Descargo de responsabilidad: Ni High School DxD ni Elder Scrolls me pertenece, todos los derechos a sus respectivos dueños.

Capítulo 45

Para ustedes nuestras danzas son armas, para nosotros son una forma de meditación. —

Zan'nir a Edzard cuando le enseñaba los movimientos básicos del Goutfang.

La noche ya había caído sobre Kioto y Edzard estaba sentado en una baranda en el techo de uno de los muchos edificios de la ciudad. Su cabello era mecido por la suave brisa nocturna que soplaba en este momento. Su atuendo Actual estaba constituido por una polera negra manga larga, con un par de pantalones de carga junto con botas militares. Además, aparte de eso, también llevaba su armadura del gremio de ladrones con una espada Akavir en su cintura.

Mientras veía la ciudad, su mente viajó al pasado, más precisamente hacia hace unas pocas horas. Y es que luego de que él y Asia dejaran la habitación donde Lint estaba descansando, llegó Aika y el resto de las chicas que estudiaban en la academia Kuoh. Al momento de encontrarse, ella le entregó la espada de Lint. La hoja estaba rota, más precisamente estaba rota en siete pedazos. La joven maga menciono que había encontrado la hoja rota cerca de las afueras de la ciudad.

'Esto ha pasado por los encantamientos que he usado en la espada, pues estos han disminuido enormemente la resistencia de los materiales que la conforman.' Pensó Edzard mientras apretaba el puño derecho. El ver aquella arma rota, sintió ira, pero no hacia quien hirió a Lint, sino hacia sí mismo. Había actuado muy altanero y se confió mucho en sus habilidades como encantador y como herrero. 'Mi arrogancia es lo que ha dejado a Lint en este estado.'

Los pensamientos de Edzard comenzaron a desviarse de la condición de Lint hacia el recuerdo de lo que había hablado con Azazel hace unas horas.

Flashback

Azazel se encontraba sentado frente a Edzard. La mirada de ambos era seria, pues el acababa de contarle a Edzard lo que había aprendido luego de su lucha contra Cao Cao.

"Entonces. ¿Dejaste que el líder de una de las facciones de la Khaos Brigade escapara?" preguntó Edzard de manera seria.

Azazel se llevó la mano hacia la nuca y comenzó a rascarla con incomodidad.

Al ver la reacción de Azazel, Edzard soltó un suspiro. "Al menos has logrado descubrir sus planes… bueno, ellos te lo han contado. ¿Qué planeas hacer?"

"Enviare a los miembros del ORC a luchar contra Cao Cao. Mientras que yo me quedare en caso de que pase algo en el castillo. El grupo Sitri se quedará protegiendo el hotel donde se hospedan el resto de los alumnos."

"Entiendo. Entonces, mi grupo y yo nos movilizaremos por la ciudad para detener cualquier tipo de actividad daedrica. Después de todo, Cao Cao ha dicho que hay otro grupo que quiere a Yasaka, lo cual sumado al rastro de posibles adoradores de daedras que hemos encontrado por aquí, hace muy probable que el otro grupo sean seguidores de un príncipe."

Las palabras del Dovahkiin hicieron que Azazel se llevase una mano al mentón.

"Edzard, ¿Puedes hacerme un favor?" preguntó Azazel mirando a Edzard tras haber estado pensando unos segundos.

Edzard asintió, pero no para aceptar, sino para indicarle a Azazel que podía continuar y mencionar su solicitud.

"¿Crees que es posible que puedas enviar a Rossweisse con Issei y el resto de los mocosos del ORC?"

Edzard parpadeó confundido. No entendía la petición de Azazel. Haciendo una seña con la mano, Edzard le pidió que explicara la petición.

"Veras. Por mucho que ese grupo se haya fortalecido, me temo que aún no son rival para los miembros principales de la facción de los héroes."

"Ya veo." Dijo Edzard entendiendo la situación. Luego de pensarlo unos segundos, decidió aceptar la petición de Azazel. Si bien esta acción haría que alguien del grupo tenga que patrullar un área de más tamaño, no le veía problema alguno.

'No hay mucho problema, yo puedo encargarme de mi área y la de Rossweisse. Después de todo, ambas áreas están juntas.' Pensó Edzard mientras se arrecostada en la silla.

Fin Flashback

Los pensamientos de Edzard fueron interrumpidos cuando el olor a Magicka llegó a sus fosas nasales.

'Parece que la información que obtuvimos al buscar a los adoradores de daedras era verídica.' Pensó Edzard mientras se ponía de pie y comenzaba a mirar hacia la ciudad.

Esta era la verdadera razón por la que él estaba aquí. Él y su grupo se habían repartido por toda la ciudad de Kioto para buscar a los adoradores de daedras que estaban aliados con la facción de los héroes. Dando un paso, Edzard se lanzó al vacío. Mientras caía, se preparó para usar un hechizo para amortiguar su caída. Así que, usando «levitación», aterrizó suavemente en el suelo sin hacer ruido alguno. Tras aquello y sin perder tiempo, comenzó a correr hacia donde olio la magia.

Edzard estuvo corriendo por varias calles del lugar que tenía que vigilar. Luego de unos pocos minutos, al fin pudo detectar el origen del olor de la magia. Cuando llegó a dicho lugar, sus ojos se posaron en siete personas. Estos individuos iban vestidos con túnicas con capuchas de color rojo escarlata. Si bien la ropa era llamativa, lo que realmente le llamó la atención a Edzard fue el emblema que tenían bordados en sus túnicas, pues en su pecho había un emblema dorado, el cual tenía la forma de un sol saliente.

'No me jodas. ¿Han reformado el culto del amanecer mítico?' pensó Edzard mirando fijamente a los sectarios. El reconocer el culto, Edzard llegó a la conclusión de que la facción de los héroes se había aliado con Mehrunes Dagon. Estuvo tentado a matarlos de manera inmediata, pero decidió no hacerlo. Después de todo, si seguía manteniéndose en las sombras, era posible que aprendiese más sobre lo que planeaban.


Los miembros del culto del amanecer mítico estaban hablando entre sí, sin saber que a sus espaldas se encontraba Edzard espiándolos silenciosamente.

"Entonces, ¿Qué tenemos que hacer?" preguntó un sectario mientras seguía caminando como si nada.

"El líder nos ha enviado a eliminar a la familia gobernante de esta ciudad."

Una sonrisa oscura se hizo presente bajo la capucha del otro sectario. "Ohh… Así que haremos lo que hizo el amanecer mítico a finales de la tercera era."

"Así es. Una vez que logremos sacarlas de en medio, el siguiente paso es acabar con los aliados del culto de Molag Bal que están por esta ciudad."

"entiend- "

Lo que el sectario estuvo por decir fue interrumpido cuando su cabeza se separó de su cuerpo.

"¡Nermus!" gritó uno de los sectarios al ver como su compañero moría.

"¡Maldita sea! ¡Estamos bajo ataque, prepárense para luchar!" gritó otro sectario mientras que en su mano derecha aparece un orbe purpura. Cuando dicho orbe estalló, rodeó con una luz purpura el cuerpo del lanzador. Cuando la luz se extinguió, el sectario estaba rodeado por una armadura daedrica completa.

El resto de los sectarios imitaron a su compañero e invocaron armaduras similares.

"¡Sabemos que estas allí, muéstrate!" gritó el sectario que había sido el primero en invocar su armadura. Su armadura era ligeramente diferente a la de sus compañeros, por lo que se podía intuir que era el líder del grupo.

A pesar de aquel gritó, nadie se mostró. El sonido del viento y el leve grillar de algunos grillos comenzaron a sembrar un poco de pánico en los corazones de los sectarios. Sin embargo, unos segundos después de las palabras del sectario, se comenzaron a escuchar pasos acercarse.

Todos los sectarios convocaron armas vinculadas en una mano y conjuraron bolas de fuego en la otra. Posando sus miradas hacia el origen de las pisadas, vieron aparecer una silueta desde las sombras.

Los ojos de muchos de los adoradores de Dagon se abrieron de miedo y horror cuando vieron a la persona que surgió de las sombras.

"¡¿Q-q-que haces aquí, Dovahkiin?!" gritó uno de los sectarios mientras daba de manera inconsciente un paso hacia atrás.

El resto de los adoradores de Dagon tragaron saliva, pues todos eran Imperiales y por lo tanto habían escuchado sobre los poderes de Edzard. El líder del grupo dio un paso hacia adelante y apuntando su arma, dio una orden.

"Escuchen, no debemos de preocuparnos. Hemos recibido mucho poder por parte de Lord Dagon. Si bien el poder del Dovahkiin no debe ser subestimado, tenemos la ventaja de los números de nuestra parte. Así que acabemos con él y mostrémosle nuestra lealtad a nuestro señor llevándole su cabeza."

Tras aquellas palabras, todos los sectarios apretaron el agarre en sus armas y cargaron contra Edzard.


Edzard miraba como los adoradores de Dagon cargaban contra él. Lo que para un mortal normal de Nirm sería una vista peligrosa y una vista aterradora para muchos humanos y seres de bajo rango en la Tierra, para él ellos solo eran carne de cañón que se acercaba a él.

'Ya obtuve la información que necesitaba de ellos.' Pensó Edzard despreocupadamente mientras movía su mano derecha a su espada Akaviri y es que él ya se había enterado de muchas partes del plan del nuevo amanecer mítico. Si bien, no lo sabía todo, solo necesitaba usar el sentido común para darse cuenta de que luego de matar a la familia de Kunou, procederían a destruir la ciudad y llevarse a todos los habitantes de esta como esclavos.

Tomando la empuñadura de su espada, Edzard separó las piernas ligeramente y se inclinó hacia el frente. Tomando una bocanada de aire, entrecerró los ojos mientras esperaba el mejor momento para atacar. En su mente, los segundos se convirtieron en horas mientras veía como sus enemigos cargaban.

Cuando vio que los sectarios lanzaron bolas de fuego hacia él, Edzard se movió ligeramente para iniciar su ataque.

Edzard desenfundó su espada mientras corría a velocidades vertiginosas contra los adoradores de Dagon. Al momento en que las bolas de fuego de estuvieron por impactarle, movió su espada tan rápidamente que el filo de la espada logró dividirlas a todas por la mitad. Siguiendo su camino, Edzard llegó a estar en medio de todos sus enemigos. Estando allí, rápidamente procedió a lanzar varios cortes de manera simultánea a tal velocidad que ninguno de los adoradores pudo hacer algo para defenderse. La hoja de la espada atravesó las partes poco protegidas por las armaduras como si de un cuchillo caliente cortando mantequilla se tratase. Mientras la hoja se movía, se podía escuchar el ligero silbido del viento.

El estilo que ahora estaba usando era el Rawlith Khaj Zhan (Lluvia del desierto Viento). Esta variante del estilo Rawlith Khaj se caracterizaba por lanzar cortes muy rápidos y violentos, casi tratando de imitar el viento del desierto.

Tras terminar su ataque, Edzard terminó estando a espaldas de todos los sectarios. Los cuerpos de los sectarios cayeron al suelo completamente descuartizados. Moviendo su espada de un lado a otro, Edzard tomó la funda y volvió a enfundar su espada con un solo movimiento. Volviendo su mirada hacia los cadáveres, frunció el ceño al ver Nirmnianos en el campo de batalla tan pronto.

'Esto es preocupante. No esperaba que Dagon enviase a sus adoradores de Aurbis tan pronto.' Pensó Edzard con preocupación, ya que el esperaba que sus enemigos siguieran siendo humanos de la Tierra o incluso algunos desertores de alguna de las facciones sobrenaturales. 'Esto solo significa que Dagon ha enviado a parte de sus mejores tropas por algo. Ahora la pregunta es, ¿Qué es exactamente? Si su único objetivo es destruir a los Youkai, ahora mismo podría hacerlo sin usar sus mejores tropas, pues sin Yasaka los Youkai no tienen muchos luchadores de gran nivel en su bando.'

Aquellos pensamientos hicieron que Edzard se llevase una mano a la barbilla, tratando de descifrar lo que sucedía. Al final solo pudo llegar a una conclusión… que es probable que no sean los del amanecer mítico los que están aliados con la facción de los héroes. Así que, con esas conjeturas, Edzard trasmitió un mensaje a sus compañeras.


"Ya veo… Entiendo, Ed. Estaré atenta." Dijo Asia mientras colgaba la conversación que tenía con su esposo. Comenzando a caminar por una calle de la zona que tenía que vigilar, ella iba pensando en lo que su esposo le acababa de contar.

'El amanecer Mítico…. No puedo creer que realmente hayan reconstruido esa secta. Entiendo porque Ed esta tan preocupado. Si ellos están aquí es posible que los guie un Adorador de gran nivel que posea un artefacto daedrico como lo hizo Ruxandra. Sin embargo, si tenemos mala suerte, será un Adalid y no un simple adorador.'

Pensar en Ruxandra hizo que Asia se preocupase, pues una parte de ella temía que Dagon hubiese vuelto a crear medialunas daedricas en masa, pues de ser así, estarían en desventaja no solo en número, sino también en equipamiento. Mientras seguía caminando sumida en sus cavilaciones, Asia no se percató de que llegó a un parque. Cuando pasó cerca de la caja de arena, se tropezó y cayó de cara en la arena.

"Owie. ¿Por qué acabo de caerme?" preguntó Asia mientras se levantaba.

Cuando Asia estuvo de pie, comenzó a sacudirse la arena de su ropa. Ella vestía la misma ropa que usó durante su batalla contra los híbridos del hijo de Loki con los Titanes Daedricos. Este atuendo se había convertido en su atuendo de batalla oficial. Estas ropas habían sido diseñadas y creadas por Edzard, quien, haciendo uso de la tecnología de los Grigori, había convertido varios metales de gran calidad de Nirm en hilos, los cuales fueron entretejidos con una tela especial para así crear las prendas que usaban. Además, todas estas ropas estaban encantadas para ayudarles en las batallas. Aunque, hubo algunos encantamientos específicos para cada una.

'De estos encantamientos específicos, el de Aika, le ayuda a regenerar más rápidamente su poder mágico. Valerie tiene encantamientos que reducen el daño que puede recibir de habilidades anti vampíricas. Ingvild tiene encantamientos de protección contra poderes sagrados. Rossweisse, tiene encantamientos para ayudarle a su resistencia física. Mittelt también tiene encantamientos para ayudarla con su resistencia física también. Finalmente, Lint…'

Pensar en sus amigas hizo que Asia recordase a su amiga herida. De entre todas las chicas, con quien más tiempo libre pasaba era con Lint, pues ambas iban juntas a la iglesia a orar.

'No quiero imaginar que tan grave debió ser el daño real, ya que todas nuestras ropas, sin excepción alguna, tienen un encantamiento para curar heridas graves. ¿Qué pudo haber hecho tanto daño como para activar la teletransportación de emergencia? Lo único que puedo pensar que puede lograr eso son armas de nivel daedrico…' Los ojos de Asia se abrieron en ese preciso instante, pues acaba de llegar a una posible respuesta ante la interrogativa sobre el origen de las heridas de Lint. Sin embargo, antes de que Asia pudiese comunicarle algo a Edzard, escuchó voces a unos pocos metros, por lo que, sin pensarlo dos veces, se escondió entre los arbustos que estaban en el parque.

Mientras se escondía, vio aparecer a cinco miembros del amanecer mítico. Ellos iban charlando mientras caminaban en dirección al templo donde vivía Kunou y su familia.


"¿Qué ha pasado?" preguntó uno de los miembros del amanecer mítico.

"Hemos perdido contacto con el grupo de Nermus y los otros."

"Maldita sea. ¿Crees que los descubrieron?"

"Es posible. Pero la persona que lo hizo es poderosa y una que no habita esta zona. Según los informes de nuestros agentes, ningún ser sobrenatural de aquí, salvo la líder debería ser un problema."

Los adoradores de Dagon se miraron y solo asintieron. Mientras caminaban, uno pareció recordar algo y habló.

"Oigan."

El resto de los miembros se detuvieron y miraron a quien había hablado.

"¿Creen que quien detuvo al grupo de Nermus este aliado con la chica contra la que el luchó?"

"Es posible. Esa chica era muy fuerte. Mas que muchos de nuestros miembros más novatos. Pero eso no le sirvió de nada contra él. Él ha recibido un gran poder por parte de lord Dagon, así que le fue fácil destrozar a esa mocosa." Dijo con burla uno de los adoradores.

"Eso fue una completa lastima. La chica se veía bonita. Hubiese sido mejor que la capturase para que juguemos un poco con ella. Eso nos habría ayudado a aliviar el estrés de muchos." Dijo otro adorador con una sonrisa malvada en el rostro.

"Ja, ja, ja. Tienes razón. Hubiese sido divertido divertirse con ella. Tenía un buen trasero."


Asia, quien seguía escondida en los arbustos escuchaba como los miembros del culto de Dagon se burlaban de alguien y como se lamentaban de no haber podido jugar con ella. Ella no necesitaba más información para entender que ellos habían planeado capturar a la chica y violara. Ella comenzó a sentir asco con cada palabra que decían los sectarios, pues algunos comenzaron a ser muy descriptivos con lo que le hubiesen hecho a aquella chica. Si Asia estaba molesta por lo que habían dicho antes, cuando escuchó que mencionaron que la chica tenía el cabello negro con blanco y que tenía alas plateadas, ella se enojó como no lo había hecho nunca.

Llevando su mano a la empuñadura de su espada, Asia salió lentamente de donde se estaba ocultando. Sus pasos eran firmes y decididos, pero extrañamente también eran silenciosos. Aquello le permitió acercarse unos pocos metros a los sectarios, quienes se percataron de su presencia cuando estaba a veinte metros.

Los sectarios miraron en dirección de Asia y se asombraron, pues no esperaban ver a alguien por aquí.

"¿Oye, no se supone que se había lanzado un hechizo que había dormido a todos los humanos de esta ciudad?" preguntó uno de los sectarios.

"Sí. Se supone que Aloys los puso a dormir a todos no solo con el hechizo, sino que también envenenó los suministros de agua potable con un veneno de somnolencia." Respondió otro sectario.

"Bueno, eso no importa." Dijo otro adorador de Dagon llevándose una mano a la boca mientras miraba a Asia de arriba hacia abajo. "La charla sobre lo que le haríamos a la otra chica me puso caliente. Así que pido el primer turno con ella."

Luego de aquellas palabras, el miembro del amanecer mítico cargó contra Asia con la intención no de matarla, sino de capturarla para disfrutar con ella un rato. Se movía muy rápido, por lo que no le tomó mucho llegar a unos escasos tres metros de distancia. Mientras corría, una sonrisa macabra se hizo presente en su rostro. Sin embargo, esa sonrisa murió al ver el rostro de Asia, pues ella tenía una mirada de furia muy aterradora, la cual era acentuada por sus ojos, cuyos iris eran de color rojo.

"¿Qué?" fue lo único que pudo decir, pues ni un segundo después su cuerpo fue dividido por la mitad de manera vertical por la espada de Asia.

Los ojos de los sectarios se abrieron de sorpresa y miedo al ver como su compañero era asesinado tan fácilmente. Uno de ellos, miró bien a Asia y lentamente dio un paso hacia atrás, pues reconoció su rostro.

"¿Bruscius? ¿Qué sucede por qué tiemblas?" preguntó un sectario viendo a su compañero retroceder con el rostro en blanco.

"E-e-ella…"

"¿Ella que?"

"Ella es «La Sacerdotisa dragón»."

El resto de los adoradores de Dagon mostraron caras de horror al escuchar aquello.

"No me jodas. ¿M-me... estas diciendo que ella es la maldita esposa del último sangre de dragón?"

"Mierda. Todos prepárense. Ella no es un enemigo fácil." Ordenó quien parecía ser el líder.

Al escuchar la orden, todos los miembros del amanecer mítico convocaron sus armaduras y sus armas. Viendo que todos parecían listos, el líder ordenó que ataquen. Los adoradores cargaron a gran velocidad contra Asia, tratando de abrumarla con los números.

Asia los vio cargar contra ella y lentamente se preparó. Haciendo un gesto, convocó su balance breaker. Si bien podía destruirlos sin usarlo, ella estaba tan molesta por lo que dijeron sobre lo que le harían a su amiga que solo quería destruirlos y no dejar nada de ellos. Cuando vio llegar al primero, Asia esquivó fácilmente el ataque de la maza enemiga. Viendo que había una abertura en la defensa del sectario, ella rápidamente movió su espada en diagonal y terminó cortando la armadura enemiga. La armadura daedrica conjurada intentó en vano resistir, pero contra el filo de una espada hecha de hierro meteórico, bueno… no hubo mucho que la armadura pueda hacer.

Al ver la facilidad con la que murió su compañero, dos sectarios decidieron atacar a Asia de manera simultánea, pero ella esquivó al primero agachándose, mientras que dio un giro para esquivar al segundo. Cuando terminó de esquivar, Asia conjuró tres círculos mágicos y de estos lanzó varias cuchillas de viento, las cuales mutilaron a los dos sectarios. Luego de ese ataque, Asia tomó la postura característica para poder usar «Akachim» y diciendo el canto de activación, rápidamente salió disparada contra sus enemigos.

Los miembros del amanecer mítico miraron con horror como Asia se acercaba a ellos envuelta en llamas, la cual al avanzar unos cuantos metros comenzó a cambiar de forma, tomando el aspecto de un dragón, el cual abrió sus fauces al acercarse. Al ver que no sobrevivirían, muchos de ellos dejaron caer sus armas y se entregaron a la muerte.

El ataque de Asia siguió su camino como si nada y terminó engullendo a sus enemigos. Cuando terminó el ataque, no habían quedado ni las cenizas de varios los adoradores de Dagon.

Soltando un suspiro, Asia decidió irse, pero cuando dio unos pasos escuchó toser a uno de los dos adoradores que había atacado con magia. Quedándose quieta unos segundos, Asia decidió acercarse a él. Llevando una mano a su bolsa trasera, Asia sacó un pergamino.

Cuando llegó al lado del herido, Asia lo vio muy pálido. Era obvio que el sujeto estaba a las puertas de la muerte, por lo que rápidamente desató el pergamino y usó el hechizo guardado en su interior. Poniendo su mano en la cabeza del adorador, Asia rápidamente comenzó a leerle la mente.

'Ya veo…. Este sujeto no estaba con este grupo cuando atacaron a Lint.' Pensó Asia con el ceño fruncido. Sin embargo, decidió seguir ahondando en la mente del sectario antes de que este exhale su último aliento. En el mismo momento en que ella terminó de leerle la mente, el adorador dio su último aliento y abandonó este mundo.

'Esto es malo. Ellos están infiltrados en varios lugares y planean atacar el …' los pensamientos de Asia se detuvieron cuando un círculo mágico apareció en su oído. Contestando la llamada, sus ojos se abrieron cuando escuchó la voz de Lint en el otro extremo.


Lint se encontraba caminando por los pasillos de la mansión mientras se dirigía a reunirse con Tiamat, pues pronto partiría con ella y con Marie hacia el templo que era el hogar de la familia de Kunou. Ella iba vestida con una versión mejorada de su traje de exorcista. Sus pasos eran agiles, pues sabía que tenía poco tiempo. Ya había contactado con todos y les había dicho lo que había pasado cuando vigilaba su área de Kioto.

'Ese sujeto es un monstruo. Su poder tiene la misma sensación que los padres de Ed.' Pensó Lint recordando lo poco que podía de la batalla, pues esta había sido tan traumática que su mente había decidido causarle un caso de amnesia disociativa. Sin embargo, pese a ello, ella logró recordar una cosa y es que ella terminó muy mal herida con un enorme agujero en el estómago. Afortunadamente, el encantamiento de emergencia sanó su herida hasta el punto en que esta casi se eliminó por completo.

Mientras seguía pensando, recordó su espada. Si bien para muchos tal vez solo sería un simple objeto, para ella era algo más importante, pues era el símbolo de la confianza de Edzard hacia ella. Este pensamiento llegó porque solo había tres armas fabricadas por Edzard siendo empuñadas por personas fuera del grupo de este. Una era la katana de Tomoe, la otra eran un par de guanteletes de batalla hechos para Koneko y finalmente, su espada había sido la última.

Dejando salir un suspiro de tristeza, ella terminó doblando por una esquina de la casa, solo para tropezar con Marie, quien estaba junto a Tiamat.

"Lint-san." Dijo Marie mirando a la amiga de sus padres.

"Hola, Marie-chan. ¿Estás lista?" preguntó Lint con una sonrisa en el rostro.

"Sí. No puedo creer que estaré en la casa de Kunou." Dijo Marie con una sonrisa, pero luego la sonrisa se puso triste. "Espero que su madre este a salvo."

Lint puso una sonrisa de consuelo en su rostro y se arrodilló hasta estar a la misma altura que la niña. "Tranquila. Estoy seguro de que Issei-san y los otros la salvaran."

Marie asintió ante las palabras de Lint. "Tienes razón, el tío Issei no es tan fuerte como papá, pero seguro podrá salvar a la mamá de Kunou."

Tras esas palabras, Tiamat se acercó a Marie y tocándole uno de los hombros, le indicó que subiera. "Anda a recoger tus cosas, Marie. Partiremos pronto."

Marie miró a la dragona y con una sonrisa rápidamente se fue del lugar para ordenar algunas cosas, pero sobre todo planeaba llevar bastantes dulces. Después de todo, Kunou nunca probó los dulces que su padre hacía.

Al ver que Marie se había ido, Tiamat miró a Lint con preocupación. "Estás segura de que estas lo suficientemente sana como para luchar?"

Lint asintió. "Sí. No puedo dejar que mis amigas luchen solas contra ellos."

"Ya veo." Dijo Tiamat suspirando. Extendiendo su mano derecha, la dragona convocó una espada. Extendiendo su mano, se la entregó a Lint. "Se que no es como tu anterior espada, pero al menos te ayudara a luchar."

Lint tomó la espada y asintió. Sin embargo, al tomarla, no se dio cuenta de que había puesto una sonrisa de tristeza, pues notó que la espada tenía la marca de herrero de Edzard.

"No deberías de estar triste. Edzard te hará una nueva espada pronto." Dijo Tiamat, llamando la atención de Lint.

Lint la miró con confusión, pues no sabía por qué Tiamat decía esas palabras. "¿Qué quieres decir?"

Tiamat puso una sonrisa traviesa en su rostro. Acercando su rostro al oído de Lint, le susurró unas palabras, las cuales hicieron sonrojar a Lint mucho. Sin embargo, cuando la exorcista intentó decir algo, fueron interrumpidos por Marie. Al ver ya lista a la última de ellas, decidieron partir rápidamente hacia el templo.


Edzard corría gran velocidad por las calles de Kioto. La velocidad a la que corría había hecho que varias de las cámaras que median la velocidad de los autos en la ciudad marquen multas a un objeto por sobrepasar la velocidad permitida en toda la ciudad.

'Maldita sea, más les vale seguir con vida.' Pensó Edzard con preocupación mientras corría hacia el castillo donde estaban luchando el ORC y la facción de los héroes.

La causa de la preocupación de Edzard era que Lint le había contado que había luchado contra un Nirmniano que poseía el mismo tipo de aura que sus padres. Además, no solo poseía el aura, sino que poseía un arma que le causaba mucho miedo.

'Las pruebas solo apuntan a una cosa. Un jodido adalid daedrico con un artefacto daedrico.' Luego de aquel pensamiento, Edzard aumentó la velocidad, comenzando a causar grietas por el lugar por donde pasaba.

El corrió durante unos minutos más, hasta que finalmente llegó al castillo. Una vez allí, vio que este estaba vacío.

"Que raro, se supone que estarían todos aquí. Pero no hay nadie, no solo eso. No hay signos de lucha ni de sus olores." Dijo Edzard mirando el lugar de manera analítica. Llevándose una mano a la barbilla, empezó a pensar la posible razón de aquello. Unos segundos más tarde se dio un golpe en la frente, pues recordó algo importante. "Por supuesto. Azazel me dijo que este grupo tenía un sujeto con un sacred gear capaz de crear dimensiones de bolsillo."

Llevando su mano a su bolsillo, Edzard sacó su Shadowkey y abrió un portal hacia donde sentía que estaba la moneda que tenía Rossweisse. Sin perder tiempo, cruzó el portal esperando no encontrar solo cadáveres.


Mientras Edzard corría por las calles, en el palacio donde vivían Yasaka y Kunou, el cual se encontraba en una dimensión separada de Kioto llamada «Urakyoto», se encontraban reunidos la familia de Edzard y el resto del grupo. Ellas habían llegado no hace mucho y Asia, siendo el sublíder del grupo, había ayudado a preparar las defensas para el inminente ataque. Lo primero que se hizo fue enviar a los niños y a aquellos que no podían luchar aun lugar seguro. Segundo, hizo una rápida reunión con los Tengus y los Kitsunes para decidir el plan de acción para proteger el lugar. Luego de unos minutos tras armar los planes, todos estaban en posición.

El grupo de Edzard estaba en una de las torres, pues desde allí podrían ver todo el lugar y podrían reaccionar más rápidamente. Todas las chicas se encontraban platicando como una forma de quitarse la ansiedad pre combate que tenían.

"Saben... Cuando conocí a Edzard el año pasado nunca creí que estaría envuelta en una lucha para defender mi mundo de invasores extra dimensionales." Dijo Aika mientras estaba apoyada en una pared.

"Te comprendo. Yo nunca esperé poder ser libre del control de mi hermano." Dijo Valerie mientras ponía una sonrisa en su rostro.

"Yo lo más probable es que estuviera muerta de no haber conocido a Ed." Dijo Mittelt, pues de no haber sido por Edzard y el resto de las chicas, hubiese sido asesinada por sus supuestos camaradas.

"¿En serio? ¿Cómo es eso?" preguntó Lint mirando a Mittelt.

Mittelt solo puso una sonrisa y no respondido, exasperando a Lint. "Y tu palomita, ¿Qué hubiese pasado si no hubieras conocido a Edzard?"

"Lo mismo que tú. Es posible que estuviese muerta."

"Eso es terrible." Dijo Ingvild mirando a sus amigas.

"Oye, In. ¿Qué crees que estarías haciendo ahora si no hubieses conocido a Ed?" preguntó Aika.

Ingvild puso una sonrisa triste mientras respondía. "Lo más probable es que siguiera durmiendo por la enfermedad del sueño."

Luego de aquellas palabras, Ingvild sintió que alguien le tocaba el hombro. Levantando la vista, vio a Asia y al resto de las chicas sonriéndole.

Asia intentó decirles algo, pero antes de que lograse decir algo, sus ojos se entrecerraron y miró hacia el frente.

"¿Asia?" preguntó Mittelt acercándose.

"Ya están aquí." Dijo Asia mirando al frente con el ceño fruncido.

¡Bommm!

Una gran explosión sacudió por completo el recinto. Posando la mirada en el lugar de donde se originó, las chicas vieron como en el lado derecho del castillo había un gran boquete.

"¡Vamos!" gritó Asia mientras desenfundaba su espada y volaba hacia allí.

El resto de las chicas asintieron y siguieron a su sublíder.


Mientras comenzaba el ataque al Palacio Youkai, dentro de la dimensión generada por el sacred gear «Dimension Lost», la facción de los héroes y los miembros del pacto de Kuoh estaba en un gran aprieto.

Inicialmente había habido una batalla entre ambos grupos mientras Saji se encargaba de detener a Yasaka, quien había tomado su forma de zorro. Dicha forma era la de un zorro de pelaje dorado de gran tamaño, la cual medía fácilmente varios metros de altura. El resto de los miembros se habían enfrentado a un enemigo de la facción de los héroes cada uno. Kiba y Xenovia se enfrentaron a Siegfried, un joven que era muy similar a Lint, ya que también tenía el cabello blanco y los ojos rojos. Su vestimenta consistía en un uniforme de estudiante japonés con una gabardina de exorcista. Rossweisse luchó contra Heracles, quien era un hombre de dos metros de altura con un cuerpo bien formado y cabello gris hasta los hombros. Vestía un uniforme japonés y sobre este una especia de armadura griega antigua. La siguiente fue Irina quien lucho contra una linda joven rubia de ojos azules que vestía una armadura, el nombre de la chica era Jeanne. Finalmente, la batalla entre Issei y el líder de la facción, Cao Cao, el portador del primer Longinus, una lanza llamada «True Longinus». Él era un joven apuesto de cabellos negros y ojos azules que vestía un atuendo de estudiante japones mesclado con un atuendo chino antiguo.

La batalla entre ambos grupos fue intensa, pero casi todos fueron derrotados por sus enemigos. El único que había logrado darle batalla a su enemigo fue Issei, quien habiendo despertado una nueva habilidad llamada «Movimiento Ilegal Triama», el cual le permitía que el scaled mail de Issei cambiara a tres formas distintas para poder luchar con diversos atributos. Con esta habilidad, Issei había logrado arrinconar a Cao Cao. Sin embargo, fue en el momento culminante de la lucha que todo se fue al infierno.

Todo inicio cuando de la nada un gran rayo rojo impactó en la forma de zorro de Yasaka, haciendo que cayera al suelo inconsciente. La fuerza del impactó generó una gran onda de choque hizo que Saji, quien estaba usando una transformación de su sacred gear para parecerse a Vitra, terminase siendo enviado hacia donde estaba el resto del grupo, quienes ya se habían recuperado gracias a las pociones que Edzard les había dado y a algunas lágrimas Phenex.

Unos segundos después, se escucharon pasos. Cuando todos miraron a quien había aparecido, nadie lo reconoció. El ser que había aparecido era un humano de unos dos metros de altura. Su cabello era blanco y sus ojos eran rojos con la esclerótica negra. Este sujeto llevaba por vestimenta una especia de túnica de monje, pero con el pecho descubierto. Sus piernas y brazos estaban protegidos por piezas de armaduras muy similares a las que usaban los adalides que atacaron la reunión en el inframundo.

Ese sujeto no los saludo ni nada cuando los vio, sino que se lanzó de frente a atacarlos. Primero inicio con los miembros de la facción de los héroes. La primera persona en recibir el ataque fue Heracles, quien haciendo uso de su sacred gear, «Variant Detonation», comenzó a generar explosiones con cada golpe que intercambiaban. La batalla fue destructiva, pero las habilidades del recién llegado superaron con creces a las de Heracles. Además, tenía una fuerza física tan fuerte como para abrumar a Heracles y su sacred gear sin ningún problema. Fue en medio de dicho altercado que ocurrió la primera de las bajas de la noche, y es que el plexo solar de Heracles fue atravesado por el puño del recién llegado.

Luego de matar al miembro de la facción de los héroes, el extraño se dirigió hacia Jeanne, quien presa del miedo, usó el balance breaker de su sacred gear, «Blade blacksmith» para crear un dragón hecho de cuchillas, pero este dragón no duro mucho, pues el extraño dio un salto y con un movimiento de trescientos sesenta grados, dio una patada tan fuete que destrozó la cabeza del dragón en varios pedazos. Luego de aquello, se lanzó para acabar con la vida de Jeanne, pero en ese momento, alguien se interpuso en el ataque.

Siegfried se había interpuesto entre el ataque que iba a recibir Jeanne usando su espada. La espada usada era un mandoble de color carmesí con detalles en oro. La hoja era larga y se anchaba al llegar a la punta. En dicha punta, la espada tenía tres pequeños orificios. La espada era Gram, la más poderosa de las espadas demoniacas, también conocida como «La Espada del Emperador Demoniaco». Además de dicha espada, Siegfried tenía otras cinco espadas. Él podía hacer esto gracias a su sacred gear, «Twice Critical», el cual normalmente duplica el poder del usuario. Sin embargo, el ex exorcista tenía un balance breaker llamado «Chaos Edge Asura Ravage» el cual creaba cuatro brazos draconianos en la espalda de Siegfried. Las cinco espadas eran Balmung, una espada larga cuya hoja era de dos tonos de morado con un extraño adorno en forma de ojo en su guarda. La siguiente era Nothung, la cual era una espada con una hoja más ancha de lo normal, con una guarda de color azul, la cual tiene un diamante en el centro. La siguiente es Tyrfing, una espada larga de doble filo completamente de color negro, salvo por cuatro patrones en forma de diamante en el centro de la hoja y una guarda en forma de cruz. Otra espada era Dáinsleif, la cual era espada de aspecto demoniaco, era de color purpura oscuro y tenía una guarda con aspecto de alas de demonio, con tres gemas rojas incrustadas en la hoja. Finalmente, llevaba la espada de luz genérica que usaban todos los exorcistas.

El joven espadachín se había batido en duelo formidablemente contra su enemigo, pero por más que usase sus espadas, estas no lograban perforar el acero de las piezas de armadura que tenía su enemigo. Cuando recibió el primer golpe, Siegfried fue enviado a volar varios metros como si fuese una hoja de papel. El resto de la batalla transcurrió con Siegfried luchando por tratar de abrumar a su enemigo, el cual ni se inmutaba por las espadas demoniacas. La batalla duró unos minutos, hasta que finalmente, Siegfried recibió una potente patada en el pecho. La fuerza de dicho golpe estaba fuera de los limites conocidos, ya que ese solo golpe terminó por destrozar todo el plexo solar del humano artificial hasta el punto en que todos sus órganos internos, los cuales estaban destrozados, eran visibles por todos.

Muchos de los que vieron esta vista casi vomitan. Sin embargo, no podían darse el lujo de hacer aquello, ya que ahora estaban frente al monstruo que había aparecido.

"Venga, ¿en serio eso es todo lo que tienen?" dijo el extraño con una sonrisa sedienta de sangre en su rostro y usando un tono de voz que mostraba una gran cantidad de arrogancia.

Todos los presentes en el lugar observaron como el extraño los miraba como si sopesara su nivel de poder solo con verlos. Estuvo mirándolos lo que para ellos parecieron horas, pero todos sabían que no había pasado ni un minuto. Sin decir una palabra, el extraño comenzó a acercarse a Issei y al resto de los demonios.

"De entre los que están aquí, tú eres el que tiene el potencial de ser el más peligroso. Puede que nadie lo note, pero me percaté que desde que me viste tu poder a estado aumentando de manera silenciosa." Tras aquellas palabras, el extraño rápidamente se abalanzó contra Issei, quien tuvo que saltar a un lado para esquivar un golpe. Sin embargo, de la nada, el cuerpo de Issei salió disparado varios metros, pues el puño había generado una onda de viento, la cual terminó por impactar en Issei.

"Wagg." Fue lo único que dijo Issei mientras escupía una gran cantidad de sangre por su casco. Llevándose una mano al pecho, Issei sintió como una parte de su armadura estaba destrozada.

El rostro de todos ahora estaba desencajado por la sorpresa, pues nadie se esperó que solo la fuerza del viento del golpe hubiese creado tal cantidad de daño. Esto les demostraba que solo había estado jugando cuando luchó contra Heracles y Siegfried.

El extraño puso una sonrisa de emoción cuando vio como la armadura de Issei se reparaba. "Increíble. Así que, no importa cuantas veces destruya tu armadura, esta se regenerara…. ¡Perfecto!"

Luego de aquellas palabras, el extraño volvió a cargar contra Issei, pero antes de llegar al joven demonio, fue interceptado por Xenovia y por Kiba. Ambos demonios usaron sus espadas para intentar asesinar al extraño, pero sus ataques fueron inútiles. El extraño uso sus guanteletes como protección y con un movimiento rápido, logró desviar el impacto de ambas armas. El movimiento hizo que ambos demonios tuvieran la guardia baja, lo cual fue aprovechado por el extraño para lanzarles dos golpes. Sin embargo, estos nunca impactaron, pues el extraño recibió un rayo de magia sagrada por la espalda.

El extraño se tambaleó un poco y mirando hacia atrás, vio que Cao Cao era quien le había atacado.

"Ja. Un ataque por la espalda. Supongo que no puedo esperar otra cosa de alguien que se ha aliado con las ratas que le sirven a Molag Bal." Susurró el extraño para luego desparecer en un estallido de velocidad.

Los ojos de Cao Cao se abrieron con sorpresa cuando vio aparecer al frente de él al extraño. Rápidamente movió su lanza e intentó apuñalarlo, pero fue en vano, ya que su ataque fue muy lento y su enemigo logró desviar el ataque. Sin embargo, antes de que este contratacase, recibió un golpe de parte de Issei quien usaba su promoción a «Torre» para tener más fuerza física. La potencia del golpe no solo estaba aumentada por el atributo de la Torre, sino también por el de caballero, ya que Issei había usado previamente la promoción a «Caballero» para ganar velocidad. La fuerza hizo que el extraño terminará volando unos diez metros, permitiendo que se separase de Cao Cao.

"Con esto estamos a mano, Cao Cao." dijo Issei con molestia, pues no le gustaba el hecho de tener que salvar a quien había causado tanto daño a los Youkai.

Cao Cao solo asintió y poniéndose de pie, habló. "Propongo una tregua hasta que logremos detener a este tipo."

Issei asintió, pero también se encontraba preocupado, pues no sabía cómo podrían derrotar a su enemigo. Si bien él podía duplicar su poder, este no era infinito, ya que una vez que su cuerpo alcance su límite, no podría aumentar más su poder, ya que de hacerlo corría el riesgo de destruir su propio cuerpo.

'¿Qué hacemos? ¿Cómo podemos derrotarle?' pensó Issei mientras veía como el extraño se ponía de pie.

Mientras Issei estaba pensativo en como luchar, el resto de sus compañeros se unieron a él. Lo mismo pasó con Cao Cao, quien fue rodeado por el resto de sus compañeros.

"Ja, ja, ja. Así que me atacaran todos juntos." Dijo el extraño mientras ponía una sonrisa de emoción en su rostro. "¡Eso es perfecto! ¡Vengan con todo lo que tengan!"

Luego de gritar, se lanzó a gran velocidad contra ellos. En un parpadeo estuvo frente a ellos. Levantando el puño, lanzó un poderoso golpe, el cual fue esquivado por casi todos. Aquellos que no fueron lo suficientemente rápidos, terminaron por salir volando gracias a la ráfaga de viento generada.

Issei cargó y lanzando un combo de puñetazos y patadas, comenzó un combate cuerpo a cuerpo contra él. Lanzando un potente puñetazo, Issei intentó derribar a su enemigo. Lamentablemente, este golpe no hizo nada en contra de su enemigo, pues este detuvo el ataque con su mano, atrapando así el puño de Issei. Tras eso, el contraatacó usando dicho brazo para jalar a Issei hacia él, para luego rápidamente darle un potente golpe en el estómago. El golpe hizo que el cuerpo de Issei se doblase em V antes de salir disparado como un cohete.

Tan pronto como Issei salió volando, Kiba, Xenovia, Irina y Jeanne se lanzaron contra el extraño. Moviendo sus armas a gran velocidad, todos lanzaron ataque combinados. Parecía algo extraño, pues a pesar de haber sido enemigos no hace mucho, podían coordinarse de una manera prodigiosa. Sin embargo, eso fue en vano, pues el extraño esquivaba los ataques o los desviaba usando sus guanteletes.

Irina se elevó varios metros usando sus alas y moviendo su mano, creó varios aros de luz, los cuales arrojó mientras gritaba. "¡Toma esto!"

Los aros de luz se acercaron al extraño, quien, apretando sus puños, hizo que estos se encendieran en llamas. Lanzando varios golpes rápidos, hizo que este fuego se disparara en forma de varias bolas, las cuales se dirigieron hacia Irina. La velocidad de las bolas de fuego superó con creces las de los aros de luz y terminó por destruirlos de un solo golpe. Tras aquello, las bolas de fuego que no impactaron en los aros de luz siguieron su caminó y terminaron por impactar en Irina, creando una gran explosión.

"¡Irina!" gritó Xenovia con preocupación al ver a su amiga ser herida. Apretando los dientes, se lanzó contra el extraño y comenzó a intentar cortarle usando su nueva espada. Su espada «Durandal» se había convertido en una nueva espada, la cual había sido renombrada como «ExDurandal». Esta espada ahora no solo contenía el poder de la espada sagrada Durandal, sino que también llevaba los fragmentos de «Excalibur», los cuales actuaban como una vaina para mantener contenida el aura de la propia «Durandal» a la vez que le permitía al usuario usar las habilidades individuales de los fragmentos de «Excalibur». Sin embargo, la ira había hecho que los ataques de Xenovia se volvieran erráticos y muy fácil de predecir. Lo que fue aprovechado por su enemigo, quien desvío uno de los ataques y tomó a Xenovia por el rostro y de un solo movimiento, la golpeó contra el suelo. La fuerza del impactó fue tal que ella terminó inconsciente.

Al ver a su compañera fuera de combate, Kiba se lanzó contra el extraño para intentar sacar a su amiga de allí. Lamentablemente, su velocidad no fue lo suficientemente rápida como para tomar por sorpresa al extraño.

"Realmente eres rápido. Sin embargo… ¡No es suficiente!" gritó el extraño mientras detenía el ataque de Kiba, para luego golpear la pierna de apoyo del demonio. Con aquel movimiento, Kiba quedo en el aire, cosa que fue aprovechada por su enemigo para tomarlo por una pierna y proceder a estamparlo varias veces contra el suelo. La fuerza de los repetitivos impactos terminó por dejar fuera de combate a Kiba.

Luego de aquello, el extraño vio a Jeanne y moviendo su brazo, lanzó a Kiba como un proyectil improvisado contra la espadachina. El cuerpo del demonio impactó en el abdomen de Jeanne, quitándole el aire. La joven salió disparada y terminó por impactar en uno de los muros de la réplica del castillo.

Al ver que casi todos los que lo atacaron estaban fuera de combate, el comenzó a caminar hacia los restantes. Sin embargo, antes de llegar se vio obligado a saltar hacia un lado, pues del cielo comenzaron a llover cientos de hechizos. El extraño comenzó a correr por el lugar, esquivando los ataques y deteniendo algunos con sus guanteletes. Cuando el ataque terminó, el extraño miró hacia el cielo y vio a Rossweisse volando sobre él.

Rossweisse había atacado con un bombardeo de hechizos cuando vio que el extraño estaba distraído. Había tenido la esperanza de que su ataque lo tomara por sorpresa, pero no funcionó. Por lo que al ver eso, comenzó a volar más alto para ganar distancia de seguridad. Sin embargo, antes de que tomara mucha más altura, sintió que la tomaron del pie. Mirando hacia abajo, vio como el extraño la había atrapado el pie. Al ver aquello, su rostro mostro pánico, lo que provocó que una sonrisa cruel apareciera en el rostro del extraño.

El extraño no perdió ni un segundo y rápidamente jaló a Rossweisse hacia él, para luego proceder a darle un potente golpe en el estómago. El cuerpo de Rossweisse se dobló en V por la fuerza, para luego salir volando unos cuantos metros. El cuerpo de Rossweisse derrapó varios metros. Sin embargo, a diferencia de resto de sus compañeros, ella no cayo inconsciente y lentamente comenzó a ponerse de pie nuevamente.

Al ver que su enemiga no había caído como el resto con un solo golpe, el extraño levantó una ceja con confusión. "¿Cómo sigues despierta?"

Rossweisse puso una sonrisa en su rostro mientras extendía sus manos y creaba cientos de círculos mágicos. "Comparados con los de él, tus ataques son muy débiles:"

La joven valquiria había dicho eso gracias a que junto con el resto de sus amigas había entrenado bajo la supervisión de Edzard, quien solo se había contenido lo suficiente como para evitar causarles daños permanentes. Además, su armadura de valquiria había reforzada con encantamientos Nirmnianos, lo que aumentó su resistencia y tasa de recuperación de las heridas.

El extraño miró a Rossweisse y en vez de enojarse con el insulto indirecto, puso una sonrisa sedienta de sangre.

"¡ja, ja, ja! ¡Esplendido! ¡Nunca espere que hubiese seres de bajo de rango tan fuertes como tú y esa chica de alas plateadas en este mundo!" gritó el extraño mientras se inclinaba ligeramente hacia el frente y ponía su pierna derecha adelante de la izquierda. "¡Como muestra de respetó, te enseñare una versión degradada de mi mejor ataque!"

Al terminar de gritar, las grebas que llevaba el extraño comenzaron a irradiar energía en grandes cantidades. Ni dos segundos pasaron luego de las palabras del extraño cuando este salió disparado como un cohete contra Rossweisse.

La valquiria miraba con horror como su enemigo se acercaba a ella. Si bien él era rápido, eso no era todo, ya que incluso si ella intentase esquivarlo, eso sería muy complicado, ya que cada paso que daba el extraño hacia remecer el suelo como si de pequeños terremotos se tratase. Estos pequeños terremotos hacían que ella se tambalease, evitando que pudiese moverse bien por el lugar.

"¡Este es el fin! ¡Muere!" gritó el extraño estando frente a Rossweisse y tratando de lanzarle una patada de hacha.

El tiempo se hizo más lento para Rossweisse mientras veía el ataque llegar. Sus ojos estaban tan fijos en el ataque, que no se percató de que a lado de donde estaba un recién despertado Issei se abría un portal. Una sombra negra salió de dicho portal y moviéndose a una velocidad extraordinaria, se interpuso entre Rossweisse y el extraño.

Los ojos de Rossweisse se abrieron cuando el sonido de metal chocando se hizo presente. Al estar tan cerca del choque de aceros, ella pudo escuchar un sonido similar al de la lluvia cuando esta golpea el suelo. El golpe en hacha fue desviado cuando siete estocadas impactaron en las grebas. Sin embargo, no todo terminó allí, ya que, el extraño salió volando varios metros, cortesía de un potente golpe que recibió en el abdomen.

Los ojos de todos los que estaban consientes se abrieron al ver a Edzard parado frente a Rossweisse. Él había detenido el ataque enemigo usando el Rawlith Khaj Rawlith (Lluvia del desierto Lluvia). Esta forma del Rawlith Khaj se centraba en el uso de rápidas estocadas para matar al enemigo usando ataques precisos y veloces.

"Ya es cansado tener que salvarles el trasero tantas veces." Dijo Edzard sin mirar a nadie más que a su enemigo. "Cuando esto termine tendrán que someterse a un entrenamiento exhaustivo."


Nota de autor:

A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.

Y aquí el capítulo 45, XD.

Aquí hemos visto la aparición de un adalid diferente, también, vemos como ha resurgido uno de los cultos o sectas daedricas mas conocidos de todos, el infame Amanecer Mítico. Y como era de esperar, estos están por hacer lo mismo que hicieron sus homólogos durante la tercera era. Además, a diferencia del canon en DxD en este enfrentamiento si ha habido bajas para una parte.

Sobre el Rawlith Khaj, se sabe que este estilo de lucha tiene diferentes posturas o formas de ataque, tales como "Lluvia", "Sol"; "Viento", "Arena", entre otros más. Cada una de estas formas de ataque estará diferenciada por la forma en que Edzard moverá el arma y estará acompañada por algún elemento representativo tal como el sonido de lluvia o el de un ventarrón, etc.

Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.