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Capítulo 55

De todas las magias que los mortales han creado, la magia de la mente es una de las peores. No hay nada más peligroso que jugar con la mente de alguien —

Advertencia sobre la magia de la Mente en un libro de teoría mágica

El terreno que rodeaba la sala del trono, que era el lugar donde Edzard decidió que haría de "jefe" de este juego estaba, siendo completamente destrozada por la batalla entre el contra Issei, Saji y Sairaorg. Los tres demonios estaban usando lo mejor que podían sus habilidades, pero eso pareció ser en vano, ya que ninguno de sus ataques logró impactar en él.

"¡Toma esto! ¡Dragon Blaster!" gritó Issei mientras extendía ambos brazos hacía el frente, convocando dos enormes cañones en sus antebrazos. Estos cañones surgían gracias a que Issei estaba usando la forma de «Obispo» del movimiento ilegal Triana. Los cañones brillaron por un segundo para luego generar dos poderosos rayos de poder demoniaco, el cual se dirigió hacia Edzard a gran velocidad.

Los ojos de Edzard, los cuales deberían de estar fijos en el ataque de Issei, estaban dividiendo su enfoque entre el ataque entrante y los otros dos demonios, pues este ataque era una oportunidad perfecta parque alguno de los otros intensase atacarle por la espalda. Al percatarse de que ninguno de los dos se metería durante el ataque, Edzard tomó su mandoble con ambas manos y de un solo y rápido movimiento, usó los hechizos con los que había encantado dicha arma. Estos hechizos fueron «Daño Caos» y el mismo encantamiento que posee la espada de Sangreskal, por ello, el ataque que se generó fue una media luna de fuego, el cual iba dejando a su paso una estela de varios picos de hielo.

El ataque de Edzard y el ataque de Issei impactaron y se anularon mutuamente, generando así una gran explosión; la cual provocó que el lugar fuera cubierto por una cortina de humo. Dicha cortina de humo fue aprovechada por Issei, quien usó su forma de «Caballero» para aparecer rápidamente frente a Edzard. Al estar al frente de su enemigo, Issei cambió de forma de manera rápida, tomando su forma de «Torre». Al estar en su forma físicamente más poderosa, Issei lazó un golpe dirigió a la cara de Edzard. Sin embargo, antes de que el golpe impactase en el hijo de Akatosh, sucedió algo que el demonio no se esperaba.

"¡Buagh!" fue el único sonido que Issei pudo hacer mientras vomitaba una considerable cantidad de sangre, la cual comenzó a filtrarse por su casco. La causa de esto fue un puño, el cual había destrozado su Scale Mail. Cuando aquel puño fue retirado de su abdomen, el joven demonio no tuvo ni tiempo para respirar, pues salió disparado cuando recibió una patada en todo su pecho.

El cuerpo de Issei salió disparado como un cohete hacia uno de los pilares del lugar, destruyéndolo y terminando por impactar en una pared, quedando completamente incrustado en ella.

"¡Hyoudou!" gritó Saji al ver a su compañero ser golpeado de forma tan brutal. Sin embargo, antes de que se diese cuenta, el peón de Sona tuvo que agacharse para esquivar la hoja del arma de su enemigo, el cual había aparecido frente a él en el segundo de descuido que tuvo al mirar a Issei.

El ataque de Edzard había pasado a escasos centímetros de la cabeza de Saji, cortándole un pequeño mechón de cabello. Cuando su ataque terminó de fallar, el hijo de Akatosh tuvo que mover su pierna derecha, para de esa manera girar su cuerpo ciento ochenta grados y poder detener el ataque de Sairaorg, el cual, a diferencia del anterior ataque, esta vez sí se había movido para intentar tomar por sorpresa a Edzard.

La fuerza del ataque del considerado como el joven demonio más fuerte provocó una onda de choque, mientras el guantelete de la armadura del joven bael resistía muy bien el filo del arma de Edzard.

'A diferencia de Issei, la armadura de Sairaorg parece ser más resistente. Aunque, eso es muy extraño, pues se supone que el Boosted Gear es un Longinus más fuerte que el Nemea Axe. Sin embargo, parece que Sairaorg tiene un mejor dominio de este, lo que le permite usar más poder. Aunque, eso es en vano. Ni siquiera con tanto poder, pueden derrotarme. Aún están muy verdes para hacerlo…' Pensó Edzard mientras movía la mano donde sostenía su espada de manera sutil, permitiendo que la hoja se separara ligeramente del guantelete, lo que permitió que el puño de Sairaorg avanzara, casi siguiendo su camino para impactar en él.

El puño del joven bael pasó a escasos centímetros del casco de Edzard, el cual había movido la cabeza de manera leve para esquivar el ataque. La posición en la que quedó Sairaorg tras aquel fallido ataque, permitió que Edzard pudiese darle un golpe con su puño izquierdo en el lado derecho, ya que ese fue el lugar que el joven bael dejó desprotegido.

El golpe de Edzard impactó de manera certera, destrozando parte del casco de Sairaorg y terminó por mandarlo a volar hacia otra de las paredes, provocando que este terminase incrustado en la pared.

Tras aquel golpe, Edzard giró su cuerpo y vio como Saji daba un par de saltos hacia atrás, para de esa manera ganar distancia entre ellos. El joven demonio miraba a Edzard con un poco de miedo, pues la presencia de este era algo completamente aterrador. Cada célula de su cuerpo le pedía que se fuera. Pero, él era el peón de Sona, y por eso, el no huiría. Además, como podría mirar a la cara a su rival luego de huir como un cobarde, así que, manteniéndose firme, el joven demonio decidió usar su mejor carta, pues los anteriores ataques no habían logrado nada.

"¡Promoción: Vritra!" gritó Saji mientras alzaba su brazo derecho al cielo. Un segundo después de aquello, el cuerpo del demonio fue envuelto por llamas negras, las cuales comenzaron a crecer y a cambiar de forma. Tras unos segundos, se terminó convirtiendo en un dragón hecho de fuego, el cual tenía la apariencia del dragón Vritra.

Cuando Saji sintió que su nueva forma estaba lista, no perdió tiempo y creando varios tentáculos, los cuales eran similares a la «Absortion Line», tomó a Issei y a Sairaorg y los llevó a su lado.

"Gracias, Saji." Dijo Issei mientras tomaba una gran bocanada de aire, pues el golpe que había recibido lo había dejado con problemas para respirar, siendo esa la razón por la que no había podido moverse por un tiempo.

"Si, Portador de Vritra." Dijo Sairaorg mientras se levantaba lentamente. "¿Cuál es el plan?"

"Atacarlo con todo lo que tenemos." Dijo Issei, ganándose una mirada de parte de los otros dos demonios.

"¿Qué?" preguntó Saji con sorpresa.

"Saji, piensa. Nosotros no destacamos por poder usar hechizos, ni por usar armas. Dependemos únicamente del combate cuerpo a cuerpo. Asi que, lo mejor es abrumarlo y atacarlo entre los tres, siempre reduciendo el espacio que ese bastardo tiene para hacer sus ataques."

La respuesta de Issei sorprendió a los dos demonios, pues estos no se esperaban esta respuesta. Sin embargo, vieron que el pervertido tenía razón, ya que eran lo que eran, luchadores de corto alcanze y por ende solo tenían su habilidad de lucha para esto. Así que, tomando posiciones, los tres se prepararon para luchar contra su enemigo.


Mientras los tres demonios se lazaban para luchar contra Edzard, en varias de las habitaciones de un hospital de los Sitri, los demonios de las cuatro noblezas que habían sido derrotados comenzaron de despertarse, pero lo hacían en diversos intervalos. Los primeros en despertar fueron los tres reyes que se habían enfrentado a Asia. La primera en hacerlo… o al menos dar señales visibles de despertar fue la heredera del clan Gremory.

"¿Qué pasó?" preguntó Rias mientras se levantaba, o al menos eso intentó, pues al levantar su cuerpo unos pocos centímetros, sintió un dolor atroz recorrer todo su cuerpo. Aquel dolor hizo que ella tuviese que volverse a echarse en la cama, para calmar aquel dolor.

"Parece que ya has despertado, Rias-san."

Al oír aquella voz, Rias se sobresaltó un poco, pero luego giró su rostro y vio a Asia sentada al lado de su cama. Al ver a la esposa del amigo de Issei, ella se tranquilizó, por lo que, tomando un poco de aire, le preguntó. "¿Qué sucedió? ¿Por qué estoy aquí?"

Las preguntas de Rias parecieron confundir un poco a Asia, la cual tras unos segundos se llevó una mano a la nuca y comenzó a rascársela, mostrando un poco de incomodidad, pues parecía que su último ataque le había producido a Rias una pérdida de memoria temporal. Tras pensar un poco, ella solo dijo una palabra, la cual debería de hacer que ella recordase lo que había pasado.

"Perdieron." Fue la respuesta de Asia, la cual no dejó de mirar a Rias.

Las palabras de Asia provocaron que los recuerdos de Rias volvieran, provocando que recordara que había luchado junto a sus amigas contra la misma persona que tenía en frente en un nuevo tipo de Rating Game. El recordar que había perdido, provocó que Rias se sintiera mal, pues su sueño era ganar todos los ratings games en los que participara. Sin embargo, para su sorpresa, Asia le dijo unas palabras que le levantaron el ánimo.

"Lucharon bien. Incluso pudieron haberme derrotado si hubiesen tenido más poder."

Los ojos de la hermana de Sirzechs se abrieron por el completo shock que sintió al escuchar aquellas palabras, ya que Asia le estaba diciendo que podrían haberla derrotado. Sin embargo, el shock que sentía por aquellas palabras se convirtió en curiosidad, por lo que le preguntó a Asia que le contara todo sobre el rating game. La pregunta de Rias provocó que Asia la mirar con algo de culpa, por lo que comenzó a contarle todo a ella, dejando cero detalles fuera de la respuesta. Cuando Asia terminó de hablar, Rias la miró con sorpresa mientras pensaba en lo que le habían dicho.

'Asi que, este rating game era para probar como nos compenetrábamos para luchar en grupo, a la vez que se probaría a cada uno de los miembros de las cuatro noblezas, los cuales somos considerados los demonios con mayor potencial de nuestra generación. ¿Para qué? ella aun no me lo ha dicho y parece tampoco saberlo muy bien. Pero creo que puedo entender más o menos lo que está sucediendo.' Tras aquel pensamiento, Rias volvió a mirar a Asia y le hizo otra pregunta. "¿Qué sucedió con los otros miembros de las noblezas?"

"Todos fueron teletransportados para luchar en grupo contra los miembros de nuestro grupo."

Las palabras de Asia volvieron a provocar el asombro de Rias, quien entendió o, mejor dicho, logró deducir contra quien luchó cada grupo y cuando lo hizo, un escalofrío recorrió su espalda.

"A-A-Asia-san…. ¿Contra quién luchó Ise?" preguntó Rias con miedo, pues presentía contra quien había luchado su querido peón.

"El aún está luchando y la persona contra quien lo hace es mi esposo." Respondió Asia, provocando que el rostro de Rias se vuelva blanco y se llevara una mano al corazón, pues comenzó a sentir miedo por lo que podría pasarle a Issei.

'Asia nos derrotó sin usar su Balance Breaker y de haberlo usado hubiese barrido el suelo con nosotras… ¿Qué le hará él? …' pensó Rias con miedo, pues sabía que por mucho que Edzard sea amigo de Issei, él también era alguien que era estricto y también era capaz de dejar de lado los sentimentalismos si a situación lo requería… y un rating game creado para probarlos a ellos era una de esas situaciones.

"Pero no está solo…" dijo Asia, quien desvío su mirada para mirar a Sona y a Seekvaira, quienes estaban fingiendo dormir. "Con él están Sairaorg-san, su peón y Saji-san."

Las palabras de Asia provocaron que Sona y Seekvaira abrieran los ojos y comenzaran a mirarla.

Una sonrisa de tranquilidad y confort apareció en el rostro de Asia, cuando se dio cuenta de que ellas estaban preocupadas, pero parecía que sus rostros trataban de negarlo. Asi que, queriendo quitarles un peso de encima, decidió mostrarles el combate, por lo que, moviendo una mano, conjuró una pantalla.

"Se que no es mucho confort, pero tienen mi palabra de que Ed no los matará. Pero si los pondrá a prueba en todo lo que pueda. Para asegurarse de probarlos lo mejor que pueda y evitar dañarlos demasiado, él ha decidido ponerse una limitación muy importante, por lo que no usara sus gritos."

Las palabras de Asia les dieron un poco de calma, pues eso indicaba que Edzard no los despedazaría con algún thu'um. Asi que, posando su vista en la pantalla, las cuatro comenzaron a ver lo que ocurría.


Un potente aliento de llamas negras surgió de las fauces abiertas de la forma dragón de Saji, cuyo objetivo era Edzard, el cual estaba luchando cuerpo a cuerpo contra Issei y Sairaorg. Al ver el ataque llegar, Edzard esquivó magistralmente un puño de Issei, para luego agacharse y esquivar una patada de Sairaorg. Tras aquello, rápidamente, movió su pierna y apoyando su brazo derecho en el suelo, hizo un barrido con ambas piernas, tumbando a ambos demonios con ese movimiento. Al momento en que ambos cayeron, Edzard se levantó y sin pensarlo dos veces, movió su mano izquierda y apuntó hacia el aliento de llamas negras. En un instante, una enorme cantidad de Magicka se arremolino en la palma de la mano extendida de Edzard y un segundo después una enorme ráfaga de hielo fue se dirigió hacia el aliento de dragón.

¡Booom!

El choque de ambos hechizos colisionó, generando tal explosión que los cuerpos de Issei y Sairaorg salieron volando unos pocos metros por la fuerza de los vientos que se generaron.

[Ese enemigo es muy fuerte, compañero]

La voz del dragón Vritra sonó en la cabeza de Saji, la cual fue respondida por un asentimiento por parte del joven demonio reencarnado, el cual desde hacía tiempo podía escuchar la voz del dragón sellado en sus sacred gears.

'Lo sé, pero debemos de seguir deteniéndolo. De esa manera, ellos podrán tener una oportunidad de acabarlo.' Pensó Saji para comenzar a conjurar varios tentáculos de su «Absortion Line», con los cuales esperaba detener a su enemigo. A la par que también usaría «Delete field» para suprimir temporalmente sus poderes, logrando así crear una oportunidad de derrotarlo.

Edzard vio como los tentáculos del sacred gear de Saji comenzaron a dirigirse raudamente hacia él. Por lo que, comenzó a esquivarlos, ya que sabía que sería algo problemático si era atrapado. Cuando aterrizó luego de dar un salto para esquivar uno de los tentáculos de Saji, rápidamente tuvo que mover su espada para evitar que la hoja de la espada Ascalon, la cual se había alargado algunos metros desde el brazo de Issei, terminase por empalarse entre sus omoplatos.

'Un ataque furtivo desde la espalda…' Pensó Edzard con una sonrisa bajo su casco. 'Eso no es muy honorable, pero está bien que piensen así. A veces, el honor solo es una traba en los combates donde tu vida está en juego.'

Tras aquel pensamiento, Edzard vio como Sairaorg se acercaba por su flanco derecho. Por lo que, moviendo su pie izquierdo, tomó una postura que permitió que la hoja de Ascalon siguiera su curso. Tras aquel movimiento, movió su espada rápidamente, logrando así dar cinco rápidos cortes hacia Sairaorg. La hoja del arma de Edzard fue detenida por los guanteletes de la armadura del heredero Bael. Sin embargo, los golpes que se dieron fueron tan fuertes que generaron varias corrientes de aire. Lo que provocó que el terreno se agrietara un poco.

Mientras Edzard y Sairaorg luchaban, Issei rápidamente cambió de forma y promocionándose a «Caballero», usó su velocidad para acercarse a Edzard. Cuando estuvo a sus espaldas, rápidamente cambió de forma a «Torre» y juntando ambas manos, lanzó un golpe descendente, en un intento de tomar por sorpresa a Edzard. Sin embargo, dicho ataque falló, pues antes de que el golpe lograse impactar, Edzard soltó su mandoble y con una gran habilidad, cambió su agarre a un agarre invertido. Lo que le permitió poder atacar por sorpresa a Issei, el cual tuvo que detener su ataque y dar un paso hacia atrás, pues la punta del arma se dirigía peligrosamente hacia su rostro.

El ataque de Edzard previno que el ataque de Issei le impactara, pero lo dejó en una un poco mala posición para contratacar. La cual fue aprovechada por Sairaorg para intentar golpearlo con un puño lateral, pero aquel ataque fue detenido por el otro brazo de Edzard, el cual había girado su cuerpo para poder usar su brazo libre de manera efectiva. Al final, Edzard vio que si seguia en esa posición, seria presa fácil de los ataques, por lo que jalando a Sairaorg hacia él, procedió a usar el pomo de su mandoble para golpear al demonio en toda la boca del estómago. La fuerza del golpe fue tal que logró hacerle un poco de daño al demonio, dejándolo sin aire por un momento.

Tras aquel golpe, Edzard soltó a Sairaorg y con un rápido movimiento, giró ciento ochenta grados y le dio una patada lateral en toda la cabeza, mandando a volar al joven demonio. Tras aquello, rápidamente y sin esperar un segundo, giró su cuerpo y detuvo un golpe de Issei, el cual, al ver el golpe detenido, hizo usó del martillo pilón de su guantelete, generando así un segundo impacto, el cual terminó por crear un cráter en donde estaban parados él y Edzard.

'Eso dolió…' pensó Edzard al sentir como su mano hormigueaba ligeramente tras el golpe, afortunadamente, la armadura y la posición en la que estaba le permitió redirigir la fuerza del golpe al suelo. Tras aquello, jaló a Issei y dando un paso hacia atrás, procedió a darle tal cabezazo al Sekiryuutei, que este terminó patinando hacia atrás, destrozando parte de su casco. Sin embargo, el ataque de Edzard no terminó allí, sino que, haciendo uso de su mandoble, procedió a darle un golpe ascendente en todo el pecho con la parte plana del arma, haciendo que este saliese volando hacia el cielo.

'Agh…' Gruñó mentalmente Issei al sentir un dolor fantasmal donde había impactado la hoja. Gracias a que no había sido el filo de la hoja del mandoble, el golpe no había cortado su armadura, pero si había logrado darle un buen golpe, el cual le rompió algunas costillas. Sin embargo, mientras caía al suelo, logró maniobrar un poco en al aire, lo que le permitió caer de pie, pero cuando tocó el suelo, su cuerpo sintió un dolor fantasmal, el cual lo obligó a ponerse de rodillas.

[Compañero, tu enemigo es formidable. Lucha con espadas, magia y mano a mano…. Es casi como si…]

"Como si estuviese luchando contra Ed." Terminó Issei por Draig.

[Asi parece, pero si realmente fuera tu amigo.]

"Si… no tenemos manera de derrotarle." Dijo Issei mientras se ponía de pie con dificultad. Cuando estuvo de pie, tuvo que volar, pues la forma dragón de Saji cayó cerca de su posición.

"¡Saji!" gritó Issei mientras miraba como el dragón se levantaba lentamente. "¿Estas bien?"

"Si, pero esto es duro." Respondió Saji, con una voz que sonaba doble. Un segundo después de pensar en que decir, el joven demonio volvió a hablar. "Hyoudou, ¿Te has dado cuenta?"

"Si, parece que estamos luchando contra alguien que lucha de manera similar a Edzard." Respondió Issei, entendiendo lo que el peón de Sona intentaba decirle.

"Si. Aunque hay posibilidades de que sea Edzard."

Las palabras de Saji provocaron que un escalofrío recorriera la columna del Sekiryuutei, pues temía que sea su amigo el que estaba tras ese casco, ya que, de ser así, no podían ganar esta lucha. Sin embargo, pese al temor que comenzó a tener, rápidamente miró a su enemigo y apretando los puños, desechó ese sentimiento. "No importa Saji. Tenemos que ganar, no solo por nosotros, sino también por nuestros amigos y reyes."

Las palabras de Issei fueron acompañadas por un asentimiento de Saji, el cual miró hacia el frete. Sin embargo, los ojos de ambos demonios se abrieron con sorpresa cuando vieron como un proyectil dorado se acercaba a ellos a gran velocidad.

"¿Eso es...?"

"¡Si, es Sairaorg!" gritó Issei, viendo con total conmoción como el joven demonio más fuerte era literalmente enviado a volar como un saco de patatas. "¡Saji!"

"¡Sí!" gritó el peón de Sona mientras conjuraba varios tentáculos, con los cuales atrapó al demonio, deteniéndolo. Un segundo después, lo llevó a su lado y lo dejó parado.

Los dos demonios reencarnados miraron con total asombro como la armadura de Sairaorg estaba destrozada por varias partes, permitiendo ver que su cuerpo estaba más herido que el de los otros dos demonios.

"Sairaorg-sama, ¿Cómo se siente?" preguntó Saji con preocupación.

"Fatal… me duele el cuerpo y siento que mi conciencia se podría desvanecer en cualquier momento." Respondió el heredero Bael con dificultad, para luego poner una sonrisa en su rostro mientras volvía a levantarse y observaba como su armadura se reparaba un poco del daño que había recibido. "Pero eso no importa. No puedo permitirme caer aquí. Todo lo que he conseguido hasta ahora, puede que este pendiendo de un hilo. No dejare que eso se destruya. Y por lo que siento, ustedes tampoco están dispuestos a caer."

"No, no planeamos caer." Dijo Saji, siendo seguido por un asentimiento de parte de Issei.

"Bien. ¡Entones, luchemos con todo! ¡Regulus!" gritó Sairaorg mientras hacía explotar el poder del touki en su cuerpo. El cuerpo del joven demonio fue envuelto por un aura purpura. El touki era la manifestación del poder vital de una persona y era mayormente usado por usuarios de Senjutsu. Sin embargo, también hay casos en que seres que no usan el Senjutsu puede usar esta habilidad, siendo este el caso de Sairaorg. El touki en esencia aumentaba todo el poder tanto ofensivo como defensivo físico del usuario.

El estallido de poder de Sairaorg, envalentonó a los otros dos demonios, los cuales también miraron al frente y haciendo explotar sus propios poderes, se prepararon para luchar. Sin embargo, aquel arrebato de poder y de valentía fue inútil cuando en medio de ellos apareció Edzard, el cual apareció de entre una capa de sombras.

Aquella aparición provocó la sorpresa en los tres demonios, los cuales no pudieron hacer nada cuando Edzard conjuró una esfera verde entre sus manos y tras impactarla en el suelo, generó una cúpula de energía verde, la cual paralizó al grupo de demonios.

Tras dejarlos paralizados, Edzard los miró y caminando con pasos pequeños, soltó un suspiro para luego conjurar una esfera de Magicka, la cual tenía un color azul muy, pero muy pálido, casi pareciendo un cruce entre celeste y blanco transparente. Arrodillándose lentamente, Edzard llevó la esfera al suelo, impactándola lentamente. Hizo esto porque el hechizo que estaba por usar era muy peligroso, por lo que no podía hacerlo en medio de la batalla, por eso decidió paralizarlos, pero para lo que había planeado, necesitaba llevarlos al borde. Asi que, tras lastimarlos, decidió que ya era hora. Por lo que, liberando el hechizo, este vio como tres tentáculos de magia se formaron y rápidamente se incrustaron en las cabezas de los tres demonios.

'Empecemos con esto…' Pensó Edzard mientras cerraba los ojos y esperaba que el hechizo cumpliese su objetivo.


"¿Qué está pasando? / ¿Qué les ha hecho? / ¿Es peligroso?" Esas fueron las preguntas de varios de los miembros de las cuatro noblezas.

La sala donde en un inicio habían estado solo los tres reyes que habían perdido su lucha contra Asia, ahora mismo estaba repleta con todos los miembros de las cuatro noblezas en conjunto, sumándose a los otros miembros del grupo de Edzard, las cuales llegaron allí guiando a los demonios a los que habían derrotado.

"Nada grave, de lo contrario ya hubiesen sido teletransportados de allí como ustedes cuando les pateamos el trasero." Respondió Mittelt con un tono de voz de burla, el cual iba acompañado de una sonrisa, la cual solo irrito aún más a los demonios presentes. La sonrisa del ángel caído aumentó en tamaño al ver a los demonios fruncir sus ceños ante sus palabras. Puede que ella no sea malvada o cruel, pero tenía cierto placer culposo por picar en las heridas de las personas. En especial si esas personas habían sido derrotadas por ella mientras la superaban en número.

"Ara, ara, ara… Grandes palabras, pero supongo que es lo único grande que tienes, porque solo eres copa A, casi llegando a B." dijo Akeno mientras cerraba los ojos y ponía una sonrisa sádica en su rostro.

Las palabras de Akeno provocaron que Mittelt se enojara, pues si había algo que la enojaba era que se metieran con su cuerpo. Comenzando a pensar en una forma de contratacar, Mittelt puso una sonrisa aún más sádica que la de Akeno. Un segundo después miró a la hija e Barakiel y habló. "Si, puede que no tenga un cuerpo sensual como otros ángeles caídos, pero al menos a mi si me dan como cajón que no cierra."

"UOHHHHH…." fueron las palabras de casi todas las otras chicas presentes, las cuales miraban con algo de diversión el intercambio de palabras de ambas.

Una marca de enojó apareció en la frente de Akeno, quien buscó una forma de molestar a Mittelt, por lo que no dudo en responder cuando se dio cuenta de algo. Asi que, sonriendo le dijo a Mittelt. "Al menos yo perderé mi virginidad con el hombre que amo, no como otra que la perdió con alguien hace siglos en un arrebato de lujuria."

Las palabras de Akeno provocaron enojo en Mittelt, la cual dio un saltó y parándose frente a Akeno, le respondió de manera seria y franca a esa insinuación. "Para tu conocimiento, Ed fue mi primer hombre."

La sorpresa se pintó en los rostros de todos los presentes, pues nadie se esperaba eso, incluyendo los miembros del grupo de Edzard.

"E-e-e-espera, Mittelt… ¿Qué quieres decir con eso?" preguntó Lint, quien era la más sorprendida por esto.

Para sorpresa de muchos, el rostro de Mittelt se puso tan rojo que le salía un poco de humo por las orejas. Susurrando en voz baja, ella comenzó a decir incongruencias, pues no por la vergüenza que sentía no podía formar una sola idea. Al final, Aika le dio un pequeño golpe en la cabeza, el cual ayudó a que ella pudiese calmarse. Tras aquello, al fin pudo decir lo que quería expresar. "La verdad es que rompí mi himen en una batalla hace mucho tiempo."

Las palabras de Mittelt sorprendieron a todas, quienes le preguntaron que, si no había caído por tener sexo, entonces, ¿Cuál había sido la razón de su caída? Para la mala fortuna de ellos, Mittelt se negó a contestar, pues dijo que ese motivo era algo sin importancia y que ya había olvidado como fue. Si bien aquella respuesta fastidio algo a quienes querían saber sobre el pasado de Mittelt, hubo algunas que se percataron de que ella estaba siendo muy esquiva con eso, pero no tuvieron tiempo para pensar mas en ello, pues se sorprendieron cuando Sona gritó que dejaran de hacer preguntas tontas y se centraran en lo que pasaba en la pantalla. Fue gracias a ese gritó que las chicas volvieron al tema principal de las conversaciones, preguntar por lo que pasaba en el combate.

"Asia-san. ¿Qué les ha hecho Edzard-san?" preguntó Sona, quien aparentaba ser fría, pero por debajo de todo eso, ella estaba muy preocupada por su peón.

"Los ha puesto bajo un hechizo de magia de Mente." Respondió Asia, la cual dudó por unos segundos antes de responder, pues no sabía cómo se lo tomarían. Además, de que esto no era lo que le había dicho Edzard que haría en la batalla. '¿Qué sucede Ed? ¿Por qué usar magia como esa ahora?'

"¿Magia de Mente?" preguntó Tsubaki con curiosidad.

"Si, un tipo de magia que se dedica exclusivamente en afectar a la mente."

"¿Qué tanto puede afectar a la mente?" preguntó Kuisha, pues luego miró a Alivian, el cual desvío el rostro con un poco de vergüenza, ya que se sentía apenado por haber caído tan rápido en el control de Ingvild en su batalla.

"Depende del mago. Hay hechizos que pueden literalmente enviar tu mente a otra dimensión y hacer que pases una vida allí, causándote la muerte de manera instantánea."

La respuesta de Asia puso pálidas a las chicas, quienes comenzaron a preocuparse por los que estaban bajo aquel hechizo.

"Aunque, Ed no tiene la habilidad para ello, pues nunca le ha gustado usar esa magia. Los únicos hechizos que sé que domina son para leer recuerdos y el hechizo que acaba de usar."

Casi todos los presentes de la sala que no pertenecían al grupo de Edzard se miraron, pues tenían curiosidad de saber que era ese hechizo, pero a la vez estaban aterrorizados de preguntar. Por lo que, fue Seekvaira quien hizo la pregunta.

"¿Qué hace ese hechizo?"

La pregunta de Seekvaira no fue respondida de manera inmediata, generando confusión y, sobre todo, preocupación en los demonios en la sala.

"¿Asia-san?" preguntaron Rias, Sona y todas las chicas que tenían un interés amoroso en los que luchaban allí.

Asia se estaba negando a responder mientras se mordía el labio, pues no quería decirles lo que ese hechizo haría, pero al final decidió abrir la boca y comenzar a contarles lo que su esposo le había dicho sobre aquel horrible hechizo que supuestamente había creado mucho antes de conocerla… y con cada palabra que salía de su boca, la piel de cada uno de los presentes se hacía más y más pálida, hasta casi terminar con algunos desmayados por el shock.


Los sonidos de pisadas se escuchaban, mientras una torrencial lluvia caía por toda la ciudad de Kuoh. Los ojos de Issei mostraban que este estaba completamente presa del pánico y el terror mientras se enfocaban en el enorme incendio que se veía a menos de un kilómetro de su ubicación actual. Aquel incendio era ni más ni menos que toda la ciudad de Kuoh, la cual estaba ardiendo hasta sus cimientos.

'Vamos… por favor estén bien…' pensó Issei mientras aceleraba sus pasos, pues por cada calle por la que pasaba, veía los cadáveres carbonizados de aquellas personas que antaño vivieron por allí. Usando un poco de su velocidad sobrehumana, logró llegar rápidamente hasta la calle donde se ubicaba su casa. Cuando llegó al pórtico de su hogar, el joven demonio cayó de rodillas ante lo que estaba frente a sus ojos.

Allí, en el lugar donde antaño se levantaba su casa, ahora mismo solo había ruinas humeantes… pero aquello no era lo más aterrador, pues allí, frente a él se encontraban los cadáveres de dos de las personas que más amaba en el mundo.

"¡Tou-san! ¡Kaa-san!" gritó Issei al ver a sus progenitores.

La pareja se encontraba tirada en la entrada de la casa. Ambos cuerpos estaban casi desnudos, vistiendo unos pocos harapos, los cuales eran lo poco que sobraba de su ropa. El cuerpo de ambos lucia varias heridas de cortes y magulladuras, lo que indicaba que habían sido torturados antes de morir.

"T-t-tou-san… K-k-kaa-san…" susurró Issei mientras sus ojos se llenaban de lágrimas mientras se arrodillaba y tomaba las manos de ambos. Un sollozó surgió de su garganta cuando sintió el frio tacto de sus padres. Saltando a sus padres, Issei estuvo por hacer algo con ellos, pues no quería dejar sus cuerpos en la intemperie. Sin embargo, antes de que pudiesen decir o hacer algo, dos partes de dos cuerpos fueron lanzados hacia donde estaba el.

Al ver esos grotescos pedazos de carne, Issei sintió un miedo aun mayor, por lo que dejó a sus padres y comenzó a correr hacia el centro de las ruinas humeantes que antaño fueron la sala de estar de la casa. Cuando llegó al interior de la ruina que ahora era su casa, el joven demonio reencarnado volvió a caer de rodillas ante el grotesco espectáculo que se erguía frente a él.

En medio de la sala de estar se levantaban ocho cruces, las cuales estaban hechas de una madera negra, la cual tenía manchas de sangre, las cuales se escurrían gracias a la lluvia.

Si bien aquellas cruces ya de por si parecían aterradoras e intimidantes, lo que provocó que Issei sintiera que su mundo se iba al infierno eran los cuerpos que estaban colgados allí. Y es que, en cada una de las cruces se encontraban todos los miembros de la nobleza de Rias, con excepción de él, junto con Irina.

Los siete demonios y el ángel reencarnado estaban crucificados con las manos extendidas y sus rostros estaban congelados en la más horrible de las expresiones, las cuales demostraban que habían sufrido un dolor más que atroz antes de morir. Si bien aquello era horrible, lo otro que se mostraba era lo que realmente casi provoca que Issei vacíe el contenido de su estómago, ya que todas las personas a las que consideraba sus amigos tenían las espaldas abiertas de par en par, mientras que sus pulmones estaban colgados en sus hombros, dando una especie de burla a las alas que todos poseían. Además, las cuencas oculares de los demonios y el ángel estaban vacías y mostraban signos de haber sufrido un gran daño, lo que indicaba que sus ojos habían sido arrancados de manera forzosa.

"Koneko-chan… Kiba… Xenovia… Gasper… Ravel... Irina… Akeno-san… Buchou…" fueron los susurros que el joven demonio comenzó a decir mientras apretaba los puños con ira, frustración, tristeza y dolor. Unos segundos después de haber susurrado los nombres de sus amigos, el Sekiryuutei se levantó de manera brusca y sin perder un solo segundo, dio un potente grito, el cual era la manifestación de toda la ira que sentía. Aquello provocó que sus ojos se brillaran de color verde, mientras que varias motas de luz comenzaron a aparecer cerca de él, susurrándole palabras en la mente, tratando de que dijese algunas palabras…

Sin embargo, antes de que siquiera diga una palabra de las que le susurraban, dos luces de color verde impactaron en la cabeza de Issei, provocando que la imagen de sus amigos asesinados frente a él se quebrara, casi como si de un espejo se tratase. Aquella grieta comenzó a expandirse en tamaño, terminando por cubrir todo el campo de visión de Issei, el cual terminó por tranquilizarse y solo atinó a parpadear ante lo que vio antes de que su visión se volviera negra.


Saji se encontraba arrodillado mientras su rostro miraba con completo terror algo, mientras hacía eso, su cuerpo, el cual estaba completamente cubierto de sangre, seguia ensuciándose gracias a las gotas de fluido vital que provenía de los cadáveres que se encontraban por sobre su cabeza. Esto se debía a que por encima suyo se encontraban colgados, como si de cerdos se tratasen, los cadáveres de sus amigos y familiares. Los cadáveres estaban divididos por la mitad, lo que permitía que la sangre escurriese sin parar.

Entre los cadáveres que se veían colgados, se podía apreciar los de su hermana y hermano menor, junto al de sus amigos de la academia.

Aquella vista provocó que el joven demonio perdiese toda la voluntad de luchar, pues no solo veía los cadáveres de sus seres queridos, sino que también podía escuchar susurros, los cuales calaban directamente en su mente.

"¿Por qué Aniki? ¿Por qué nos dejaste morir?" fueron las preguntas de sus hermanos.

"¿Por qué no me ayudaste, Saji? ¿Acaso no prometiste hacer todo lo que estuviese a tu alcance para protegerme?" fue la voz de Sona, la cual contenía desprecio absoluto.

"¿Por qué Saji? ¿Por qué no nos cuidaste?" fueron las voces de todas sus compañeras de nobleza.

"Y-y-y-yo…" comenzó a susurrar Saji mientras trataba de encontrar una respuesta para las interminables preguntas que seguían llegando a su mente.

"Eres débil y un inútil, Saji." susurró de manera abrupta la voz de Sona. "Nunca debí de convertirte en un demonio."

"Eres un mal hermano, quizás debiste ser tú el que muera y no nuestros padres."

Las últimas palabras de sus hermanos provocaron que todo el espíritu de lucha de Saji se esfumara por completo. Cuando eso sucedió, su mente comenzó a sentirse a más ligera, casi como si estuviese volando. Sintiendo una sensación más que relajante, Saji cerró los ojos, decidiendo que lo que sea que este sucediendo siga su curso. Sin embargo, antes de que su mente se terminara de esfumar, sintió que algo se adhería a su brazo.

Saji miró su brazo derecho y allí vio una cuerda de su Absortion Line, la cual estaba que lo retenía. Además, cuando esta brilló por un segundo, escuchó la voz de Vritra en su mente.

[¡Resiste compañero! ¡Nada de eso es verdad! ¡Todo es una ilusión!]

Al escuchar aquello, el joven demonio comenzó a parpadear y comprendió que era verdad, pues ninguno de sus amigos y su familia podrían decir eso. Asi que, con una nueva y renovada esperanza, Saji miró al cielo y rugió con ira, desafiando lo que sea que intentó llevarse su mente. Tras aquello, frente a la visión de Saji apareció una grieta, la cual se expandió y terminó por oscurecer su visión.


Sairaorg se encontraba tirado en el suelo, el cual estaba cubierto de sangre, la cual goteaba de varios cuerpos, entre los cuales estaban los de su nobleza, su madre y su hermano. El lugar donde estaba era ni más ni menos que el salón donde había retado a su hermano hace tiempo para ver quien sería el heredero del Clan.

El joven demonio tenía los ojos vacíos, casi sin vida al ver el cadáver de su madre y el de su hermano menor. Si bien el afecto que sentía por su madre era reciprocó, él sabía que la relación con su hermano no era la mejor del mundo, pero aun así él lo amaba, por lo que verlos a ambos muertos fue un gran shock, pero al ver muertos a los demonios que habían decidido seguirlo cuando les pidió que se unieran a él, sintió que ya no podía soportar más y dejó que la tristeza y la derrota lo consumieran.

Mientras estaba en ese estado, pequeñas ondas se formaron alrededor de Sairaorg, de donde surgieron varias personas. Muchos de los presentes eran nobles cercanos al clan Bael y entre ellos estaban su padre y el progenitor del Clan, Zekram Bael. Todos ellos, quienes siempre lo miraron con desprecio y lo menospreciaban, tenían sonrisas de satisfacción en sus rostros al ver lo en ese estado.

Pese a estar en un estado similar al de un desmayo, el joven bael podía oír las burlas que estos demonios le lanzaban. Muchas de estas burlas eran palabras insultantes, tales como inútil, hijo de una inútil, Bael sin colmillos, entre otros insultos más.

Aquellas palabras comenzaron a calar en él, haciendo sentir que todo lo que había luchado hasta ahora fuera en vano. Sin embargo, fueron las siguientes palabras que escuchó en su mente provocaron que su corazón se estrujara.

"Siempre fuiste un inútil, Sairaorg." dijo la voz de la madre de Sairaorg en la mente de este último.

Aquellas palabras calaron como una lanza directamente en el corazón del joven demonio, provocando que perdiese todo ápice de fuerza de lucha que pudiese quedar en su ser... Sin embargo, algo sucedió tras eso, pues el recordó las palabras que su madre le decía cuando era más joven… ella le decía que debía volverse fuerte para compensar su falta de capacidad para usar el poder firma del clan Bael… tras recordar aquello, Sairaorg se dio cuenta de lo que pasaba. Las palabras hirientes que surgían de la boca de su supuesta madre no eran similares a las de ella, no solo en tono, sino también en forma de hablar.

Asi que, con este conocimiento, el joven demonio comenzó a sentir una ira como nunca la había sentido antes, la cual sirvió de catalizador para que él se levantase y tras ello, liberó su Touki y lanzó un potente puño hacia el frente, destrozando todo lo que había allí. Cuando eso sucedió, su visión se resquebrajó como un espejo, para luego dar paso a la negrura absoluta.


Los ojos de los tres demonios abandonaron la negrura y mostraron que ahora estaban en una sala un poco rara, pues esta estaba desprovista de cualquier tipo de vida, salvo por ellos.

"¿Hyoudou? ¿Bael-sama? ¿Son ustedes?" preguntó Saji mientras miraba con un poco de cautela a los dos demonios, pues no sabía si eran reales o solo una ilusión.

"Si, Saji. Al menos yo soy yo." respondió Issei mientras lo miraba.

"Yo también soy yo." respondió Sairaorg, el cual desvió su mirada cuando sintió que dos personas se acercaban a ellos.

La acción de Sairaorg fue copiada por Saji e Issei, los cuales también miraron hacia esa dirección, pudiendo ver a las personas que se acercaban a ellos. Eran un hombre y a una mujer, y ambos tenían un aura que demostraba que eran más poderosos que ellos. El hombre era atractivo, su cuerpo era musculoso con cabello verde y ojos rosados. Su vestimenta consistía en un traje noble de color negro, el cual tenía una capa roja adjunta. La mujer, por su parte, era hermosa y tenía un cuerpo voluptuoso. Su cabello era rubio, largo y ondulado, llevando un accesorio de color morado claro como adorno. Sus ojos eran verde claro y a diferencia del de su compañero, los de ella eran más alegres y no tan serios. Su vestimenta consistía en un vestido de color morado claro, junto con zapatos de color blanco con las correas superiores de color rojo.

Aquellas personas eran desconocidas para Saji y Sairaorg, mientras que para Issei, no, pues ya los había visto antes… más detalladamente, mientras estaba en el tren a Kioto y durante su batalla contra Cao Cao. Durante ese encuentro, la mujer le dijo que su potencial estaba despertando más rápido de lo esperado y sin los requisitos que con normalidad se había necesitado anteriormente. Esto era gracias a que su sacred gear se veía influenciado por el poder de un dragón muy poderoso, cuya energía era tan diferente a la que se conocía que estaba cambiando algunas de las restricciones para acceder a su potencial total.

"¡Elsha-san! ¡Belzard-san!" gritó Issei con sorpresa por verla aquí, pues se suponía que ellos se habían ido a descansar tras su último encuentro en el falso Kioto.

"¿Los conoces, Hyoudou?" preguntó Saji, mirando al Sekiryuutei.

"Si, son dos de los antiguos portadores del Boosted Gear." respondió Issei rápidamente.

La respuesta de Issei no calmó por completo la curiosidad de los dos demonios, sino que hizo todo lo contrario, provocando que estos tuviesen algunas preguntas más.

"Hyoudou, ¿Cómo es eso de que son antiguos portadores de tu sacred gear?" preguntó Saji con bastante confusión en su rostro.

"Bueno, veras…" dijo Issei, comenzando a contar como la conciencia de los portadores del Boosted gear se introducían al sacred gear cuando estos morían.

"Asi que… ¿Cuándo mueras tu conciencia seguirá existiendo en tu sacred gear?" preguntó Saji.

"Si."

"Vaya, siento lastima por los próximos portadores del Boosted Gear. Tener a un pervertido en su sacred gear…"

Las palabras de Saji provocaron que Issei se enojara, pero antes de que suceda algo, Sairaorg intervino, calmando las cosas entre los dos demonios reencarnados. Aquello provocó que se enfocaran en lo que realmente importaba ahora mismo, la razón por la que estaban allí.

"Entonces…. ¿Cómo es que están aquí ahora?" preguntó Issei, mirando a sus predecesores, pues no era posible que estuvieran allí ahora mismo.

"No lo sabemos, pero algo nos forzó a volver." Respondió Belzard.

"No entiendo… Cuándo se fueron esa vez, ¿Acaso no esperaban poder volver nunca?"

"La verdad es que si, no esperaba que nos volviéramos a ver. Sin embargo, aquí estamos." dijo Elsha mientras se acercaba a Issei y le despeinaba un poco el cabello de manera juguetona. "Parece que los has hecho bien, pero me temo que las cosas están por ponerse realmente complicadas."

"¿Qué quiere decir?" preguntó Saji, llamando la atención de Elsha.

"Parece que los tres fueron puestos bajo un hechizo, el cual amenazó con colapsar sus mentes o al menos esa impresión nos dio, portador de Vitria." Respondió Belzard mientras se acerca a los tres demonios. "Inicialmente seriamos tres los que vendríamos a aquí, pero me temo que él no puede venir, pues está lidiando con la magia que los ha dejado en este estado."

La respuesta de Belzard confundió mucho a los demonios, los cuales no sabían a que se refería el antiguo portador de Draig, ya que no sabían la identidad del desconocido, lo que hacía que no supieran como es que lidiaría con el hechizo que los había afectado.

"¿Quién era la última persona que vendría?" preguntó Issei con curiosidad, tratando de saber su identidad, lo que haría que entendieran de alguna manera como es que el intentaría ayudarlos.

"Era un antiguo portador de la Divine Dividing." respondió Elsha, provocando que los demonios, sobre todo Issei, se sorprendieran de aquello. Sin embargo, antes de que ellos dijesen algo, Elsha volvió a hablar. "La razón por la que ahora está en el Boosted gear es gracias a que Issei asimiló parte del poder de Albion cuando lucho contra el Hakuryuukou hace tiempo."

"Ya veo… fue en ese momento…" dijo Issei, comprendiendo lo que Elsha le decía, recordando como asimilo parte del poder de Vali al forzar que el Boosted Gear asimilara una de las gemas de la armadura de Vali.

"Elsha-san… Belzard-san..." llamó Sairaorg, captando así la atención de la mencionada. "Mencionaste que él estaba haciendo algo con el hechizo que nos afectaba. ¿Qué significa aquello?"

La pregunta del heredero Bael provocó que ambos ex portadores del Boosted gear se miraran unos segundos, para luego de unos segundos volver a mirar a los demonios.

"Puede que no lo parezca, pero cuando estamos en este lugar… en este nexo donde las conciencias de los vivos y muertos pueden comunicarse, podemos usar parte de nuestros poderes. Por ello, él está usando el poder del Divine Dividing para reducir paulatinamente el efecto del hechizo que los está aquejando." Respondió Belzard, para luego mirar a Elsha. "Aunque, no solo eso, pues él también está haciendo algo más al mismo tiempo."

"¿Qué cosa?" preguntó Saji, haciendo la pregunta por la duda que las palabras de Belzard provocaron en los demonios presentes.

"Ustedes saben que los sacred gear reaccionan a las emociones de sus portadores, ¿verdad?" preguntó Elsha, quien vio como su pregunta era respondida con un asentimiento. Tras aquello, la hermosa mujer continúo hablando. "Lo que no saben es que los sacred gears que tienen bestias selladas en su interior tienen una habilidad especial, la cual permite remover temporalmente los sellos que el dios Bíblico les puso a estos sacred gears. Normalmente para removerlos es necesario usar una especie de cantico especial, el cual es la llave que activa esta forma, pero debido al estado de rabia en el que entraron, junto con la experiencia que han vivido en sus mentes han hecho que estén en un estado previo al de ingresar a ese poder."

"Me estás diciendo, ¿Qué podremos acceder a todo el poder de nuestros sacred gears?" preguntó Issei con esperanza de que tendrían acceso a un nuevo poder, ya que, con eso, talvez podrían ganar el rating game en el que estaban.

"En teoría sí, pero como todo en este mundo, aquel poder no viene sin inconvenientes." dijo Belzard con tranquilidad. "Cuando usen ese poder, este los enloquecerá y acortará su vida útil, pues el combustible que usa es la fuerza vital del portador."

"E-e-e-entonces… ¿Moriremos?" preguntó Saji con preocupación, pues no quería morir todavía, un sentimiento que fue compartido por Issei y Sairaorg, los cuales tenían sus propios motivos para no morir.

"Si hubiesen activado dicho poder hace un tiempo atrás, entonces sí, hubiesen podido haber muerto. Sin embargo, todos los sacred gears que han tenido un minino contacto con ese viajero Inter dimensional, y la energía que emanan tanto el cómo el territorio donde vive, han sufrido algunos cambios, menores o mayores, pero cambios significativos al final. Aquellos cambios han permitido que sea más sencillo acceder al poder de sus sacred gears liberados, pero eso no quiere decir que será fácil."

Las palabras de Belzard causaron que todos entendieran que había sido el contacto que habían tenido con Edzard lo que había cambiado sus sacred gear. Sin embargo, si bien Issei y Saji comprendieron aquello fácilmente, Sairaorg no supo cómo es que Regulus había cambiado, pues el león no había tenido mucho contacto con Edzard, por lo que, mirando a Elsha y a Belzard les hizo saber sus dudas.

"Ummm… eso es interesante, no esperaba esto, pues pensé que tú también habrías tenido ese contacto con él. Sin embargo, pese a eso también podrás acceder a ese poder…. Ahora, si bien suena genial el hecho de que tendrán un nuevo poder, este está incompleto, pues aún no cumplen todos los requisitos. Por lo que, este aumento de poder solo durara entre un minuto a dos." dijo Elsha mientras veía como el lugar comenzaba a desparecer. "Parece que ya está todo listo. Asi que, suerte."

Tras aquellas palabras, el lugar se oscureció, permitiendo que las conciencias de los jóvenes demonios vuelvan a sus cuerpos.


Los pasos de Edzard, el cual estaba que se retiraba, pues pensaba que su plan había fallado, se detuvieron de manera abrupta cuando sintió un aumento de poder a sus espaldas. Aquello hizo que sus ojos se abrieran con sorpresa, pues solo podía significar una cosa. Asi que, girando su rostro, vio como los cuerpos de Issei, Saji y Sairaorg estaban siendo cubiertos por una gran cantidad de energía.

'Parece que lo han logrado…' Pensó Edzard a la par que una sutil sonrisa se hacía presente en su rostro. "Con esto el segundo objetivo de mi prueba esta cumplido, forzar un aumento de poder sometiéndolos a un evento traumático… Ahora viene lo bueno, tengo que ver que tan fuertes se han puesto con este aumento de poder."

Un segundo después de su pensamiento, Edzard vio como los tres demonios creaban explosiones de poder, las cuales coincidieron con el momento en que el hechizo de parálisis había perdido su efecto, permitiéndoles moverse.

Cuando los tres demonios estuvieron de pie, se quedaron quietos y sus cuerpos comenzaron a brillar, cegando temporalmente a Edzard. El hijo de Akatosh no hizo nada mientras eso pasaba, pues sabía que debía de esperar lo que vendría, ya que era parte de su loco plan para forzar el nacimiento de un nuevo poder en estos demonios.

Cuando la luz se extinguió, los tres demonios estaban cambiados. Primero, la Scale Mail de Issei había cambiado en color, pues ahora era de color carmesí, aunque, también había ganado una armadura más voluminosa. Además, sus alas habían cambiado y ahora se parecían a las alas que eran el sacred gear de Vali. Segundo, la armadura de Sairaorg había cambiado, ya que su armadura ahora parecía más feral, teniendo algunos detalles en purpura con dorado y teniendo un aura más salvaje, la cual le recordaba a Edzard la sed de sangre que emitían los licántropos de Nirm en sus primeras transformaciones. Tercero, aquel que había obtenido un cambio más grande había sido Saji, el cual había obtenido una armadura de dragón negro.

Tras ver los cambios, Edzard vio como un par de propulsores aparecieron en la espalada de Issei, mientras las alas de la armadura desaparecían. Aquellos propulsores comenzaron a expulsar una pequeña cantidad de poder demoniaco en forma de fuego carmesí. Un segundo después, Issei salió disparado hacia Edzard, el cual levantó una ceja al ver la nueva velocidad de ataque de Issei.

'Se está moviendo muy rápido. Más rápido que su forma de Caballero.' pensó Edzard mientras veía como Issei apagaba sus propulsores al estar a un metro de distancia de él.

El joven demonio movió su mano derecha y formando un puño, este se acercó hacia el pecho de Edzard, el cual, al ver el ataque, rápidamente colocó su espada en frente suyo, para de esa manera detener el ataque. Sin embargo, antes de que el ataque de Issei conectara, su puño se convirtió en uno más voluminoso, similar al que suaba en su forma de Torre. El puño de Issei impactó en el mandoble de Edzard y para la sorpresa de este, un agudo sonido fue captado por el sensible oído del hijo de Akatosh.

¡Crac!

Ante la sorpresa de Edzard, este vio con asombro como una pequeña grieta apareció en el filo de la hoja de su espada. Además, la fuerza del golpe lo hizo derrapar unos metros, tras los cuales, no tuvo tiempo para hacer algo, ya que a sus espaldas apareció Sairaorg, el cual también lanzó un puño contra él. Sin embargo, a diferencia de Issei, el puño de Sairaorg estaba cubierto de touki, por lo que cuando aquel puño impacto en su mandoble, el cual usó para defenderse, la grieta en la hoja se hizo más grande, provocando que Edzard sintiese un poco de preocupación, pero no tuvo mucho tiempo para pensar en algo más, ya que después de ese ataque, Sairaorg desapareció de un salto hacia atrás. Aquello confundió un poco a Edzard, el cual no sabia porque Sairaorg hacia eso, pero un segundo después entendió la razón. Eso fue porque un instante después varias bolas de fuego negro se dirigieron hacia él. Este ataque forzó a Edzard a usar su mandoble nuevamente, para de esa manera desviar todos los ataques. Sin embargo, esto terminó por hacer que la grieta en la hoja se extendiese, rompiendo el mandoble en dos, provocando sorpresa en Edzard, el cual no se había esperado esto.

'Esto… es algo que no esperaba. Pero si soy sincero, es algo bueno.' Pensó Edzard mientras dejaba caer su mandoble roto al suelo. Volviendo a mirar a los tres demonios, los cuales se habían reagrupado, obviamente para luchar juntos para de esa manera lograr abrumarlo y derrotarlo. El ver aquello hizo que Edzard pusiera una sonrisa en su rostro, ya que sintió algo al verlos así. Por mucho que lo negara, la sangre de los nórdicos recorría sus venas, puede que su sangre bretona calmase sus impulsos, pero no los eliminaba. Asi que, al igual que sus parientes del norte, el también disfrutaba de una buena pelea, en especial cuando esta no era a muerte. Por lo que, poniendo una sonrisa bajo el casco, tomo una posición de batalla, retando a los demonios a luchar cuerpo a cuerpo contra él. Mientras miraba como las posturas de estos cambiaban, comenzó a enviar Magicka a sus extremidades, comenzando a cubrirlas con magia de destrucción.


Los presentes en la sala del hospital Sitri miraban la pantalla con una mezcla de emoción, alegría, preocupación y miedo, pues sus ojos trataban de comprender lo que sucedía frente a ellos en la pantalla.

"I-increíble… Nunca pensé que Gen tuviese ese poder…" dijo Momo con asombro al ver a su compañero e interés amoroso luchar contra Edzard. Ella vio como el usaba varios tentáculos, los cuales surgieron de su armadura, para atacar al joven dragón, provocando que él se vea forzado a esquivar de manera acrobática todos los ataques, casi dando la apariencia de que estaba quedando a la defensiva total.

"Si, pero no es el único. Parece que los Balance breakers del Sekiryuutei y Sairaorg-sama también han cambiado." señaló Kuisha quien miró como su rey comenzaba a luchar cuerpo a cuerpo contra Edzard, pareciendo igualar la velocidad de los golpes del viajero inter dimensional.

"Si, puedo verlo. Es increíble pensar que puedan ir de tú a tú con Edzard en una batalla, por muy simulada que sea…" comentó Rias con alegría al ver como Issei disparaba rayos de energía demoniaca contra Edzard usando los dos cañones que surgían de sus alas y forzando al dragón de otro mundo a usar una custodia para protegerse.

Las palabras de Rias fueron acompañadas por asentimientos de parte de todos los miembros de las cuatro noblezas, pero también hubo algunos silencios, los cuales provenían de las compañeras de equipo de Edzard.

Mientras la batalla en la pantalla continuaba, los presentes vieron como Edzard comenzaba a contraatacar a los ataques de los tres demonios, lanzándoles golpes de manera rápida. Dichos golpes lograron atravesar las defensas de los demonios, pues eran rápidos y certeros, y lograron destrozar partes de las armaduras de los tres demonios, forzándolos a retirarse un momento, para reagruparse y luego volver a lanzarse contra él.

"Parece que Edzard-sama es capaz de luchar muy bien, pese a que tiene a tres enemigos que están a la par de su poder en su forma humana." señaló Akeno mientras miraba como Edzard lanzaba un aluvión de bolas de fuego para detener los ataques de Issei y de Saji.

"¿Realmente creen que ese es el poder total del mocoso en su forma humana?" preguntó una voz, la cual no provenía de alguno de los que estaban en la sala.

La pregunta llamó la atención de los presentes, los cuales miraron hacia la izquierda y vieron como tras la puerta, la cual se había abierto, ingresaban los lideres de las facciones salvo Odín y Yasaka.

"Azazel-sensei. ¿Qué quiere decir con eso?" preguntó Xenovia. "¿Acaso no es ese todo el poder de Edzard en su forma humana?"

"¿Realmente crees que ese mocoso, cuyo nivel de poder en su forma humana esta entre los niveles de un demonio de clase suprema y Maou, quien a su vez cuenta con varias habilidades que fácilmente pueden ser un problema para nosotros, además de contar con una gran experiencia en combate, puede ser igualado con habilidades recién despertadas e incompletas de tres demonios jóvenes? No… me temo que el solo está jugando con ellos. Pero, para ser sincero eso ya se sabía había previsto desde un principio."

La respuesta de Azazel hizo que las expectativas de los demonios presentes se fueran en picada, pero también causó curiosidad y sobre todo un poco de malestar, ya que parecía que solo los habían usado para algo y los tres reyes presentes, junto con la reina de Sairaorg, deseaban una respuesta, por lo que se acercaron a Sirzechs y a Serafall, para preguntarles por lo que realmente pasaba.

Los dos demonios se miraron un segundo y tras ello, asintieron, para luego mirar a las chicas.

"Como de seguro han intuido, el rating game se hizo como una forma de medir su poder actual, pero la verdad es que también tenía otro objetivo." Dijo Serafall, para luego mirar a Sirzechs, el cual sería quien tomaría la palabra después de esto, ya que esto era algo que él había conversado con Edzard en privado.

"¿Cuál?" preguntó Sona de manera seria.

"La de forzar el despertar de un nuevo poder en ustedes." Respondió Sirzechs.

"¿Qué?" preguntaron al unísono Rias, Sona y Seekvaira.

"Tal y como escuchan, el objetivo secundario de este rating game era el de forzar un despertar de poder en ustedes, provocando que entren en un estrés de batalla, pero parece que eso falló en cierto sentido."

"¿Por qué?" preguntó Seekvaira.

"Porque ninguno de los presentes aquí en la sala pudo despertar un poder nuevo, pero por fortuna algunas aprendieron a usar sus poderes de manera algo más interesante que antes." Dijo Azazel, llamando la atención sobre él. "Fue por eso por lo que Ed-chan ha cambiado de táctica para su combate."

La mención de aquello por parte de Azazel volvió a encender las alarmas de los miembros de las cuatro noblezas, los cuales no pudieron hacer pregunta alguna, pues Azazel se les adelantó y respondió la duda que tenían.

"La táctica inicial de Edzard era la de forzarlos a usar algún nuevo poder poniéndolos contra las cuerdas, confiando en que su innato deseo de ganar los haga sobrepasar de alguna manera sus límites, pero cuando le mencionamos que ustedes habían fallado con esa táctica, el cambió su forma de actuar en el combate. Asi que, lo que está sucediendo en este momento no era exactamente lo que se planeó."

Las palabras de Azazel hicieron que ellos entendieran que ellos tampoco sabían bien que pasaba y que todo había sido cambiado por Edzard a último momento.

"Asi que la finalidad del rating game fue tratar de hacernos más fuertes por medio del combate, ¿verdad?" preguntó Kiba, el cual tenía una mano en el mentón, repasando todo lo que había escuchado en su mente.

"En parte sí, pero también se hizo esto para ver como reaccionarían en un escenario donde se verían forzados a luchar en grupos separados, fuera de los que están acostumbrados a luchar. Y si somos sinceros, si bien perdieron sus combates, demostraron que pueden luchar juntos, compenetrándose y formando un frente más que solido contra un enemigo desconocido. Asi que, se puede decir que lo han hecho bien."

Las palabras de Sirzechs conmovieron a los demonios jóvenes, los cuales comenzaron a comprender de mejor manera lo que estaba pasando tras bambalinas. Sin embargo, sus pensamientos fueron interrumpidos por las palabras de Serafall.

"Puede que lo sepan, pero ustedes son el futuro de nuestra raza, así que la coyuntura de lo que sucede en el mundo los forzara a luchar en el frente. Algunos de ustedes ya han luchado contra Daedras, por lo que ya saben a lo que se enfrentan, pero varios de ustedes no, por lo que se preparó esta "mazmorra" para que vean como luchan los seres de Nirm."

"¿Esos robots son seres que provienen de Nirm?" interrumpió Xenovia, quien comenzó a mirar a Asia, pues de seguro ella tenía las respuestas a esto.

Asia sintió la mirada no solo de Xenovia, sino de todos los demás, por lo que comenzó a contarles sobre los Dwemer y sus autómatas. Para cuando término de hacerlo, vio que ellos al fin entendieron contra lo que habían luchado, pero no tuvieron tiempo para expresarlo, pues los sonidos de la lucha que estaba sucediendo en la pantalla se calmó, por lo que todos miraron hacia la pantalla para ver que sucedía.


Edzard se encontraba volando, usando el hechizo de «Levitación» para poder mantenerse suspendido a varios metros sobre los tres demonios. Estos tres se encontraban arrodillados en el suelo, pues estaban casi agotados, ya que él había atacado sus reservas de poder demoniaco y estamina con sus puños recubiertos de magia de destrucción. La batalla fue algo intensa, pero no fue algo que él no pudiese mantener controlado. Tras varios intercambios de golpes, él logró derrotarlos o al menos eso parecía, pero si algo conocía de esos tres era que poseían una fuerza de voluntad lo suficientemente grande como para poder sacarse algo de la manga en el último momento.

'Ummm…. Si, creo que lo mejor será terminar todo ahora mismo.' Pensó Edzard mientras movía su mano derecha sutilmente y sacaba un pergamino, para usarlo de tal manera que nadie se percatara de que lo estaba usando. Levantando la mano con la que activó ese pergamino, liberó el hechizo que allí se encontraba guardado. Un enorme circulo de runas Aedricas se formaron a espaldas de Edzard, el cual comenzó a enviar una enorme cantidad de Magicka hacia el pergamino, ya que tenía que cargar el hechizo que sería usado.

Lo que surgió de aquel circuló preocupo de sobremanera a los tres demonios, los cuales solo miraron el circulo con una mezcla entre asombro y pánico.

"E-e-esto es malo… Esa cosa es enorme y ahora mismo no tenemos el poder suficiente como para lanzar un ataque combinado para detenerlo." Dijo Issei, mirando como la pequeña bola de fuego que surgió en un principio del pergamino se convertía en una enorme, pero muy enorme bola de fuego, la cual parecía tener el tamaño de una casa de treinta por treinta metros cuadrados.

[Hay algo que puedes hacer para detenerlo, compañero]

La voz de Draig llamó la atención de los tres demonios, los cuales comenzaron a oír de manera expectante lo que decía el Dragon celestial.

[Podemos usar el poder que le robamos a Albion para reducir el poder del hechizo enemigo, luego el portador de Vritra y el usuario de Regulus pueden atacarlo para tratar de eliminarlo con un ataque furtivo]

Las palabras de Draig era un plan simple, el cual parecía que funcionaria, aunque ellos no entendían bien como vencerían a su enemigo en su estado actual, pero un segundo después, los tres entendieron lo que sucedía. El plan de Draig no era para obtener una victoria, sino para forzar un empate, ya que era más que obvio que los tres serian eliminados tras aquel ataque.

"¿Qué opinan?… ¿Lo hacemos?" preguntó Saji mirando a sus dos compañeros de equipo.

Sairaorg golpeó su puño izquierdo en la palma de su mano derecha mientras respondía. "¡Si, hagámoslo!"

Finalmente, los dos demonios miraron a Issei, el cual asintió, ya que vio este era la única forma de vencer al enemigo. "Si, empecemos."

"¡Bien, entonces en formación!" gritó Sairaorg mientras él y Saji se paraban frente a Issei. Los tres demonios miraron hacia el cielo y vieron como su enemigo movía su mano hacia el suelo, provocando que la enorme bola de fuego caiga sobre ellos.

"¡Ahora, Hyoudou!" gritó Saji, dando una señal, la que provocó que Issei saltase hacia adelante, hacia la bola de fuego.

"¡Draig!" gritó Issei mientras extendía ambas manos hacia el hechizo enemigo.

[Si] [Divide] [Divide] [Divide] [Divide]

La voz robótica se hizo presente y con cada palabra, la enorme bola de fuego comenzó a reducirse en tamaño, provocando que Edzard levantase una ceja bajo su casco.

'Ummm… había olvidado eso. Pero da igual, al final puedo usar otro hechizo-.' Los pensamientos de Edzard se interrumpieron cuando este sintió que algo se acercaba por su lado derecho. Por lo que, girando hacia esa dirección, vio como algunos de los tentáculos del sacred gear de Saji, los cuales se movieron con gran rapidez hacia él, tomándolo por su pierna derecha.

"¡Te tengo!" gritó Saji con una sonrisa bajo su casco al ver que había atrapado a Edzard. "¡Ahora, Toma esto! ¡Bael-sama!"

Tras gritar, Saji giró su cuerpo ciento ochenta grados mientras jalaba el tentáculo, enviando a Edzard hacia la izquierda a gran velocidad. Mientras el hijo de Akatosh seguia recorriendo esa dirección, vio como frente a él aparecía Sairaorg, el cual juntó una gran cantidad de Touki en su puño derecho. El puño del heredero Bael se dirigió hacia la cabeza de Edzard, en un intento de dejarlo fuera de combate con un golpe crítico. Sin embargo, ante la completa incredulidad de todos, Edzard atrapó el puño de Sairaorg, reteniéndolo, pero sacrificando su guantelete, pues el touki comenzó a desquebrajar la pieza de armadura, la cual estaba dañada por un ataque que él había detenido de Issei usando esa mano.

Tras aquello, Edzard sintió que algo maligno comenzó a moverse por su pierna, por lo que, mirando hacia ese lugar, vio como una maldición se estaba adhiriendo a ese lugar. Sabiendo lo problemático que era eso, decidió derruirlo por completo, por lo que, sin pensarlo dos veces, recubrió su otro puño con «Disipar magia» y atrapó el tentáculo. La poderosa maldición de Vritra trató de mantenerse en existencia, pero al final no pudo oponerse al poder del hechizo de Edzard, por lo que terminó disipándose. Al tener ese apéndice en la mano, rápidamente movió su otra mano y lanzó a Sairaorg hacia Saji. Cuando el heredero Bael estuvo por impactar con el portador de Vritria, Edzard jaló el tentáculo que tenía en su mano, provocando que Saji se dirigiera rápidamente hacia Sairaorg. Esto hizo que ambos demonios chocaran, pero desafortunadamente, la fuerza con la que Edzard había jalado a Saji hizo que este, junto con Sairaorg se dirigiera hacia él.

Cuando ambos estuvieron a escasos dos metros de él, Edzard soltó el tentaculo y lazando una patada vertical descendente, la cual impactó en la espalda de Sairaorg, envió a ambos demonios hacia el suelo a gran velocidad.

¡BOOMMMMM!

Una enorme explosión se hizo presente, levantado mucho polvo, el cual obstaculizo la vista de Edzard un poco. Sin embargo, eso no impidió que sus oídos no pudiesen captar el sonido de los propulsores de la armadura de Issei.

'Ummm… ataque por la espalda con cortina de humo… el truco más viejo en el manual de emboscadas. Simple, pero efectivo... ¡siempre y cuando tu enemigo no te sienta o te oiga llegar!'

Tras terminar ese pensamiento, Edzard rápidamente movió su mano derecha y sin perder tiempo atrapó a Issei por el cuello, para luego inmovilizar su mano derecha, la cual había sido la elegida para el intento de ataque del Sekiryuutei. Si bien el otro brazo podría ser un peligro, la forma en que Edzard había atrapado a Issei, prevenía que el demonio pudiese atacar con su otra mano. Apretando el cuello de su amigo, Edzard comenzó a usar un hechizo de destrucción, pues sintió que Issei había recuperado parte de su poder al dividir su anterior ataque.

"¡AHHHHHHHHHHH!" gritó Issei mientras se retorcía de dolor, pues su cuerpo estaba siendo cubierto por relámpagos, los cuales comenzaron a destruir sus reservas de poder demoniaco a una velocidad aterradora.

Edzard hizo caso omiso a los gritos de su amigo y continúo destruyendo el poder demoniaco de Issei. Cuando sintió que este ya casi no tenía poder, giró su muñeca y se preparó para lanzarlo hacia el suelo junto a los otros demonios, pero una palabra que surgió de la boca de Issei lo hizo detenerse.

"A-Ascalon…" susurró con dificultad Issei.

[Blade]

La hoja de Ascalon se hizo presente y con un rápido movimiento se dirigió hacia el pecho de Edzard, el cual vio que el plan de Issei era sacrificarse para derrotarlo.

'Un buen plan, pero no lo suficientemente rápido como para derrotarme.' Pensó Edzard mientras sus reflejos mejorados le permitían ver el ataque cámara lenta, lo que le permitirá esquivarlo con relativa facilidad. Sin embargo, antes de que el pudiese salir del rango del ataque, sintió que algo se pegaba nuevamente a su pierna. Enfocando su vista hacia ese lugar, vio como otro de los tentáculos de Vritra se había pegado allí.

"¡Ahora!" se escuchó un grito, el cual era de Saji.

El demonio estaba arrodillado, manteniéndose consciente a duras penas mientras su armadura se desvanecía lentamente, símbolo inequívoco que estaba por perder el poder que había obtenido recientemente. Al lado de Saji se encontraba Sairaorg, el cual estaba en la misma condición que Saji, pero, aun así, el heredero bael dio un fuerte tirón al tentáculo, provocando que Edzard se moviera, dejándolo en una posición perfecta para ser empalado por la espada Ascalon.

La hoja de la espada sagrada perforó la armadura de Edzard, clavándosele en su abdomen… o al menos eso era lo que los demonios habían esperado, pero la verdad fue diferente, ya que el hijo de Akatosh logró moverse lo suficiente como para que la hoja no le diera de lleno, sino que cortara de manera diagonal.

"kgh…" Edzard gruñó suavemente, pues la herida que había obtenido por esta espada le causaba un poco de comezón y un pequeño dolor agudo. Sin embargo, eso no fue suficiente para detenerlo, por lo que soltando el cuello de Issei, rápidamente lo lanzó contra los otros dos demonios, provocando que se estrellasen y terminasen cayendo uno sobre los otros. Al momento en que intentaron levantarse, las armaduras de los tres demonios se esfumaron, provocando que Regulus se separase de Sairaorg y quedase al lado de los demonios.

"Este es el fin…" susurró Edzard mientras extendía sus brazos por obre su cabeza y moviéndolos de manera un poco graciosa, conjuró uno de sus mejores y más poderosos hechizos. El gran rayo formado por cientos de relámpagos, el cual era la manifestación del hechizo llamado «Tormenta de Relámpagos», se dirigió hacia los tres demonios, los cuales intentaron moverse, pero fue en vano, ya que estaban muy agotados, además de estar bajo los efectos secundarios de los hechizos de destrucción, por lo que fueron presas fáciles del ataque final de Edzard, el cual impactó en el suelo, creando una explosión.

Cuando la explosión se esfumó se podía ver que los demonios ya no estaban en el lugar, sino que allí solo había un gran cráter de varios metros de diámetro. Al ver eso, Edzard soltó un suspiro, para luego comenzar a desaparecer en motas de luces rojas, mientras una voz anunciaba la retirada de los demonios del campo de batalla.

[Un peón de Rias Gremory ha sido retirado]

[Un peón de Sona Sitri ha sido retirado]

[Sairaorg Bael ha sido retirado]

[Un peón de Sairaorg Bael ha sido retirado]

[El rating Game ha terminado, la mazmorra sigue invicta…]


Nota de autor:

A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.

Bien y el capitulo 56 esta listo. Este capitulo demoró mas en salir porque he estado ocupado con la universidad.

Finalmente se da casi por terminado el arco de este rating game, y el capitulo que viene va a ser un capítulo mas tranquilo, con mas charlas que otras cosas.

La batalla fue algo rara de escribir, sobre todo porque en más de una ocasión escribí que el Dovahkiin les atravesaba el pecho a los tres… así que, literalmente tuve que reescribir las escenas de batalla más de una vez, pero bueno, espero que haya quedado bien.

Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.