajar, ambos demonios se lanzaron contra Edzard. Sin embargo, su velocidad se vio muy reducida por el peso de las armaduras. Por lo que cuando la mano de Edzard estuvo en un puño, ellos no habían alcanzado ni la mitad de la distancia.

"Parece que no han podido llegar. Bueno, tal y como dije, se viene un castigo." Dijo Edzard mientras miraba a ambos demonios seguir corriendo hacia él. "Marie, hazlo."

La hija de Edzard miró hacia el frente y abriendo la boca, gritó. "¡FUS! ¡RO!"

La onda de energía creada por el thu'um se dirigió con gran velocidad hacia ambos demonios, quienes solo pudieron abrir los ojos en shock ante ese ataque. Cuando ambos fueron alcanzados por el ataque, fueron barridos como hojas por el viento. Para su mala fortuna, a espalda de ambos se encontraba el bosque, por lo que terminaron impactando en varios árboles, los cuales también fueron enviados a volar por el thu'um de Marie.

Edzard tenía una gota de sudor al ver a ambos demonios inconscientes bajo varios troncos. Negando con la cabeza, el Dovhakiin solo suspiró, parece que no lograría mucho con ellos en el corto tiempo de entrenamiento que tendrían.

Fin Flashback

"Esos dos son las piezas con más potencial en ambas noblezas. Sin embargo, ninguno ha logrado alcanzar su balance breaker a pesar de que han sido entrenados por casi un mes específicamente para ello. Y al paso en que van, podrían demorar mucho en alcanzar ese estado. Sin embargo, la que más problemas tendrá entre Rias y Sona, es Rias. Después de todo dos de sus piezas tienen serios problemas que si no se solucionan evitaran que ambas logren usar todo su potencial. Ahhhh… a veces pienso que Rias no se esfuerza lo suficiente para ayudar a esas dos. Pero bueno, ese problema es suyo, yo no voy a intervenir.'

Luego de pensar aquello, Edzard regresó a la realidad al sentir que le tocaban el hombro. Por lo que, girando la cabeza vio a Azazel.

"¿Qué sucede, Azazel?" preguntó Edzard al ver el ceño fruncido en el líder de los caídos. "Ha habido algún problema a con la llegada del líder del panteón nórdico?"

"No, por fortuna." Respondió Azazel con un suspiro. Luego de aquello, miró a Edzard a los ojos. "Ed, responde con la verdad. ¿Qué crees que haya forzado a Odín a aceptar tan rápido la propuesta de la alianza?"

Edzard miró a Azazel y soltó un suspiro. "Si no supiéramos lo que pasa, es probable que pensásemos que es por la Khaos Brigade. Pero ambos sabemos que no es eso. Por lo que es posible que se hayan topado con daedras y puede que también hallan oído acerca de lo que paso en la Toscana y como ese es territorio "cristiano" es posible que piensen que ustedes tienen las respuestas."

Azazel miró a Edzard y soltó un suspiro resignado, pues eso confirmaba sus sospechas. Apoyándose en la pared, estuvo por hablar nuevamente, pero una tercera voz se acercó a ellos y le interrumpió.

"Edzard-kun, Azazel. Michael llegara pronto y podremos comenzar con la segunda parte de esta ceremonia." Dijo Sirzechs llamando la atención de ambos.

"Y por lo que me ha contado Barakiel, quien es el jefe de seguridad, también llegara pronto Odín." Agregó Azazel.

"¿Barakiel? ¿El padre de Akeno?" preguntó Edzard.

"Sí. Le he encargado la misión de proteger a Odín. Ya que al parecer hay varios miembros entre los dioses de Asgard que no aprueban lo que Odín planea hacer." respondió Azazel.

"Siempre hay sujetos como esos." Respondió Edzard pensando en varios sujetos como ellos en Nirm.

"Y el problema es que estos dioses podrían unirse a la Khaos Brigade. Y tampoco podemos olvidar que también podrían hacer alianzas con algunos príncipes." Dijo Azazel mientras dejaba de estar apoyado en la pared.

"También hay otro problema." Dijo Edzard de forma seria, llamando la atención de ambos lideres. Al ver que tenía la atención de ambos, decidió seguir hablando. "Hasta ahora solo estamos deteniendo lo que para los daedras serian grupos de reconocimiento. Me temo que cuando llegue una invasión en toda regla, mi grupo solo no podrá detener el ataque. Además, si piensan que puede eliminar a un ejército de daedras, bueno, si podría, pero solo destruyendo todo el lugar. Por lo que, si atacan un lugar con población, esta será exterminada."

Aquellas palabras dejaron pensativos a Azazel y Sirzechs.

"Ya veo. Entonces, parece que tendremos que aumentar la velocidad para armar los grupos anti daedras en cada facción." Dijo Azazel con una mano en la barbilla.

"Así parece." Dijo Sirzechs con preocupación.

Tras aquellas palabras, los tres cayeron en un cómodo silencio, el cual fuer roto cuando Edzard comenzó a caminar hacia donde estaban sus amigos y amantes. "Los veo más rato. Quiero cambiar de aires unos minutos."

Tras aquellas palabras, Edzard siguió caminando. Mientras caminaba, pasó cerca de algunas chicas demonio, quienes le saludaron mientras se sonrojaban. Si bien él no quería prestarles atención, decidió devolverles el saludo solo por cortesía. Esta acción hizo que las mujeres se sonrojasen y comenzaran a charlar entre si mientras soltaban risitas.

Sin prestarle atención a eso, Edzard siguió caminando hasta llegar al lugar donde estaba reunidos los miembros de su grupo, el ORC y el consejo estudiantil.

"Veo que lo están pasando bien." Dijo Edzard como saludo informal.

Los demonios miraron a Edzard y sonrieron.

"Hola, Edzard-san." Dijeron Rias y Sona.

"Edzard-sama." Dijeron al unísono el resto de los demonios, salvó uno.

"Ed." dijo Issei con una sonrisa.

Luego de oír ese saludo, Edzard solo sonrió y negó con la cabeza. Unos segundos después, habló. "Veo que se han fortalecido, algunos más que otros."

Issei puso una sonrisa de suficiencia. "Claro que me he fortalecido. Espera y veras, pronto de alcanzare."

Edzard solo sonrió de manera irónica antes de contestar. "Primero deberás de conseguir tu balance breaker, Issei. De lo contrario, no podrás ni hacer que piense siquiera en luchar en serio contra ti en una batalla."

La sonrisa en el rostro de Issei murió mientras este caía de rodillas y se lamentaba por aún no haber alcanzado su balance breaker.

Mientras Issei seguía lamentándose en el suelo, Xenovia decidió hacerle una pregunta a Edzard.

"Edzard-sama. ¿Dónde está la pequeña Marie?" preguntó Xenovia.

La ex exorcista estaba más que encantada con la pequeña Marie. Para ella, esa niña era lo que ella buscaba en un hijo. No solo porque ella fuese fuerte, sino porque era una niña muy adorable y respetuosa. De hecho, ella estaba celosa de Asia por eso, pues parecía que su vida como madre era muy tranquila y no tan ajetreada como uno podría suponer. Si tan solo Xenovia supiera….

"Ella está en el castillo jugando con los huérfanos del orfanato de la ciudad natal de Asia." Respondió Edzard.

Xenovia miró a Edzard y estuvo por preguntarle la razón por la que esos niños estaban allí. Sin embargo, antes de que hablase, Edzard la interrumpió.

"Si te preguntas por que están allí. Bueno, la mujer que crio a Asia suele ir a visitarnos cada quince días. Y las primeras veces que la llevábamos, ella se preocupaba por que los niños del orfanato que estaban a su cuidado se quedaban solos, por lo que Asia le dijo que podía traerlos." Dijo Edzard mirando a Asia con una sonrisa.

"¿En serio?" preguntó Xenovia mirando a Asia con confusión.

"Sí. Además, era un ganar-ganar para todos. Después de todo, así esos niños podían visitar un lugar interesante y Marie tendría varios compañeros de juegos." Respondió Asia con una sonrisa.

Aquellas palaras hicieron sonreír a Xenovia. Sin embargo, antes de que ella hablase la sala fue silenciada por un grito.

"¡Solo soy fea una Valquiria que no ha tenido un novio en toda su vida!"

Edzard giró su cabeza al escuchar esa voz, pues la reconocía. Sus ojos se abrieron al ver a Rossweisse llorando junto a un anciano que tenía una cabellera y una barba larga de color blanco. El anciano vestía una túnica corta y de color azul con un forro dorado en la parte superior e inferior del cuello, las mangas de la túnica y en la parte delantera de sus túnicas hasta la parte inferior de la túnica. El resto de su túnica es blanca con zapatos a juego. También llevaba un sombrero dorado y negro, que está dividido en cinco mini secciones que lucen el color negro o dorado, la parte superior, media e inferior son doradas y las secciones en negro están debajo y encima de la del medio. La sección negra presenta orbes azules en los puntos ordinales y entre los orbes azules hay puntos rojos.

"Ahh. Parece que mi descanso termino." Dijo Edzard mientras caminaba de regreso hacia el estrado, pues gracias a Azazel, él sabía que el anciano era Odín. Mientras caminaba, agitó su mano como despedida.


Rossweisse estaba mirando al suelo mientras las lágrimas corrían por sus mejillas. No le gustaba hacer el ridículo como ahora, pero habían tocado un tema muy sensible en su vida.

"Disculpen el escándalo. Esta es Rossweisse, es una de las mejores valquirias que hay en Asgard, pero es tan estricta que aún no ha logrado hacerse con un novio." Dijo Odín mirando a Sirzechs.

Sirzechs puso una sonrisa incomoda, pero luego sus ojos se abrieron al ver como una pequeña cadena se deslizaba por el traje formal de Rossweisse. Si bien la cadena no era algo fuera de lo normal, era el dije que tenía la cadena. Este era una moneda única, la cual era un Septim.

"Vaya, Rossweisse-san. Ese es dije muy extraño." Dijo Azazel con una sonrisa pícara en el rostro, pues estaba que se hacía una idea de lo que pasaba.

"Es verdad. Ella dice que fue un regalo de un joven, pero nunca menciona el nombre. Por lo que muchos creen que está mintiendo y que lo ha comprado y lo hace pasar por un regalo para que no la molesten más." Dijo Odín mirando a Rossweisse, quien se había levantado rápidamente y había ocultado el collar.

Antes de que alguien le preguntase algo a Rossweisse, una nueva voz los interrumpió.

"Lamento llegar tarde." Dijo Michael mientras aparecía en el estrado y comenzaba a acercarse hacia el resto de los lideres presentes. Una sonrisa amable apareció en su rostro al ver a Odín. "Es bueno ver que goza de buena salud, Odín-dono."

Odín miró a Michael y asintió. Al sentir que ya estaban todos, decidió hablar. "Al parecer ya estamos todos."

"No, Odín-dono." Dijo Sirzechs con una sonrisa. "Aún falta una persona más.""

Odín levantó una ceja al escuchar eso e intentó preguntar, pero se detuvo de hacerlo al escuchar pasos acercarse. Girando la cabeza, sus ojos se posaron en Edzard, quien caminaba tranquilamente hacia ellos. Mientras Odín trataba de discernir el nivel de poder de Edzard, los ojos de Rossweisse se abrieron de ar en par al ver a Edzard caminar hacia ellos.

'¿Q-q-q-q-qué hace Edzard aquí?' pensó en pánico Rossweisse, quien luego comenzó a ver si su atuendo estaba en orden. Soltó un suspiro alver que su atuendo estaba en perfectas condiciones.

"Supongo que usted es el Dios que lidera el panteón nórdico, ¿vedad?" preguntó Edzard al llegar.

"Así es chico." Dijo Odín con sorpresa, pues el chico le habla de manera informal y eso era algo que no esperaba de un humano.

"Ya veo. Es un gusto conocerlo, me llamo Edzard Cumberland Rolandson." Dijo Edzard mientras ponía una sonrisa para presentarse.

"También es un gusto conocerte, muchacho. Supongo que debo de presentarte a mi guardaespaldas." Dijo Odín con una sonrisa mientras se acariciaba la barba. Este chico le estaba comenzando a agradar.

"No hay necesidad, ya nos conocemos." Dijo Edzard interrumpiendo a Odín y haciendo que el anciano lo mirase con sorpresa. Tras eso, posó su vista en Rossweisse y puso una sonrisa amable. "Ha pasado tiempo. ¿No es así, Rossweisse?"

Rossweisse asintió mientras sus mejillas se tornaban ligeramente rojas y desviaba la mirada hacia un lado. Esta reacción asombró mucho a Odín, quien dio un paso hacia atrás por el shock. Sin embargo, logró recuperar la compostura rápidamente.

"Joven, ¿De dónde conoce a Rossweisse?" preguntó Odín mientras examinaba a Edzard de pies a cabeza.

"La conocí hace unos meses cuando en su lucha contra unos gigantes uno de sus hechizos terminó por destruir el auto que había rentado." Respondió Edzard de manera divertida mientras veía a Rossweisse sonrojarse de vergüenza.

Odín miró a Edzard confundido, pero luego abrió los ojos con sorpresa, pues recordaba ese era el dia en que supuestamente aquel misterioso joven le había regalado a Rossweisse esa moneda tan rara. Al recordar eso y viendo al joven frente a él, «el padre de todos» comprendió lo que pasaba, por lo que puso una sonrisa de oreja a oreja.

"¡Ja, ja, ja! Ya veo. Así que, Rossweisse siempre dijo la verdad sobre que quien le había regalado aquella moneda fue un joven." Dijo Odín entre risas muy divertido por lo que sucedía. Así que, acercándose a Edzard, comenzó a mirarlo más detenidamente. "Ya veo. Si, parece que eres un buen partido. Eres guapo y tienes buenas conexiones. Estoy seguro de que la familia de Rossweisse te aceptara sin problemas."

Edzard y Rossweisse se sonrojaron cuando escucharon aquello.

Azazel decidió unirse a las burlas que estaba diciendo Odín. "Oh, sí que eres travieso, Ed-chan. ¿Sabe tu esposa que andas cortejando a otra mujer a sus espaldas?"

Al escuchar esas palabras, la cabeza de Rossweisse giró tan rápido que asusto a los que la vieron.

"¿E-e-esposa?" tartamudeo Rossweisse mientras internamente esperaba haber oído mal.

"Sí, esposa. El pequeño Ed está casado." Dijo Azazel con una sonrisa.

Rossweisse sintió un pequeño dolor en su corazón.

'Parece que realmente tengo mala suerte en el amor.' Pensó Rossweisse, pues sentía como sus posibilidades de intentar tener una relación de más que amigos con Edzard se desvanecían.

"De hecho, puedes ver a su esposa desde aquí." dijo Azazel mientras señalaba a una sonriente Asia que conversaba con Irina, Xenovia y Lint.

Rossweisse miró a Asia y sonrió de manera triste.

"Y al lado de ella, están las tres concubinas de Edzard."

La mente de Rossweisse hizo un corto circuito cuando escuchó la palabra concubina. Por lo que, rápidamente miró a Azazel. "¿C-concubinas?"

Azazel puso una sonrisa de oreja a oreja al escuchar la pregunta. "Sí, concubinas. El pequeño Edzard tiene un harem montado. Según lo poco que logré saber es que, si quieres ingresar, tienes que hacer que Edzard se enamore de ti y luego convencer a Asia-chan de que lo amas y listo."

Luego de esas palabras, muchos esperaban ver a Edzard decirle algunas cosas a Azazel, pero para la sorpresa de todos, Rossweisse sacó una libreta de la nada y comenzó a escribir en ella.

Edzard miró todo con los ojos en blanco a la vez que estaba un poco molesto, pues no le gustaba que hablasen así de su vida familiar. Sin embargo, cuando estuvo por decir algo, vio como Koneko salía rápidamente de la sala mientras era seguida por Issei, quien a su vez fue seguido por Rias.

'¿Qué está pasando?' pensó Edzard mientras veía a esos tres salir. Cerrando los ojos, trató de detectar algún poder, pero no pudo hacerlo. Lentamente comenzó a dejar salir un poco más de su poder, pero lo hizo de la manera más sutil que pudo. Estuvo tan concentrado en eso que se perdió la parte inicial del discurso que estaba dando Sirzechs, en la cual hablo sobre el pacto de Kuoh y la necesidad que tenían los Dioses de Asgard de firmar el pacto.

Posteriormente, Sirzechs habló sobre los daedras, y lo que mencionó hizo poner la piel de gallina a muchos de los demonios presentes. De hecho, cuando Sirzechs mencionó que incluso el poder de la destrucción no podía destruir de manera permanentemente a un Daedra, generó una gran cantidad de discusiones en susurros por parte de varios de los presentes. Además, incluso el viejo de Odín estaba sorprendido, pues el conocía de lo que era capaz el poder de la destrucción.

Y es que, Odín había compartido con Sirzechs la verdadera razón por la que estaba tan ansioso de unirse al pacto. Esta razón fue que habían aparecido algunas criaturas muy raras en los territorios donde los dioses nórdicos aun mantenían algo de influencia. Así que, al enterarse del ataque a la Toscana por unos seres muy raros, había decidido consultar con las tres facciones por separado, pero se sorprendió al descubrir que los tres habían llegado a un acuerdo de paz y habían formado una alianza. Por lo que tuvo que aceptar firmar una alianza con las tres facciones, además de unirse al pacto de Kuoh. Si bien, en un principio tenía mucha desconfianza en ese pacto, ahora se sentía aliviado de tomar la decisión de unirse.

Sin embargo, el discurso que estaba dando Sirzechs fue interrumpido cuando en medio del salón apareció un círculo mágico. De este círculo apareció un hombre apuesto con el pelo azul claro que flota detrás de él con dos pequeños flequillos a la altura de los hombros. Este sujeto también tiene tres joyas azules en la frente y aretes amarillos y vestía una túnica similar a la de Odín.

"Loki." Dijo Odín en un susurro mordaz mientras fruncía el ceño. "¿Por qué estás aquí?"

"¿Por qué crees, Anciano?" respondió Loki con otra pregunta mientras volaba. "La verdad es que me duele el corazón ver cómo te alias con otras mitologías. Cuando deberíamos de estar luchando contra ellas para llegar al Ragnarok."

Azazel dio un paso al frente al escuchar aquellas palabras.

"Ummm…. Me parece haber escuchado palabras similares antes en algún lugar… oh, si ya recuerdo fue cuando estaba luchando contra Katerea. Así que, te has unido a la khaos Brigade, ¿verdad?"

"Hump. Admito que he comenzado a colaborar con ellos un poco. Pero nada de lo que hago lo hago por recomendación de ellos, no, todo lo hago por decisión propia." Dijo Loki mientras extendió su mano y creó un círculo mágico en el suelo. "¡Ven, mi querido hijo!"

La sala se iluminó por completo por el brillo que emitía el circulo. Cuando el brillo se esfumó, en medio del salón había un enorme lobo de color gris que media unos diez metros aproximadamente.

Con el lobo a sus pies, Loki chasqueó los dedos y la bestia comenzó a correr hacia el estrado principal. La velocidad del lobo era tal que logró pasar a todos los guardias fácilmente y con un solo saltó estuvo frente a Odín, quien se estaba preparando para luchar. Sin embargo, el anciano no hizo nada, pues de un momento a otro, el lobo salió disparado cuando un potente rayo le impactó de lleno.

Todos miraron al origen del ataque y esperaban ver a Barakiel, pero se asombraron al ver a Edzard con ambas manos extendidas, las cuales tenían pequeños relámpagos crepitando a su alrededor. "Lo siento, pero en este establecimiento no se acepta el ingreso de ningún tipo de perro."

Loki miro a Edzard y chasqueó la lengua con molestia.

"Parece que mis allegados tenían razón. Eres realmente una molestia cuando te lo propones, Ysmir."

Edzard entrecerró los ojos al escuchar ese nombre, después de todo en este mundo los únicos que sabían ese nombre eran Rizevim, Euclid y Ophis. Así que, con eso se confirmó que el dios de Asgard estaba en conversaciones con daedras. Por lo que, dando algunos pasos al frente, habló. "Para que conozcas ese nombre quiere decir que te has aliado con un príncipe daedrico. Me pregunto cual es… ¿El Príncipe del desastre y la destrucción? ¿El Señor de la corrupción?"

Loki solo puso una sonrisa de suficiencia para luego levantar su mano derecha y mostrar una shadowkey azul oscuro. Con un rápido movimiento de la mano de Loki, se generó un portal a sus pies. De dicho portal salieron dos figuras conocidas para los lideres de las tres facciones y para Edzard.

"Ya veo, así que ha sido Bal." Dijo Edzard al mismo tiempo en que sus ojos comenzaban a ponerse dorados. Antes de atacar a los dos adalides, Edzard desvío su vista hacia el lobo unos segundos. Él sabía que ese lobo se llama Fenrir y que era uno de los seres más peligrosos que había en este mundo. "Oigan, chicos, ¿creen que puedan ocuparse del chucho mientras yo lidio con los dos Adalides?"

Azazel, Sirzechs y Michael asintieron.

"Bueno, parece que ya tengo algo de tiempo para ustedes dos." Dijo Edzard mientras caminaba hacia los Adalides.

'Parece que Bal está enojado con ambos.' Pensó Edzard al ver que el casco del adalid del mandoble aún estaba abollado por el golpe que le había dado anteriormente. Sin prestarle más atención a su enemigo, movió su mano, la cual se dirigió lentamente haca su cadera. Cuando estuvo por tocar algo, vio que la maga levantaba ambas manos y creaba varios portales. De estos portales salieron varios daedras. Estos daedras tenían cuerpos de aspecto femenino hechos de una sustancia similar al magma endurecido, pero debajo de dicho magma había fuego, pero no fuego normal, pues este fuego era azul y emitía una sensación tan fría como los vientos invernales que azotaban la región de Hibernalia.

'Mierda. Han invocado Atronach de llama fría.' pensó Edzard con un poco de preocupación al ver a estos daedras. Girando su cabeza, gritó. "¡Chicas! ¡Encárguense de los daedras menores! ¡No dejen que ninguno se acerque a los invitados!"


Asia, quien estaba junto al resto de las chicas asintió y rápidamente convocó su espada. Tomando el mango de su arma, giró y vio que el resto de las chicas también estaban listas. Aika tenía varios círculos de magia sobre ella, mientras que Valerie tenía sus puños cubiertos de oscuridad, Lint tenía su espada desenfundada y Mittelt había convocado su lanza de luz.

"Muy bien, Aika, Mittelt. Quiero que ambas nos den fuego cobertura a Lint, Valerie y a mí." Dijo Asia mientras se preparaba para atacar. "Lint, Valerie, síganme. Estos daedras son peligrosos, pero suelen atacar a distancia, por lo que una vez que logremos llegar a combate cuerpo a cuerpo podremos abrumarles. Tengan cuidado, sobre todo tu Valerie, ya que como atacas cuerpo acuerpo con tus garras, es posible que sufras quemaduras por el frio extremo que poseen sus cuerpos."

"Vale, Asia. No te preocupes." Dijo Valerie con una sonrisa mientras mostraba sus colmillos.

"Sí. Este es el momento perfecto para mostrarles como trabajamos. Lástima que Ingvild este en casa con Marie." Dijo Lint mientras apretaba el agarre en su espada. Esta espada había recibido algunas mejoras por parte de Edzard, las cuales le permitían a Lint crear ráfagas de poder sagrado usando sus propias reservas de poder sagrado como ángel.

"Tienes razón, pero es lo mejor para ella hasta que pueda mostrarse libremente al inframundo." Dijo Asia para luego tomar una pequeña bocanada de aire y gritar. "¡Vamos!"

Luego de aquel gritó, Asia y Lint salieron disparadas a gran velocidad contra los Atronach, Valerie por su parte, se había convertido en una bandada de murciélagos para poder moverse más libremente. Los Atronachs levantaron las manos y comenzaron a lanzar bolas de fuego helado.

Las bolas de fuego que llegaban eran muchas y amenazaban con abrumar a Asia y a Lint, pero antes de que estas bolas les impactasen, ambas fueron protegidas por varias barreras, las cuales fueron generadas por Aika y Mittelt, quienes luego rápidamente lanzaron hechizos ofensivos y varias lanzas de luz hacia los atronach, quienes esquivaron los ataques o los neutralizaron con bolas de fuego helado.

Asia decidió aprovechar que los Atronachs estaban distraídos esquivando los ataques para usar su velocidad, al hacerlo apareció frente a un atronach. Moviendo su espada rápidamente, lanzó un corte diagonal ascendente, el cual fue desviado por la coraza endurecida de la mano del Atronach. Al ver esto, Asia levantó la mano izquierda y rápidamente conjuró un círculo mágico. De este círculo se formó una ráfaga de viento tan filosa con la que intentó decapitar al atronach, pero al final no logró nada grave, pues este logró esquivar el ataque con solo algunas heridas visibles.

Lint corrió hacia otro Atronach y cuando estuvo a escasos metros, el daedra le lanzó una bola de fuego, la cual pudo esquivar rodando por el suelo. Rápidamente se levantó y lanzó un corte ascendente con su espada, pero el Atronach detuvo el golpe con sus manos. Al ver esto, Lint dio un salto y maniobrando en el aire, logró doblar el brazo del atronach de manera que el daedra tuvo que soltar la espada. Ya con la espada libre, y aun estando en el aire, Lint desenfundó su pistola y le disparó al atronach a quemarropa tres veces. Lamentablemente, estos disparos no lograron atravesar la coraza de magma endurecido del daedra.

Valerie se reformó sobre la cabeza de otro Atronach, y usando la gravedad, intentó aplastar al daedra usando sus puños, pero su golpe fue detenido. El daedra aprovechó esto y le lanzó una bola de fuego a quemarropa. Afortunadamente, Valerie logró convertirse en niebla y salió ligeramente ilesa. Al ver que no podría atacar de frente, rápidamente se envolvió en oscuridad y cargó como un meteoro hacia el Atronach. Logró darle un fuerte golpe en el abdomen del atronach, haciendo que este derrapase algunos metros.

Al ver que sus ataques no habían surtido efecto, las tres chicas decidieron reagruparse con el resto del grupo.

"Son más fuertes de lo que esperábamos." Dijo Lint mientras saltaba lejos del atronach al que había atacado.

"Si, pero por algo los Atronachs de llama fría son más fuertes que los normales. Era de esperar que sea más complicado matarlos que a uno regular." Dijo Asia, quien luego miró como Valerie se frotaba la mano izquierda. "¿Estas bien, Valerie?"

"Sí. solo que tengo la mano un poco entumecida. Tenías razón al decirme que son fríos. Golpearlo se sintió como si hubiese metido mi mano en las aguas de la Antártida." respondió Valerie mientras seguía frotándose la mano. "Pero no te preocupes, aun puedo seguir luchando."

"Bien, porque esto está por ponerse más complicado."

Luego de aquellas palabras, Asia se lanzó contra los Atronach mientras era seguida por sus amigas.


Al ver que sus chicas y Lint estaban luchando bien contra esos Atronach, Edzard tomó el pomo de su espada. Sin esperar un segundo más, salió disparado a gran velocidad hacia los Adalides. La velocidad a la que partió fue tal que generó una gran onda de viento por la fuerza que usaron sus piernas.

Edzard apareció frente al adalid que tenía el mandoble. Usando la inercia de la velocidad, rápidamente desenfundó a Arondight.

La espada de Sir Lancelot había sufrido grandes cambios en su reforma. Ahora ya no lucia como una simple espada larga de color negro, sino que ahora tenía una hoja un poco más ancha, la cual parecía estar hecha de dos hilos de acero negro entrelazados el cual dejaba tres orificios en medio de la hoja. Además, en el inicio de cada una de las dos hileras había algunas runas grabadas en ehlnofex, las cuales permitían armonizar el poder demoniaco y sagrado que poseía Arondight. Edzard movió su espada a gran velocidad e intentó cortar a su enemigo con un corte diagonal ascendente. Sin embargo, no pudo hacer nada, pues el adalid logró esquivar el corte y mientras lo hacía, desenfundó su mandoble.

Mientras Edzard comenzaba a luchar, la maga dio un saltó y comenzó a levitar por el lugar mientras sus manos se cubrían de fuego.

'¿Magia de levitación?' pensó Edzard mientras ocultaba su sorpresa al ver ese tipo de magia. 'Increíble, pero si ella puede usar esa magia, eso hace que sea una maga de antes de la promulgación de la ley de la levitación.'

Edzard dejó de pensar en eso cuando vio que la maga lanzaba varias bolas de fuego hacia él. Entrecerrando los ojos, movió a Arondight rápidamente y comenzó a cortar las bolas de fuego con gran precisión. Cuando terminó de hacerlo, sintió que algo se acercaba por su espalda, por lo que rápidamente salto hacia un lado. Esto le permitió esquivar el ataque del otro adalid.

El adalid levantó la vista al momento en que se percató que había fallado su ataque. Así que, moviendo rápidamente su mandoble, generó diez cortes de energía, las cuales viajaron hacia Edzard a gran velocidad.

'Maldita sea. Sí esquivo esto, los idiotas que están atrás mío morirán.' Pensó Edzard mientras veía llegar el ataque. Y es que, si él saltaba a un lado, los demonios que estaban atrás de él seguramente morirían, por lo que apretó el agarre en Arondight y concentró un poco de Magicka en la espada. Al momento en que el poder de Aurbis ingresó en la espada, la runa que simbolizaba el poder sagrado brillo y recubrió por completo la hoja. En ese instante, Edzard movió la espada, esto generó una gran explosión de energía sagrada, la cual detuvo a cinco de las explosiones del Adalid y aquellas que no fueron destruidas terminaron por impactar lejos de los demonios, pues fueron desviadas por la explosión.

'Parece que las runas y el fragmento de arentine que use en el templado de la hoja ha logrado que el poder de esta espada sea estable. Aunque…' Pensó Edzard mientras observaba el daño que había provocado la explosión.

Un estruendo hizo que Edzard desviase la mirada y viera a Azazel luchar contra Fenrir. Moviendo su cabeza ligeramente, vio a Ajuka preparar algo, por lo que logró deducir que estaba por hacer algo para acaba con esta corta batalla.

'No puedo perder más tiempo.' Pensó Edzard mientras volvía a posar su vista en sus enemigos.

Luego de pensar eso, Edzard corrió a toda velocidad contra el adalid que usaba el mandoble. Al verlo correr rápidamente, la maga comenzó a lanzarle hechizos para detenerle. Sin embargo, Edzard cortaba con gran precisión todo hechizo que se cruzaba en su camino, desde bolas de fuego hasta lanzas de hielo. Al verlo tan cerca de él, el adalid movió su mandoble y lanzó tres explosiones de energía, las cuales fueron cortadas por Edzard, quien usó el atributo demoniaco de Arondight para lanzar pequeñas explosiones de energía con las cuales detener las del Adalid.

Edzard llegó frente al adalid y rápidamente comenzaron a cruzar armas. Las hojas de ambas armas comenzaron a soltar chispas mientras sus dueños intentaban matarse. El duelo de espadas era tan rápido que muy pocos de los que veían la batalla podían ver como se movían las arma o incluso los combatientes.

Edzard se agachó para evitar un corte del adalid, pero luego también tuvo que rodar por el piso para evita un relámpago. Mirando hacia arriba, vio que la maga estaba que juntaba una gran cantidad de poder, seguramente para usar un hechizo sobrecargado al maximo. Edzard estudio su mano izquierda y lanzó un relámpago hacia la maga. Sin embargo, no pudo atinarle, pues ella se movió y logró esquivar el ataque al último segundo.

"Tch. Por poco." Dijo Edzard mientras miraba a la maga flotar sin perder la concentración en su hechizo, lo que demostraba que era muy hábil en magia, tal vez llegando al nivel de un mago maestro. Edzard giró la cabeza cuando escuchó a Loki gritar el nombre de Ajuka. Se asombró un poco al ver como él y el chucho eran encerrados por una barrera y teletransportados fuera del salón. Lamentablemente, esta acción hizo que perdiera de vista a la maga, quien lanzó un hechizo, el cual cubrió por completo a su compañero.

El Adalid se lanzó a gran velocidad contra Edzard, logrando casi tomarlo por sorpresa, pues Edzard logró percatarse al último segundo de que le atacaban.

'¿Qué mierda? ¿Cómo se ha hecho tan fuerte?' pensó Edzard mientras esquivada un corte horizontal. Él pensaba esto porque el adalid ahora se movía mucho más rápido que antes, además de que sus golpes eran más fuertes. Lo suficientemente fuertes como para mandar a volar varias mesas, decoraciones y algunos demonios que habían estado parado como imbéciles sin prestar realmente atención al peligro en el que estaban. El despliegue de fuerza hizo que Edzard apretase el agarre en su espada y comenzara a desviar los ataques que recibía.

Edzard continuó luchando cuerpo a cuerpo contra el adalid, pero mientras lo hacía también mantuvo un ojo en la maga, quien no se quedaba quieta y le atacaba con hechizos, obviamente tratando de acorralarlo para que su compañero pueda darle un golpe crítico. Así que, para evitar esto, Edzard comenzó a usar sus reflejos para esquivar los ataques y a su vez lograr mantener al adalid del mandoble siempre en dirección de los ataques del otro adalid, haciendo así que este tuviese que lanzar sus hechizos con cuidado para no herir a su compañero.

'Esto es raro. Ningún mortal, por muy adalid que sea puede aumentar su poder de manera tan brusca en medio de un combate. Incluso yo tendría problemas para hacer eso.' Pensó Edzard mientras fruncia el ceño y seguía desviando los ataques que sus enemigos hacían. 'La única manera que se me viene a la mente es un hechizo de reforzamiento mágico. Y eso tendría mucho sentido, pues la maga estuvo cargando ese hechizo por mucho tiempo. Tal vez lo hizo para de esa manera no cometer errores, ya que este tipo de hechizos tienden a ser peligrosos si se usan sobrecargados.'

Lamentablemente, Edzard no tuvo más tiempo para pensar, pues tuvo que saltar para poder esquivar varias lanzas de fuego que la maga le había lanzado. Cuando aterrizó luego del salto, se percató que había caído en una trampa, pues el otro Adalid lo había estado esperando y había movido su mandoble a una posición en la que no podía responder con Arondight. Entrecerrando los ojos, Edzard extendió la mano izquierda y conjuró su segunda arma. Él ya había tenido suficiente de esta batalla. Ahora mismo lucharía con su verdadero estilo de lucha. Al sentir el peso de su nueva arma, Edzard movió su brazo lo suficientemente rápido como para detener por completo el golpe de su enemigo.

El golpe de ambas armas provocó un sonido seco. El cual fue seguido de un forcejeo entre el adalid y Edzard, un forcejeo que no llegó a ningún lado. Sin embargo, entre aquel forcejeo, Edzard logró ver una apertura y la usó para darle una patada al adalid en todo el peto de la armadura, este golpe hizo que el adalid saliese volando varios metros. Sin embargo, el adalid logró maniobrar en el aire lo suficiente como para aterrizar de pie. Ni bien puso los pies en el suelo, el adalid tuvo que levantar su mandoble para detener un golpe descendente del mandoble de Edzard, quien había salido disparado contra su enemigo para tratar de abrumarlo con un ataque sorpresa. La fuerza del golpe hizo que debajo de las piernas del Adadlid se creara un cráter. Sin embargo, el adalid no cedió a la fuerza que estaba usando Edzard y con un poco de esfuerzo logró levantarse y girando un poco la hoja, logró desviar el ataque de Edzard.

Al ver que su enemigo había logrado desviar el ataque, Edzard dio un salto para tomar distancias. Luego de aquello, ambos se vieron frente a frente y en menos de un segundo comenzaron a atacarse con todo lo que tenían. Edzard hacia usó de su habilidad con sus dos espadas, mientras que el adalid también mostraba gran habilidad deteniendo los ataques y contratacando de manera muy efectiva. Si bien la batalla parecía muy pareja, aquellos que eran veteranos de guerra podían ver que las tornas de la batalla habían cambiado completamente y ahora era Edzard quien dominaba el combate. Sin embargo, a pesar de eso, la batalla no tenía ningún ganador claro en este momento, pues ambos enemigos eran capaces de contrarrestarse muy bien.

La batalla parecía estancada, pues ni Edzard ni el adalid podían dar un golpe crítico. Pero había factor que jugaba a favor de uno de los dos y eso era el tiempo. El hechizo usado por la maga era poderoso, pero tenía un ligero problema, y es que al igual que muchos hechizos de refuerzo este tenía un tiempo de duración.

'Solo unos pocos segundos más y esto habrá acabado.' Pensó Edzard mientras desviaba un ataque del Adalid con su mandoble. Esto hizo que este tuviera una apertura en su defensa. Preparándose para acabar con él, Edzard levantó a Arondight y se preparó para cortar al adalid; sin embargo, no pudo hacerlo, pues la maga atacaba con varias estacas de hielo. Al ver el ataque, Edzard usó el atributo sagrado de Arondight para crear una explosión de luz y destruir el hechizo enemigo.

Edzard frunció el ceño al ver la explosión, pues fue más débil de lo que él esperaba. Aquello le hizo ver algo que él ya sabía que pasaría. Y es que había una razón por la que él no usaba mucho las habilidades de Arondight. Esa razón era que él no era cien por ciento compatible con la espada.

'Si bien puedo usarla efectivamente, no puedo confiar en un arma que podría terminar por fallarme en un momento clave. Después de todo, un arma solo es una herramienta y no sirve de nada confiar en una herramienta que puede fallarte. Así que, lo mejor será que la guarde en mi bóveda. Tal vez algún dia aparezca alguien capaz de usarla correctamente.' Pensó Edzard mientras miraba como la maga flotaba en el aire. Sabiendo que no podía usar su espada para acabar con ella, decidió usar un thu'um. Por lo que, abriendo la boca, gritó. "¡YOL! ¡TOR!"

El aliento de fuego que surgió de la boca de Edzard se dirigió hacia la maga a gran velocidad. La velocidad fue tal que la maga al ver llegar el ataque no tuvo tiempo para poder esquivarlo, por lo que solo le quedo usar una custodia para defenderse. Sin embargó, cuando el aliento de fuego impactó en la custodia, generó una gran explosión, la cual terminó por envolver a la maga por completo.

Al ver que uno de sus enemigos estaba abatido, Edzard posó su vista en el adalid restante y moviendo sus pies, logró esquivar el ataque vertical que había usado su enemigo en un intento de tomarlo por sorpresa. Haciendo uso de Arondight, Edzard lanzó un rápido ataque en diagonal, el cual fue esquiado por el adalid, quien saltó hacia la derecha, pero no salió indemne del ataque, pues la espada logró rosar la parte abollada del casco del adalid. En condiciones normales, el casco habría resistido bien el ataque, pero en esta ocasión ya se encontraba abollado y dañado, por lo que el daño extra hizo que comenzara a agrietarse.

Tras aquel ataque, el adalid cayó en mala posición, lo que lo dejó completamente desprotegido. Esto fue visto por Edzard, quien rápidamente saltó y se acercó al adalid, quien al ver a Edzard lanzó un corte en diagonal tratando de hacerlo retroceder. Sin embargo, el ataque fue esquivado por Edzard, quien usó este ataque para girar sobre su propio eje y levantado su mandoble estaba a punto de asesinar a su enemigo.

El tiempo pareció detenerse para Edzard, quien veía en cámara lenta como su mandoble comenzaba a dirigirse hacia el cuello del Adalid. Mientras la hoja se acercaba, Edzard se percató que el casco del Adalid comenzaba a desmoronarse, permitiendo ver algunas líneas similares a venas, las cuales se extendían por todo el lado derecho del rostro del adalid. Dichas venas brillaban de un enfermizo color azul.

'Esto se acabó.' Pensó Edzard mientras sentía que al fin se lograría una pequeña victoria contra los daedras, pues el perder a un solo adalid sería un duro golpe para sus fuerzas. Sin embargo, sus ojos comenzaron a abrir con horror cuando el cascó terminó de romperse y cayó al suelo con un ruido sordo. La sorpresa por ver lo que había tras aquel cascó hizo que Edzard desviara el golpe y fallara estrepitosamente, dejando así una gran abertura en su defensa. Su shock fue tal que a duras penas logró defenderse de un ataque del Adalid, quien, al ver su mandoble detenido, rápidamente le lanzó una patada al plexo solar a Edzard, haciendo que este saliese volando a gran velocidad y terminase por impactar en una de las paredes, creando un gran estruendo que levantó una gran cantidad de polvo.


Asia estaba junto al resto de las chicas y los demonios que estudiaban en Kuoh. Habían logrado derrotar a los ocho atronachs de llama fría que habían aparecido, pero no había sido fácil y las heridas menores que tenían lo comprobaban. El combate había sido más difícil de lo esperado no por la capacidad de batalla del grupo, sino más bien por el lugar donde lucharon. Ninguna podía hacer uso de sus más grandes hechizos o ataques, por lo que se vieron forzadas a usar hechizos básicos o de corto alcance para evitar matar a los demonios invitados.

'¿Quién en su sano juicio se queda quieto mirando una batalla donde sabes que podrás morir en cualquier momento?' pensó Asia para luego sacudir su cabeza y volver a mirar la batalla de Edzard con los Adalides.

Ella estaba más que sorprendida por el cambio del ritmo de la batalla y no era la única, pues luego de que Loki fuese sellado, vio como los lideres de las tres facciones miraban la batalla asombrados por como ambos adalides habían logrado arrinconar a Edzard. Ellos le habían preguntado que pasaba y como una maestra en la magia de Restauración, ella sabía la razón del aumento del poder del Adalid con el mandoble. Por lo que mientras la batalla seguía, ella les explico de la manera más sencilla lo que pasaba.

Si bien Asia había querido intervenir, al final decidió no hacerlo, pues su esposo podía apañárselas contra ellos. Además, debía de ayudar a proteger a los invitados.

"Wow. ¿Así que ese es el verdadero estilo de lucha con espadas de Edzard?" preguntó Lint asombrada por ver a Edzard luchar con dos espadas. Y ella no era la única, pues el resto de los espadachines de las noblezas de Rias y Sona también miraban la batalla con asombro.

La nobleza de Sona, quienes no habían visto la batalla durante la conferencia estaban con la mandíbula desencajada al ver el intercambio de golpes. Una de las más asombradas era Tomoe, quien no podía dejar de ver el intercambio de golpes con gran fascinación.

"Increíble…" dijo Tomoe en estado de shock.

"Yo te entiendo." Dijo Xenovia mientras miraba a Edzard luchar. Con cada sonido de golpe de espadas que escuchaba, ella solo podía pensar en cuan diferente era ella de Edzard, pues si bien ella también sabia luchar con dos espadas, no estaba al mismo nivel que el esposo de su amiga.

'Tal vez pueda pedirle que me enseñe a luchar así.' Pensó Xenovia.

"No te recomiendo que le pidas a Ed que te enseñe a luchar así, Xenovia." Dijo Asia, quien había visto de reojo a su amiga y había podido ver que ella miraba la batalla con los ojos brillantes.

"¿Por qué?" preguntó Xenovia dejando de ver la batalla y viendo a Asia con curiosidad.

"Porque para usarlo es necesario tener los reflejos que tiene Edzard, caso contrario no podrás coordinar los movimientos para defensa y tu guardia quedaría expuesta."

Los ojos de Xenovia se abrieron al escuchar eso. Volviendo a mirar la batalla, se decidió, por lo que miró de nuevo a Asia. "Asia. ¿Puedes agendar un dia para que yo pueda hablar con Edzard-san sobre algo?"

Asia miró a su amiga y asintió, pues no le vio nada malo a la petición.

La atención de Asia volvió a la batalla cuando se escuchó el gritó de Edzard. Al ver como la maga era derrotada, Asia puso una sonrisa de tranquilidad, no porque le gustase que haya muerto esa chica, sino porque esta batalla estaba por concluir. Sin embargo, se asombró de sobremanera cuando vio como Edzard fallaba el golpe final contra el ultimo Adalid.

'¿Qué sucede? Ed nunca falla cuando ataca.' Pensó Asia con un poco de miedo, el cual se intensifico cuando vio como el Adalid arremetía contra Edzard. Intentó gritar para advertirle, pues lo veía allí parado en shock. Sin embargo, su voz no salió de su garganta.

Asia intentó correr hacia Edzard cuando lo vio estrellarse contra una de las paredes, pero se quedó quieta como una piedra y dejó caer su espada cuando vio el rostro que se ocultaba bajo el casco del Adalid. Ella había visto ese rostro una vez en un en Skyrim, en una pintura antigua. Su asombro aumentó a niveles desconocidos cuando vio aparecer al último adalid, quien tenía algunas partes de su armadura destrozada incluida su capucha de mago.

"E-e-esto n-n-no es p-p-posible." Dijo Asia reconociendo ambos rostros mientras el miedo se apoderaba de su ser.


Debajo de varios escombros de la pared que acababa de destruir, Edzard se levantó lentamente y comenzó a mover los escombros. Mientras lo hacía, sentía como algo cliente mojaba ambos lados de su rostro. Él sabía que no era solo sangre, pues sentía los ojos aguados. Cuando estuvo de pie, comenzó a caminar con pasos lentos hacia los dos Adalides y mientras lo hacía sentía como un nudo se iba formando en su garganta. Al llegar a donde estaban ambos adalides, su vista se posó en ambos y su mente comenzó a recordar algunas palabras que creyó haber olvidado hace mucho.

«Siempre has sido un poco quisquilloso por la comida, por lo que verte comer todo sin quejarte me preocupa mucho, Ed. ¿Qué pasa cariño?»

«Espero que no hayas causado mucho caos en el pueblo, mi pequeño Ed.»

Edzard abrió la boca e intentó hablar, pero cualquier palabra que intentó salir se quedó atorada en su garganta. La razón de toda esta vorágine de emociones que comenzaba a aflorar en su ser fueron los rostros de ambos Adalides. Ambos tenían rostros que había visto por última hace más de ocho años atrás. Antes de que el fuego supuestamente se los tragara junto a su antigua casa.

"P-padre… M-madre…" Fueron las únicas palabras que surgieron de sus labios mientras estaba en shock al ver a sus progenitores vivos.

El rostro de su padre no había cambiado en absoluto, aún tenía la misma barba y el cabello del mismo tono de negro como recordaba. Su madre aún tenía ese cabello rubio que tanto le había mordisquear cuando era un bebe. La única diferencia que veía era aquellos enfermizos ojos de color azul.

Edzard estaba parado inmóvil y era una presa fácil para cualquier ataque. Sin embargo, a pesar de que los dos adalides intentaron atacarlo, solo dieron un paso hacía el frente y luego se detuvieron y se llevaron las manos a la cabeza. Mientras ellos tenían la mano en la cabeza, sus ojos cambiaron de color, dorados para el hombre y verdes para la mujer. Lamentablemente, este cambio solo fue un segundo, pues luego volvieron a ser de color azul.

Tras aquello, Edzard vio como su madre convocaba una shadowkey y desaparecía con su padre. A pesar de ver eso, él no se movió ni un centímetro, pues su mente aún estaba que trataba de procesar lo que acaba de ver.

Cuando ambos adalides desaparecieron del lugar, Edzard cayó de rodillas mientras aquellos ojos azules se quedaban grabados en su mente.

'Azul… Azul… Azul…' Pensó Edzard de manera continua como si de un robot se tratase. De un momento a otro su mente recordó algo que había leído en el Arcanaeum hace mucho tiempo atrás, cuando él era aún un alumno de recién ingreso. El libro que había leído hablaba de la legendaria legión Zero. Una legión cuya leyenda era sobre todo por tener miembros que había traicionado al imperio durante la «fusión de planos» que había intentado hacer Molag Bal. Apretando los dientes, Edzard se llenó de una rabia que no había sentido desde el dia en que Akatosh le mostró lo que habría sido de su querida esposa. Apretando los puños hasta hacer sangrar sus palmas, lanzó un rugido hacia el cielo.

"¡BAAALLL!"

El grito fue tan fuerte que hizo que los presentes se vieran obligados a taparse los oídos al escucharlo, pues era tan fuerte que amenazaba con dejarlos sordos. Sin embargo, tan pronto ese gritó terminó, todos tuvieron que comenzar a ponerse a cubierto, pues de un momento a otro el cuerpo de Edzard comenzó a expulsar una enorme cantidad de magia, la cual generó grandes corrientes de aire impregnadas con Magicka. La fuerza de las corrientes de aire era tal que varios demonios fueron enviados a volar como si de hojas secas se tratase, mientas que los que estaban más cerca de Edzard y que no fueron enviados a volar tuvieron que alejarse rápidamente para evitar ser calcinados por el poder que Edzard estaba expulsando.

Mientras los lideres de los demonios, Caídos, Ángeles y los dioses nórdicos veían la escena con sorpresa, la voz de Edzard se elevó por sobre todos e hizo retumbar el lugar por completo.

"¡VOY A MATARTE MALDITO! ¡JURO QUE ENCONTRARE LA FORMA DE DESTRUIRTE DE MANERA PERMANENTE!" Gritó Edzard mientras comenzaba a expulsar más poder.


Asia había sido tomada por sorpresa por el poder que había comenzado a expulsar Edzard y fue mandada a volar algunos metros, pero por fortuna para ella, Aika y Valerie lograron atraparla antes de que ella impactase contra alguna pared.

"¡Asia! ¡¿Que sucede?! ¡¿Qué le pasa a Ed?!" preguntó Aika mientras creaba varios círculos mágicos, los cuales comenzó a usar como barreras protectoras.

"¡Aika tiene razón, Asia! ¡¿Qué sucede?!" preguntó Valerie mientras se cubría con un brazo el rostro para poder ver qué pasaba, pues las ráfagas de aire estaban aumentando de poder y entorpecían la vista de lo que pasaba.

Asia salió de su estupor al escuchar las voces de sus amigas y rápidamente se puso de pie. Ella no entendía muy bien que pasaba, pero si sabía algo, y eso era que su esposo estaba en peligro. Por lo que sin importarle nada más, rápidamente comenzó a correr hacia Edzard ignorando los gritos de muchos que le decían que no se acercara.

Al llegar a unos metros cerca de Edzard, Asia comenzaba a sentir como su piel comenzaba a calentarse. El calor comenzó a aumentar de intensidad mientras más se acercaba a Edzard, por lo que, sin pensarlo dos veces, usó su Balance Breaker para de esta manera poder acercarse sin peligro. Lenta y constantemente, Asia siguió caminando mientras cubría su rostro para poder ver a donde se dirigía. Cuando llegó donde estaba Edzard, no dudo ni un segundo en abrazarlo con todas sus fuerzas.

"¡Por favor, Ed! ¡Calmante!" gritó Asia tratando de calmar a su esposo. "¡Por favor, Ed! ¡Si sigues destruirás todo este lugar y mataras a personas inocentes!"

Lamentablemente las palabras de Asia no lograban nada, pues Edzard seguía expulsando magia sin control.

Asia comenzó a desesperar al ver que Edzard no reaccionaba a sus ruegos.

"¡Por favor, Ed! ¡Tranquilízate!" gritó Asia mientras se aferraba a Edzard y lloraba, pues vio como el cuerpo de Edzard comenzaba a mostrar algunas quemaduras de segundo grado, signos inequívocos del daño que su propio poder le estaba causando a su cuerpo en su forma humana.

'Por favor, detente.' Pensó Asia con miedo y pavor, pues temía que su esposo decidiera usar su aspecto de dragón. Si eso pasaba, lo más probable es que hubiese una batalla, batalla donde Sirzechs, Azazel, Michael y todos los que tenían como mínimo el nivel de un demonio de clase Satán tratarían de detener a Edzard. Lo peor es que Edzard en estado de furia no tenía sus limitadores morales y atacaba sin importarle nada, lo que lo hacía más peligroso de lo normal. Por lo Asia estuvo gritándole a Edzard que se detenga varias veces, pero el no hizo caso. Sin embargo, cuando Ajuka estuvo tentado a transportar a Edzard a otro lugar, de la nada una bola de energía verde surcó los cielos y dio de lleno a Edzard, el cual se calmó de manera instantánea.

"¿Ed?" preguntó Asia con lágrimas en los ojos cuando vio que Edzard se había calmado. Sus ojos se abrieron con horror cuando vio que los ojos de Edzard estaban vacíos y desprovistos de vida mientras lágrimas de sangre no dejaban de correr por sus mejillas. Un segundo después de eso, el cuerpo de Edzard cayó como una marioneta a la que le habían cortado los hilos.


Nota de autor:

A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.

Y empezamos con lo primero, los padres de Ed están vivos y sirven a Molag Bal. Como es que llegaron al servicio de Bal se explicara dentro de muchos capítulos, pero enserio cuando digo muchos es como dentro de siete arcos aprox. (esta cantidad está sujeta a cambio). XD

También vemos que Ed no puede usar el potencial completo de Arondight, siendo esa la razón por la que a partir de ahora ya no la usara. Esa espada esta destinada a ser usada por un personaje, pero eso será muy, pero muy adelante.

Ahora, sobre la identidad de quien lanzó ese hechizo que calmó a Edzard, bueno… eso queda para su imaginación XD

Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, si quieren charlar por PM, también pueden enviar uno. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.