Maratón navideño (1/3)
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Capítulo 49
—Ya sentiste la desesperación de perder algo importante, Ed…. ¿Estás dispuesto a volver a sentirla? —
Vilkas a Edzard tras darle descanso al alma de Kodlak
Edzard decapitó con sus hachas a dos enemigos al mismo tiempo. La sangre que brotó de las cabezas cerceadas manchó ligeramente las ropas con las que luchaba. Sin embargo, pese a eso, él no se vio afectado, al menos de manera visible y no por ahora. Volviendo a ver el campo de batalla, pudo observar cómo sus compañeros lograban derrotar a sus respectivos enemigos y comenzaban a acercarse rápidamente hacia sus cadenas para lograr desactivar el ancla negra.
'Parece que todo va bien.' Pensó Edzard mientras volvía poner su vista en los nuevos enemigos que seguían apareciendo. 'Solo vampiros creados con terrícolas… Realmente esperaba algo más de tu primer gran movimiento, Bal.'
Tras pensar eso, Edzard salió disparado contra los vampiros. Al llegar a donde estos, rápidamente usó el hechizo «Aura de Stendarr» y luego procedió a cortar a todos los enemigos que aparecían en su rango de visión. Derecha, izquierda, arriba, abajo, sus hachas se movían en todas las direcciones, mutilando, decapitando y asesinando a todo vampiro que no moría por el poder del hechizo que lo rodeaba.
Una gran cantidad de cuerpos desmembrados yacían por todo el lugar, llenando el ambiente con el olor pútrido de su sangre y comenzando a causar un poco de malestar en varios de los Youkai que poseían los sentidos mejorados.
'Parece que esto ya está por acabar.' pensó Edzard al ver que sus amigos y amantes se acercaban al lugar donde impactaron las cadenas. Sin embargo, cuando terminó de pensar aquello, un gran rayó azul descendió desde el portal del ancla e impactó a escasos metros de su posición.
El impacto generó una gran explosión a la vez que el suelo comenzó a temblar por unos segundos. La explosión ocasionó que un poco de humo se formara al rededor del cráter del impacto, impidiendo que se vea que había pasado. Sin embargo, eso no fue lo único que sucedió, pues una fuerte corriente de aire siguió al impacto.
La fuerza de esta corriente de aire fue tal que Edzard tuvo que usar un poco de fuerza mantenerse firme en el lugar donde estaba pisando, para de esa manera evitar salir volando. A su alrededor varios Youkai no tuvieron esa suerte y salieron volando, terminando varios metros de donde estaban anteriormente.
'¿Qué habrá caído aquí?' pensó Edzard con preocupación una vez que las corrientes de aire se detuvieron, pero luego tuvo que llevarse una mano a la nariz, pues captó un aroma muy asqueroso. 'Mierda, apesta a carne en descomposición.'
El aroma que comenzó a llenar el ambiente hizo que Edzard tuviese arqueadas, pero se dejó de taparse la nariz al momento en que un poderoso rugido se originó en el cráter que tenía al frente.
"¡ROAARRRRRRR!"
El rugido fue acompañado por la caída de varios relámpagos más, los cuales terminaron impactando en las cercanías de donde estaban las cadenas que mantenían en ancla clavada al territorio Youkai.
Edzard comenzó a ver que había caído en aquellos lugares y sus ojos se abrieron cuando vio aparecer varios Xivkyn, pero sus ojos se abrieron aún más cuando vio como no solo había ese tipo de daedras, sino que también había un jodido Titan Daedrico.
'Esto ya se complicó a niveles muy extremos.' Pensó Edzard con mucha preocupación, pues por el conocimiento que había obtenido de los tantos libros que había leído, sabía que los Titanes Daedricos eran muy poderosos. Sin embargo, antes de que el pudiese decirles algo a todos los grupos que se dirigían hacia esos lugares, tuvo que saltar a un lado para evitar que una garra lo matara.
'¿Qué mierda? Eso estuvo muy cerca.' Pensó Edzard al sentir como algo caliente bajaba por su frente. Al oler un poco, su nariz captó un olor peculiar a hierro, un olor que le que indicaba que aquello que bajaba por su frente era un poco de sangre.
"Parece que la fama de tu velocidad de reacción no eran solo palabrerías, Dovahkiin." Dijo una voz gutural, a cuál surgía del cráter.
La voz llamó la atención de Edzard, quien miró hacia el cráter y vio que de allí salía un Titan daedrico. Los pasos del titan eran firmes, pero lentos. Sin embargo, eso no fue lo que llamó la atención a Edzard, sino que fue su presencia misma, pues su aura no era como la de un daedra regular, no, era un poco similar al aura que emitía Hermaeus Mora cuando se manifestaba en Nirm.
'¿Qué clase de daedra será?' pensó Edzard mientras tomaba sus hachas y se preparaba para la lucha.
"¡Ja, ja, ja!" El titan daedrico soltó una risa gutural. "¡¿Realmente crees que un dragón como tú, quien posee un alma que está incompleta, puede derrotarme?!"
Edzard frunció el ceño ante las palabras del Titan daedrico, ya que no sabía a que se refería el daedra al mencionar que su alma estaba incompleta.
"Oh…. Parece que no lo sabías." Dijo el Titan con burla. "Aunque eso no ya no importa, ya que hoy… ¡morirás!"
Tras aquel grito, el Titan movió sus alas y se lanzó contra Edzard.
Los ojos de Edzard se abrieron a mas no poder, pues la velocidad del daedra era muy alta, algo que no esperaba de un ser de su tamaño. Al ver esa velocidad, tuvo que rodar por el suelo para evitar que las garras del daedra lo empalaran. Cuando sintió que el ataque había pasado, el dio un gran salto hacia el titan y moviendo sus hachas, comenzó a atacar, pero fue en vano, ya que sus hachas no lograron atravesar la gruesa piel del daedra.
"Tch." Edzard chasqueó la lengua con molestia cuando vio que sus hachas no le provocaron heridas al daedra.
El titan movió sus alas tras ver el ataque de Edzard fallar, generando así corrientes de aire, las cuales fueron tan fuertes que hicieron que Edzard saliese volando varios metros. Afortunadamente, el joven dragón logró estabilizarse en el aire y cayó de pie, pero terminó derrapando varios metros. Tras eso, se puso de pie y comenzó a moverse de derecha a izquierda para esquivar los ataques de su enemigo, el cual apareció frente a él y comenzó a atacarlo a gran velocidad.
El sonido de la batalla parecía mitad canción y mitad silbidos de agonía mientras Edzard y el Titan Daedrico se enfrentaban en una danza mortal. Los ataques del titan eran desviados por las hachas de Edzard, mientras que las hachas no lograban perforar la piel del daedra. Sin embargo, por mucho que un arma sea muy fuerte, el desviar los impactos de ataques tan fuertes, los cuales eran capaces de abollar el acero de Tamriel, terminó por causar grietas que no eran posibles de percibir con la vista. Si bien Edzard podría haberse dado cuenta de ellas, su concentración total en la batalla le impidió verlas. Sin embargo, su concentración en la batalla fue interrumpido cuando escuchó el thu'um de su hija.
Aquel desliz de sus sentidos y su atención hizo que no se percatara de lo que sucedería en instantes, pues ni bien desviar la mirada de la batalla, tuvo que volver a esta cuando se dio cuenta de que una garra lo iba a empalar. Así que, para evitar morir, Edzard usó sus hachas para desviar el ataque.
¡Crack!
Las hachas de Edzard se rompieron en cientos de pedazos al instante de impactar contra las garras del daedras. Esto terminó dejándolo desprotegido ante el próximo ataque, el cual no demoró en llegar. Al ver que no podría evadirlo, Edzard cubrió su pecho con ambos brazos, recibiendo un potente golpe, el cual terminó por enviarlo a volar contra la barrera del palacio de Yasaka. La velocidad a la que viajaba era tal que parecía un cohete supersónico. Aquella velocidad hizo que atravesara todo el campo de batalla en menos de tres segundos.
"Aghhh." Escupió Edzard al momento en que impactaba contra la barrera, provocando que la barrera temblara, pero por fortuna la barrera no se destruyó, pues logró aguantar muy bien el impactó. Sin embargo, antes de que el pudiese reaccionar, recibió otro potente golpe en todo el pecho. Este golpe había sido dado por el daedra, el cual se había movido a gran velocidad para atacarlo. Sin embargo, pese a que el golpe fue doloroso, fue la consecuencia inmediata que tuvo lo que causó que Edzard se preocupara, ya que la garra del daedra había estado imbuido con magia caótica, la cual terminó por destruir la barrera que protegía el palacio de Yasaka como si de papel se tratase.
Azazel y Yasaka luchaban codo con codo, matando a los daedras que habían comenzado a aparecer tras el impacto de todos esos rayos. además, desde que se escuchó aquel rugido no había dejado de aparecer daedras, algunos eran voladores y otros eran Dremoras, los cuales comenzaron a luchar contra los dos lideres.
"¡Invasores de otro mundo! ¡Ardan en mis llamas!" gritó Yasaka mientras lanzaba un gran torrente de llamas contra varios Dremoras, los cuales fueron tomados por sorpresa debido a la velocidad del ataque de la Kyubi.
Azazel levantó su mano derecha, creando varias lanzas de luz, las cuales arrojó hacia los Dremoras que los atacaban desde el suelo.
Ambos ataques fueron efectivos al momento en que impactaron en sus enemigos, pues lograron desterrarlos de regreso a Oblivion.
"Parece que se terminó." Dijo Yasaka mientras miraba como sus enemigos se desvanecían.
"Así parece." Comentó Azazel mientras se acercaba a la líder Youkai. Viendo a la voluptuosa Kyubi, Azazel intentó ligar un poco, como para pasar el rato, pero lo que sea que estuviese por decir se esfumó cuando se escuchó el thu'um de Marie. Ambos lideres giraron la cabeza hacia el palacio y se sorprendieron enormemente al ver la destrucción de una parte del palacio. Aquella escena sumió en pánico a Yasaka, quien comenzó a preocuparse por su hija y la amiga de esta. Sin embargo, cuando estuvo a punto de dirigirse hacia allí para comprobar el estado de las dos niñas, vio con horror como Edzard pasaba volando a velocidad supersónica hacia el palacio.
"A-A-Azazel-dono…. ¿E-e-ese era…?" preguntó Yasaka entre tartamudeos por el shock que sintió al ver a Edzard terminando por impactar en la barrera.
"S-sí, ese era Ed." Respondió Azazel en el mismo estado de shock que Yasaka, pues no esperaba que esto pasase.
Sin embargo, el shock de ambos se esfumó cuando vieron como un daedra de gran tamaño con alas y que tenía el aspecto de un dragón aparecía frente a Edzard y le daba un potente golpe en su pecho, destruyendo la barrera con aquel golpe.
"¡Azazel-Dono!" gritó Yasaka, presa del pánico no solo por ver a Edzard ser golpeado con tan potente ataque, sino que también por el miedo que le causó la destrucción de la barrera, pues eso le quitaba una protección a los que estaban dentro de la barrera.
"Si, vamos." Dijo Azazel al entender que Yasaka quería ir a ver el estado de su hija, a la vez que también deseaba brindarle ayuda a Edzard.
Ambos lideres se prepararon para ir hacia el palacio, pero no dieron ni tres pasos hasta que tuvieron que detenerse de manera abrupta, pues dos rayos azules impactaron cerca de donde estaban, levantando un poco de polvo. Cuando dicho polvo se asentó, se podía ver a dos figuras, las cuales eran desconocidas para Yasaka, pero muy conocidas por Azazel.
"Mierda. Esto se ha complicado enormemente." Dijo Azazel mientras inconscientemente se llevaba su mano derecha hacia donde iniciaba la prótesis de su brazo izquierdo.
La Kyubi de Kioto miró a Azazel y se confundió por la forma en que hablaba el líder de los Caídos, pues no había ningún toque de diversión ni de burla, sino que había pura preocupación junto con un toque de miedo.
"¿Sabe quiénes son, Azazel-dono?" preguntó Yasaka mientras se preparaba para luchar y derrotar rápidamente a ambos enemigos para poder ir al palacio a ver como estaban todos allí.
"Si… son dos seres muy problemáticos con lo que nos hemos topado durante todos los ataques en los que Molag Bal ha estado implicado." Respondió Azazel mientras su mirada se posaba únicamente en Roland. "Son los dos Adalides de Molag Bal."
La respuesta de Azazel hizo que Yasaka se asombrara e inconscientemente diera un paso hacia atrás, pues recordó que Edzard había mencionado a los Adalides como seres muy poderosos y molestosos para tratar. Sin embargo, pese a estar sorprendida por saber que dos adalides estaban frente a ella, fue lo que vio tras examinar mejor los rasgos de ambos lo que terminó por asombrarla. Ella vio algo increíble y es que ambos se parecían algo a Edzard, pero no solo eso, sino que también olían algo similar a él.
"Azazel-dono, ¿Por qué esos dos adalides se parecen un poco a Edzard-dono?" preguntó Yasaka, entrecerrando los ojos.
Azazel miró a Yasaka y al ver que ella había preguntado sobre algo que solo unas pocas personas fuera del grupo de Edzard sabia, solo atinó a soltar un suspiro.
"Parece que lo descubriste." Respondió Azazel, llamando la atención de Yasaka. "Ellos son los padres de Edzard."
La respuesta de Azazel asombró a mas no poder a Yasaka, quien solo dio un paso hacia atrás. Aquella información le fue dada a Azazel por el propio Edzard, pero no solo a él, sino que Sirzechs, Michael y Odín también lo sabían. Esto lo había hecho Edzard como muestra de confianza hacia ellos.
"No se mucho de lo que les sucedió, pero ellos están siendo controlados por un veneno del cual solo la única cura conocida es la muerte." Comentó Azazel, haciendo que Yasaka se asombre más, a la vez que se entristecía, pues comprendía que no debía de ser fácil para Edzard saber que sus padres estaban siendo controlados y que posiblemente deberían de ser asesinados.
Saber que ellos estaban siendo controlados, hizo que Yasaka se preguntara si es que ella hubiese terminado en ese mismo estado de no ser por la ayuda de Edzard. Pese a la duda que sentía en ese momento, la líder de Kioto le preguntaría eso a Edzard después de esta batalla. Así que, ahora se centraría en la lucha.
"Ten cuidado, Yasaka-dono." Dijo Azazel mientras sacaba la lanza que era su sacred gear artificial y usaba la armadura dorada que era el balance breaker de esta. "Ellos son tan fuertes como un Demonio de Clase Suprema y las habilidades que tienen como Nirmnianos los hacen más peligrosos que los demonios."
Yasaka asintió y se preparó para luchar la que posiblemente sea la batalla más grande que ha tenido hasta ahora. 'Aguanta Kunou, mamá ira pronto a ayudarte.'
Las chispas volaban mientras Asia se batía en duelo contra un Xivkyn. Ella se encontraba un poco fastidiada por lo que había pasado. Y es que ella y Tiamat habían estado tan cerca de llegar al lugar donde estaba la cadena que debían de eliminar, pero justo cuando estaban preparándose para eliminarla, dos rayos cayeron y aparecieron dos Daedras, estos eran un Xivkyn y un Titan daedrico. Al ver a estos enemigos, Tiamat rápidamente se lanzó contra el Titan, pues ella había deseado enfrentarse a un dragón de Nirm durante mucho tiempo y aunque los titanes solo eran pálidas imitaciones de los hijos de Akatosh, le servirían de calentamiento.
Mientras ella luchaba contra el Xivkyn, el cual tenía un mandoble daedrico, en el cielo, Tiamat luchaba contra el Titan daedrico. Para lograr luchar más cómodamente contra el daedra, la dragona había vuelto a fu forma de dragón, dejando atrás su forma humanoide. Los embates que se daban ambos eran tan fuertes que generaban corrientes de aire con cada golpe. Estas corrientes hacían que el combate de Asia en tierra fuera más complicado, pues tenía que mantener no solo su enfoque en la batalla contra el daedra, sino también en las corrientes de aire que surgían, pues estas podrían desequilibrarla y hacerla quedar desprotegida.
'Esto es cansado. No importa que tan fuerte sea, no soy Ed. Y mi espada no tiene el mismo peso que un mandoble. No puedo usar eso a mí favor. Además, la armadura completa que usan los daedras de alto nivel los vuelve muy difíciles de matar a menos que puedas atacar lugares vulnerables. Esos lugares son las articulaciones.' Pensó Asia mientras usaba su espada para desviar un golpe diagonal del daedra. La fuerza del golpe, el cual fue desviado, permitió que Asia lograse ver una apertura, por lo que, moviendo su muñeca, usó su espada como si fuese un estoque y dio un golpe rápido.
La hoja de «Anseichim» logró perforar la parte vulnerable de la armadura, la cual fue la unión entre el peto y la hombrera.
"Aghhh!" gruñó el daedra al recibir el corte, pero luego, movió su arma e intentó matar a Asia con un solo golpe, pero no lo logró, pues Asia movió su mano izquierda y rápidamente lanzó un potente rayo, el cual hizo retroceder al daedra.
'Eso fue estúpido de mi parte. Los Xivkyn son muy resistentes ante el dolor.' Pensó Asia mientras comenzaba a pensar en que hacer para derrotar a este enemigo. Sin embargo, mientras pensaba, escuchó un thu'um resonar por todo el campo de batalla. Sus ojos se abrieron al escuchar el tono de voz, pues no sonaba como la voz de Edzard, no, esa era la voz de su pequeña. El miedo y el pánico comenzó a apoderarse de su ser, y estas emociones aumentaron en intensidad al girar la cabeza y ver como la entrada del palacio había desaparecido.
"¡Marie!" gritó Asia mientras se preparaba para correr a toda velocidad hacia el palacio para ver cómo estaba su hija, pero no dio ni tres pasos cuando fue forzada a saltar hacia atrás para evitar que el daedra la matase. Al posar su vista en el ser de Oblivion, Asia comenzó a enojarse. ¿Cómo? ¿Cómo se atrevía ese daedra a interrumpirla cuando trataba de ver el estado en que estaba su hija? Apretando el agarre en su espada, Asia gritó. "¡Balance Breaker!"
El cuerpo de Asia fue envuelto por una luz blanca, la cual cegó temporalmente al daedra y cuando este volvió a ver, lo primero que observó fue a Asia con su armadura y a la espada de esta a escasos centímetros de su cabeza. Al ver aquel inminente ataque, el daedra intentó esquivarlo, pero aquello fue en vano parcialmente, pues la espada de Asia logró cortarle el ojo derecho, cegándolo de manera permanente hasta que su cuerpo regrese a Oblivion para reformarse.
A pesar de sentir un dolor que podría haber hecho que un humano se estremeciera y no pudiese luchar de manera normal, el Xivkyn no era un humano, sino que era un daedra, por lo que rápidamente volvió a la carga y comenzó a atacar a Asia. Sin embargo, a diferencia de antes, ahora Asia era capaz de detener fácilmente los ataques del Xivkyn, forzando la batalla hacia su lado.
Al mismo tiempo que Asia luchaba contra el Xivkyn, Tiamat luchaba contra el Titan daedrico en el cielo. Ambos seres se atacaban con sus garras, a la par que intentaban usar sus mandíbulas en un intento de despedazarse el uno del otro.
"¡Ja, ja, ja!" comenzó a reír Tiamat al sentir un poco de emoción en esta batalla. Después de todo no había tenido una batalla tan emocionante desde hace mucho. Sin embargo, al escuchar a Asia gritar el nombre de su hija, la dragona decidió ponerle fin a la batalla rápidamente, pues tenía que verificar el estado de la cría de su jefe. Así que, abriendo sus fauces, lanzó un potente aliento de dragón contra el titan Daedrico.
Las enormes llamas azules de Tiamat avanzaron rápidamente y amenazaban con asesinar al daedra, pero este en vez de sentir algo de pánico, simplemente abrió sus fauces y desató una gran llamarada de fuego azul, el cual impactó contra el aliento de Tiamat, causando una gran explosión. Dicha explosión a su vez generó enormes ondas de viento, las cuales se sintieron por todo el lugar.
Cuando la explosión se esfumó, Tiamat vio con asombró como el daedras se lanzó contra ella. La velocidad a la que iba el titan logró tomarla por sorpresa, por lo que pudo hacerle una herida superficial en el pecho. Sin embargo, no fue la herida superficial la que le causó preocupación a Tiamat, pues aparte de eso, ella también sintió como parte de su poder desaparecía, o, mejor dicho, como parte de su poder era robado.
'Esta sensación… ¡Es similar a la manera en la que Albión roba el poder a sus enemigos!' pensó Tiamat con asombro y pánico, pues la forma en que perdía poder era similar a la que Albión solía dividir el poder de sus enemigos, claro que la escala de la cantidad de poder robado no era similar. Pese a que la escala de poder robado era diferente, ella entendió la peligrosidad de este tipo de ataques.
'Esto se ha complicado más. Parece que tendré que ponerme seria para esto.' Pensó Tiamat mientras comenzaba a usar más de su poder.
Aika, Rossweisse y Valerie luchaban con todo lo que tenían para mantener a raya a varios daedras, los cuales comenzaron a aparecer de manera simultánea.
"¡Tomen esto!" gritó Aika mientras lanzaba varias lanzas de fuego contra algunos Atronach de escarcha, los cuales fueron desterrados fácilmente, pero la joven maga tuvo que invocar su lanza-bastón para usar la parte afilada para desviar el ataque de un Xivkyn, el cual usaba una espada y un escudo.
"¡¿Cómo es que terminamos así?!" gritó Valerie mientras esquivaba acrobáticamente el ataque de dos Xivilai, los cuales estaban armados con dos hachas. La Dhampir derrapó en medio de ambos cuando estos le atacaron de manera horizontal con sus hachas. Cuando estuvo entre ambos, rápidamente creó dos lanzas de oscuridad, las cuales fueron arrojadas contra sus enemigos. Ambas armas viajaron rápidamente hacia los dos daedras, quienes lograron bloquear los ataques con sus respectivas hachas.
Mientras las dos amantes de Edzard luchaban en el suelo, Rossweisse luchaba en el cielo, esquivando los ataques de unos Crepúsculos Alados. Estos eran daedras que tenían apariencia humanoide de unas mujeres hermosas, pero que tenían alas coriáceas en lugar de brazos, a la par que poseían garras de pájaro en lugar de pies y una cola puntiaguda. El color de su piel era azul grisáceo y tenía la forma de escamas. Sus ojos eran azules, en algunos casos, pues también había algunas con ojos rojos.
"HA!" gritó Rossweisse mientras lanzaba varios hechizos de hielo con el único objetivo de eliminar a las daedras aladas que la perseguían.
Los ataques mágicos de la valquiria avanzaron con velocidad e impactaron en algunos daedras, desterrándolos a Oblivion, pero aquellos que lograron salir indemnes del ataque comenzaron a lanzarse contra Rossweisse, quien tuvo que comenzar a volar a más velocidad, pero no fue tan rápida y los daedras lograron alcanzarla. tras esto, ellas se lanzaron contra ella en picada, asestándoles golpes con sus garras, los cuales lograron agrietar un poco su armadura.
Rossweisse se protegió posicionando sus brazos en X y comenzó a esperar el momento preciso para contratacar, el cual llegó cuando todos los Crepúsculos Alados se abalanzaron en grupo contra ella. Al verlos llegar, Rossweisse invocó un círculo mágico a sus pies y creó una explosión de relámpagos, los cuales impactaron en algunos de los daedras, desterrándolos, pero hubo algunos que lograron devolverle el ataque a Rossweisse, quien tuvo que comenzar a volar en círculos, mientras comenzaba a atacarles con magia.
Mientras la batalla aérea seguia, Valerie seguia esquivando los ataques de los Xivilai, pero cuando vio una apertura la suficiente mente buena, juntó oscuridad en sus piernas y dando un saltó, dio una patada de hacha vertical, la cual fue detenida por uno de los daedras. Sin embargo, eso era parte del loco plan que se le había ocurrido a la Dhampir, quien al ver como el otro daedra comenzó a intentar acatarla, se volvió una bandada de murciélagos y se reformó a espaldas del daedra. Al tener a su enemigo sin defensa, Valerie le dio tal patada que el daedra salió volando, llevándose en el camino a su compañero. Ambos daedras siguieron una línea recta hasta que finalmente terminaron estrellándose contra varios escombros.
Valerie puso una sonrisa en su rostro al ver a esos daedras impactar en los escombros. Sin embargo, dicha sonrisa desapareció cuando escuchó el thu'um que resonó por el campo de batalla.
"¿Ese fue un thu'um?" preguntó la Dhampir, dejando de ver a sus enemigos por un instante.
Aika, quien estaba luchando contra el Xivkyn, el cual hizo un movimiento que forzó a la maga a dar un salto para tomar distancias, fue la que respondió.
"Así parece, pero eso no sonó como la voz de Ed." Respondió Aika mientras seguia enfocada en su enemigo, pues si se descuidaba, terminaría muerta.
En el cielo, Rossweisse vio hacia el palacio y una vez vio lo que pasaba, rápidamente comunicó lo que sucedía a sus compañeras por medio de un círculo mágico. Las chicas le respondieron rápidamente y todas llegaron a la misma decisión… tenían que acabar con esto rápido para ver qué pasaba allí.
Lint, Mittelt e Ingvild estaban teniendo la batalla más sencilla de entre todos los miembros del grupo de Edzard, pues ellos no luchaban contra un Xivkyn, sino que luchaban contra un enjambre completo de Crepúsculos Alados, los cuales las estaban rodeando de tal manera que ellas se vieron forzadas a usar sus ataques de una forma que les permitiera mantener un espacio o amplitud de batalla lo suficientemente grande como para poder luchar tranquilamente.
"¡Maldita sea, esas cosas no dejan de salir por todos lados!" gritó Mittelt mientras lanzaba varias lanzas de luz para matar a la mayor cantidad de daedras que pudiese.
"¡Tenemos que darnos prisa!" gritó Lint mientras lanzaba lanzas de luz a la par que disparaba balas de luz contra los daedras, para de esa manera causar más bajas.
Ingvild, por su parte, estaba usando su magia para crear una burbuja de agua la cual usaba tanto defensiva como ofensivamente. La parte ofensiva era que la burbuja de agua le permitía crear picos de agua para matar a los daedras que se acercasen de manera imprudente.
"¡In, permítenos entrar un rato en tu burbuja!" gritó Mittelt mientras usaba una espada de luz para cortarle un ala a un Crepúsculo Alado, el cual no logró caer al suelo, pues una certera bala de luz le impactó en el ojo, desterrándola a Oblivion.
"¡Esta bien!" gritó Ingvild mientras abría una apertura en su burbuja. "¡Apuren!"
Los dos ángeles asintieron y rápidamente ingresaron a la burbuja. Cuando estuvieron dentro, se tomaron un respiro mientras Ingvild comenzó a usar más poder demoniaco para expandir su burbuja y ganar más territorio.
"Tenemos que darnos prisa, chicas." Dijo Ingvild mientras pensaba como romper el cerco que habían formado los daedras a su alrededor.
"Si, tenemos que ir a ayudar al resto de los que luchan, sobre todo al ORC y al Consejo Estudiantil." Opinó Lint mientras miraba a sus compañeros de Academia luchar como podían contra los Xivkyn que aparecieron frente a ellos.
"No solo eso, tenemos que ir a ver que sucedió en el palacio. Ese thu'um obviamente era de Marie." Dijo Mittelt mientras convocaba su espada corta.
"Si." Dijeron Lint e Ingvild mientras la última se preparaba para volver a abrir su burbuja de agua.
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El sacred gear de Issei aumentaba el poder de su portador de manera constante mientras este intercambiaba golpes contra un Daedroth. A su lado, sus compañeros demonios e Irina también luchaban contra otros daedras. Los cuatro espadachines que eran Kiba, Xenovia, Irina y Tomoe luchaban contra un Xivkyn, el cual usaba dos espadas largas. Además, junto a él estaban luchando Saji y Tsubasa, mientras que Momo y Reya les brindaban apoyo mágico a ambos combatientes.
Issei lanzaba combos de ataques, intercalando entre las tres formas del nuevo poder que había adquirido. Usando su versión de «Caballero», Issei esquivó el ataque del daedra y luego se puso a sus espaldas. Ya estando a espaldas del daedra, cambio a su forma de «Torre», la cual volvía su armadura más voluminosa, con esa nueva forma, le dio un fuerte golpe al daedra. Sin embargo, este golpe fue detenido por el Daedroth, quien usó una de sus garras para hacerlo.
Al ver su ataque detenido, Issei solo sonrió bajo el casco de su Scale Mail.
"¡Toma esto, maldito bastardo!" gritó Issei mientras una protuberancia similar a un martillo pilón, el cual se formaba en los guanteletes de su armadura cuando usaba la forma de «Torre», se movía e impactaba contra el daedra.
La fuerza del golpe fue tal que generó una onda de choque al instante del impacto. Fue gracias a esto, que el daedra con aspecto reptiliano terminó derrapando algunos metros.
Sin embargo, pese a la fuerza del golpe, el daedra no cayó, sino que simplemente volvió a cargar contra los demonios.
"Es increíble que pueda resistir tan bien un golpe de ese calibre." Dijo Saji mientras usaba la cuerda de su «Abosorcion Line» para agarrar al daedra por el brazo. "¡Tsubasa, dame una mano! ¡promoción: ¡Torre!"
La torre de Sona asintió a lo dicho por su compañero de nobleza y posicionándose junto a él, tomó la cuerda y junto a Saji, ambos jalaron con fuerza. Ambos demonios gruñeron un poco por el esfuerzo que comenzaron a usar, pero afortunadamente, lograron jalar al daedra.
El daedra fue enviado hacia Issei, el cual al ver como se acercaba a él a gran velocidad, extendió su brazo y gritó. "¡Ascalon!"
[Blade]
La voz de Draig sonó, haciendo saber a Issei que la hoja de la espada sagrada Ascalon seria invocada. La espada salió del brazo izquierdo de Issei, quien esperaba que su espada terminase con el daedra y lo devolviese a Oblivion, pero para su mala suerte, eso no funcionó, ya que el daedra movió su garra libre y detuvo la hoja. El daedra abrió sus fauces y soltó un fuerte rugido al sentir la herida del corte en su garra, pero luego de eso apuntó su boca hacia los demonios.
"Mierda." Dijo Tsubasa al ver como el Daedroth comenzaba a escupir veneno sobre ellos.
"Dispérsense!" gritó Issei mientras desvanecía la espada de su sacred gear. Tras eso, rápidamente saltó hacia un lado.
Los otros dos demonios hicieron caso rápidamente, por lo que Saji desactivó su sacred gear y luego saltó. Tsubasa hizo lo mismo que Saji, y con velocidad saltó hacia un lado.
"¡Momo!" gritó Tsubasa.
El demonio de cabello blanco movió sus manos hacia el frente y creó un círculo mágico azul. De dicho circulo surgió un ataque mágico, el cual era una gran bola de fuego. La bola de fuego logró impactar en el daedra, causando una gran explosión.
"¿Se acabó?" preguntó Issei mirando la explosión.
"Eso espero." Respondió Saji mirando al daedra. "Después de todo tenemos que quitar esa ancla y luego ir a ver que ha pasado como para que la pequeña Marie hubiese gritado."
Issei asintió, pues él y Saji sabían cómo era la voz de Marie cuando usaba un thu'um, ya que lo habían vivido en carne propia durante su entrenamiento con Edzard.
Momo y Tsubasa también asintieron, esperando también que ese ataque hubiese logrado destruir al daedra. Sin embargo, cuando el humo que había sido generado por la explosión comenzó a dispersarse, los cuatro demonios vieron con horror como el daedra estaba casi ileso y solo tenía unas pocas heridas superficiales.
"Mierda. Esta ileso." Dijo Issei mirando como el daedra comenzaba a avanzar hacia ellos.
"¿Qué hacemos ahora?" preguntó Momo mirando como el daedra dejaba de caminar y comenzaba a correr.
"Seguimos con el plan. Saji, yo y Tsubasa lo retendremos mientras esperas el mejor momento para atacar." Dijo Issei mientras se preparaba.
Los tres demonios que pertenecían a la nobleza de Sona asintieron y vieron como Issei corría hacia el daedra para luchar contra el usando nuevamente su forma de «Torre».
Mientras Issei y su mini grupo luchaban contra el Daedroth, Kiba, Tomoe, Irina y Xenovia estaban enfrascados en un mortal baile de espadas contra un Xivkyn. Ellos estaban luchando con fuerza para tratar de derrotarlo rápido, ya que también habían oído el grito de Marie y querían ir a ver qué estaba pasando y de ser necesario ayudar.
'Sabíamos gracias a lo que Edzard-sama nos dijo que este tipo de daedras era algo similar a la guardia personal de Molag Bal… y ahora veo por qué. Su nivel de habilidad es muy amplio y no solo eso, sus habilidades físicas lo hacen muy fuerte. Fácilmente está al nivel de un demonio de clase alta.' Pensó Kiba mientras veía como su ataque, el cual era crear varias de sus «espadas del traidor» para usarlas como proyectiles, fallaba, pues el daedra había logrado desviarlas todas usando sus dos armas.
"Esto es molesto." Dijo Irina haciendo un puchero de molestia. "Sus reflejos son casi como los que tiene Edzard-kun."
"No, Irina." Dijo Xenovia negando con la cabeza, a la vez que cambiaba la forma en que sostenía su espada.
"¿Y eso porque, Xenovia?" preguntó Irina viendo como Tomoe atacaba al daedra con picos de hielo, los cuales fueron creados por su katana.
"Los reflejos de Edzard son más agudos." Respondió Xenovia con seguridad.
"¿Cómo estas tan segura?"
"Estuve investigando todo lo que pude sobre él, después de todo, el hijo que tendré con el heredará esas mismas habilidades." Dijo Xenovia mientras comenzaba a correr contra el daedra, ya que vio que Kiba le había atacado y había quedado sin una buena defensa tras fallar su ataque.
"Aun no renuncias a eso…" susurró Irina mientras negaba con la cabeza con un poco de tristeza, pues parecía que su amiga solo estaba viviendo en una ilusión, ya que parecía que Edzard no mostraba tener ningún deseo de tener algo con ella. Luego de aquello, ella se sacudió la cabeza, para eliminar cualquier pensamiento inútil que la obstruya en la batalla, tras eso, se lanzó contra el daedra, para junto con Xenovia tratar de abrumarle.
Los cuatro espadachines volvieron a lanzarse contra el daedra. Al llegar adonde este estaba, lo rodearon y comenzaron a atacarlo de manera casi simultánea. Kiba movía su «Espada del Traidor» con rapidez, tratando de dar un golpe certero, pero eso era en vano. Junto a Kiba, Tomoe lanzaba cortes rápidos, tratando de cotar ellos lugares donde se unía la armadura del daedra, pero al igual que con Kiba, sus ataques eran bloqueados y había casos dende tuvo que ponerse a la defensiva, pues el daedra no solo se limitaba a recibir los ataques, sino que también contraatacaba rápidamente cada vez que veía la oportunidad.
Xenovia balanceó su espada, en un intento de usar su peso para cortar al Xivkyn, pero su ataque fue bloqueado por el daedra, el cual cruzó ambas armas en forma de X y detuvo así el ataque de la ex exorcista. Si bien el ataque falló, Xenovia decidió usar un poco más de fuerza y comenzó a forcejear contra el daedra, el cual solo intentó forcejear unos segundos, pero al percatarse de que Irina se acercaba por su espalada, rápidamente movió sus brazos y empujando un poco a Xenovia, le dio una patada en todo el estómago a la joven demonio.
"¡Xenovia!" gritó con preocupación Irina al ver como su amiga salía disparada varios metros.
El grito de Irina hizo que el daedra lograr ubicarla y la joven ángel reencarnado tuvo que defenderse de tres ataques consecutivos por parte del daedra. Ella logró detener dos golpes, pero no pudo con el tercero, el cual casi le hace un corte en el cuerpo, pero por fortuna no sufrió daño, gracias a que Tomoe se movió rápidamente y la sacó del camino.
"Gracias, Tomoe-san." Dijo Irina cuando Tomoe la puso a una distancia un poco segura.
La joven demonio de la nobleza de Sona asintió, para luego levantar su mano izquierda y gritar. "¡Reya, hazlo!"
Tras aquel gritó, por sobre el Xivkyn apareció un círculo mágico. Al ver este círculo mágico, Kiba retrocedió y vio como un gran rayo caía contra el daedra.
¡Boommm!
Una gran explosión sacudió un poco el terreno cuando el rayó chocó con el suelo.
"¿Crees que lo derrotamos?" preguntó Xenovia, quien se había acercado a sus compañeros.
"No lo se." Respondió Kiba, quien tras decir aquellas palabras tuvo que mover su espada para detener el ataque del daedra, el cual había salido ileso del ataque. Lamentablemente, el ataque detenido solo era el de una hoja y gracias a que él estaba usando ambas manos para detener el ataque, quedó expuesto a la segunda espada del daedra. Afortunadamente para él, Xenovia se había movido lo suficientemente rápido como para detener el ataque.
Tras eso, las otras dos espadachinas se lanzaron contra el daedra, mientras Reya comenzaba a preparar un hechizo más.
Las chispas saltaban mientras Roland y Azazel luchaban. La lanza de luz del líder de los Grigori se movía rápidamente, pero eso no era suficiente como para forzar al padre de Edzard, quien usaba sus reflejos mejorados para detener cualquier tipo de ataque que le lanzara Azazel.
"Tch… ahora comienzo a entender por qué tus luchas con tu hijo suelen ser tan cerradas." Dijo Azazel con molestia, pues durante todo lo que tenían de tiempo luchando, no había logrado tocarlo ni una sola vez. Todos sus ataques habían fallado, siempre eran bloqueados o evadidos. Además, la armadura de su balance breaker tenía algunas abolladuras, originadas por el arma de Roland.
"Realmente me gustaría poder hablar contigo, pero parece que no es posible, ¿verdad?" preguntó Azazel tal y como lo había hecho durante toda la batalla. Y al igual que en ocasiones pasadas, no obtuvo respuesta verbal alguna. Sin embargo, si obtuvo una respuesta corporal, la cual fue que Roland lo atacase con su mandoble.
Al ver llegar a su enemigo, Azazel movió su lanza de luz e interceptó el arma de Roland. Moviendo su lanza un poco hacia un lado, hizo que el filo del mandoble siguiera de frente, permitiendo que Roland tuviese una abertura en su defensa o al menos eso era lo que él esperaba, pero cuando intentó clavarle la lanza, Roland movió su mandoble y detuvo el ataque. Tras eso, ambos enemigos comenzaron a moverse nuevamente, comenzando a atacarse con mayor velocidad. Las chispas volvieron a surgir mientras ambos continuaron atacándose, casi sin moverse demasiado del lugar donde estaban, pues ambos se movían poco y solo lo suficiente como para poder matar a su enemigo rápidamente.
Al ver que esta estrategia no funcionaba, el líder de los Grigori dio un salto hacia atrás y moviendo su mano izquierda, lanzó varias lanzas de luz contra Roland. El involuntario adalid de Bal, vio el ataque llegar, pero no se inmutó, sino que, moviendo un poco el agarre de su arma, comenzó a desviar todas lanzas de Azazel. Cuando terminó, movió su propio mandoble y usando su encantamiento, creó una gran medialuna de fuego, la cual se dirigió contra Azazel a gran velocidad.
Al ver el mismo ataque que hace tiempo le había cercenado un brazo, Azazel movió su lanza de luz y cuando vio que era un buen momento, lanzó el arma. Ambos ataques se encontraron y generaron una explosión al impactar entre sí. Tras eso, Azazel no perdió tiempo y conjuró otra lanza de luz y que bueno que lo hizo, pues Roland apareció frente a él.
"Atacar usando como cortina de humo una explosión. Ese es un truco muy viejo." Dijo Azazel mientras usaba su lanza para desviar los ataques de Roland.
El adalid de Bal no respondió verbalmente, sino que lo hizo aumentando la velocidad de sus ataques.
'Mierda, esto se está complicado.' Pensó Azazel con molestia y preocupación, pues comenzaba a sentir como los ataques de Roland podrían abrumarlo muy pronto. Pero cuando sintió que tendría que luchar con todas sus habilidades, un gritó hizo estremecer el lugar. Al escucharlo, Azazel puso una sonrisa bajo su casco.
'Te estabas tardando, chico.' Pensó el líder Caído, solo para asombrase al escuchar otro grito, el cual se parecía bastante al que había usado Marie. Aunque, no tuvo tiempo para pensar en algo más, ya que un tercer thu'um se hizo presente y se vio forzado a levantar vuelo.
Yasaka se encontraba respirando con dificultad, pues se sentía un poco cansada por la batalla y por los ataques que había recibido. La madre de Edzard era más poderosa de lo que ella pensaba. Todos los ataques que hizo con su «Fox Fire» fueron en vano, ya que ella se protegía con una barrera transparente. Dicha barrera era tan fuerte que había logrado resistir todos sus ataques hasta ahora.
"Ahhh… Ahh… Eres más fuerte de lo que esperaba. Aunque eso solo confirma como es que tienes un hijo y una nieta tan poderosos." Dijo Yasaka, quien durante toda la lucha había tratado de entablar conversación con la mujer en un intento de ver si podía hacer que reaccione. Lamentablemente, sus intentos fueron en vano, ya que ella no respondió con palabras, sino que lo hacía con hechizos.
Selene movió su mano derecha y conjuró tres lobos, los cuales estaban hechos de relámpagos. Los lobos se movieron rápidamente y cuando estuvieron por alcanzar a Yasaka, fueron derrotados por la Kyubi, quien usó su fuego para crear una pequeña onda expansiva.
Luego de aquel ataque, la madre de Edzard comenzó a correr hacia la kyubi, quien la vio con confusión.
"¿Por qué te lanzas tan imprudentemente?" se preguntó Yasaka con confusión. Sin embargo, pese a esa confusión, la líder de Kioto lanzó varias bolas de fuego hacia Selene.
La madre del Dovahkiin, comenzó a esquivar los ataques de Yasaka y aquellos que no pudo esquivar, los volvió inútiles al usar una «Custodia». Tras llegar a escasos metros de la kyubi, Selene movió sus manos y conjuró varias lanzas de hielo, las cueles lanzó contra Yasaka.
La madre de Kunou vio llegar el ataque enemigo y saltando hacia atrás, logró esquivarlos todos. Sin embargo, al terminar de esquivarlos, vio como Selene estaba frente a ella.
'¿Qué planea…'
Lo que estaba por terminar de pensar Yasaka fue interrumpido cuando Selene juntó ambas manos y acumulando magia, creó una gran esfera de relámpagos. Esta esfera fue lanzada casi a quemarropa contra Yasaka, quien al ver el ataque rápidamente creó un círculo mágico de tipo barrera para defenderse.
¡Booommmm!
Una gran explosión se vio cuando el ataque de Selene impactó en la barrera de Yasaka. Cuando el humo se disipó, se podía ver a una Yasaka un poco herida, la cual había perdido partes de su atuendo de doncella, por lo que uno de sus grandes pechos era visible ahora.
"Ahhh…" jadeó Yasaka con un poco de esfuerzo, pues sentía que se estaba debilitando, y parecía que aquello era un efecto secundario del hechizo de Selene. 'Parece que las habilidades de la magia Nirmniana son reales y no simples exageraciones como pensé al momento de escuchar de ella por parte de Azazel-dono.'
Aquel pensamiento llegó a la mente de la líder de Kioto porque ella había descartado la información sobre esta magia como cuentos del pacto de Kuoh para hacer que firmara más rápidamente el tratado, pero ahora acababa de descubrir por las malas que eso no era cierto. Sino que la magia de los mortales de Nirm era algo completamente aterradora.
Al dejar de pensar en aquello, los ojos de Yasaka se agrandaron cuando vio como Selene juntaba ambas manos y comenzaba a crear una bola de fuego muy grande, la cual parecía ser un sol en miniatura.
'¿Qué clase de hechizo es ese?' pensó Yasaka con preocupación, pues sintió que la forma en que se estaba acumulando la magia era inestable.
"Tengo que detenerla rápidamente y eso solo podrá hacerlo si accedo al poder de las «Lay Lines» de Kioto." dijo Yasaka mientras se preparaba para acceder al poder que poseía la tierra de los Youkais. Sin embargo, antes de que ella lograse eso, se escuchó un grito.
'¿Qué es ese gritó?' pensó Yasaka, quien luego se tuvo que llevar las manos a sus sensibles oídos, pues escuchó otro grito aún más fuerte que el anterior. Cuando pasó ese gritó, ella estuvo por volver a intentar a usar el poder de Kioto, pero se vio forzada a saltar muy alto cuando se volvió a escuchar otro grito, el cual hizo algo que ella nunca se esperó.
Mientras los combates se encarnizaban en todo el territorio de Urakyoto, Edzard se encontraba atrapado entre una de las garras del Titan Daedrico.
"Parece que tu fama como guerrero está muy bien ganada, pero no tienes el poder que supuse que tenías." Dijo el Titan con burla mientras veía como Edzard, el cual había intentado liberarse usando su fuerza sobre humana, pero no lo había logrado.
Edzard miró al daedra mientras examinaba lo que había pasado en su corta lucha. La lucha había sido supuestamente pareja, pero el sabia la verdad, fue todo lo contrario. El daedra había sido quien marcaba el ritmo del combate.
'Tengo que encontrar una manera de liberarme.' Pensó Edzard mientras mantenía la calma. Él se encontraba en calma en este momento gracias a que cuando el daedra lo atrapó, el hizo supuestos intentos de soltarse usando solo el setenta y cinco por ciento de la fuerza total de su forma humana. Además, cuando estaba forcejeando, logró poner su vista en el interior del palacio y allí pudo ver a Kunou cargando a Marie, la cual parecía estar inconsciente. Al verlas allí, la preocupación comenzó a hacerse presente en él, pues estarían en peligro si algo pasase con la barrera, pero por fortuna, un grupo de Youkais aparecieron y comenzaron a llevarse a Kunou, quien no permitió que nadie tocara a Marie.
En el momento en que presencia que su hija y si amiga ya no estaban allí, el comenzó a prepararse para la batalla.
"Parece que no tienes nada que decir." Dijo el Titan comenzando a mover su otra garra. "¡Entonces, Muere!"
Edzard vio como la garra del titan se acercaba a él y volviendo sus ojos de color dorado, usó el cien por ciento de su fuerza en aspecto humano. Con un rápido movimiento, logró liberar la mitad inferior de su rostro, la cual estaba cubierta por uno de los dedos del titan. Esto fue posible a que lo hizo en un momento en que el daedra había estado confiado en su victoria, por lo que él no se esperaba este repentino aumento de poder.
Los ojos azules del titan se abrieron con sorpresa al ver la sonrisa que puso Edzard antes de gritar.
"¡MUL! ¡QA! ¡DIIV!"
Tras aquel grito, el cuerpo de Edzard se cubrió de llamas negras, las cuales forzaron al daedra al soltarlo, pues sus manos comenzaron a quemarse, causándole un dolor atroz al daedra.
"¡Agggh!" gritó el titan de dolor mientras se alejaba un poco de Edzard, tras aquello, comenzó a examinar su garra y se dio cuenta de algo. "Estas malditas llamas… No hay duda, están imbuidas con el poder de Aetherius."
Cuando el fuego se esfumó, se podía ver a Edzard en su aspecto dragón. Al verse ya en su forma más poderosa, el hijo de Akatosh abrió la boca y gritó muy fuerte.
"¡FUS! ¡RO! ¡DAH!"
El thu'um de Edzard generó una onda de choque, la cual dio de lleno en el daedra, pues este solo estaba a escasos quince metros de Edzard.
La fuerza del ataque envió al titan daedrico a volar como si fuese una hoja contra un huracán. Además, a diferencia del thu'um que sabía que su hija había usado, Edzard era capaz de controlar el área que podía abarcar el ataque. Por esa razón, es que el ataque fue dirigido a un solo punto, el pecho del daedra.
Al ver que su enemigo estaba lejos, Edzard volvió su vista al campo de batalla y lo que vio le hizo preocuparse. Y es que toda el área estaba siendo invadida por cientos de daedras, los cuales avanzaban casi sin oposición por la zona del centro, afortunadamente su grupo, el ORC y el Consejo Estudiantil estaba que luchaba bien contra sus enemigos. Sin embargo, sus combates estaban durando más de lo normal y ahora estaban por verse en problemas, ya que muchos rayos cayeron del cielo, invocando a varios daedras más.
'Esto no puede continuar. Acaban de aparecer varios daedras de nivel medio, si ya los youkais está siendo abrumados por ellos, solo es cuestión de segundos para que sean masacrados.' Pensó Edzard mientras planeaba una forma para destrozar a los enemigos que aparecían. 'Parece que no tengo otra opción, tendré que usar ese thu'um.'
Tras pensar aquello, Edzard movió sus alas y se lanzó como un cohete hacia el cielo. Cuando al fin llegó a una gran altura, descendió a gran velocidad, pareciendo un meteorito. Al momento en que estuvo a escasos metros del suelo, gritó. "¡QETH! ¡KRII! ¡GOL!"
El grito de Edzard se coordinó con su descenso de tal manera que al momento en que terminó de gritar, el impactó en el suelo, creando así un pequeño cráter, el cual fue acompañado de un movimiento telúrico que hizo que muchos se tambalearan. Sin embargo, eso sería lo último que les preocuparía, pues ni un segundo después todo el suelo de la ciudad de Urakyoto fue cubierto de picos hechos de roca fundida, los cuales empalaron a muchos de los daedras. Dentro de los enemigos abatidos estaban los daedras con los que sus amigos y amantes luchaban en tierra. Esto se debió a que el ataque los tomó por sorpresa.
El gran poder del thu'um de Edzard causó asombro en todos los que luchaban, pero un segundo después, todos volvieron a asombrarse cuando Edzard volvió a gritar.
"¡STRUN! ¡BAH! ¡QO!"
El cielo de Urakyoto comenzó a llenarse de nubes negras rápidamente y en menos de dos segundos después de que las nubes cubrieran el cielo, comenzó a llover. Las gotas de lluvia apagaron los incendios que se habían formado por los hechizos de fuego usados por algunos daedras. Sin embargo, eso no fue todo lo que pasó, ya que, en un momento de imprevisto, cientos de relámpagos comenzaron a caer, impactando en varios de los daedras que sobrevivieron al thu'um anterior de Edzard. Además, los rayos impactaron en los daedras que estaban volando, permitiendo que aquellos que luchaban contra ellos, pudiesen tener un respiro y puedan reagruparse.
Tras aquello, Edzard volvió a levantar vuelo y se dirigió rápidamente hacia donde estaba el titan daedrico. Cuando llegó al lugar donde este había impactado, lo vio parado como si nada mientras su cuerpo recibía varios relámpagos, los cuales nunca llegaron a impactar, pues una especie de vórtice absorbía los ataques.
'Resistencia mágica… esto es muy problemático.' Pensó Edzard mientras extendía sus manos y se preparaba para reanudar el combate.
"Eso realmente me dolió, Dovahkiin." Dijo el Titan mirando a Edzard. "Ha pasado muchos siglos desde que alguien pudo darme un golpe así de fuerte."
"Je, puede porque tal vez solo te has estado enfrentando a seres débiles." Dijo Edzard con burla.
El titan daedrico miró a Edzard y luego soltó una enorme carcajada. "¡ja, ja, ja! ¡Realmente no tienes ni idea de contra que seres me he enfrentado!"
Tras aquel grito, el titan daedrico se movió a gran velocidad y apareció frente a Edzard. Moviendo sus garras a gran velocidad, intentó empalar a Edzard, pero el joven dragón respondió moviendo sus propias manos, logrando interceptar el golpe del daedra.
El impactó de ambos miembros generó una gran onda de choque creó un pequeño cráter en el suelo donde ambos estaban luchando. Además, el impactó también generó ondas de aire que se extendieron varios metros, haciendo volar varios escombros.
'Es más fuerte de lo que pensaba.' Pensó Edzard al sentir su brazo hormiguear un poco.
"Te has vuelto más fuerte físicamente, Dovahkiin." Dijo el Titan mientras comenzaba a aplicar más fuerza en su brazo, logrando hacer que Edzard retrocediera un poco. "¡Lamentablemente, eso no es suficiente!"
Tras el grito, el titan usó mucha más fuerza que la que había usado antes y logró que el brazo de Edzard retrocediese.
'Mierda' pensó Edzard al ver como el daedra movía su otra garra e intentaba darle en todo el rostro. Agachándose, él logró esquivar el ataque por los pelos, pero eso lo dejó expuesto a otro ataque enemigo, el cual fue hecho por la cola de Titan.
"Ugh." Fue lo que salió de la boca de Edzard al momento en que la cola del Titan le impactaba en el abdomen. La fuerza de aquel ataque lo hizo salir volando, pero a diferencia de la veza anterior, él logró maniobrar en el aire, cayendo de pie a unos metros del titan.
"¡Lo vez ahora! ¡Yo nunca luche con toda mi fuerza física!" gritó el titán mientras su cuerpo comenzó a ser cubierto por una gran cantidad de Magicka.
"¡¿Qué planeas?!" gritó Edzard mientras respondía al poder de su enemigo haciendo que su propio cuerpo expulsase magia.
"¡Iniciare la verdadera batalla por este territorio!"
Tras aquel grito, el daedra llevó sus manos al cielo y lanzó una gran bola de energía purpura al cielo. La esfera se movió muy rápido hacia el cielo y cuando traspasó la capa de nubes negras, esta explotó, generando una onda expansiva purpura que disipó las nubes que generó el thu'um de Edzard.
Cuando las nubes negras se esfumaron, Edzard vio como el portal que se encontraba entre el ancla negra brillaba y de allí, cientos de luces comenzaron a caer hacia el suelo. Al ver eso, el corazón de Edzard se llenó de preocupación, pues aquellas luces solo significaban daedras. Sin perder tiempo, conjuró un círculo mágico y gritó. "¡Asia, Lint, Aika, Issei, Saji, todos los que puedan escucharme, retírense de las cadenas de las anclas negras y reagrúpense con los Youkai! ¡Cuando lo hagan tomen acciones en conjunto!"
Cuando Edzard terminó de gritar, comenzó a escuchar al titan reírse.
"¡¿De qué te ríes?!"
"No es obvio. Me rio de tu desesperación." Respondió el Titan mientras comenzaba a volar. "¡Esta tierra está perdida Dovahkiin!"
Tras escuchar las palabras del daedra, Edzard conjuró a «Akachihel» y sin perder tiempo la agarró con su mano derecha. Ya con su mejor arma en mano, Edzard no perdió tiempo y se lanzó contra su enemigo.
Al ver a Edzard volar contra él, el titan daedrico extendió sus garras y las cubrió con una energía rojiza. Tras aquello, el titan también se lanzó contra Edzard.
Cuando ambos enemigos se encontraron en el centro, comenzaron a tacarse con furia. Las garras del daedra se movían a gran velocidad mientras Edzard movía su propia espada, pero al tener que desviar dos ataques casi de manera consecutiva eso lo había estado dejando a la defensiva. Así que, viendo que tenía que ganar más velocidad, abrió la boca y gritó. "¡SU! ¡GRAH! ¡DUN!"
Tras aquel grito, «Akachihel» fue envuelta por una corriente de aire negro. Dicho aire era el signo inequívoco de que ahora está espada estaba imbuida con el poder del viento y eso comenzó a marcar una diferencia en el combate. Y es que ahora Edzard movía su espada tan rápido que comenzó a lograr desviar los ataques enemigos mientras que contratacaba de manera certera.
Edzard desvío dos ataques del daedra y al ver una apertura, dio un paso al frente y moviendo su espada rápidamente, dio un corte vertical ascendente. La espada se movió muy rápido e impactó en la piel del daedra, creando una pequeña herida. Pero no solo ocurrió aquello, sino que también, gracias a la fuerza del golpe, el daedra salió derrapando algunos metros.
"¡ROAR!" rugió de ira el Titan cuando dejó de derrapar. Tras eso, movió ambas manos y para sorpresa de Edzard, un gran rayo surgió luego de un tiempo de carga de hechizo muy rápido.
'Maldita sea, no puedo conjurar ningún hechizo para detenerlo rápidamente. Parece que no tengo otra opción.' Pensó Edzard mientras veía llegar el ataque. Abriendo su boca, no lo pensó dos veces más y gritó. "¡SOV! ¡AG! ¡SLEN!
El thu'um que Edzard usó era uno que le permitía invocar un aliento de relámpago, el cual creaba un gran rayo. Un enorme rayo de color azul se originó de la boca de Edzard, dicho ataque era mucho más grande que los rayos formados por el hechizo «Tormenta de relámpagos». Este ataque viajó a gran velocidad e impactó con el hechizo que usó el daedra.
¡BOOOM!
Al momento de impactar, ambos ataques se neutralizaron, pero al hacerlo generaron una gran explosión que abarcó varios metros a la redonda, engullendo a varios daedras que eran invocados por esa zona. Además, de la explosión, la onda de choque también mandó a volar varios escombros, así como a algunos daedras menores y Youkais que tuvieron la mala suerte de estar por allí.
'Esto es malo. Al neutralizar sus ataques estoy generando mucho fuego amigo.' Pensó Edzard con preocupación al ver como sus ataques también mataban algunos youkais. '¿Cuántos de los que han muerto han caído por mi culpa?"
Negando con la cabeza para despejar estos pensamientos, volvió a enfocar su mirada en su enemigo, el cual se movió y comenzó a volar hacia el a gran velocidad.
El titan daedrico se movía a gran velocidad y en menos de dos segundos estuvo frente a Edzard, quien, al verlo, extendió su mano izquierda y lanzó una gran ráfaga de «fuego solar». El ataque fue tan grande que engulló por completo al daedra, forzándolo a derrapar varios metros hacia atrás.
"Estas haciendo que pierda la paciencia, mocoso." Gruñó con molestia el daedra cuando dejó de derrapar. Tras aquello, movió sus alas y se preparó para lanzarse contra Edzard. "¡Terminare con esto ahora!"
Tras aquel grito, el cuerpo del daedra comenzó a expulsar enormes cantidades de Magicka. La cantidad era tan grande que terminó por crear un vórtice de magia pura, el cual amenazó con engullir todo lo que le rodeaba.
"Tsk. Esto es malo. Tengo que detenerlo ahora." Dijo Edzard mientras se preparaba para lo que haría. Tomando una profunda respiración, gritó. "¡SULEYK! ¡DOV! ¡AL!"
Tras aquel grito, el cuerpo de Edzard fue cubierto por llamas negras, las cuales comenzaron a arremolinarse sobre el cuerpo del hijo de Akatosh.
Cuando el vórtice del daedra y las llamas que cubrían a Edzard se extinguieron, tanto el cómo el Titan daedrico terminaron siendo cubiertos por auras. El titan daedrico tenía un aura de color azul oscuro, la cual comenzó a congelar todo lo que había a escasos metros de él, mientras tanto, el aura de Edzard parecía un manto de llamas negras, las cuales comenzaron a quemar todo lo que había su alrededor.
Los dos enemigos se vieron y un segundo después desparecieron del lugar. Un instante después, una gran onda de choque sacudió todo el territorio de Urakyoto. Esto no hizo más que llamar la atención de todos los que estaban a los alrededores.
Ambos enemigos comenzaron a moverse como cohetes por todo el lugar, intercambiando golpes a tal velocidad que era casi imposible ser vistos por ojos no estrenados. Su feroz batalla comenzó a afectar los combates que se llevaban a cabo por todo el territorio, pues sus intercambios de golpes generaban corrientes de aire que eran tan fuertes como las de los tornados. O al menos esa era la impresión que tenían aquellos que veían el combate.
"¡¿Qué está pasando?!" gritó Issei al sentir como su cuerpo era remecido por las potentes corrientes de aire que se generaban por los impactos de los ataques Edzard contra el Titan daedrico.
"¡No lo sé, Issei-Kun!" gritó en respuesta Kiba, quien junto con los demonios de Kuoh e Irina estaban que se refugiaban de las ondas de choque gracias a una barrea que todos estaban creando en conjunto.
"¡Tenemos que seguir avanzando!" gritó Tomoe mientras comenzaba a avanzar hasta casi salir de la barrera.
"¡Estás loca, Tomoe!" gritó Saji tomando a la chica del brazo para volver a ponerla en la seguridad de la barrera.
"¡Saji-kun tiene razón!" gritó Tsubasa. "Mira a tu alrededor! ¡Incluso los daedras están que tienen problemas para mantenerse en pie!"
La espadachina hizo caso y mirando a su alrededor, vio como las ráfagas de viento estaban que mandaban a volar a varios daedras menores. Tras ver aquello, volvió a mirar a sus compañeros y amigos. "¡¿Qué hacemos ahora?!"
"¡Solo esperar hasta que podamos volver a movernos!" gritó Saji.
Las palabras de Saji se ganaron el asentimiento de todos.
Asia estaba reunida con el resto de sus amigas, las cuales lograron maniobrar lo suficientemente rápido como para llegar antes de que todo el combate se vuelva muy intenso. Las chicas habían abandonado sus respectivos lugares cuando Edzard se los ordenó. Y qué bueno que lo hicieron, pues un segundo después de aquello, al lugar llegaron varios daedras. Si bien era posible que pudiesen luchar contra ellos, cuando eran grupos pequeños, la cantidad de daedras que aparecieron fue enorme, por lo que se vieron forzadas a retirarse y reagruparse.
Ahora que todas estaban reunidas, las chicas miraban el combate, mientras conjuraban una barrera para protegerse.
"¡Asia esto está que se sale de control!" gritó Aika mientras miraba o al menos trataba de ver que ocurría con la pelea.
"¡La pervertida de gafas tiene razón! ¡Esta pelea ha superado con creses la batalla que Ed tuvo con Loki!" gritó Mittelt.
Asia se mordió el labio con desesperación al escuchar aquello, pues era la verdad. Y eso se podía confirmar al ver a su alrededor, pues muchos Youkais estaban siendo arrastrados como si fueran simples hojas, terminando por impactar en escombros, lo que hacía que algunos muriesen por el impacto.
"¡Tenemos que hacer algo!" gritó Lint mientras miraba como muchos Youkais perdían la vida. "¡Si esto sigue así, todos los Youkais que hay fuera de esta barrera morirán!"
"¡Lo sabemos, Lint! ¡¿pero qué podemos hacer?!" gritó Aika en respuesta. "¡No tenemos el poder para abarcar toda esta zona con una barrera!"
"¡No!" gritó Asia, llamando la atención de las chicas. "¡Hay una forma de ayudarlos!"
"¡¿Cuál?!" Gritó Ingvild.
"¡Mi sacred Gear!" respondió Asia. "¡Puedo hacer que el aura de protección y sanación se extienda por todo Urakyoto! ¡Pero necesitare su ayuda!"
Las chicas se miraron y sin pensarlo dos veces asintieron.
Una sonrisa apareció en el rostro de Asia al ver es respuesta.
"¡Bien, Chicas! ¡Dejare de ayudar con la barrera!" gritó Asia mientras dejaba de enviar magia a la barrera de protección. "¡Cuando les diga ya, envíen su poder al objeto que verán aparecer!"
"¡¿Cuál objeto?!" preguntó Rossweisse mientras tomaba el relevo de la cantidad de magia que Asia ya no aportaba a la barrera.
"¡Ya lo sabrán!"
Tras aquella respuesta, Asia se posicionó en el centro de la barrera y juntando ambas manos por sobre su cabeza, cerró los ojos. El aura verde que emanaba su sacred gear comenzó a hacerse presente y a volverse más condensada. Unos instantes después, Asia abrió los ojos y gritó. "¡Protege a mis aliados del daño! ¡Yo te invocó, Ven mi estandarte de guerra!"
Tras aquel grito, Asia movió sus manos hacia abajo y mientras sus manos bajaban, se formó una lanza hecha de energía verde. En la parte superior de dicha lanza se materializo un estandarte con la heráldica de los Cumberland. Cuando Asia incrustó el estandarte en el suelo, un círculo verde luminiscente cubrió inicialmente el lugar de la barrera, pero luego comenzó a extenderse varios metros más.
"¡Ahora chicas!" gritó Asia.
Lint, Tiamat, Aika, Mittelt, Ingvild, Rossweisse y Valerie comprendieron que esa era la señal. Sin perder ningún segundo más, ellas dejaron de crear la barrera y sin perder ni un solo segundo corrieron hacia el estandarte de Asia y lo tomaron. Al momento de hacerlo, todas comenzaron a infundir dicho estandarte con magia. Esto hizo que el área de efecto aumentara hasta lograr alcanzar el lugar más lejano donde había youkais.
Al ver esto, Asia no perdió el tiempo y creó un círculo mágico en su oído y comenzó a decirles a todos que se reagrupasen dónde estaba el estandarte.
Edzard escupió una gran cantidad de sangre al momento en que recibió un golpe por parte del titan, el cual había usado su cola para aquello. Tras el golpe, Edzard salió volando, pero no se permitió caer, sino que se mantuvo volando y cuando estuvo nuevamente estable tuvo que esquivar otro ataque del titan daedrico.
'Maldita sea… él es más poderoso de lo que esperaba. Este nivel de poder no es de un daedra normal…' Tras pensar aquello, Edzard tuvo que volver a esquivar otro ataque, pero a diferencia de la vez anterior, ahora tomó su arma con ambas manos y dio un rápido, pero fuerte corte vertical al daedra.
Su espada logró tomar por sorpresa al daedra, hiriéndole. Si bien el corte no era profundo, el hecho que su espada estuviese infundida del poder de Aetherius, hizo que el daedra sintiese un dolor atroz en el lugar del corte.
"¡Voy a destrozar esa maldita espada tuya, Dovahkiin!" rugió de ira el daedra para luego moverse a mucha más velocidad que la que había usado anteriormente.
'¿Pero que mier- '
Los pensamientos de Edzard se interrumpieron cuando vio llegar el ataque de su enemigo, el cual era una garra que rebosaba de magia roja a su alrededor. Al ver el ataque, Edzard intentó esquivarlo, pero a pesar de sus rápidos reflejos, su cuerpo no se movió lo suficientemente rápido como para evitar el ataque. Sin embargo, a diferencia de lo que había pensado Edzard, su enemigo no le dio un golpe, sino que lo atrapó en sus garras y tras eso, lo lanzó a gran velocidad contra el suelo.
El cuerpo de Edzard caía a gran velocidad, lo suficiente como para evitar que el lograra maniobrar y evitar impactar contra el suelo. Fue por ello, que solo demoró tres segundos en impactar contra el suelo.
¡BOMMMM!
Una gran explosión, seguida por un terremoto se sintió al momento en que Edzard impactó en el suelo.
'Maldita sea, es muy rápido. Es tan rápido que incluso con mis reflejos mejorados no soy capaz de esquivarlo, no tengo la velocidad para eso.' pensó Edzard mientras intentaba levantarse, pues había sufrido mucho daño al impactar. Y como no iba a sufrirlo, si su impacto en el suelo había terminado por crear un cráter de más de cien metros de diámetro. Sin embargo, cuando él estuvo por volver a ponerse de pie, sintió como su cuerpo era nuevamente golpeado contra el suelo.
El titan daedrico había caído del cielo y haciendo gala de una gran habilidad, usó su puño derecho para volver a golpear a Edzard contra el suelo. El golpe causó mucho daño, pues le rompió a Edzard varias costillas y de seguro también le daño algunos órganos internos. Sin embargo, eso no detuvo al daedra, el cual tomó a Edzard de su pierna derecha y comenzó a golpearlo repetidamente contra el suelo varias veces. Después de eso, lo tomo por el rostro y comenzó a arrastrarlo a gran velocidad por muchos metros, para luego lanzarlo como si se tratase de un saco de patatas.
La fuerza que usó el daedra para mandar a volar a Edzard, hizo que este terminase por caer en un lugar donde tanto su grupo, el ORC y resto podían ver lo que sucedía.
"Este es el fin Dovahkiin." Susurró el daedra acercándose a Edzard a pasos lentos. "Hoy morirás, pero antes de hacerlo, te quitare lo que más amas en este mundo."
Tras aquellas palabras, el daedra extendió su brazo derecho y comenzó a canalizar una gran cantidad de magia. La magia del daedra comenzó a tomar forma similar al hechizo «Sol Prohibido» que usaba Edzard, pero a diferencia del usado por el Dovahkiin, este era azul.
Edzard, el cual estaba en el suelo intentado levantarse después de haber sufrido una gran cantidad de daño, vio lentamente como el daedra lanzó su hechizo. Sin embargo, para su completo horror, el ataque no iba dirigido hacia él, no, el ataque iba dirigido hacia el palacio de Yasaka, el cual estaba indefenso ante un ataque de este calibre, pues ya no tenía la barrera que generaba la piedra de enfoque.
'¡No, no, no!' gritó Edzard en su mente, pues él sabía que la barrera que quedaba no podría resistir a este ataque. Al ver esto, el intentó moverse con toda la fuerza de voluntad que tenía. Sin embargo, eso no parecía funcionar, pues su cuerpo estaba muy mal herido y a pesar de estar dentro del área de efecto del sacred gear de su esposa, su gran cantidad de magia le traía un gran inconveniente, y ese era que todo tipo de efecto mágico que no sea lanzado por él solo tendría un rango de cinco a diez por ciento de efectividad, lo que hacía que no fuese posible ser curado por terceros.
Los ojos de Edzard comenzaron a llenarse de lágrimas de impotencia al ver como aquel ataque impactaría en el castillo, vaporizando a su hija…
Sin embargo, para sorpresa y alivio de muchos, una voz conocida por algunos se hizo presente.
[DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE]
Con aquella voz, la enorme bola de fuego azul comenzó a disminuir de tamaño y poder, permitiendo que una lanza que parecía estar hecha de luz impactase contra el hechizo y lo destruyera por completo.
Nota de autor:
A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.
Y aquí, el capitulo 49 y el primero de esta maratón navideña XD
Vemos que las cosas se ponen un poco feas, pero como siempre, parece que alguien llega salvar el dia. Ahora, quien es, bueno es muy fácil de intuir. También se puede ver que un titan daedrico le esta partiendo su madre a Edzard, quien es ese titan, bueno, eso también es fácil de discernir, ya que su identidad se ha revelado en capítulos anteriores XD.
También se ve que Edzard ha ampliado su repertorio de Thu'um, poseyendo uno que otro thu'um nuevo (Algunos son de los dragones que salen en TESO), también vemos que Asia tiene un nuevo hechizo, además de que se ve de que los demonios han mejorado un poco, junto con un pequeño combate entre los dos "Adalides" de Bal con Azazel y Yasaka.
Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.
