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Capítulo 61
—Nosotros no usamos el poder del Thu'um para la lucha, porque seguimos un camino de paz, un camino que muy difícilmente será el tuyo. La sangre del Dragon que corre por tus venas no permitirá que transites por los mismos caminos que los otros mortales. —
Arngeir a Edzard, Alto Hrothgar 4E
La primera visión que tuvo Edzard tras dejar el laboratorio secreto de Hades fue la de una hermosa sala, la cual estaba ricamente decorada. El lugar estaba bien iluminado, lo que permitía ver que la sala no estaba vacía, sino que allí, esperándolos estaban algunas Parcas.
Los ojos de Edzard se movieron rápidamente a través de todo el lugar, examinando a sus posibles enemigos, ya que no había ninguna seguridad de que esto no fuese una trampa. Rápida, pero sutilmente, movió su mano hacia su espada, la cual estaba enfundada en su cadera. Además, aparte de él, Zakir hizo lo mismo, ya que también movió su mano ligeramente, a la vez que se preparaba para usar algún hechizo de ser necesario.
"Sería muy apreciado si no estuviesen tan tensos." Dijo Orcus mientras comenzaba a flotar hacia donde estaban las otras Parcas. "Puede que esta presentación de una mala señal, pero la facción que representamos no es conocida por la violencia. Tendemos a evitar todo tipo de conflicto, manteniéndonos vigilantes para observar lo que ocurre y de esa manera poder adaptarnos sin la necesidad de llegar a las armas."
Las palabras de la parca provocaron que Edzard y Zakir lo miraran con confusión un momento, para luego cada uno interconectar sus palabras con algún grupo que conocieran que pensasen igual.
"Suena igual que los Barbas Grises/Suena igual que esos ancianos." Fueron los pensamientos de ambos héroes, los cuales iban dirigidos a la orden de los Barbas Grises, una orden monástica que estudiaba el thu'um, pero lejos de ser conocidos por ser seres altamente destructivos, eran conocidos por su pacifismo y asilamiento. Eso hizo que no ingresaran y no prestaran atención a los conflictos que asolaban Tamriel.
"Así que…. ¿Tu facción es pacifista?" preguntó Edzard mientras veía como Orcus terminaba de decirle algunas cosas a las otras Parcas presentes.
"Si, lo es." respondió Orcus mientras giraba. "Ya he dado órdenes para que los dos humanos sean revisados para ver si hay algún efecto secundario por estar sumergidos en esas capsulas por tanto tiempo. Por eso, les pediría que los entregaran, por favor."
Las palabras de la parca fueron respondidas por un tenso silencio por parte de los dos héroes, los cuales no hicieron ningún movimiento para entregar a los padres de Asia. Algo que fue notado tanto por las parcas que eran sirvientes de Orcus como por Thanatos, el cual parecía que se estaba divirtiendo con lo que pasaba.
"Esto…. ¿Por qué no entregan a los humanos…?" preguntó Orcus con algo de confusión en su voz, mientras seguia mirando a Zakir y a Edzard.
"¿Crees que confiaríamos en ti solo porque aceptamos venir a tu castillo?" preguntó Edzard, mirando a Orcus como si este tuviese dos cabezas.
"Bueno, sí." Respondió Orcus con honestidad.
La respuesta de la parca provocó que tanto Edzard como Zakir se quedaran como piedras, pues no esperaban una respuesta tan honesta y sincera, mientras al lado de ambos, Thanatos soltaba una risa entre dientes.
'O bien este sujeto es bueno mintiendo, o de verdad es sincero con sus palabras.' pensaron al unisonó.
"Je, je, je…" Seguia riendo Thanatos, el cual comenzó a acercarse a Orcus, pero al pasar al lado de los dos héroes, habló. "Tranquilos, créanme, Orcus no es de los que traicionan a alguien que está bajo su techo."
Tras las palabras de la parca, los dos ex mortales se miraron y se comunicaron de manera no verbal. Estuvieron conversando con la mirada unos segundos, hasta que finalmente decidieron aceptar.
En el momento en que movieron las cabezas para aceptar, ellos se acercaron a las parcas y les dieron a los dos humanos, los cuales fueron llevados por los subordinados de Orcus a la sala medica del palacio de la facción Moderada.
"Este examen va a demorar tiempo, así que… ¿Les parece bien si vamos a conversar a otro lugar?"
"Supongo…" respondió Edzard, el cual miraba el pasillo por el cual las parcas se habían llevado a sus suegros.
"Bien, ¿Y usted?"
"No le veo problema alguno." Respondió Zakir.
Tras oír ambas respuestas, Orcus comenzó a flotar hacia donde podrían esperar tranquilamente, siendo seguido por Thanatos, el cual ya sabía a donde se dirigían. Mientras Orcus avanzaba, les hizo señas a Edzard y a Zakir para que lo sigan.
Los dos héroes siguieron a las dos Parcas, por lo que caminaron por un pasillo algo largo, tras el cual entraron a una habitación. La habitación que los recibió estaba muy bien decorada, tenía mobiliario de buena calidad, pinturas de algunos paisajes del mundo humano y de otros lugares del inframundo. En el centro había dos muebles, mirándose uno al otro, mientras que en el centro había una mesa rectangular de vidrio, en cuya superficie había una jarra con agua y algunos vasos a su alrededor.
Tras ingresar a la habitación, Orcus y Thanatos flotaron hasta llegar a uno de los muebles, donde procedieron a sentarse.
"Siéntense, por favor." Dijo Orcus con voz amable mientras señalaba el sofá frente a él.
Los dos héroes se miraron y un segundo después, se sentaron en el sofá.
"Entonces…antes de decirles lo que descubrí en esas carpetas, quiero saber algo, si es posible saberlo…" dijo Orcus, queriendo saber si había otra razón por la que Edzard y Zakir había ido allí. Él sabía que ellos habían ido por algo gracias a Thanatos, el cual lo había contactado para que pudiera hablar con ellos para sacarles algo de información sin luchar, ya que había hecho un trato con uno de ellos. Si bien en un principio, no iba a aceptar, cuando mencionó que Hades enviado a Pluto a convocarlo, las palabras de la parca más fiel de Hades hicieron que Thanatos sintiera curiosidad, algo que hizo que el también sintiera curiosidad, por lo que terminó aceptando esta propuesta. Al ver que ellos no parecían negarse, les soltó la pregunta. "¿Fueron al castillo de Hades por algo más que solo salvar a esas dos personas?"
La pregunta que la parca había hecho descolocó algo a los dos héroes, quienes habían pensado que la parca les haría otras preguntas más profundas, como el tratar de saber cuál era su identidad. Sin embargo, el hecho de que este no preguntara por quienes eran solo indicaba que no le importaba mucho que estaban haciendo, por lo que decidieron hablar con un poco más de libertad con él.
"En cierta parte solo vinimos por ellos, pero me temo que en el camino nos hemos topado con algunas cosas un tanto raras en esta región del inframundo." Respondió Zakir mientras miraba a la parca.
"Ya veo…. Supongo que Hades estará metido hasta las narices en algo. ¿puedo preguntar que descubrieron?" preguntó Thanatos, el cual había dejado de luchar con Edzard por dicha razón, la oportunidad de tener información para poder tener agarrado de las pelotas a Hades si es que este no quería que esa información se hiciera pública.
Antes de responder a la pregunta de la parca, ambos héroes se miraron un segundo y tras asentir, Edzard miró a Thanatos. "Hemos descubierto que Hades está apoyando a una de las facciones de la Khaos Brigade."
Cuando el hijo de Akatosh terminó de hablar, los cuerpos de ambas parcas demostraron lo que sus rostros cubiertos no podían mostrar, sorpresa absoluta.
"¡¿Q-q-q-qué…?! ¿E-estas seguro?" preguntó Orcus cuando este superó su estado de shock.
"Si, me temo que es cierto." Respondió Zakir, ganándose así la atención de Thanatos y de Orcus.
"I-increíble…" Dijo Orcus mientras se dejaba caer y se llevaba una mano a la máscara. "No puedo creerlo… no, si puedo creerlo. Hades odia tanto a las otras mitologías que sería capaz de algo así, pero, ahora, ¿Cuál de todas las facciones es la que tiene su apoyo?"
La pregunta de la parca era más una pregunta para sí mismo, por lo que cuando oyó la respuesta a esta, se sobresaltó un poco.
"Es la facción de los héroes." Respondió Edzard, provocando que Orcus diera un pequeño salto por la sorpresa y luego, junto con Thanatos, fijara su mirada en él.
"¿Estás seguro?" preguntó Thanatos mientras miraba a Edzard.
"Si. Creemos que ellos han entrado en contacto con él porque buscan algo."
"Y eso ¿Qué-"
La pregunta que Orcus estaba por hacer fue interrumpida cuando la puerta de la habitación fue abierta de manera abrupta.
"Padre de mierda, las otras Parcas me han dicho que has venido con Thanatos-sama y algunas personas. ¿Quiénes son…?" dijo una voz femenina, la cual pertenecía a la persona que había entrado a la habitación e interrumpido la preguntade Orcus.
Los ojos de Edzard y Zakir se dirigieron hacia la fuente de la voz, y se sorprendieron un poco al verla, pues el ser que atravesó aquellas puertas solo podía ser descrito como una niña pequeña, gracias a su apariencia. La chica estaba flotando y si se paraba al lado de Edzard, ella no sería más alta que el lugar en donde iniciaba su esternón. La chica llevaba una máscara de calavera blanca, con ojos azules y algunas decoraciones en color dorado, lo cual impedía que su rostro fuera visible, pero parte de su cabello si era visible, lo cual permitió que se vea que era de color morado oscuro, peinado en una trenza larga, la cual llevaba un lazo con una calavera morada. La vestimenta de esta chica, por su parte, consistía en su capa negra de parca y debajo de esta llevaba un vestido azul claro. Sobre su cabeza había una capucha blanca y negra que se asemeja a una gorra de bufón con una gema esmeralda en la punta. También llevaba guantes negros hasta el codo cubiertos con líneas doradas de neón con gemas en la parte posterior de las muñecas. En sus piernas se podía ver algunos tatuajes, los cuales eran de color negro, con líneas de color neón en el interior.
Tras hablar, la chica comenzó a flotar, acercándose a los héroes. Cuando estuvo cerca, comenzó a mirarlos de manera intensa, mientras daba vueltas a su alrededor.
"Ummm… no parecen interesantes." Comentó la chica mientras seguia mirando a los dos héroes.
Las palabras de la chica no inmutaron en lo absoluto a los dos héroes, los cuales solo miraron a la chica y moviendo sus hombros, miraron a Orcus.
"Esa pequeña es tu hija, ¿verdad?" preguntó Edzard, ignorando olímpicamente a la chica, algo que de seguro le causaría molestias a la chica.
"¿Tanto se nota?" preguntó Orcus mientras se rascaba la nuca.
"Bueno, ella te llamó padre de mierda." Comentó Zakir con voz sarcástica, pero no solo eso, sino que luego de decir esas palabras, miró a Edzard y sonriendo bajo su mascara, volvió a hablar, pero esta vez usaba el idioma de Tamriel. "Creo que esa chica es el reflejo de lo que se podría convertir tu hija si la sigues mimando tanto, mocoso."
"No la mimo demasiado." Respondió Edzard, con un poco de molestia en su voz.
"Le compras todo lo que pide, van a donde ella quiere ir, le perdonas todas sus bromas... ¿debo de seguir?"
"No le perdonamos todas las travesuras que hace." Respondió Edzard poniéndose algo a la defensiva. "El que hayas visto que le compremos cosas, no quiere decir que cedamos a todas sus peticiones. Aunque no lo parezca, le hemos enseñado modales y que debe de comportase bien, pero no solo eso, sino que tambien le estamos enseñando a que debe de responder por sus acciones. Si bien puede que no hayamos hechos muchos avances, ella aun es una niña muy pequeña, puede que pueda hablar como alguien de más edad, pero su razonamiento y su forma de ver el mundo aún no está muy desarrollada. Así que, Asia y yo estamos tomando un enfoque de dejar que juegue con fuego y se queme, para luego entrar y darle consejos para que aprenda de esos errores."
"Ya veo, supongo que eso podría funcionar por ahora, pero creo que esa estrategia no funcionara por mucho tiempo."
"No creo que sea así, ella nació bajo la constelación de «La Dama», y ya sabes como son las personas que nacieron bajo esa constelación."
"Ya veo, eso explica mucho." Dijo Zakir, entendiendo por que Asia y Edzard eran un poco laxos con las acciones de su hija. "Aquellos que nacen bajo esa constelación suelen ser muy tranquilos y obedientes, pero sabes que, si bien no es usual, hay algunas personas que a pesar de nacer bajo esa constelación no se comportan como uno esperaría, ¿verdad?"
"Si lo sé, pero aún no creo que sea el tiempo para ser muy estrictos con ella, queremos que viva su infancia lo más feliz que pueda."
"Lo sé, pero recuerda que ella es tu heredera, si algo pasa, ella debe estar lista para asumir la responsabilidad de gestionar ese mundo."
"Lo sé, pero no dejare que una responsabilidad tan grande caiga en ella aún." Respondió Edzard para luego percatarse de que su conversación con Zakir había llamado la atención de Thanatos, Orcus y su hija. Al ver esto, Edzard se sintió incomodo un poco, por lo que se sonrojó un poco. Afortunadamente, su mascara evitaba que se viera su rostro sonrojado.
"Lamento haber estado hablando con mi compañero…" dijo Edzard en japones, para que ellos pudieran entenderlo.
"N-no… no te preocupes…" Dijo Orcus mientras miraba a sus invitados con total asombró y sobre todo confusión. Esto se debía a que su especie, al igual que todas las especies sobrenaturales de este mundo, podían entender todos los idiomas que escuchaban, pero ahora mismo no había podido entender nada de lo que ellos dos habían estado hablando.
"¡¿Qué rayos?!" gritó con asombro la chica que habían entrado previamente. "¡¿Por qué no pude entenderlos cuando hablaron antes?!"
El grito que soltó la chica hizo que Edzard y Zakir pusieran su atención en ella. Algo que fue notado por Orcus, el cual regañó a su hija.
"Bennia, deja de hacer esas preguntas. No ves que los incomodas."
"¡¿Pero, no te parece raro no poder entender lo que dicen?"!
"Bueno, sí, pero no voy a estar preguntándoles, así como así."
Tras esas palabras, una pequeña discusión entre ellos comenzó, la cual comenzó a incomodar bastante a los presentes. Queriendo terminar con esa escena, Zakir terminó por toser falsamente, provocando que padre e hija dejasen de discutir.
"Podrían dejar de hacer eso, es vergonzoso." Regañó Zakir, provocando que tanto Orcus como Bennia bajaran la cabeza de vergüenza, pidiendo disculpas mientras lo hacían.
La reacción de las dos parcas provocó que Edzard y Thanatos los mirasen con los ojos en blanco. Aunque, Edzard sentía tambien algo de incomodidad por el hecho de que su compañero había regañado a dos personas que recién conocía. Viendo eso y decidiendo cambiar de ambiente, decidió hablar.
"Bueno… sobre la duda de la joven Bennia, no sé cómo decirlo, pero…" Dijo Edzard tratando de modificar un poco la información que quería darles, pero antes de que pudiese decir algo más, Zakir se le adelantó.
"Veras, niña." dijo Zakir, llamando la atención de Bennia y de su padre. "No entendiste ninguna palabra que dijimos cuando hablamos porque no hablamos en un idioma de este mundo. Nosotros hablamos en Tamrielico, el idioma usado por los mortales del otro mundo."
Cuando el Lilmothiit terminó de hablar, Edzard le miró con intensidad, ya que él no quería rebelar eso.
"Asi que saben hablar como esos invasores… ¿Quiénes son realmente?" preguntó Thanatos, el cual estaba que miraba de manera fija a los dos héroes, tratando de discernir si eran de esos seres llamados Daedras o no.
Al igual que su compañero, Orcus tambien los miraba con preocupación, pues pese a que su facción era conocida por su pacifismo, la información que les había llegado era que los que venían de ese mundo eran seres muy peligrosos que atacaban a todo ser vivo que veían, ya sea humano o no.
"Tranquilo, no tienes que preocuparte por nosotros. Si bien conocemos ese idioma no somos de ese mundo." Respondió Edzard, tratando de calmar a las parcas para que no los ataquen.
Orcus, Bennia y Thanatos miraron a los dos héroes con suspicacia, pues la excusa que habían recibido de Edzard no les convencía del todo. Sin embargo, antes de que digan algo más, Zakir volvió a hablar.
"Recuerdas que te dijimos que Hades estaba apoyando a la facción de los héroes, ¿verdad?" preguntó Zakir, llamando la atención de Orcus, Bennia y Thanatos.
"Si, pero... ¿Qué tiene que ver eso con ustedes aquí?"
"La razón por la que vinimos aquí fue para rastrear y saber que planeaba la facción de los héroes, quienes están aliados con uno de los dos principales lideres que estan detras de las invasiones de daedras a este mundo."
Las palabras que salieron de la boca de Zakir provocaron que las tres parcas, en especial Orcus y Thanatos, se tensaran, pues el shock que acaban de sentir era tan grande que no sabían cómo reaccionar de otra forma ante lo oído.
"Ya veo… por eso me llamaste para que me reúna contigo y ellos, ¿verdad, Thanatos?" preguntó Orcus mientras miraba a Thanatos.
"Si, por eso lo hice. No soy idiota, sé que soy fuerte, pero yo solo no puedo hacerle frente a Hades, necesito que te involucres, en especial ahora que Pluto está muerto."
La sugerencia de Thanatos hizo que Orcus se llevara ambas manos a la cabeza, ya que no entendía como el señor de esta parte del inframundo podía ser tan mezquino como para aliarse con personas que tenían conexiones con aquellos seres que invadían este mundo.
"Yo... yo..." comenzó a decir con incertidumbre Orcus, el cual antes de que diga algo más, fue interrumpida por su hija, la cual habló fuertemente.
"¡Siempre es lo mismo contigo! ¡Siempre que hay problemas en el mundo, lo único que haces es esperar y ver que pasa! ¡Nunca haces nada!"
Los gritos de Bennia provocaron que los sensibles oídos de ambos héroes comenzaran a doler, pues el tono de voz era muy alto. La chica continuó despotricando contra su padre un muy buen tiempo, pero este no le respondía. Aquella acción de la parca asombró a Edzard y a Zakir, los cuales no sabían que decir o hacer al ver esta escena. Sin embargo, para fortuna de todos ellos, cuando Bennia terminó de despotricar se fue del lugar, azotando la puerta con fuerza.
"Vaya... que linda niña tienes., Orcus." dijo Thanatos con sarcasmo.
Al oír el sarcasmo en la voz de Thanatos, Orcus soltó un suspiro y se disculpó por la forma de hablar y de comportarse de su hija.
"Bueno, dejemos eso de lado. Puedo oír tu decisión sobre lo de unirnos contra Hades más tarde, ahora quiero que me digas todo lo que has descubierto sobre esos humanos."
La mención de lo que se había visto en laboratorio secreto de Hades hizo que los cuatro presentes comenzaran a sentirse ansiosos, cada uno por sus propias razones.
Al oír la petición de Thanatos, Orcus asintió y con un círculo mágico, conjuró la carpeta de información que había obtenido del laboratorio.
"Bueno, seré directo con lo que encontré aquí. Parece que Hades ha estado experimentado mucho con algunos seres sobrenaturales hasta hace unos diecisiete años atrás, cuando eso cambio por completo."
"¿Como así?" preguntó Zakir con algo de curiosidad, pero ya entendiendo por donde iba la narrativa de Orcus.
"Hades es conocido por su odio a muchos seres sobrenaturales, entre ellos están los demonios y los ángeles caídos. Para el, esos seres son innecesarios, por lo que quiere librar al mundo de ellos, pero no solo eso, el tambien quiere eliminar a los portadores de los longinus, considerándolos bombas de tiempo." Comentó Orcus, señalando las partes más importantes de los motivos de las acciones de Hades. "Sin embargo, el bastardo es el más grande hipócrita del mundo, pues para lograr ese fin estaba investigando la forma de crear Super Demonios de manera artificial."
Las palabras de Orcus provocaron que los ojos de Edzard se abrieran mientras su mente viajaba hacia el pasado, hacia el momento en que descubrió la investigación del padre de Koneko y Kuroka. 'No me digas que... no, no tiene sentido, si mal no recuerdo fue un demonio de la facción de Old Satan los que financiaron esa investigación... sin embargo, saber que Hades quería hacer lo mismo me hace pensar que tal vez había una conexión entre ellos...'
Sin embargo, pese a que quería saber más sobre eso, Edzard no pudo hacerlo, pues lo siguiente que dijo Orcus le hizo volver a la realidad.
"Sin embargo, dejó esas investigaciones hace diecisiete años cuando, según este archivo, encontró al llamado sujeto Cero. El cual según la información es un humano sin ningún tipo de rastro demoniaco o angelical, el cual es mucho más fuerte que los humanos normales. Según esta información, estaba viviendo en Japón hasta que fue descubierto por los agentes que Hades suele enviar al territorio humano para mantener un ojo en lo que hacen las otras mitologías y seres sobrenaturales." dijo Orcus, pasando una página y mostrando una foto que mostraba al padre de Asia, el cual estaba vistiendo ropa de civil. "Según la información recabada, estaba casado con una humana, la cual según lo poco que se pudo recabar tenía conexiones con un demonio, cuya identidad no ha sido posible de revelar. Tras una fuerte operación de captura que terminó en Italia, se logró dar con ellos, pero en ese momento se perdió al que sería llamado sujeto uno, el cual era el vástago de este hombre con su esposa. Luego de su captura, se comenzó a examinar a ambos, descubriendo que la mujer era una humana normal, pero el hombre era algo nunca visto, pues tenía una fuerza muscular extraordinaria, con mayor densidad y resistencia. Los sensores de recepción de dolor completamente diferente de los humanos normales, siendo capaces de tolerar mejor el dolor. Su cuerpo tiene una taza de recuperación asombrosa, lo que le permite recuperarse mucho más rápido. Finalmente, Hades experimentó en sus sentidos y según lo que escribió, parece que estos son más sensibles que los de los humanos normales."
Cuando terminó de decir aquello, Orcus miró a los dos héroes y vio que estos lo miraban de manera fija. Sin embargo, el no pudo decir nada, pues Thanatos se le adelantó.
"Ya veo... escribió sobre otras cosas más aparte de eso?"
"Bueno si... pero, es algo turbio…"
"¿Como así?" preguntó Edzard, el cual sintió que sus alarmas mentales se encendían, presagiándole que no le gustaría para nada lo que escucharía.
"Al momento de descubrir esto, rápidamente cambió sus planes y dejó de lado parcialmente la creación de super demonios. Y comenzó a tratar de crear híbridos usando el ADN del hombre." respondió Orcus, para luego sentir como el ambiente se enfriaba ligeramente. Desviando la mirada, se dio cuenta de que este clima era provocado por los dos enmascarados frente a él, los cuales estaban que emitían una sutil aura de asesinato tan controlada que aquello era más aterrador que un aura de asesinato descontrolada. Ver aquello hizo que el sudor se formara en su frente mientras varios escalofríos recorrían su cuerpo.
"Por favor, continua..." susurró Zakir con voz fría, para darle paso a Edzard, el cual tambien habló con ese mismo tipo de voz. "Dinos qué clase de híbridos intentó crear."
"B-b-bueno... el extrajo ADN e intentó crear híbridos con otras razas, implantándolos con ADN de demonios, ángeles y ángeles caídos. Sin embargo, eso no funciono, el ADN del sujeto cero rechazaba los otros códigos genéticos. Luego de ello, decidió hacer otra cosa... e-el... (glup) el comenzó a sacar óvulos de la mujer para tratar de crear hibrido-"
Al momento en que Orcus dijo aquello, la gravedad del lugar se incrementó y ambas parcas sintieron que frente a ellos estaban seres de mayor poder que ellos.
"Ese maldito saco de huesos…" gruñó Edzard mientras apretaba el reposabrazos del sillón, destrozándolo en cientos de astillas.
"Cuando lo vea, le arrancare la cabeza y destruiré su chispa divina de la manera más dolorosa posible..." fue el gruñido que soltó Zakir, el cual estaba pensando en que buen veneno usar para torturar a Hades antes de matarlo.
La forma en como ellos se expresaban hizo ver a Thanatos y Orcus que ellos dos conocían a esas personas o al menos a una. Si bien saber eso era importante, la furia que se veía que poseían era algo que podría volverse una bomba de tiempo. Por lo que, cruzando miradas, estuvieron a punto de prepararse para luchar, en caso de que sea necesario. Sin embargo, antes de que alguien moviese un dedo, la puerta volvió a abrirse, llamando la atención de todos.
La vista de todos los presentes se dirigió hacia la puerta, donde pudieron ver que había sido una parca la que había abierto la puerta. Al momento en que lo vieron, todo el ambiente se calmó, pues Edzard y Zakir se dieron cuenta de que era una de las parcas que se había llevado a los padres de Asia.
"Lord Orcus." Dijo la parca, la cual ignoraba olímpicamente lo que había estado pasando previamente, pues había estado pendiente de su portapapeles donde tenía los resultados de los exámenes realizados a los dos humanos.
"Si, ¿Qué sucede?" preguntó Orcus mientras se levantaba del sofá.
"Hemos terminado con los análisis de los dos humanos que han sido traídos aquí." Respondió la parca, llamando la atención de Edzard y Zakir, los cuales tambien se levantaron al oír aquello.
"Y bien, ¿Cómo están?"
"Afortunadamente no tienen afecciones graves, pero me temo que tendremos que hacer una limpieza completa de sus cuerpos, ya que han estado tanto tiempo respirando ese líquido que este se ha impregnado por completo en sus pulmones."
"Ya veo…. Eso preocupante." Señaló Orcus con voz suave.
"¿Es eso grave?" preguntó con preocupación Edzard tras oír las palabras de Orcus.
"Eso depende, no suele ser mortal, pero si problemático. Debido a que han estado tanto tiempo en esas capsulas, su sistema respiratorio esta corroído y se ha adaptado a tales condiciones. Eso les complicaría mucho volver a respirar con normalidad si antes no se les hace un tratamiento."
"¿Qué tipo de tratamiento?" preguntó Zakir, el cual aún no conocía del todo lo que la medicina podía lograr en este mundo.
"Habrá que desintoxicar sus pulmones y sacar todo el líquido restante que queda para evitar que su capacidad pulmonar se vea reducida."
"¿Y ese proceso es seguro? Y ¿cuánto tiempo durara?"
"Si es seguro. Además, por la cantidad de corrupción encontrada, y los exámenes extras que se tendrían que hacer, eso demoraría un aproximado de una hora más." Respondió la parca mientras miraba los resultados.
Las palabras de la parca eran preocupantes y dejaron a Edzard y a Zakir preocupados, ya que no sabían que hacer. Sus esperanzas eran que no tuviesen que hacerles mucho a los padres de Asia, pero parecía que la suerte no estaba de su lado en este momento.
"Por recomendación, les diría que acepten el tratamiento." Dijo Orcus, llamando la atención de los dos héroes. "No sé cómo será la tecnología a la que tienen acceso ustedes, pero este tipo de operaciones son muy delicadas y un mal procedimiento puede terminar por matar al paciente o dejarlo convaleciente. Si lo que les preocupa es el precio por esto, la información que compartieron conmigo no hace mucho es más que suficiente para pagar por esto."
Tanto Edzard como Zakir se miraron tras oír esas palabras, ya que entendieron que tenían que tomar una decisión en ese momento. Sintiendo que estaban bajo mucha presión, se miraron y asintieron.
"Por favor, trátenlos lo mejor que pueda."
"No os preocupéis, ellos están en buenas manos." dijo Orcus antes de mirar a su subordinado y darle la orden de que vaya a tratar a los dos humanos que habían traído con ellos.
La parca asintió y sin perder tiempo se fue del lugar, volviendo a dejar solos a los que anteriormente habían estado allí dentro.
"Parece que tenemos una hora hasta que terminen de realizarse la limpieza de aquellos humanos." Dijo Orcus mientras se sentaba. "Dejando de lado la información sobre la facción de los héroes, quisiera saber quiénes son esas dos personas y que relación tienen con ustedes. ¿Creen poder decirme eso?"
"Las personas que estas atendiendo son los parientes de un conocido." Respondió Zakir, hablando con la verdad, pero no revelando todo, ya que sabía que Edzard deseaba que su identidad se mantenga oculta. Esto debido a que, si se sabía que había estado allí, eso causaría problemas con los dioses del panteón griego.
"Ya veo… ¿y esa persona es quien los envió?" pregunto la Thanatos, el cual quería confirmar sus sospechas previas.
"No, él no sabe que estamos aquí. De hecho, él no sabía que ellos estaban vivos." Dijo Zakir, respondiéndole a la parca.
"Vaya eso suena muy conveniente, para él. Supongo que el hombre que se está curando es un habitante del mundo del que provienen los Daedras, ¿verdad?" preguntó Orcus.
La pregunta de Orcus provocó que Edzard y Zakir se miraran, pues se dieron cuenta de que tendrían que contar algo de "el", por lo que, asintiendo entre sí, el hijo de Akatosh respondió.
"Asi es, él es un humano de ese mundo."
"Ya veo... eso explica porque Hades no quería que llegaran haya abajo." Comentó Thanatos, para luego ver que todos lo miraban, esperando que dijera a que se refería. Al percatarse de ello, respondió tras soltar un suspiro. "Puede que no lo sepan, pero los Dioses Griegos están en conversaciones con las tres facciones para unirse al tan mencionado "pacto de Kuoh", esto para tener aliados y más información sobre los daedras, pues ha habido algunos ataques de parte de esos seres a territorio griego no hace mucho."
La mención de ataques a la facción griega hizo que Edzard soltara un suspiro interno, pues sabía que los daedras podrían atacar facciones fuera de las que pertenecían al pacto. Algo a lo que ellos no podían reaccionar, pues no tenían permiso para operar en esas zonas.
"Supongo que gracias a que conocen el idioma de ese mundo, ustedes están en contacto con seres de ese mundo que no son daedras, ¿verdad?" preguntó Thanatos, mientras miraba a los dos héroes con intensidad.
Al ver como los miraba Thanatos, tanto Zakir como Edzard supieron lo que este les preguntaría a continuación, por lo que no demoraron en asentir, ya que no perdían nada en contar información que fuese de conocimiento general en Tamriel.
Al ver el asentimiento de parte de los dos héroes, Thanatos sonrió bajo su mascara para luego juntar ambas manos sobre su pecho y enfatizando sus palabras, habló. "Eso es bueno. Como tenemos una hora hasta que sus amigos estén curados, espero que puedan compartir lo que sepan sobre los daedras con nosotros."
Tanto Edzard como Zakir sintieron ganas de golpear a la parca al oír su tono de voz, pero al final no lo hicieron y terminaron asintiendo, pues no tenían otra cosa que hacer hasta que los padres de Asia fueran curados.
"Vale, pero espero que no hagan muchas preguntas." dijo Zakir con un poco de irritación en su voz.
El ORC y Kunou miraron con completo asombró la estructura que estaba frente a ellos.
"Esa cosa apareció de la nada, ¿verdad? ¿O estoy alucinando cosas?" preguntó Issei, el cual miraba con asombró la estructura que se alzaba ante sus ojos.
"Si, Ise." Respondió Rias, la cual miraba el edificio que acaba de surgir de la nada.
El ORC se encontraba en una de las montañas de los Alpes italianos. Habían llegado allí hace un par de minutos, luego de transportarse desde Kuoh. Ellos habían llegado a las montañas nevadas y sin saber dónde estaban o donde estaba la base enemiga, habían comenzado a buscar por la zona. Sin embargo, tras quince minutos de búsqueda no habían hallado nada, pero parecía que la suerte les sonreía en este momento, ya que para su total sorpresa cuando dejaron de buscar, todo el lugar comenzó a temblar y ante sus ojos la nieve de las montañas comenzó a moverse, dando pasó a que una enorme estructura de varios pisos se manifestara.
"Ese lugar es enorme." Señaló Kiba, el cual miraba por todo el lugar.
"Si, es tan grande que no entiendo cómo es posible que haya podido ser construido en este terreno." Comentó Akeno, la cual no tenía su sonrisa habitual, sino que su rostro estaba completamente serio.
"Por mucho que podamos hablar de este lugar, tenemos que movernos, ya que es posible que esta fortaleza haya sido forzada a mostrarse así gracias a Asia-san y al resto de su grupo." Dijo Ravel, la cual estaba que miraba el lugar de manera analítica.
"El pollo frito tiene razón." Dijo Koneko con voz plana mientras miraba la fortaleza.
Las palabras de Koneko provocaron que Ravel se enojara, pero sabiendo que no había tiempo para niñadas como pelear por un insulto, ella decidió morderse la lengua y solo seguir mirando al frente.
"Koneko y Ravel tienen razón. Cada segundo que se pierde puede ser crucial, por lo que tendremos que ingresar de inmediato." Dijo Rias mientras se llevaba una mano al mentón. "Por mucho que quiera que nos separemos, no sabemos que hay allí dentro. Por lo que sabemos, tienen que haber enemigos fuertes allí dentro, ya que de otra manera no se habría enviado equipos de elite para atacarlos. Asi que, nos mantendremos juntos. Todos se cubrirán las espaldas, pero no solo eso. Kunou-chan, quedas bajo la custodia de Koneko, Ravell y Gasper. Ellos estarán contigo en todo momento, ¿entiendes?"
"Si, señora" respondió Kunou haciendo un saludo militar.
"Bien, entonces no hay tiempo que perder. ¡Vamos!"
Tras el gritó de Rias, esta y el resto de los miembros del ORC desplegaron sus alas y sin perder tiempo comenzaron a volar hacia una de las tantas grietas que la estructura presentaba. Al ser la única que no tenía alas, Kunou fue llevada en brazos por Koneko, la cual era lo suficientemente fuerte como para llevarla sin problemas. Ya con eso solucionado, todo el grupo voló rápidamente, hasta que finalmente entraron a la fortaleza.
Cuando estuvieron dentro, rápidamente descendieron al suelo y comenzando a correr, comenzaron a moverse por los pasillos de la estructura.
"¿A dónde deberíamos irnos?" preguntó Issei, el cual no sabía hacia donde ir.
La respuesta de a donde ir llegó de dos personas.
"¡Abajo!" gritaron de manera simultánea Koneko y Kunou, las cuales se miraron y sonrieron, pues se dieron cuenta de que ambos olieron a las personas que buscaban, siendo Marie para Kunou y los padres de Issei para Koneko.
"¿Están seguras?" preguntó Xenovia.
"Si, el aroma de Marie está en la parte inferior, a unos pisos hacia abajo." Respondió Kunou.
"Ella tiene razón, el aroma de los padres de Issei-sempai también indica que están algunos pisos abajo." Respondió Koneko.
"Ya veo, supongo que los tendrán juntos." Dijo Irina mientras miraba a todos. "Hay que apurarnos para llegar más rápido."
Las palabras del ángel reencarnado fueron respondidas por un asentimiento de todos los otros presentes, los cuales comenzaron a correr rápidamente. Usando su velocidad sobrenatural, ellos comenzaron a moverse por los pasillos, pasando por salas llenas de escombros donde había varios cuerpos aplastados.
Pese a que la vista que veían en cada uno de los cuartos o los pasillos era perturbadora, ninguno de ellos se detuvo, ya que solo tenían un objetivo y ese era encontrar a las personas por las que habían venido. Desafortunadamente, no todas las salas habían colapsado por el movimiento de la estructura, por lo que, tras doblar por una esquina, se encontraron con un grupo de exorcistas.
Al momento en que ambos grupos se vieron, los exorcistas desenfundaron sus armas de luz y sus pistolas.
"¡Intrusos!" gritó uno de los exorcistas, para luego comenzar a dispararles a los miembros del ORC.
La acción de este exorcista fue replicada por sus compañeros, los cuales tambien comenzaron a disparar a diestra y siniestra, enviando varias balas contra los demonios y los otros. Sin embargo, para total sorpresa de los exorcistas, estas balas fueron cortadas y desviadas por Kiba, Xenovia e Irina, las cuales dieron un paso al frente y sin perder tiempo, comenzaron a defender a sus amigos.
"¡Buchou, nosotros nos encargamos de la defensa!" gritó Kiba mientras cortaba una bala, la cual iba dirigida hacia Kunou.
Las palabras de Kiba fueron respondidas por un asentimiento por parte de Rias, la cual, tras esa acción, miró a Akeno y ambas asintieron. Tras aquella acción, ambas extendieron sus manos y sin esperar un solo segundo, lanzaron sus respectivos ataques.
Los exorcistas que habían comenzado a atacarlos fueron exterminados gracias al poder de la destrucción de Rias y al rayo sagrado de Akeno, los cuales eliminaron a una docena de exorcistas con facilidad. Sin embargo, pese a eso, la cantidad de exorcista que había en la sala aún era numerosa, por lo que todos, hasta Kunou decidieron ir al ataque.
"¡Draig!" gritó Issei mientras cargaba contra un exorcista.
[Welsh Dragon Balance Breaker]
El cuerpo de Issei fue cubierto por su scale mail, tras lo cual el gritó. "¡Promoción Caballero!"
Tras aquel grito, la armadura de Issei cambio de forma, lo que hizo que este se moviera más rápido. El actual Sekiryuutei usó esta velocidad para atacar de manera rápida a los exorcistas, dándoles golpes certeros que eliminaban a todos los que tenían la mala fortuna de toparse con él.
Al lado de Issei, luchando contra los exorcistas entraron tambien Ravel y Koneko, las cuales hicieron una combinación rápida. Ravel lanzaba bolas de fuego, las cuales mataban a algunos exorcistas, mientas que creaba algunas explosiones de fuego, las cuales eran usadas por Koneko para atacar a todo exorcista que veía. Los puños de la pequeña torre estaban recubiertos de senjutsu, mientras ella usada su modo nekomata de dos colas, por lo que todo humano que recibía los golpes recibía tal daño interno que moría en el acto. Por su parte, Gasper usaba su sacred gear para detener a todo exorcista que veía, algo que era aprovechado por Kunou, la cual lanzaba bolas de Fox fire a cada enemigo que el Dhampir dejaba paralizado.
"¡Es el Sekiryuutei!" grito un exorcista, el cual estaba disparando contra Kiba. "¡¿Qué está haciendo acá-?!"
Las palabras que aquel exorcista intentó decir después murieron en su boca cuando el mismísimo Issei apareció frente a él y lanzado un gancho, lo hizo salir disparado contra el techo, rompiéndole el cráneo y causándole una muerte instantánea.
Al ver la masacre que estaba pasando frente a ellos, los exorcistas comenzaron a huir, pues vieron que estaban siendo superados. Sin embargo, para su mala suerte, el único hijo de la familia Hyoudou no les daría la opción de irse de allí, pues ni bien vio que intentaban huir, gritó. "¡Promoción! ¡Obispo!"
Tras aquel grito, la armadura de Issei volvió a cambiar, solo que está vez, ya no era una armadura destinada para el ataque físico, sino que era una armadura para el ataque mágico. Extendiendo sus manos, el Sekiryuutei creó dos cañones, de los cuales surgieron dos rayos de poder demoniaco, los cuales terminaron arrasando a todos los exorcistas que intentaban huir del lugar.
La acción de Issei sorprendió a todos, ya que era la primera vez que lo veían actuar de esa manera, pero también entendieron por qué lo hacía. El joven estaba enojado, no, estaba que estallaba de ira por lo que les habían hechos a sus padres, por lo que estaba enfocando esa ira en los exorcistas. Si bien era algo bueno en cierto sentido, ya que les permitía eliminarlos más rápidamente, no era bueno para su salud mental.
"Ise, ¿estas bien?" preguntó Rias acercándose al joven.
"Si, Buchou." Fue la única respuesta que Issei dijo antes de girarse y mirar a Koneko. "¿Por dónde?"
La joven nekomata sintió un escalofrío, pues la voz de Issei era fría como el hielo, algo que ninguno de ellos había escuchado antes. Sin embargo, pese a lo que estaba sintiendo en este momento, Koneko movió su mano y señaló hacia una de las entradas que había por allí cerca.
"¿Por allí?"
"S-sí."
"Bien, vamos."
Tras aquellas palabras de Issei, el ORC y Kunou lo siguieron, pues el Sekiryuutei comenzó a correr hacia la dirección indicada por Koneko. Mientras el corría, no se daba cuenta de que sus amigos lo miraba con preocupación.
"¿Están todas bien?" preguntó Asia mirando a su alrededor.
"S-si…" respondió Lint, la cual miraba hacia arriba con asombro por lo que veía.
Y es que frente a la joven se podía ver cientos de escombros, los cuales eran partes de la fortaleza enemiga, la cual comenzó a temblar, para luego comenzar a destrozarse y caer por sobre ellas. Por afortuna, Asia, Rossweisse, Ingvild y Aika se dieron cuenta del peligro en que estaban y en menos de un segundo crearon cientos de picos de hielo, los cuales se juntaron para hacer un enorme domo, el cual detuvo todos los escombros que amenazaban con aplastarlas.
"¿Qué habrá sucedido para que eso suceda?" preguntó Ingvild mientras miraba al cielo y miraba los escombros.
"Parece que han hecho que la fortaleza se derrumbe." Respondió Rossweisse mientras miraba el techo de hielo que las había protegido.
"Asi que… Estamos encerradas bajo una enorme cantidad de escombros, ¿verdad?" preguntó Aika, la cual no sabía que hacer, ya que era más que probable que tuviesen varias toneladas de piedra, tierra y nieve sobre ellas.
"Si, pero debemos de hallar una forma de salir de aquí." Dijo Mittelt mientras miraba a sus amigas. "¿Alguien tiene una idea de qué hacer?"
Lamentablemente, la pregunta del ángel caído fue respondida con un sepulcral silencio. Esto se debía a que nadie sabía que hacer, incluida Asia.
La joven maga no sabía que hacer, pues no podía usar un círculo mágico para teletransportarse, y eso lo sabía porque había intentado usar uno para salir de allí, pero había algo que le impedía usarlo correctamente. Además, incluso si pudieran usar un círculo para teletransportarse, esta zona estaba protegida por una poderosa barrera que impedía que se pudiese teletransportarse a su interior, siendo esa la principal razón por la que habían lanzado este ataque en un principio.
'¿Qué debo hacer? ¿Usar mi Shadowkey para irnos de aquí y volver a teletransportarnos a los alrededores? No, eso sería contraproducente. Ellos ya saben que estamos aquí, por lo que es posible que hagan esto para detenernos. De seguro lo que queda de la fortaleza está en alerta máxima. Hacer eso sería exponernos…. Pero si no hago nada, Marie seguirá estando en peligro… ¡Marie! ¿Estará bien?! ¡¿La tendrán en algún lugar apartado de todo esto?! ¡¿O ha sido aplastada por estos escombros?!' tras terminar aquellos pensamientos, la mente de Asia comenzó a imaginarse muchos escenarios donde veía la muerte de su pequeña hija. Eso hizo que cayera de rodillas y comenzara a hiperventilar, llamando la atención de sus amigas.
"¡Asia!" gritaron las chicas al verla en ese estado.
Sin perder ningún segundo, ellas se acercaron a la esposa de Edzard y trataron de hacerla despertar, pues al acercarse se dieron cuenta de que estaba en una especie de trance donde solo repetía con los labios el nombre de su hija.
"Tenemos que hacer algo! ¡Si ella sigue en este estado, es posible que se desmaye!" gritó Mittelt mientras se acercaba a su amiga. Moviendo las mangas de su vestido, le lanzó aire a la cara, para evitar que se desmaye.
Mientras el ángel caído hacia eso, el resto de las chicas trataban de hacer que ella despertara, pero para su mala suerte, la hija de Marcoryan no respondía, y seguia en su trance.
"¡Maldición, no responde!" gritó Aika, quien también comenzaba a ponerse ansiosa al ver a su amiga en ese estado.
¡Paf! ¡Paf!
El sonido de dos cachetadas se hizo presente cuando ante la mirada de todos, Valerie e Ingvild le lazaron una cachetada simultáneamente a Asia.
La acción de ambas chicas dejó heladas al resto del grupo, las cuales no sabían qué hacer.
"¡¿Q-q-qué se supone que hacen?!" gritó Lint mientras veía como ambas mejillas de Asia estaban rojas por el golpe que habían recibido.
"La palomita tiene razón, ¿Qué rayos hacen?" preguntó Mittelt acercándose a ambas mujeres.
"Tratamos de despertarla." Respondieron ambas al unísono.
"¿Qué?" preguntó Aika con sorpresa, ya que no esperaba esa respuesta.
"Lo que oíste, Aika." Dijo Ingvild mientras no dejaba de mirar a Asia. "Una vez mi madre entró en un estado similar y su hermana le dio una cachetada, la cual hizo que ella pudiese reaccionar."
"Eso puede ser cierto, pero-"
"No, está bien. Lo necesitaba." Las palabras de Asia interrumpieron a Lint, provocando que todas miraran a la esposa de su amante/interés amoroso.
"¡Asia!" gritó de felicidad Aika al ver a su amiga despierta y ya no susurrando el nombre de su hija. "¿Cómo te sientes?"
"Adolorida. Ellas tienen una mano pesada." Dijo en broma Asia mientras se levantaba y se acercaba a las chicas, en especial a quienes la habían ayudado hace unos segundos. "Gracias chicas, si no hubieran hecho eso, de seguro podría haberme desmayado."
"Tranquila, ¿Para qué estamos las amigas?" Respondió Ingvild con una sonrisa.
"Si, solo no vuelvas a caer en ese estado. No queremos que Marie-chan te vea así." Dijo Valerie con una sonrisa en el rostro.
"Tienes razón. No sería un buen ejemplo para Marie, si ella me hubiese visto desmayada." Comentó Asia, mientas volvía a mirar la gran cantidad de escombros que la separan de la fortaleza donde ella sentía que su pequeña hija estaba encerrada. "Aún no sabemos cómo salir de aquí, ¿verdad?"
"No. Intente usar un círculo mágico para teletransportarnos, pero no he podido." Respondió Rossweisse, la cual tenía una mirada abatida, ya que no sabía qué hacer para salir de allí.
Las palabras de la valquiria fueron seguidas por un silencio muy preocupante, el cual por fortuna fue roto por Valerie.
"Chicas… ¿Creen que si uso mi «meteorito de Oscuridad» podríamos salir de aquí?"
La pregunta de Valerie confundió a las chicas, por lo que la joven Dhampir tuvo que explicarles más detalladamente la idea que se le había ocurrido para salir de allí.
"Como saben, mi hechizo me permite cargar hacia un objetivo a gran velocidad, destrozando todo lo que haya en frente hasta que el hechizo se libere. Asi que, si lo usó podría destrozar todo lo que está fuera de aquí, mientras que nos eleva hacia la superficie."
Las palabras de la Dhampir dejaron a todas como piedra, ya que eran verdad. El hechizo de Valerie había evolucionado bastante desde la reunión de las tres facciones, y había sido mejorado hasta el punto de que era literalmente imparable, si se usaba la fuerza bruta para tratar de pararlo, ya que había algunos hechizos que podían hacerlo como el de disipar magia o los thu'um de Edzard.
"Es cierto…. Ese hechizo debería de poder romper todo lo que hay hasta la superficie." Dijo Asia con una sonrisa, pues habían encontrado una manera de salir de allí para poder seguir buscando a Marie.
Asi que, mirando a todas, Asia le asintió a Valerie, la cual entendió lo que debía de hacer. Por lo que, sin perder ni un solo segundo, la Dhampir caminó hasta estar en el medio de todas las chicas.
"Pongan sus manos en mis hombros y sosténganse fuerte." Dijo Valerie mientras miraba al techo y comenzaba a tomar un poco de aire. Sin embargo, antes de que haga algo más, vio por el rabillo de su ojo derecho una luz verde. Mirando hacia ese lugar, ella vio que Asia había activado su balance breaker.
"Si bien es posible que no nos hagamos daño, nunca está de más ser precavidos." Dijo Asia mientras colocaba su mano en el hombro de Valerie. Cuando sus dedos tocaron el cuerpo de la Dhampir, este se cubrió por el aura de protección que daba el sacred gear de Asia.
"Bien." Dijo Valerie mientras veía a sus amigas listas. "Espero que no vomiten."
Tras las palabras de la joven Dhampir, un círculo mágico apareció a los pies de todas. Cientos de zarcillos de oscuridad comenzaron a surgir de este círculo, creando lentamente una cúpula de poder oscuro alrededor de las chicas. Cuando la cúpula comenzó a solidificarse, llamas negras comenzaron a hacerse presente. Al momento en que estas llamas cubrieron el domo de oscuridad, Valerie liberó el hechizo.
¡BOOOMMMM! ¡CRACK! ¡BOOOMMMM! ¡CRACK! ¡BOOOMMMM! ¡CRACK! ¡BOOOMMMM! ¡CRACK! ¡BOOOMMMM! ¡CRACK! ¡BOOOMMMM! ¡CRACK!
El domo de magia de oscuridad salió disparado como un proyectil a altas velocidades, impactando primero en el domo de hielo creado por las chicas para contener los escombros que les caían encima. El domo de oscuridad logró quebrar el hielo, procediendo a impactar contra la estructura de piedra que había por encima. Sin bien en un inicio parecía que no lo atravesaría, el hechizo siguió su rumbo, destrozando la piedra como un taladro, perforándolo. La tierra y la nieve, las cuales estaban amontonadas, poco pudieron hacer contra el hechizo de Valerie, el cual siguió atravesando capa tras capa de escombro que se encontraba. Unos segundos después de que ella iniciar el hechizo, este salió a la superficie y al hacerlo, levantó una gran cantidad de escombros, los cuales salieron disparados por los alrededores, matando a varios exorcistas que por allí estaban.
"¡¿Qué es eso?!" gritó uno de los exorcistas al ver como el meteorito de oscuridad surgía del suelo, provocando la muerte de más de una docena de sus compañeros.
Tras el gritó de aquel exorcista, el domo de energía oscura se deshizo, permitiendo que las chicas estuvieran libres.
Los ojos de los exorcistas se abrieron de horror al ver como aquellas personas que creían muertas y aplastadas por el derrumbe de la fortaleza seguían con vida. Lamentablemente, no pudieron gritar, ya que Asia y el resto atacaron de manera inmediata. Los ataques llegaron en forma de bombardeos masivos de hechizos elementales por parte de las magas junto con lanzas y balas de luz lanzadas por los dos ángeles, logrando masacrar de esta manera a todos los exorcistas que allí estaban.
"Parece que todos están muertos." Dijo Rossweisse con un poco de lastima al ver la absurda cantidad de exorcistas muertos que estaban regados por el lugar.
"Si." Comentó Aika mientras caminaba por entre los cadáveres. Tras caminar un poco, la aprendiz de Lavinia miró hacia el techo y vio que por encima de ellos había una especie puente de piedra natural, el cual era muy visible gracias a la enorme grieta que había en la superficie, por la cual ingresaba una gran cantidad de luz. "Parece que el terremoto de antes se produjo cuando la segunda fortaleza salió a la superficie."
"Si, eso puedo verlo." Comentó Lint mientras se acercaba a la maga. "Parece que estos pobres hombres fueron dejados aquí a morir y que es en esa fortaleza donde están los lideres y de seguro tambien las celdas y los prisioneros importantes."
"Típico de cobardes sin escrúpulos." Señaló Asia, mientras la ira volvía a ser palpable en su ser. "Espero que cuando mueran sus almas no encuentren el perdón y sufran por toda la eternidad."
Las palabras y la forma de hablar de Asia provocaron que sus compañeras se preocuparan por ella, pues no la habían visto nunca así de enojada. Sin embargo, antes de que ella pudiese decir algo más, varias siluetas comenzaron a caer desde el cielo.
"¿Qué es eso?" preguntó Mittelt mientras miraba al cielo.
"No lo sé, pero parece que son humanos." Respondió Ingvild mientras miraba al cielo.
Las siluetas comenzaron a acercarse a gran velocidad, permitiendo que todos vieran que eran unas quince personas. Cuando estas siluetas llegaron al suelo, aterrizaron grácilmente, permitiendo que los presentes pudieran verlos.
Los ojos de todas las chicas estaban abiertos como platos ante lo que veían sus ojos, ya que allí, frente a ellas había un grupo de jóvenes de entre quince a dieciocho años. Los seres que habían llegado tenían la apariencia de jóvenes humanos normales, salvo por cuatro grandes rasgos. El primero de ellos fue que todos tenían ojos rojos como la sangre con escleróticas negras. El segundo, su piel era pálida, casi como la de los nórdicos de Skyrim. Tercero, sus orejas eran ligeramente puntiagudas, no como los elfos o como los que poseían algunos seres sobrenaturales de este mundo, no, eran algo similares a los oídos de los bretones de la segunda era. Finalmente, la mayor diferencia de todas era el aura que emitían, pues no era para completamente humana.
"El aura de estos sujetos se parece a…" comenzó a hablar Aika, deteniéndose cada vez que comenzaba a entender o a comprender el tipo de aura que ellos poseían. Tras ver eso, ella lentamente giró la cabeza hacia donde estaba Asia. "Su aura es algo parecida a la tuya, Asia."
Las palabras de la aprendiz de Lavinia dejaron en shock a todos, en especial a Asia, la cual veía con total asombró a los jóvenes frente a ellas. Ella podía sentirlo, tal y como Aika mencionaba, ellos tenían un aura similar a la suya, salvo por una excepción, la cual era que sus auras eran más caóticas.
"¿Qué son?" preguntó Rossweisse mientras miraba fijamente a esos jóvenes.
"No lo sé, pero sea lo que sean, no son como los exorcistas que hemos venido eliminando." Respondió Asia mientras no apartaba su mirada de ellos.
"¿Qué debemos de hacer?" preguntó Mittelt.
"No hay otra opción. Por mucho que quisiera saber que son, no tenemos tiempo para perderlo con ellos. Sin embargo, hay algo que me dice que debemos de luchar con todo para acabar con esto rápido, por lo que les recomiendo que luchen con toda la fuerza que tengan." dijo Asia apretaba el agarre en «Anseichim», preparándose para la lucha.
El resto de las chicas miraron Asia y se prepararon para la lucha a su manera. Lint solo apretó el agarre en su espada, mientras que Aika convocó su lanza-bastón, al igual que Mittelt lo hacía con su espada. Valerie conjuró su anillo, mientras que Rossweisse e Ingvild invocaban unos anillos que potenciarían sus poderes mágicos por una hora.
"Bien, chicas. Terminemos con esto." dijo Asia mientras tomba un poco de aire, usando ese momento para tranquilizar su pulso. Cuando al fin su cuerpo se sintió preparado para el combate, ella gritó. "¡Ataquen!"
Al momento en que Asia gritaba, ella movió su mano y moviendo su espada de forma diagonal, hizo que una enorme media luna de color dorado surgiera de la hoja. La medialuna era un ataque concentrado de Magicka, la cual avanzó con gran velocidad hacia sus enemigos. Sin embargo, para sorpresa de todos, los jóvenes frente a ellas esquivaron el ataque rápidamente. Aunque no solo esquivaron los ataques saltando a un lado, sino que saltaron y ni bien pusieron un pie en el suelo, cargaron contra Asia y compañía. Mientras corrían hacia el grupo de Edzard, ellos hicieron algo que volvió a dejar a todos de piedra… conjuraron armas vinculadas.
Los ojos de Asia y compañía se abrieron como platos al ver algo como eso, ya que se suponía que en este lugar solo debía de haber exorcistas. Sin embargo, parecía que la información era falsa, ya que estaban viendo humanos usar magia de Nirm, algo que no debería de ser posible.
El shock en el que estaban todas al ver aquello provoco que ninguna supiera cómo reaccionar ante el ataque. Sin embargo, para fortuna de todas, el entrenamiento que cada una había recibido, sumado a sus instintos básicos de supervivencia les permitió reaccionar a tiempo para evitar que el ataque les impactase.
Cada una de las chicas saltó hacia atrás cuando sus enemigos llegaron a estar muy cerca de ellas, logrando de esa manera obtener algo de distancia mientras esquivaban los ataques.
"¡¿Qué mierda?! ¡¿No se supone que los humanos de la Tierra no pueden usar Magicka?!" gritó Mittelt mientras tomaba su espada y la usaba para desviar el ataque de uno de los jóvenes, el cual se había lanzado contra ella para atacarle. Cuando su espada desvío el ataque, el pequeño ángel caído se vio forzada a agacharse tambien, pues otro de los jóvenes había intentado tomarla por sorpresa con un ataque furtivo.
"¡Asi es!" gritó Asia en respuesta mientras usaba su espada para enfrentarse a tres enemigos, desviando sus ataques. Tras ello, ella movió su mano libre y lanzó una bola de fuego hacia sus enemigos, los cuales la esquivaron saltando hacia los lados. "No tiene sentido. No tenemos registros de humanos con este tipo de poder, incluso aquellos como Aika que han recibido la sangre de Ed no pueden usar Magicka de manera normal, sus reservas son efímeras y conjurar armas vinculadas requiere más Magicka de la que ganarían con el poder recibido de Ed."
"¡Entonces, puede que hayan sido creados de otra manera!" gritó Rossweisse mientras esquivaba los ataques de los cuatro jóvenes que iban a por ella. Sin pensarlo dos veces, ella levantó vuelo y cuando estuvo a varios metros del aire, conjuró varios círculos mágicos, de los cuales lanzó varios hechizos de viento. Las ráfagas que surgieron de los círculos golpearon a los jóvenes, provocando que estos salieron volando y terminaran impactando en las paredes y escombros que rodeaban el campo de batalla. Sin embargo, pese a que el golpe que recibieron fue fuerte, ellos volvieron a levantarse como si nada.
"Parece que son más resistentes de lo que pensamos." Comentó Lint mientras saltaba hacia atrás, esquivado los ataques de tres jóvenes. Cuando estuvo en el aire, giró y apuntando con su pistola, dio tres tiros, los cuales impactaron en los cuerpos de sus enemigos. Sin embargo, para la sorpresa de la joven, un remolino apareció y absorbió parte de las balas, permitiendo que el ataque que golpeara a los jóvenes fuera minúsculo en comparación con el ataque original.
Aquella acción involuntaria que surgió de los cuerpos de los jóvenes llamó mucho la atención de todas, pero como siempre lo que sucedía con las cosas que provenían de Nirm, fue Asia, cuando no estaba Edzard, quien supo que era lo que pasaba.
"Tienen resistencia a la magia." dijo en voz alta Asia mientras se enfocaba en sus propios enemigos. Mirando por el rabillo de su ojo derecho, vio a Valerie luchar contra un par de estos jóvenes.
La joven Dhampir usaba sus garras cubiertas con magia de oscuridad para evitar que la hoja del arma vinculada le causara daño. Valerie desviaba los ataques con movimientos suaves, permitiendo que las hojas resbalaran por las palmas de sus manos, lo que permitía que ella no tuviese que usar mucha fuerza para la defensa y pudiera contraatacar de manera rápida y efectiva. Ante la total completa sorpresa de todos, ella logró desviar los ataques de sus enemigos hasta el punto en que pudo crear una abertura lo suficientemente grande como para poder golpear a sus enemigos de manera directa.
Al ver la oportunidad, la joven Dhampir hizo uso de sus puños y sin perder un segundo, le dio a cada uno un potente golpe en el pecho. Un crujido repugnante se escuchó cuando la fuerza de la joven Dhampir destrozó los huesos de los jóvenes, mandándolos a volar e impactar de manera aparatosa contra las paredes y escombros.
"Parece que no son tan resistentes a los ataques físicos." Dijo la Dhampir al ver como los dos jóvenes estaban tirados sin poder moverse.
Al oír aquellas palabras, Asia supo lo que tenía que hacer, por lo que, sin pensarlo dos veces, miró a sus compañeras y gritó. "¡Chicas, usen armas para luchar! ¡Debido a que no sabemos que son, traten de usar armas contundentes y si usan una de filo, no los hieran demasiado! ¡Debemos de capturarlos para saber que está pasando por aquí!"
Tras aquellas palabras, todas las chicas, excepto Ingvild, se prepararon para luchar cuerpo a cuerpo.
Moviendo su mano derecha, Rossweisse conjuró un círculo mágico y de él hizo aparecer una lanza. La lanza era simple en diseño, una vara con una hoja de doble filo en la punta. El color del arma era de color azul y tenía una firma de herrero hecha con dos letras del idioma dragón, lo que indicaba que había sido construida por Edzard.
El resto de las chicas hizo lo mismo que la valquiria, conjurando sus respectivas armas. Valerie volvió a conjurar el arma que había usado durante el rating game, ya que, si bien había recibido entrenamiento con otras armas, usar un martillo era lo mejor que se le dada. Mientras tanto, Ingvild conjuró su bastón, el cual usaría como arma contundente en caso de ser necesario, ya que decidió quedarse atrás para dar fuego de cobertura en caso de que sea necesario.
"¡Vamos!" gritó Asia al ver a sus amigas ya listas para la batalla.
Tras sonar la voz de Asia, el grupo se lanzó contra sus enemigos, esperando que esta batalla no sea muy larga, ya que al ir con la intención de incapacitar y no matar dificultaría su batalla, pero ellas sabían que era necesario capturarlo, por lo que no perderían tiempo.
Ambos grupos se lanzaron el uno contra el otro, encontrándose en el centro del campo de batalla. El sonido de las armas chocando se hizo presente mientras que las chicas luchaban, demostrando sus destrezas en la batalla.
Rossweisse se enfrentaba a tres enemigos al mismo tiempo, moviendo su lanza en círculos ocasionalmente, para de esa manera mantenerlos alejados de ella. Si bien su lanza se movía de manera circular, ella no lo hacía de manera errática, sino que lo hacía de forma premeditada, ya que de esa manera podía mantener a raya a sus enemigos.
La joven valquiria movió su lanza, desviando de manera casi simultánea varios ataques, algo que sorprendió a los jóvenes con los que luchaba. Cuando ella vio esto, se sorprendió ligeramente, ya que, durante toda la batalla, estos jóvenes a duras penas habían mostrado alguna emoción.
Sin embargo, pese a que ella estaba sorprendida, no dejó que la sorpresa tomara control de sus acciones, por lo que, sin desaprovechar la oportunidad, giró su lanza y tomándola del extremo que estaba más cerca de la hoja, giró su cuerpo ciento ochenta grados. El movimiento de la joven le ayudó para que su lanza ganara la fuerza suficiente para lo que planeaba hacer, ya que un segundo después, ella lanzó un ataque que consistía en un golpe con la vara del arma.
El ataque de Rossweisse tomó por sorpresa a dos de los jóvenes, quienes no pudieron esquivarlo, por lo que les impactó en la parte trasera de la cabeza, dejándolos fuera de combate.
Cuando ella vio que dos de sus enemigos caían, no perdió tiempo y se lanzó contra el ultimo, ya que debía de dejarlo fuera de combate para poder ir a ayudar al resto de sus compañeras.
Mientras Rossweisse luchaba contra el ultimo de sus enemigos, Mittelt luchaba contra tres jóvenes tambien. El ángel caído usaba su espada, pero no solo eso, sino que tambien usaba su lanza de luz en la otra mano.
La batalla de Mittelt estaba siendo un poco más complicada, pero no se debía a la diferencia de habilidad, sino que se debía más que todo a que debían de contenerse para evitar matarlos, ya que debían de capturarlos para saber por qué ellos tenían un aura similar a la de Asia.
Moviendo su espada de manera vertical, la ex espía de los Grigori detuvo el ataque de uno de sus enemigos, pero al hacerlo, obtuvo un hueco en su defensa. Esto provocó que otro de sus enemigos intentara usar dicha apertura para matarla, pero ella ya había previsto eso, por lo que, sin perder tiempo, movió su otra mano y usando su lanza, desvío el ataque.
La acción de Mittelt hizo que su enemigo tropezara, acción que ella aprovechó para golpearlo en la cabeza con el pomo de su espada, haciendo que cayera inconsciente. Sin embargo, pese a haber hecho eso, la batalla no se detuvo allí, pues los otros jóvenes la rodearon, intentando matarla; pero para su mala suerte, ella los vio llegar y levantando su mano, creó varias lanzas de luz, las cuales lanzó contra ellos.
Si bien ella sabía que ellos poseían una gran resistencia contra la magia, ella no planeaba derrotarlos con eso, sino que planeaba usarlo como distracción para tomarlos por sorpresa. Para su buena fortuna, eso pareció funcionar, ya que cuando ellos esquivaron las lanzas, quedaron en posiciones perfectas para ser atacados. Asi que, desplegando sus alas, voló a gran velocidad contra ellos. Aprovechando esa velocidad, pudo dejarlos inconscientes a todos con rápidos y certeros movimientos.
Cuando ella se detuvo, miró hacia atrás y para su sorpresa, vio que todas sus amigas tambien habían derrotado a todos sus enemigos.
Al verlas, ella comenzó a acercase al grupo. Sin embargo, se quedó quieta cuando sintió una enorme sensación de peligro a sus espaldas. Girando su rostro hacia esa dirección, los ojos del ángel caído se abrieron de sorpresa al ver una enorme cantidad de círculos mágicos por sobre ella.
Un segundo después de que ella viera esos círculos mágicos, cientos de hechizos mágicos fueron desatados sobre ella.
"¡Mittelt!" fue el grito de sus amigas, las cuales ya estaban en una barrera.
Al oír los gritos de sus amigas, ella movió sus alas para tratar de llegar a la barrera, antes de que los ataques le impacten.
¡BOOMMM! ¡BOOMMM! ¡BOOMMM! ¡BOOMMM! ¡BOOMMM! ¡BOOMMM! ¡BOOMMM!
Una enorme cantidad explosiones se hicieron presentes, destruyendo todo a su paso.
Una enorme pila de escombros apareció frente a los ojos del ORC, los cuales ya habían llegado a las zonas que ellos supusieron que eran los calabozos de esta fortaleza.
Los pasos de los jóvenes eran rápidos e impacientes, pues ya habían pasado por más de quince habitaciones y lo que vieron solo fueron cuerpos aplastados por los escombros que se habían desprendidos de los muros y del techo. Aquellas visiones aumentaron las preocupaciones y la ansiedad que sentían, sobre todo en Issei y en Kunou, quienes estaban preocupados de que sean las personas que buscaban las que estaban allí debajo de todos esos escombros.
"¡Tenemos que darnos prisa!" gritó Kunou mientras aceleraba.
"¡Kunou-chan, espéranos!" gritó Rias mientras veía como la pequeña kitsune aumentaba la velocidad de sus pasos.
Los gritos de Rias cayeron en oídos sordos cuando la heredera de Yasaka siguió corriendo. Mientras ella corría, iba pasando por algunas celdas, las cuales estaban repletas de escombros. Sin embargo, cuando pasó por otra celda logró detectar el olor de Marie, por lo que, sin perder tiempo, corrió hacia esa dirección.
Doblando por una esquina, ella finalmente la vio, la celda en donde estaba Marie. Al ver que al fin estaba cerca, una sonrisa apareció en su rostro mientras ella corría hacia donde estaba su amiga.
Cuando llegó a la puerta, usó un poco de fox Fire para romper las bisagras de esta, lo que terminó provocando que la puerta cayera.
"¡Ma-cham!" gritó Kunou mientras entraba a la celda con una sonrisa en el rostro. Sin embargo, aquella sonrisa desapareció tras lo que vio allí. La imagen que se presentaba ante sus ojos hizo que cayera de rodillas, dejándola en un estado de shock tan grande que no se dio cuenta que había sido alcanzada por los demonios y el ángel reencarnado.
"¿Kunou-chan?" preguntó Rias al llegar al lado de la kitsune. "¿Que sucede?"
La pregunta de Rias no fue respondida por Kunou, pero antes de que diga algo más, la voz de Koneko provocó que ella y el resto de los presentes sintieran como si una piedra estuviese en su estómago.
"No…" dijo Koneko mientras su cuerpo comenzaba a sudar frio.
"¿Que sucede, Koneko-chan?" preguntó Akeno con miedo, ya que el tono de voz de la nekoshou era de tristeza mezclada con miedo.
"Esta celda está repleta del aroma de la hija de Edzard-sama."
"No…" dijo Akeno mientras se llevaba las manos a la boca, pues entendió lo que había pasado. Y es que la celda que estaba frente a sus ojos estaba completamente llena de escombros, los cuales cubrían todo el lugar, dejando pocos espacios libres. Aquello indicaba que si la hija de Edzard y Asia había estado allí adentro era más que seguro que había sido aplastada.
"Estamos acabados..." susurró Rias con miedo al ver el lugar.
Nota de autor:
A los que han llegado hasta aquí, Gracias por leer.
Y el capítulo 61 está listo….
He de decir que este capitulo me ha salido relativamente bien, pero aun han quedado cosas en el aire que deseo poder contestar en capítulos posteriores. Hemos visto partes de las batallas que se están librando, si puedo tratare de mostrar que sucede en otros lugares, ya que aparte de la reunión del Dovahkiin y el Vestigio con Orcus y Thanatos, y de la misión de rescate, algo mas esta pasando. Uno de esos eventos si esta planeado para pasar tras bambalinas por completo, pero tendrá su mención en capítulos posteriores, de hecho, causará algo en algunos capítulos.
Tambien vemos que Bennia ha hecho su aparición. Si bien en las novelas se dice que no tiene una buena relación con su padre, estoy maximizando esa disconformidad gracias a los eventos que suceden en el fic.
Bueno, me disculpo por cualquier error ortográfico. No se olviden de dejar un review si les gustó el capítulo o si hay alguna cosa que necesite mejorar o si tienen alguna duda sobre la historia. Además, cualquier consejo constructivo es bienvenido. Sin nada más que decir, hasta el próximo capitulo.
