Maratón navideño (2/3)
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Capítulo 50
—Oye, bola de pelos, ¿Crees que puedas mantener un ojo en Ed si es que nos pasa algo? —
Roland a Zakir poco después del nacimiento de Edzard.
Azazel se encontraba luchando contra Roland mientras Yasaka hacia los mismo contra Selene. El combate que ya de por si era frenético entre ambos lideres contra los dos adalides ahora mismo era más complicado gracias a la gran cantidad de corrientes de aire que se generaban por la batalla de Edzard con el titan daedrico.
Las corrientes de aire que amenazaban con mandar a volar a muchos estaban siendo muy bien contrarrestadas tanto por Azazel como por Yasaka, pues ambos estaban acostumbrados a luchar en ambientes así. Después de todo, tanto Azazel como Yasaka eran veteranos de varias batallas. Así que, por esa razón ellos podían luchar en casi óptimas condiciones. Casi lo mismo se aplicaba a Roland y a Selene quienes también habían luchado su parte justa de batallas, pero a diferencia de los dos lideres de facciones, ellos podían luchar mejor debido a su anatomía Nirmniana.
"¡Toma esto!" gritó Yasaka mientras lanzaba una enorme bola de fuego contra Selene. O al menos eso era lo que pasaba, pero la verdad es que el ataque iba dirigido a otro lado, lo que se demostró cuando se desvío durante su trayecto y se dirigió contra Roland.
Al ver llegar aquel ataque, Azazel se movió rápidamente y se posiciono sobre Selene. Moviendo su mano, el Cadre creó varias lanzas de luz, las cuales se dirigieron a la madre de Edzard a gran velocidad.
'Esto tiene que funcionar.' Pensó Azazel con un poco de cansancio, pues su combate le había quitado mucho.
Ambos ataques se dirigieron rápidamente hacia sus respectivos objetivos, los cuales no hicieron ademan de reaccionar. Sin embargo, cuando estuvieron a punto de ser alcanzados por ambos ataques, tanto Roland como Selene respondieron. Roland dio un gran salto e infundiendo su arma con una gran cantidad de Magicka, creó varias medias lunas de fuego con las que destruyó las lanzas de Azazel. Selene, por su parte, movió su mano y creó una «custodia» sobre Roland, protegiéndolo del ataque de Yasaka.
"Q-que coordinación más increíble." Dijo Yasaka viendo con asombro como sus ataques habían fallado.
"Tienes razón. Hemos intentado atacarlos con varios hechizos y de diferentes maneras, pero todo termina de la misma manera." Dijo Azazel mientras apretaba el agarre en su lanza de luz.
Preparándose para volver a la batalla, ambos se quedaron como piedra cuando el combate entre Edzard y el daedra pasó muy cerca de ellos. Los ojos de ambos lideres miraron con horror como Edzard recibía una gran paliza por parte del daedra. Sus cuerpos comenzaron a llenarse de preocupación cuando lo vieron caer y sobre todo fue Yasaka la que más miedo sintió al ver como el Titan daedrico lanzo un ataque muy poderoso contra el Palacio.
"¡NOOOOOO!" gritó Yasaka mientras comenzaba a correr hacia su palacio, siendo seguida por Azazel, quien también intentó dirigirse hacia allí. Lamentablemente, ambos se detuvieron de manera abrupta cuando Selene y Roland comenzaron a atacarlos para evitar que se dirijan hacia el palacio.
"¡Muévanse de mi camino!" gritó Yasaka mientras lanzaba una gran bola de «fox fire». Dicha bola de fuego tenía el tamaño de una casa de dos pisos. Sin embargo, dicho ataque fue anulado cuando Selene usó «Disipar magia» y extinguió fácilmente el ataque de la kyubi.
La desesperación comenzó a abrumar a Yasaka, quien comenzó a correr hacia Selene, en un intento de sacarla del lugar usando fuerza bruta. Sin embargo, todos sus ataques fueron bloqueados. "¡Muévanse! ¡Que no solo mi hija esta allí, también esta su nieta!"
El grito de Yasaka pareció haber tocado algo en ambos adalides, pues sus ojos dejaron de ser azules y se volvieron verdes y dorados por un instante. Dicho instante fue aprovechado por Yasaka y Azazel para lograr esquivar a los progenitores de Edzard y tratar de detener el ataque que se dirigía hacia el palacio. Sin embargo, por mucho que se movieron, se dieron cuenta de que no llegarían a detener el ataque.
"¡Kunou!" gritó Yasaka con desesperación al ver el ataque estar a escasos metros de impactar en el palacio.
La perspectiva de Yasaka de lo pasaba se vio ralentizada debido a la gran cantidad de adrenalina que su cuerpo estaba produciendo, por lo que vio en cámara lenta lo que paso a continuación.
[DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE] [DIVIDE]
Con cada palabra que se escuchaba, la bola de fuego azul se iba reduciendo en tamaño y poder. Cuando el ataque ya había perdido la mitad de su tamaño original, una lanza de luz impactó de lleno en el hechizo, destruyéndolo por completo.
"¿Q-q-qué ha sucedido?" preguntó entre tartamudeos Yasaka al ver como el ataque que podría haber vaporizado a su hija había sido neutralizado por completo. Comenzando a mirar a todos lados, sus ojos se posaron en una silueta vestida con una armadura blanca con gemas azules. Al ver aquella armadura, supo de quien se trataba. "Hakuryuukou."
"Vali…" dijo Azazel poniendo una sonrisa en su rostro al ver a la persona que era lo más cercano que había tenido a un hijo aparecer.
"Hola, Azazel." Dijo Vali viendo al líder de los Caídos. "Parece que están en problemas."
"¿Qué haces aquí, Vali?"
"Tu qué crees."
Azazel miró al descendiente de Lucifer y comenzó a pensar en que estaba haciendo el aquí. Lamentablemente sus pensamientos fueron interrumpidos debido a un ataque sorpresa de Roland y Selene, quienes se movieron rápidamente para derrotarlos tanto a él como a Yasaka.
'Mierda. Me descuide.' Pensó Azazel mientras veía la espada del padre de Edzard descender hacia su cuello. Sin embargo, el ataque nunca llegó a impactar.
¡Clank!
El distintivo sonido metálico que se originada por el chocar del acero se hizo presente, causando conmoción en Azazel y Yasaka.
"Parece que sigues igual de fuerte para alguien supuestamente muerto, no lo crees…. Eitarson." Dijo una voz grave y gruesa cuyo dueño era un ser vulpino bípedo, el cual había detenido el ataque de Roland usando una de las dos espadas que estaba empuñando.
"¿Q-quién eres tú? ¿Qué hacen tu y el dragón blanco aquí?" preguntó Yasaka.
Para sorpresa de Vali, quien nunca había visto sonreír a su compañero, lo vio poner una sonrisa irónica en su rostro.
"Me llamo Zakir. Y la razón por la que ambos estamos aquí es porque somos la caballería."
Tras decir aquellas palabras, el ser vulpino movió su otra espada y esta, para sorpresa de todos los que la veían, se convirtió en una lanza de luz blanca. Moviendo la lanza a grandes velocidades, Zakir hizo algo que Azazel no pudo hasta ahora, logró herir a Roland.
Tras ser herido, el padre de Edzard dio un gran salto hacia atrás y se llevó la mano hacia la herida que había recibido, la cual estaba en su antebrazo. Selene, quien había estado observando lo que pasaba se posiciono junto a su esposo y extendiendo ambas manos, comenzó a conjurar un poco de magia en la herida. Un segundo después, la herida en el cuerpo de Roland se había curado por completo.
"Je… esto será como cuando eran mocosos." Dijo el ser vulpino comenzando a caminar hacia ellos. "Les demostrare que aún no pueden derrotarme."
Tras aquellas palabras, Roland y el ser vulpino desparecieron en estallidos de velocidad y encontraron en el centro del campo de batalla. Al momento de encontrase, el sonido de acero chocando se hizo presente, pero a diferencia de lo que había ocurrido entre la batalla de Azazel y Roland, ahora era Roland quien estaba contra las cuerdas, pues ahora estaba a la defensiva completamente.
"Vali, ve a ayudar al mocoso. Dale tiempo hasta que se recupere." Dijo el ser vulpino esquivando una bola de fuego de Selene, quien haba comenzado a interferir en la batalla. "También dile al mono, a la gata, a Arthur y a Le Fay que apoyen a Asia y a al resto de su equipo."
"Vale, Zakir." Dijo Vali para comenzar a moverse rápidamente hacia donde estaba el Titan daedrico.
Una vez que Vali dejó el lugar, Zakir sintió la mirada de Azazel y Yasaka sobre él, por lo que girando su cabeza un poco, los miró antes de hablar. "Les recomiendo que se dirijan hacia el palacio y comienzan a preparar una evacuación masiva."
Las palabras de Zakir sorprendieron a ambos lideres de facción.
"¿Qué quieres decir? ¿Por qué iniciaríamos una evacuación masiva?" preguntó Yasaka con temor a la respuesta.
"Este lugar está perdido. Las anclas negras se han incrustado de manera metafísica en este territorio. Ya no hay forma de salvarlo." Respondió Zakir sin dejar de mirar a Roland y a Selene.
"P-p-pero Edzard-dono dijo…"
"No tengo tiempo para explicarlo, pero yo se mas de esto que él. Y créanme cuando les digo que este lugar está perdido." Dijo de manera cortante Zakir.
Los ojos de Yasaka se sintieron abatidos, pero rápidamente se dio la vuelta y mirando a Azazel ambos asintieron y se fueron del lugar lo más rápido que podían. Mientras corría, los ojos de Yasaka derramaron algunas lágrimas, pues se sentía muy triste por lo que estaba pasando.
Al ver que se iban, Selene y Roland reaccionaron rápidamente e intentaron bloquearles el camino, pero se detuvieron en secó cuando Zakir se interpuso entre ellos.
"¿A dónde creen que van? No saben que tenemos una cita." Dijo Zakir mientras sarcillos de energía blanca y azul comenzaba a cubrir su cuerpo. "Tranquilos. Hare esto rápido, después de todo tengo que ayudar de nuevo a su idiota de un hijo."
Mientras Zakir luchaba contra los padres de Edzard, Asia y el resto de las chicas seguían en el mismo lugar donde habían estado previamente. Ellas seguían manteniendo el estandarte que era la materialización del poder del sacred gear de Asia.
Y hablando de ella, la joven ex monja había entrado en pánico cuando vio como su hija era casi asesinada, pero luego de ver como aquel ataque era detenido por Vali Lucifer, aquel pánico se había esfumado casi por completo, dejándola un poco más calmada, pero aun seguia preocupada. Ella había estado a punto de dejar de usar este poder para ir a tratar de detener el ataque que se estaba dirigiendo hacía el castillo.
'Tal vez hubiese podido desviarlo si usaba un hechizo de Magicka extrema, pero por las prisas para detener la invasión no pude hacer los preparativos previos.' Pensó Asia, la cual comenzó a ver el lugar. A su lado no solo estaban sus amigas, sino que también estaban los miembros del ORC y el consejo Estudiantil, quienes llegaron junto a varios de los youkai que estaban luchando para detener la invasión.
Todo el lugar estaba repleto de batallas, pues varios daedras habían aparecido desde que el titan daedrico había dejado mal herido a Edzard. Hablando de su esposo, él estaba que se volvía a levantar para seguir su batalla. Al verlo herido de esa manera, una parte de ella quería gritarle que se detuviera, pero ella sabía que él no le haría caso.
Las explosiones a su alrededor comenzaron a hacerse más fuertes, pero ella las ignoraba y seguia concentrada en mantener su sacre gear activo la mayor cantidad de tiempo. Ella y el resto del grupo de Edzard estaban usando su magia como batería para aumentar el alcance del área de su sacred gear, por eso ellas estaban quietas sin moverse. Si bien eso debería de convertirlas en presas fáciles, el ORC y el consejo estudiantil estaban que las protegía incansablemente, luchando contra todo daedra que se acercase a ellas.
"¡Esto no puede seguir así!" gritó Lint mirando como todos luchaban y ellas no.
"¡Se lo que quieres decir, pero tenemos que mantener el poder de Asia!" gritó Aika mientras seguia direccionando su poder al estandarte. "¡Sin el estandarte no podrían luchar de la manera imprudente en que lo hacen!"
Las chicas se miraron y entendieron las palabras de Aika, ya que esa era la cruel verdad. Y es que, todos los que luchaban lo hacían confiados de que gracias al poder de Asia no podrían recibir daño, por lo que habían dejado de luchar de manera normal y ahora eran más suicidas en su forma de luchar, usando sus propios cuerpos como carnada para lograr asesinar a los daedras que aparecían. Y fue gracias a ello que estaban logrando resistir muy bien, de hecho, había lugares donde estaban ganando terreno.
"¡Tenemos que aguantar! ¡Si podemos aguantar lo suficiente, seguro Ed lograra derrotar a ese daedra y podremos cerrar el ancla!" gritó Mittelt.
Las chicas asintieron y siguieron haciendo lo suyo, pero comenzaron a preocuparse al momento en que varios nuevos rayos comenzaron a caer del cielo, demostrando que muchos daedras más serían invocados.
Los rayos impactaron en el suelo, generando una cortina de humo y polvo. Cuando dicha cortina se esfumó, se podía ver a muchos daedras más.
"Esto no tiene cuando acabar!" gritó Issei mientras derrotaba a un dremora luego de usar su promoción a «Caballero». Si bien esta armadura era más delgada que sus otras dos formas, gracias al balance breaker de Asia, eso no era una debilidad.
Sus compañeros demonios asintieron y se prepararon para luchar. Sin embargo, al momento en que lo hicieron, un círculo mágico color naranja con un símbolo que no conocían se hizo presente. De este círculo aparecieron cuatro personas, tres eran conocidos por todos los que conocían a Edzard, mientras que la otra solo era conocida por el ORC.
"Parece que necesitan ayuda. ~nya." Dijo Kuroka parada junto a Le Fay, quien se encontraba sentada sobre una escoba voladora.
"Je. Parece que esto será entretenido. ¿No lo crees, Arthur?" preguntó Bikou mientras giraba su bastón.
"Así parece." Respondió Arthur con una sonrisa mientras desenfundaba a Caliburn.
Cuando todos ellos estaban por abalanzarse contra los daedras, vieron a Vali llegar y flotar cerca a ellos.
"¿Qué sucede, Vali?" preguntó Bikou mirando a su líder de equipo.
"Zakir dice que ustedes ayuden al grupo de Edzard." Respondió Vali manteniendo su mirada en el Titan daedrico el cual los miraba con total indiferencia.
"Bueno… eso estábamos por hacer." Dijo Bikou con los ojos en blanco. "¿Qué harás tu?"
"Ganarle algo de tiempo para que se recupere."
"¿Se recupere?" preguntó Le Fay con preocupación.
Vali no respondo de manera verbal, sino que simplemente señaló hacia donde estaba Edzard que se curaba así mismo con su magia.
Los ojos de los miembros del equipo de Vali se abrieron a mas no poder, pues nunca creyeron que verían a Edzard en ese estado.
"¿Q-q-q-que fue lo que le paso?" preguntó Le Fay llevándose las manos a la boca, pues nunca esperó ver a su amigo en ese estado.
"Luchó contra alguien muy poderoso." Respondió Vali de manera simple mientras una sonrisa aparecía en su rostro y comenzaba a volar hacia el daedra. "Alguien contra quien deseo lucha ahora mismo."
Una vez que estuvo a escasos metros del Titan, el descendiente de Lucifer comenzó a cantar.
"Yo, que estoy a punto de despertar"
"Soy el Dragón Celestial que ha tomado los principios de la supremacía de Dios"
"Envidio al "Infinito" y persigo al "Sueño""
"Debo convertirme en el Dragón Blanco de la Supremacía"
"Y debo llevarte a los límites del paraíso blanco"
Tras terminar de decir esas palabras, el cuerpo de Vali fue envuelto por una gran luz blanca y creció varios metros hasta ser de la misma altura que el titan daedrico al que se había enfrentado Edzard. Cuando la luz se extinguió, se podía ver que Vali se parecía a un verdadero dragón. Así que, soltando un rugido, el descendiente de Lucifer, cargó a gran velocidad contra el Titan.
Mientras Vali se lanzaba para luchar contra el daedra, los miembros de su equipo se lanzaron contra los daedras.
[Divide]
La voz de Albión fue seguida por una fuerte corriente de aire, pues tanto Vali como el daedra estaban que se golpeaban cada cierto tiempo.
Edzard miraba la batalla mientras se apresuraba a curar su cuerpo. No sabía la razón por la que ellos estaban aquí, pero agradecía que el equipo de Vali hubiese llegado en este momento.
'Parece que le debo a Vali una por salvar la vida de mi hija.' Pensó Edzard mientras seguia curando sus heridas.
Una ráfaga de aire le hizo volver de sus pensamientos. Volviendo su mirada a la batalla, comenzó a examinarla lo mejor que podía. 'Lo está haciendo bien. Su habilidad de dividir el poder enemigo esta que le permite reducir el daño de la magia que tienen las garras de ese daedra.'
Luego de pensar aquello, volvió su mirada hacia donde estaban que luchaban el resto del equipo de Vali y vio como lo estaban haciendo ellos. Kuroka estaba que derrotaba a varios daedras lanzado varias bolas de lo que debería ser senjutsu. Bikou usaba sus habilidades con su bastón para derrotar a varios daedras. Arthur usaba eficientemente su espada para enfrentarse a varios daedras al mismo tiempo. Y Le Fay atacaba a los daedras que volaban con magia.
Mirando hacia otro lado, pudo ver como Issei y el resto luchaban contra los daedras. A pesar de ser menos que los seres de Oblivion, los demonios e Irina estaban que luchaban más que eficientemente, logrando eliminar a varios daedras.
'Parece que el ORC y el consejo están que luchan con todo.' Pensó Edzard mientras apretaba sus dientes. Comenzando a usar más magia, curó sus heridas más rápidamente. Cuando sintió que estaba lo suficientemente curado como para volver a la batalla, escuchó pasos acercarse a él. Así que, girando su cabeza, vio a un Lilmothiit caminar hacia él. Al momento de verlo, los ojos de Edzard se abrieron por dos razones, primero sorpresa al ver que el cargaba sus dos padres, los cuales parecían inconscientes. La segunda razón fue que al verlo cientos de imágenes aparecieron en su mente.
Las imágenes pasaban tan rápido que su mente luchaba con todo lo que tenía para mantenerse consciente, pues la carga de información era muy grande. Además, tal cantidad de información comenzó a causarle varios dolores de cabeza. Afortunadamente, estos dolores se calmaron cuando terminó de rememorar muchas cosas. Para cuando todo terminó, el Lilmothiit estaba a escasos metros de él.
"¿Ya estas curado, mocoso?" preguntó Zakir acercándose a Edzard y dejando a sus padres en el suelo.
Edzard miró al zorro bípedo y puso una sonrisa de confianza. "¿Tu qué crees, bola de pelos?"
El zorro miró a Edzard y en vez de enojarse por la falta de respeto por parte del dragón solo soltó un pequeño gruñido acompañado de una carcajada amortiguada.
"Ja, ja, ja. Parece que sigues tan irrespetuoso como siempre, mocoso."
"Por supuesto, aprendí del mejor."
"Si… tu padre siempre fue una mala influencia." Dijo Zakir mientras señalaba a Roland.
Edzard solo sonrió con diversión para luego soltar un suspiro.
"¿Cómo los derrotaste?"
"Usé un potente veneno neuro paralitico en mis armas, después de todo esa es la única debilidad para esa molesta habilidad suya. Eso sumado a cierto hechizo me permitió dormirlos." Respondió Zakir mirando a Selene y a Roland. "Despertaran en cuarenta y ocho horas. Tiempo más que suficiente como para que logres encontrar una forma de contenerlos y encerrarlos hasta que decidas cuál será su destino."
"Ya veo… gracias, bola de pelos." Dijo Edzard con sinceridad y una sonrisa radiante.
"No hay de que… además, se los debía a ellos." Dijo el zorro con tristeza para luego poner una mano sobre el hombro de Edzard.
Edzard miró al zorro y solo negó con la cabeza. Volviendo su mirada al daedra, habló. "Ya tendremos tiempo para ponernos al dia más tarde. Ahora tenemos un daedra que desterrar y un ancla negra que cerrar."
Zakir miró a Edzard y luego de suspirar le habló. "Dovahkiin... este lugar ya no tiene salvación."
Los ojos de Edzard se abrieron al escuchar a al Lilmothiit decir eso. "¿Cómo que ya no hay salvación para este lugar?"
"Las anclas ya se han fusionado metafísicamente con este lugar."
"P-p-pero eso no puede ser posible. Se supone que las anclas demoran de tres a seis horas para anclarse metafísicamente en un lugar." Respondió Edzard con conmoción. "¡Aun no ha pasado tanto tiempo!"
"Lo sé, pero la verdad es que este lugar reboza de magia y esta está en la tierra. Todos los ganchos del ancla cayeron en esos lugares y eso ha hecho que el proceso se acelerase bastante."
Edzard apretó los puños con impotencia al escuchar aquello. Mirando al Titan Daedrico, comenzó a enojarse. Su enojo comenzó a hacer que su cuerpo comenzara a ser rodeado por una capa de energía negra. Sin embargo, esta energía se esfumó en el mismo instante en que Zakir le dio un fuerte golpe en la cabeza.
"Modera esa ira tuya. No quiero tener que usar otro hechizo para calmarse como aquella vez." Dijo Zakir, revelando que fue el quien lo calmó cuando se descontroló durante la fiesta en el inframundo.
Edzard miró a Zakir y luego de soltar un suspiro, comenzó a calmarse. Cuando al fin se calmó, volvió su vista a la batalla de Vali y lo vio recibiendo un par de golpes por parte del Titan daedrico.
"Esto… ¿Vamos a ayudarlo ahora?" preguntó Edzard con un poco de preocupación.
"No. Está bien, dejémosle jugar un rato más." Respondió Zakir mientras se agachaba y tomaba a Roland con un brazo. "Estoy seguro de que Ozzozachar no puede matarlo aún. Después de todo eso mocoso es como una cucaracha, muy difícil de matar."
Edzard puso los ojos en blanco al escuchar como Zakir se refería a Vali, pero luego cuando recordó el nombre por el que llamó al titan daedrico, bueno, sus ojos se abrieron de sorpresa.
"O-oye… Z-Zakir… ¿Llamaste a ese titan, Ozzozachar?"
"Si." Respondió Zakir para comenzar a caminar hacia donde estaban Asia y el resto.
Edzard se quedó quieto como piedra, pues escuchar ese nombre le causó un poco de temor. Afortunadamente, unos segundos después al fin logró volver en sí. Y al ver que el Lilmothiit se estaba alejando, tomó a su madre entre sus brazos, comenzó a seguir al Lilmothiit. Cuando lo alcanzó, comenzó a interrogarlo un poco más, pues quería saber si la respuesta que le había dado antes no era una broma.
"Espera… ¿Estás seguro de que se trata del hijo de Bal?"
"Si. Porque crees que pudo darte tremenda paliza." Respondió Zakir con burla.
El ojo derecho de Edzard comenzó a temblar, pues le dieron ganas de golpear al zorro en la cara.
"Guarda esa ira para Ozzozachar." Dijo Zakir al ver como Edzard parecía enojarse.
El ultimo hijo de Akatosh le dio una mirada agria al zorro bípedo, pero comprendiendo que debía de concentrarse en Ozzozachar, decidió calmarse y centrarse solo en el hijo de Bal.
"Vale." Respondió Edzard comenzando a mirar al hijo de uno de los príncipes daedricos. "¿Cómo le venceremos?"
"No podemos vencerle. Al menos no en este lugar." Respondió Zakir mientras seguia caminando. "A diferencia de Nirm, nuestra fuerza aquí es mayor. Por lo que, si Ozzozachar ya era fuerte en Nirm, aquí podría causar muchos desastres con solo usar su fuerza bruta. Y eso es algo de lo que te has dado cuenta. Tu batalla con el debió de causar más destrucción, sobre todo ahora que estas en tu aspecto de dragón. La única razón por la que no hubo tanta destrucción fue que absorbiste gran parte del impacto en tu propio cuerpo, ¿verdad?"
"Parece que te diste cuenta, ¿verdad?" preguntó Edzard mientras soltaba un suspiro.
"No necesitas ser un genio. Después de todo esa siempre ha sido tu debilidad…. Siempre has odiado las muertes innecesarias desde que viste las secuelas de la guerra civil en Skyrim." Respondió Zakir de manera seria para luego poner una sonrisa. "Aunque… eso es lo que te hace tan tú."
"No sé si sentirme ofendido o alagado." Dijo Edzard para luego mirar de nuevo a Ozzozachar. "¿Cuál es el plan?"
"Tú y yo lo contendremos mientras el resto evacua el lugar."
"Ya veo."
Asia miraba como los miembros del equipo de Vali le estaban dando la vuelta a la batalla y permitían que ganaran más terreno. Mientras miraba las batallas por el lugar, se sorprendió enormemente cuando una lanza de luz cayó del cielo y se incrustó en el suelo.
"¡¿Qué sucede?!" gritó Issei al ver como todo el piso brillaba de color blanco.
Tras el grito de Issei, cientos de lanzas de luz cayeron del cielo, derrotando a varios daedras. Lamentablemente, no todos los daedras fueron derrotados. Sin embargo, antes de que alguien pueda decir algo más, la voz de Edzard hizo retumbar el lugar.
"¡QETH! ¡KRII! ¡GOL!"
Tras el gritó de Edzard, cientos de picos de roca volcánica surgieron del suelo, matando a todos los daedras restantes.
Aquel despliegue de poder llamó la atención de todos, por lo que giraron las cabezas y vieron a Edzard junto a Zakir acercándose.
"¡Ed!" gritaron de felicidad todas las chicas que lo conocían al verlo nuevamente listo para la batalla.
Edzard puso una sonrisa al verlas y luego miró a Le Fay y le saludó mientras sonreía. "Ha pasado un tiempo, Le Fay."
La hermana menor de Arthur se sonrojó un poco mientras sonreía y asentía. "Si, Ed. Ha pasado un tiempo."
La forma en que ambos se saludaron llamó la atención de todos, en especial en Asia y al resto de las amantes de Edzard.
"Ed, ¿La conoces?" preguntó Issei mientras se acercaba a su amigo.
"Si, conozco a Le Fay desde hace varios meses." Respondió Edzard con una sonrisa, la cual se esfumó un segundo después, ya que sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Girando la cabeza, vio que los ojos de Asia, Mittelt, Aika, Valerie, Lint, Rossweisse e Ingvild brillaban de una manera un poco aterradora.
'Mierda, siento que dormiré en la casa de perros por lo menos una semana.'
"Y… ¿Dónde se conocieron?" preguntó Asia con una sonrisa amistosa en el rostro, mientras sus ojos eran cubiertos por la sombra de su flequillo.
Edzard tragó un poco de saliva, pues la sonrisa de Asia le aterraba, ya que le recordaba la sonrisa que le ponía su madre a su padre cuando esta se enojaba. "La conocí cuando estábamos por Inglaterra mientras viajábamos a Islandia."
"Ohhh… ya veo."
Mientras Edzard se retorcía un poco bajo la mirada de Asia, Zakir se divertía mucho al ver la escena, pues le hacía recordar muchas cosas del pasado. Sin embargo, por mucha diversión que eso le causase, decidió interrumpir.
"Por mucho que me gusta verte así, mocoso. Creo que debemos de seguir con el plan." Dijo Zakir llamando la atención de todos los que no lo conocían.
"¿Quién eres?" preguntó Aika mirando a Zakir por todos los ángulos posibles.
Pese a que cualquier persona normal se hubiese puesto nervioso o incomodo al ser visto tan intensamente, el Lilmothiit no lo hizo.
"Un gusto en conocerlas, amantes del Dovahkiin. Me llamo Zakir y soy un viejo conocido de ese mocoso." Respondió Zakir con calma.
"¿Viejo conocido?" preguntó Asia entrecerrando los ojos con sospecha, pues Edzard nunca lo mencionó y él le había dicho los nombres de todos sus amigos. "Él nunca te mencionó."
"No, sé que no lo hizo." Señaló Zakir mientras ponía una sonrisa de diversión.
"Claro que nunca lo mencionaría. Esta jodida bola de pelos decidió que sería divertido borrarme los recuerdos que tenía sobre él." dijo Edzard frunciendo el ceño con molestia.
Tras aquella respuesta, cualquier duda que podría haber tenido Asia se esfumó. Soltando un suspiro, ella estuvo por hablar, pero al volver a ver a Zakir, pudo ver que el cargaba a un inconsciente Roland. Esto hizo que sus ojos se abrieran de sorpresa, pero su ya gran sorpresa aumentó al ver que Edzard cargaba a su madre.
"E-E-E-Ed…. ¿E-e-esos son? ..." preguntó Asia, haciendo que todos miraran hacia donde ella estaba señalando.
"Si, los hemos capturado." Respondió Edzard con una sonrisa de felicidad, la cual fue copiada por aquellos que conocían la verdadera identidad de los dos adalides.
Para el resto de aquellos que no sabían nada de la identidad de esos dos, solo pensaban que al fin habían logrado capturar a dos enemigos que tendrían información para derrotar a Bal.
"Por mucho que queramos que este lindo ambiente siga así, tenemos trabajo que hacer. Después de todo, no creo que ese mocoso aguante mucho más en esa forma." Dijo Zakir mientras señalaba con el pulgar de su brazo libre a Vali, el cual seguia luchando contra el hijo de Bal.
El descendiente de Lucifer lo estaba haciendo bien contra el Titan daedrico, pero era obvio para todos que pronto colapsaría, no por heridas, pues el poder de la «Divine Dividing» logró evitar que el daño de los ataques infundidos de magia de Ozzozachar lograran afectar en gran medida a Vali, pero eso no quiere decir que el estuviese ganando, ya que eso estaba muy alejado de la realidad. El medio demonio estaba que luchaba con fuerza, usando varios hechizo y habilidades que tenía, pero eso no había logrado herir demasiado a Ozzozachar.
"Creo que deberíamos de darnos prisa, no durara mucho más." Dijo Edzard mirando como Ozzozachar atrapaba a Vali por uno de sus brazos y luego lo lanzaba como un saco de patatas.
"No, vamos a tomarnos un poco de tiempo." Dijo Zakir sin mirar cómo Vali estaba que luchaba.
La forma en como era indiferente a la lucha de Vali sorprendió a varios, sobre todo a Issei, quien no sabía cómo reaccionar a esto.
"¿Y cuál es el plan?" preguntó Ingvild mirando al recientemente aparecido viejo conocido de Edzard.
"Tienen que ir al palacio de Yasaka y ayudar con la preparación de la evacuación de todos los Youkais del lugar." Respondió Edzard.
La respuesta de Edzard sorprendió a todos, provocando que tuviesen varias preguntas. Sobre todo, los Youkais, quienes no podían creer que tendrían que evacuar su hogar por completo.
"No hay mucho tiempo, pero, en resumen, esta tierra parece tener una especie de poder muy alto, el cual fue usado como combustible por el ancla negra para reducir el tiempo necesario para que se aferran metafísicamente al lugar." Dijo Edzard mientras se acercaba a Tiamat y dejaba a su madre en el suelo frente a ella. Cuando terminó, Zakir hizo lo mismo con Roland. Tras aquello, Edzard volvió a hablar. "Tiamat, llévate a estos dos y cuando estén en palacio, quítenles la armadura y cualquier cosa extra que lleven. Luego llévenlos a la habitación que está en la torre donde tengo mi laboratorio de alquimia. Allí adentro hay una sala, donde hay cuatro juegos de grilletes. Colócale dos juegos a cada uno, uno en cada extremidad. Cuando eso termine, enciérralos allí."
Tiamat miró a Edzard un segundo para luego asentir, pues ella sabía por qué le pedía eso. Luego de aquello, ella soltó el estandarte de Asia, lo que provocó que el área de efecto de este se reduzca considerablemente, pues ella era una de las que más magia enviaban al sacred gear de Asia. Tras ello, tomó a cada uno de los padres de Edzard en cada mano, para luego sacar el septim que Edzard le había dado hace un tiempo. Apretándolo, la dragona fue absorbida por un portal purpura, el cual la teletransportaría de regreso al palacio.
Cuando la más poderosa miembro de los reyes dragón se fue, Edzard miró al resto de los presentes. "Todos, vayan al palacio rápidamente. Y cuando estén allí, usa tu Shadowkey y abre un portal al patio a un lugar cerca del palacio en nuestro hogar, Asia."
Asia miró a Edzard y luego de un segundo, asintió. Luego de aquello, ella giró y asintió a sus amigas, al ORC y al consejo estudiantil.
"Edzard-sama." Llamó uno de los youkais que estaban allí.
"Si, ¿Qué sucede?"
"Hay un problema."
"¿Cuál problema?" preguntó Edzard con curiosidad.
"Nuestra tierra está unida al Kioto de los humanos por un portal y si es cierto que nuestra tierra será arrastrada a otro mundo, me temo que también podrían llevarse el territorio de los humanos."
Las palabras del Youkai dejaron de asombrados y sobre todo preocupados a los que la oyeron. Tras oír aquello, Edzard, Asia, Zakir y todos comenzaron a pensar en cómo solucionar eso. Sin embargo, nadie logró tener una idea para solucionar eso.
"Maldita sea! ¡¿Qué podemos hacer para evitar eso?!" gritó Issei con impotencia, pues su poco conocimiento de la magia le impedía saber que hacer.
"Tranquilo, Issei-kun." Dijo Kiba tratando de calmar a su amigo.
"Puede que haya una forma ~nya." Dijo Kuroka llamando la atención de todos.
"¿Qué cosa Kuroka?" preguntó Edzard.
"Podrías romper el enlace que une ambos lugares. Si lo haces, es como si estuviéramos en un lugar aparte ~nya."
"Eso sería insensato." Respondió rápidamente el Youkai que había hablado antes.
"¿Y eso por qué?" preguntó Edzard.
"Si quitamos esa conexión, no se podrán usar círculos mágicos para salir de esta dimensión."
Edzard miró al Youkai y luego miro a Kuroka. "Kuroka, ¿Cómo se podría romper esa conexión?"
La pregunta de Edzard no fue respondida por Kuroka, sino que fue el youkai que anteriormente hablo el que le interrumpió.
"Edzard-sama. Si hace eso no podremos escapa-"
"No habrá problema con la evacuación. Abriremos un portal con una Shadowkey, ese tipo de transporte si funcionara. Así que, no te preocupes." Dijo Edzard con voz tranquila a ver que la razón de la interrupción del Youkai fue porque este estaba preocupado por la seguridad de su gente.
"Yo… ya veo. Disculpe la interrupción."
"Bien. Tranquilo no te preocupes. Entiendo cómo te debes sentir." Dijo Edzard para luego volver a ver a Kuroka. "Dinos tu plan, Kuroka."
"Podemos romper el lugar usando una conjunción de «magia de Seguridad» y «Sellado» ~nya." Dijo Kuroka mientras se llevaba una mano al mentón y otra a la cadera.
"Bien, tenemos suerte. Rossweisse es muy buena en «magia de Sellado». Ahora solo necesitaríamos a alguien que sea buena en «magia de Seguridad»." Dijo Edzard pensando en si conocía a alguien hábil con ese tipo de magia. El dejó de pensar en eso cuando escuchó una risita provenir de Kuroka, por lo que, mirándola, le preguntó la razón de su risa.
"Es que ya tenemos a alguien buena en ese tipo de magia ~nya."
"¿Quién?" preguntó Edzard con curiosidad.
"Fay-chan ~nya." Dijo Kuroka con una sonrisa mientras señalaba a Le Fay, quien se sonrojo un poco, pues se había convertido en el foco de atención de todos.
Edzard parpadeó unas cuantas veces, pero luego puso una sonrisa. "¿Crees que podrás hacer ayudar a romper es conexión, ¿Le Fay?"
La joven maga de la casa Pendragon parpadeó unos momentos, pero luego asintió.
"Bien. Ya con eso tenemos el equipo." Dijo Edzard para luego mirar a Aika y asentir. "Aika, iras con Rossweisse y con Le Fay. Las tres cortaran esa conexión y cuando lo hagan, transpórtense de manera directa al palacio en mi reino de bolsillo. Usen las monedas para ello y también llévense a Le Fay con ustedes al palacio."
Las tres chicas asintieron.
"Bien, ahora el resto vaya lo más rápido que puedan al palacio. Zakir y yo retendremos al hijo de Bal lo suficiente hasta que hayan evacuado. Ya después nos reuniremos en el palacio."
Los miembros del grupo de Edzard, el equipo e Vali, el ORC, el Consejo estudiantil y los Youkais asintieron… hasta que se dieron cuenta de lo que mencionó Edzard.
"¡Espera Ed! ¡¿D-d-dijiste el hijo de Bal?!" gritó Issei con pánico.
"Si, ese es Ozzozachar. Uno de los tantos hijos que ese idiota de Bal tiene." Respondió Zakir por Edzard mientras señalaba al mencionado daedra, el cual estaba agarrando a Vali por uno de los brazos para luego comenzar a estamparlo como un trapo contra el suelo. "Es un daedra muy fuerte, ¿Por qué crees que pudo darle tremenda paliza a Edzard?"
Las palabras de Zakir solo aumentaron el miedo que comenzó a surgir en los corazones de todos, pues estaban presenciando a un ser cuyo nivel de poder total era lo más próximo a un príncipe y lo que vieron fue horrible. No solo vieron a quien consideraban una de las personas más fuertes que conocían ser lanzado como un trapo cualquiera, sino que también ahora podían ver a Vali, alguien con un gran nivel, el cual también poseía un sacred gear de tipo Longinus no poder derrotarle.
"E-e-entonces… ¿E-e-e-ese es el nivel de poder de un príncipe daedrico?" preguntó Tomoe mirando con horror como Vali seguia siendo apalizado por Ozzozachar.
"No." Respondió Edzard de manera seria mientras se acercaba a Zakir. "Los Príncipes son mucho, pero mucho más poderosos que él. Si un príncipe llegara aquí, él fácilmente podría destruir este lugar casi por completo."
Tras aquellas palabras, el silencio comenzó a reinar, pero no lo hizo por mucho tiempo, pues Edzard giró y los miró a todos. "Ya saben qué hacer. Comenzaran su retirada cuando Vali deje de luchar."
Luego de decir esas palabras, Edzard y Zakir comenzaron a acercarse a Ozzozachar. Mientras ellos caminaban, Aika miró a Le Fay y a Rossweisse.
"Tenemos que irnos también." Dijo la maga para comenzar a volar.
"Si/Esta bien." Dijeron Le Fay y Rossweisse mientras comenzaban a volar.
Tras esas palabas, las tres comenzaron a volar con gran velocidad hacia la puerta que unía ambos lugares, el mundo humano y el mundo de los Youkai de Kioto.
"También tenemos que irnos." Dijo Asia mientras miraba al resto de sus compañeros. "A la cuenta de tres liberare mi sacred gear, tras eso comenzaremos a correr hacia el palacio."
Lint, Mittelt, Ingvild y Valerie asintieron.
"1, 2… ¡3!" gritó Asia.
Al momento en que ella gritó, de manera simultánea todas las chicas que sostenían el estandarte lo soltaron, permitiendo que este se disipara en motas de magia de color verde. Al momento en que el estandarte terminó de desaparecer, el cuerpo de Vali apareció frente a ellos.
"¡Vali!" gritaron Bikou y Arthur al ver a su líder de equipo ser arrojado a ellos.
El cuerpo del medio diablo estaba cubierto de varias heridas, pero por fortuna no cayó al suelo, pues Bikou logró atraparlo. Mirándolo de cerca, el mono Youkai soltó un suspiro al ver que solo estaba inconsciente.
"Parece que solo esta inconsciente." Dijo Bikou al ver que su líder solo estaba inconsciente por la suma de las heridas recibidas y por el cansancio que le generaba usar la «Juggernaut Drive». El «Juggernaut Drive» era una forma de los sacred gear que contenían a los dragones celestiales. Dicha forma quitaba los sellos de poder de ambos sacred gear, dándoles a sus portadores el poder suficiente para matar a un dios, pero al costo de usar su fuerza vital para ello.
"Bien. Entonces… ¡Vámonos!"" gritó Asia mientras ella y el resto de los miembros del grupo de Edzard se giraban y comenzaban a correr hacia el palacio. 'Por favor, Ed. Sobrevive.'
Los Youkais, el ORC, el Consejo Estudiantil y el equipo de Vali no perdieron tiempo y comenzaron a alejarse del lugar junto con Asia y las chicas.
Mientras Asia y el resto se dirigían hacia el palacio. Aika, Le Fay y Rossweisse se movían rápidamente hacia donde estaba la puerta que unía ambos mundos. Ellas podían volar sin ninguna interferencia gracias a que la batalla entre Vali y Ozzozachar había terminado de limpiar el lugar de daedras. Al menos por el momento, pues ellas sabían que en cualquier momento podrían aparecer más daedras, por esa razón se estaban apurando.
"¿Cómo creen que destruiremos esa conexión?" preguntó Aika, quien era la maga menos experimentada de las tres.
"No lo se." Respondió Rossweisse de manera sincera.
"La valquiria tiene razón." Dijo Le Fay mientras mantenía su mirada fija al frente. "Sabremos qué hacer en el momento en que lleguemos allí."
Las palabras de Le Fay se ganaron un asentimiento por parte de Aika y Rossweisse.
Tras ese intercambio de palabras, las tres magas aumentaron la velocidad a la que iban y siguieron su camino. Luego de varios segundos, finalmente llegaron a la entrada que conectaba ambos mundos.
La puerta que unía ambas dimensiones era una puerta Torii, la cual estaba en una pequeña plaza rodeada de algunas plantas o al menos así era antes, pues ahora solo había escombros alrededor de dicha puerta.
Las tres chicas descendieron rápidamente y sin perder tiempo se acercaron a la puerta. En el momento en que estuvieron frente a ella, las tres comenzaron a usar magia para intentar comprender la estructura del sellado. Aquella labor debería de haberles tomado mucho tiempo, pero para fortuna de las tres, Le Fay logró descifrar cómo funcionaba rápidamente. Lamentablemente, esa fue la única buena noticia que surgió desde que llegaron.
"Este sistema de seguridad es muy complejo y me temo que me tomaría varias horas descifrarlo, en el mejor de los casos. En el peor de los casos, me tomaría más de una semana." Dijo Le Fay frunciendo el ceño.
"Maldición." Dijo Aika mientras se llevaba una mano a la barbilla. "No tenemos tanto tiempo."
Tras aquellas palabras, Aika miró a su sensei. "Rossweisse-Sensei. ¿podría sellar el portal para que no pase nada en el lado humano?"
La pregunta de Aika hizo que Rossweisse comenzara a pensar en ello, pero luego de unos segundos negó. "No, sería inútil e incluso peligroso."
"¿Por qué?" preguntó Le Fay con curiosidad.
"Si sello la puerta esta aun seguiría operativa. Y si los daedras logran remover el sellado podrán usar esta puerta para causar más problemas sin necesidad de usar sus característicos portales."
La respuesta de Rossweisse hizo que Le Fay calmara su curiosidad. 'Ahora entiendo por qué Ed quiere que se corte la conexión.'
"Tenemos que hacer algo rápido. Aquí estamos en desventaja si la lucha entre ellos tres inicia." Dijo Aika con preocupación.
"Lo sabemos, Aika. Pero no tenemos idea de que hacer. Cortar la conexión de manera normal tomaría mucho tiempo, tiempo que no tenemos." Dijo Rossweisse mientras su mente trabajaba a mil para lograr encontrar una solución a este dilema.
Las otras dos chicas también estaban en el mismo estado. Mientras seguían pasando los segundos, la ansiedad comenzó a hacerse presente en las tres chicas, pues sabían que el tiempo para hacer algo se les acababa. Cuando la desesperación comenzaría a hacerse presente, Le Fay habló.
"¿Y si exponemos el circuito de magia y lo destruimos desde allí?"
"Esa es una buena idea, pero necesitaríamos un ataque certero con mucho poder." Respondió Rossweisse.
"O un ataque con «Disipar Magia»" dijo Le Fay, llamando la atención de las otras dos magas.
"¿Cómo sabes sobre esa magia?" preguntó Aika con cautela.
"Z-Zakir lo mencionó una vez." Respondió rápidamente Le Fay.
La respuesta de Le Fay pareció calmar a Aika, quien asintió.
"Parece una buena idea." Dijo Rossweisse mientras extendía sus manos hacia la puerta. "Aika, Pendragon-san y yo expondremos el circuito mágico, tu destrúyelo con el pergamino que tienes de «Disipar Magia».
Aika asintió y extendiendo una mano, convocó un círculo mágico y extrajo de allí un pergamino.
Al ver que Aika ya estaba lista, Le Fay y Rossweisse extendieron ambas manos y usando magia, expusieron el circuito mágico que componía el sistema de teletransporte que unía Kioto con Urakyoto. El circuito mágico tenía una apariencia de un círculo mágico, el cual era muy similar al que usaba Kuroka, pero con la diferencia de que este era dorado en lugar de morado y era más complejo en su diseño.
Al ver su objetivo expuesto, Aika abrió el pergamino que tenía y lo apuntó hacia el circulo mágico. Una esfera de humo negro surgió del pergamino e impactó en el circulo mágico. El poder del hechizo corroyó el circulo mágico de la puerta, destruyéndolo en cuestión de segundos.
"Listo." Dijo Aika mientras guardaba el pergamino ya usado en su bolsillo. Tras eso, rápidamente le extendió una mano a Le Fay, quien entendiendo lo que vendría, la aceptó. Tras eso, metió su mano en su chaqueta y sacó su moneda. Llenándola de magia, ella y la maga de la familia Pendragon fueron tragadas por un vórtice purpura. Al mismo tiempo que eso sucedía, Rossweisse también sacó su moneda y haciendo lo mismo que Aika, ella también fue tragada por un vórtice purpura.
Asia y compañía habían llegado hasta el palacio hace unos segundos y cuando llegaron vieron como todo el lugar era un hervidero de personas moviéndose de un lugar a otro. El movimiento de muchas de las personas era errático, lo que demostraba que estaban con miedo. Y ellos no eran los únicos, pues en el momento en que Asia puso un pie en el palacio, el miedo que había sentido cuando vio como su hija destrozó la entrada del palacio volvía. Dicho miedo había sido atenuado por la preocupación en el campo de batalla y por la adrenalina que su cuerpo había producido, pero ahora, esa adrenalina se había reducido y, por ende, todo ese miedo regresó con más fuerza que antes.
Así que, una vez que estuvo en la sala principal, comenzó a correr hacia donde debería de estar su hija, es decir, buscó a Kunou. Por fortuna para ella, no demoró mucho en encontrarla. Cuando entró en la sala, estaba acompañada de sus compañeras de equipo, el ORC, el Consejo Estudiantil y el equipo de Vali. De hecho, ella comenzó a escuchar muchos susurros dedicados a Kuroka.
"¿Qué hace aquí esa nekoshou?" preguntó uno de los youkais, el cual también era un nekomata.
"No lo sé… pero… creo que es un demonio callejero."
Los susurros continuaron y algunos eran como esos, susurros preguntándose la razón por la que Kuroka estaba allí, pero también había susurros un poco más subido de tono, donde algunos hacían comentarios sexuales sobre el cuerpo de Kuroka. Sin embargo, la gata no les prestó atención y siguió caminando como si nada.
"Parece que eres popular por aquí, Kuroka." dijo Bikou con burla.
"Cállate." Dijo Kuroka con molestia.
El mono Youkai solo sonrió divertido para luego continuar siguiendo a Asia, quien ya había llegado donde estaba Kunou, quien aún seguia abrazando a su amiga.
"¡Kunou!" gritó Asia mientras se acercaba a la joven Youkai, haciendo que esta se estremeciera.
Kunou miró a la madre de su amiga y comenzó a sollozar.
"(Snif) Asia-sama (Snif)." Lloró la pequeña mientras se acercaba a ella.
Cuando Kunou se acercó, Asia vio a Marie descansando en sus brazos. Extendiendo ambos brazos, tomó a su hija de los brazos de su amiga y acostándola suavemente en el suelo, le hizo un rápido examen. Por fortuna, ella vio que la pequeña no estaba herida de gravedad, pero sí que no estaba indemne.
"Kunou-chan. ¿Qué sucedió?" preguntó Asia mirando a la pequeña kitsune.
"(Snif) E-e-estábamos e-e-en la sala (Snif) y-y-y-y nos atacaron…(Snif) Ma-chan… e-e-ella m-me protegió (Snif) l-la g-golpearon y-y-y luego e-e-ella gritó. (Snif)"
Los ojos de Asia y el resto se abrieron de sorpresa cuando escucharon aquello. La preocupación se hizo presente en el rostro de Asia tras escuchar aquello, pero también una pequeña sonrisa apareció en su rostro mientras suavemente le acomodaba el cabello a su hija.
'Parece que eres muy similar a tu padre, ¿no es así, mi pequeña?' Pensó Asia con cariño, para luego mirar a como la amiga de su hija lloraba.
Dando unos pequeños pasos, Asia se acercó a Kunou y le dio un fuerte abrazo a la pequeña kyubi para reconfortarla. Cuando Kunou dejó de llorar por el momento, Asia tomó su rostro con ambas manos y mirándola a los ojos le hizo una solicitud.
"Kunou-chan. ¿Puedes seguir cuidando de Marie unos momentos?"
La respuesta de Kunou a la pregunta de la madre de su amiga fue un asentimiento.
"Gracias. Ahora, toma a Marie y cuando se abra un portal, quiero que cruces con ella."
"¿Portal?" preguntó la pequeña con confusión.
"Si, un portal. No tengo mucho tiempo para explicarlo, pero tenemos que irnos todos de aquí."
Kunou miró a Asia un rato y luego de asentir le señalo un lugar. "Mi hahahue está por allí. Esta con Azazel-sama y el resto de los lideres Youkai."
Asia miró a Kunou y luego de asentir se fue junto al resto de personas que la seguían.
La mente de Yasaka se encontraba al borde de la locura, pues el gran circulo de teletransporte que había preparado había dejado de funcionar hace unos instantes.
"¡Yasaka-Hime! ¡¿Qué ha sucedido?!" gritó uno de los Youkais que fungían como sus consejeros.
"No lo se. Se supone que el circulo debería de estar funcionando." Respondió Yasaka en estado de shock.
"Pero no lo está haciendo." Dijo otro concejal con sarcasmo.
Yasaka frunció el ceño con molestia. Ella podía entender por qué ellos estaban molestos, pues ella tampoco quería dejar su hogar. Pero no había otra salida. Debian de evacuar lo más rápido que pudiesen de lo contrario terminarían en Oblivion y todos serian esclavizados. Cuando ella llegó con Azazel rápidamente se dirigió donde su hija y luego de comprobar que ella y Marie estaban bien, se dirigió rápidamente a hablar con los concejales. Cuando ella les dijo que tenían que evacuar, todos comenzaron a gritar que no podían, que debían de defender su hogar. Si bien ella estaba de acuerdo, sabía que no podrían seguir luchando.
Las cosas en ese momento estuvieron por escalar a los golpes, pues luego de que ella explicase las cosas, algunos estuvieron de acuerdo con ella. Sin embargo, también hubo varios que no lo estuvieron. Esta división comenzó una discusión entre ambos bandos, la cual estuvo por llegar a los puños cuando los insultos comenzaron a hacerse presentes. Afortunadamente, Azazel logró calmar las cosas al decirles sin ningún tipo de filtro lo que les pasaría si eran arrastrados a Oblivion, sobre todo a la afición que tenía Molag Bal. Al saber de esta afición, varios de los que estaban en aquella sala, sobre todo aquellas que tenían hijas sintieron un escalofrío recorrer sus cuerpos, pues aprendieron que les esperaría un destino peor que la muerte. Aquella revelación hizo que finalmente terminaran por aceptar la evacuación.
"Parece que no solo son ustedes." Dijo Azazel llamando la atención de los que estaban preparando el portal. "Yo tampoco puedo teletransportarme."
Las palabras de Azazel calaron como espadas en las almas y mentes de los Youkai presentes. Aquello comenzó a hacer que todos entraran en pánico, lo que muy pronto comenzarían disturbios en el lugar. Sin embargo, para fortuna de ellos, la voz de Asia llegó a los oídos de todos.
"Yasaka-san. Azazel-san!" gritó Asia mientras llegaba corriendo junto con sus amigos.
Los dos mencionados giraron rápidamente la cabeza y al ver a Asia, soltaron un suspiro. Sin embargo, levantaron una ceja al ver que no estaban presentes ni Aika ni Rossweisse.
"Asia-san/Asia-chan." Dijeron Yasaka y Azazel al verla llegar.
"¿Está todo listo para la evacuación?" preguntó la esposa de Edzard una vez que llegó al lado de los dos lideres.
"Bueno…. Sobre eso…" dijo Yasaka con cautela. "No es posible, por alguna razón no podemos usar los cirulos mágicos."
Al escuchar aquello, Asia se llevó una mano a la nuca y comenzó a rascársela tímidamente. Esta acción no pasó desapercibida por los Youkai y Azazel.
"¿Asia-san?" preguntó Yasaka con un poco de temor, pues sentía que no le gustaría para nada la respuesta que obtendría.
"Puede que la culpa sea nuestra." Respondió Asia mientras ella y los miembros de su grupo se sonrojaban ligeramente.
Las palabras de Asia los dejaron helados, pero eso no fue nada comparado con el infierno que se desató tras la explicación de Asia. Los concejales de Yasaka comenzaron a gritar indignados y arremetieron verbalmente contra Asia y compañía.
"¡¿Cómo se atrevieron a hacer eso?!"
"¡Por esa estupidez no podremos escapar!"
"¡De seguro están confabulados con los seres que nos invaden!"
Los miembros del grupo de Edzard aguantaron bien aquellos insultos, incluso evitaron que Issei y Saji, quienes parecían los más mosqueados por las palabras que les lanzaban a sus amigos, se lazaran a golpear a quienes decían esas palabras. Sin embargo, fueron las últimas palabras las que molestaron a todas.
Aquellas palabras terminaron por hacer que suceda algo que nadie se esperaba, pues de un momento a otro, Asia se movió rápidamente y tomó al youkai que dijo eso por el cuello. El mencionado Youkai era un Inu el cual tenía la apariencia de un hombre de unos cincuenta años con el cabello marrón, con orejas de perro en la cabeza y una cola en la base de su espalda.
"Te reto a que digas eso de nuevo." Dijo Asia con voz dura mientras que el iris de sus ojos cambiaba de color verde a rojo.
El youkai que tuvo la mala suerte de mencionar aquella estupidez comenzó a temblar de miedo. Tras ver como el Youkai no volvería a hablar, Asia lo lanzó al suelo.
"¿Alguien más tiene otra estupidez que decir?"
Ninguno de los presentes dijo algo y solo negaron con la cabeza.
"Bien." Dijo Asia para luego soltar un suspiro mientras cerraba los ojos. Cuando los volvió a abrir, estos habían vuelto a su color normal. Aquello causó que muchos levantaran las cejas con curiosidad, pues no entendían que pasaba. Sin embargo, antes de que alguien diga algo, ella volvió a hablar. "Ed dijo que cerráramos la puerta que conecta ambos Kioto para evitar que Bal use el poder de este lugar para alimentar más anclas negras."
Tras decir esas palabras, Asia comenzó a contarles rápidamente lo que había llevado a la decisión de destruir ese la puerta que unía ambos Kioto. Con cada palabra que salía de la boca de Asia, todos los Youkai comenzaron a entender todo. Así que, al final, todos se disculparon por haberles insultado de aquella manera.
"Parece que no podremos evacuar por círculos mágicos." Dijo Yasaka con preocupación.
"No tienen que preocuparse por ello." Dijo Asia, llamando la atención de todos.
"¿Qué quieres decir?" preguntó un Youkai aleatorio.
Asia no respondió de manera verbal, sino que sacó su Shadowkey de su bolsillo. Con una sonrisa en el rostro, Asia movió su Shadowkey y creó un gran portal por el cual podrían pasar personas en filas de quince individuos.
"¿Q-q-que es eso?" preguntó Yasaka con asombro al ver el portal, ya que nunca en su vida había visto algo así.
"Eso es un portal generado por una Shadowkey." Respondió Asia.
"¿Shadowkey?" preguntó Yasaka con curiosidad brillando en sus ojos.
"Es un artefacto en forma de llave que permite usar magia de sombras para rasgar el velo del espacio para poder moverse entre dos lugares." Respondió Asia mientras le mostraba a Yasaka su Shadowkey. "Las Shadowkey originales tenían varias habilidades más, pero desaparecieron hace tiempo o tal vez fueron destruidas, eso no se sabe con certeza. Sin embargo, esta que tengo aquí es una réplica, la cual fue creada por Ed."
La respuesta de Asia estuvo acompañada con una mirada y una sonrisa de cariño.
"Ya veo." Dijo Yasaka con una sonrisa en su rostro, la cual escondía muy bien los celos que acababa de sentir al ver el rostro de amor que Asia ponía al sostener el regalo que le dio su esposo. Aquella sonrisa le hizo recordar que ella no tenía a nadie para compartir ese tipo de relación, pero antes de que su mente comience a divagar sobre aquello, decidió volver a lo que debía de hacer ahora mismo. Por lo que, girando comenzó a caminar hacia su pueblo y comenzar a ordenar el orden de como serian evacuados. Primero irían los niños, mujeres, ancianos y heridos. Luego irían los hombres y finalmente ella junto con los miembros del ORC, el consejo estudiantil y los miembros conscientes del equipo de Vali. Esto se hacía porque ellos se quedarían para proteger a los civiles en caso de que sea necesario.
La evacuación comenzó y todos comenzaron a entrar de manera ordenada y con prisas. Una de las primeras en cruzar fue Kunou, quien entró cargando a Marie. Luego de unos dos minutos, minutos en los que muchas personas lograron pasar, un terremoto se hizo presente.
El palacio de Yasaka se comenzó a zarandear de un lado a otro, haciendo que varias personas tropezaran.
"¡¿Qué está pasando?!" gritó Xenovia mientras se ponía de pie con la ayuda de Irina.
"A comenzado la batalla." Respondió Ingvild mientras se llevaba una mano al corazón, pues estaba preocupada por Edzard.
Ella no era la única, pues todas las chicas que conformaban el grupo de Edzard también se llevaron una mano al corazón, mientras que el resto mostraba miradas preocupadas.
"Debemos de seguir con la evacuación. Estoy seguro de que ellos están bien." Dijo Azazel mientras ayudaba a un anciano a ponerse de pie.
Sin embargo, para sorpresa de todos, un nuevo terremoto se hizo presente, pero esta vez estuvo acompañado por algo más. Y es que, para sorpresa de todos, la barrera que protegía el palacio se agrietó tras recibir un potente golpe por una ráfaga de viento.
Al ver que la barrera estaba por caer, Yasaka, Ingvild, Mittelt y el resto rápidamente corrieron hacia el final de los refugiados y usando su magia crearon una nueva barrera. Asia también quería ir, pero era ella quien mantenía el portal abierto, por esa razón se quedó dónde estaba.
"¡Sigan avanzando!" gritó Azazel mientras se mantenía lo más concentrado posible en la nueva barrera.
Los youkais que estaban evacuando rápidamente comenzaron a avanzar y siguieron cruzando el portal que los llevaría a un lugar seguro. Mientras seguían cruzando y reduciendo el número de personas que estaban allí, los que generaban la barreara iban retrocediendo con ellos, para de esa manera estar más cerca del portal para poder salir de allí rápidamente cuando los youkais terminasen de evacuar.
Edzard y Zakir avanzaban a paso tranquilo mientras veían como Vali seguía luchando contra el hijo de Bal.
"¿Usaras solo una espada para luchar contra Ozzozachar?" preguntó Zakir al ver que Edzard solo tenía su «Akachihel».
"Por ahora sí. Pero cuando llegue el momento, usare una segunda espada." Respondió Edzard mientras abría su mano izquierda y juntaba magia allí.
"Bien." Dijo Zakir mientras miraba como Vali comenzaba a brillar y su forma comenzaba a cambiar. "Parece que se agotó su tiempo. ¿Puedes hacer el honor?"
Tras la pregunta de Zakir, Edzard movió su mano izquierda y conjuró un rayo de color verde. Este rayo impactó en Vali, pero a diferencia de lo que un hechizo normal podría haber hecho, este solo se envolvió alrededor del medio demonio. Con su presa ya atrapada, Edzard movió su mano y envió a Vali volando hacia donde estaban todos los demás.
Esta acción llamó la atención de Ozzozachar, quien miró a Edzard y sus ojos se abrieron con sorpresa cuando vio quien lo acompañaba.
"Vestigio…" gruñó Ozzozachar con veneno en su voz.
"Hola, Ozzozachar. Me has extrañado." Respondió Zakir a las palabras del daedra con burla.
El hijo de Bal gruño con ira al ver a Zakir.
"Parece que aún me recuerdas."
El hijo de Bal no respondió verbalmente ante la burla de Zakir, sino que movió sus garras rápidamente y lanzó dos hechizos. Estos hechizos fueron dos relámpagos, los cuales viajaron rápidamente hacia Edzard y Zakir. Sin embargo, dichos ataques nunca impactaron, pues tanto Edzard como Zakir usaron una custodia para protegerse. Cuando el hechizo impactó, la fuerza de este hizo que ambos héroes retrocedieran varios metros. Afortunadamente, ambas custodias lograron resistir el ataque.
"Llego el momento de ir en serio, Edzard." Dijo Zakir mientras su cuerpo comenzó a expulsar llamas azules, las cuales parecía que estaban carcomiendo la piel del zorro. Cuando estas llamas terminaron de extenderse por el cuerpo del zorro, estas se convirtieron en una especie de segunda piel. Esta era la forma más poderosa de Zakir, una forma que incrementaba enormemente sus capacidades de lucha, pero con la dificultad de que consumía mucha Magicka.
A la par que Zakir invocaba su forma más poderosa, la cual era la condensación de su poder como vestigio, Edzard apretó el agarre en «Akachihel» y luego levantó su mano izquierda e invocó la nueva arma que había obtenido hace un día. En medio de un remolino purpura de magia de «Conjuración», la espada demoniaca «Gram» se materializó. Tomando esta espada con su mano izquierda, Edzard comenzó a enviar Magicka a ambas armas, haciendo que ambas se cubran de llamas negras y de energía demoniaca respectivamente.
'Si que eres quisquillosa.' Pensó Edzard mientras miraba a «Gram». La espada demoniaca, la cual lo había escogido como su nuevo portador, era muy quisquillosa al momento en que la usaba, pues no consumía únicamente su Magicka, sino que también consumía una pequeña parte de su energía vital. Si bien la cantidad de energía vital que le consumía era poca, era molesto que hiciese eso. 'Tendré que ver que hago para quitarte esa molesta debilidad.'
"Empecemos." Dijo Edzard de manera seria para desparecer en un estallido de velocidad.
Ozzozachar movió sus garras para detener el ataque de Edzard. Su garra derecha desvió a «Akachihel», pero cuando Edzard usó a «Gram», Ozzozachar no pudo reaccionar a tiempo.
"¡Comete esto, maldito bastardo!" gritó Edzard mientras hacía que «Gram» generase una explosión de energía demoniaca.
La explosión de energía demoniaca viajó a gran velocidad, impactando en todo el pecho del daedra.
¡BOOMMM!
La explosión de energía generó una explosión que hizo que Ozzozachar derrapara varios metros hacia atrás.
"¡Maldito dragón de tercera!" gritó Ozzozachar mientras abría su boca y lanzaba un aliento de fuego helado.
Edzard vio el ataque llegar y abriendo su boca gritó. "¡YOL! ¡TOR! ¡SHULL!"
El thu'um de Edzard generó un aliento de fuego, el cual impactó contra el ataque de Ozzozachar, generando otra gran explosión, que creó grandes ondas de choque y corrientes de aire, las cuales destrozaron la barrera que protegía el palacio de Yasaka.
"¡Ozzozachar!" gritó Zakir mientras aparecía de entre en medio de la explosión y moviendo sus dos espadas, las convirtió a ambas en látigos de fuego. Estos látigos impactaron de manera simultánea en el pecho del daedra, haciendo que este soltara un rugido de dolor.
"¡Vestigio!" gritó Ozzozachar luego de soltar su rugido de dolor. Tras gritar, el hijo de Bal, movió ambas alas y creó un vendaval, el cual hizo que Zakir saliera volando. Sin embargo, el ultimo Lilmothiit fue atrapado por Edzard quien luego de agarrarlo lo hizo girar y lo lanzó como un cohete contra Ozzozachar.
Zakir viajó a velocidades supersónicas como un proyectil teledirigido contra el hijo de Bal, pero mientras avanzaba, el hijo de Bal conjuró varias bolas de fuego helado y las lanzó contra el Lilmothiit.
A ver aquel ataque llegar contra él, Zakir comenzó a cubrir su cuerpo con magia y un segundo después su cuerpo se cubrió de relámpagos, el resultado de usar un hechizo llamado «Forma Relámpago». Al usar este hechizo, él se volvió un rayo viviente, haciendo que su velocidad aumentara hasta el punto en que logró superar su el ataque de Ozzozachar. Siguiendo su camino, logró impactar en el daedra, causando así una gran onda de choque.
El gran cuerpo de Ozzozachar salió disparado como un cohete contra el suelo, causando un enorme cráter a la vez que se generaba un gran terremoto.
Zakir miró a Ozzozachar en el suelo y mientras caía, se preparaba para aterrizar en el suelo. Sin embargo, ante él, un círculo mágico se hizo presente. Al ver este círculo, él se dio cuenta de que no era uno normal, por lo que, con un poco de cautela, decidió aterrizar allí. Cuando sus pies tocaron el circulo, se sorprendió de que este pudiese mantenerlo en el aire.
"Parece que tendremos que seguir atacándolo. Aun no terminan la evacuación, están recién en el veinticinco por ciento." Dijo Edzard apareciendo al lado del Lilmothiit. El joven dragón decía aquello gracias a que hace unos instantes pudo ver cómo iba la evacuación de los Youkais.
"Han avanzado rápido." Dijo Zakir con un poco de sorpresa.
"El portal que ha hecho mi esposa es muy amplio, fácil pueden pasar en líneas de quince individuos o más dependiendo de si son adultos o niños."
"Bien. Mientras menos tiempo demoren mejor. Este lugar podría ser arrastrado a Puerto Gélido en cualquier instante."
La conversación que ambos héroes estaban teniendo fue interrumpida cuando Ozzozachar rugió con furia.
"Parece que se ha enojado bastante." Dijo Edzard al ver como el cuerpo del hijo de Bal se cubría de pies a cabeza con magia caótica pura.
"Si. La cosa ahora se complica bastante." Dijo Zakir mientras apretaba el agarre en sus espadas.
Tras aquellas palabras, ambos héroes tuvieron que moverse rápidamente, pues Ozzozachar apareció entre ambos y moviendo ambas garras, creó un gran vendaval, el cual creó zanjas en la tierra a la par que enviaba cientos de escombros a la barrera. La nueva barrera que protegía el palacio de Yasaka, la cual fue creada tras la destrucción de la anterior barrera, resistió los golpes, pero comenzó a agrietarse por el impacto.
Al ver aquello, el hijo de Bal sonrió y sin pensarlo dos veces cargó contra la barrera, pues vio como allí había un portal.
Ozzozachar se movía a gran velocidad para llegar a la barrera, pero cuando estuvo a escasos metros de llegar, escuchó un gritó.
"¡WULD! ¡NAH! ¡KEST!"
Tras aquel gritó, Edzard apareció al lado del hijo de Bal y volviendo a gritar, lo mando a volar.
"¡FUS! ¡RO! ¡DAH!"
La onda de choque del Thu'um «Fuerza implacable» envió a Ozzozachar a volar, alejándolo de la barrera. Mientras seguía siendo impulsado por el thu'um de Edzard, Ozzozachar movió sus alas y se detuvo de manera abrupta. Volviendo a mirar al Dovahkiin decidió cargar contra el con un potente rugido. Sin embargo, cuando estuvo por cargar, Zakir apareció frente a él y comenzó a golpearlo rápidamente varias veces. El ataque sorpresa logró su objetivo, pues las espadas de Zakir, las cuales estaban infundidas por magia, comenzaron a hacerles varias heridas al hijo de Bal.
Lamentablemente, la ráfaga de golpes se detuvo cuando Ozzozachar usó su cola para golpear por sorpresa a Zakir, haciendo que este salga volando.
El Lilmothiit viajó como un cohete supersónico y terminó impactando en el suelo.
¡BOOOOMMMM!
"¡Aghhh!" gritó Zakir al momento de impactar, pues el golpe fue tan brutal que creó un gran cráter mientras que quedaba incrustado en el suelo. Para la mala suerte del Lilmothiit, Ozzozachar apareció sobre él y juntando ambas manos, creó una enorme bola de magia caótica.
"¡Desparece, Vestigio!" gritó Ozzozachar mientras se preparaba para lanzar el ataque a quemarropa contra Zakir. Sin embargo, esto nunca sucedió, pues Edzard se interpuso y moviendo ambas espadas, lanzó dos explosiones de poder en forma de X.
El ataque de Edzard impactó de lleno en Ozzozachar, forzándolo a retroceder varios metros mientras que su ataque terminaba siendo enviado a otro lugar.
¡BOOOMMMM!
El ataque generó una gran explosión que sacudió el lugar por completo.
"¡Levántate bola de pelos, no podemos parar ahora!" gritó Edzard mientras se movía para detener con sus espadas los ataques de un Ozzozachar furioso que había aparecido frente a él.
El ultimo Lilmothiit se levantó con un poco de esfuerzo antes de volver a tomar sus espadas, las cuales terminaron a escasos metros de él, y volver a lanzarse al combate. "¡No tienes que recordármelo, mocoso!"
Zakir apareció junto a Edzard y haciendo gala de una gran habilidad, lanzó un combo de tres golpes rápidos, los cuales hicieron que Ozzozachar gritara de rabia.
"¡Malditos hijos de puta!" gritó Ozzozachar al ver como las heridas que le habían hecho comenzaron a sangrar. "¡Cómo se atreven a herirme! ¡Malditas escorias!"
Tras aquel grito, Ozzozachar cubrió su cuerpo de energía caótica y se lanzó contra Edzard y Zakir, quienes respondieron cubriendo sus cuerpos con fuego negro y azul respectivamente.
Los dos héroes cargaron contra Ozzozachar y al encontrarse en el medio, comenzaron una furibunda y veloz batalla. Los golpes que comenzaron a intercambiarse fueron tan rápidos y poderosos que comenzaron a crear grietas en el suelo, a la par que se generaban ventarrones y terremotos.
"¡Toma esto!" gritó Zakir mientras lanzaba un «rayo solar» contra Ozzozachar, el cual se movió rápidamente y logró esquivar dicho ataque, pero no pudo esquivar el «Sol prohibido» que Edzard le lanzó desde su retaguardia.
El hechizo sobrecargado impactó en el daedra, haciendo que cayera en picada contra el suelo, generando un terremoto y un cráter en el momento del impacto. Sin embargo, pese a eso, ninguno de los héroes tuvo tiempo para descansar o tomar un poco de aire, pues Ozzozachar se levantó rápidamente y comenzó a atacarlos.
La batalla continuó varios minutos más, minutos en los que Edzard y Zakir usaron varios de sus mejores ataques para lograr herir y detener al hijo de Bal, pero aquello no llegó sin heridas, pues ellos también habían recibido su parte justa de golpes en el transcurso de este combate. Sobre todo, las heridas que ambos tenían eran provenientes de las garras del daedra, ya que sus hechizos habían sido esquivados usando su velocidad o neutralizados por hechizos de Edzard y Zakir.
"Ah, ah, ah." Respiraban con dificultad ambos héroes.
"Esto no tiene cuando acabar." Dijo Edzard mientras miraban como Ozzozachar se volvía a levantar.
"Tienes-"
Las palabras de Zakir se detuvieron cuando un gran terremoto sacudió el lugar, haciendo que Ozzozachar comenzara a reír a la vez que provocaba preocupación en ambos héroes.
"¡Ja, ja, ja! parece que ya no les queda tiempo… ¡Este mundo será transportado a Puerto Gélido!" gritó Ozzozachar con diversión y crueldad. "¡No puedo esperar a que todos los que estén aquí sean teletransportados! ¡Me divertiré torturándolos y violando a todas sus mujeres!"
Edzard apretó los dientes al escuchar aquello, pues no estaba dispuesto a permitir que nadie se atreva a ponerle un dedo a ninguna de las mujeres que conocía. Así que, comenzando a cubrir su cuerpo con magia, se preparó para lanzarse contra Ozzozachar. Sin embargo, su intentó de ataque fue detenido por Zakir, quien le puso una mano en el hombro.
"¿Qué?" gruñó Edzard.
Zakir no le respondió de manera verbal, sino que señaló hacia el palacio de Yasaka.
Edzard miró el Palacio y sintió que un peso se levantaba de sus hombros al ver como Asia y aquellos que habían creado una segunda barrera para mantener protegidos a los civiles comenzaban a cruzar el portal.
"Parece que ya es hora. Ya hemos cumplido nuestra parte, debemos irnos."
"No. Aun no." Dijo Zakir, llamando la atención de Edzard.
"¿Qué quieres decir?"
"Tenemos que hacer que esta derrota sea una derrota pírrica." Dijo Zakir acercando su rostro al oído de Edzard para comenzar a susurrarle el plan que había ideado durante el transcurso de la batalla.
"Vale." Dijo Edzard al terminar de oír el plan. Tras aquello, desapareció en un estallido de velocidad y apareciendo frente a Ozzozachar, comenzó a luchar cuerpo a cuerpo contra él.
Mientras Edzard luchaba, Zakir cerró los ojos y comenzó a juntar una gran cantidad de Magicka.
'Vamos...' Pensó Zakir mientras comenzaba a sudar por el esfuerzo que estaba haciendo. Cuando sintió que había logrado lo que estaba planeando, rápidamente dejó de juntar ambas manos y sostuvo el hechizo en su mano izquierda para meter su mano derecha rápidamente en su bolsa trasera y sacar un pequeño fragmento de Aetherius que tenía allí. La pequeña gema era un «Skyshards», un pequeño fragmento de vidrió meteórico impregnado con el poder de Anu. Uniendo el fragmento con el hechizo, Zakir creó una lanza de luz multicolor.
El hechizo que el Lilmothiit había usado se llamaba «Lanza Llameante», el cual es un hechizo que creaba una lanza de fuego solar con el cual se podía crear una lluvia de fuego solar sobre un área, pero ahora que él la había mezclado con el poder de Anu, las llamas que caerían tendrían el poder de Aetherius con él.
Moviendo la lanza, Zakir apuntó a Ozzozachar, el cual seguía luchando contra Edzard. Entrecerrando los ojos, el Lilmothiit tomó una bocanada de aire y cuando vio el momento, lanzó la lanza con fuerza.
El hechizo viajó a gran velocidad, pero cuando estuvo por impactar en Ozzozachar, este se movió a un lado y esquivó el ataque.
"¡Ja, ja, ja! ¡Parece que tu ataque final falló, Vestigio!" gritó con burla Ozzozachar. El hijo de Bal no era estúpido, él sabía que ese ataque tenía poder de Aetherius en él, por lo que si le impactaba le causaría mucho daño.
Zakir miró a Ozzozachar y sonrió con burla, confundiendo al hijo de Bal.
"¡Nunca te apunte a ti, idiota!" gritó Zakir con burla para luego volver a gritar con fuerza. "¡Dovahkiin! ¡Hazlo ahora!"
Las palabras de Zakir hicieron que los ojos de Ozzozachar se abrieran con horror. Por lo que, girando la cabeza, el hijo de Bal vio con horror como Edzard hacia desaparecer sus espadas con magia de conjuración y procedía a tomar la lanza con ambas manos.
"¡No!" gritó Ozzozachar mientras se movía a un lado, creyendo que Edzard le lanzaría el ataque a él. Sin embargo, para sorpresa del daedra, Edzard gritó.
"¡WULD! ¡NAH! ¡KEST!"
El thu'um de «Torbellino Arrollador» hizo que Edzard descendiera a gran velocidad contra el suelo. Al ver esto, Ozzozachar al fin entendió lo que ambos héroes habían planeado. Ellos no habían planeado solo detenerlo para permitirle a los seres de esta tierra escapar, no, su plan era quitarlos de en medio para luego hacer esto.
¡NOOOO!" gritó Ozzozachar mientras se lazaba desesperadamente contra Edzard para tratar de detener lo que estaba planeando.
Cuando Edzard vio que estaba a escasos metros del suelo, movió sus manos y mientras clavaba la lanza en el suelo, gritó. "¡QETH! ¡KRII! ¡GOL!"
Cientos de estacas de lava fundida surgieron por el lugar, pero a diferencia de las veces anteriores, esta vez el magma endurecido no era rojo, sino multicolor, un claro signo de que la tierra de esta dimensión ahora tenía fragmentos de Aetherius en ella, lo que hacía que las «Lay Lines» de este lugar tuvieran parte del poder de Aetherius.
Este había sido el plan que le había susurrado Zakir, el plan en si era el de hacer que esta victoria de Bal no sea completa, sino que también fuera una derrota para él, ya que esta tierra, la cual serviría de fuente de poder para otras anclas negras, ahora no solo no estaba conectada con el poder de Kioto, sino que también ahora estaba infectada con poder de Aetherius, lo que la volvería inútil para cualquier plan de Bal. Además, gracias a que habían roto la puerta, este lugar ya no tendría valor para Bal.
"¡MALDICION!" gritó Ozzozachar al ver como no había podido detener a Edzard y a Zakir. "¡Malditos hijos de puta! ¡Ahora si los asesinare!"
Tras gritar, Ozzozachar comenzó a expulsar todo su poder y se lanzó contra Edzard.
"¡Primero te matare a ti, Dovahkiin!" gritó Ozzozachar y usando su velocidad superior, logró alcanzar al hijo de Akatosh.
Edzard vio como Ozzozachar intentaba empalarlo con una de sus garras, pero antes de que lo logre, el gritó.
"¡FEIM!"
El cuerpo de Edzard se volvió etéreo, permitiéndole así esquivar el ataque de Ozzozachar. Cuando el ataque del daedra falló, Edzard volvió a gritar.
"¡WULD! ¡NAH! ¡KEST!"
Gracias a este thu'um, el apareció al lado de Zakir y tomándolo del hombro, Edzard rápidamente usó una moneda similar a las que les había dado a los miembros de su grupo y escapó de allí con Zakir.
Cuando Ozzozachar vio como Edzard y Zakir desparecían en un vórtice purpura, lanzó un rugido lleno de rabia.
Nota de autor:
A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.
Capitulo 50 y el segundo de esta maratón navideña XD
Finalmente se revela la identidad de Zakir y lo vemos luchar junto al Dovahkiin para infringirle una derrota en cierto sentido a Bal. También vemos que los padres de Edzard han sido capturados para ver si es que es posible curarles. Además, vemos llegar al equipo de Vali para ayudar en esta invasión. Ahora, sobre la relación de Zakir con los padres de Edzard estoy seguro de que ya pueden darse cuenta de que se conocen, la razón de esto, bueno eso se revelara en el futuro XD.
Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.
