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Capítulo 58

Recuerdo que Kodlak siempre me decía que dejara de lado el sigilo, que solo los cobardes atacan en silencio, pero a veces es necesario usarlo para evitar muertes innecesarias. —

Reflexión de Edzard tras el «Rescate de Fuerte Kastav».

El cielo, un lugar que era muy común en las diversas mitologías del mundo humano, lo que lo convertía en un nombre muy común para diversos lugares. Para el desconocimiento del publico humano en su mayoría, había muchos cielos, uno para cada mitología, siendo uno de los más conocidos el cielo del cristianismo. Dicho cielo estaba formado por varias regiones, también conocidos como cielos. La apariencia general del cielo era la de un lugar sentado sobre nubes blancas, con un cielo alto, el cual es blanco y muy brillante. La puerta de entrada era una gran puerta, a la cual seguía un camino, el cual atravesaba las diversas zonas que lo componen.

Si bien había muchas regiones, como el primer cielo, hogar de los ángeles de más bajo rango, así como el lugar donde vivían los ángeles reencarnados, también estaba el séptimo cielo, el cual era el lugar donde estaba el sistema de los Sacred Gear, al igual que el sistema que creó el Dios Bíblico para sus milagros.

En el quinto cielo, el lugar donde antaño vivieron los ángeles que en la actualidad pertenecen a los Grigori, se encontraban dos ángeles, bueno, un ángel reencarnado y un ángel caído. Dichos seres eran Lint y Mittelt, las cuales estaban aquí de visita. Aunque, la forma más precisa de decirlo era que Lint estaba de visita por un tema de chequeos rutinarios, mientras que Mittelt se había colado en el viaje, como acompañante de "la palomita", para de esa manera poder ver su antiguo hogar.

"Este lugar no ha cambiado tanto." Dijo Mittelt mientras miraba los edificios que había en el quinto cielo.

"¿En serio?" preguntó Lint con curiosidad.

"Si. Bueno, la verdad es que hay más instalaciones de investigación que antes, pero aparte de eso, no ha habido grandes cambios."

Las palabras de Mittelt hacían referencia en que, en el pasado, el quinto cielo había sido un lugar igual de plagado de áreas de investigación, pero ahora, después de la caída de los que allí vivían, ese número de instalaciones aumentaron, pues los ángeles reemplazaron las viviendas por laboratorios y áreas de investigación.

"Vaya. Yo pensaba que el cielo había cambiado mucho desde que ustedes cayeron."

"La verdad no, pero eso no es lo que me importa ahora." Dijo Mittelt dejando de mirar el lugar y posando su mirada en Lint. "Palomita, ¿Por qué te hacen venir a este lugar?"

"Oh, eso. Lo que pasa es que tengo que someterme a ciertos chequeos regulares cada cierto tiempo." Respondió Lint con una sonrisa.

"Eso es raro. ¿Solo tu o tambien llaman a los otros ángeles reencarnados?"

"La verdad es que la mayor cantidad de veces soy solo yo, pero hay veces en que tambien llaman a Irina, pero a ella la llaman menos veces que a mí."

La respuesta que le dio Lint provocó que Mittelt sintiera curiosidad sobre eso, pues le parecía super raro que pareciese que estuviesen haciéndole tantos chequeos a Lint.

'Esto es super raro. ¿Por qué solo llaman a la palomita para los chequeos? Digo, está bien que quieran saber cómo les va, digo, son ángeles reencarnados y no se sabe cómo reaccionaran a largo plazo sus cuerpos, ya que puede haber algún tipo de problema, pero por qué solo enfocarse en ella.' pensó Mittelt, la cual comenzó a pensar para tratar de ver qué factores diferentes rodeaban a Lint como para ser merecedores de chequeos regulares. Estuvo pensando un buen rato, pero al final no pudo llegar a uno en concreto.

"Oye, Mittelt." Llamó suavemente Lint a su compañera.

Las palabras de Lint provocaron que Mittelt saliese de sus pensamientos y volviese en sí. Al ver que Lint la había estado llamando, ella la miró y le preguntó qué había pasado.

"Lo que sucede es que ya llegamos." Contestó Lint mientras comenzaba a avanzar hacia el interior del edificio que tenía al frente.

Mittelt vio como Lint entraba al edificio de forma casual. Tras verla entrar, ella miró el edificio y reconoció fácilmente por la fachada que este era un nuevo. Por la forma, parecía haber sido construido tras la formación del pacto. Tras ver el edificio por unos segundos, decidió entrar.

Cuando ella estuvo dentro del edificio, vio como este estaba lleno de ángeles, los cuales dejaron de hacer lo que estaban haciendo en el mismo momento en que la vieron. No necesitó tener un super oído para escuchar los susurros que decían sobre ella, pues la mayoría de estos fueron dichos casi en voz alta.

"Oye, esa no es Mittelt."

"¿Qué hace un caído aquí?"

"Si bien se supone que ahora somos aliados, eso no les da derecho a los caídos de volver."

Las continuas palabras que esos idiotas comenzaban a balbucear, creyendo que ella no podía oírlos, provocaron que Mittelt estuviese a punto de sacar el arma que su amante le había dado. Sin embargo, antes de que haga alguna idiotez que pudiese causarle problemas, una nueva voz se hizo presente, calmando a todos los presentes casi de inmediato.

"Vaya, pero si es Mittelt-chan." Dijo una voz suave, la cual provocó un escalofrío en el cuerpo de Mittelt.

El ángel caído miró hacia el origen de la voz y vio a una mujer acercarse. La mujer era extremadamente hermosa con cabello rubio rizado y una figura voluptuosa. Esta mujer se llamaba Gabriel y era considerada como la mujer más hermosa del cielo. Ella era uno de los cuatro grandes Serafines, junto con Michael, además de ser el "rey" de las cartas de Brave Saint de tipo Corazón. Ella era considerada la mujer más fuerte del cielo.

"H-hola, Gabriel-sama." Dijo Mittelt, la cual se sentía algo incomoda de estar frente al serafín.

"¿Cuánto tiempo ha pasado desde que nos vimos? ¿mil años?"

"No recuerdo, pero creo que ha sido menos tiempo que eso."

"Oh si, puede ser. Fuiste uno de los últimos ángeles del quinto cielo en caer." Comentó Gabriel con una sonrisa, para luego recordar algo. "A pesar de que es bueno verte. ¿Por qué estás aquí? Digo, Se que ahora no estamos más en guerra, pero Michael no me ha mencionado nada sobre ustedes viniendo al cielo a visitar."

"Ah, es que no he venido por una visita, sino que he venido a acompañar a Lint a su chequeo."

"Oh… así que Lint-chan está en su chequeo quincenal." Dijo Gabriel, cuya sonrisa, la cual había tenido mientras hablaba con Mittelt, se esfumaba levemente. "Aun no entiendo porque se le tienen que hacer tantos chequeos. Se que es porque fue enviada con el joven Edzard y que hay un alto riesgo de que caiga, pero-"

"Asi que era eso." interrumpió Mittelt, al fin comprendiendo por que Lint era la que más chequeos se le hacían de todos los Brave Saints. Aunque, no solo se percató de ello, pues tambien entendió algo más. Ella, junto con Asia, Aika y Valerie se habían preguntado durante este tiempo porque la mayoría de los representantes enviados por las facciones a su grupo eran mujeres. Y ahora sabia la razón, ellas habían sido enviadas para seducir a Edzard, por eso las habían elegido. El saber esto provocó que ella se enojase, pues sabía que lo que Lint más deseaba era ser un ángel, y ahora descubriendo que había sido enviado con una misión ulterior que podría convertirla en un ángel caído, lo que destrozaría su sueño, la hizo enojar bastante. Asi que, mirando a Gabriel, estuvo por decirle algunas palabras, pero antes de que diga algo, la puerta de la habitación a la que había entrado Lint se abrió, mostrando a un sorprendido ángel, el cual era seguido por una sonriente Lint, la cual al llegar al lado de Mittelt, se acercó a su oído, comenzó a contarle los resultados del examen.

"¡Gabriel-sama!" gritó el otro ángel al ver al serafín. "Qué bueno que está aquí. No va a creer esto."

Tras aquellas palabras, el ángel se acercó al serafín y le dio unos papeles, los cuales contenían los resultados de los exámenes de Lint.

Gabriel tomó los papeles con los resultados y comenzó a leerlos. Los ojos de la Serafín se abrieron como platos al ver que Lint había perdido su virginidad, pero que además no mostraba signos de corrupción. Si bien eso parecía ser algo sorprendente, la verdad era algo diferente, pues era posible que los ángeles pudiesen copular con humanos sin caer. Lo que realmente le sorprendió fue que no se hallaron restos del ritual que se debía de hacer para prevenir la caída del ángel. Además, se detectó que la joven había vuelto a tener relaciones sexuales el dia anterior.

"E-Esto es increíble." Susurró Gabriel, la cual miró con total asombro los datos recogidos del examen de Lint, no solo por el hecho de que al parecer Lint podía copular con su amante sin la necesidad de un ritual, sino tambien porque había algo raro en su cuerpo, algo que mantenía su ser angelical impoluto, inamovible e incorruptible. Eso era algo que nunca había pasado antes, algo de lo que no se tenía conocimiento.

"Parece que han visto algo asombroso." Dijo Mittelt con una sonrisa de burla en el rostro. La verdad es que ella acababa de enterarse por Lint de los resultados y se estaba divirtiendo al ver como Gabriel y el otro ángel tenían miradas de asombró total. Si bien estaba enojada, ella no podía dejar pasar la oportunidad de molestar a dos ángeles, en especial a un serafín.

Las palabras de Mittelt llamaron la atención de Gabriel y del ángel, los cuales miraron a ambos ángeles.

"¿Saben lo que ha pasado?" preguntó Gabriel con curiosidad.

"La verdad es que-"

Las palabras que estuvo por decir Lint fueron interrumpidas cuando un círculo mágico apareció en su oído, el cual tambien apareció en el oído de Mittelt. Aquellos círculos brillaron por un segundo, tras el cual, ambas mujeres se miraron y tras asentir, miraron a Gabriel.

"Lo sentimos, Gabriel-sama. Pero parece que ha sucedido algo y tenemos que irnos de manera urgente." Dijo Lint, mientras que a espaldas de ella y Mittelt se abría un portal purpura, el cual las terminó tragando.

Cuando ambas desaparecieron, dejaron a unos confundidos ángeles, los cuales no entendían que acaba de pasar. Sin embargo, tras unos segundos, Gabriel sintió que algo malo pasaba, por lo que mirando al ángel que había revisado a Lint, le dijo que iría a ver a su hermano. Tras lo cual se fue volando para ir al Séptimo cielo para comentarle lo que pasaba con Lint a su hermano.


La puerta de la habitación que solía usarse para reuniones de estrategia del grupo de Edzard se abrió de manera abrupta. Las causantes de esto fueron Mittelt y Lint, las cuales acababan de regresar del cielo, pues la llamada que habían recibido era de Aika. Cuando entraron en la habitación, sus ojos se posaron en la sala y lo que vieron, las dejó heladas. Allí en medio de toda la habitación, se podía ver a Asia, la cual tenía el rostro lleno de ira, algo que conmocionó mucho a los presentes, no solo a ellas, ya que era bien sabido por todos que Asia no solía enojarse. Sin embargo, algo había pasado como para hacerla enojar.

"¿Qué ha pasado?" preguntó Lint mientras ella y Mittelt se acercaban sus amigas y se sentaba en el sofá junto a Ingvild.

"No lo sabemos. Recién hemos llegado, pero parece que algo ha pasado." Respondió Ingvild, la cual sentía un poco de miedo, pues los iris de los ojos de Asia eran de un inquietante color rojo sangre.

"Se la llevaron…" dijo Asia con voz dura y baja, casi pareciendo un susurro amortiguado.

"¿Qué?" preguntó Aika, la cual, junto con el resto de sus compañeras, salvo Lint, vestía su uniforme de la academia, ya que cuando Asia le dijo que reuniese al grupo, ella estaba en clases.

"Ellos se la llevaron…"

"No te entendemos Asia, ¿por favor habla más claro?" pidió Valerie, quien comenzó a acercarse a Asia.

La mente de Asia, la cual solo estaba centrada en encontrar a quien se había atrevido a llevarse a su hija, no respondía de manera correcta, pero eso cambio cuando escuchó la petición de Valerie. La pregunta de Valerie, sumado al estrés que estaba sintiendo provocó que la joven exmonja explotara.

"¡Algunos miembros de la iglesia se llevaron a Marie!"

El gritó de Asia resonó no solo en la habitación, sino que se escuchó por los pasillos del palacio y por lo tanto fueron escuchados por las sirvientas y por alguien más. Dicha persona comenzó a correr hacia la habitación de donde provino el grito cuando entendió lo que sucedía.

Las palabras que salieron de la boca de Asia terminaron por asombrar y a la vez asustar a los que las oyeron, pues no se esperaban este suceso. El pánico comenzó a hacerse presente, mientras que Rossweisse tomaba a Asia en sus brazos, en un intento de calmarla.

"¿Cómo? ¿Cómo sucedió esto?" preguntó Aika con preocupación, pues sabía que, si Edzard se enteraba de esto, bueno, siempre se podía remodelar los mapas de la tierra y se podía culpar a algún desastre natural.

"Estaba de visita en la iglesia donde crecí." Dijo Asia, comenzando a contarles lo que había sucedido. Sin embargo, no pudo contar todo, ya que la puerta de la habitación fua abierta, mostrando a una agitada Yasaka, la cual había oído lo que pasaba y había corrido lo más rápido que pudo para ver cómo estaba Asia.

La frente de Asia se arrugó ligeramente al ver a la Kyubi, pero rápidamente se sorprendió, de hecho, todos en la sala se sorprendieron cuando ella se acercó a Asia y tras abrazarla, comenzó a susurrarle algunas palabras de confort al oído. Aquellas palabras provocaron que el frente fuerte que había estado poniendo Asia se derrumbara como un castillo de naipes. Los ojos de la esposa de Edzard comenzaron a llenarse de lágrimas, finalmente estallando en un llanto sordo.

Cuando las amigas de Asia la vieron en ese estado, comenzaron a rodearla y a tratar de consolarla. Cuando ella dejó de estar llorando, comenzó a contarles a las presentes lo ocurrido, mientras era sostenida en los brazos de Yasaka.

"¿Ya le has avisado a Edzard?" preguntó Rossweisse tras oír lo que había sucedido.

"No. He tratado de comunicarme con él, pero no puedo." Respondió Asia. "He intentado usando un círculo mágico, tambien con la moneda que tenemos, pero nada. Nada parece funcionar."

"A donde es que ese idiota se ha ido a meter en un momento como este." Comentó Mittelt mientras intentaba en vano comunicarse con Edzard a través de un círculo mágico. "Maldita sea, parece que Asia tiene razón. No he logrado comunicarme con él, no solo es que no conteste es como si estuviese en un lugar al cual no es posible comunicarse de manera normal."

Las palabras de Mittelt provocaron que la preocupación que sentían las chicas aumentara, pero pese a eso, no se dieron por vencidas.

"Si no podemos contar con Ed, debemos de hablar con el resto de nuestros aliados." Dijo Ingvild mientras sus palabras llamaban la atención de todas las presentes.

"In tiene razón. Estoy segura de que si todas movemos a los miembros del pacto podemos hallar a los secuestradores de manera fácil." Dijo Lint mientras se levantaba.

"La palomita tiene razón." Comentó Mittelt, la cual miró a Asia tras decir aquellas palabras. "¿Puedes convocar a una reunión de emergencia del pacto?"

Al escuchar la pregunta de Mittelt, Asia negó con la cabeza, pues solo los lideres del pacto podían hacer ese tipo de llamada.

Tras aquellas palabras, Mittelt estuvo por decir algo, pero fue interrumpida por la voz de Yasaka.

"Yo convocaré la reunión de emergencia." Dijo Yasaka, llamando la atención de todas.

Las palabras que salieron de la boca de la líder de los youkai de Kioto provocaron que todas soltaran un suspiro.

"¿En serio lo harás?" preguntó Aika.

"Asi es." respondió Yasaka con convicción. "Al igual que Asia-san, yo tambien soy una madre y creo poder empatizar con lo que ella siente. Por eso, hare todo lo que pueda para ayudarla."

"G-gracias, Yasaka-sama." Dijo Asia tras escuchar las palabras de la "prometida" de su esposo.

"No hay de que. Es lo mínimo que puedo hacer. Además, si Kunou se entera de que esto está pasando y que no he ayudado a salvar a su amiga, me temo que nunca me lo perdonaría."

"Si, creo que eso tambien podría pasar si Kunou-chan tambien fuese secuestrada y Marie se enterara. Ella tambien no nos perdonaría que no salvemos."

Tras aquellas palabras, tanto Asia como Yasaka se sonrieron.

Las amigas de Asia se sintieron más tranquilas al ver que su amiga volvía a sonreír, al menos por un momento. Asi que, decidiendo acabar con el momento de unión de madre-madre, Rossweisse tosió falsamente para llamar la atención de las dos madres. Cuando ambas miraron al grupo de chicas reunidas, Aika dio un paso al frente y le hizo una pregunta.

"Ahora que el asunto de la reunión del pacto ya no es un problema, debemos de pensar que hacer. ¿Cómo debemos de movernos?"

La pregunta de la maga los dejó helados un momento, pero tras unos segundos, Asia respondió de manera rápida y precisa.

"Por mucho que quisiese que nos movamos ahora, debemos de esperar hasta que tengamos información. Asi que, debemos de prepararnos para esto."

"Bien." Dijeron al unísono todas las chicas.

"Bueno, ya con eso resuelto, voy a hacer la llamada." Dijo Yasaka mientras se levantaba y comenzaba a caminar hacia la puerta. "Ni bien tenga la información necesaria se las transmitiré. Asi que preparen todo lo que necesitan."

"Bien. Estaremos esperando su llamada, Yasaka-sama." Dijeron al unísono las chicas.


El interior de las cloacas del palacio donde los dos héroes de los pergaminos antiguos se habían colado apestaban de la misma manera que apestarían las alcantarillas de un castillo humano, algo que desconcertó en algo a Edzard, pues no entendía como es que eso era posible, pues se teorizaba que las parcas eran esqueletos con túnicas, por lo que no deberían de crear este tipo de desechos.

"Puaj, que peste." Comentó con molestia Edzard, el cual sufría mucho en este ambiente, pues sus sentidos mejorados amplificaban el hedor de este lugar.

"No me lo menciones, esto huele fatal." Señaló Zakir, el cual la estaba pasando peor que Edzard, pues a diferencia del anterior, este tenía sus sentidos amplificados a su totalidad, caso contrario a Edzard, el cual si bien tenia los sentidos amplificados, estos no lo estaban en su totalidad, ya que solo eso pasaba cuando estaba en su forma de dragón.

"¿Crees que este es el castillo correcto? Digo, entramos al primer castillo que vimos en las cercanías."

"Ump. La verdad no lo sé, pero si no es el castillo de Hades, podemos seguir buscando. Después de todo, no tenemos prisa."

"Bueno, sí. Pero la verdad es que ando algo extraño, casi como si sintiera que me necesitan en otra parte." Comentó Edzard mientras él y Zakir doblaban en una esquina, entrando en un nuevo corredor de la alcantarilla.

"Puede que sí, pero créeme. Con lo que requiero tu ayuda es algo que te sorprenderá mucho." Dijo Zakir, provocando nuevamente curiosidad en Edzard.

"¿Cómo así?"

"La verdad es que no quiero contártelo, ya que prefiero que lo veas por ti mismo." Contestó Zakir mientras se detenía, pues vio que en la parte superior del lugar donde estaban había una especie de entrada. "Parece que encontramos una entrada."

Al oír las palabras de Zakir, Edzard miró al techo de la alcantarilla y en efecto, vio que había un lugar por el cual salir. Al percatarse de aquello, movió su mano derecha y usando «Detectar vida», comenzó a verificar si había alguien cerca de la entrada. Cuando terminó de hacerlo, vio que no había nadie cerca, pero aun así no subió, pues comenzó a usar el otro hechizo, el cual fue «Detectar muerte». Al igual que con el hechizo anterior, con este tampoco vio que había enemigos cerca, por lo que mirando a Zakir asintió, y el viejo zorro al ver esto, usó el hechizo «relámpago viviente» y convirtiéndose en un relámpago, voló hacia esa entrada.

El impacto generado por el golpe que Zakir le dio a la entrada provocó que esta saliese disparada hacia el techo del corredor del palacio donde estaba ubicada. Además, el impacto tambien provocó que el lugar se sacuda un poco, junto con un estruendo que de seguro había sido oído a varios metros a la distancia.

Al ver todo el ruido que había hecho su compañero, Edzard solo pudo poner los ojos en blanco, para después dar un salto y seguirlo. Cuando aterrizó en el corredor del palacio, vio que el lugar estaba vacío, pero sabía por experiencia que eso no duraría. Asi que, cuando vio a Zakir, rápidamente lo tomó de la túnica y lo jaló un poco con él. Cuando dio unos cuantos pasos, soltó al Lilmothiit, el cual comenzó a seguir a Edzard.

Ambos héroes corrieron por varios pasillos, pues sabían que pronto este lugar estaría a reventar de parcas.

"¿Qué mierda tenías en la cabeza para hacer eso?" preguntó Edzard mientras corría.

"La verdad, es que quería hacer una entrada llamativa." Respondió casi sin preocupaciones Zakir.

"¿Cómo mierda se te ocurre hacer eso en un castillo en el que nos estamos infiltrando de manera secreta?"

"Por qué la cosa estaba aburrida." Respondió Zakir mientras llevaba sus manos a sus espadas, pues sintió algunas presencias acercarse. "Creo que lo mejor será que te prepares, ya que siento algunas presencias acercarse a nuestra posición."

"Maldita sea." Dijo Edzard mientras llevaba su mano a su espada, la cual estaba colgando de su cintura en un tahalí de cuero negro. La espada era de color negra, tanto en el pomo como en la hoja. Su guarda era circular, teniendo un tamaño poco común. El circulo tenía en su centro un gravado el cual, tenía la forme de un ave con las alas extendidas hacia el cielo. Dicha hoja era la espada que había "heredado" de Galo Desidenio, el ex líder del gremio de Ladrones.

Manteniendo la mano en la empuñadura, Edzard elevó sus sentidos lo más que pudo y al hacerlo, vio que Zakir tenía razón, pues se acercaban varias presencias.

Cuando el dúo de héroes dobló por una esquina, se toparon con sus enemigos, los cuales resultaron ser un par de parcas.

"¡Intrusos!" gritó una de las parcas al verlos.

Los sirvientes de hades tomaron sus guadañas con ambas manos y sin pensarlo dos veces, se lanzaron contra ellos. La velocidad de las parcas era asombrosa, pues superaban con creces a la velocidad de un demonio de clase baja. Lamentablemente para ellos, tanto Edzard como Zakir sabían que debían de ser rápidos y precisos para estos combates. Asi que, ambos estaban dispuestos a usar una buena parte de su poder.

¡Clank!

El sonido del metal chocando se hizo presente cuando tanto Edzard como Zakir detuvieron los ataques de sus enemigos, provocando que la sorpresa apareciera en los rostros de las parcas, las cuales no tuvieron ni tiempo para sorprenderse, pues ambos héroes movieron sus armas con gran velocidad y terminaron cortándoles las cabezas.

Ante los ojos de los dos héroes los cuerpos de las parcas se disolvieron en polvo negro, dejando atrás solo las capas con capucha que usaban.

"Eso fue fácil." Comentó Zakir mientras movía sus espadas de lado a lado, casi como si quisiera eliminar alguna mancha de sangre que tuviese la hoja, algo que era innecesario, pues los cuerpos de las parcas no tuvieron ni tiempo para sangrar.

"Si, pero parece que eran parcas de bajo nivel. Asi que supongo que los de más alto nivel serán un problema." Señaló Edzard mientras comenzaba a caminar hacia donde sea que la sala lo llevase.

Al escuchar las palabas de Edzard, Zakir solo asintió y comenzó a seguirlo, adentrándose ambos en el interior del palacio.


La sala ubicada en el palacio de Lucifer que era usada como una de las cuatro principales ubicaciones para las reuniones del pacto de Kuoh se encontraba sumida en un ambiente tenso y de preocupación, pues casi todos los lideres de los miembros conformantes, es decir, las tres facciones, Asgard, y los Youkai de kanto, se encontraban reunidos.

"Yasaka-dono. ¿Por qué ha llamado a esta reunión de emergencia?" preguntó Sirzechs con curiosidad, pues la líder de los youkai de Kioto hizo uso de una de las cláusulas del pacto que permitían convocar de manera casi instantánea a los lideres.

"Si, yo también tengo esa duda. Aunque, tambien tengo otra. ¿Dónde está el mocoso del otro mundo?" preguntó Odín, el cual, al igual que los demás, tambien sentía curiosidad por la ausencia del joven dragón.

"El viejo tiene razón. Es raro que Ed-chan no esté en una reunión." Comentó Azazel mientras miraba el asiento vacío que solía ocupar Edzard en las reuniones. "¿Acaso se está entreteniendo con sus amantes?"

La pregunta de Azazel fue respondida por una tos falsa que provenía de Michael.

Cuando el líder de los Caídos miró a su hermano, solo sonrió de manera divertida, lo que provocó que el líder del Cielo soltara un suspiro.

"Supongo que ha pasado algo, ¿verdad?" preguntó Michael, el cual dejó de mirar a su hermano, para pasar a mirar a Yasaka y volver a hablar. "Gabriel me dijo hace una hora que Lint y Mittelt habían estado en el quinto cielo. Al parecer, Mittelt estaba acompañando a Lint, a quien se le estaba haciendo algunos chequeos de rutina. Gracias a esos chequeos se han descubierto algunas cosas que me gustaría platicar con Edzard-dono. Sin embargo, ella me contó que, tras el examen, pasó algo y eso fue que tanto Lint como Mittelt recibieron una llamada y se fueron del cielo de manera abrupta. ¿Acaso esto tiene algo que ver con esa llamada?"

Las palabras que salieron de la boca de Michael dejaron como piedras a los presentes, los cuales comenzaron a mirar a Yasaka, expectantes de la respuesta que esta les daría.

Al ver que tenía toda la atención de los presentes, Yasaka soltó un suspiro antes de comenzar a hablar. Primero tenía que ordenar sus ideas, pues tenía que ser lo más clara y precisa en sus palabras.

"Convoque a esta reunión de emergencia, porque hoy, no hace más de un par de horas, la hija de Edzard-dono y Asia-san fue secuestrada por quien se piensa es un miembro renegado de la iglesia, el cual logró colarse en la iglesia donde creció Asia-san."

Las palabras que salieron de la boca de Yasaka paralizaron por completo a las personas que estaban presentes, las cuales se quedaron en blanco por unos instantes. Instantes que fueron seguidos por algunas palabras y reacciones de diversos miembros.

"¡¿Cómo que la pequeña Marie fue secuestrada?!" gritó Serafall, la cual había estado algo molesta anteriormente, pues la habían hecho volver cuando al fin estaba por cerrar las negociaciones para la introducción del panteón griego en el pacto de Kuoh. Sin embargo, el saber que fue por esta razón, bueno, ella estaba muy preocupada y cuando miró al lado, vio que no era la única.

Al lado derecho de Serafall había estado Falbium, el cual había estado medio somnoliento, pero al momento en que escuchó las palabras de Yasaka, bueno, cualquier tipo de cansancio que tuviese se esfumó como el agua en el desierto. Los ojos del demonio se abrieron como platos y este se levantó de un salto.

"Esto es malo, muy malo." Comenzó a decir el demonio mientras se movía de un lado a otro, llevándose la mano a la barbilla.

"Falbium tiene razón." Comentó Ajuka, el cual miró a Sirzechs. "Sabemos que Edzard-san es fuerte y vimos parte de su poder cuando se enojó al ver a sus padres como peones de Molag Bal. Si su enejo en aquel entonces fue de tal magnitud, ahora me temo que la situación podría escalar a algo peor."

"Asi parece." Dijo Sirzechs mientras pensaba una forma de solucionar esto antes de que Edzard hiciese alguna locura. Asi que, mirando a Yasaka, decidió preguntarle algo. "Yasaka-dono. Dígame, ¿Ed-kun sabe de esto?"

"No. El salió a hacerle un favor a alguien tras recibir una llamada anoche y todos los intentos de comunicarse con él han fracasado." Respondió Yasaka.

"Ya veo. Eso es bueno, eso quiere decir que tenemos tiempo." Dijo Sirzechs.

"Si. Ahora necesitamos información." Comentó Azazel mientras miraba a su hermano. "Si esto tiene que ver con el cielo, de seguro tú tienes información que compartir, ¿verdad, Michael?"

El serafín miró a su hermano y tras asentir comenzó a hablar. "Si. La verdad es que tenemos un problema con ciertos sectores de los exorcistas, los cuales no estaban de acuerdo con la firma del pacto. Sin embargo, la aparición de los daedras los había calmado, pero eso parece que ha cambiado ahora. Eso se debe a que han aparecido rumores de que los daedras son en realidad demonios de otro mundo, lo que ha hecho que ellos comiencen a pensar que estos están aliados con los demonios de nuestro mundo. Eso ha hecho que piensen que es necesario que salgamos del pacto."

"Esas son noticias graves, Michael-dono." Dijo Sirzechs, entendiendo la información que secretamente Michael dicho en sus palabras. "Tal vez si nos hubieses dicho de eso antes, tal vez hubiésemos tenido una forma de pararlo antes de que esto escalara."

"Si, pero ya es tarde." Dijo Azazel mirando a su hermano con una sonrisa de burla, casi como si encontrase los errores de su hermano divertidos. "Ahora ese pequeño problema ha escalado hasta algo que potencialmente podría causarnos muchos problemas. Asi que, no hay otra salida, tenemos que actuar rápido y ser precisos. Y, sobre todo, nadie, aparte de los que ya saben sobre esto, deben de enterarse."

Las palabras finales de Azazel fueron dichas mientras este miraba a Sirzechs y a Serafall, los cuales entendieron bien a lo que se refería. Ellos no debían de mencionar nada de esto a sus hermanas, ya que la noticia podría filtrarse y llegar a oídos de Edzard, lo que conllevaría a tener a un dragón enojado y en estado de Berseker suelto. Asi que, comprendiendo eso, decidieron no decirles nada.

"Bien. Tenemos que saber todo lo que está pasando, así que, Michael, comienza a cantar todo lo que sabes." Dijo Azazel mirando a su hermano de manera seria.

Pese a que le desagradó la forma en que Azazel le habló en este momento, Michael asintió y comenzó a hablar de todo lo que sabia sobre este grupo disidente.

Las palabras que el líder del cielo comenzó a decir provocaron que todos los que lo oyeron comenzaran a preocuparse, en especial cuando oyeron que posiblemente todas las religiones abrahámicas estaban involucradas. Si bien ya seria complicado tratar con los cristianos, si en el saco de problemas se metían musulmanes y judíos, bueno, la cosa escalaria a niveles globales. Aquello podría provocar que el secreto de la muerte de Dios se hiciese público.

"Esto es un lio de un nivel sin precedentes." Comentó Sirzechs mientras se llevaba la mano a la sien, ya que sentía una jaqueca llegar.

"Si, pero debemos de solucionarlo de manera rápida y precisa. Asi que para eso necesitamos toda la información que tengas, Michael." Dijo Azazel, ya sin ninguna pisca de burla en su voz, pues lo que sucedía era algo muy serio.

"Si, no te preocupes, enviare a todos los miembros del pacto la información que tenemos." Contestó Michael, para luego dar una pequeña noticia, la cual esperaba que sirviese para aumentar la moral en este tema. "Si sirve de ayuda, me gustaría comentar que tenemos indicios de algunas posibles ubicaciones del escondite principal de este grupo."

Las palabras de Michael parecieron lograr su cometido, pues varios de los rostros preocupados que estaban teniendo todos se suavizaron ligeramente.

"¿En serio?" preguntó Serafall con alegría en su voz.

"Si."

"Entonces debiste de comenzar por allí." Señaló Azazel mientras soltaba un suspiro. "Con esta noticia, es posible que podamos reducir el tiempo de búsqueda. Lamentablemente, aún estamos contra el reloj, por lo que debemos de enviar a los mejores equipos que tengamos para esto. Cuando la reunión acabe y tengamos la información, nos reuniremos por medio de proyecciones mágicas para decidir que equipos atacaran cada posible ubicación. El equipo que enviare será el equipo «Black Dog», el cual es uno de los mejores equipos que tenemos en Grigori."

"Por nuestra parte, el cielo enviara un equipo conformado por algunos de los mejores Brave Saints." Dijo Michael.

"Yo enviare a algunos miembros de mi nobleza para esto." dijo Sirzechs, quien, pese a que quería que fuesen su hermana y Sona, sabía que esta misión tenía que acabar rápido, por lo que solo podía enviar a personas capaces, pero no solo eso, sino tambien personas que pudiesen mantener la boca cerrada. Asi que, por eso, el enviaría a miembros de su propia nobleza.

"Yo enviare a algunas valquirias de mucha confianza." Dijo Odín, el cual había estado en silencio durante toda la reunión, pues quería ver como reaccionaban los presentes. Y al ver que habían tomado acciones muy rápidas, se encontraba más que a gusto por la forma de actuar de los lideres de las otras facciones.

"Yo enviare a algunos youkai de alto rango para la misión." Dijo Yasaka, antes de volver a hablar. "Además, transmitiré esto al grupo de Edzard, pues ellas tambien quieren ir a buscar a la pequeña Marie."

Las palabras finales de Yasaka no sorprendieron a nadie, pues sabían que ellas tambien se sumarian.

"Bien. Entonces, movámonos y preparemos todo. Tenemos una hora, luego de aquello comenzara la operación." Dijo Sirzechs levantándose, siendo seguido por todos.


La luz artificial creada por un foco provocó que los ojos de Marie se movieran, despertándola del sueño en el que había sido inducida no hace mucho. Mientras parpadeaba, la pequeña dragona se levantó del duro suelo y vio que estaba encerrada en una especie de celda. La habitación era de piedra, algo que ella sabía que era poco usual en el mundo de los humanos en esta era. Frente a ella no había barrotes, sino que había una pequeña puerta de acero, lo suficientemente grande como para que pase una sola persona.

'¿Dónde estoy?' pensó Marie mientras se levantaba. Cuando se puso de pie, vio que su vestido, el cual era un vestido de verano de color azul claro se había ensuciado. Esto provocó que la pequeña hiciese un puchero, pues era su vestido favorito.

Cuando dejó de hacer un puchero, la pequeña se acercó a la puerta y cuando estuvo frente a ella, comenzó a escuchar voces tras esta. Parpadeando con confusión, la pequeña estuvo por preguntar que pasaba, pues no recordaba muy bien lo que había sucedido. Sin embargo, cuando estuvo por hablar, sus sensibles oídos captaron las palabras de dos personas. Por el tono de voz eran dos hombres, los cuales estaban hablando en latín.

"¿Por qué tenemos que ser nosotros los que tenemos que cuidar a ese pequeño monstruo?"

"Porque así lo han ordenado los jefes."

"Maldita sea. ¿Y hasta cuándo estará en esta base?"

"Tal vez hasta mañana. Escuché rumores de que es posible que sea movida a otra base a la media noche."

"Eso espero. No soporto ver a esa pequeña aberración."

"Yo tambien, amigo, yo tambien."

Las palabras que escuchó Marie provocaron que sus pequeños ojos le picaran, pues era obvio que hablaban de ella. La forma tan despectiva con la que hablaban de ella provocaba que su pequeño corazón se sintiera apesadumbrado. Sin embargo, cuando estuvo a punto de echarse a llorar como cualquier otra niña de su edad, ella recordó que no era solo una pequeña niña. No, ella no era solo una niña, ella era la hija de uno los más poderosos dragones del mundo, su madre era una de las magas que mayor potencial en magia de restauración había registrada en la historia del Colegio de Hibernalia, por su sangre corría la sangre de dos héroes de los pergaminos antiguos, junto con la sangre de dos reyes.

Llevándose las manos a los ojos, se secó las lágrimas que comenzaban a formarse en sus ojos. Volviendo a mirar la puerta, comenzó a usar su mente para tratar de saber cómo escapar, pues tras oír aquella conversación, ella recordó que había sido secuestrada por el padre Marcus, el cual había atacado a todos los niños para forzarla a ir con él. Si bien una parte de ella quería esperar a que sus padres la rescataran, otra parte, la cual simbolizaba su naciente orgullo como Dovah, le decía que debía de hacerse valer por sí misma, que debía de demostrarle al mundo de lo que era capaz, que debía de mostrarle al mundo el poder de su thu'um.

Por extraño que pareciese, la parte Dovah que le exigía mostrar su poder parecía ganar terreno, lo que la llevó a abrir la boca y comenzar a prepararse para desatar el poder de las dos palabras del thu'um de fuerza implacable. Sin embargo, cuando estaba por hacerlo, una voz sonó directamente en su mente.

'Eso sería algo imprudente, pequeña.'

La repentina voz provocó que Marie dejara de prepararse para usar un thu'um y comenzase a mirar por toda la habitación, buscando el origen de la voz que le hablaba en la mente. Estuvo haciendo eso por un par de minutos, hasta que la voz volvió a hablar, evitando que ella dijese algo.

'Es inútil que me busques en ese mundo, pequeña. Yo no habito allí, yo vivo en otro mundo, un lugar al que tus padres han ido, tu madre una vez y tu padre más de una. Ahora, si quieres hablar, solo piensa en tus palabras, pero hazlo en idioma Tamrielico y no lo hagas en ningún idioma de la tierra, pero si quieres tambien puedes hablar en idioma dragón.'

'Está bien.' Pensó Marie.

'Bien. Ahora, escucha, porque no tengo mucho tiempo. Estas en un gran peligro, te han secuestrado y quieren hacerte daño, pero no hagas nada estúpido como lanzarte a la carga y usar el thu'um de manera indiscriminada, por favor. Tú no tienes la capacidad de tu padre, puedes quedarte sin voz y eso te dejaría vulnerable. si bien es cierto que ellos no te querrán matar por el momento, eso no quiere decir que no te harán daño. Asi que ten cuidado. ¿Entiendes?'

'Si. No hacer locuras y no gritar en vano.'

'Bien. Si bien te he dicho que no hagas locuras, eso no quiere decir que no puedas escapar. Si logras encontrar una apertura, úsala y cuando estés fuera, grita las siguientes palabras «Dov» «Ah» «Kiin»'

'¿Dovahkiin? ¿Ese no es el título de mi papá?'

'Asi es. Veras, pequeña, los nombres y los títulos dados por dragones son tambien un thu'um y si lo gritas, puedes hacer saber que quieres hablar con el dueño de ese nombre o título.'

'Eso quiere decir que papá sabrá donde estoy y podría venir a rescatarme.' Pensó con alegría Marie al saber esto.

"Asi es.'

'Gracias, muchas gracias, voz desconocida.'

'Tranquila, es un placer ayudar a una pequeña como tú. Ahora, si quieres decirles a tus padres si alguien te ayudo, dile que recibiste ayuda de «El viento gris».'

'¿El viento gris?' preguntó mentalmente Marie, pero para su mala fortuna no escuchó palabra alguna.

Parpadeando, la joven hija de Edzard y Asia se dio cuenta que volvía a estar sola, pero a diferencia de la vez anterior, en esta ocasión, decidió quedarse sentada, esperando el mejor momento para huir y mientras esperaba, comenzó a interiorizar aquellas palabras, las palabras que componían uno de los nombres Dovah de su padre, para de esa manera poder usar el thu'um para llamarlo.


La habitación que era el estudio personal de Edzard se encontraba lleno de personas, siendo estas todo el grupo de Edzard, junto a Yasaka. Estas personas estaban reunidas en este momento y lugar porque hace unos instantes llegaron las carpetas con información sobre los secuestradores de Marie.

"Asi que… ¿Hay seis lugares que son posibles ubicaciones?" preguntó Aika, mirando un mapa del mundo humano, el cual estaba siendo proyectado por un artefacto creado por Edzard.

"Asi es, los lugares son los Alpes italianos, una cadena montañosa en el Líbano, una cadena de cavernas en México, una mina abandonada en los andes peruanos, unas ruinas de un castillo en las tierras altas de escocia y una mina de diamantes abandonada en Rusia." Dijo Yasaka, mientras las ubicaciones mencionadas eran señaladas con puntos rojos. "Por fortuna, somos seis grupos, por lo que cada uno tomará una de las ubicaciones para poder atacarlas de manera simultánea, para de esa manera evitar que se apoyen entre sí, cortando de esa forma cualquier tipo de escape que puedan pensar esos sujetos."

"Ya veo. Asi que debemos de escoger una ubicación, ¿verdad?" preguntó Ingvild mientras miraba el mapa.

"Asi es, escogerán una y el resto de los equipos las otras."

"Bien. Entonces, ¿Cuál escogemos?" preguntó Mittelt mientras miraba al resto de las chicas.

Pese a la pregunta dicha por el ángel caído, ninguna de las miembros del equipo de Edzard dijo una palabra, pues nadie se sentía con la autoridad para decidir algo. Esto no solo porque la afectada era la hija de uno de sus miembros, sino también porque mientras Edzard no estaba, el liderazgo del grupo recaía en Asia. Asi que, nadie hizo nada hasta que finalmente Asia se puso de pie, ya que había estado sentada en la silla de Edzard, mirando la reunión. Caminando, Asia miró las ubicaciones para luego cerrar los ojos. Al hacerlo, decidió dejar que fueran sus instintos maternales los que le dijesen en qué lugar podría estar su hija. Tras unos segundos, su ser sintió una punzada, la cual provocó que su mano se mueva hacia el país donde creció.

"Aquí." Dijo Asia, apuntando a la base que estaba en los Alpes Italianos.

"¿Estás segura?" preguntó Yasaka.

"Si, mis instintos me dicen que allí esta." Respondió Asia con convicción.

"Entiendo. Entonces, avisare a los otros grupos para que se preparen para el ataque." Dijo Yasaka mientras miraba a las chicas moverse.

"Bien. Entonces, supongo que tendremos que prepararnos para luchar. Pero antes, ¿Sabe alguien más del secuestro de Marie?" preguntó Rossweisse con un poco de preocupación, ya que había dejado la escuela pidiendo un permiso de emergencia por un asunto familiar, algo que de seguro ya se estaría comentando entre los alumnos de la academia.

"Si tus dudas son sobre si la noticia ha llegado a oídos de las hermanas de Sirzechs-dono y Serafall-dono, la respuesta es no. Ellos han dicho que no les dirían nada a sus hermanas, por lo que es casi imposible que ellas se enteren de lo que está pasando hasta que todo termine."

"Bien, no queremos que ellos queden atrapados en el fuego cruzado." Dijo Lint mientras se preparaba para salir de la habitación.

"Así es. Por mucho que nos duela, aún no están preparados para algo como esto. Asi que, lo mejor es dejarlos fuera." Comentó Valerie, mientras pensaba en Gasper, el cual pese a haberse vuelto más fuerte, aún era muy débil para este tipo de misión, ya que se requería fuerza, precisión y velocidad.

"Si. Por ahora, debemos de esperar hasta que todo esté listo. Eso tal vez llevara una hora, hasta entonces, prepárense." Dijo Yasaka, la cual se levantó y caminando hacia Asia, puso una mano en su hombro, pues vio que ella estaba inquieta. "Se que es difícil y que sientes que la espera te está matando, pero por favor, confía en nosotros. Por ahora debemos de apegarnos al plan."

Las palabras de Yasaka provocaron que Asia la mirara, antes de responderle.

"Lo sé, pero duele saber que mi pequeña esta allí afuera, a merced de personas que pueden querer hacerle daño."

"Lo entiendo, pero para salvarla es necesario atacar todas las bases enemigas al mismo tiempo, así que, por favor, Asia-san, solo aguanta un poco, es posible que para el amanecer de mañana tengamos a Marie-chan con nosotros de nuevo."

Al escuchar aquellas palabras, Asia miró a Yasaka y asintió. Aquella reacción provocó que Yasaka le diera una sonrisa a Asia, para luego separase de ella.

Tras aquel breve momento de confort de parte de Yasaka a Asia, las personas que estaban dentro de la habitación comenzaron a salir, cada una para hacer los preparativos de último momento antes de la misión.

Cuando todo el lugar estuvo vacío, de debajo del escritorio de Edzard se abrió la puerta de uno de los compartimientos y de allí salió una muy angustiada Kunou.

La joven kitsune había sentido que algo estaba pasando, pues veía a su madre más ocupada de lo normal, junto con un rostro de preocupación casi constante desde que llegó de la reunión del pacto. Además, por alguna razón no había podido hallar a Marie, y eso la extrañaba, pues ella sabía que su amiga había ido con su madre a visitar su pueblo natal, y Asia ya había vuelto, pero parecía que Marie no lo había hecho. Eso la llevó a espiar a su madre y cuando descubrió que tendría una reunión de emergencia con Asia-san, decidió esconderse en el escritorio de Edzard. Y gracias a eso, ahora sabia la verdad.

'Ma-chan ha sido secuestrada.' Pensó Kunou con preocupación y pánico.

Varios sentimientos comenzaron a arremolinarse en el corazón de la niña, provocando que la joven kitsune no supiese que hacer por un momento. Sin embargo, tras unos segundos, ella decidió que debía de buscar a alguien que pudiese ayudarla con una idea que tuvo. Por un segundo pensó en decirle a su madre que lo sabía, pero ella rápidamente lo descartó, pues su madre la enviaría a su habitación y no le permitiría ir, pero en ese momento recordó algo.

"Tal vez el Sekiryuutei me pueda ayudar a contactar a Edzard". Dijo Kunou mientras comenzaba a caminar, pues la idea que se le ocurrió fue decirle al padre de su amiga lo que estaba pasando, porque si alguien podía encontrar a Marie en un santiamén, ese sería él.

Asi que, saliendo de la habitación, ella comenzó a correr hacia la habitación de su madre, ya que allí había un círculo mágico, el cual la teletransportaría al lugar donde se estaba construyendo la residencia de los youkai en este mundo. Una vez allí, tomaría la puerta que la llevaría a Kuoh.


En una habitación de uno de los lugares más seguros del castillo de Hades, se estaba llevando una reunión entre dos facciones. Una de ellas era la facción de los héroes, mientras que la otra era la facción griega, aunque más precisamente era el dios de los muertos Hades, el cual estaba actuando a espaldas de sus compañeros dioses, pues estaba actuando por cuenta propia sin informar a nadie de su facción.

"¿Asi que esa es tu petición?" preguntó Hades, cuya voz era grave y sonaba como si fuese una voz de ultratumba. La apariencia del Dios de los muertos del panteón griego era la de un esqueleto viviente, el cual vestía las mismas ropas que los sumos sacerdotes, es decir una túnica muy elaborada y adornada junto con un sombrero.

El dios de la muerte estaba sentado en un cómodo sofá y frente a él se encontraba sentado Cao-Cao, el cual estaba junto con George y Jeanne.

"Asi es, eso es lo que pedimos para poder cumplir con su petición, Hades-sama." Respondió Cao-Cao mientras miraba al dios.

La mirada del joven humano era algo rara, pues a diferencia de cuando estaba en Kioto, ahora mismo, uno de los ojos de Cao-Cao era de un profundo y enfermizo color azul. Aquello era el resultado de haber sido obligado a beber un poco de Plasma Azure, es decir, el mismo veneno que fueron obligados a beber los padres de Edzard hace tiempo. Sin embargo, a diferencia de ellos, la mente de Cao-Cao no había sido corrompida a su totalidad, pues parecía que el veneno de Puerto Gélido actuaba de manera diferente en los humanos de la Tierra. Si bien el solo hecho de beber ese veneno debería de haber destruido el cuerpo de Cao-Cao, el joven humano había sobrevivido gracias al poder de su Sacred Gear, el cual había mitigado en gran parte el efecto del veneno.

"Bien. Lo que pides es algo que estaba dispuesto a ofrecerte para que puedas debilitar a Ophis para permitirme capturarla, después de todo, "el" fue creado para tratar con dragones."

La forma en que Hades habló provocó que un escalofrío recorriera las espaldas de los humanos presentes en la sala, pero eso no fue todo, pues aquellas palabras provocaron que el ojo derecho de Cao-Cao palpitara, causando un ligero dolor, el cual fue acompañado con palabras que fueron susurradas directamente a su mente.

'Bien, ahora que la bolsa de huesos que es ese dios ha aceptado darles esa arma, sigue jugando su juego un poco más de tiempo. Cuando sea el momento, lo usaras para matar al Dovahkiin de una vez por todas. Espero que esta vez no me falles, mi sirviente, porque de hacerlo, ni tu ni tu pequeño grupito de estúpidos humanos tendrán una segunda oportunidad.'

La voz que resonó en la mente de Cao-Cao era ni más ni menos que la voz de Molag Bal. Si bien el atributo sagrado del Sacred Gear True Longinus logró bloquear mucho del poder del veneno de Puerto Gélido, hubo algo que no pudo bloquear y eso fue la capacidad que tenía el veneno para crear un vínculo mental entre los adalides de Bal y el príncipe daedrico, un vínculo que solo podía ser sellado si el adalid estaba en una zona cubierta de runas aedricas diseñadas para cortar aquel vinculo.

'Si, mi señor.' Respondió Cao-Cao de manera sumisa.

Tras aquella respuesta, el ojo de Cao-Cao dejó de palpitar, lo que indicaba que el príncipe daedrico había dejado de observar lo que pasaba con Cao-Cao por el momento.

"Ahora, supongo que tengo que empezar el trato. Asi que, te enviare al lugar donde Samael está sellado. Cuando estes allí, usa esto para romper el sello." dijo Hades mientras movía su esquelética mano derecha, convocando un círculo mágico, el cual se grabó en la mano derecha de Cao-Cao.

"Gracias, Lord Hades. No se preocupe, la Facción de los Héroes no le fallara."

Tras la respuesta, Cao-Cao se levantó del sofá, siendo seguido por Hades, el cual fijo su mirada en el humano y dejando salir un poco de su aura divina, decidió hablar, soltando una amenaza contra el joven. "Eso espero, Cao-Cao, eso espero…"

Tras aquella amenaza, el dios de los muertos del panteón griego movió su mano e hizo aparecer un círculo mágico en el suelo.

"Párense sobre ese círculo mágico y cuando lo hagan, los enviare a donde esta sellado Samael. Tómenlo con ustedes y prepárense para su ataque al inframundo. Yo los apoyare enviando algunos de mis sirvientes cuando el momento llegue."

Las palabras de Hades fueron respondidas por un asentimiento de Cao-Cao, el cual caminó junto a sus compañeros hacia el circulo mágico. Cuando estuvieron en el centro, el circulo brilló y tras eso, los miembros de la facción de los héroes fueron teletransportados hacia el lugar que era su destino.

Tras ver como sus "aliados" se iban, Hades comenzó a caminar hacia su estudio personal y mientras lo hacía, iba pensando en cómo usar a sus nuevos peones, porque si, para él la facción de los héroes no eran sus aliados, sino que eran sus peones en su deseo de eliminar no solo a los demonios y a los ángeles caídos, a los cuales consideraba seres innecesarios, sino que él también quería eliminar los sacred gear de tipo longinus, pues los consideraba un peligro para el mundo, por ello pensaba contactar con varios dioses con ideas afines para formar una especie de pacto con el cual no solo oponerse al pacto de Kuoh, sino tambien a los daedras.

Sin embargo, sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando una de sus parcas apareció de la nada.

"¡Hades-sama!" gritó la parca.

El grito de la parca provocó que el dios de los muertos mirara al ser que gritó.

"¿Qué sucede?" preguntó Hades.

"Mi señor, unos intrusos han ingresado al palacio y han comenzado a matar a todas las parcas con las que se topan."

La respuesta que escuchó hades lo dejó perplejo, pues no podía creer lo que escuchaba. Si bien era cierto que muchos de sus subordinados no eran de clase ultimate, era muy sabido que incluso una parca de bajo rango tenía un poder que estaba muy por encima del poder de un demonio de clase baja. Asi que, podría decirse que muchas de sus parcas estaban a la par de poder que demonios de clase media y clase alta, por lo que, si estaban siendo atacados y eliminados, entonces los combates deberían de causar estruendos. Sin embargo, durante toda su reunión con la facción de los héroes, el no sintió ningún tipo de combate en todo su palacio, lo que estaba dejando sin palabras.

"¿Qué has dicho?" preguntó Hades cuando comenzó a salir de su estado de shock.

"Unos intrusos se han infiltrado en el palacio y han matado a varias parcas de bajo rango, mi señor."

'¿Qué está sucediendo? ¿Cómo es posible que esto esté pasando? Para que no pueda detectar signos de lucha es obvio que los que se han atrevido a invadir mi palacio son seres de gran poder, tal vez del nivel de un demonio de clase suprema, ya que de otra manera no podrían matar a mis soldados fácilmente, lo que haría que no haya signos de batalla.' Pensó Hades mientras taraba de discernir quien era el ser o, mejor dicho, que facción se atrevía a atacarlo. Por un segundo pensó que se trataba del pacto de Kuoh, pero tan pronto como pensó en ello, descartó esos pensamientos, pues el pacto no tenía razón alguna para atacarlo, al menos por el momento.

"¿Hacia dónde se dirigen?" preguntó Hades una vez que dejó de pensar en la identidad de la facción de la que venían sus invitados no deseados.

"Por los rastros de cadáveres que han dejado todo indica que se dirigen hacia el laboratorio del extremo este, mi señor."

La respuesta que escuchó Hades provocó que su mandíbula casi se le caiga de la sorpresa, pues no se esperaba eso.

'No puedo dejar que lleguen al piso más bajo de ese laboratorio, no en especial ahora que Zeus está terminando las negociaciones con Leviatán. Si la noticia de lo que tengo allí abajo se hace público, sería un verdadero dolor de cabeza.' Pensó Hades con un poco de preocupación. Asi que, sabiendo que no podía dejar que esos individuos llegasen al piso final de su laboratorio, convocó un círculo mágico cerca donde un ser de carne y hueso tendría su oído y comenzó a hablar.

"Pluto, tenemos invitados no deseados. Se están dirigiendo al piso final del laboratorio del este de mi castillo, elimínalos antes de que se filtre información de lo que hay allí. No sabemos cuántos son, así que tambien dile a Thanatos que te acompañe."

Tras aquellas palabras, el circulo mágico desapareció y Hades comenzó a caminar hacia su despacho. Sin embargo, antes de que diera un paso, un círculo mágico apareció en su oído y la voz de Zeus se hizo presente. El líder del panteón le indicaba que tendrían una reunión de emergencia, pues Leviatán había dejado en pausa las conversaciones por un tiempo, algo que le permitiría a la facción reunirse para hablar de las cláusulas de admisión al pacto. Pese a que enterarse de esto molestó a Hades de sobremanera, el dios griego sabía que no podía faltar, pues parecería sospechoso si faltaba. Asi que, confiando en que sus subordinados más fuertes podrían con sus invitados no deseados, usó un círculo mágico y se dirigió hacia el monte Olimpo.


Las espadas de Edzard y de Zakir fueron sacadas casi al mismo instante de los cuerpos en los que habían sido clavadas. Dichos cuerpos pertenecían a las últimas tres parcas de un grupo que habían encontrado antes de llegar al lugar al cual se dirigían. La ruta que estaban siguiendo había sido creada por un pergamino del hechizo clarividencia que estaba siendo usado por Zakir.

"¿Cuánto falta?" preguntó Edzard mientras comenzaba a seguir a Zakir, el cual había comenzado a correr.

"No mucho." Respondió el Lilmothiit.

Tras aquella respuesta, el dúo de héroes siguió corriendo por los pasillos del palacio. Corriendo por varios pasadizos y doblaron casi una veintena de esquinas y en cada cierto tramo de su recorrido se vieron forzados a matar a más de una parca, pues al parecer se habían descubierto los cadáveres que estaban dejando, por lo que la alarma ya había sido dada.

El sonido de metal chocando se escuchaba en una sala, esto debido a que se estaba llevando un combate entre Edzard, Zakir y un grupo de parcas.

"¡Deténganlos! ¡No dejen que lleguen al laboratorio de Hades-sama!" gritó una parca, la cual se lanzó contra Edzard.

La acción de esa parca fue copiada por sus compañeros, los cuales tambien se lanzaron contra Edzard y Zakir, en un intento de abrumarlos con sus números.

Edzard movió su espada para detener la guadaña de la parca que llegó primero. El resonar del choque ambas armas fue un sonido agudo, el cual fue silenciado cuando la parca dio un salto hacia atrás para tomar otra postura. Tras tomar una nueva postura de ataque, se volvió a lanzar contra el Dovahkiin, el cual se quedó quieto para esperar a su enemigo. La parca se movió a gran velocidad, logrando colarse a la espalda de Edzard, donde movió su arma por sobre su cabeza, para luego lanzar un tajo vertical descendente.

El ataque de la parca fue detenido por la propia espada de Edzard, el cual había previsto el ataque, ya que era un ataque clásico para derrotar a alguien rápidamente. Sin embargo, tras aquel movimiento, el joven dragón vio por el rabillo de su ojo izquierdo como otra parca aparecía por ese lado. Dicho enemigo movió su guadaña de manera horizontal, con el claro objetivo de cortarlo en dos. Sin embargo, para la sorpresa de ambas parcas, el ataque fue bloqueado por una daga. La daga que Edzard había usado para detener el ataque de la parca era un arma llamada «Hoja de la aflicción», la cual había pertenecido con anterioridad a Astrid, la líder la hermanada oscura. La daga tenía una hoja de un solo filo de color negro, cuyo lomo estaba decorada con líneas diagonales. La guarda y el pomo tenían púas, las cuales estaban colocadas de tal forma en que se miraban, dejando en medio el mango, el cual estaba forrado por tiras de cuero.

La forma en como Edzard logró detener los ataques de ambas parcas, las sorprendió, pues no se habían esperado esto. Al estar en ese estado de shock, ninguno vio como Edzard soltaba ambas armas, para luego conjurar una gran cantidad de magia, con la cual usó el hechizo de «Electro esfera». Cuando ambos sirvientes de Hades volvieron en sí, se sorprendieron cuando vieron dos esferas hechas de rayos ser disparadas a quemarropa contra ellos.

El ataque de Edzard impactó de lleno en los dos seres sobrenaturales, provocando que las esferas estallaran, creando explosiones de relámpagos, la cuales asesinaron a las dos parcas, convirtiendo sus cuerpos en cenizas.

Cuando el Dovahkiin vio que sus enemigos habían sido abatidos, rápidamente movió sus manos y logró atrapar sus armas antes de que estés tocaran en suelo.

"Ese fue un buen truco, mocoso." Dijo Zakir mientras se acercaba a Edzard.

El hijo de Roland miró a su compañero y vio que a espaldas de este se encontraban los cadáveres de las otras dos parcas. Cuando su mirada se posó en sus ropas, vio que estas estaban quemadas en cierta parte, lo que indicaba que Zakir había usado «Armas ígneas» para matarlos.

"Si, pero no tanto como tu forma de derrotarlos." Comentó Edzard mientras se acercaba a la puerta del laboratorio que estaba frente a él.

"Es algo que llegas a aprender con el tiempo." Contestó Zakir con burla.

"Claro, lo que digas, viejo fósil."

Tras aquel intercambio de palabras, Edzard y Zakir llegaron a la puerta, la cual se abrió, permitiéndoles ver que esa era solo la entrada y que para llegar al laboratorio debían de bajar por varias plantas.

"Ummm…. Esto se ve profundo." Dijo Edzard al caminar hacia el filo del piso, para ver lo que había debajo. "Parece que tiene varios pisos subterráneos. ¿Mas o menos a que piso calculas que debemos de bajar?"

Al oír la pregunta de Edzard, Zakir se acercó al filo del piso y entrecerrando los ojos, mantuvo su mirada fija en el fondo. Sus ojos miraban la línea de color purpura que era el resultado del pergamino del hechizo de clarividencia. La forma en como este se perdía en la oscuridad que era el fondo del camino de los pisos subterráneos indicaba que lo que habían venido a buscar se encontraba en el piso final, lo que de seguro sería el lugar con mayor protección de todo este edificio.

"Al final, la línea de «clarividencia» se pierde en el fondo de todo."

"Me temía eso."

Zakir asintió, pues entendía porque Edzard decía eso, ya que el tambien quería que esto fuera más rápido. Sin embargo, parecía que no tendrían esa opción.

"Parece que tendremos que abrirnos paso piso por piso." Dijo Zakir.

"Asi parece. Lo mejor será comenzar ahora." Dijo Edzard mientras comenzaba a dar pasos hacia las escaleras. Sin embargo, no dio ni tres pasos cuando su andar fue detenido por unas palabras.

"Me temo que no pueden ir más allá." Dijo una voz a la espalda de ambos héroes.


Nota de autor:

A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.

Bueno, el capitulo 58 esta listo.

En este capítulo vemos que la cosa esta que se intensifica un poco, mostrando un poco las emociones de Asia al saber que su hija esta secuestrada. También vemos como la relación de Asia y Yasaka, la cual era tensa por el asunto del compromiso matrimonial improvisado, va mejorando cuando la líder de los Youkai es la que más comprende la situación de Asia. Además, es posible que veamos a algunos otros personajes actuar en esta "misión", pero eso será en el futuro.

También vemos que Molag Bal ha forzado a Cao-Cao a beber el veneno de Puerto Gélido. Además, se ve que ellos están negociando con Hades para obtener a Samael.

Finalmente, vemos que Edzard y Zakir ya están en el castillo de hades. Ahora, ¿Qué es lo que hay en el laboratorio que ha hecho que hades se preocupara? ¿Llegara Kunou a hablar con Issei y el resto? ¿Quién es la voz que ayudó a la hija del Dovahkiin? ¿Un aedra? ¿Un daedra?... bueno, eso se verá en el próximo capitulo…. O tal vez no… XD.

Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.