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Capítulo 48
—Bal no es como otros Príncipes, él es muy paciente con sus planes y tiende a dejar que sean otros los que hagan el trabajo sucio antes de involucrarse—
Valerica a Asia durante su entrenamiento.
El cielo nocturno estaba completamente despejado, permitiendo ver el cielo estrellado que tenía la dimensión de bolsillo que era la ciudad de los Youkai de Kioto.
"Ahhhhh…. Realmente se siente bien darse un baño en las afueras." Dijo Edzard mientras estaba sumergido en una de las aguas termales que había en el castillo de Yasaka. "Esto me recuerda a las aguas termales que hay en la Marca Oriental."
Una sonrisa se hizo presente en el rostro de Edzard, pues comenzó a recordar que en uno de los pocos viajes que había hecho a Ventalia para sus deberes como thane, se había ido con Asia, dejando a Marie en Soledad junto con Aela y Serana. Cuando Edzard terminó los asuntos que tenía allí, partió rápidamente junto con Asia de regreso a Soledad. Si bien el camino de retorno lo pudieron haber hecho en barco, reduciendo el tiempo de viaje, decidieron caminar una parte del trayecto para luego ir a lomos de Odahviing hasta Puente del Dragon. Y mientras caminaban por la carretera que unía la ciudad de Riften con Ventalia, pasaron por las aguas termales producida por la actividad volcánica de aquella zona.
'Asia se emocionó mucho al verlos.' Pensó Edzard con una sonrisa mientras recordaba como su esposa saltó de alegría al verlas y luego le pidió que se dieran un rápido baño allí. Si bien él pudo haberse negado, fue el rostro de felicidad de su esposa lo que hizo que cediera y terminara aceptando. Así que, ambos se habían desnudado y se habían metido a las cálidas aguas de estos estanques naturales. Pese a que ambos habían querido solo relajarse allí, al final el deseo de verse desnudos y estar al aire libre, hizo que terminaran por tener su primera noche de pasión al aire libre.
"Parece que está recordando algo muy interesante, Edzard-dono." Dijo con un toque de diversión la voz de una mujer desde la espalda de Edzard. "O al menos eso indica cierta la gran sonrisa que tienes en el rostro."
"Pensé que estos baños no eran mixtos." Respondió Edzard sin voltearse, pues sabia de quien era la voz. "Aunque parece que me equivoque, no es así, Lady Yasaka."
"Bueno, no son mixtos, pero ser la dueña del lugar donde están me debería dar ciertos privilegios. ¿No lo crees?" preguntó Yasaka mientras se sentaba al lado de Edzard en las aguas termales.
"Bueno, no puedo contradecir nada de eso." Respondió Edzard mirando a la mujer a su lado.
La hermosa Kitsune tenía sus orejas y sus colas expuestas las cuales parecían moverse de manera divertida. Además, el voluptuoso cuerpo de la Kitsune, el cual estaba completamente desnudo, podía hacer que cualquier hombre, ya sea adulto o joven, se incomodara. Sin embargo, Edzard era capaz de controlarse de mejor manera que otras personas, por lo que pudo controlar mejor su vista y no quedarse embobado mirando los enormes atributos de la Kitsune.
"Mou, parece que sabes controlarte mejor que muchos." Dijo con voz divertida Yasaka a la par que fingía estar decepcionada al ver que no había podido hacer que Edzard se sonrojase al estar desuda junto a él.
"Je, je." Rio divertido Edzard al escuchar aquellas palabras. "Créeme, si fuera otra persona ya estaría babeando por la cantidad de piel que muestras, pero para tu mala suerte ya tengo experiencia lidiando con cosas como esta. No eres la primera mujer que intenta hacer esto."
Las palabras de Edzard hacían clara referencia a las varias veces en que Aela y Serana habían hecho lo mismo para incomodarlo cuando vivía en Nirm.
"Ohh… ya veo." Dijo Yasaka haciendo un pequeño puchero de decepción.
Tras aquellas palabras, ambos se quedaron en un cómodo silencio, disfrutando de las aguas. Sin embargo, este silencio fue roto cuando Yasaka volvió a hablar.
"Edzard-dono, gracias por ayudarme a despertar y por ayudar con la defensa de mi pueblo."
Edzard abrió su ojo derecho, pues había estado descansando esos instantes con ambos ojos cerrados. Posando su ojo en la Kyubi, el joven dragón solo soltó un suspiro antes de hablar.
"No tienes que agradecerme por ayudarte. Solamente hice lo que muchos abrían hecho."
Yasaka puso una sutil sonrisa en su rostro, para luego dejarse caer y apoyar su cabeza en el hombro de Edzard. Esta acción hizo que Edzard se sobresaltara un poco, pero aparte de esa reacción, el ultimo hijo de Akatosh no hizo nada más.
"Sabes, si alguien ve esto se hará malas ideas." Dijo Edzard mientras sentía su rostro enrojecer ligeramente, pues Yasaka había tomado su brazo derecho, el cual ahora estaba tocando su pecho izquierdo.
"Puede que si, pero también lo hará el beso que me diste." Dijo Yasaka con una sonrisa en su rostro.
"¿C-como…?"
"¿Cómo me entere?" interrumpió Yasaka mientras su sonrisa se ampliaba al mismo momento en que comenzaba a ver como Edzard comenzaba a retorcerse un poco. "Es fácil convencer a Kunou de que me diga las cosas."
Edzard miró a Yasaka y volvió a suspirar, pues no se esperó eso.
"¿Y qué harás con esta información?" preguntó Edzard con un poco de temor, no porque sus amantes lo dejaran, sino porque ellas lo iban a mandar a dormir en la perrera. Una perrera que aún no sabía por que mantenían, pues no tenían perro alguno.
"Nada." Respondió Yasaka de manera rápida, para luego soltar una risita divertida.
Edzard se hubiese caído de cara si hubiese estado de pie, pero al estar sentado lo único que hizo fue suspirar y luego poner una sonrisa. "Me habían dicho que los Kitsunes eran bromistas, pero nunca espere que hicieras una broma con algo tan delicado como eso."
"Je, je. Que puedo decir, te estabas portando tan rígido y el que no te emocionaras al verme desnuda me hizo enojar un poco." Dijo Yasaka mientras le sacaba la lengua a Edzard de manera juguetona.
La forma en que la kitsune se reía hizo que Edzard también riera con ella.
En una sala ricamente adornada del palacio de Yasaka se encontraban reunidos Edzard, Yasaka y Azazel. Los tres se encontraban reunidos tratando las acciones que se tomarían ahora que la invasión de las tropas de Dagon había sido contenida.
"Entonces, ¿Cuánto de la ciudad ya ha sido reconstruida?" preguntó Edzard mirando a los dos lideres.
"Solo hemos logrado reconstruir el diez por ciento de toda la ciudad." Respondió Yasaka mirando a Edzard de manera intensa. "Eso se debe a que alguien convirtió la mitad de la ciudad en algo similar a un campo arrasado por la explosión de un volcán."
"Eh…Lo siento." Dijo Edzard sonrojándose mientras se rascada la nuca con un poco de pena, pues sabía que fue su thu'um el que convirtió aquella parte de la ciudad en un campo quemado.
"Ah…. No, no te disculpes. Por los informes que me han contado, sino hubieses hecho lo que hiciste era posible que muchos hubiesen muerto. Así que, no te disculpes." Dijo Yasaka luego de suspirar y llevarse la mano a la cabeza, pues le dolía bastante en pensar en la cantidad de recursos que se gastarían en reconstruir todo. El pensar en los recursos a gastar, la líder de Kioto recordó algo importante. ""Azazel-dono, ¿Cuándo estaría Serafall-dono de regreso con la respuesta al pedido de materiales que hicimos a los demonios?"
"Serafall no debería de demorar más de dos días, como máximo." Respondió Azazel mientras se llevaba una mano al mentón. "Después de todo, usted ya firmo la anexión de la facción de Kioto Youkai al pactó de Kuoh, por lo que no debería de haber demora al momento de solicitar recursos, pero el problema recaería en la logística necesaria para moverlo todo. Así que, si, creo que dos días será el tiempo necesitado"
Las palabras de Azazel tranquilizaron mucho a Yasaka, quien soltó un suspiro de alivio al saber que tendría recursos para la reconstrucción de su ciudad.
"Bueno, dejando de lado lo de la reconstrucción, ¿Cómo va la limpieza de escombros y el control de daños?" preguntó Edzard.
"Muy bien, hasta ahora casi todo ha sido limpiado de escombros. Además, para sorpresa de muchos, unas pocas estructuras han logrado permanecer intactas." Dijo Yasaka recordando lo que había leído en uno de los informes.
"¿Enserio?" preguntó Edzard con un poco de sorpresa. "¿Qué tipo de estructura?"
"Una pequeña columna circular en el centro de la ciudad."
"¿Una columna circular?"
"Si, una columna circular." Respondió Yasaka mientras comenzaba a decirle a Edzard como era aquella columna.
El ultimo hijo de Akatosh sintió que ya había escuchado o leído sobre una columna con las mismas características, pero al no lograr recordar donde, decidió ignorarlo por ahora.
"Los refugiados aún están en el palacio, ¿verdad?" preguntó Edzard, recordando que había muchas personas sin hogar por ahora.
"Si. Nadie ha dejado el palacio desde que recomendaste que no lo hagan al menos hasta que todo este reconstruido." Respondió Yasaka.
"Bien. Se que suena paranoico, pero no sabemos si Dagon volverá a atacar. Por lo que, mejor prevenir que lamentar."
Yasaka y Azazel asintieron, pues era el curso de acción más razonable. Tras esto, la conversación cambio de tema y se centró en los daedras.
"Así que, ¿los Príncipes Daedricos son dioses malignos de tu mundo natal, Edzard-dono?" preguntó Yasaka mirando a Edzard. Si bien la líder de Kioto ya sabía sobre los daedras y la invasión, gracias a las charlas que había tenido con Serafall, ella tenía curiosidad por saber más sobre ellos.
"Llamarlos dioses malignos no es del todo cierto." Respondió Edzard llamando bastante la atención de Yasaka y en menor medida la de Azazel. "Los daedras no tienen la misma brújula moral que tenemos los mortales. Por lo que no podemos catalogarlos como buenos o malos. Pero si quisieras ponerlo en palabras de los seres de este mundo, bueno, entonces si son malvados."
"Me estoy mareando con la explicación." Dijo Yasaka mientras se llevaba la mano a la cabeza, pues se estaba confundiendo con las palabras de Edzard.
"Si, cada vez que él explica algo sobre los príncipes daedricos terminamos mareados." Dijo Azazel soltando un suspiro de molestia.
"Bueno, discúlpenme por no saber cómo poner en palabras lo que motiva a los príncipes daedricos al hacer lo que hacen." Dijo Edzard con molestia al ver que ambos lideres se quejaban.
Al ver que Edzard se estaba quejando, tanto Yasaka como Azazel decidieron levantar sus manos como símbolo de paz, pues no querían tener a un Edzard enojado con ellos. Afortunadamente, ellos vieron que Edzard solo asentía, mostrando que no estaba enojándose.
"Edzard-dono. ¿En qué nivel están mis soldados en comparación con los soldados daedricos?" preguntó Yasaka, pues recordó que un youkai le había dicho que los daedras eran muy poderosos, por lo que ella tenía curiosidad para saber que tanta diferencia de poder había en comparación con los youkais.
La pregunta de Yasaka hizo que Edzard se llevase una mano al mentón para luego responder. "Estarían al mismo nivel que un daedra de nivel medio, bueno, aproximadamente."
"¿Aproximadamente?" preguntó Yasaka confundida.
"Los niveles de poder de Nirm no se miden de la misma manera que aquí." Respondió Azazel. "Ellos no miden su poder solo comparando la cantidad de magia o poder demoniaco, sino que también toman en cuenta habilidades de lucha físicas, mágicas, habilidades personales entre otras cosas más. De hecho, para nosotros nos es imposible determinar el nivel de poder de ellos con solo verlos. Por ejemplo, si vez a este mocoso de seguro vez a un simple humano, ¿verdad?"
Yasaka asintió, pues Edzard parecía un humano normal por donde se le viese, bueno, ni tan normal, pues tenía un aura muy rara a su alrededor.
"Bueno, él tiene el mismo nivel de poder que un demonio de clase Maou."
"¡¿El mismo nivel de poder que un Maou?!" gritó Yasaka mientras sus ojos se abrían con sorpresa al escuchar aquello, ya que eso quería decir que Edzard era mucho mas poderoso que ella.
"Si, el mismo poder que un Maou. Bueno, eso en su forma actual."
"¿Forma actual?" preguntó Yasaka mirando a Azazel y luego a Edzard.
"Si, este pequeño tiene otra forma, la cual se llama «Aspecto dragón»." respondió Azazel. "El cual lo transforma en un dragón humanoide, el cual es su verdadera raza."
El cerebro de Yasaka hizo corto circuito al escuchar aquello y su cuerpo hizo lo que muchos harían al saber esta noticia, es decir, se desmayó. Para cuando volvió en sí, la líder Kioto terminó por mirar a Edzard y comenzó a tratarlo de manera más formal. Afortunadamente, él le dijo que no le gustaba ese tipo de trato y por ello, ella volvió a tratarlo como antes de saber sobre su origen. La reunión duró varios minutos más, donde Yasaka terminó por aprender todo sobre Edzard y Nirm.
El atardecer pintaba de naranja el cielo de la ciudad de Urakyoto. Ya habían pasado dos días desde que Yasaka había regresado y dos días desde que Edzard y Lint había comenzado una relación amorosa. El joven ángel estaba en las nubes casi todos los días y en varias ocasiones sus alas habían parpadeado de plateado a negro, gracias a algunas palabras un poco picantes de Aika y Mittelt.
A parte de aquello, no habían ocurrido nada nuevo, salvo por ser el ultima dia en que los estudiantes de Kuoh se quedarían en Kioto, pues su paseo escolar ya terminaba. Mientras aquellos que estudiaban en dicha academia estaban haciendo maletas, Edzard se encontraba paseando por las zonas que estaban en reconstrucción, pues a pesar de que Serafall aun no regresaba con nuevos suministros, los pocos suministros que había en el Palacio de Yasaka habían ayudado a reconstruir parte de la ciudad.
'Ummm…. Parece que solo será cuestión de una o dos semanas para que terminen de reconstruir su ciudad.' Pensó Edzard al ver como varios Youkais terminaban de construir algunas casas. Cuando aquellos youkai terminaron su trabajo, comenzaron a conversar y se fueron tranquilamente de regreso hacia el palacio de Yasaka, el cual seguia siendo el lugar donde estaban quedándose los refugiados.
Al verlos irse, Edzard decidió hacer lo mismo y comenzó a regresar hacia el palacio de Yasaka para reunirse con su grupo, el ORC y los miembros del Consejo Estudiantil. Mientras caminaba por las calles recién reconstruidas iba pensando en la razón por la que aún no había vuelto a su casa en el lado humano de Kioto. La razón tenía nombre y ese era Marie. Y es que su pequeña hija le había pedido permiso a Yasaka para quedarse en el palacio o para que le de permiso a Kunou para que vaya a su casa a jugar. Lamentablemente, la heredera de Kioto Youkai no podía dejar el lugar hasta que se sepa que era seguro, por lo que Yasaka le dijo que, si quería, ella podía permitir que se quedaran en el palacio.
Y así, su hija había ido a pedirle que se quedaran, cosa a al que el aceptó, pues él y Asia estaban que le hacían un seguimiento médico a Yasaka para poder estar seguros de que el veneno que había tenido en su cuerpo no le había dejado efectos secundarios. Por lo que, se decidió que tanto el cómo Asia se quedarían en Kioto por lo menos una semana más. Aquello hizo que Marie sonreía de felicidad y se fue corriendo a buscar a Kunou.
'Esas dos han estado yendo a todos sitios juntas. Parece que se han vuelo casi inseparables.' Pensó Edzard con una sonrisa, ya que le gustaba ver a su hija feliz.
Dejando de pensar en la relación de su hija con la hija de Yasaka, Edzard continuó caminando hasta que ingresó al palacio de Yasaka. Tras haber ingresado, fue interceptado por una de las doncellas de Yasaka, quien le dijo que su ama estaba que lo esperaba en la habitación de siempre para su chequeo diario.
"Bien, estaré allí dentro de unos minutos." Dijo Edzard, ganándose un asentimiento de la doncella de santuario.
Al ver a la joven kitsune irse, Edzard comenzó a caminar hacia donde se estaba quedando para buscar algunos suministros mágicos y cuando los tuvo, comenzó a dirigirse a donde estaba Yasaka. Luego de caminar por unos pocos minutos, llegó a donde estaba la líder de Kioto Youkai.
Al ingresar a la habitación, Edzard vio que Yasaka lo esperaba sentada sobre un cojín. La youkai estaba vestida con su atuendo de sacerdotisa de santuario.
"Bienvenido, Edzard-dono." Saludó Yasaka con una sonrisa coqueta en su rostro mientras se levantaba y comenzaba a caminar hacia otra parte de la habitación, donde había un futón.
Al ver la sonrisa en el rostro de la Kitsune, Edzard solo soltó un suspiro. Parece que tendrá que aguantar otra sesión de revisión médica con insinuaciones por parte de Yasaka.
'Parece que aquí vamos de nuevo.' pensó Edzard mientras caminaba hacia el futón, donde vio como Yasaka se arrodillaba y se soltaba el Haori, dejando ver su espalda y sus hombros.
Agachándose a espaldas de Yasaka, Edzard comenzó a examinarla. Pasando una mano por su piel, comenzó a ver si esta mostraba signos de cambio de color, heridas, manchas, etc. Cuando terminó de hacerlo, le dijo a Yasaka que se acostara sobre el futón.
Yasaka obedeció y mientras se giraba, hizo como que se tropezaba y dejaba que Edzard pudiese ver un poco de sus pechos, los cuales habían estado siendo cubiertos por los brazos de la Kitsune. Tras ver como Edzard se puso un poco incomodo por aquello, la líder de Kioto soltó una pequeña risita para luego acostarse y dejar que Edzard siguiese con su examen. Sin embargo, eso no quiere decir que ella no aprovecharía la oportunidad para seguir molestándolo.
"~Ahhh~" gimió Yasaka mientras sentía como Edzard tocaba su espalda. "~No tan fuerte~"
Edzard se estaba enfocando lo mejor que podía en su trabajo mientras trataba de ignorar los gemidos que soltaba Yasaka, los cuales era un claro intento de ella por hacer que él se sienta incomodo. La revisión dejó de ser tan física y comenzó a volverse mágica. Para esta revisión, el usó unos pergaminos mágicos, con los cuales podría ver como estaba el flujo de su poder mágico y si este tenía secuelas de haber sido afectado por el veneno.
"Bien, parece que podemos estar cien por ciento seguros de que ese veneno no ha dejado secuela alguna." Dijo Edzard al terminar de examinar a Yasaka, pues vio que no quedaba rastro alguno del veneno.
La líder de Kioto se levantó y mirando a Edzard, dejó de lado las bromas y le agradeció con una reverencia por su ayuda, pero al momento de levantarse, parpadeó confundida al ver que Edzard no la miraba. Ella no sabía por qué no la miraba, pero luego cuando una brisa fría logró ingresar a la habitación, supo porque no la miraba. Mas rápido de lo que los reflejos de Edzard podían seguirla, Yasaka se cubrió su pecho, el cual había estado completamente expuesto.
La sala quedo en un silencio incomodo, pero al ser personas que tenían experiencia para tratar con situaciones incomodas, ambos lograron superarlo. Tras aquello, ambos se despidieron y se fueron hacia sus respectivas habitaciones.
Mientras Edzard se encontraba con Asia y Marie en el jardín del palacio junto a Yasaka y Kunou, en la habitación donde Edzard y sus amantes pasaban la noche se encontraban Aika y Lint haciendo sus maletas.
"¡Aika! ¿Dónde has escondido mi ropa interior?!" gritó Lint a su amiga al ver que su ropa interior no estaba en su maleta.
"Que sucede Lint-chi." Dijo Aika con una sonrisa inocente. "¿Por qué crees que yo la he tomado?"
"No lo sé, será por que tú y Mittelt han estado escondiendo mi ropa interior desde hace dos días."
"A mí no me metas, palomita. Yo no he tomado tus cosas." dijo Mittelt mientras dejaba de mirar una revista de vestidos de Gothic Lolita que había traído.
Lint solo miró a su compañera y levantó una ceja en forma acusatoria, haciendo que Mittelt sonriera y luego precediera a ocultar su rostro en su revista.
"Ya, Lint-chi, aquí están." Dijo Aika mientras usaba magia y hacia aparecer la ropa de Lint, la cual eran de color blanco y de diseño muy simple. "Deberías de conseguirte otra ropa interior. La que tienes es muy sosa."
"¿Y eso que?" preguntó Lint con molestia mientras volvía a ordenar sus prendas en la maleta.
"Bueno, si quieres hacer más memorable el momento que tendrás en el futuro con Ed, deberías de buscarte una lencería más atractiva. Una como esta." Dijo Aika mientras le mostraba a Lint una tanga de encaje negro que tenía una apertura en el centro.
"Si usas una de esta, estoy más que segura de que Ed se te abalanzara como una bestia, para luego destrozarte y marcarte como su mujer." Dijo Aika mientras se sonrojada y comenzaba a imaginarse a Edzard teniendo sexo duro con ella. "~Ahhh~ El solo imaginármelo me emociona mucho."
Las palabras de Aika hicieron que la sangre de Lint se dirigiera a sus mejillas, causándole un gran sonrojo. Mientras sentía el rostro caliente, la mente de Lint comenzó a divagar y comenzó a imaginarse su primera vez con Edzard. Afortunadamente, logró recuperar la compostura, logrando así no convertirse en un ángel caído.
La reacción de Lint provocó que Aika y Mittelt comenzaran a reírse de ella.
La risa de sus amigas hizo que Lint comenzara a mirarlas con irritación.
"Tranquila, Lint-chi." Dijo Aika ya dejando de reírse de Lint. "Pero hay algo que no entendemos aún."
"¿Qué cosa?" preguntó Lint mirando a Aika.
"¿Hasta cuándo estas planeando retrasar el inevitable momento en que tú y Ed rompan la cama?"
Lint no respondió a la pegunta, porque no quería decirles una fecha exacta, ya que era probable que ella y Mittelt intentarían estar allí escondidas para verla perder su virginidad. Así que, no, ella había decidido no decirles nada.
"No lo se. Supongo que será hasta el momento en que estemos listos." Respondió Lint mientras seguia ordenando sus cosas.
"Ummm…" Dijo Aika comenzando a acercarse a Lint. "Creo que me estas mintiendo. Mi sentido de pervertida me dice que planeas hacerlo ni bien regresemos al palacio."
"Y-y-yo…" tartamudeó Lint al ver que la habían descubierto.
"Bueno, no importa. Igual si no me lo dices me enterare por los gritos que vas a soltar y por cómo no aparecerás varios días por estar en coma adaptándote a tu nuevo poder." Dijo Aika con una sonrisa tortuosa al ver como con las últimas palabras que había dicho, Lint se había estremecido ligeramente.
"Ya Aika, deja a la palomita en paz." Dijo Mittelt dejando su revista a un lado, para luego acercarse a las dos. "Tenemos que apurarnos, ya que la cena es en unos cuantos minutos. Y no creo que quieran llegar tarde."
Al escuchar las palabras de Mittelt, Aika y Lint recordaron que debían ir a cenar hoy, pues se despedirían de Yasaka. Así que, apurando sus acciones, ambas comenzaron a empacar más rápidamente sus cosas.
Edzard estaba apoyado en la barandilla de un balcon que estaba conectado con su habitación en el Palacio de Yasaka. Ya habían pasado más de dos horas desde que terminó la cena que tuvieron con Yasaka, y en este instante se encontraba mirando la ciudad de los Youkai.
'Mañana comenzaran a regresar a sus hogares, al menos aquellos cuyas casas ya estaban reconstruidas.' Pensó Edzard mientras comenzaba a levantarse para volver a donde estaban sus amigos y amantes, quienes estaban descansando en la sala de estar personal de Yasaka.
Girando, Edzard comenzó a caminar hacia la habitación donde estaban reunidos todos. Sin embargo, al momento en que dio el décimo paso, se detuvo en secó. Un escalofrío muy grande se sintió en su cuerpo, a la vez que escuchó un sonido peculiar.
'E-e-ese sonido…' pensó Edzard en pánico para luego comenzar a correr a toda velocidad hacia donde estaban todos reunidos. 'Maldita sea, esto es malo, muy malo, ese sonido y esta inquietud solo la he sentido una vez en mi jodida vida. Y ha sido el dia en que me enfrente a Mannimarco en la Torre de Cristal.'
El sonido que Edzard había logrado escuchar era muy similar al de trompetas amortiguadas. Un sonido peculiar y confuso para muchos, pero para él, era peligroso. Mientras seguia corriendo, atravesó varios pasillos, pasando al lado de cientos de Youkai, los cuales lo miraron con incertidumbre y confusión, pero nadie hizo nada para detenerlo.
Al llegar a la puerta, Edzard la abrió de manera abrupta, sobresaltando a todos los que estaban dentro, pues la puerta de papel fue destrozada por la fuerza que usó Edzard.
"¿Ed?" preguntó Asia al ver a su esposo sobresaltado.
"¡Hay problemas! ¡Yasaka, moviliza a tus tropas y envía a los civiles a un lugar seguro!" gritó Edzard.
La forma en que Edzard gritó, hizo que Yasaka se levantara de manera abrupta y comenzara a dar órdenes a sus doncellas, las cuales estaban en la habitación.
Cuando las doncellas se fueron, todos los reunidos, quienes eran Asia, Lint, Aika, Mittelt, Rossweisse, Ingvild, Valerie, el ORC, el consejo estudiantil, Azazel y Yasaka, comenzaron a preguntarle a Edzard que pasaba.
"Edzard-san, ¿Qué pasa?" preguntó Saji, consulado la duda que carcomía a todos.
"Estamos a punto de sufrir un ataque daedrico." Respondió Edzard mientras comenzaba a explicarles todo lo que podía. Sin embargo, no pudo ni comenzar a hablar cuando todos los que estaban sentados se pusieron de pie, ya que el viento comenzó a aullar con más fuerza. Suponiendo que nada de esto era algo normal, todos comenzaron a correr hacia la puerta principal del palacio. Cuando llegaron, el viento fuerte amainó de manera abrupta y se hizo un silencio muy incomodo.
"No me gusta este silencio." Dijo Kiba mientras inconscientemente usaba su sacred gear para crear su «espada del traidor».
"Concuerdo con el chico bonito." Dijo Issei mientras hacía aparecer el Boosted Gear.
El resto de los presentes hizo lo mismo e invocaron sus armas y sacred gears.
Mientras todos miraban con una mezcla de expectación e intranquilidad el horizonte, un sonido similar a una campana se escuchó.
"¿Qué es ese sonido? ¿Una campana?" preguntó Irina mirando a todos lados para tratar de encontrar la fuente del sonido.
Un segundo después de la campana, se escuchó el chirrido de metal desenrollándose y un segundo después, varias cadenas descendieron del cielo y se incrustaron en varios lugares de los alrededores. Las cadenas generaron un terremoto, el cual sacudió toda la ciudad de Urakyoto.
"¡Por las tetas de Gabriel! ¡¿Qué es esa cosa?!" gritó Azazel con asombro al ver el gran portal circular que apareció en el cielo.
El portal que apareció era tan grande que fácilmente podía cubrir por completo toda la ciudad, sumiendo a todos los que la veían en la desesperación.
"Es un ancla negra, un dispositivo Inter dimensional que puede corroer las barreras dimensionales para robar territorio a otros planos." Dijo Edzard, para luego ver como todos, salvo Asia lo miraban con confusión. Teniendo una gota de sudor en su cabeza, Edzard decidió explicarlo de manera más fácil. "Es un portal que se llevara la ciudad de Urakyoto a Puerto Gélido."
La cara de confusión de todos se esfumó al escuchar las palabras de Edzard, siendo inmediatamente reemplazada por semblantes de miedo y preocupación.
"Edzard-dono… ¿Creo que me pareció escuchar que…"
"Si, escuchaste bien. Esa cosa se llevará a toda la ciudad y a todos los que hay aquí al reino de Molag Bal. No tengo que decirte lo que les pasara a todos los capturados, ¿verdad?" Interrumpió Edzard de manera rápida a Yasaka, para luego mirar a sus compañeras de grupo.
"Chicas, no hay tiempo que perder. A diferencia de los ataques de Dagon, los de Bal suelen ser de ese tipo. Mientras más tiempo nos demoremos en cerrar el ancla negra, mas posibilidades habrán de que este lugar sea arrastrado a Puerto Gélido. Por lo que tendremos que separarnos en grupos para cubrir más terreno. Aika, tú iras con Rossweisse y Valerie. Lint ira con Mittelt e Ingvild. Finalmente, Asia, tú iras con Tiamat, la convocaré dentro de poco."
Las chicas asintieron y comenzaron a juntarse en su grupo.
Mientras ellas se organizaban, Issei y Saji se acercaron a Edzard.
"Ed. ¿Qué hay de nosotros? ¿Cómo nos organizamos?" preguntó Issei.
"Eso es decisión suya. Ya es tiempo de que comiencen a tomar decisiones. Y si mal no recuerdo, sus reyes los nombraron los jefes temporales de sus grupos. Así que, tomen una decisión." Dijo Edzard con voz seria, pero luego puso una sonrisa amistosa al ver que ellos tenían dudas. "Chicos, tranquilos. Ustedes conocen a sus compañeros, por lo que podrán tomar la mejor decisión. Peor si aún tienen dudas, a veces confiar en sus instintos es lo mejor."
Tras decir esas palabras, Edzard se fue y convocó a Tiamat.
"Wow, ¿Qué pasa, jefe? Estaba tomando un baño en el palacio." Dijo Tiamat al aparecer completamente desnuda mientras algunas gotas de agua caían de su cabello mojado.
"Tenemos problemas, Tiamat." Dijo Edzard señalando el ancla negra.
"¡¿Pero que mierda es eso?!" gritó Tiamat al ver el artefacto, pero también al sentir el aura tan terrorífica que lo cubría.
"Es un ancla negra. Y tenemos que cerrarla. Iras con Asia."
Tiamat asintió y luego convocó su vestido. Tras eso, se fue a reunirse con Asia.
"Ed-chan." Dijo Azazel acercándose a Edzard.
Edzard giró la cabeza y miro al caído.
"¿Qué pasa?" preguntó Edzard.
"¿Qué hare yo?" preguntó Azazel mientras ponía una sonrisa en el rostro.
Al oír aquello Edzard puso los ojos en blanco.
"¿Cómo que, que harás?" preguntó Edzard mientras se llevaba la mano a la frente. "No es obvio. Tendrás que luchar, sobre todo si alguno de los dos Adalides aparece."
Al oír aquello Azazel soltó un suspiro, pero luego asintió para irse a prepararse para luchar.
"Ya está todo." Dijo Edzard al ver a Yasaka ordenar a sus soldados, a la vez que comenzaba a ordenar a los refugiados. Cuando la líder terminó de hacer todo, miro Edzard y asintió.
"Bien." Dijo Edzard para luego mirar a sus amigos. Al ver que Issei había ordenado al ORC y Saji al consejo estudiantil, decidió comenzar con las explicaciones para cerrar el ancla negra.
"Chicos, para cerrar el ancla es necesario cerrar ciertos artefactos que están en los puntos donde han impactado las cadenas." Dijo Edzard señalando las cadenas que habían caído. "Cuando vayan, tengan cuidado, ya que de seguro esas cadenas estarán protegidas, porque tipo de daedras, no lo se. Pero no se descuiden y recuerden que un solo error les podría costar la vida."
Todos asintieron en respuesta.
"Bien. Entones, vamos. Hay que cerrar esa cosa antes de que arrastre este territorio Oblivion." Dijo Edzard, para luego comenzar a correr hacia el portal, siendo seguido por su grupo, el ORC, el consejo estudiantil y los soldados Youkais, quienes tenían la orden de retener a los Daedras que aparecieran.
La aún en reconstrucción ciudad de Urakyoto estaba volviendo a ser arrasada por los cientos de seguidores de Bal que estaban marchando en dirección al palacio. Estos seguidores no eran daedras, sino que eran vampiros, pero no eran vampiros de pura sangre de Nirm, no, eran vampiros creados a partir de humanos de la Tierra. Pese a que estos seres no eran tan poderosos como sus contrapartes del mundo de Nirm, eso no quiere decir que debían de ser infravalorados, pues eran muy poderosos y eso se demostraba en los combates que se llevaban a cabo en toda la ciudad.
"¡Mantengan el terreno! ¡No cedan ningún centímetro!" gritó un Youkai mientras atacaba con magia a un vampiro, el cual terminó convirtiéndose en una bandada de murciélagos para esquivar el ataque.
Tras esquivar el ataque, el vampiro se volvió a materializar y usando su mano, lanzó un rayo contra el youkai. El rayo impactó en el objetivo, matándolo y convirtiéndolo en cenizas.
Los vampiros seguían avanzando y causando bajas en algunos lugares, pero en otros, bueno….
¡Booom!
Una gran explosión sacudió una de las zonas de la ciudad y allí se podía ver a Asia corriendo mientras su cuerpo estaba rodeado de un aura dorada, la cual quemaba a los vampiros que se acercaban a ella. Aquellos vampiros que lograban sobrevivir al hechizo de Asia, el cual se llamaba «Aura de Stendarr», eran acabados por la espada de la joven.
"¡Tiamat! ¡Como vas por tu zona!" gritó Asia mientras creaba espadas de magia de Restauración, las cuales salieron volando y asesinaron a dos vampiros.
"¡Todo bien, jefa!" Gritó Tiamat mientras usaba magia para destruir a varios vampiros.
"Bien. Debemos seguir avanzado. Si no cerramos el ancla Negra no podremos detener que los enemigos sigan llegando." Dijo Asia, para comenzar a atacar a un grupo de vampiros usando su «Holy Ray» para destrozarlos. La esfera dorada de magia de restauración se transformó en cientos de rayos de magia, los cuales mataron a todos los vampiros que tuvieron la mala suerte de estar en su camino.
Al ver que sus enemigos ya estaban muertos, la joven exmonja comenzó a avanzar en dirección de una de las cadenas del ancla, con la misión de inhabilitarla.
Mientras Asia y Tiamat se dirigían hacia su respectiva cadena, Lint, Mittelt e Ingvild hacían lo mismo. Las tres representantes de las tres facciones volaban rápidamente por los cielos en un intento de llegar a la cadena que debían de deshabilitar. Su avance no había sido tan rápido como habían esperado gracias a que habían recibido un continuo bombardeo de hechizos por parte de los vampiros enemigos, los cuales no dejaban de atacar con bolas de fuego, picos de hielo, lanzas de escarcha, esferas de rayos y otros tantos hechizos más.
"¡Tomen esto!" gritaron al unísono Lint y Mittelt mientras lazaban cada una varias lanzas de luz, las cuales lograron matar a algunos vampiros, pero no a todos los que las atacaban.
Los vampiros que sobrevivieron intentaron convertirse en bandadas de murciélagos para huir, pero no lo lograron, ya que un círculo mágico con el símbolo del clan Leviatán apareció sobre ellos y una gran cantidad de agua comenzó a caer en forma de lluvia. Gracias a esto, todos terminaron empapados. Un segundo después, otro circulo apareció a sus pies y una enorme cantidad de descargas eléctricas terminaron por matar a los vampiros que habían sobrevivido al primer ataque.
"Bien hecho, In. " dijo Lint mientras se acercaba a su amiga.
"Si, la palomita tiene razón." Dijo Mittelt, acercándose y comenzando a mirar la cadena a la que debían de dirigirse.
"Aun fata mucho, ¿no?" preguntó Ingvild viendo como no habían recorrido casi nada de la distancia que los separaba de la cadena a la que debían de dirigirse.
"Eso parece y el ser atacadas mientras volamos solo nos ralentiza." Respondió Mittelt mientras volvía a volar. "Pero no podemos quedarnos aquí. Mientras más demoremos, más muertos habrá para enterrar."
Lint e Ingvild asintieron, pues en este momento cada segundo contaba para evitar muertes. Por lo que, volvieron a volar y junto con Mittelt reanudaron su camino.
Al mismo tiempo que sus amigos, Aika, Rossweisse y Valerie avanzaban dejando a su paso varios cadáveres de vampiros, los cuales habían tenido los corazones arrancados por las garras de Valerie o habían sido mutilados por los hechizos de Rossweisse y Aika.
"¿Cuántos más de esos chupasangres aparecerán?" preguntó Aika con molestia, para luego mirar a Valerie y verla poner cara de pocos amigos. Recordando lo que había dicho, se dio cuenta de que había insultado a los vampiros y su amiga era un medio vampiro, por lo que, juntando las manos, comenzó a disculparse. "Lo siento, Val. No me refería a ti, sino que lo decía por esos vampiros de cuarta que acaban de aparecer."
Valerie que miraba a su amiga con mala cara soltó un suspiro, pues entendió que el insulto no iba dirigido a ella, pero eso no quiere decir que estaba feliz por escucharlo.
Al ver que ambas amigas no se pelearían por las palaras de Aika, Rossweisse se acercó a ellas y comenzó a hablar. "No deberíamos de perder tiempo por aquí. Hay que ir rápidamente hacia donde nos enviaron."
"Sensei tiene razón." Dijo Aika, mencionando la palabra sensei con un poco de diversión.
"Si. Pero..." Las palabras de Valerie murieron en su boca al ver cómo eran rodeadas por algunos vampiros.
"Esto es tu culpa, Aika." Dijo Valerie mientras se preparaba para usar un hechizo de oscuridad.
"¿Cómo que mi culpa?" preguntó Aika mientras preparaba varios hechizos de fuego. "Si alguien tiene la culpa aquí, son tu y Rossweisse-sensei. Tus enormes pechos de seguro atrajeron a los vampiros."
Rossweisse se sonrojó al escuchar aquello. "¡A-A-Aika-san!"
"Je, je, je. Lo siento sensei, pero sus pechos distraen a muchas personas."
Valerie soltó un suspiro al ver como su amiga bromeaba sobre pechos en el momento en que estaban rodeadas de enemigos. Entrecerrando los ojos, la Dhampir lanzó su hechizo, el cual fue convocar varios tentáculos de oscuridad, los cuales atacaron a los vampiros.
Los vampiros comenzaron a convertirse en bandadas de murciélagos y esquivando así el ataque de Valerie, comenzaron a acercarse a las tres chicas. Sin embargo, esto solo hizo que cayeran en la trampa de Aika, quien, al verlos llegar, lanzó varios hechizos de fuego sobre ellos. La mayoría de los hechizos eran torrentes de llamas, los cuales mataron a algunos vampiros. Aquellos que lograron sobrevivir al ataque de la maga, fueron sorprendidos por varios ataques mágicos por parte de Rossweisse, quien aprovechó el momento de distracción que surgió para acabar con los vampiros que las habían rodeado lanzándoles un bombardeo de varios hechizos.
"Bien, tenemos el camino libre por un tiempo. Avancemos."
Aika y Valerie asintieron a lo dicho por la valquiria y juntas comenzaron a volar hacia donde estaba la cadena que debían de destruir.
A la par que el resto de las chicas del grupo de Edzard, el ORC y el Consejo Estudiantil también luchaban contra los vampiros. El ORC había sido dividido en dos grupos, uno con Issei y Kiba, mientras que Irina y Xenovia conformaban el otro grupo. El grupo del Consejo Estudiantil se separaron en dos, siendo Momo y Saji un grupo, mientras que Reya, Tomoe y Tsubasa formaban otro grupo. Los grupos atacaban a los vampiros usando sus mejores habilidades para lograr llegar a sus objetivos. Sin embargo, a diferencia del grupo de Edzard, ellos estaban teniendo algunos problemas.
Los problemas que habían tenido los habían forzado a comenzar a trabajar juntando un grupo del ORC con uno del Consejo Estudiantil.
"¡HA!" gritó Tomoe mientras usaba su katana para crear varios picos de hielo para matar a dos vampiros. Los picos de hielo cubrieron el suelo rápidamente, logrando atravesar la distancia que separaba a la joven demonio de los vampiros de manera casi instantánea. La velocidad del ataque tomó por sorpresa a los vampiros, pero solo uno fue asesinado. El otro logró escapar saltando o al menos eso pensó el, pues cuando estuvo en el aire, Tsubasa logró darle un potente golpe en la cara, el cual lo envió a volar hacia donde estaba Xenovia, quien usando su espada «Ex Durandal», logró cortarlo por la mitad fácilmente.
"Ese es uno menos." Dijo Xenovia, ganándose un asentimiento de sus compañeras.
"¿Cómo crees que les va a Issei-kun?" preguntó Irina mientras comenzaba a volar, siendo seguida por sus compañeras.
"No lo sé, pero de seguro estará bien. Después de todo está junto a Kiba kun." Dijo Reya mientras se sonrojaba ligeramente al mencionar el nombre del caballero de Rias.
"Creo que deberíamos dejar de preocuparnos de si ellos están bien y centrarnos en nosotros." Dijo Tomoe a ver aparecer varios vampiros frente a ellas.
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Issei seguia duplicando su poder mientras atacaba a sus enemigos usando su forma de «Caballero» del movimiento ilegal triama de su balance breaker. Usando el impulso de velocidad, comenzó a moverse por entre los vampiros que lo rodeaban. Junto a él iban Kiba, quien cortaba a los vampiros que podía, mientras esquivaba los ataques de los vampiros que estaban armados. Algunos de sus enemigos no podían acercarse gracias a Momo, quien usaba magia para mantenerlos alejados de ellos, permitiendo así que el combate cuerpo a cuerpo no fuese tan pesado.
"¡Maldita sea, no dejan de aparecer!" gritó Saji mientras seguia golpeando a los vampiros que aparecían. Él estaba usando las habilidades de su sacred gear, el cual le permitía usar llamas negras para causar más daño a los vampiros. Mientras seguia luchando, vio como uno de los vampiros se dirigía hacia Momo y usando su «Absorción line», lo atrapó del pie y jalándolo con fuerza lo hizo dirigirse hacia él. Cuando estuvo al alcance de su puño, le dio un potente golpe en el estómago, dejando fuera de combate al vampiro.
"Gracias, Saji-kun." Dijo Momo acercándose a Saji.
"No me agradezcas, es mi deber proteger a mis compañeros." Dijo Saji con una sonrisa, provocando que Momo se sonrojara.
"¡Saji, maldito! ¡Deja de coquetear en mi cara!" gritó Issei mientras él y Kiba se acercaban a los dos demonios del Consejo Estudiantil.
"¡Ehhh! ¡¿Pero qué dices?!" preguntó Saji confundido por las palabras de Issei.
Issei estuvo a punto de responder cuando varias explosiones muy fuertes sacudieron el lugar. Mirando hacia los lugares de orígenes de aquellas explosiones, vieron a Yasaka matar vampiros usando su «Fox Fire» y a Azazel haciendo lo mismo con sus lanzas de luz.
"Es realmente asombroso ver lo que pueden hacer." Dijo Kiba mientras miraba asombrado como los dos lideres de facción limpiaban el suelo con los vampiros.
"Si, ¡pero lo que me sorprende es lo que está pasando por halla!" gritó Saji mientras señalaba al centro de la ciudad, el lugar de donde aparecían los vampiros, donde se podía ver a Edzard matar a los vampiros que seguían apareciendo.
"Sabía que era bueno con las espadas, pero no sabía que podía hacer eso con hachas a una mano." Dijo Kiba mirando como Edzard usaba dos hachas de la Guardia del Alba para masacrar a los vampiros que salían del portal.
"Si, pero es gracias a él que muchos de los vampiros no se han acercado a este lugar." Dijo Momo mirando a Edzard decapitar a tres vampiros a la vez.
Las palabras de Momo ganaron el asentimiento de todos.
Mientras la batalla en Urakyoto estaba en pleno auge, el palacio de Kioto se encontraba completamente protegido por una doble barrera. La primera, la cual cubría al palacio era una barrera construida por Yasaka, usando las «Lay Lines» de Kioto como fuente de poder, mientras que la segunda, la cual era la que recibiría los impactos de los ataques entrantes desde el exterior era una barrera hecha con una piedra focal, la cual estaba alimentada por una gema de alma negra. Dicha barrera había sido construida por Edzard, pero activada por una de las doncellas de Yasaka.
En medio de la sala principal del palacio se encontraban Kunou y Marie, quienes estaban rodeadas por algunos de los mejores y más cercanos guardias de Yasaka, aunque, no solo ellos estaban allí, pues también estaba uno de los principales concejeros de la líder Youkai. El consejero era un inu youkai, el cual tenía dos formas, una era la de un perro de gran tamaño y la otra era una humanoide, la cual era la de un hombre de unos cuarenta años, con el cabello castaño claro, también tenía orejas y cola de perro.
"Todo parece tranquilo." Comentó uno de los guardias tranquilamente, pues gracias a la doble barrera ninguno de los pocos ataques de los que ocasionalmente lograban los vampiros enviar al Palacio lograban causar daño alguno.
"Si, así parece." Dijo otro guardia mientras mantenía la guardia en alto.
Mientras los guardias seguían charlando, en el centro del salón, Marie y Kunou estaban hablando entre ambas.
"¿Cómo crees que va la batalla, Ma-chan?" preguntó Kunou mirando a su amiga.
La pequeña de casi tres años miró a su amiga y juntando los brazos sobre su pecho, comenzó a fruncir el ceño de una manera tan tierna, que Kunou estuvo tentada a darle un gran abrazo.
"Seguro que nuestros padres y el resto están pateando traseros a diestra y siniestra." Respondió Marie poniendo una gran sonrisa.
La sonrisa en el rostro de Marie fue tan contagiosa que Kunou también puso una sonrisa en su rostro. Tras aquel momento de risa, Kunou soltó un suspiro, el cual preocupó a Marie.
"¿Qué sucede, Ku-chan?"
"No me gusta estar aquí sin hacer nada." Respondió Kunou jugando con sus dedos, pues sentía mucha incomodidad e impotencia. "Se que aun soy pequeña, pero quiero ayudara defender mi hogar."
Las palabras de Kunou transmitían sus emociones en este momento, pues la pequeña Kyubi sentía que podría ayudar de alguna manera en la batalla. Sin embargo, tanto su madre como los padres de Marie les habían dicho que se quedaran aquí.
Mientras seguia con sus preocupaciones, Kunou sintió que alguien le tocaba la mano. Mirando hacia el frente, vio a Marie sonreírle.
"Nuestros padres no quieren que estemos en peligro por ahora. Ya cuando crezcamos podemos ayudarles en las luchas."
Las palabras de Marie hicieron recordarle a Kunou que la mente de su amiga era más avanzada de lo que su pequeño cuerpo indicaba. Poniendo una sonrisa también, Kunou asintió, pues vio que las palabras de su amiga contenían cierta sabiduría.
La pequeña dragona sonrió más ampliamente al ver a su amiga sonreír, pues vio que las palabras que su padre le había dicho, las cuales tenían su origen en unas palabras que su bisabuelo Eitar le había dicho a su abuelo Roland hace muchos años atrás, habían hecho que Kunou entendiese que aun no era el momento para que luche en batallas de este calibre.
Tras esas palabras, las dos amigas comenzaron a charlar sobre sus padres. Sin embargo, su conversación se vio interrumpida cuando sus sentidos mejorados captaron un olor muy desagradable.
"¿Qué es esa peste?" preguntó Kunou mientras se cubría la nariz con las mangas de su traje de doncella.
A la par que su amiga, la joven dragona se llevó ambas manos hacia su nariz para dejar de oler ese desagradable olor, el cual era similar al de una mezcla de carne en descomposición, sangre infectada y vísceras dejadas a descomponer en el sol.
Las jóvenes no fueron las únicas que olieron ese degradable olor, pues todos los guardias también lo hicieron. Cuando se miraron y comenzaron a comentar sobre ello, se formaron varios círculos mágicos a sus pies.
"¿Qué-." Lo que aquel soldado estuvo por decir fue interrumpido cuando su cuerpo comenzó a temblar, terminando por explotar y convertirse en montones de sangre y vísceras regadas por el suelo.
Al mismo tiempo que aquel guardia moría, el resto de sus compañeros sufrían el mismo destino.
Las simultaneas explosiones llamaron la atención de las dos niñas, las cuales miraron el lugar de origen de las explosiones y lo que vieron las hicieron saltar hacia atrás con la sorpresa grabadas en sus rostros.
"¿Q-qué está pasando?" preguntó Kunou con un poco de miedo, pues nunca esperó ver ese tipo de vista.
Al igual que su amiga, Marie también estaba paralizada de miedo, pero a diferencia de Kunou, ella logró recomponerse antes. La velocidad de recuperación que mostró la pequeña dragona estaba muy por encima que el de una persona normal y eso se debía a que su padre le había entrenado para que pudiese reaccionar rápido. Y parece que las lecciones de su padre serian puestas a prueba hoy, ya que gracias al haber logrado volver en si tan rápido, pudo ver que una sombra se lanzaba sobre Kunou, por lo que reaccionando rápidamente saltó y logró empujar a su amiga.
La fuerza que Marie usó en el golpe hizo que Kunou saliera volando unos pocos metros, sacándola del rango de ataque. Sin embargo, debido a aquel movimiento fortuito, la pequeña dragona no supo cómo distribuir su fuerza tan bien como para quedar fuera del rango del ataque dirigido a su amiga, por lo que ella terminó recibiendo el golpe. El golpe que recibió Marie fue tan fuerte que la hizo escupir un poco de saliva, para luego salir disparada unos pocos metros y termino derrapando otros cuantos más en el pulido suelo de madera del palacio.
"¡Marie!" gritó Kunou presa del pánico al ver como su amiga estaba tendida en el suelo. Sin perder un segundo, rápidamente se puso de pie e instantáneamente corrió hacia ella. Lamentablemente no logró llegar a donde estaba su amiga, pues la persona que había intentado atacarla, ahora se ponía frente a ella bloqueando el camino.
Los ojos de la pequeña Kitsune se abrieron como platos al ver como la persona que la atacaba era el consejero de su madre.
"H-Hiroshi-sama." Tartamudeó Kunou mientras daba unos pocos pasos hacia atrás mientras la ira y la decepción comenzar a aflorar de su ser. "¡¿Por qué Hiroshi-sama?! ¡¿Por qué me atacas?! ¡¿Por qué atacaste a Marie-chan?!"
La joven kitsune siguió gritando, pero el perro youkai no respondió nada. Al ver que el youkai no le respondía, Kunou siguió gritando mientras el comenzaba a caminar hacia ella. Al ver esto, la joven Kitsune comenzó a lanzarle bolas de fuego, las cuales no causaron mucho daño, pues el Inu las esquivaba o las detenía usando círculos mágicos.
"¡HA!" gritó Kunou mientras juntaba ambas manos y creó una gran bola de fuego, la cual lanzó contra el Youkai. El ataque de Kunou no solo era un intento de detener a su enemigo, sino que también tenía la función secundaria de hacer tanto ruido como para que los guardias a las afueras lograsen ver qué pasaba algo y se acercaran para ayudarla.
La bola de fuego avanzó e impactó en el Youkai, generando una gran explosión. Cuando la explosión se disipó, se pudo ver que el cuerpo de Hiroshi estaba en muy malas condiciones, pero no era por el fuego ni la explosión, sino que parecía la consecuencia de algún tipo de veneno o enfermedad, pues su piel se había vuelto pálida y tenía una apariencia de piel reseca junto gol algunas grietas por las cuales supuraba sangre de color negro. Sus pasos comenzaron a volverse lentos y torpes, pero el cambio más importante fueron los que sufrieron sus ojos, ya que se iluminaron como si fuesen dos bolas de fuego azul pálido.
'Qué sucede, ¿Por qué no viene nadie?' pensó Kunou con pánico al ver que nadie se acercaba pese a la gran explosión que había sucedido hace unos instantes.
Para el desconocimiento de la hija de Yasaka, la falta de guardias entrando al salón se debía a que los guardias en las cercanías del exterior de la sala también habían sido asesinados de la misma manera que los guardias que estaban dentro del salón.
Volviendo a mirar a su enemigo, la joven kitsune lo vio acercándose hacia ella, por lo que presa del pánico comenzó a retroceder. Cuando Kunou dio cinco pasos hacia atrás, Hiroshi despareció en un estallido de velocidad y terminó parado frente a ella. Esta acción terminó tomando por sorpresa a la pequeña Youkai, lo que hizo que la niña no lograse reaccionar a tiempo, recibiendo así un potente golpe en el abdomen, provocando que el cuerpo de la niña se doblara en V.
"Aghh." Escupió Kunou mientras sentía que el aire abandonaba sus pulmones.
El cuerpo de la joven kitsune salió volando unos pocos metros y terminó cayendo en el suelo con un ruido sordo. Kunou intentó levantarse, pero su cuerpo se sentía adolorido y pesado por la falta de aire que le generó el golpe recibido, lo que provocó que sus movimientos fueran torpes.
Mientras Kunou luchaba por levantarse, Hiroshi avanzada hacia donde estaba. Mientras avanzaba, los ojos del youkai comenzaron a derramar lágrimas, las cuales no fueron percibidas por Kunou, pero si por otra persona.
Al otro lado de donde estaba Hiroshi y Kunou, Marie estaba logrando ponerse de pie. En el instante en que logró pararse, el cuerpo de la pequeña niña comenzó a brillar de color verde pálido mientras un pequeño espectro, casi traslucido, en forma de anillo se hacía presente en su mano derecha. Aquel anillo se parecía un poco al que era el sacred gear de Asia, pero a diferencia de que en el de ella había una gema blanca en todo el centro.
Ya estando de pie, la pequeña dragona comenzó a avanzar hacia donde estaba su amiga, pero sus pasos eran lentos y torpes, pues su cuerpo estaba dolorido por el golpe que había recibido anteriormente. Los ojos de la pequeña estaban llenos de lágrimas, pues sentía bastante dolor en su cuerpo, pero pese a eso, no lloró, ni tampoco soltó un gemido de dolor. Al ver que su amiga estaba en peligro inminente, sumado a la gran cantidad de adrenalina en su cuerpo estaba produciendo, hizo que su cerebro ignorase el dolor, permitiéndole avanzar para intentar ayudarla. Con cada paso que daba, los ojos verdes de Marie comenzaban a cambiar de color lentamente. El cambio de color inicio por el borde de su iris y luego avanzó hacia el centro, para cuando el cambio terminó, sus ojos se habían vuelto dorados y brillaban como dos pequeñas estrellas.
Hiroshi se detuvo en seco cuando sintió un gran aumento de poder y girando la cabeza, vio a Marie avanzar lentamente hacia él. Dejando de lado su objetivo por ahora, comenzó a caminar hacia Marie y cuando dio tres pasos, usó la misma táctica que usó contra Kunou.
Los ojos de Marie se abrieron como platos al ver como el Youkai desaparecía y volvía a aparecer a escasos dos metros de ella. La forma en que el youkai se encontraba posicionado tras reaparecer era una clara indicación de que planeaba golpear a Marie en el abdomen.
Al ver al youkai preparado para golpearla, Marie tensó de manera instintiva todos los músculos de su cuerpo en preparación para recibir el golpe. Sin embargo, en aquel momento ocurrió algo que nunca se imaginaria, pues la pequeña dragona sintió que una gran corriente eléctrica atravesaba todo su cuerpo, desde su espina dorsal has terminar en sus ojos, lo que causó que parpadee. Tras aquel pequeño parpadeo, Marie se sorprendió enormemente por lo que estaba pasando, pues comenzó a ver a Hiroshi moverse en cámara lenta.
Mientras esto transcurría, Kunou comenzó a derramar lágrimas de desesperación e impotencia al ver como su amiga estaba a punto de ser atacada por Hiroshi. Sin embargo, lo que vería a continuación terminaría quedando grabado en su mente por muchos años.
Al ver como Hiroshi movía su brazo izquierdo, Marie abrió la boca y comenzó a juntar una gran cantidad de energía en sus cuerdas vocales. Mientras se preparaba para lo que vendría, su mente recordó las palabras que su padre le dijo sobre el Thu'um. Dichas palabras eran sobre como la potencia y la energía impregnada en el grito podía influir mucho en la cantidad de poder que tendría el thu'um cuando este se desatase.
Una pequeña cantidad de humo comenzó a surgir de la garganta de Marie mientras la energía se acumulaba en sus cuerdas vocales. Cuando la pequeña sintió que su thu'um estaba listo, gritó con toda la fuerza que pudo reunir.
"¡FUS! ¡RO!"
Al terminar de gritar, de la boca de Marie surgió una onda de energía azul, la cual dio de lleno en Hiroshi, mandándolo a volar. La fuerza del Thu'um de Marie no solo arrastró el cuerpo del Youkai como un viento huracanado mueve una hoja de árbol, sino que también terminó por despedazar su cuerpo en cientos de fragmentos. Aunque, aquello no fue lo más asombroso, ya que aquel ataque continuó avanzando, destruyendo todo lo que encontraba a su paso. Cuando finalmente terminó de avanzar, el ataque había creado tal destrucción que había llamado la atención de todos los que estaban en las cercanías, tanto dentro como fuera del palacio. Sin embargo, para el desconocimiento de todos, la destrucción de parte del palacio de Yasaka no fue todo lo que hizo el thu'um de Marie, ya que este también impactó en la barrera interna que protegía el palacio. Si bien no logró destruir la barrera, si logró debilitarla significativamente. Además, a pesar de que la barrera debería de recuperar su poder gracias a las «Lay Lines», por alguna razón la barrera no lograba recuperarse al ritmo que debería, lo que indicaba que algo pasaba. Esto hacia que ahora la barrera externa, la cual fue creada por la piedra de enfoque sea la verdadera defensa del palacio contra amenazas exteriores.
Cuando la nube de polvo, la cual se había originado de la destrucción causada por el thu'um de Marie, se disipó, Kunou miraba con los ojos abiertos a mas no poder la destrucción que había causado su amiga con un solo hechizo.
'I-i-increíble… ¿Cuánto poder de destrucción?' pensó Kunou mirando la destrucción del ataque de su amiga, pero luego tuvo que mirar hacia donde estaba Marie, pues escuchó un ruido sordo provenir de ese lugar.
"¡Marie!" gritó de preocupación Kunou al ver como su amiga estaba en el suelo. Dando pasos rápidos, Kunou se acercó a ella y al agacharse, pudo darse cuenta de que ella solo estaba inconsciente. Al ver esto, la pequeña kitsune la tomó en sus brazos y comenzó a caminar hacia donde se refugiaban todos los civiles, ya que este lugar ya no era seguro para ambas.
Cuando la pequeña Kitsune dio algunos pasos hacia la puerta, se tambaleó cuando todo el lugar tembló. Afortunadamente, logró mantenerse de pie y no caer junto con Marie. Cuando el sitio dejó de temblar, miró hacia el cielo y vio con horror como la primera barrera, aquella que había sido creada por el padre de Marie, caía.
Nota de autor:
A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.
Y el capítulo 48 esta fuera.
Pobres Youkai, pasan de la sartén a las brasas obteniendo una segunda invasión antes de que se recuperaran de la primera. Con esto vemos como es que son las invasiones de Molag Bal, el siempre tratara de atacar a enemigos que ya han sido debilitados por terceros. También, vemos el despertar de los poderes de Marie, tanto de la habilidad que heredó de Caius (Héroe de Kvatch) como de un poder nuevo, ¿Cuál será este poder?, la respuesta queda a imaginación y conjeturas vuestras.
Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.
